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El coronel Thomás Bobes: El león de los llanos (página 2)


Partes: 1, 2

Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacen experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña, y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes, que han infrigido las Capitulaciones y los Tratados más solemnes; y en fin han cometido todos los crímenes, reduciendo la república de Venezuela á la más espantosa desolación.

Así pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga á tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo Colombiano, los monstruos que la infectan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual á la enormidad de su perfidia, para lavar en este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar a las Naciones del Universo, que no se ofende impunemente á los hijos de la América (…)

Todo Español que no conspire contra la Tiranía a favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo, castigado como traidor a la Patria, y en consecuencia será irremediablemente pasado por las armas (…)

Españoles y Canarios, contad con la muerte, aún siendo indiferentes, si no obrais activamente en obsequio de la libertad de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aún quando seais culpables. Quartel general de Truxillo, 15 de junio de 1813, 3º de la Independencia.

 

 

                                                                                                     Simón Bolívar

                                                                                                   Certifico:

                                                                                                  Pedro Brizeño Mendes

                                                                                                             Secretario (47)

 

 

El 1 de noviembre Boves publicaba un famoso bando en Guayabal llamando a las clases populares a tomar las armas contra los mantuanos en nombre de «el Rey, la Religión y la Santa Causa»; se iniciaba así el periodo más brutal de la guerra venezolana y que no conocería fin hasta la llegada de la expedición de Morillo denominado “El Pacificador”.

 

 

Documento de Guayabal

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Don José Thomás Boves, Comandante en Jefe del Ejército de Barlovento, etcétera.

      “Por la presente doy comisión al capitán José Rufino Torrealva para que pueda reunir cuanta gente sea útil para el servicio, y puesto a la cabeza de ellos pueda perseguir a todo traidor y castigarlo con el último suplicio; en la inteligencia que sólo un credo (sic) se le dará para que encomiende su alma al Creador, previendo que los intereses que se recojan de estos traidores serán repartidos entre los soldados que defiendan la justa y santa causa, y el mérito a que cada individuo se haga acreedor será recomendado al señor Capitán Comandante General de la Provincia. Y pido y encargo a los comandantes de las tropas del rey le auxilien en todo lo que sea necesario”.

                                                       Cuartel General del Guayabal, noviembre 1º de 1813. (48)

Thomás Boves es el caudillo acusado de tropelías,  crímenes y atrocidades que no tienen nombre. Pero algunos se olvidan de que sólo llevó a la práctica lo que las tropas bolivarianas habían postulado, «La Guerra a Muerte» que su seguidor Brizeño proclamara a los cuatro vientos. Aquí bien se puede afirmar que él no empezó primero.

 

Vallenilla Lanz considera que Boves: “fue, en realidad, uno de los caudillos populares de gran generosidad, clemencia e inteligencia; hijo legítimo del medio en que se hizo hombre y en cuyo seno debía actuar como el jefe lógico de una enorme mayoría de llaneros, que participaban hondamente de sus odios instintivos, de sus pasiones plebeyas, de sus móviles inconscientes, de su valor heroico, de su espíritu aventurero y de su legendaria ferocidad”. (49)

 

A mediados de 1813 Thomás Boves participó en la campaña del Oriente de Venezuela, bajo las órdenes de Domingo Monteverde y del mariscal de campo Juan Manuel Cajigal. Al tenerse que retirar este último a Barcelona, presionado por Mariño, otorgó a Boves facultades para que obrara discrecionalmente (agosto de 1813). Boves empezó ya a actuar de forma autónoma, despreciando a las mismas autoridades españolas por su incapacidad para dominar a los republicanos. Su enorme conocimiento del Llano y de sus gentes le dio un gran ascendiente sobre sus hombres, con los que compartía el odio hacia las clases acomodadas venezolanas, que los despreciaban. De aquí que ejecutara inmisericordemente a los blancos mantuanos.

 

Una de sus primeras acciones como jefe autónomo fue Cachipo (11 de septiembre de 1813) contra el comandante Freitas y los Monagas. Marchó luego a Calabozo, que había sido liberado por Simón Bolívar. Lo reconquistó para los españoles tras vencer a Carlos Padrón y ejecutar a los prisioneros. El general Vicente Campo Elías le derrotó, pero Boves se refugió en Guayabal, donde rehízo su fuerza y volvió al combate, venciendo en San Marcos al coronel republicano Pedro Aldao, a quien le cortó la cabeza. La envió a San Fernando de Apure. A mediados de diciembre estaba en San Juan de los Morros con 6.000 hombres, en su mayoría de a caballo.

El año 1814 será el de la gran ofensiva de los patriotas contra realistas, con un gran número de batallas y encuentros entre ambos ejércitos como se puede observar en la tabla superior. Al final los ejércitos realistas terminaran venciendo. Será el año final de la Segunda República (1813-1814) y el de la muerte de aquel huracán mortífero llamado José Thomás Boves, de quien Bolívar dijo que era “la cólera del cielo que fulmina rayos contra la patria…un demonio de carne humana, que sumerge a Venezuela en la sangre, en el luto y la servidumbre”. A lo largo de este año Boves estuvo muy activo y llegó a desesperar al propio Simón Bolívar.

Todo estaba en ruinas en el país. Por ello la mejor caracterización de este año la dio el propio Libertador al escribir en una proclama (el 13 de abril de 1814):

     “Una devastación universal ejercida con el último rigor ha hecho desaparecer del sueño de Venezuela la obra de tres siglos de cultura, de instrucción y de industria” (Escritos,t.VI,p.24)

Además de las destrucciones materiales de esta Guerra a Muerte, proclamada inicialmente por Simón Bolívar, existen documentos que constatan una gran disminución de la población blanca en Venezuela durante estos años. El propio general Morillo, escribe en mayo de 1817: “La mortalidad y la desolación que una guerra tan cruel ha ocasionado va disminuyendo, de un modo conocido, la raza de los blancos…”. Es inútil insistir sobre la influencia social de esa obra destructora. Y si no muere aquel heroico Boves, acaso la Independencia de Venezuela, y buena de gran parte de América, se hubiera retardado mucho, pues Boves, que se improvisó general, tuvo el genio de la

guerra, sobre qué era, cosa de más monta y trascendencia, el caudillo más amado,temido

y seguido de las clases agricultoras y criadoras de Venezuela. Nuestros caudillos venezolanos como Páez, no habrían heredado aquel prestigio y encauzarlo al servicio de la patria. Pero los veintemil soldados venezolanos de Boves, vivo éste, no hubieran colaborado, por lo pronto, en la consolidación de la República…”. (50) Estas líneas escritas por Bolívar constatan la influencia que tenía Boves entre los llaneros venezolanos y la adoración que sentían por él.

Fue a comienzos de 1814 cuando con sus tropas de cinco mil jinetes y dos mil infantes, Boves salió de Calabozo hacia el centro. En la primera batalla de La Puerta (febrero 3) venció a Campo Elías. Hay que recordar que ese sitio siempre fue lugar de fracaso para las tropas de la República, las dos veces que allí se enfrentaron fueron vencidos por los españoles.

Batallas y campañas de Tomás Boves en 1814 (51)

Lugar

Fecha

Suceso

Capitanía General de Venezuela

3 de febrero de 1814

Primera batalla de La Puerta

Capitanía General de Venezuela

12 de febrero de 1814

Batalla de La Victoria

Capitanía General de Venezuela

31 de marzo de 1814

Batalla de Bocachica

Capitanía General de Venezuela

15 de junio de 1814

Segunda Batalla de La Puerta

Caracas en la Capitanía General de Venezuela

julio de 1814

Emigración a Oriente y fin de la segunda república

Cumaná en la Capitanía General de Venezuela

16 de octubre de 1814

Batalla de "El Salado" derrota a Manuel Piar

Capitanía General de Venezuela

5 de diciembre de 1814

Batalla de Urica

Tras vencer a Campo Elías en La Puerta, donde fue nuevamente herido, Boves pasó a Villa de Cura. Bolívar ordenó cerrarle el paso hacia Valencia en La Cabrera. A José Felix Ribas(1775-1815) mandó a situarse en La Victoria, allí se llevó a cabo una batalla, en el centro y las calles de la ciudad (12 febrero) en donde Ribas venció a las tropas hispanas del general Francisco Tomás Morales(1781-1845), el segundo de Boves y tan vesánico como aquel. Boves, pese a lo que se ha dicho, no participó en este combate, reposaba de las heridas en Villa de Cura.

Al mejorarse Boves ocupa Cagua y continúa hacia San Mateo, allí lo espera Bolívar, atricherado en la casa de la hacienda familiar. Allí el 27 de febrero comienza la batalla de San Mateo. Boves es herido otra vez. Se retira a Villa de Cura. El sitio de San Mateo continúa, Morales está al mando. Boves retorna, es allí otra vez vencido, se retira al saber que las tropas del general Mariño se acercan desde Oriente, en Bocachica Mariño derrota a Boves (31 de marzo). A poco, Bolívar y Mariño se encontraron, fue la primera vez que se vieron. En abril Boves retornó a Guayabal y reorganizó su ejército. Reapareció el 14 de junio con una tropa de 7000 hombres. En la segunda batalla de La Puerta (junio 15) destruyó al ejército patriota. Allí detuvo a Jalón y dio orden de fusilarlo. Luego pasa a Valencia, logra entrar en ella el 9 de julio. El 10 de julio, en la casa de la familia Malpica fue el célebre baile en el cual, a son de Piquirico, todos los hombres presentes fueron pasados por las armas. Dos días más tarde, hizo fusilar al Gobernador de la ciudad, el patricio Francisco Espejo (1758-1814). Miguel Peña (1780-1833) y Juan Escalona(1768-1833) lograron huir de la degollina bovista.

La situación era tan grave que Bolívar, ante su inminente llegada a Caracas, organizó y encabezó la Emigración a Oriente (julio 7). Boves ordenó a Morales perseguir al ejército de Bolívar. El 16 de julio Boves entró en Caracas y diez días después, por la vía de la Cortada del Guayabo se dirigió a Calabozo. En Caracas, mientras, se realizan las matanzas de Coticita, ordenadas por el asturiano, ejecutadas por Chepino González y Juan Nepomuceno Quero.

En Calabozo. El grueso del ejército realista, bajo las órdenes de Morales, fue en busca de los patriotas. El 9 de agosto se enfrentan en la batalla de Aragua de Barcelona. Vencieron los Realistas. La mortandad allí, de lado y lado, fue muy grande: 4000 personas, una masacre. El miedo fue tal que al final del combate muchos soldados patriotas se pasaron a las tropas de Morales para evitar ser asesinados. Fue el caso de Braulio Fernández (1790-1887), quien lo cuenta en sus memorias, la única conocida de un soldado de la Independencia.

Boves aparece de nuevo en Oriente: tomó Barcelona y Cumaná, en ambas ciudades la mortandad fue grandísima. Solo por suerte, en Cumaná, María Josefa Sucre (1786-1821) y sus compañeras, salvaron la vida gracias al padre Llamozas, capellán de Boves. El 16 de octubre, en un lugar llamado El Salado, cercano a Cumaná, Boves derrotó a Piar. El 9 de noviembre, camino a Maturín, derrotó a José Francisco Bermúdez (1782-1831) en Los Magüelles. y nuevamente en la batalla de Urica (5 de diciembre de 1814). No pudo saborear esta última victoria, pues murió durante el combate a causa de un lanzazo. (52)

Dos meses antes de su muerte fue ascendido a coronel por el propio Fernando VII, el 6 de octubre de 1814, por su acreditado valor y sus gloriosos triunfos en el campo de batalla. No obstante le critica el haberse excedido en el mando y permitir algunos excesos de sus tropas.

 

DOCUMENTO QUE AGREDITA EL ASCENSO DE BOVES A CORONEL Y AMONESTACIÓN DEL REY FERNANDO VII A BOVES POR SU FALTA DE RESPETO Y CONSIDERACIÓN.

 

Ministerio universal de Indias=He dado cuenta al Rey N.S. de tales oficios del comandante General del Exercito de Barlovento de esta provincia Dn. Jose Thomas Boves, en que con fechas de 27 de Abril, 11 de junio y 5 de julio de este año, da parte de sus operaciones militares; e igualmente de otros del mismo comandante sus fechas 22 de marzo, y 16 de junio últimos, en que se produce algunas quejas contra V.S. e incluye copias de varias contestaciones que ha habido entre ambos; enterado de todo S.M, y atendiendo a que V.S ha concedido ya a Boves el empleo de teniente coronel, ha resuelto que este jefe continue como hasta aquí en el mando de sus tropas con el empleo efectivo de coronel de Exercito que el Rey le concede en consideración a su acreditado valor, a sus gloriosos triunfos, y a sus grandes servicios; pero al mismo tiempo que le hace esta justicia, y le honra, y premia con tal generosidad, y magnificencia, mandase les haga extender que ha sido muy desagradable a S.M. la conducta que ha tenido con V.S. a quien ha debido, y debe reconocer, y respetar como legítimo superior, lo cual espera S.M. hará en adelante, teniendo por cierto e indudable, que el primer capitán del mundo, y más coronado de laureles pierde todo su mérito, y obscurece su gloria, por un solo acto de insubordinación, y desobediencia, falta que en qualquier súbdito, y más en un militar, es menos perdonable que la cobardía: De real orden lo aviso a V.S. para su inteligencia, y cumplimiento, y a fin de que sirva de gobierno al interesado, interin se le expide al Departamento correspondiente. Dios que a V.S. guarde muchos años. Madrid 6 de octubre de 1814=Miguel de Lardizábal. Capitán General de Venezuela.

 

También sabemos que Thomás Boves, a pesar de la distancia, nunca se olvidó de su madre y procuraba ayudarla de una u otra forma como podemos constatar en esta carta escrita por su amigo asturiano Lorenzo García Jove a petición del propio Boves pocos días antes de su muerte:

 

     “La Guaira, 1 de diciembre de 1814.

     Señora doña Manuela de la Iglesia.

Muy señora mía: Los hombres nacen sin saber su suerte; su hijo nació para la guerra; por ella hace felices a los buenos y castiga a los malvados con exceso. Yo, por mi parte, y viendo tan de cerca sus operaciones, me complazco, y así debe hacerlo Vuestra Merced, como madre. Doy a vuestra merced la enhorabuena, y a sus hijas también.

Últimamente, me escribe su hijo desde su cuartel general, encargándome remita a Vuestra Merced seis fanegas de cacao, las que tengo embarcadas en el bergantín Palafox, que sigue a la Coruña y consigno a los señores Pla y Portal, con orden de que los pongan a su disposición, según aviso de este día.

El solo punto que falta al heroico Bobes para toda su conquista es Maturín; hoy oficia noticias muy placenteras. En fin, tome Vuestra Merced buen chocolate, que cacao no ha de faltarle.

Saludo a Vuestra Merced. Su s. q. b. s. p.,

Lorenzo García Jove”.

Esta carta me parece interesante no solamente por el hecho de ser Boves un buen hijo y estar pendiente del cuidado de su madre para procurar que viva lo mejor posible en su tierra asturiana sino porque todavía Boves mantiene los antiguos contactos con los comerciantes catalanes Pla y Portal que son los encargados de hacer llegar el cacao a su madre residente en Gijón. (53)

 

Los numerosos éxitos militares de Boves se debieron a que fue capaz de despertar los verdaderos sentimientos del pueblo, reprimidos por tanto tiempo, en contra de sus opresores mantuanos. De aquí que Juan Uslar Pietri exponga que: “La rebelión popular en Venezuela en 1814 no fue un simple acontecimiento local, natural en la lucha, sino el suceso social de más envergadura que registra la historia de la emancipación americana (…) Aquellas insurreccionadas montoneras que iban saqueando y matando blancos, cometiendo sacrilegios en las iglesias, ensangrentando altares, no podían ser jamás realistas, ni representantes del orden y la religión (…) era (…) para satisfacer sus odios de clase, para realizar la libertad social que anhelaban”. (54)

Vallenilla Lanz, citando una carta de Morales a Morillo, en 1816, donde este trata de explicarle el liderazgo de Boves, le comenta: “Tuvo la fortuna D. José Thomás Boves de penetrar los sentimientos de  éstos [llaneros] y adquirir un predominio sobre ellos, por aquella simpatía, o, como suele decirse,  por un no sé qué, que suele sobresalir en las acciones de un hombre y hacerle dueño de sus semejantes… Los soldados lo adoraban y le temían, y entraban en las acciones con la confianza de que su valor y denuedo había de sacarlos victoriosos” (1983: 58). “Boves  fue, sencillamente un llanero, tan llanero como si hubiese nacido en el Guárico o el Apure, pues es bien sabido “la facilidad con que el hombre se adapta a la vida nómada, cuyo atractivo es mayor para las naturalezas inferiores”.

Pienso que Thomás Boves estuvo al lado del rey por consideraciones tácticas puesto que no acataba las órdenes del Capitán General Cajigal. Fue tan radical en la aplicación de su “Programa Revolucionario” que, durante la eliminación sistemática de los blancos criollos y en el fiel cumplimiento de la promesa de repartir los bienes y propiedades de los mantuanos, llegó a asustar a los mismos realistas españoles. Estos hechos demostraban claramente  el contenido de clase de la revolución de Boves. “Los intereses que se recojan de esos traidores serán repartidos entre los soldados que defienden la justa y santa causa”… decía el asturiano en una circular. Con razón Juan Vicente González, a mediados del s. XIX, le hizo acreedor del título de: Primer caudillo de la democracia venezolana. (55) “El gran maestro de los patriotas”, definió a Boves el historiador Duarte Level: los criollos aprendieron, a punta de sangre y fuego, la importancia de los desarrapados en la lucha por la Independencia. “El primero de nuestros caudillos populares”, lo llamó Laureano Vallenilla Lanz. Bolívar, que lo sufrió, lo describió como “Un hombre cruel que no parece haber sido amamantado con leche de mujer, sino con la de los tigres y las furias del infierno”. (56)

La gran popularidad que tenía Boves entre los llaneros se puede constatar por la gran cantidad de canciones populares, coplas y corridos referentes al asturiano. En este caso se alaba el valor y bravura del coronel e incluso su breve historia:

                                                                  I

Boves huyó del cantón   del pueblo de Guasdualito,  se vino hacia Palmarito  corriendo sin ton ni son.  En la fugaz retirada  doscientos mató el asturiano  y donde quiera un osario  dejó su temible espada.  Yo quisiera preguntar  por las muertes que estoy viendo.  Si doscientos mató huyendo  ¿Cuántos mató al atacar? (57)

II

Arriba zambos del Llano

los del brazo arremangao

que el coronel Boves nos llama

a pelear como es mandao. (58)

III

Boves y sus hombres

Corrido

Había nacido en Asturias

aquel joven chapetón

catire de ojos azules

marino de profesión.

Boves era su apellido,

su carácter bravucón

aprendió marinería

con Don Diego del Cayón

considerado en España

eminente profesor…

¿A qué vino a Venezuela?

nadie sabe la razón;

estando en Puerto Cabello

-refiere la tradición-

introdujo un contrabando

pero de poco valor;

y lo enviaron para el Llano

sin mayor explicación…

El Llano estaba revuelto;

de Calabozo al Rincón,

del Sombrero a San Fernando,

de Camaguán a la Unión,

del Rastro a Guadatinajas,

del Corozo a Remansón,

de Guayabal a San Jaime,

del Calvario a la Estación,

marchaban hombres con lanzas

y todo era confusión;

la consigna: ¡Viva el Taita,

la Corona y el León!.

Lo demás todos lo saben,

Boves fue un hombre feroz

con un ejército criollo

que siempre lo respaldo…(59)

Muerte del taita Boves

La Batalla de Urica (actual estado de Anzoátegui) fue una acción táctica en pro de la independencia de Venezuela. A finales de noviembre de 1814, los patriotas indepen dentistas José Félix Ribas en compañía de José Francisco Bermúdez, Pedro Zaraza, Tadeo Monagas y un grupo de soldados, salieron en busca del coronel Boves en las sabanas de Urica.

 

Ribas ordenó formar los escuadrones “Rompelíneas” que darían golpes decisivos a las filas enemigas. Seleccionó a los mejores jinetes, los cuales estaban bajo las órdenes de Zaraza y Monagas. (60)

 

Después de efectuar todos los preparativos para la batalla, el destacamento patriota marchó durante la noche del 4 al 5 de diciembre, para amanecer en Urica frente a los realistas (ya Boves se había incorporado al lugar), desplegados en 3 columnas en una gran sabana. 

     General Pedro Zaraza     

Descripción: https://4g3kpq.blu.livefilestore.com/y1mPIOLZfjdUM0oWCtJLshxFCvWE91jUYtu1A-GPXuGJL-F2h2hD-BOkLyE88eCWCaooEnd4C65onTZKS-ces9Mv5xLC_YmOibaf0jeVZDrtQMloSCTHtqrIZOOF8I3uVnXOS3jRao9THMwY3dy5SrFsg/Pedro%20Zaraza.bmpLas hostilidades fueron iniciadas por Boves, cuando salió con su columna a enfrentarse a la que mandaba el coronel Bermúdez, quien pudo rechazar el ataque. Este éxito inicial de los patriotas permitió a José Félix Ribas la colocación de sus hombres en línea de batalla y con ellos cargó contra los realistas, quienes respon dieron con intenso fuego de artillería. En este momento, ordenó Ribas que las columnas Rompelíneas que empren dieran el ataque contra la columna derecha enemiga, lo cual fue ejecutado con éxito.  

 

 Pedro Zaraza con doscientos hombres que comandaba destrozó una caballería de quinientos realistas; matando él mismo al Jefe de estos jinetes, Diego Ceballos, que se atrevió a embestirle cuerpo a cuerpo.   En esta batalla terrible dio por tres veces cargas violentas, rompiendo con su lanza las filas enemigas y llevando el espanto por todas partes. Cuando Boves advirtió que su columna había sido envuelta, salió de su centro precipitadamente y pereció en el choque.

   

Zarazacoronel (luego general) guariqueño  natural de Chaguaramas, al mando del escuadrón “Alto Llano” logra embestir el ala derecha de los realistas, hasta llegar a su comando con José Tomas Boves a la cabeza y el propio Zaraza o uno de sus soldados consigue alancear y dar muerte al temible asturiano.

    

El resto de las fuerzas realistas (centro e izquierda), cargaron contra la línea republicana y la envolvió, y con ello obtuvo la victoria. Las bajas fueron numerosas en ambos bandos.

En un parte del general Ríbas al Libertador, se lee lo siguiente: “ Zaraza es un acometedor sin segundo, pelea con tal impulso que causa vértigo……Yo no me atrevería a medir mis armas con las de él….. Es todo lo que puedo decirle.”. (61)

 

La derrota de Urica significa el fin de la resistencia organizada en tierra firme; Morales se hizo reconocer como Jefe de los realistas y marchó sobre Maturín donde el 10 de diciembre en la noche y el 11 en la mañana Ribas y Bermúdez le hicieron una resistencia tanto más heroica cuanto sólo tenían unos 450 hombres. Derrotados, huyeron.

Algunos historiadores consideran la batalla de Urica como la que mayor cantidad de bajas ha tenido en las historia de las guerras de independencia venezolana, en ella quedaron deshechas lo que quedaba de las tropas patriotas luego de la conocida “migracion a Oriente”, y puso fin a la II República de Venezuela. (62) Bolívar supo, el 17 de febrero de 1815, estando en Mompox la muerte de Thomás Boves (Escritos, t.VII,p.314) y entonces escribió:

    “Aseguran que en una acción dada el 5 de diciembre murió Boves, pero que murieron igualmente todos nuestros jefes, que se destruyó nuestro ejército enteramente, y que fue arrasado en Maturín…La muerte de Boves es un gran mal para los españoles, porque dificílmente se encontrarán reunidas en otro las cualidades de aquel Jefe, pero mayor es el que nos ha sucedido con la pérdida de los nuestros, y con la falta del ejército que divertía al enemigo al tiempo por el Oriente. Libres ya de aquel cuidado, los enemigos volverán hacia esta parte, y el Reino de Granada, la Nueva Granada sufrirá ahora una guerra de invasión”(t.VII,p.315-316). Simón Bolívar, al enterarse de la muerte de Boves, dijo: “era la cólera de los cielos que fulminaba rayos contra la patria” (63).

Para Restrepo las desgracias repetidas de los patriotas se debieron: “no tanto a los horrores y excesos que sin duda cometieron en medio del incendio producido por la exaltación de las pasiones revolucionarias, sino al levantamiento, casi general, de las castas contra los criollos blancos”. (64)

Hay, al menos, tres versiones distintas de la muerte de Thomás Boves en la batalla de Urica. La más verosímil es que en lo más alto del fragor de la batalla el caballo, que le había regalado Inés Corrales, (su amante) se le encabritó y no lo pudo dominar. En ese momento el General Cordillera, Pedro Zaraza (1775-1825), pudo acercársele y clavarle su lanza, según una de las hipótesis de su deceso. Según dice una tradición Pedro Zaraza estaba amolando la lanza y le dijo a su Estado Mayor: “hoy se rompe la zaraza o se acaba la bovera”. Zaraza tenía muy buenas razones para matarlo: Boves, quien había sido su amigo antes de la guerra, dio orden a varios de sus hombres de entrar en la casa de Zaraza: violaron a todas las mujeres, mataron a todos e incluso a los niños. (65)

Otra versión, distinta de la anterior, sería que Boves fue muerto por uno de sus lugartenientes, llamado Morales. Esta teoría se basa en ciertas tradiciones populares entre Boves y Morales que recogen estos versos:

Entre Boves y Morales

a diferencia no hay más

que uno se llama Thomás José

y el otro José Thomás. (66)

Según parece, a mediados de 1814, el arzobispo de Caracas, Narciso Coll y Prats, le ordenó a Morales que había que liquidar a Boves a la menor oportunidad, por orden del rey, por considerarlo éste un peligro para su Imperio. (67) Sin embargo, no creo que esta hipótesis sea muy creíble ya que, poco tiempo después, el propio rey Fernando VII le asciende a Coronel.

La noche del 5 de diciembre de 1814, Urica y sus alrededores estaban cubiertos de cadáveres y Boves desaparecido. Temiendo entre las tropas realistas que Boves hubiese caído prisionero del enemigo, muerto o malherido en medio de la oscuridad de la noche Morales encontró muy malherido al coronel Boves y, en vez de socorrerle, él mismo lo asfixia con la famosa capa del asturiano.

Todo el mundo coincide en considerar a Morales como una persona sin escrúpulos capaz de realizar cualquier acto para conseguir el poder y ser el único jefe de las tropas realistas en Venezuela hecho que se puede ratificar en la llamada “Acta de Úrica” que no fue escrita pero que indica la tradición sobre la matanza de aquellos soldados y oficiales del ejército realista que no estaban con él a la hora de proclamarse nuevo jefe de las tropas españolas en Venezuela. Morales marcó con su espada una raya en el suelo y los que no pasaron la raya hacia él los hizo ajusticiar allí mismo. En total fueron cinco los ajusticiados y sus cabezas fueron enviadas a Caracas y colgadas en una de sus calles. (68)

El magnífico historiador militar, el coronel Thomás Pérez Tenreiro (1916-1996), nos dice que un soldado llamado Nicolás Silva se presentó ante las autoridades republicanas en Angostura, dejando constancia de que había sido él quien, “en los campos de Úrica di muerte al caudillo español José Thomás Boves por mi mano”. No obstante, no pudo demostrar la verdad de sus palabras. (69)

En Úrica, donde el caudillo Boves está enterrado, le contaron a Herrera Luque lo que había pasado generación tras generación: terminada la batalla y hallado, en medio de la noche, el cuerpo del asturiano, este fue levantado, se mandó a hacer unas urna, ya en la iglesia no podían cerrar la urna porque Boves tenía la mano derecha levantada y así era imposible. Fue entonces, esto es lo más bello del relato, guardado por la tradición oral, cuando una mujer dijo “Él no puede descansar en paz porque nosotros no lo hemos perdonado”. Entonces todos se arrodillaron y rezaron. Fue entonces posible bajarle el brazo, cerrar la urna y enterrarlo en el presbiterio de la iglesia de Úrica. Es por ello que la tumba de Boves en Úrica, que todavía se conserva, lleva como nombre “La tumba del perdón”. (70)

La muerte del taita Boves provocó una oleada de admiración por gran parte del pueblo llanero ya que Boves era muy conocido y querido en el Llano. Estos versos lo testifican:

  Descansa, Boves, descansa,

que bien y mal hiciste,

si a otros les hacen estatuas,

       tú también te la mereciste. (71)

 

Dos años después del fallecimiento del coronel Boves, el Vicario y Capellán del ejército español de Barlovento, D. José Ambrosio Llamozas realiza el certificado oficial de su muerte en acción en las inmediaciones de Urica:

CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN DE THOMÁS BOVES.

“Dn José Ambrosio Llamozas, Tesorero de la Santa Iglesia Metropolitana, Comendador de la Orden Americana de Isabel la Católica, como Vicario y Capellán del Ejército de Su Majestad de Barlovento, certifica en forma debida que Dn. José Thomás Bobes, de 32 años de edad, coronel de los Reales Ejércitos y Comandante General de la División de Barlovento falleció en acción en las inmediaciones de Urica, Venezuela, a primeros de diciembre de 1814, cuyo cadáver condujo el citado capellán desde el campo de batalla y se le dio sepultura en presencia de Andrés Tomé, Juan Esteban Blázquez y José Sánchez Correa en el primer tramo de la iglesia parroquial de Urica. Firmado por el capellán, en Caracas a 4-12-1816.” 

Descripción: http://1.bp.blogspot.com/-TbEUMwRpL-E/VJaf_s9C0zI/AAAAAAAAAJc/4VjcoCwIu8c/s1600/tumba%2Bde%2Bboves.png

Tumba de Boves en Urica

Según el historiador Acisclo Valdivieso, Boves fue un hombre: “Desprendido ya que a su muerte en Urica, solo legó a su heredera, su madre Manuela de la Iglesia, puesto que murió soltero, trescientos pesos, como herencia única, ya que las contribuciones solo las aprovechaba para el mantenimiento de su ejército y los botines producto de los saqueos, los daba a sus tropas. Fue sobrio y desprendido hasta el extremo de no tener con que vestirse (…)” (72)

Un dato que honra al coronel Boves es que nunca cobró un sueldo como miembro del Ejército Realista de España y no será hasta años después cuando se gestionará una pensión para su madre residente en Asturias (España). José Thomás Boves recibió a su muerte honores de Mariscal de Campo. El grado le fue hecho efectivo de forma póstuma siéndole entregado, en persona, por el monarca Fernando VII a su madre. (73)

 

Conclusiones

 

El coronel asturiano Thomás Boves es uno de los personajes más interesantes de nuestra historia contemporánea. Pienso que los historiadores, en general, no le hemos hecho justicia sino que se culpó a Thomás Boves de hombre vil, ladrón, pirata, de haber realizado todo tipo de crímenes, matanzas y asesinatos incluso sin que estuviera presente en el combate.

Los primeros errores que he detectado parten ya desde su propio nacimiento. Según Luis Bermúdez de Castro: “Bobes no se llamó nunca (mejor apellidó) Rodríguez, como lo demuestra la partida de casamiento de su padre, la de bautismo de José Thomás y la de óbito de su padre”. (Bermúdez de Castro, p.96). Estas afirmaciones de Bermúdez de Castro son totalmente falsas como aclaro al aportar  el documento del libro de bautismo de José Thomás Rodriguez de Bobes (folios 26 y 27) y el documento del fallecimiento de su padre Manuel Rodríguez Bobes (folio 156). También aparece en la partida del matrimonio Manuel Rodríguez de Bobes (folio 121). Además, aparece varias veces en estos documentos. Pienso que el error de Bermúdez de Castro se debió a que no leyó dichos documentos sino que se fió de fuentes no primarias.

Mi propósito a lo largo de este artículo es buscar, a través de todo tipo de documentos, qué hay de verdad y de falsedad en todos los hechos que se atribuyen a Boves desde sus años de juventud hasta su muerte. He llegado a la conclusión de que Boves era una especie de oficial jacobino que utilizaba el terror para imponer una sociedad más justa donde los mantuanos criollos no tuviesen todo el poder sino que éste fuese compartido entre todos, suprimiendo la esclavitud y dando riqueza  y tierras a los pardos y mestizos de los Llanos venezolanos.

Uno de los más discutidos hechos que se le puede atribuir a la figura de Thomás Boves como guerrero es que, contrario al ejército patriota antes del decreto de Guerra a Muerte, éste logró aglutinar múltiples razas (negros, pardos, mulatos…) en un mismo ejército que más que luchar en contra de la Independencia de Venezuela, lucha más bien en contra de los mantuanos caraqueños (criollos ricos) y, sobre todo, del carácter clasista y discriminatorio de la formación de la república patriota. Boves era un defensor de los derechos de los negros y pardos de Venezuela. Un demócrata que, muchas veces, luchaba por su cuenta sin atenerse a órdenes superiores.

 

Para Salvador de Madariaga: “Boves solo luchó por Boves” pero yo añadiría que no para su enriquecimiento personal, sino para defender a los humildes y oprimidos del Llano venezolano. Thomás Boves repartía el botín de guerra entre sus soldados pero él no entraba en ese reparto ni cobraba paga alguna por ser oficial del ejército realista. A su muerte su madre solo heredó 300 pesos y ninguna propiedad o vivienda.

 

Algunos  historiadores venezolanos y de otras latitudes han considerado, en sus análisis e interpretaciones, a la gesta independentista de Venezuela como una guerra civil y social y, a su vez, describen  a José Thomás Boves, no como un asesino despiadado, terrorífico y diabólico, saciándose siempre en sus orgías de sangre, tal y como nos lo pintaban nuestros primeros maestros y profesores, sino que aprecian en sus acciones guerreras, un terror; pero un terror jacobino, revolucionario, de esclavos en armas contra sus opresores seculares los blancos.

Boves recorría las aldeas vecinas, formaba batallones, decretaba la libertad de los esclavos y, por primera vez en América, daba a las gentes de color altos cargos de oficialidad. Y con el fin de estimular convenientemente a sus tropas, bautizaba a los diversos batallones con el nombre de las aldeas o villas a que pertenecían sus gentes, para servirse del regionalismos característico de las poblaciones venezolanas. De esta manera pudo un día, en las proximidades de Angostura, pasar revista a cuatro mil jinetes; montado en Antinoo, su soberbio caballo negro, el mayor amor de Boves junto con su querida Inés. Arengó a aquellas hordas, que él mismo llamó “La Legión Infernal” y les entregó una extraña bandera negra, “pendón de la muerte” según su gráfica expresión. (74)   

 

En su informe al Rey, el padre José Ambrosio de las Llamozas, vicario de las tropas de Boves, expresó: “Boves ordenó a sus soldados matar a cuanto hombre encontraran; y lo ejecutaron hasta entrando varios a caballo dentro de la iglesia parroquial buscando a los que en ella se habían refugiado, para matarlos, como lo realizaron con más de quinientos”. Iban de casa en casa, asesinando. La residencia de la familia Sucre fue violada. La madrastra, Narcisa Márquez Alcalá y dos hermanas de Sucre, que se habían escondido, fueron descubiertas y apresadas; después de ofenderlas, las enviaron a la Isla de Arichuna”.

 

Más adelante, el acucioso investigador ecuatoriano  Herrera informa: “A consecuencia de este sistema han desaparecido los blancos. En Cumaná solo han quedado 5 u 8 del país y aún una gran porción de señoras fueron presas y remitidas a Caracas para ser conducidas después a la desierta Isla de Arichuna”. (75)   

Ese criminal suceso acaeció en Cumaná, pero también en otros lugares de Venezuela, asolados por Boves. El padre Llamozas, nativo de Calabozo y al servicio de las tropas realistas, en su aterrorizado Memorial al Rey de España (1815), alude así mismo a las tropelías cometidas por Boves en su pueblo natal: “…en el Guayabal, poco después de la batalla de Mosquiteros, declaró la muerte a todos los blancos y lo ejecutó constantemente hasta el pueblo de San Mateo. Por consecuencia de esta resolución hizo matar en Calabozo 87 blancos que pudo aprehender y dejó lista de otros 32 para el mismo efecto y orden a la salida de esta villa, a su comandante militar, para que hiciese matar a todo hombre blanco que allí llegase y que las mujeres blancas de Calabozo y pueblos inmediatos fuesen remitidas a la Isla de Arichuna, como se ejecutó, repartiendo las casas y bienes de los muertos y de las desterradas entre los pardos y dándoles papeletas de propiedad”.

 

Otra referencia puede leerse en el libro Historia de la Rebelión Popular de 1814, de Juan Uslar Pietri,  citado por el Dr. González Gamarra en el mencionado manuscrito: “El escritor e historiador Juan Uslar Pietri, en su libro “La Rebelión de 1814” le dedica a esta Isla de Arichuna, un capítulo de extraordinaria importancia. Afirma Uslar que a esta isla de Arichuna, Boves, desde 1813, enviaba a las esposas y familiares femeninas de los heroicos patriotas fusilados en Calabozo. Muchas fueron devoradas por las fieras, pues abundaba mucho el tigre, otras pocas lograban salvarse al lograr llegar sanas y salvas al pueblito hospitalario y tranquilo de Arichuna”.

 

En definitiva pienso que el coronel Boves fue un oficial revolucionario que apoyándose en los miles de llaneros descontentos por la política opresora contra ellos por parte de los mantuanos caraqueños (las odiosas Ordenanzas) se sublevaron al mando de Boves y consiguieron numerosas victorias que les llevó a controlar la mayor parte del Llano y repartir las propiedades (viviendas y fincas) entre los pardos y mulatos así como liberar de la esclavitud a los negros. Por consiguiente, su Legión Infernal luchaba no solo para evitar la independencia de Venezuela sino contra todo blanco instalado en los Llanos ya que Boves consideraba que esas tierras les pertenecía exclusivamente a los pardos e indios. Así, pues, estaríamos hablando de una guerra social y étnica entre los blancos opresores y los indios, mulatos, zambos y esclavos carentes de cualquier derecho y propiedad al que el coronel Boves quería mantener en el Llano sin ninguna ingerencia blanca y otorgarles los mismos derechos de los que disfrutaban los blancos.

 

Notas bibliográficas

 

*Nota aclaratoria. En la primera parte del artículo, hasta que Thomás Bobes se establece en Venezuela, el apellido lo escribo con “b” pues así firmaba sus escritos y documentos y a partir de su estancia en Tierra Firme, el propio Thomás firma con “v” su apellido. Sigo sus propios criterios. Su nombre Thomás lleva “h” según la partida de bautismo.

 

(1)Partida de bautismo. Libro, 1781-1792. Folios, 26 y 27. Iglesia San Isidoro del Real de Oviedo.  

(2)antonioescalona.blogspot.com.es/2007/08/la-juventud-de-bobes.html

(3)Libro de difuntos, nº5, 1770-1790, folio, 156. Mi más sincero agradecimiento al párroco de San Isidoro del Real de Oviedo D. José Luis Alonso Tuñón por su desin teresada colaboración.

(4)http://www.monografias.com/trabajos98/comandante-jose-tomas-boves-timonel-libertad-del-pueblovenezolano/comandante-

(5)Mier Hoffman, Jorge: Bolívar y Boves. Dos hombres y un destino (En PDF). Manuel J. Calle. Leyendas Históricas de América. 1905.

(6)Don Liborio Llovera falleció en El Rastro en 1914 a edad centenaria. Pudo conocer, de manera directa o a través de familiares, a Boves quien estuvo varias veces en ese sitio.

(7)Memorial (junio de 1815).

(8)http://el.tesorodeoviedo.es/index.php?title=F%C3%A9lix_Antonio_Bobes

(9)Guzmán Sancho, Agustín: “Francisco de Paula Jovellanos”. Boletín jovellanista, nº6, pp. 329-361. 2005.

(10)http://www.monografias.com/trabajos98/comandante-jose-tomas-boves-timonel-libertad-del-pueblovenezolano/comandante-jose-tomas-boves-timonel-libertad-del-pueblovenezolano6.shtml#ixzz3tkEjewOd

(11)Fernández Avello, Manuel: Bobes. Mariscal asturiano para la historia. Oviedo. 1964.

(12)Muñiz, Óscar: Bobes, la cólera de Dios. Avilés. 1990.

(13)Gómez-Tabanera, José M.: “Circunstancia y leyenda del coronel Tomás Rodríguez Bobes (1782-1814). Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, nº 107. Pp. 537-617. Septiembre-diciembre de 1982.

(14) Herrera Luque, F. J.: Boves: El urogallo. Barcelona. 1980.

(15)Cf. al respecto. Apéndice I.

(16)Fernández Avello, Manuel: Bobes. Mariscal asturiano para la historia. Oviedo. 1974.

(17)VV.AA.: El buque en la Armada española. Madrid. 1999. http://www.todoavante. es/index.php?title=Ligero_(1788).

(18)A.G.I. Estado, 29, n.34. Carta del virrey Félix Berenguer de Marquina a Pedro Cevallos. México, 29 de agosto de 1801. A.G.I.. Estado, 79, n.67. Carta del teniente de navío don José Corbera al ministro de Estado don Pedro de Cevallos. Montevideo, 1º de mayo de 1805. A.G.I. Estado, 29, nº 34. Carta del virrey Félix Berenguer de Marquina a Pedro Cevallos. México, 29 de agosto de 1807. Gaceta de Madrid, nº 29. Martes, 12 de abril de 1803, pág. 311. Gaceta de México, tomo XI, nº 45. Miércoles, 28 de septiembre de 1803. Pág. 367.

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(21)González, Juan Vicente: Biografía de José Félix Ribas.

(22)Gómez-Tabanera, José M.: “Circunstancia y leyenda del coronel Tomás Rodríguez Bobes (1782-1814)”. Boletín del Instituto de Estudios Asturianos. Págs. 537-616. Nº 107. Septiembre-diciembre. 1982. Oviedo.

(23) http://www.venezuelatuya.com/biografias/fernandofigueredomena.htm

(24)Ron Pedrique, M. L.: Tradiciones llaneras. 1928.

(25)http://www.dircost.unito.it/cs/docs/Venezuela%201811.htm (En esta web aparecen todos los artículos de la Constitución venezolana de 21 de diciembre de 1811)

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(51)monografías.com

(52) www.mcnbiografias.com

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(55)González, Juan Vicente: Biografía de José Félix Ribas. emplugones. blogspot. com. es/2011/01/jose-tomas-boves-heroe-o-villano.html

(56)www.venelogia.com.archivos/7705/

(57)Copla recopilada por Enrique Otero D´Costa (PP.s.XX).

(58)lahistoria200.blogspot.com.es/2014/08/jose-tomas-boves-el-caudillo-del-terror.html

(59)Corrido popular recogido por el poeta Fleitas Beroes (elpoetadecamaguan.blogspot.com)

(60)www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/rasgos/rasgos25htm

(61)Esteves González, Edgar: Batalla de Venezuela, 1810-1824. Caracas. 2004. Rafael María Baralt&Ramón Díaz: Resumen de la Historia de Venezuela. Desde el año de 1797 hasta el de 1830. París. 1841.  Araujo, José Rosario. Los generales de Bolívar. http://www.simon-bolivar. org/ Principal/ bolivar/main.html. https:// angelmagallanes.wordpress.com/2009/12/11/urica-1814-fin-de-la-II-republi ca/ buscabiografias.com  

(62) Blanco, Eduardo: Venezuela Heroica. Caracas. 1970.

(63)Escritos de Simón Bolívar, t, VII, pp., 314 a 317www.pgr.gob.ve/index.php?option=com_content                                                       

(64)Restrepo, José Manuel: Historia de la revolución de la república de Colombia. 5 vols. III vol. Pág. 203. Medellín. 1969.

(65)Gómez-Tabanera, José M.: “Circunstancia y leyenda del coronel Tomás Rodríguez Bobes (1782-1814)”. Boletín del Instituto de Estudios Asturianos. Págs. 537-616. Nº 107. Septiembre-diciembre. 1982.

(66)www.aporrea.org/actualidad/a155339.html

(67)Coll y Prat, Narciso: Memoriales sobre la Independencia de Venezuela. Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Caracas. 1961.

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(70)/trabajos98/comandante-jose-tomas-boves-timonel-libertad-del-pueblovenezolano/comandante-jose-tomas-boves-timonel-libertad-del-pueblovenezolano19.shtml#ixzz3uhS9grNr

(71)www.edu.red/Biografias

(72)Valdivieso Montaño, Ascisclo: José Tomás Boves: Caudillo hispano. Oviedo. 1956.

(73)www.noticierodigital.com/forohistorico/vientopic.php?

(74)Indalecio Liévano, Aguirre: Bolívar. Caracas. 2001.

(75)cuentaelabuelo.blogspot.com/2014_10_01_archive.html.guaricopina.blogspot.com/  /…/isla-de-arichura-o-isla-de-las-mujeres.html. Argenis Mendéz, Echenique:: Boves, Calabozo y Apure (En PDF).

 

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(Documental, 5,53 minutos)

·        https://www.youtube.com/watch?v=etDXJBSHFcI (Taita Bobes (2010), película completa en español)

Partes: 1, 2
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