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Las instituciones educativas – proyecto de gestión – indicadores evaluativos


    ¡TRISTE ÉPOCA LA NUESTRA! … DEL LAMENTO A LA ACCIÓN: LA ESCUELA INCLUSIVA.

    1. NARRATIVA.

    a-Espacio de construcción continuo: Las Instituciones Educativas.

    La institución escolar es una singularidad y una heterogeneidad. En ella confluyen aspiraciones, mandatos sociales que son conferidos exclusivamente a ella y concreciones que pueden ser o no coincidentes con las demandas colocadas allí. Es una inscripción que atraviesa las prácticas de los grupos que a su vez la constituyen y puede tanto promover o incentivar como frenar o dificultar sus producciones.

    Las prácticas colectivas deberían ser revisadas continuamente para no caer en prácticas aisladas que quedan en el vacío.

    La escuela como organización se constituye en un espacio micropolítico donde las reglas, las decisiones, las jerarquías y las relaciones de poder se sintetizan en la GESTIÓN. Se entiende por Gestión la capacidad de generar procesos de transformación de la realidad.

    El campo institucional se constituye en el entrecruzamiento de lo social y lo individual, en él se juegan los roles de los actores del proceso, con sus consecuentes conflictos. Ellos establecen múltiples relaciones:

    – Entre el alumno y el docente

    – Entre los pares

    – Entre el alumno y su entorno

    De esta manera, la gestión de una institución tendrá como fines:

    La construcción permanente, procesual y colectiva de significados por parte de la comunidad educativa, a partir de códigos comunes que permitan avanzar en la consecución de una utopía concreta, es decir de una institución deseada.

    Debemos pensar modelos de planificación acordes a las complejas demandas sociales que enfrentan los servicios educativos actuales. Los docentes nos vemos compelidos a responder a ellas.

    Deberíamos analizar las relaciones entre sociedad y escuela, relación muy complicada que puede llevarnos a posiciones dicotómicas que alternativamente proponen que cambien primero la sociedad para que la escuela cambie o viceversa.

    Los docentes solos no vamos a cambiar la sociedad, tenemos una cierta capacidad relativa, unos ciertos márgenes de acción frente a las estructuras, que nos permiten pensar que algo podemos hacer.

    Entonces es bueno saber diferenciar los tipos de demandas y sólo atender aquellas que solicitan derechos y condiciones de vida plena para todos y no para unos pocos.

    La escuela es el lugar de la reflexión, del análisis crítico de la realidad, es el lugar donde poner en palabras lo que nos pasa, los miedos que tenemos y que nos paraliza. Implica trabajar los problemas sociales, involucrarse en acciones solidarias, en reconocer que aún en los peores momentos hay que encontrar intersticios para la acción; ubicándolas en su contexto y considerando sus posibilidades.

    b-La atención a la diversidad en el sistema educativo.

    En un mundo diverso y contradictorio la visión homogénea y homogeneizante de la realidad suele perder de vista a los sujetos concretos y su diversidad.

    El modelo de globalización borra las diferencias instalando la uniformidad.

    Una sociedad interesada en avanzar hacia un pluralismo democrático debe sentar las bases de su modelo educativo en el respeto y la atención a la diversidad. Justamente es esa heterogeneidad la que permite el enriquecimiento, pero necesita de un cambio de convicciones culturales sociales y educativas.

    Precisamente la escuela, como participante activa en el proceso educativo, no debe perder de vista que el individuo construirá una identidad fuerte o débil en función de sus interrelaciones con otros.

    El desafío es pensar situaciones pedagógicas que no aplanen las diferencias ni nieguen la singularidad de sus alumnos ni de los docentes. Puesto que el docente trabaja cotidianamente en situaciones no estandarizadas necesita efectuar una revisión y construcción permanente y renovada de su práctica.La pluridimensionalidad de su acción pedagógica consiste en el desarrollo de capacidades y competencias.

    El "saber hacer" del maestro es el que le permite responder creativamente a las necesidades de cada situación que se plantea uniendo los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales de las diferentes situaciones.

    "El espíritu creativo es más que la iluminación ocasional o un suceso caprichoso cuando se despierta, anima un estilo de ser una vida llena del deseo de innovar, de explorar nuevas formas de hacer cosas, de convertir sueños en realidad".

    "Nuestra vida puede estar llena de momentos creativo, hagamos lo que hagamos, mientras seamos flexibles y estemos abiertos a nuevas posibilidades: dispuestos a ir mas allá de la rutina." D.Goleman (2000).

    Por lo tanto, se trata de tender a una actuación que permita construir capacidades de intervención que atiendan a la complejidad, permitiendo estabilizar:

    *Aspectos de situaciones cambiantes

    *Construir repertorios flexibles en los procesos educativos

    * Aprehender las situaciones singulares con sensibilidad y apertura a lo imprevisto

    * Fortalecer la capacidad de decisión y actuación de los docentes

    c-La atención a la diversidad como tendencia pedagógica.

    El discurso de la diversidad como tendencia pedagógica actual es una cuestión compleja, dinámica y paradójica que nos remite a lo diverso, reconocido como condición de lo humano. La definición de la diversidad implica reconocer la diferencia.

    La escuela se constituye en un espacio de relaciones entre polos tales como semejanza-diferencia; individuo-grupo; capacidad-discapacidad; exclusión-inclusión que no pueden ser abordadas desde su fragmentación sino desde su articulación, de su interacción y de las respuestas educativas más adecuadas. Esta tendencia a los cambios en las prácticas pedagógicas y con ello en los marcos teóricos psico-socio-pedagógicos, en los contenidos, metodologías y evaluación, organización de tiempos y espacios y agrupamientos de los alumnos.

    De este modo se intenta superar el modelo de escuela única, al que debían adaptarse los alumnos y aquellos que no lo lograban eran separados de los sistemas educativos o en algunos casos enviados a la escuela especial. Es decir, en estos casos se consideraba que las características individuales del alumno predominaban sobre las posibilidades de cambio del medio escolar.

    Si bien en general se tenían en cuenta los ritmos de aprendizaje, necesidades e intereses de los alumnos, para el aprendizaje y la enseñanza igualmente se realizaban agrupamientos homogéneos con los mismos. Por ello se elaboraron currículos que no facilitaron la adquisición de competencias necesarias para el acceso a los contenidos y a los diferentes niveles del sistema educativo. El riesgo de este modelo es confundir la atención a la diversidad con una adaptación a la desigualdad.

    En cambio, la diversidad en la escuela va más allá de las diferencias detectadas entre las necesidades educativas de los alumnos, es una realidad social que se asume como valor educativo y como uno de los principales impulsores de las innovaciones en los proyectos educativos institucionales que requiere la escuela "en transformación". Y como tal la diversidad está presente no solo en lo referido a los alumnos, sino a los docentes y a la propia institución escolar.

    En este sentido la atención a la diversidad no debe considerarse como una disminución de las expectativas del desarrollo de las capacidades de los alumnos sino que procura que el curriculum posibilite a todos el logro de competencias.

    De este modo se considera no solo los alumnos que presentan dificultades de aprendizaje sino también a los que aprenden los contenidos curriculares adecuadamente, así como a los que por sus altas capacidades requieren actividades de ampliación y profundización. Se constituye así en una estrategia general del sistema educativo, de la escuela y de los docentes para posibilitar que la educación se ajuste a las diferentes necesidades de los alumnos. Esta forma de trabajo incentivará a los docentes a cambiar de actitud, su metodología la selección de contenidos y en general, la práctica en el aula.

    d-La escuela: Autonomía curricular y de gestión.

    La escuela ha participado de la idea de la homogeneidad y con ello de la igualdad entre las instituciones. Sin embargo existen diferentes puntos de igualdad que son necesarios tener en cuenta para evitar las desigualdades entre las personas y los grupos.

    En este sentido una propuesta flexible del Diseño Curricular favorece la construcción del Diseño Curricular Institucional en función del contexto de cada institución, posibilitando así la respuesta educativa más adecuada según las particularidades de cada escuela. Este aspecto tiene que ver con la manera de ser y con la historia de la institución que le dan un sello personal y la hacen tomar decisiones apropiadas a su realidad.

    Un curriculum abierto, flexible y centrado más en las diferentes posibilidades de respuesta que en los déficits, permite adaptaciones a tales diferencias y dificultades.

    Con este enfoque se favorece realmente la igualdad de oportunidades, pues se respetan las diferentes necesidades, el desigual ritmo y los estilos cognitivos distinto de cada alumno, junto a la variedad de intereses personales, sin que ello debilite la adquisición de una base cultural común. Se trata de brindar a todos las mismas oportunidades para ser diferentes; de conseguir que esa ESCUELA PARA TODOS, integre atendiendo la diversidad y se enriquezca con las diferencias,…UNA VERDADERA ESCUELA INCLUSIVA.

    Las instituciones con estas características han de realizar acciones que derivarán en:

    *La atención de todos los alumnos independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales, lingüísticas u otras.

    *El compromiso de todos los miembros de la institución con esta opción educativa;

    *el diseño del PCI a partir de estas estrategia educativa, con el aporte de las medidas oportunas para concretar tal atención;

    *la revisión de los procedimientos de evaluación, la fijación de criterios coherentes para los alumnos según sus diferencias (evaluación continua, formativa, que evalué procesos y no solo resultados, descriptiva, que conlleve la meta evaluación);

    *flexibilizar los ejes estructurantes del aula como centro de recursos para el aprendizaje, tiempo, espacio y agrupamientos.

    *la participación activa y creativa de todo el personal escolar, la colaboración y el trabajo en equipo para satisfacer las necesidades de los alumnos:

    *las relaciones con los padres y la comunidad;

    *la autonomía de gestión de la Institución que posibilite que la organización de la misma acompañe las adaptaciones curriculares que se realicen en cada caso. Es este sentido, los ciclos constituyen una unidad organizativa y curricular apropiada para la atención de la diversidad.

    e-Evaluar desde la gestión.

    La evaluación Institucional supone un proceso complejo para determinar el valor de algo, que implica una delicada tarea de interpretación de un conjunto de elementos que interactúan configurando una realidad particular y significativa. Evaluar no es la etapa final de un proceso, sino un momento en el camino para apreciar lo caminado y decidir como continuar. Podemos entender la evaluación desde este punto de vista no como un proceso cerrado sino como un proceso de construcción que nos permitirá seguir avanzando y que se nutre y articular en el dialogo, la discusión y la reflexión.

    Efectivamente, se trata de mejorar la calidad a través de interrogarse especialmente sobre las acciones, identificando problemas y comprendiéndolos en su contexto. Debe tender a crear las condiciones óptimas para que todos los participantes mejoren su comprensión sobre la realidad Institucional.

    En cuanto al "para qué", debe servir para interpretar, cambiar y mejorar y n o para normalizar, prescribir y mucho menos como una actividad punitiva. Para ello se realizara en forma permanente y participativa creando un sistema que se retroalimente continuamente.

    La evaluación institucional es una herramienta importante en las prácticas directivas, es un proceso con carácter constructivo, participativo y consensuado, es una práctica permanente y sistemática que permite detectar los nudos problemáticos y los aspectos positivos.

    Ello implica también la reflexión sobre la propia tarea como una actividad contextualizada, la autoevaluación.

    La evaluación deja de ser una finalidad y se convierte en un medio de perfeccionamiento y mejora constante de la tarea. Además se debe asumir como una responsabilidad ética, social y política, inherente a la profesión de enseñar y no como una tarea de control.

    2. PROYECTO DE GESTIÓN.

    PROBLEMÁTICA DETECTADA EN LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICO:

    "La no inclusión de los alumnos genera a nivel institucional violencia, malestar docente, no goce de sus actores, pérdida de imagen institucional."

    OBJETIVOS:

    *Lograr la inclusión de los alumnos investigando y reflexionando sobre la propia práctica.

    *Jerarquizar los "valores" a partir de la diversidad del contexto social en el cual esta inserta la institución escolar.

    *Profundizar el marco teórico sobre los procesos de enseñanza de Formación Ética y Ciudadana.

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