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DESARROLLO SENSORIAL PSICOMOTRIZ (página 2)

Enviado por Marco Mu�oz


Partes: 1, 2

ORIENTACIONES METODOLOGICAS. Desarrollo  del  lenguaje cuenta con una  frecuencia diaria,  ubicada principalmente  en el horario de la mañana, para llevar  a  cabo  el cumplimiento de los objetivos mínimos esenciales.  No  obstante,  la estimulación del lenguaje debe concebirse en todos los momentos de  la vigilia  activa del niño, durante la realización de las  más  diversas actividades y procesos de satisfacción de las necesidades básicas, e incluso en aquellos momentos en los que el niño se centra en su propia actividad, donde la lengua materna debe mantener un contacto entre la actividad que realiza el adulto y la del niño en sí.

Así,  cuando se baña al niño, el educador (a) debe hablarle sobre lo  que están haciendo, nombrarle los objetos que utiliza para el baño,  señalarle verbalmente las partes del cuerpo que le limpia,  las acciones que realiza,  entre otras. Pero también, cuando el niño  está en  el corral o el área de gateo, y se entretenga en su propia actividad,  el educador (a) debe hablarle pausadamente, señalándole lo que está haciendo, elogiando sus logros, nombrando los objetos que  manipula, etc. Incluso, si el niño está aparentemente inactivo o se concreta a  mirar tranquilamente  a su entorno, el educador (a) le hablará de lo  que  ella está haciendo, o de lo que otros niños hacen, para mantener un  nivel de estimulación verbal adecuado.Lo  importante es que el niño tenga una atmósfera sonora a su  alrededor,  en que las palabras se expresen de manera clara y  comprensible, en  un tono suave y mesurado, sin ruidos altisonantes que impidan  la correcta  diferenciación  de los distintos sonidos por el niño.  Esto debe alternarse con períodos de silencio, que deben ser mucho menores en número que aquellos en los que se propicia una estimulación sonora.

Los  contenidos de Desarrollo del Lenguaje responden a los  objetivos del primer ciclo aunque están organizados en cuatro subgrupos etareos, 45  días – 3 meses, 3 – 6 meses, 6 – 9 meses y 9 –12 meses,  con contenidos específicos para cada uno de ellos, los que responden a los objetivos generales  del ciclo del primer año de vida. Estos contenidos  señalan que aspecto básico de la formación del lenguaje está sucediendo o predomina en el subgrupo en cuestión, pero tienen un carácter  general y se  trabajan de manera simultánea en las  actividades, pues están estrechamente interrelacionados.Por ejemplo, cuando en el subgrupo de 9 – 12 meses el educador (a)  realiza una actividad en la que su contenido sea describirla al niño un objeto o  su representación en una lámina, con el objetivo de  que el niño incorpore esta palabra a su vocabulario pasivo, a la vez estimulará al niño a que la repita, tratando de incorporar los objetivos el vocabulario activo en la misma actividad. Esto ha de constituir una  norma general para la realización de todas las actividades programadas en el primer  año de vida, y solamente énfasis que pueda darse a un  tipo u  otro de lenguaje indicará qué es lo principal que  se propone el educador (a).En  establecimiento de una sólida y estrecha relación afectiva  del educador (a) con los niños, la pronta satisfacción de  sus  necesidades básicas y la estimulación más apropiada para una vigilia rica son condiciones básicas previas para posibilitar la asimilación de estos  contenidos, y fomentar en los niños la comprensión e  imitación activa de los sonidos de la lengua.Para  llevar a cabo esto se utilizan como medios esenciales  diversos tipos de objetos, tales como chinescos, sonajeros, móviles, objetos representativos de animales, muñecas, entre otros, cuidando que  sean de colores planos y brillantes, de fácil manipulación y de diseño reconocible.  Igualmente se utilizan objetos diversos para ser mostrados  al niño durante la actividad programada y que tienen  como  función la asimilación de un conocimiento o propiedad, pero que no son para  ser usados libremente por el niño durante la actividad independiente, por su peligrosidad, posibilidad de piezas desprendibles, o de emisión  de sustancias.  Estos juguetes se mantienen fuera del alcance del niño y sólo  se usan en la actividad programada con un adecuado  control por parte del educador (a).

También se pueden utilizar láminas representativas de los objetos para establecer generalizaciones más complejas.Para lograr que los niños se interesen por los contenidos del desarrollo del lenguaje se hace imprescindible una atmósfera agradable en  el salón,  la utilización por el adulto de una entonación suave  y  una pronunciación adecuada, sin trastornos de los sonidos, que posibiliten una diferenciación clara de los fonemas que el niño debe asimilar. Estas condiciones básicas deben acompañarse de actividades atrayentes y creativas que estimulen a los niños a interesarse por la  comunicación oral.El Desarrollo del Lenguaje se trabajará preferentemente en las  condiciones del área de gateo y de sol para los niños que ya tienen desplazamientos, y en el corral colectivo o individual para los más pequeños. Algunas actividades para el subgrupo mayor de 12 meses  pueden ser efectuadas en la mesa baja, dadas las condiciones de los materiales a utilizar.

En  todos los procesos de satisfacción de necesidades básicas  pueden incorporarse contenidos del programa sí así lo permiten las  condiciones, con el fin de activar la comprensión de la lengua materna. Durante el  proceso del aseo se posibilita la introducción de contenidos tales  como la estimulación del gorjeo y el balbuceo, o la imitación por el educador (a) de todos los sonidos que el niño emita. Mientras  se realiza el proceso de alimentación se puede  llamar  al niño  por  su nombre, o establecer la relación entre el  objeto  y  la palabra,  al denominar el jarrito o la cuchara. En la preparación de la siesta de los niños es factible utilizar diferentes entonaciones de voz  por el educador (a) para ayudar a conciliar el sueño, tanto con  las palabras, como con las nanas que se utilicen.

Estas  actividades programadas generalmente deben tener un  carácter individual, si bien en determinadas condiciones, pueden realizarse  con varios niños simultáneamente, en dependencia de las posibilidades  del contenido. Por ejemplo, si el educador (a) está  en el área de gateo jugando con algún objeto, puede prestar una mayor atención a los dos o tres niños que le están más cercanos, y reforzar con estos la denominación, ya que generalmente, los niños se sienten atraídos por cualquier  objeto que les muestre el educador (a). Lo importante es no  fijar esquemas en este sentido, y el educador (a) puede desarrollar iniciativas creadoras que le permitan una buena estimulación verbal de los niños, que es la fuente para el posterior dominio de la lengua materna.

Estas  actividades programadas tendrán una duración entre 2 y 4  minutos.Los contenidos de Desarrollo del Lenguaje se estructuran didácticamente por subgrupos etareos, no obstante, para cada niño se consideran de acuerdo con la evaluación de su desarrollo. Esto quiere decir que si, por  ejemplo, el niño tiene ocho meses y ya es capaz de  entregar  un objeto que se le pide verbalmente, que es un contenido del subgrupo  de 6 – 9 meses, se le debe estimular a la búsqueda y entrega de este  objeto, que se corresponde con contenidos del subgrupo siguiente, de 9 – 12 meses. Lo importante en esto es enfocar el trabajo  de  esta manera creadora, y no propiciar una falta de estimulación porque se considere incorrecto metodológicamente el incluir contenidos de otros subgrupos, esto lo determina el propio desarrollo del niño, y el educador (a) deben estar bien conscientes de este enfoque.Un  contenido de singular importancia lo constituye la estimulación para  el surgimiento del complejo de animación, pues el mismo  es  la base para la realización de otras actividades. Para lograr su manifestación el educador (a) ha de colocar al niño boca arriba acostado preferentemente  en  el corral colectivo, y a continuación,  lo  estimulará verbalmente  procurando centrar la visión del niño en su  rostro.  Es importante recordar que el rostro del educador (a) debe estar en  movimiento mientras estimula al niño, pues de lo contrario, la  respuesta será débil o puede no producirse. Esta estimulación provoca una animación general del niño, que realiza movimientos con sus brazos y  piernas, a la vez que emite sonidos guturales.

La animación general que se provoca en el complejo de animación  sirve para  la  puesta en práctica de otros contenidos, como  puede  ser  la estimulación verbal del gorjeo y el balbuceo, o la repetición de los sonidos espontáneos  emitidos  por el niño. En la estimulación del gorjeo  es  importante  repetir de la manera más exacta  posible  los sonidos guturales que dice el niño, que a veces conduce a la emisión de  un sonido continuo que ha de ser repetido por el educador (a). Es  de señalar  que en esta ocasión resalta la concentración del niño en  el rostro  del educador (a), lo cual es un signo evidente de un  comportamiento verbal activo por parte del pequeño.De igual manera para lograr la repetición por el niño de los  sonidos que produce el adulto, a partir de la manifestación, del  complejo  de animación,  que es la primera expresión del desarrollo  afectivo social, constituye un elemento importante la comunicación oral entre el niño y el educador (a).En  el subgrupo de 45 días – 3 meses los sonidos que emplee el adulto han  de ser siempre de vocales seguidas de consonantes (Ej.: aj, am,  ej  ik, ur, etc.), luego a partir de 3 – 6 meses sonidos de consonantes seguidas de vocales (tales como: ma, ta, ne, po, ri, mu, etc.). A partir de  6 – 9 meses  los sonidos pueden incorporar una  vocal-consonante – vocal  (ej: ama,  eto,  iso, upa, etc.) y utilizar una combinación  de  las formas anteriores con una expresión vocal prolongada.Es importante saber que en el tránsito entre el subgrupo de 6 – 9 meses hacia  el de 9 – 12, el niño puede reproducir el sonido sin  una  exacta relación fonética, y esto es perfectamente normal. Ya a partir  del último trimestre sus reproducciones mantienen una  relación fonética semejante a la que emite el adulto.

A partir del subgrupo 3 – 6 se ha de comenzar a trabajar en los  contenidos referentes a la utilización de diversos movimientos, en forma de juegos  o acciones psicomotrices, que se asocian con palabras  determinadas para  establecer la relación entre estos movimientos y las  palabras que  se acompañan, ejemplo, en 3 – 6 meses se puede tomar el niño por debajo  de las axilas y elevar su cuerpo hacia arriba repitiendo  verbalmente "arriba" o "sube-sube" y luego descenderlo diciendo "abajo " "baja – baja".  Esta actividad suele gustar mucho a los niños,  y puede realizarse  en cualquier momento de la vigilia activa ¬ menor a  continuación  de la alimentación. En los subgrupos mayores  estos  juegos pueden asociarse a acciones más complejas, y que impliquen una  imitación activa por parte del niño, como sucede con los conocidos juegos de "las tortitas", "Tun tun en la naricita", o cualquier otro que considere el educador (a).Desde  el subgrupo de 3 – 6 meses en adelante se han de trabajar  aquellos contenidos dirigidos a la utilización de diferentes  entonaciones en  el contacto verbal con el niño, el un principio  más simples  y contrastantes, como puede ser la diferencia entre una misma  palabra emitida de manera grave y aguda, hasta otras más complejas que puedan expresar asombro, enfado, etc. Para ello podrán usarse objetos,  láminas o situaciones de juego o de la vida cotidiana. En las situaciones más simples una misma frase o palabra puede variar su tono acorde con la situación, en las más complejas es importante que el tono se  relacione con acciones específicas que los reflejen, por ejemplo si se  les muestra al niño un juguete en una actividad, el educador (a) puede exclamar "Oh lindo perrito" para reforzar el asombro que esto provoca y concretar este tono oral para situaciones semejantes.

Relacionado con lo anterior, desde el subgrupo de 6 – 9 meses se empezarán a usar las primeras palabras prohibitivas, tales como,"no", ante situaciones que lo demanden. En este caso se usará un tono ligeramente severo, pero sin estridencias, basta con que el niño detenga su  acción o centre su mirada en el educador (a) para considerar que se ha obtenido el logro. En el subgrupo mayor, pueden incorporarse expresiones  algo más complejas como "no se puede", aprovechando una mayor comprensión del habla por parte del niño. Es importante que al usar estas palabras el rostro del adulto se mantenga sereno, sin que sea necesario mostrar enojo extremo, pero tampoco hacerlo riendo, porque esto no ayudaría al niño a diferenciar.A  partir de 6 – 9 meses se incorpora un contenido importante, que  consiste  en la búsqueda de objetos que caen, desaparecen  siempre  a  la  vista del niño. Para ello, bien en el área  de  sol  o gateo, o en la mesa baja el educador (a) tomará un juguete interesante y utilizando un pañal, una hoja de papel o cartón, lo ocultará cuidando que el niño lo está mirando, luego le dirá  "dónde está… cógelo!. También  el niño puede estar de pie junto a la baranda del  corral,  y llamándole su atención sobre el objeto, dejar que este caiga al suelo, repitiendo las mismas o semejantes frases. El educador (a) debe controlar que  ella no se incline hacía donde el objeto cayó o  se  oculta,  lo importante  es  que el niño se estimule con la orden verbal.  También puede usarse una cucharita en la mesa baja y golpeando la mesa con  la misma, dejarle caer por un borde cercano al niño y demandas su búsqueda. Este contenido puede combinarse fácilmente con las entonaciones  de las palabras, o el cumplimiento de órdenes sencillas.También a partir del subgrupo de 6 – 9 meses se comenzarán a  utilizar diversos  sonidos onomatopéyicos para que sirvan de apoyo en  la  comprensión de algunas palabras, si bien debe existir acuerdos entre las diferentes educador (a) para su pronunciación. Esto quiere decir que  si para  el sonido onomatopéyico se selecciona "jau, jau", no  se deben introducir  variantes como "gua.gua o "jauf, jauf", si bien la  selección del tipo de sonido es libre.

Estos  sonidos onomatopéyicos se trabajarán tanto para el  desarrollo del lenguaje pasivo como el activo, pero cuando se demande  verbalizar alguno,  el educador (a) debe estar segura de que ya el niño  lo  tiene incorporado en su comprensión. Es importante que siempre" que se utilice  en  una u otra forma el sonido onomatopéyico se  acompañe  de la significación correcta de la palabra, como por ejemplo, "el educador (a) diga". ¿Qué  lindo el jau-jau, el perro ¡ o Cómo dijo el niño?, El  jau – jau ¿ Qué bien, el perro ¡ Sin que exija que el niño pronuncie la  palabra correcta? En el último subgrupo existe un contenido que reviste una particular importancia,  y  que puede combinarse con otros:  la  realización de acciones objetales para el surgimiento de generalizaciones  elementales de la palabra. El logro aquí estará dado cuando el niño sea capaz de reconocer el objeto independientemente de su variedad, diversidad o localización.  Para ello se hace necesario utilizar diversos tipos  de un  mismo  objeto: en colores y materiales diferentes y  ubicarlos  en posiciones distintas. Este contenido propicia la creación de múltiples actividades combinadas, como el cumplimiento de órdenes sencillas, la demostración  de acciones objetales y sociales simples, la descripción de  láminas, la realización de juegos en que  se verbalizan  objetos iguales y diferentes, etc., lo importante en todas ellas es  que  se mantengan los principios siguientes:- Que los objetos iguales varíen en su forma, color, tamaño, textura, complejidad, etc.- Que se utilicen diversos objetos y no concretarse a una sola familia de ellos.- Que  se coloquen en distintas posiciones y localizaciones,  bien  al utilizarlo individualmente o en conjunto.

Desde el subgrupo de 3 – 6 meses aparece el contenido de llamar al  niño por su nombre, y particularmente en este subgrupo el educador (a) ha de insistir  en señalar al niño que llama, mediante  gestos  y acciones psicomotrices,  para  ir asociando este sonido (el nombre del  niño)  a  una acción directa hacia el niño en particular.En los subgrupos mayores hay que tratar de que se da una reacción de respuesta del niño al escucharlo: fijar la vista, observar al adulto, detener  su juego y mirar, etc. También se le debe llamar desde  algún lugar alejado, y tratar de provocarle una reacción.Específicamente  en  el subgrupo mayor se debe trabajar para  que  el niño reconozca el nombre de quienes lo atienden, así como el de  otros niños. Esto se logra llamando a otra educador (a) por su nombre y diciéndole al niño: "Dónde está  Rosa… Aquí está Rosa! Que en este caso hará algún gesto o acción psicomotriz hacia el niño.Cuando  ya el niño reconozca, se tratará de que verbalice algunos  de los  nombres que ya identifica, uniendo a la técnica  anterior  frases tales como: A ver, llama a Rosa!", Rosa, Rosa ven acá!, Quien a su vez estimulará al niño en este sentido.Finalmente, y aunque no debe constituir una exigencia para  el  niño, cada vez que éste reclame o solicite del adulto, mediante una  palabra aislada  o de un gesto, o el educador (a) intuya que el niño la reclama, debe enfatizarse el darle la respuesta utilizando frases  de varias palabras, para estimular la comprensión del niño. Así, por ejemplo, si éste dice "zapato o cualquier sonido que se sabe significa lo  mismo, "apo o "pato",  el educador (a) podrá exclamar.  ¡El  zapato del niño!, Qué lindo está el zapato¡ o cualquier frase semejante en relación con lo que el pequeño quiere.

Un  aspecto importante del trabajo educativo en primer año de vida  lo constituye la ejercitación de las estructuras  fonatorio – psicomotrices  del niño, porque en la medida en que el niño tenga desarrolladas  dichas estructuras y domine los movimientos posibles de realizar con  estas, igualmente se posibilitará una mejor emisión de los sonidos dependientes de tales estructuras.

La  ejercitación  de estas estructuras comienza desde el  primer  subgrupo  de 45 días a 3 meses. En este subgrupo se realiza durante el  proceso de  la alimentación, es decir, cuando se le da al bebé el agua  o  la leche.  Como se sabe, la succión es un reflejo innato, que  posibilita la supervivencia del recién nacido. Por esta actividad refleja, cualquier objeto que contacte en área de los labios del niño determinará de  inmediato un movimiento de la lengua hacia la zona  de  la boca donde se siente el contacto aprovechando esta particularidad  refleja, en  el momento en que se le vaya a dar el biberón al niño, de  manera dulce  y tranquila, se tocará con la punta del biberón la comisura  de los labios del niño, lo que conducirá a un estiramiento de la lengua en esa dirección. Luego se repetirá la acción con la otra comisura, de inmediato  en  el borde superior del labio y, finalmente en  el  borde inferior,  para provocar un movimiento de rotación de la lengua. Esto puede hacerse tanto al inicio, como durante el curso de la  toma  del agua  o leche, en dependencia de la reacción del niño, pues si  tiene mucha hambre,  es mejor satisfacer primero su  necesidad  inicial  y cuando se interrumpa el proceso para sacarle el aire  o cambiar de posición,  se  pueden ejercitar las estructuras psicomotrices en  la  forma indicada.Este  tipo  de  ejercitación se mantiene durante el subgrupo  de  3 – 6 meses.  En el subgrupo de 6 – 9 meses se introduce una nueva  forma  de ejercitación que consiste en enseñarle al niño como dar besos,  y en los que el adulto exagerará el funcionamiento de los labios en  forma de "trompita", como suele comúnmente decirse. Una vez que el niño imita estos movimientos,  se  le pide alternativamente que le dé un  beso suave, o un beso fuerte al educador (a), lo que previamente se le habrá enseñado. Esta ejercitación puede acompañarse tanto del sonido natural como  del onomatopéyico del beso, para reforzar la comprensión  de  la actividad. Lo fundamental es que el niño estire los labios en forma de trompa  y aunque no logre dar el beso como tal, se cumple el objetivo propuesto en la ejercitación.

En  el subgrupo mayor se pueden realizar una serie de ejercitaciones psicomotrices  más complejas, dadas las posibilidades de una mayor  comprensión  del habla adulta por parte del niño.  Estas ejercitaciones  se hacen sobre la base de acciones imitativas, y pueden incorporarse como juegos dentro de la propia actividad independiente, y no concretarse a realizarlo  en  la actividad programada. Entre las  mismas  está  el inflar cachetes y botar el aire abriendo la boca,  soplar "velitas realizar  chasquidos con la lengua, etc. Igualmente estos contenidos pueden combinarse con aquellos que se refieren a la imitación por  el educador (a) de los sonidos que emita el niño, tales como vocalizaciones, estornudos, bostezos, trompetillas, entre otras, e incorporarlos como acciones de "juego conjunto.La  evaluación del desarrollo del lenguaje en este año de vida  estará en relación con el cumplimiento de los objetivos del ciclo, que se van venciendo parcialmente en los subgrupos de acuerdo con los logros  en cada  uno de ellos, y que se establecen en los índices del  desarrollo neuropsíquico  del año de vida. Desde este punto de vista al concluir la  etapa debe  haberse conseguido que el niño sea capaz  de imitar activamente los sonidos, que por su comportamiento pueda considerarse que  exista una cierta comprensión del habla de los adultos expresada en una respuesta dada ante la estimulación verbal, y que sea capaz de tener incorporada al menos una palabra significativa, entendiendo como tal  una palabra que designe propiamente al objeto u objetos, a  una persona o a una acción específica, y no a otros objetos,  personas o acciones, independientemente de su pronunciación correcta.

El educador (a) tendrá presente que, como la mayoría de los niños comienzan  a los 6 meses en los Centros educativos, en algunos  casos  será necesario partir de contenidos de subgrupos anteriores, cuando no tengan alcanzados  los índices correspondientes del lenguaje, para poder desarrollar con efectividad los contenidos siguientes.

TRABAJO CON LA FAMILIA.El trabajo con la familia ha de hacerse de forma diferenciada, teniendo en cuenta las características individuales de los niños y padres.Considerando  la  estrecha relación que guarda la afectividad  con  el desarrollo  del niño en estas edades, se insistirá con los padres,  en la importancia de proporcionarle un ambiente de afecto y seguridad,  a la vez que se estimula para su desarrollo.Se les explicará además, la necesidad de:- Hablarle y sonreírle al bebé cuando lo alimenten, aseen, y en  todas las actividades que realicen con él.- Repetir  los  sonidos, sílabas y palabras que el niño vocalice,  e introducir otros nuevos para que él los imite.- Realizar juegos "al escondido" y "dónde está?", Primero con la cara del adulto y luego con otros juguetes y objetos.- Llamar al niño por su nombre, así como a otros miembros de la  familia, para que él aprenda a identificarlos.- Darle órdenes sencillas al niño a partir de los seis meses, empleando  un  tono de voz suave y cariñoso, acompasadas  de  gestos,  por ejemplo "dame la mano", "toma el chinesco", "dame un besito".- Colocar el bebé ante un espejo para que reconozca su propia imagen y la de otras personas.- Al  final del primer año se le debe enseñar al niño láminas y  fotos de revistas y libros y conversar sobre las mismas.- Jugar con el lactante, y enseñarlo a imitar los sonidos de las cosas que va, así como a soplar velitas, plumitas, y papelitos. El educador (a) deberá orientar a los padres sobre las denominaciones que  se dan  en el centro educativo a los diferentes  objetos  y  los sonidos onomatopéyicos que los caracterizan, de modo  que se mantenga una unidad entre las exigencias del hogar y la institución. Para  orientar a los padres se aprovechará todos los contactos que  se tengan con ellos, siempre empleando formas positivas, y realizando  un trabajo educativo, no impositivo. Esta debe ser una tarea planificada y organizada, y los docentes deben preparase para realizarla.

 

EDUCACION MUSICAL

PRIMER CICLO. (Primer año de vida))

CARACTERIZACION DEL PROGRAMA.En este año de vida la Educación Musical ocupa un lugar importante  en el proceso pedagógico, ya que mediante los contenidos del programa  se introduce a los niños en el mundo sonoro y enriquece  sus vivencias, por lo que se aprovechará los horarios de vigilia, la preparación para el  sueño,  los procesos de alimentación y baño, para educar su  oído musical y el sentido del ritmo. La música desempeña un papel fundamental en el proceso de comunicación emocional con el adulto, ya que estimula al niño a mantener un  estado alegre y activo. La percepción de los sonidos musicalizados prepara al niño para la emisión de las primeras palabras, de ahí la importancia de lograr un ambiente musical permanente en la sala de lactantes.

OBJETIVOSEl educador (a) ha de trabajar para que los niños:­ Reaccionen con alegría ante el sonido musical.­ Realicen movimientos corporales con estímulos musicales. CONTENIDO­ Desarrollo del oído musical:

– Audición  de  música: vocal e  instrumental, motivos folklóricos (canciones infantiles. Percepción de las variaciones del sonido por su timbre.­ Desarrollo rítmico:

– Imitación de sonidos por su ritmo.

– Establecimiento de relación movimiento ­ estímulo musical.

ORIENTACIONES METODOLOGICASEl educador (a) musical desempeña un importante papel en la  preparación del personal docente, en la ejercitación del Repertorio Infantil y los Juegos Rítmicos – Musicales.Por  estar presente la Música en todo momento del día, no se  concibe como actividad programada, y no se confecciona planeamiento. De  45 días a 3 meses  se escoge un contenido para el desarrollo  del  oído musical y a partir de los tres meses en adelante se escoge un contenido  para  el desarrollo del oído musical y otro  para  la capacidad rítmica.La  actividad para establecer la relación movimiento ­ estímulo  musical, no se puede realizar después del horario de alimentación, ya que puede  provocar  la devolución de los alimentos  (vómitos), o puede afectar el proceso digestivo.DESARROLLO DEL OIDO MUSICAL

Audición de la música.Los procesos y la vigilia resultan momentos importantes para la  audición  de diferentes tipos de música, por ejemplo, en la recepción  se le cantará a los niños canciones que provoquen un estado de ánimo que favorezcan la separación de la madre.Para  la  hora de siesta se cantarán nanas en tonos suaves o  se  hará escuchar  en instrumental. Durante la vigilia se pueden  utilizar  los motivos folclóricos para estimular los movimientos rítmicos del  niño, y para realizar acciones de bailar o dormir la muñeca.En los procesos de alimentación y baño se cantarán canciones  alusivas a dichos procesos u otra música infantil.Todas  estas  audiciones favorecerán, no sólo el oído musical,  sino también la comprensión del lenguaje del adulto.Las canciones pueden ser cantadas a capella, tarareadas, con  acompañamiento de instrumentos o pueden ser instrumentales  (radiales o grabadas. El canto debe ser suave, sin esfuerzo, dentro de la métrica y expresión requerida, atendiendo al carácter y género de la música.Cuando se acompaña la canción con un instrumento melódico (guitarra, melodium, triola. O de percusión (triángulo, claves), el educador (a)  no puede olvidar)  que su percusión no debe realizarse fuertemente  para esta edad, ya que puede afectar el estado emocional de los niños.

CUALIDADES DEL SONIDO

Timbre.Para  trabajar  el timbre como cualidad de sonido, se debe  tener  en cuenta  los sonidos del medio de forma natural, teniendo presente  las características del medio, que son las más cercanas al niño, ejemplo: el canto de los pajaritos, sonidos onomatopéyicos de animales  (gato, gallo, vaca, perro, etc. Estos le llegarán al niño  de  una  forma agradable,  evitando que sean estridentes, ya que perjudican  el  buen desarrollo del oído que en estas edades es tan sensible.Si  los  niños no pueden percibir estos sonidos de forma  natural,  el educador (a) puede reproducirlos mediante efectos similares ejemplo: para obtener el sonido del pajarito se utiliza un corcho, se moja y frota sobre  una botella, dicho sonido varía según el tamaño de estos  objetos.Mediante  el canto del educador (a) los niños perciben el timbre de  su voz, el cual puede ir variando con diferentes tonos, sin llegar a  ser demasiado fuerte, sino moderando la. Los sonidos pueden  musicalizarse de diferentes formas: con vocales, sílabas, onomatopeyas, palabras  y nombres, de esta manera desarrollamos el oído musical del niño.  Por ejemplo llamar al niño por su nombre con melodía, (remitirse al folleto, por ejemplo N° 1. Para  trabajar el timbre y proporcional niño diferentes sonoridades se pueden utilizar las vainas de flamboyán, sonajeros  confeccionados con diferentes materiales y semillas de la naturaleza que no ofrezcan peligro para los niños; con instrumentos industriales como el triángulo,  maracas, claves, guitarra, triola, melodium u otros  también  se logra este propósito.DESARROLLO RITMICO

El desarrollo rítmico se manifiesta en todas las actividades y  procesos  del hombre, cada persona imprime un ritmo a su propia vida, a  su lenguaje, a su actividad fundamental ¬ cada ser humano desde su nacimiento  tiene su propio ritmo: en la respiración, en  las pulsaciones del corazón, el llanto, sus primeros balbuceos, en su andar, es  decir que el ritmo está sin dudas, diariamente unido al cuerpo humano. En  este  año de vida el adulto tiene un papel muy importante  en  el desarrollo rítmico del niño, pues mediante el contacto emocional puede provocar sus movimientos ante cualquier estímulo musical. Ritmo del Lenguaje.Desde el subgrupo de 3 – 6meses se comienza a trabajar el inicio  del desarrollo de  las capacidades y habilidades rítmicas  a  través  del ritmo  del lenguaje teniendo en cuenta los contenidos de  estimulación verbal  de Desarrollo del Lenguaje con diferentes valores musicales (negra, blanca, corchea), remitirse al folleto 3,  ejemplo  N°.2. Puede utilizarse  otros ejemplos o combinaciones  que el educador (a) considere necesario.

Posteriormente se podrán utilizar los ejemplos dados o ligados a otros movimientos.

Ejemplo:  Hacer cabalgar a los niños sobre la rodilla del educador (a) suavemente, acompañado de la canción "Arre caballito". A los  niños desde  los 3 meses, el educador (a) los estimulará para desarrollar  el ritmo con canciones que se acompañan con movimientos, por ejemplo: en "Las  tortitas, se tomarán las manos de los niños marcando  el  pulso mientras se canta la canción Entre  los 9 y los 12 meses, el educador (a), siguiendo el ritmo  de  una canción, deja que los niños por si sólo hagan las tortitas.

Pueden  utilizarse  otros  como "Tun tun en la naricita", "Topiton",  "El pollito", "Arre caballito", "Aserrín, aserrán", etc.

En el subgrupo de 9 – 12 también se podrá jugar con los niños flexionando  el  tronco con "Merengues u otras  canciones  sugerentes. El educador (a)  tiene que realizar este movimiento conjuntamente  con  el niño.MOVIMIENTOS CORPORALESPara el desarrollo del ritmo el educador (a) puede hacer escuchar  música de ritmos variados que posibiliten las respuestas  corporales  con movimientos, para lo  cual se realizará de forma que  destaque  el movimiento, puede utilizarse diferentes  objetos como  banderitas, chinescos, muñecas, etcétera.Otra  tarea  que puede hacer el educador (a) es: mostrar juguetes a  los niños asociándolos a diferentes tipos de música, ejemplo: realizar  la acción de dormir una muñeca mientras hace escuchar una melodía  suave, lenta como una nana.

Realizar con el niño la acción de subir y bajar la rampa escalera con canciones: "La escalerita", "La estrellita", u otras melodías donde se aprecie la escala ascendente y descendente.

Para la percusión corporal, el docente estimulará al niño a acompañar con palmadas la música o ritmo que escuchan, para esto, ella  marcará el pulso con percusión en diferentes partes de su cuerpo, que pudiera ser por ejemplo: percutir palmas contra palmas, palmas sobre la cabeza, palmas sobre los muslos u otras partes que considere.Dada  las  características de esta edad es posible que algunos  niños hagan palmadas o intentos de ellas buscando imitar al educador (a. Pero  lo más importante es destacar bien los movimientos y  el ritmo que se percuten, para que pueda contribuir al futuro desarrollo rítmico de los lactantes y no buscar una respuesta inmediata de los  movimientos o de la percusión corporal por parte del niño.Para  contribuir al desarrollo del aspecto rítmico se utilizarán  los juegos rítmicos con diferentes partes del cuerpo.

Ejemplo:  Pipirigallo.  Juego  de manos con las palmas hacia  abajo, pellizcar brevemente la mano y dedos del niño, mientras se dice rítmicamente  la letra. Se la enseña al niño que al terminar de  decir el juego  el educador (a), él debe quitar la mano con cierta  rapidez, para evitar que el gallo lo pique.

Texto  pipirigallo. Pipirigallo montando a caballo, pasa un  malojero vendiendo romero, le pide un poquito para mi pollito que estaba malito de una patita, no me lo quiso dar, me eche a llorar, con un paliquín, me hizo callar. Quita la mano que te pica el gallo.

TRABAJO CON LA FAMILIAEs necesario lograr la continuidad en el hogar de la tarea educativa, por  lo que se debe orientar a los padres que música debe escuchar  el niño,  en que momento, y los juegos rítmicos musicales propios  de la edad.Se  les enseñará  la letra, melodía de las canciones y  cómo  realizar los  juegos rítmicos musicales "Las tortitas", "Tun tun en la naricita", "Topitón", "Arre caballito", "El pollito", "Aserrín, aserrán".Es  importante  preparar  a la familia para la realización  de  estas actividades musicales en los diferentes momentos de vigilia  de  los niños,  para lograr una reacción positiva ante la música  sin olvidar que  en esta edad, al ser percibido el estímulo musical por  el niño, éste reacciona emocionalmente, expresándose por medio de una sonrisa, gorjeo ¬ balbuceo, distintos movimientos corporales, o sencillamente se quedan tranquilos como extasiados.Para  la percepción del timbre, se propiciará que los niños  escuchen las  voces de los adultos que los rodean, y se les  llamará  por  su nombre con voz suave, o mediante el canto.Se pueden utilizar otras canciones infantiles y juegos rítmicos  conocidos  por  el personal docente y audiciones de fragmentos  de  música culta instrumental.

OBJETIVOS GENERALES

PRIMER CICLO­ El educador (a) trabajará para que el niño:- Reaccione positivamente, manifestando adaptación a los cambios  ambientales,  de  su entorno y  muestre disposición  para  la realización de las diferentes actividades.- Manifieste  un  estado emocional positivo cuando el adulto  lo  atiende, estimule y cuida de él, y no muestre reacciones  negativas al estar junto a otros niños al compartir espacio ý atención.- Manifieste hábitos alimentarios correctos en relación con  distintos  alimentos  que se le ofrecen y  formas elementales  de hábitos higiénicos.- Reaccione  activamente ante el sonido, olor, textura, color  y movimiento de los objetos.- Reaccione positivamente ante la estimulación táctil.- Ejecute movimientos fundamentales como: giros, gateo, sentarse, pararse, caminar con apoyo y caminar independiente.- Realice diversas acciones de manipulación activa con los objetos.- Establezca relaciones elementales entre los objetos e inicie la realización  de acciones imitativas en correspondencia  con  la función social de los objetos de la vida cotidiana.- Tenga un desarrollo del lenguaje que le permita la reproducción de los sonidos, la comprensión elemental del habla del adulto y la emisión de algunas palabras significativas.­ Reaccione positivamente ante estímulos sonoros musicales.

LOGROS DEL DESARROLLO.- Mantiene  un  buen estado emocional por  períodos prolongados. Manifiesta una comunicación afectiva positiva con  el  adulto  (que  se  expresa en la sonrisa, movimientos,  vocalizaciones etc.- Acepta  distintos alimentos de diferentes sabores, texturas y temperaturas. Come de la cucharita cuando el adulto lo alimenta y bebe por sí solo del jarro.- Reaccionar ante el sonido, el color el movimiento de los objetos y del medio que lo circunda.­ Agarra objetos pequeños con dos dedos.

­ Explora los objetos al tocarlos, frotarlos, golpearlos, etc.

– Imita  algunas acciones sencillas que el adulto  le demuestra, (meces la muñeca, dar de comer al osito, etc.)- Establece relaciones elementales entre los objetos al  realizar algunas  acciones simples como poner uno sobre otro,  tapar y destapar.- Camina con movimientos descoordinados.- Trepa a un plano horizontal con apoyo de todo el cuerpo.- Lanza objetos.- Repite  algunos sonidos y llega a pronunciar algunas palabras (sin señalar limite o número).­ Cumple una acción ante una sugerencia verbal.- Reconoce  por su nombre las personas que están en contacto  con él, así como algunos objetos.­ Disfruta y participa en sencillos juegos rítmicos musicales.

EDUCACION SOCIO-MORAL

PRIMER CICLO. (Primer año de vida))

CARACTERIZACION DEL PROGRAMA.

La  educación  socio – moral ocupa un lugar central en este  ciclo  por cuanto  sus objetivos están encaminados, conjuntamente con el resto  de los programas, a garantizar en el niño un adecuado desarrollo  emocional y la formación de correctos hábitos alimentarios, de ahí su contribución decisiva al desarrollo psíquico y físico .

En este trabajo el adulto desempeña el papel fundamental. Es el encargado de satisfacer las necesidades básicas del niño pues garantiza el cumplimiento del horario de vida y le brinda todo el afecto que  necesita  para lograr un adecuado desarrollo emocional, lo que constituye la base de su desarrollo moral.

Este programa no tiene frecuencias en el horario de actividades,  pues sus contenidos se trabajan en todos los momentos de la vida del niño y mediante todas las áreas de desarrollo, por lo que el mismo constituye  un documento de trabajo diario del educador (a). Especial importancia tiene por ello la orientación y cooperación de la familia, pues esto garantiza la consistencia educativa necesaria para el logro  de los objetivos propuestos.

Es importante destacar que con este programa se contribuye al  cumplimiento de los objetivos del ciclo, por cuanto los logros de esta  área son  la base de las adquisiciones fundamentales del niño en su  primer año de vida.

El educador (a) trabajará para que los niños del ciclo:

– Reaccionen  positivamente,  manifestando adaptación  a los  cambios ambientales.

– Muestren disposición para la realización de las diferentes actividades.

– Manifiesten un estado emocional positivo cuando el adulto los  estimule y cuide de ellos, y al compartir espacios de atención al  estar junto a otros niños.

– Acepte los alimentos que se le ofrecen.

– Incorpore formas elementales de hábitos higiénicos culturales.

ORIENTACIONES METODOLOGICAS.

La estrecha relación que existe entre el desarrollo psíquico y emocional,  hacen del primer año uno de los períodos más importantes  en  la vida  del niño, por cuanto se sientan las bases de todo su desarrollo posterior.

Para  desarrollar  bien este trabajo es necesario que el educador (a) conozca que:

Las  emociones constituyen la primera señal mediante la cual  el  niño puede expresarse, y en el recién nacido se manifiestan como reacciones incondicionadas del organismo a la satisfacción e insatisfacción de  las necesidades  orgánicas, por ello en un  principio existe un predominio de emociones negativas pues son las únicas vías asequibles al recién nacido para expresar sus necesidades. Luego aparecerá  la sonrisa, al principio derivada de la satisfacción de sus necesidades, y después como respuesta a la estimulación del adulto y  al contacto con  los objetos, y hacia el tercer mes el "complejo de animación", estado  de  satisfacción generalizado ante la  estimulación,  el  cual constituye la primera comunicación social del niño.

Hacia  los cinco meses comenzará a reaccionar a la voz del  adulto  en dependencia de su entonación y manifestará reacciones de temor ante la presencia  de un extraño o un estímulo cualquiera que  haya recibido refuerzo  negativo; y de alegría ante juguetes y objetos  interesantes  y ante acciones realizadas por ellos mismos. En la medida  en que el niño crece y pasa de un estado de inactividad a uno de actividad, comienzan a surgir las emociones positivas  que  paulatinamente han de predominar, si el proceso educativo se dirige acertadamente.

En este trabajo la institución y la familia desempeñan un papel fundamental,  ya que son los encargados de hacer reaccionar  con  emociones positivas  al niño, para ello es necesario tener en cuenta  además  de las características etáreas e individuales las siguientes recomendaciones:

– Identificar   sus  necesidades,  para satisfacerlas  con   amor   y alegría.

– Alimentarlo a su hora.

– No permitirle que llore por períodos prolongados.

– Atenderlo  cuando  está  triste, grite, está irritado, llore  o  se agite.

– Responder a su sonrisa y estimularlo a que sonría.

– Hablarle mucho y suavemente.

– Cargarlo, acariciarlo, arrullarlo y cantarle canciones.

– Aprobar y celebrar sus gracias.

– Cambiarlo de posición en la cuna o corral si no lo puede  hacer solo.

La primera sonrisa social y la animación general del niño aparecerán cuando los estímulos verbales son con voz suave y cariñosa, cuando  lo acarician y le sonríen. El estado emocional positivo es condición necesaria para el desarrollo exitoso  y el logro de una conducta activa y equilibrada,  a  tales efectos,  durante la vigilia debes velar porque el niño  siempre  está activo y juegue con los juguetes, reciba estimulación para alcanzar el objeto que le atrajo, y una vez alcanzado realice acciones con él, que finalmente tengan un propósito y le permitan asimilar las funciones de los objetos.

A  veces es necesario cargar al bebé, caminar con él, atraer su  atención  hacia  los objetos que no ve desde el  corral.  Se  recomienda cargarlo cuando está tranquilo, cuando no está gritando, porque de lo contrario  se le puede crear el hábito negativo de utilizar  el  grito para que lo carguen.

También,  durante  la  vigilia, se puede dejar a ratos solo,  de  lo contrario  se habituará a que le entretengan todo el tiempo y  llorara por la ausencia del adulto.

Siempre  se  le  hablará con voz equilibrada y baja que  lo  sede,  o animosa y tierna que lo alegre, evitando la voz enfadada que lo  puede irritar y a veces provocar el llanto.

Se orientará a los padres para que familiaricen al niño con personas y ambientes desconocidos, pero sin forzarlo, cuando muestre desagrado  o timidez  ante una persona. Lo puedes llevar de paseo por  el centro educativo y ponerlo en contacto con otros niños y adultos, señalándole a  personas, nombrándolas y preguntándole dónde está?¿, Quién es? Y conversándole sobre las personas que va conociendo. Al  relacionarlos con  los  adultos se debe evitar que éstos lo abrumen con  caricias  o expresiones exageradas que pueden atemorizarlo; se debe propiciar que el  niño identifique la voz de la mamá y se alegre al sentirla  cerca. También permitirás que pase su mano por rostros familiares.

Tanto el educador (a) como las auxiliares pedagógicas deben  participar en  la actividad lúdicra del niño, permitiéndole el  contacto  físico mediante  las actividades psicomotrices, musicales y en el aseo.  Con los mayorcitos  se  propiciarán relaciones con otros niños  de  su  edad, dejando que se acerquen, observen, toquen, jueguen entre  ellos (con cuidado de que no se arañen, muerdan o halen los cabellos) y  agrupándolos al desarrollar actividades, como por ejemplo: junto con el niño que se tiene en brazos alcanzará a otro, o esconderá a un niño debajo de  un pañal, proponiéndole a otros que lo busquen, dónde está Gisela?, Gisela no está; quitará el pañal y dirá: Mírenla, está aquí!. Otros  ejemplos de juegos que se pueden utilizar son: "Juego  con  el espejo", "Huye que te cojo", "Dónde está el nene", "El nene baila", "Juego  del  pañal", juegos con títeres y canciones  sencillas  como "Arroz con leche" entre otras.

Cuando  se retira una persona se aprovechará  para decir adiós  con  la mano y estimular al niño a que lo haga igual.

Al finalizar el primer año es necesario que enseñar al niño a comprender  la  expresión "no se puede". Por ejemplo, si el  niño  quita  un juguete, "no se puede hacer eso", y se le muestra dónde puede coger un juguete igual, o se le dirige su atención hacia otra cosa; si el niño obra bien, se alabará y aprobarán sus acciones. Las emociones positivas  o negativas que surgen en el niño cuando el adulto lo aprueba  o censura,  contribuyen a la comprensión de lo que es bueno y de lo  que es malo, esto es una condición esencial para su desarrollo moral. En este año de vida la formación de hábitos está relacionada con  la satisfacción  de  las necesidades básicas del niño.  El educador (a) desempeña un papel fundamental en dicho trabajo, ya que al  organizar la vida del niño, es decir, al garantizar que de la misma forma y a la misma hora, coma, duerma, está limpio y mantenga una vigilia activa, creará  las bases  para la formación de hábitos y un  buen estado emocional.

Especial  atención se debe prestar a los hábitos alimentarios  por  su contribución al estado de salud del niño. En ello desempeña un  papel fundamental el personal docente y el de salud, por lo que deben lograr el trabajo conjunto para posibilitar un adecuado estado nutricional  y evitar  así la mal nutrición por exceso o por defecto en los niños  de estas edades.

Para formar hábitos vinculados al proceso de alimentación es necesario enseñar al niño a tomar alimentos líquidos y comer  semisólidos,  teniendo en cuenta que estos últimos se introducirán de forma paulatina, y a degustar alimentos de diferentes sabores, texturas y temperaturas, de acuerdo con la guía de ablactación, teniendo en cuenta las indicaciones  del médico. Al alimentar al niño es necesario acompañar  con palabras  todas  las acciones vinculadas a la comida, y cuando  se  le enseñe  a comer un nuevo alimento se ha de ser especialmente  cariñoso con él.

Aprenderá, a colocar las manos en el biberón siempre que se  alimente con  él, de forma que tenga una participación activa en  su  alimentación; así como a comer bien de la cucharita, tomando el alimento con los labios, lo que se comienza desde que se introducen los puros;  se iniciará  además,  en  el manejo de la cucharita a partir  de  los 11 meses. Aprenderá a tomar alimentos líquidos en el jarro que el adulto sostiene  a partir de los 7 meses, llegando a beber del jarro  por sí solo.  Es fundamental que habituar al niño a comer sentado a la  mesa desde que se sienta solo.

Se tendrá en cuenta el desarrollo del niño para ponerlo en la posición adecuada al alimentarlo; si aún no se sienta solo, recibirá el alimento en brazos, cuando se siente solo, se alimentará en la mesa duplex y cuando inicie la marcha independiente, en la mesa baja.

Al realizar este proceso es muy importante tener en cuenta las  medidas higiénicas siguientes:

– Cumplimiento del horario de alimentación basándose en la libreta del primer alimento. (Hay que despertar al niño para que se  alimente, lo que hará que se adapte rápidamente y se despierte en tiempo.

Higiene personal del adulto, lavado escrupuloso de las manos, uso del naso buco cuando lo alimente en brazos.

– Uso del babero y servilletas.

Otro  aspecto de gran significación en esta edad es el trabajo  en  la formación de hábitos higiénicos, lo que se logrará acostumbrando  al niño  a que está limpio, por eso es importante garantizar  el  baño con lavado de cabeza diario, la higiene bucal y el inicio del  trabajo en el control de esfínteres, y su aseo cada vez que lo requiera. Especial atención se prestará también a los hábitos relacionados  con el proceso  de sueño, los que garantizarán su  duración y  carácter, estableciéndose  de  esta forma, una relación adecuada con  los  demás procesos. Para ello se evitará excitar al niño antes, ya que demorara en  dormirse y su sueño será intranquilo; por el contrario, se  creará una situación  de tranquilidad, lo cual es muy  importante  para  el proceso  de inhibición que precede al sueño. Se debe garantizar  que la  cuna  está cómoda con superficie plana y pañales  estirados  y la disminución  de estímulos de luz y sonidos del medio  ambiente. Todo ello propiciará que el niño duerma profundamente y despierte tranquilo.

Resulta  indispensable  también  mantener en todo momento  una  buena higiene en la sala, limpieza, ventilación,  iluminación  y seguridad y una atmósfera agradable, caracterizada por un tono de voz bajo, suave y cariñoso que permita una comunicación afectiva con  los niños,  lo  que influirá positivamente en su desarrollo  emocional  y estimulará la correcta formación de hábitos.

Por la importancia en este año de vida, del trabajo para el desarrollo de las emociones positivas, la formación de hábitos y el  cumplimiento del horario de vida, deben trascender los marcos del centro educativo, llegando a la familia por medio de diferentes actividades de orientación  tales como: charlas, entrevistas, activos de  padres,  murales, bibliotecas de padres, y todas aquellas iniciativas que puedan contribuir a una adecuada educación.

Para la organización y ejecución práctica del trabajo de formación de hábitos culturales y alimentarios se consultara sistemáticamente  el folleto  de metodologías  en el cual aparecen  plasmadas  las formas correctas de trabajar cada uno de los hábitos previstos.

 

 

 

 

Autor:

MARCO MUÑOZ

 

Partes: 1, 2
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