- Judío y romano
- Improperios contra los fariseos
- Expulsado del judaísmo
- Fundador del cristianismo
- Primer viaje misional
- Segundo viaje misional
- Tercer viaje misional
- Sus escritos
- Sus ideas más relevantes
- Organizador de la primera iglesia cristiana
- Condiciones favorables
- Fuentes
Para adelantar cualquier investigación bibliográfica se debe preferir los textos históricos a los textos religiosos. Los textos históricos serán siempre más fiables que los religiosos porque no están deformados por la fe y el afán proselitista. Cuando sobre un tema existe y sólo se usa información religiosa es conveniente advertirlo.
Judío y romano
Nació entre los años 5 y 10 en Tarso Turquía, de padres judíos exiliados de Jerusalén, y murió en el año 67 en Roma. Saulo fue el nombre judío y Pablo el nombre romano.
Turquía había pasado de ser colonia griega a ser colonia romana.
Utilizaba la Septuaginta o traducción griega del Antiguo Testamento.
No conoció a Jesús, ni perteneció al círculo de sus apóstoles.
Se sentía orgulloso de ser judío, de la escuela de Gamaliel y de la secta de los fariseos.
Habla de su condición judía en tres de sus cartas: Hebreo, hijo de hebreos, israelita, perteneciente a la tribu de Benjamín, descendiente de Abraham, circuncidado el octavo día.
Hablaba fluidamente el griego y el hebreo, lo cual le permitió predicar el evangelio con ejemplos y comparaciones comunes en estas dos culturas, y su mensaje fue bien recibido especialmente por los judíos y los griegos, con problemas en sus relaciones religiosas.
Fue un turco, culturalmente greco judío, con ciudadanía romana, influenciado por las culturas helenística, judía y romana.
Como hijo de padres hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín, en su adolescencia fue enviado a Jerusalén, donde estudió con el famoso rabino Gamaliel y vivió como un riguroso fariseo. Por ello tuvo una educación mucho mejor, que los humildes pescadores apóstoles de Cristo.
Inicialmente, como fariseo, persiguió a los cristianos. Con la venia de Roma participó y asintió la lapidación de Esteban, declarado luego el primer mártir de la iglesia cristiana.
Aunque se sentía bien como romano, se sentía mal como judío, ante las continuas rebeliones contra los romanos en que siempre salían diezmados los judíos.
Pablo fue epiléptico y como consecuencia un exaltado religioso.
Tarso:
En el tiempo de Jesús y Pablo era una ciudad turca próspera, colonizada por el imperio griego, y luego anexada al imperio romano.
Desde el año 64 a.C. fue la capital de la provincia romana de la Cilicia. Estaba en el pie del monte Taurus y a orillas del río Cidno, en la ruta que unía a Siria y Anatolia. Además de su proyección comercial por su ubicación, Tarso era el centro de una escuela de filosofía estoica y tenía concedida la ciudadanía romana.
Improperios contra los fariseos
La secta de los fariseos se distinguía por un riguroso respeto tanto a la ley judía, escrita en la Torá, como a las tradiciones orales. Este escrupuloso formalismo y el orgullo que ostentaban les ocasionaban duras críticas, y eran tildados de hipócritas. En el evangelio de Mateo Jesús dice:
Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen (los fariseos), pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican.
Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas.
Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente y los largos flecos de su manto.
Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas.
Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los llame Maestros.
Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo.
Ustedes recorren mar y tierra para ganar un pagano y, cuando se ha convertido, lo transforman en un hijo del demonio, mucho peor que ustedes.
¡Ay de ustedes, que son guías ciegos! Ustedes dicen: ¡Jurar por el Templo no obliga!, ¿pero jurar por el tesoro del Templo, sí?.
¡Torpes y ciegos! ¿Qué vale más, el oro mismo, o el Templo que hace del oro una cosa sagrada?
Expulsado del judaísmo
Después de haber sido sumo sacerdote de la comunidad judía de Tarso y de haber perseguido a los seguidores de Jesús por heréticos y apóstatas, fue expulsado del judaísmo y perseguido por los judíos, por los mismos motivos.
Hereje porque sostuvo dogmas y opiniones diferentes a la ortodoxia de la religión judía:
Su dios único judío pasó a ser el dios trino cristiano: dios padre, dios hijo y dios espíritu santo.
Los apóstoles y sacerdotes tendrían poderes divinos: perdonar los pecados, convertir el pan en cuerpo y el vino en sangre de Jesús y sus predicaciones y escritos revelados directamente por Dios.
Los pecados ya no serían perdonados únicamente por un dios único, sino también por los sacerdotes, mediante los sacramentos del bautismo, de la confesión y la extremaunción.
Podrían ser judíos, además de los descendientes de hebreos, los conversos de otras religiones y otros pueblos, sin necesidad de circuncidarse.
El reino de los cielos sería accesible a quien se le perdonaran sus pecados
Apóstata porque renegó de las creencias judías y se declaró cristiano converso. Después de la muerte de Jesús, Pablo de Tarso se convirtió en el líder del movimiento político, religioso, pacifista, de los seguidores de Jesús y le cambió el nombre por cristiano (en griego mesías), o sea, seguidores del mesías.
Fundador del cristianismo
Arrepentido de sus inícuas persecuciones, en su viaje de Jerusalén a Tarso cayó del caballo, por un fuerte ataque de epilepsia. Hecho que aprovechó para armar su mito de haber oído a Dios, y haber visto una fulguración luminosa, como las que perciben los epilépticos en sus ataques.
En términos modernos se ha dicho que Pablo de Tarso fue el organizador y vendedor del cristianismo. Un apóstol líder, emprendedor, trabajador, entusiasta, imaginativo, formador de equipos, algo lunático y misógino.
Los problemas en sus relaciones con las autoridades religiosas judías de Jerusalén, y el presentimiento de que podría fundar una nueva iglesia, con base en la disidencia iniciada por Jesús dentro del judaísmo, que se extendía rápidamente en Palestina, lo condujo en el año 36, camino a Damasco, a tomar la decisión de convertirse al cristianismo, e intentar ser su líder.
Comenzó su actividad de evangelización cristiana en Damasco y la continuó en Arabia.
En el año 40, perseguido por los judíos fundamentalistas de esas regiones huyó a Jerusalén, donde Bernabé lo presentó a Pedro y Santiago, quienes lo acompañaron a Cesarea, de donde partió a refugiarse en Tarso. Bernabé viajó a Tarso y acompañó a Pablo a Antioquía, donde pasaron un año evangelizando.
En Antioquía sugirió y promovió la denominación de cristianos para los discípulos de Jesús, y convirtió a esta ciudad en el centro de los cristianos convertidos desde el paganismo.
En sus epístolas no da detalles sobre la visión en el camino a Damasco, pero sí afirma que perseguía a los cristianos. La decisión tomada en su viaje a Damasco lo marcó para el resto de su vida, literalmente se pasó al enemigo para ser el principal difusor del cristianismo, arriesgar su vida, sufrir encarcelamientos y, finalmente, morir decapitado en Roma.
Fue enterrado en la vía Ostiense de Roma. Pablo fue fiel hasta la muerte a esta decisión que lo convirtió en el apóstol más efectivo de Jesús.
Primer viaje misional
En el primer viaje misional, en el año 46 junto con Bernabé y su primo Juan Marcos de ayudante, partieron de Seleucia, puerto de Antioquía, hacia la isla de Chipre. En Salamina predicaron durante un año. Este fue el primer lugar donde predicaron a los no judíos, es decir, a los gentiles o paganos. Fue aquí donde Saulo comenzó a ser llamado por su nombre romano Pablo que significa el más pequeño.
Después de esto en barco abandonan la isla de Chipre. Juan Marcos regresó a Jerusalén. Pablo y Bernabé llegaron hasta el sur de Galacia. Como encontraron mala acogida por parte de los judíos residentes, decidieron dirigirse a los paganos, formar comunidades y dejarlas al cuidado de encargados.
Los nuevos cristianos enviaron dinero a Jerusalén por medio de Pablo y del apóstol Bernabé.
En el año 49 Pablo regresó a Jerusalén y organizó el primer concilio cristiano, el Concilio de Jerusalén, del año 50.
Segundo viaje misional
En el año 50, Pablo acompañado por Silas, partieron de Antioquía, por tierra, hacia Siria y Cilicia y llegaron al sur de Galacia. En Listra, se les unió Timoteo. Atravesaron las regiones de Frigia y Misia. Al parecer, se les unió Lucas el Evangelista en la Tróade.
Pablo decidió ir entonces a Europa, y en Macedonia fundó la primera comunidad cristiana europea, la comunidad de Filipos. Luego fundó comunidades en Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto. Se quedó durante año y medio en Corinto, acogido por Aquila y Priscila, matrimonio judeo-cristiano que había sido expulsado de Roma debido al edicto del emperador Claudio.
En invierno del año 51 escribió la primera carta a los tesalonicenses, el documento más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente volvió a Antioquía.
Tercer viaje misional
En primavera del año 54 inició su tercer viaje misionero, estableció su centro de operaciones en Éfeso, capital de Asia Menor. Permaneció allí unos tres años.
Ante noticias de los conflictos surgidos en la comunidad de Corinto, escribió la primera carta a los corintios en el año 54 y la segunda carta a los corintios a finales del 57. Atendiendo a los conflictos con los judeo-cristianos, escribió las cartas a los filipenses y a los gálatas en el año 57.
Viajó a Corinto a finales del 57, donde pasó el invierno. Escribió la carta a los romanos, en la primavera del 58 y volvió a Jerusalén para entregar la colecta de las comunidades cristianas procedentes del paganismo.
En Jerusalén judíos procedentes de Antioquía lo acusaron de violar la Ley judía e intentaron matarlo en una revuelta. El tribuno romano, Claudio Lisias impidió que lo asesinaran, lo encarceló y lo envió a la provincia de Judea, donde fue retenido por el procurador Félix durante dos años, del 58 al 60, a la espera de conseguir un rescate por su libertad.
En la Carta a Filemón Pablo se declara ya anciano. La escribió estando preso, a mediados de los 50 en Éfeso, o a mediados de los 60 en Cesarea o Roma. Se supone que en aquella época se alcanzaba la ancianidad hacia los cincuenta o sesenta años.
Porcio Festo sucedió a Marco Antonio Félix como procurador de Judea. Pablo apeló a su derecho, como ciudadano romano, a ser juzgado en Roma. Tras un accidentado viaje, llegó a Roma en la primavera del año 61 y fue liberado en el 63.
Visitó las comunidades de Oriente y volvió a ser apresado en Roma durante las persecuciones de Nerón. Fue sentenciado a muerte y por tener la ciudadanía romana, gozó del privilegio de la decapitación en el año 67. Evitó así el suplicio de la cruz destinado para quienes no eran ciudadanos romanos.
Sus escritos
A Pablo se atribuyen catorce cartas o epístolas, llamadas comúnmente las Epístolas paulinas. Los escritos de Pablo de Tarso:
Adaptaron el mensaje de Jesús a la cultura helenística imperante en el mundo mediterráneo, para facilitar su extensión fuera del ámbito cultural hebreo en donde había nacido.
Constituyeron una de las primeras interpretaciones del mensaje de Jesús, en el desarrollo del cristianismo.
Se publicaron en los libros del Nuevo Testamento.
Fueron misivas a diversos discípulos y pueblos del entorno mediterráneo.
Aunque la tradición cristiana atribuye a Pablo catorce epístolas incluidas en el Nuevo Testamento, solo existe consenso entre los investigadores actuales en cuanto a la autenticidad de siete de ellas, que se datan generalmente entre los años 50 y 60: (1 Tesalonicenses, Filipenses, Gálatas, 1 Corintios, 2 Corintios, Romanos y Filemón).
En ellas se tratan fundamentalmente aspectos doctrinales del cristianismo como el sentido sacrificial y redentor que según él tienen la muerte y resurrección de Jesús.
Son escasas sus referencias a la vida de Jesús o al contenido de su predicación.
Escritas, según la datación más probable, entre los años 50 y 60. Son los documentos más antiguos acerca de Jesús, consideradas anteriores a los evangelios.
Pablo no conoció personalmente a Jesús. Su conocimiento de él y de su mensaje, según sus propias afirmaciones, proviene de una doble fuente: la revelación directa del propio Jesús cuando se le apareció camino de Damasco, y el testimonio que mantuvo con varios seguidores de Jesús, como Pedro, Juan, y Santiago.
En sus cartas afirma que:
Jesús nació según la Ley y que era del linaje de David,
los destinatarios de su predicación eran los judíos,
murió crucificado fue sepultado y resucitó al tercer día,
los autores de su muerte fueron los judíos y los poderosos de este mundo.
Presenta además un relato de la Última Cena semejante al de los evangelios sinópticos.
Corredactor y supervisor del Nuevo Testamento
Pablo de Tarso redactó o supervisó la redacción de los documentos del Nuevo Testamento, todos escritos inicialmente en griego:
Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles, escritos por su discípulo y médico acompañante Lucas.
Evangelio de Marcos, escrito de los relatos de Pedro. Marcos fue discípulo suyo, secretario de Pedro y luego obispo de Alejandría.
Evangelio de Mateo, escrito por el discípulo de Jesús Mateo, en arameo, y desaparecido luego de su traducción al griego.
Sus ideas más relevantes
Universalizar la religión judía.
Como fariseo judío y ciudadano romano con cultura helénica, se propuso fundar una nueva religión que pudiera extenderse por todo el Imperio Romano. Para ello:
Adoptó el Antiguo Testamento Judío como base religiosa, filosófica, política, económica y social de la nueva iglesia.
Elaboró un Nuevo Testamento con abundantes modificaciones a la doctrina judía.
Mesianizó y deificó a Jesús de Nazaret.
Mesianizó, es decir, presentó en el Nuevo Testamento a Jesús de Nazaret como el mesías esperado por los judíos, al confirmar en él el cumplimiento de todas las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Había que terminar definitivamente con el mesianismo judío para tener alguna posibilidad de que su nueva religión, en algún momento, llegara a ser aceptada por los emperadores romanos.
Deificó a Jesús de Nazaret al considerarlo hijo de Dios.
Armó una supuesta historia, que se hizo realidad, sobre un supuesto mesías redentor, hijo de dios, que murió crucificado durante el gobierno de Poncio Pilato.
Era más fácil demostrar que Jesús, ya muerto, y no Pablo de Tarso, perseguidor de las sectas heréticas del judaísmo, era el hijo de Dios capaz de hacer milagros.
Eliminó o disimuló en el Nuevo Testamento todos aquellos pasajes donde se pudiera entrever algún carácter sedicioso de Jesús.
Introdujo de nuevo en la doctrina predicada por Jesús el rechazo a la sexualidad y la subordinación de la mujer al hombre, como en el judaísmo tradicional.
Adaptó el mensaje de Jesús y su propio mensaje a la nueva doctrina.
Desligó la nueva doctrina cristiana de la tradición judía.
Liberó a judíos y a gentiles conversos al cristianismo de las obligaciones alimentarias y rituales del judaísmo, como la comida de cerdo y la circuncisión.
Intentar pacificar el territorio judío a través de una nueva religión, que eliminara el fanatismo judío y permitiera el ingreso en ella de los paganos.
Si todo el Imperio Romano tuviera la misma religión, ya no habría más revoluciones por cuestiones políticas ni religiosas.
Cambiar la frustración y desesperación del pueblo judío, que había sido nuevamente colonizado por los romanos y había depositado sus esperanzas de liberación y bienestar en un Mesías, por una esperanza magnífica y eterna, el reino de los cielos.
Evitar aparecer como sumo sacerdote.
Era más creíble una religión que se basara en un líder carismático como Jesús, que en un fariseo judío, nacido en Tarso Turquía y ciudadano romano.
Pablo había perseguido a los cristianos y luego había sido expulsado del judaísmo. Jesús había dejado una huella carismática muy profunda en un sector de los judíos. Pablo aprovechó esa huella para convertirla en la base del cristianismo.
Presentar a Pilato como un representante de Roma justo y pacífico y culpar a los judíos de la muerte de Jesús. A sabiendas que Pilatos era un romano sanguinario, que condenó y crucificó a judíos y cristianos, porque los veía como amenaza para los intereses y el bienestar de los ciudadanos romanos.
Organizador de la primera iglesia cristiana
Pablo de Tarso transformó el cristianismo en una religión universal.
Fuera de Pablo el resto de los apóstoles estaban muy atados al judaísmo y faltos de instrucción, eran incapaces de proyectar y universalizar el cristianismo.
Pablo no fue el inventor del cristianismo, pero logró que las ideas de la pequeña secta judía, llamada más tarde cristianos, se concretara y se extendiera.
La iglesia cristiana de Jerusalén, era para Pablo muy localista, por la poca instrucción de los apóstoles, quienes no tenían conocimientos amplios como Pablo, a causa de su origen campesino y pesquero y por las exigencias judaizantes.
Esto frenaba las ansias expansivas del cristianismo de Pablo, especialmente en las áreas helenísticas que era donde tenía gran influencia. Como consecuencia después de un par de visitas a la comunidad cristiana de Jerusalén, Pablo decidió organizar su propia iglesia cristiana, modificando y usando el mensaje de ella.
La incipiente y poco numerosa iglesia de Jerusalén formada por los apóstoles, constituía una leve variante herética del judaísmo fariseo. Ni siquiera tan desviada como las sectas de los esenios o los zelotes.
Pablo tuvo más razón y visión histórica que Jesús y sus apóstoles juntos, en la práctica de hacer iglesia, en este sentido él aparece como el constructor del cristianismo.
Reunió a miles de prosélitos en distintos lugares, conculcó las escrituras judías para facilitar las conversiones, encargó a Marcos, Lucas y Juan de componer evangelios en correcto griego para los importantes enclaves helénicos, donde el griego era de uso corriente, y donde no saber griego era propio de ignorantes.
Decretó una fecha propicia, como el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del Jesús bíblico, porque otras religiones celebraban en ese día el nacimiento de Horus, u otros dioses, la renovación y nacimiento del dios Sol, el cambio del otoño al invierno, al pasar del Equinoccio al Solsticio.
A partir del año 33 aproximadamente existió una iglesia cristiana creciente en Jerusalén, y allí se celebró el denominado Concilio de Jerusalén alrededor del año 49.
Condiciones favorables
Era hijo de judíos fariseos con cultura helenística y ciudadanía romana.
Fue contemporáneo de Jesús, e incluso estuvo en Jerusalén en la misma época que él, pero no se conocieron porque entonces perseguía a sus seguidores.
Tenía una sólida formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística, hablaba griego, latín, hebreo y arameo.
Participó en las primeras persecuciones contra los cristianos, que por entonces se consideraba una secta herética del judaísmo.
Después de su conversión fue el más ardiente propagandista del cristianismo, contribuyó a extenderlo al judaísmo y entre los gentiles: viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina.
Finalmente fue mal acogido por judíos y cristianos en Jerusalén, donde fue detenido, juzgado y enviado a Roma para ser ejecutado.
Fuentes
http://enciclopedia.us.es/index.php/Pablo_de_Tarso
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pablo.htm
http://atsf.foroactivo.com/t1716-pablo-de-tarso-fundador-del-cristianismo
http://atsf.foroactivo.com/t39-jesus-si-jesus-no?highlight=jesus+si+jesus+no
Autor:
Rafael Bolívar Grimaldos