"Lo que denominamos es, o no es, son solo expresiones de los procesos en la consciencia de las complejas configuraciones circunstanciales del Ser singular en tanto perteneciente al Ser total que contiene"
"La Conciencia es la capacidad del Ser metafísico que me permite vivenciar, y experimentar el mundo físico y metafísico; y lo absurdo de la Ciencia es que pretende explicar la Realidad prescindiendo de lo metafísico, esencia del todo"
"Construir una filosofía de vida permite trascender la materia, el espacio, el tiempo y la cultura, y experimentar las infinitas dimensiones del Ser"
"Mis ideas filosóficas no explica la Realidad, sino el proceso de su búsqueda"
En este ensayo escrito, quiero expresar ideas, conceptos y sentimientos sobre mi cosmovisión, es decir, cómo percibo, interpreto y concibo la Realidad esencial, incluyendo consecuentemente a lo que soy como Ser humano.
Esta cosmovisión surge de mis pensamientos basados en la propia mentalidad, intuición, sentimientos, reflexiones, naturaleza y experiencias, que indudablemente influyen en mi visión, interpretación y comprensión de la Realidad. "Soy consecuencia de mi cosmovisión y viceversa"
Por lo tanto, soy consciente que mis ideas están influidos por: lo aprehendido, la cultura, la aptitud, el lenguaje, los conocimientos, el instinto, experiencias, sentimientos, necesidades, aspiraciones y expectativas.
De hecho, las personas y las sociedades culturales, configuran consciente e inconscientemente modos de comportarse de acuerdo a sus situaciones particulares, resultado de la interacción con el entorno natural y social, elaborando simultáneamente complejos sistemas de argumentaciones para justificar explícita o implícitamente sus modos de ser frecuentemente hasta el fanatismo de todo tipo en diferentes ámbitos, para convencerse a sí mismos y a los otros, sin retacear medios pacíficos o violentos para ello.
Solamente hechos contrarios o experiencias muy diferentes y contundentes, y más raramente por la reflexión filosófica, pueden modificar dichos modos de ser en el transcurso del tiempo.
Por su aparente infinitud e indeterminación, la Realidad o lo que denomino el Ser Totalidad se transfigura o se adapta, adoptando una determinada configuración de entre sus infinitas posibilidades potenciales, para ajustarse a las infinitas posibles cosmovisiones, y viceversa.
Cuando una persona describe una realidad, verdaderamente es su realidad; así es que existen tantas realidades momentáneas como personas; luego como las personas cambian también cambia su realidad.
Las proposiciones y enunciados que surgen en mi ensayo, obviamente son provisionales, dado que si bien es imposible la refutación por parte de otros, yo mismo las puedo modificar o no, a medida que avanzo en mis procesos de análisis y reflexiones, concientizando lo inconsciente; y de acuerdo a los cambios experimentados.
Y por supuesto, afortunadamente los otros necesariamente tienen su propia cosmovisión conformándose así la diversidad ideológica y cultural, que debe ser respetada y apreciada.
La refutación de los otros, no necesariamente constituyen indicadores de la falsedad o veracidad de una determinada cosmovisión, dado que cada uno puede tener infinitas cosmovisiones en función al cambio propio y del entorno que nos incluye, y de las circunstancias.
Filosofar es la tarea de concientizar y vivenciar lo inconsciente.
De manera que, lo que uno podría y debería hacer es, si es posible, sin pretender influenciar, respetuosamente solamente comunicar a los otros la propia cosmovisión, y no como hacen las culturas dominantes y los fanáticos: Estos, para no frustrarse, tratan de imponer para la dominación y la dependencia una determinada cosmovisión mediante la educación tendenciosa, la fuerza, la coerción, y todos los métodos disponibles de violencia, incluyendo la exclusión y el exterminio.
Lo peor para la salud física y metafísica de todos, y de uno mismo, es el fanatismo.
Se observa en la historia de la humanidad que cada uno sólo tiene el propósito de predominar sobre los otros en su entorno.
Un cambio hacia una actitud sincera de cooperación con su entorno, incluyendo fundamentalmente a los otros, es necesariamente imprescindible para una mejora espiritual cualitativa de manera significativa para la humanidad.
Decíamos que existen simultáneamente, no necesaria paralelamente, infinitas singularidades cosmológicas y personales, cambiantes e interactuantes, que a su vez se reproducen generando copias que son diferentes entre sí.
En cada una de ellas rigen leyes diferentes a las otras, por lo que solamente es posible la armonía en las relaciones entre ellas y no en la forma de ser o actuar, debido a la incomprensión e inaceptación del Ser Totalidad.
Las singularidades pueden coincidir momentáneamente, generandose nuevas singularidades que conteniendo al todo difiere de todas las demás.
En realidad los límites no existen; los "límites" son sensaciones mentales producto de construcciones culturales del ser humano. Y a cada acción de imponer un límite corresponde una reacción consciente o subconsciente que se manifiesta en los modos del Ser.
El problema epistemológico de las personas es confundir fenómenos de la Realidad con la Realidad esencial misma, y le llamamos a estos fenómenos Ente o Ser como si fueran sinónimos.
No obstante, la naturaleza fenoménica que nos expresa como materia y energía, fisica y metafisica organizada en sistemas corporales, sin ser la Realidad esencial, es una fuente permanente de información, inspiración y de reflexión, que nos da pistas para construir patrones o modelos en el proceso de vivir y vivenciar, de pensar para comprender la Realidad esencial y del Ser totalidad que somos.
En general, el Ser humano concentra la impresión subconsciente y consciente sobre la Realidad, por ser parte y contener a la Realidad total misma; normalmente tiene la capacidad de generar ideas sobre la Realidad, interpretarlas y formar parcialmente el conocimiento subjetivo consciente de la misma.
Cuando el Ser humano logre concientizar y vivenciar todo lo inconsciente o instintivo, logrará el salto cualitativo desde lo que alguna vez lo diferenció de los otros seres de la naturaleza física y metafísica , y alcanzará un nivel superior de la Consciencia.
Denominamos Realidad, con mayúscula, al Ser que contiene la naturaleza física y la metafísica en la que se formó aquella, que está presente, nos constituye y la constituimos.
La cuestión es que a partir de similares impresiones subconscientes llevada a la consciencia, es posible infinitas interpretaciones influenciadas e influenciando las diversas personas y culturas existentes, y posibles.
Los Seres humanos podemos tener similares, no iguales, sensaciones de la Realidad debido a nuestra constitución física y metafísica entrelazadas cuánticamente.
Si una línea es la proyección de una realidad bidimensional, y una fotografía es la proyección instantánea en 2 dimensiones de una realidad tridimensional, esta realidad tridimensional que conocemos podría ser la proyección en tres dimensiones de una Realidad multidimensional.
O sea la Realidad está en las mentes, y viceversa.
Diferentes personas experimentamos similares, no iguales, fenómenos de la Realidad debido a que está impresa en las conciencias, y por lo tanto tenemos similares, no iguales, sensaciones y comportamientos en nuestros modos de relación con la Realidad.
Es significativa la dificultad simbólica de comunicar libremente a los otros las ideas sobre la Realidad, en forma gestual, oral o escrita o de cualquier forma, debido a que el lenguaje es limitado, y está construido y condicionado por los paradigmas vigentes y la propia cosmovisión del otro, que determinan que cada frase sea interpretada y reducida adecuadamente por el interlocutor a los significados establecidos culturalmente para hacerlos funcional a su propio sistema de argumentaciones para justificar sus propios actos, determinando que el diálogo sea cada vez más difícil.
Cuando expresamos a otro una una idea o una palabra, ambos creen que coinciden cuando en realidad para cada uno le otorga significados diferentes.
En consecuencia, pierden más aún sentido aquellas palabras manifestadas para determinadas situaciones y contextos cuando se aplican a otras situaciones, circunstancias y contextos diferentes; de allí, la importancia de la interpretación hermenéutica, mediante el cual comprendemos mejor los hechos de la realidad en su dimensión y circunstancia.
A pesar de los obstáculos, es muy importante que los seres humanos pensemos permanentemente sobre la Realidad que nos incluye y constituimos, dado que somos consecuencia de nuestros pensamientos; o debemos conformarnos simplemente con la enajenación, e imitación de las conductas y pensamientos parásitos o de otras características de los otros.
Pienso que después de los presocráticos, se ha perdido mucho por impedimento la actividad de pensar filosóficamente sobre la Realidad primordial o esencial, sobre que realmente existe o no existe, o sea sobre lo que somos, y lo que es o no es.
El acto tan simple e intuitivo de pensar se ha complicado especialmente en occidente, debido a que el paradigma positivista imperante, interesada y tendenciosamente dificulta por todos los medios posibles la libre acción del intelecto humano y, por lo tanto, en nombre de la "objetividad", la "racionalidad", el "pragmatismo", la "simplificación", la "homogeneidad", la "uniformidad", el "progreso", la "modernidad", los "dogmas", la "actualización", el "orden", la "Fe" y el "desarrollo", institucionalmente sólo se promueven aquellas acciones intelectuales que aportan a lograr resultados pragmáticos o económicos traducibles a valores positivos o monetarios, el poder y la dominación de una minoría privilegiada sobre la gran mayoría; o sea se ha fetichizado el intelecto y por lo tanto parasitado intelectualmente al hombre.
Por lo tanto, una minoría privilegiada aprovecha la confusión incluyendo la propia entre fenómenos de la Realidad con la Realidad misma, y Ser con Ente, y todo su pensamiento es funcional al apoderamiento sobre las cosas incluyendo a las otras personas y sus ideas; mientras que la gran mayoría dominada actúa por el instinto que ha sido aculturada (domesticada) por el poder de la minoría dominante, o de acuerdo a patrones producto de la aculturación mediática.
Es así que se escucha frecuentemente: "hay que estar ocupado para no pensar", "no hay que pensar tanto", "Vos estás mal", "no me gusta pensar porque soy religioso", "Sos un agnóstico", "hay que creer o reventar", "es todavía muy chico para pensar", "se volvió loco de tanto pensar", "ya está todo inventado", "no vayas contra la corriente", "no me gustan los aguafiestas", "no le digas a nadie esas cosas que pensas", "hay que estar ociosos para pensar, yo no tengo tiempo porque trabajo de sol a sol", No hay que teorizar, hay que hacer, hacer y hacer"; y los que piensan metafísicamente cada vez quedan más aislados, discriminados o perseguidos por ser considerado peligroso para la sociedad.
O cuando ante una situación problemática alguien hace un planteo, y el filósofo responde con un enfoque holístico, la respuesta de ese alguien es: "Pero si solo hice un planteo".
Estas situaciones está muy bien explicado por Platón (428 – 347 a.C) en el mito de la Caverna, o por el caso de Sócrates, a quien le hicieron beber la Cicuta por "escandalizar a los jóvenes" a quienes animaba a pensar mediante la mayéutica.
¿Cómo es el estado de ánimo de aquel hombre que se escapó de la Caverna, vio la luz del Sol, y volvió a la oscura Caverna para comunicarle la gran noticia a sus compañeros, frente a la actitud y reacción de estos?
La cultura, especialmente la impuesta por el sistema positivista neoliberal capitalista, es un "molde", una matriz insoportablemente rígida que dificulta al Ser la experiencia de nuevas dimensiones y realidades. Nos han convencido, por ejemplo, que recién después de la muerte podremos ver todo más claramente, cuando en realidad nadie sabe que nos ocurre después de la muerte.
Por lo tanto, no puedo dejar de expresar mi admiración, como por ejemplo por Parménides (530 – 460 a. C.), quien pensó sobre el Ser e inclusive lo caracterizó; a Anaxágoras (500 . 428 a.C) quién, para mi, definió La Realidad al enseñar que el Nous (posteriormente traducido y reducido como Espíritu) es la causa de todo lo que existe y su comportamiento, y también que en todo está el todo (cuál semilla).
Esta idea es muy interesante y puede llegar a ser clave en el proceso de comprehender la Realidad Total.
Pienso que luego, la humanidad influenciado por el positivismo ideológico fue perdiendo la praxis de pensar sobre lo más importante y nos dedicamos a ocuparnos de las cuestiones "urgentes, pragmáticas y técnicas", justamente para no tener que pensar en la Realidad esencial, confundiendo fenómenos sensoriales de la Realidad con la Realidad misma.
Entonces, lo más importante es reaprender y ayudar a pensar, tal vez a la manera de la Mayéutica de Sócrates; y no tanto con una finalidad, sino valorando el proceso. Para ello, debemos reconectarnos y entrar nuevamente en sintonía con la naturaleza, los instintos y la totalidad incluyendonos a nosotros mismos.
No hay verdades, se construyen verdades provisionales al pensar.
Considero falsos todos los dualismos, causa de todas las discriminaciones, como el dualismo entre lo abstracto y lo concreto, o lo absoluto y relativo, o lo momentáneo y lo eterno; dado que evidentemente la Realidad supera a los conceptos y a los fenómenos o hechos duales que podemos observar o experimentar con los sentidos, y con los instrumentos creados por el hombre para detectar indirectamente por los signos lo que nuestros sentidos no pueden registrar directamente.
Nos han enseñado a pensar de manera binaria, duales; y no de manera total "metafísica cuántica" en que es posible simultáneamente infinitas posibilidades interrelacionadas.
Los fenómenos, incluyendo la el sistema corporal mismo, son sólo uno de las infinitas formas maravillosas de manifestarse la Realidad esencial del Ser totalidad.
Insisto en que especialmente en occidente, gran parte de la humanidad ya ha perdido intelectualmente por lo menos 2.500 años de tiempo al reducir la capacidad de pensar la Realidad solamente a los fenómenos que se manifiestan "objetivamente" a nuestros sentidos; y de un modo positivista y mecanicista.
O sea, el gran error es confundir fenómenos del Ser total con entes cósicos que se consideran realmente existentes prescindiendo de la existencia del Ser, considerados como cosas.
Los seres humanos nos manifestamos aparentando fenoménicamente como unidades sistémicas abiertas y holísticas, materiales y energéticos, físicos y metafísicos, que constituimos con la Realidad total conocida y desconocida, biótico y abiótico, una continua, cambiante, indeterminada e ilimitada totalidad consciente; y constituimos proyecciones de dicha Realidad, y viceversa.
Es decir, conformamos una Totalidad continua, interactiva, permanente y dinámica. Ser humano y totalidad son fundamentalmente los mismos; dado que cada ser humano, cuál semilla, sintetiza, contiene y es contenida por la Totalidad.
Así, integramos las estrellas infinitamente más lejanas, dado que sea visible o no, de manera metafísica cuántica o de alguna forma nos llega y contenemos su naturaleza, por el cual llegamos también a ellas instantáneamente, nos contiene y estamos entrelazados.
Cuando experimentamos naturaleza, el cielo que nos incluye y todo tipo de sensaciones, y sentimientos, lo que percibimos es la proyección de lo que contenemos en nosotros mismos. Por lo tanto, para maximizar la experiencia del Ser que incluimos y nos incluye debemos trascender a los sentidos, dado que esencialmente el Ser es de naturaleza metafísica.
Asi, por ejemplo Sirío brilla en nuestra conciencia.
Digo, materiales y energéticos en el sentido que somos permanentemente energía, y fundamentalmente Ser metafísico, y sólo aparentamos a los sentidos y a la consciencia como materia organizada en cuerpos.
Aunque con aspectos y apariencias diferentes, cada ser humano contiene el registro de toda la historia metafísica, física y los elementos del Ser total y, como la Totalidad, posee la capacidad de reproducirse a sí mismo y a la Totalidad.
Lo que nos pasa a cada uno de los elementos del Cosmos, y por lo tanto a cada Ser humano, le pasa al Cosmos; y de igual manera lo que le pasa al Cosmos le pasa a cada macro y micropartícula, y a cada persona, por ser parte de una Totalidad entrelazada.
Por lo tanto, debemos relajarnos confiadamente en todo momento, cuando nos sentimos plenos en armonía física y metafísica con nosotros mismos, y con el entorno, y también cuando experimentamos inquietudes que no comprendemos las causas, porque son las tensiones naturales de los necesarios cambios del Ser Total para nuestro bien y del Todo.
Vibramos armónicamente con el Cosmos; y todas las vibraciones quedan grabados en nosotros y en todos los elementos del Cosmos que por lo tanto tienen memoria.
Aparentemente, los otros animales no poseen la conciencia sobre la Realidad, como a partir de un momento metafísico determinado la posee en general el Ser humano.
No obstante, a pesar de que contenemos toda la información sobre nosotros mismos y sobre la Totalidad, no tenemos aún idea consciente de lo que somos, sobre nuestras capacidades y sobre la Realidad debido a que entre otras causas, salvo algunos presocráticos como Parménides, hemos pensado y cultivado conscientemente muy poco metafísicamente.
Así como muchas cosas existen e influyen en nosotros a pesar de que ignoramos su existencia, salvo por la intuición y sensación, y a pesar de que la especialización positivista nos ha reducido y limitado en nuestras aptitudes y por lo tanto en nuestras actitudes, toda la información sigue estando en nuestro subconsciente sin que lo sepamos conscientemente, e influye en nosotros y sobre la totalidad.
En algún otro momento metafísico, el Ser humano adquirirá otro estado o forma de la consciencia, y entonces podrá experimentar más conscientemente la Realidad Total del Ser entrelazado.
Por ejemplo: Será muy diferente nuestra conducta y apariencia si estamos convencidos de que pronto solo seremos polvo, que todo termina; que si pensamos y estamos convencidos que somos Seres metafísicos inmortales; y también habrá diferencias significativas dependiendo de cómo asumimos cada uno de estas situaciones y otras posibles.
El desafío es llevar la experiencia intuitiva del inconsciente a la conciencia, y viceversa.
Para experimentar lo esencial es necesario trascender a la experiencia de los sentidos, prestando atención al instinto para que se manifieste y actúe.
El Ser metafísico que somos existe desde la eternidad, o sea siempre, desde antes de la manifestación a la consciencia del fenómeno materia-energía que percibimos actualmente.
Es decir, ya nuestro Ser existe en el Ser Total absoluto antes de la aparición a la consciencia del hombre corpóreo como fenómeno de la materia-energía organizada por el Ser.
No obstante, la materia-energía en sus diferentes fenómenos o formas de manifestarse a los sentidos y a la consciencia son coexistentes, simultáneos e interdependiente con el Ser, pero el Ser es esencial, predominante y eterno.
Hay un solo Ser, que lo es todo.
La sensación que somos cuerpos con un espíritu o alma, o que somos espíritus singulares o alma con un cuerpo, son solo eso: sensaciones en la consciencia. En Realidad somos un solo Ser Total o Ser Totalidad, ilimitado, eterno, atemporal, que contiene y es contenido por el Ser Totalidad que somos.
Las partes materiales, temporales y metafísica, no existen como tales, sino como Totalidad y viceversa. Por lo tanto, es imposible la separación entre los elementos de la totalidad, como tampoco se pueden destruir los elementos que la constituye; por lo tanto, como la Totalidad somos eternos: y nacimiento, crecimiento y muerte, son solo pasos o fases, apariencias, fenómenos, metamorfosis metafísica o circunstancias de la existencia del Ser en la Totalidad.
El tiempo es el concepto de lo que aparentemente transcurre entre un estado de un fenómeno y otro estado de ese fenómeno, en el proceso de cambio en las características del Ser en la conciencia.
Si somos consciente del Ser Total, el tiempo es inexistente y es solo un recurso heurístico de la consciencia.
Es así que, con relación a lo temporal, un instante contiene lo eterno, y viceversa. Y al estar entrelazados cuánticamente lo que ocurre le ocurre al todo instantáneamente.
Alternativas de procesos temporales de las Infinitas posibilidades, pueden ser elegidos por la conciencia, aunque todo está realizado y unificado en la eternidad que contiene y es contenido en el instante.
Los cuerpos humanos son formas en que la energía-materia se organiza en nuestra consciencia guiado por el Ser.
Así, cuando mediante la transformación desaparece para los sentidos la situación que nos individualiza, pasamos a conformar y experimentar otras dimensiones del Ser Totalidad, dispersandose sin perder unidad e identidad tanto física como metafísicamente en el Ser totalidad.
La forma actual está incluida en la forma metafísica, y viceversa.
Como la Totalidad, somos energía, dado que la materia es sólo una forma de energía metafisica, y fundamentalmente Ser que todo lo organiza.
La organización básica de la energía son los elementos materiales más simples, que se manifiestan simultáneamente como campos, energía y materia; categorías que están solamente como fenómenos para el ser humano.
Es la consciencia del Ser Totalidad el que establece la naturaleza y el comportamiento tanto del átomo de hidrógeno, de sus partículas subatómicas, del ser humano, como del Cosmos.
Organizaciones fenoménicas más complejas de la energía son las denominadas materias orgánicas, cuya forma más básica está constituida por carbono, hidrógeno y oxígeno, combinada mediante procesos como la fotosíntesis por acción del fotón de la energía solar u otra fuente lumínica; y por el Ser que organiza para que el proceso y la combinación fisicoquímica sea siempre de esa manera y no de cualquier otra.
Es urgente la necesidad de pensar con un enfoque metafísico, sistémico y holístico para recuperar al Ser humano como Ser totalidad; pues al sistema ideológico socioeconómico neoliberal de mercado vigente globalmente, le conviene los individuos egoístas incomunicados y aislados e inconsciente, compitiendo a toda costa entre sí; dado que la cooperación y la solidaridad derrumba el sistema de mercado, que es solo uno e inadecuado de los infinitos sistemas económicos en que puede organizarse la sociedad humana.
El característico comportamiento del capitalismo, que es la acumulación, es una invención de los poderosos, quienes de esa manera se aseguran que la sociedad no disfrute el momento consumiendo los recursos naturales y los servicios ambientales de acuerdo a sus necesidades básicas; y de esa manera aseguran la disponibilidad para sí mismos en caso necesario, perjudicando a toda la humanidad presente y futura incluyendo a los mismos capitalistas.
El enfoque materialista y mecanicista que rige el pensamiento positivista sobre la realidad hasta la actualidad, ha reducido el pensamiento y por lo tanto la visión, aislando a los seres humanos de sí mismo, de sus semejantes y del Ser total.
Como decíamos, somos sistemas complejos, dotado de consciencia como la Totalidad; consciencia que también rigen las características y comportamiento de los elementos más simples como las partículas u ondas subatómicas y a las más complejas como el Cosmos; integramos un continuo en la Totalidad y por lo tanto, todo lo que nos pasa o hacemos, incluyendo el pensamiento, se transmite instantáneamente al Todo que Es y somos.
Lo que va, de una u otra forma, vuelve! Y viceversa. Y así, por acción y reacción todo se compensa y se unifica!
Así, somos conscientes que todo vibra; no solamente los llamados seres vivos, sino también los llamados por convención inorgánicos, sean materiales o energéticos.
Es un fluir permanente en sí mismo, simultáneo e instantáneo, y es aparente la demora en las manifestaciones a la consciencia, tanto de acción como de la reacción.
Es decir, de manera consciente o inconsciente estamos en continua interacción instantánea con nuestros semejantes y con el Cosmos; de forma tal que cualquiera de mis hechos o pensamientos influyen sobre mí y simultánea e instantáneamente sobre la Totalidad. Y viceversa, cualquier hecho producido en cualquier elemento de la totalidad influye en la Totalidad que contengo y me contiene.
La intensidad de la influencia consciente de nuestras acciones depende de la receptividad de la conciencia, de la apertura mental, de la calidad de la conexión y de la fuerza del estímulo.
Y de una u otra forma, instantáneamente, más tarde o temprano, consciente o inconscientemente (aunque el tiempo y el espacio son relativos: en el infinito, indeterminado, tiempo y espacio tienden a 0) la influencia llega a la Totalidad.
Las vibraciones energéticas, que dependen de los estímulos metafísicos de la conciencia, influyen en el comportamiento, y en nuestra situación psíquica y física, y en el entorno.
Somos seres absolutamente completos, pues somos la misma Totalidad plena.
Con el pensamiento podemos orientar, de acuerdo a las posibilidades naturales y de la praxis, las vibraciones energéticas internas y externas necesarias, para lograr determinados estados de situaciones en las relaciones internas como externas; para lograr la armonía sólo es necesario abandonarnos confiadamente, diluirnos mentalmente en el Ser Total que somos, permitiendo que el Ser Total nos inunde y nos repare o inundando con nuestro Ser a la Totalidad que también nos necesita; pues sólo en la y con la Totalidad somos plenos.
Como Seres totales, provistos de todo lo necesario para existir en sintonía con el Todo, es decir para ser plenos, debemos orientar nuestra voluntad para conocer y conocernos, y entregarnos relajadamente para vibrar en armonía con el Todo; es decir: Que la Totalidad vibre y se diluya en nosotros, y nosotros diluirnos vibrando en la Totalidad.
Y reiteramos que, nuestras apariencias corporales cambiantes, tal como aparecemos o aparentamos, y nos manifestamos a la consciencia como fenómenos del Ser total a los sentidos propios y ajenos, es sólo un síntoma o indicador de la existencia de nuestro Ser en la Totalidad y del Ser Totalidad en nosotros que tienen esencia metafísica en un sentido amplio no reduccionista, que se expresa fenoménicamente como energía-materia organizada en el sistema que denominamos cuerpo humano.
Conformamos una Totalidad consciente, continua, permanente, eterna e interactiva Dado que igual a otros sistemas del Cosmos: células, galaxias, una gota de
agua, átomo, una partícula subatómica, una nube, etc., conformamos en la consciencia una unidad metafísica y material, con un aparente límite definido, que más que límite es nexo a través del cual por estar entrelazados cuánticamente interactuamos instantáneamente, física y metafísicamente con otros sistemas abiertos; y dentro del cual podemos encontrar átomos que conforman subsistemas: moléculas, sustancias químicas, células, tejidos, órganos, que organizado por el Ser funcionan constituyendo sistemas como el cuerpo del ser humano.
Energía y materia son solo dos formas de manifestarse a la consciencia y comportarse de la misma entidad que integra el Ser.
Además de materia y energía, el ser humano es también y fundamentalmente un Ser que se interpreta sólo desde lo metafísico, es decir desde un pensamiento que trasciende el positivismo científico reduccionista.
La Totalidad infinita que somos es consciente e inteligente; dado que si el Ser humano es consciente e inteligente, esta capacidad como todas las que el Ser posee, proviene de la Totalidad que somos.
Así también, la consciencia de la Totalidad proviene de las conciencias individuales de todo el Cosmos de esencia material y metafisica en el sentido amplio no reduccionista.
Ser Totalidad rechaza el reduccionismo de todos los conceptos dualistas excluyentes, como: hombre/naturaleza, vida/muerte, materia/espíritu, positivo/negativo, yo/otro, lleno/vacío, noche/día, arriba/abajo, estático/dinámico, alto/bajo, rico/pobre, Ser/No Ser, malo/bueno, abstracto/concreto, absoluto/relativo, universal/particular, éxito/fracaso, felicidad/tristeza, falso/verdadero, etc.
El comportamiento del Universo de naturaleza metafísica cuántica, expresa en la consciencia el comportamiento del Ser Total.
El Universo, como el Ser, es dinámico y estático al mismo tiempo y no duales; pues, si el Universo se mueve con referencia a un punto fijo estático, como el Universo es infinito, todos los puntos del Universo es su centro que también se mueve alrededor de un centro estático, y por lo tanto el Universo es estático y dinámico a la vez; y todos los elementos del universo como la del Ser total, se encuentran simultáneamente tanto en el centro del universo, como en la periferia o en las infinitas ubicaciones posibles.
Todo gira y no gira, alrededor de todo.
El hombre constituye una entidad fenoménica que forma, y es formada, unidad continua con los infinitos entes de la Totalidad, del que constituye a su vez el inicio, parte y fin.
Por lo tanto, no tiene sentido, por ejemplo, el dualismo hombre/ambiente, pues ambas categorías son enfoques, aspectos o rasgos de la misma Totalidad.
La inteligencia sensorial, aunque aún muy limitada, solo nos permite a través de los fenómenos: ver, tocar, oír, oler, gustar y sentir la presencia de parte o aspectos de esa Totalidad que así se nos manifiesta, incluyendonos a nosotros mismos.
Nuestras limitaciones, debido a la negación y anulación cultural del instinto, sólo nos permite tener conciencia de una pequeñísima parte de lo que existe y ocurre en las 4 dimensiones que podemos experimentar: 3 dimensiones espaciales y una temporal, proyección de las infinitas dimensiones necesarias y existentes que intuimos.
El riesgo es que las culturas dominantes a través de los medios y de todos sus recursos, restringe cada vez más la manifestación del instinto, y llena la consciencia de "ruidos" o realidades inexistentes o funcionales a sus fines. Es decir, no solo reduce sino que modifica la Realidad.
Reiteramos, que la capacidad total de la consciencia está en la Totalidad que nos incluye y nuestras limitaciones es producto cultural de la permanente reducción positivista que nosotros mismos como elementos culturales hemos hecho de nuestras capacidades.
No obstante, los procesos en la Totalidad son siempre reversibles; es decir, aunque aparentemente aletargada, la capacidad total sigue existiendo en nosotros de manera inconsciente.
El positivismo ha construido mecanismos culturales que operando automáticamente en las sociedades, anulan en el inconsciente los instintos naturales del hombre y, generan en la conciencia apariencias y percepciones, que condicionan los modos de ser, promoviendo comportamientos funcionales al sistema social positivista imperante.
Es así que, a pesar de todos los avances del conocimiento científico, no entendemos casi nada de la Realidad, incluyendo el conocimiento de nosotros mismos, porque el paradigma es falso.
Con nuestra cosmovisión actual limitamos la capacidad de acceder con los sentidos e intuición, a otras dimensiones necesarias del Cosmos, además del espacio y el tiempo; y estamos inmersos en realidades que no podemos percibir, debido a nuestras limitaciones culturales, desinterés, y a los métodos de la ciencias físicas y sociales positivistas.
Como dichas Realidades ignoradas, no obstante, siguen operando, sentimos inquietudes de que algo falta o no funciona, generando profundas insatisfacciones y desanimos.
Desde la perspectiva Ser Totalidad analizaré algunas consecuencias conceptuales para el ser humano de esta cosmovisión:
¿Que es el espíritu?
Lo que denominamos espíritu, es el Ser metafísico que está en todo, eterno, libre, causa del Cosmos y su comportamiento, y también que en todo está el todo (cuál semilla). El Ser tiene la capacidad a trascender a los fenómenos que nos incluye.
Filosofar metafísicamente significa la búsqueda de la respuesta a esa pregunta, trascendente e individual.
¿Que y quien soy?
La sensación que somos cuerpos con un espíritu o alma o mente, o que somos espíritus singulares o alma con un cuerpo, son solo eso: sensaciones en la consciencia.
En Realidad somos un solo Ser Total o Ser Totalidad, ilimitado, eterno, atemporal, que contiene y es contenido por el Ser Totalidad que somos.
Entre el dicho y el hecho
Una vez pensado, reflexionado, y concluido sobre nuestra pertenencia al Ser Total que nos pertenece, y en consecuencia convencido de las formas adecuadas de sentir, pensar y actuar, es decir de las conductas en una nueva cultura, es aún difícil llevarlas a la práctica debido a que nuestra consciencia y cuerpo deben readaptarse, y eso lleva aparentemente tiempo y paciencia para que se manifieste a la conciencia, pero vale la pena intentarlo.
Se trata de emprender un cambio cultural de reconciliación con el Ser.
Experiencia en situaciones límites
En las circunstancias límites para la vida, al disminuir las interferencias sensoriales, es cuando normalmente aparecen en la consciencia con mayor lucidez los pensamientos, ideas y conceptos metafísicos; y surge claramente que somos parte consciente de una Realidad, que se presenta a cada uno según la experiencia, situación particular y puntual.
Modos de relación con el ambiente
La consciencia que conformamos unidad con el ambiente, y que como Ser integramos la Totalidad, resulta en una conducta que busca la armonía con nuestro entorno, con nosotros mismos y los demás.
Nuestros modos de ser con el entorno influyen instantáneamente sobre nosotros mismos, así si agredimos al ambiente, agredimos a los demás y a nosotros mismos; tendremos stress, dificultades psíquicas y fisiológicas para respirar, digerir, para relacionarnos y en general para la vida plena.
Sujeto y Objeto
Sujeto y objeto, son los mismos. Objetos y Sujetos tienen consciencia como la Totalidad; y toda acción tanto física como metafísica actúa, de diversas formas, instantáneamente sobre el Todo que nos incluye.
Cuando deseamos algo y confiamos, el deseo se satisface instantáneamente, la demora o no en percibir el resultado sólo es aparente y depende del estado de consciencia.
El hombre y la mujer
La existencia del hombre y la mujer en la Totalidad es un indicador significativo de la unidad y complementariedad del Ser, entre los fenómenos, entes y el Ser en la totalidad.
La experiencia de la complementariedad genera la necesidad de la consciencia del Ser Total.
La aparente separación sexual es para concientizarnos de la necesidad de la búsqueda del Ser Total y de la satisfacción experimentada al encontrar la plenitud de la vivencia del Ser Total.
Los problemas personales
Los problemas que experimentamos, son solo sensaciones en la consciencia de situaciones o circunstancias en la Totalidad que somos, y como tal debemos concebirlos, aceptarlos y vivenciarlos; es solo un proceso de la conciencia de la Totalidad en que siempre estamos en plenitud, porque la totalidad es plena y por lo tanto somos plenos.
El miedo
Es una sensación aparente, un sentimiento sin sentido que proviene de la inconsciencia de que somos Seres Totales plenos, ¿miedo de que?; la Consciencia puede y debe eliminar el miedo, y así evitar que actúe contra nosotros mismos al transmitirse cuánticamente al entorno y al Ser total.
Es importante cuidar y cuidarse, pero el miedo a lo conocido y a lo desconocido que se manifiesta: en la tensión de la seriedad y la tristeza, en pánicos, en la hipertensión, en las enfermedades físicas y psíquicas, en la acumulación y ostentación de la riqueza, en la agresión, en la violencia, en la enajenación, en la manipulación, en la envidia, prácticamente anulan las posibilidades conscientes de vivir en sintonía y armonía con uno mismo y con la Totalidad; por lo que, se quiera o no, la Totalidad va a actuar para restablecer el equilibrio en una situación diferente.
El nacimiento, crecimiento, la muerte
Constituyen sólo aspectos o fenómenos aparentes en la consciencia de la Totalidad; son momentos en el proceso continuo de la metamorfosis metafísica del Ser.
Los momentos para el nacimiento es dramático para la Madre quien es parte del proceso mismo, y más dramático para el Padre y toda la familia quienes no experimentan el proceso en forma física; y especialmente para el Bebé, quién pasa de un ambiente ideal de bienestar físico y metafísico pleno a otra situación totalmente diferente, y a la cual lugo rápidamente se adapta y a medida que crece comprende que el nacimiento es un paso en la vida del ser humano.
La metamorfosis metafísica, que en realidad es continua y permanente, en los fenómenos, procesos fenoménicos, y en el Ser; es dramático por problemas de consciencia.
Las preocupaciones
Las preocupaciones, son solo sensaciones que no tienen sentido; sólo se puede hacer lo mejor posible y aceptar en todo momento de acuerdo a la consciencia.
Dios
Dios en su sentido pleno no reduccionista religioso, es Ser totalidad en mí, Yo en Dios, Todo en mí, Yo en Todo, Todo en Dios, Dios en Todo.
Existe la reducción antropocéntrica de Dios a un Objeto, Sujeto o Concepto determinado; la búsqueda de Dios es la del Ser totalidad.
La memoria
Es muy importante para vivir plenamente la Totalidad, tener la memoria activa, traer a la conciencia todas las experiencias de vida.
La pérdida de la memoria, cual si fuese una máquina promovida por la modernidad, sólo conviene a los intereses capitalistas de la producción, que necesita de mano de obra y recursos naturales concentrada en la tarea actual, alienando la conciencia del ser humano.
De cualquier manera el Ser no pierde la memoria, las vivencias quedan en el inconsciente y la consciencia, desde donde actúa y rige nuestros modos de comportamiento.
Tiempo y espacio
Tiempo-espacio, en la Totalidad no tiene sentido, solo son conceptos que sirven a la conciencia como herramienta heurística para interpretar la Realidad.
Quien concibe pasado, presente y futuro, como coetáneos, ha logrado entender y vivir la plena realidad.
No hay bueno ni malo, hay diferentes
En la Realidad no existen seres buenos o malos, existen seres diferentes.
Centro del universo
En el infinito todas las partes es el centro. O sea que por ejemplo, el geocentrismo vuelve a tener significado lógico.
La Nada
En la perspectiva del Ser Totalidad, la Nada también constituye la Totalidad; El Caos y el Cosmos, la Nada y el Ser, son solo aspectos o apariencias coexistentes de la misma Realidad total.
El positivismo científico reduccionista y capitalista promueve interesadamente el gran temor a la Nada y lo "llena" de fetiches, con la consecuencia que genera más Nada para llenarlo con más fetiches.
Este es el drama de la humanidad causa de todos los conflictos.
Comportamiento Ético y Conducta
Ser Totalidad implica una actitud tranquila, serena, confiada en todas las circunstancias de la vida, con la certeza que el Ser Total que somos se ocupa de todo; sin apuros porque para el Ser no hay tiempo.
Y lo más importante es actuar siempre de acuerdo a la consciencia y no tanto la rapidez, la eficiencia o la eficacia, pues como el Ser Totalidad es eterno, se puede continuar siempre las acciones en otras dimensiones.
Lentitud y rapidez se igualan en la infinitud del Ser Total.
Con esta perspectiva no tiene sentido la frase "aprovecha que hay una sola vida y pronto seremos solo polvo", o "no hay otra", que implica competencias desleales con el prójimo, la acumulación de cosas, el stress, y el sinsentido de la desesperación de querer hacer y poseer todo ya en esta vida al considerar que la muerte es el final, cuando es solo una metamorfosis metafísica, un "nacimiento" a otro estado de la consciencia, a otra forma o dimensión de la Realidad.
Vivir en armonía con el Ser total, implica paciencia, con la certeza de que la Totalidad que conformamos se encarga que siempre, "tarde o temprano", las cosas sean como deben ser, lo entendamos o no, nos guste o no nos guste.
La única gran tarea que nos corresponde es el "conocerse a sí mismo" y por lo tanto a la Totalidad, y así responder adecuadamente a la singular naturaleza que cada uno debemos aceptar y valorar, a los estímulos espirituales para las acciones verdaderamente necesarias para lograr la armonía del Ser.
Cabe alertar que hay que comprender que esta actitud de paciencia desespera y exaspera a los demás, especialmente a los más alejados del conocimiento del Ser total.
Asimismo, es necesario considerar y comprender que el progreso espiritual genera una fuerza igual y contraria hacia las cosas que es necesario superar.
Las contradicciones
El concepto que denominamos contradicciones conforman unidades propias del Ser Totalidad; pues es y no es a la vez, sin contradicciones.
Pérdida de tiempo
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