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Cruces de realidades. La construcción inconciente de la realidad. La irrealidad de lo real (página 2)


Partes: 1, 2

En el capítulo VII de Lo inconciente, Freud[5] tratando de abordar la esquizofrenia va a desarrollar los conceptos de representación objeto, representación palabra y representación cosa. Dice que la representación objeto está formada por la representación palabra y la representación cosa. Para que haya representación objeto tiene que haber esas dos. La representación cosa no es el objeto determinado. Ahí es donde me quiero meter. Freud no lo aclara demasiado. Yo me lo explico desde Lacan de alguna forma. En alemán hay dos palabras para decir cosa, ding y sache. Sache tiene más relación con el objeto del conocimiento, está más cercano a lo que sería el objeto. En cambio ding está más relacionado a lo que es el noumeno kantiano, en el sentido de lo que no se puede conocer. De lo que en términos lacanianos definiríamos como real. Lo que plantea Freud es que el esquizofrénico trata a las palabras como cosas y yo lo que entiendo ahí es que el esquizofrénico carece de representación cosa. Entonces las palabras vuelan enloquecidas digamos, no tienen límites. La representación cosa la entiendo por el lado de la significación. La representación cosa, posibilita la significación. No el significado, sino la significación. En el sentido de una articulación significante, pero articulada en torno a un agujero real. Digo porque me parece que ahí a nivel de la representación cosa es donde opera la letra también, la letra como litoral entre simbólico y real. Que es justamente de lo que carece el esquizofrénico en ese punto. Lacan de hecho toma la cosa, que tiene un antecedente en El Proyecto de Psicología y que también está en el artículo este de Lo inconsciente, en el Seminario VII donde lee El Proyecto y toma esta idea de cosa para hablar de lo real. Entonces el dice respecto de la representación objeto, que no hay percepción que esté por fuera del leguaje. La representación cosa como real incluso es efecto del lenguaje, porque es un exceso, es efecto del leguaje pero por exceso, no porque esté adentro del lenguaje sino que está afuera pero no deja de ser un efecto del lenguaje. O sea, que el lenguaje produce un afuera de sí que designamos como real. Eso a nivel del Seminario VII, porque en el Seminario X cuando invente el objeto a, me parece que el objeto a viene en la línea de la cosa, lo que pasa que al objeto a lo tenemos que leer atravesado por los tres registros, entonces podríamos tener, la vertiente imaginaria del objeto a ligada a la representación objeto. La vertiente simbólica más ligada a la articulación significante y la vertiente real que puede estar funcionando ya sea como causa del deseo como vacío o como puro deshecho, como resto. Ayer estaba atendiendo una paciente, y pasó algo que me llamó la atención porque me pareció que era un momento de producción del objeto a bastante claro, porque esta mujer digamos que tiene una posición en la vida de andar cargando pesos pesados, desde sus padres, en adelante. Y habíamos tenido varias sesiones un tanto movidas, con una cosa querellante y discutidora. Entonces viene y plantea que está pensando si no tendría que abandonar el tratamiento porque teme ser una carga para mí. Estaba como entrando en una lógica especular, en el sentido de, o ella lleva la carga o la llevo yo. Entonces en un momento me pide ir al baño y se va  al baño; y cuando vuelve a mi se me ocurrió, claro, fue al baño a descargar, ni la lleva ella ni la llevo yo, se descarga produciendo un vacío. Y me pareció que era un buen ejemplo como para ver esta cuestión del deshecho, desprenderse del deshecho y que ahí se produzca el objeto a como causa del deseo.

Hago hincapié en esta cuestión de captar que lo exterior que puede ser también interior es real, incognoscible, masas en movimiento (Freud). No hay realidad exterior o interior que no sea fantasmática. Allí donde no hay fantasma la realidad se torna real, traumática.

En este punto Ansermet y Magistretti[6] se equivocan. Razonan como psicólogos del yo. Ponen el significado en el exterior, como anterior al significante que estaría en el interior, en eso dan vuelta la concepción lacaniana. Piensan que el significante es representante del significado exterior y que la fantasía se arma por asociación de significantes. La lógica de la cura que se desprende de este planteo no es otra que la que lleva a la eliminación del fantasma para poder responder "adecuadamente" al estímulo externo, solo que como decía antes si eliminamos el fantasma desaparece también la realidad, ya que ésta se torna una fuente infinita de múltiples estímulos caóticos. La eliminación del fantasma conduce al brote psicótico, al autismo, al fenómeno psicosomático o a algo peor.

En este punto terminan razonando como los cognitivos-conductuales, pensando que hay cogniciones correctas e incorrectas.

Como muestra de la cura que terminan proponiendo vale el siguiente párrafo, que representa claramente la lógica de su libro:

"De esta manera, podemos considerar que el trabajo psicoanalítico consiste en decodificar la realidad interna, incluyendo los procesos específicos de los estados somátios, es decir, refiriéndose fundamentalmente a la dimensión pulsional, a fin de acceder de forma directa a la realidad externa y abrir, así, la posibilidad de una acción liberada de las numerosas interferencias de las construcciones fantasmáticas." (Pag. 170).

Parte II

Tema: Se trabaja la construcción de la realidad cruzando conceptos de Freud, Lacan y el neurobiólogo Antonio Damasio.

2. Representaciones disposicionales

Para Damasio la mente está formada por el cerebro más su capacidad de representar internamente imágenes y de ordenarlas en un proceso denominado pensamiento. él plantea que pensamos en imágenes y que el cerebro no almacena imágenes como en un archivo sino que éstas se arman, se desarman y se vuelven a armar. La pregunta que se plantea es ¿cómo es que se vuelven a armar y no se disuelven definitivamente? Lo que estructuran a las imágenes son las representaciones disposicionales, que son circuitos neurológicos con cierta facilitación, para decirlo en términos freudianos. Estos circuitos no son fijos, van sufriendo modificaciones y están ubicados en el espacio existente entre los sectores del cerebro, conectando las cortezas tempranas sensoriales y motoras. Lo que las representaciones disposicionales tienen almacenado en su pequeña comunidad de sinapsis no es una imagen sino un medio de reconstituir la imagen. Es en la infancia y en la adolescencia donde se arman principalmente las representaciones disposicionales que dan lugar al conocimiento adquirido a diferencia del innato.

Podríamos pensar que las representaciones disposicionales son a las imágenes lo que la estructura formal del fantasma es a las fantasías concientes e inconcientes.

  

No estoy diciendo que sean lo mismo ni creo que se puedan superponer los conceptos sino que me interesa señalar la similitud de la relación entre los conceptos de Damasio por un lado y los de Lacan por el otro. Las representaciones disposicionales posibilitan la representación de imágenes y la estructura general del fantasma posibilita la producción de fantasías conscientes e inconscientes. Y prolongando un poco más la lógica del planteo, si a las fantasías las pensamos como articuladas en significantes y abajo ponemos como teníamos el fantasma queda el discurso del amo.

Bueno, lo que intento plantear, tal vez un poco forzadamente, es la relación que podría existir entre el discurso del amo y el ordenamiento del sistema nervioso con su producción de imágenes que Damasio llama "mente". El discurso del amo es el discurso fundamental, ordenador, en la producción del lazo social y es fundador del inconciente, por lo que podríamos pensar si el sistema nervioso no se ordena por el discurso vehiculizado principalmente por la madre a través de las zonas erógenas.

Para Damasio el lenguaje es posterior a la imagen, es una instancia de elaboración más fina y compleja, más rica. él lo piensa así porque piensa en individuos. Creo que nosotros le podemos agregar algo a esta concepción: si consideramos al lenguaje como transubjetivo y viniendo del Otro, podemos pensar que las imágenes están fabricadas a partir del encuentro entre lalengua materna, el cuerpo que la recibe y la respuesta de éste soportada en sus goce y su deseo. Hay que tener en cuenta que lalengua no funciona solo en forma de palabras. Como decía Freud en "El yo y el ello" las palabras tienen componentes acústicos, visuales y motores. Las cogniciones, las conductas y los afectos tienen que ser pensados en relación al campo de lalengua.

Atendí a una chica internada que llegó a la clínica con un diagnóstico de debilidad mental. Resulta que estaba viviendo en un colegio internado y el celador que trabajaba a la noche la ataba a la cama y la violaba. La madre estaba muy perseguida y daba un montón de recomendaciones respecto de que no se le acercara ningún hombre, estaba muy querellante y violenta. La chica me cuenta en la primera entrevista que su padre cuando era niña la manoseaba. La madre negaba que esto pudiera haber sucedido. Resulta que un día había tenido un episodio de excitación y la contuvieron, así que voy a verla a la habitación. Entro y la encuentro atada en la cama, fíjense el parecido de la escena con la de la supuesta violación. Cuando miro la mesa de luz veo un frasco que dice "Sex for men". Le pregunto de dónde salió y me dice que se lo trajo la madre. Se lo retiro diciéndole que no lo va a necesitar y cuando le pregunto por el frasco a la madre me contesta: "¿qué tiene que ver? Si mi hija no habla inglés y además no sabe leer". Ahí encontramos lalengua articulada en palabras en la madre, en significantes que funcionan inconcientemente. En la chica funciona en acciones, no está o apenas está articulado en palabras. La que había entregado sexualmente a la chica era su madre para evitar ella la demanda sexual del marido. Eso ella lo renegaba y se la pasaba denunciando a cuanto hombre podía. Un día en un juego de manos con un paciente varón, éste le pellizca un pecho y la madre fue a la comisaría a hacer una denuncia por abuso sexual.

En su descripción compleja del sistema nervioso y su relación con el cuerpo, Damasio, deja bien claro que no se trata de un sistema simple unidireccional. Distintas percepciones se dirigen a distintos lugares del cerebro sin integrarse en ninguno. No existe un punto central que organiza y decide. A su vez las distintas partes del cerebro se comunican entre sí y existen en las vías aferentes y eferentes bucles de proyecciones de anteacción y retroacción lo que hace que las vías perceptuales y sensitivas funcionen también como motoras y viceversa (algo parecido a las neuronas llaves freudianas pero más complejo).

Una pregunta para hacerse es ¿cómo llega un mecanismo tan complejo a adquirir una o varias modalidades de funcionamiento más o menos estables? Aquí los neurobiólogos ponen el acento en lo innato que funcionaría regido por el principio de supervivencia sobre lo cual se montaría lo adquirido por influencia ambiental. Pero siguiendo el planteo de Damasio la pregunta que se impone es ¿cómo se forman las representaciones disposicionales?

Aquí el psicoanálisis, sin negar lo innato (pensarlo también como precipitado transgeneracional de los goces, lo que se transmite genéticamente no es idéntico a lo que se recibió, producto de combinaciones con lo recibido de la cultura en sentido amplio) aporta la importancia de las experiencias de la primera infancia. La madre es el primer gran medio ambiente que enciende desde su deseo y sus goces a la criatura nacida prematuramente. Es fundamentalmente el imaginario de la madre (anudado a lo real y simbólico) lo que aportará los elementos básicos para la construcción del fantasma, podríamos decir con Damasio, la representación disposicional básica, a través de las estimulaciones repetitivas de las zonas erógenas de la criatura en las distintas actividades (alimentación, educación esfinteriana, higiene, caricias, habla, mirada,etc…). Este punto que hoy se piensa que está superado no lo está. La clave se halla en la sexualidad infantil, en la erótica relación de la madre y el bebé. Este punto es violentamente ignorado por los cognitivos. Las fijaciones pulsionales en las zonas erógenas organizan la dinámica psico-física del hablante. El punto que sería interesante investigar es cómo se articulan las zonas erogenizadas por lalengua materna con las representaciones disposicionales y los marcadores somáticos.

3. Lo parcial

Hay un punto que me parece importante en Damasio, lo llamaré "lo parcial". Dice así: "…debido al diseño del cerebro, el conocimiento de amplia base preciso depende de numerosos sistemas localizados en regiones del cerebro relativamente separadas, en lugar de hallarse en una única región. Una gran parte de este conocimiento se rememora en forma de imágenes en muchos lugares del cerebro y no en uno solo. Aunque tenemos la ilusión de que todo se reúne en un único escenario anatómico, evidencia reciente sugiere que no es así.  Probablemente, la simultaneidad relativa de actividad en distintos lugares conecta las partes separadas de la mente entre sí."

Con esto me animo a decir que Damasio plantea algo que podríamos denominar como  la castración en el cerebro, es decir, la imposibilidad de hacer una imagen global que subsuma a las demás, ni un sector independiente al que lleguen todas las señales y donde se decida. Encuentra en el cerebro algo análogo al funcionamiento pulsional, elementos parciales organizados en torno al agujero. No hay complementariedad entre las imagenes sino más bien superposición. Es éste agujero, el lugar donde los psicólogos imaginan al yo autónomo, el que nos permite pensar una articulación del deseo y el sujeto del inconciente con la neurobiología. Damasio no lo dice explícitamente, yo lo leo así. El sigue pensando que la subjetividad está dada por el yo que se reconstruye permanentemente.

Para complejizar más esto, Damasio dice que percibimos el ambiente por las modificaciones que produce en el yo (representaciones disposicionales) y que a su vez las señales procedentes del exterior son dobles. Por ej: cuando vemos sentimos que estamos viendo algo con nuestros ojos. Unas señales van del ojo al complejo somatosensorial y motor que representa dinámicamente a todo el cuerpo y el otro a la corteza visual, produciéndose así una suerte de escisión entre las representaciones del yo-cuerpo y el órgano. Aquí se presenta una tensión entre el goce del órgano, de la zona erógena y del yo. Tenemos allí el conflicto planteado por Freud entre la satisfacción real de la pulsión y la satisfacción del yo.

4. Espacio y Tiempo

Para Freud las representaciones forman el espacio, recordemos lo que decía poco tiempo antes de morir: "La espacialidad acaso sea la proyección del carácter extenso del aparato psíquico. Ninguna otra derivación es verosímil. En lugar de las condiciones a priori de Kant, nuestro aparato psíquico. Psique es extensa, nada sabe de eso."

Sin fantasma no hay representación espacial. Psique es extensa porque se extiende por fuera de la anatomía, no solo por dentro.

Veamos ahora lo que dice Damasio: "Las representaciones primordiales del cuerpo propiamente dicho en acción ofrecerían un armazón espacial y temporal, una métrica sobre la que se podrían apoyar otras representaciones. La representación de lo que ahora construimos como un espacio con tres dimensiones se engendraría en el cerebro, sobre la base de la anatomía del cuerpo y de las pautas de movimiento en el ambiente.

Dicen algo parecido. Para Freud el espacio es una extensión del aparato psíquico, una proyección de la superficie corporal erotizada por significantes que encuentra su límite en los agujeros-zonas erógenas. Estas son los bordes del fantasma con lo real, la letra, definida por Lacan como litoral entre real y simbólico. Damasio en principio lo piensa distinto, como proyección del sistema neural y la anatomía pero le agrega las pautas de movimiento del ambiente. A estas últimas las tenemos que pensar en un movimiento perpetuo de retroalimentación a través de las zonas erógenas alterando la anatomía.

Sigue A.D.: "Aunque existe una realidad externa, lo que sabemos de ella nos llegaría por medio del cuerpo propiamente dicho en acción, a través de las representaciones de sus perturbaciones."(p. 270). Lo externo produciría una perturbación (real) en la representación (simbólico-imaginario). Esto pondría a trabajar el bagaje simbólico del sujeto a fin de simbolizar el real produciendo una nueva representación.

 "Quizás sea más fructífero pensar que nuestro robusto sentido de integración mental se crea a partir de la acción concertada de sistemas a gran escala mediante conjuntos sincronizados de actividad neural en regiones separadas del cerebro, que en realidad es un truco de sincronización. Esto si la actividad tiene lugar en regiones cerebrales anatómicamente separadas, pero si lo hace aproximadamente dentro de la misma ventana temporal, todavía es posible conectar las partes situadas entre bastidores, por así decirlo, y crear la impresión de que todo ocurre en el mismo lugar." (p.118)

Todas estas parcialidades de las que hablábamos antes tienen que estar sincronizadas para que se arme la ilusión de que hay una integración. Así podríamos pensar que la psiquis es una conjunción simbólica-imaginaria del espacio-tiempo. El que agrega una cuestión fuerte es Lacan cuando trabaja los tiempos lógicos y lo que podríamos llamar el tiempo real1. Porque el tiempo real es el que produce el corte. Es el tiempo del acto analítico. La intervención en tiempo real va a ser la que produzca un cambio a nivel espacial. O sea va a producir cambio a nivel de la articulación del fantasma, va a desarmar el espacio. Si la intervención es acertada produce un momento de concluir el tiempo de comprender, desarmando la escena para producir una nueva, a diferencia de lo que decía Ansermet acerca de que había que deshacerse del fantasma. El psicoanálisis deshace el fantasma para armar uno nuevo, no para estar en lo real, no para instalarse en lo real. En ese sentido se podría pensar la clínica analítica como creadora de espacios nuevos.

El último punto que quiero abordar es el de la subjetividad. Damasio tiene la idea de que la subjetividad básicamente tiene que ver con la conciencia. Tendría que ver con las representaciones disposicionales del Yo. Pero en el último tramo del libro se pone a hablar de subjetividad en otros términos, que son más interesantes. Postula la hipótesis del Meta Yo. ¿Qué es el Meta Yo? Lo que él dice es que cuando llegan los estímulos externos producen una representación del objeto. Y que como planteaba Freud en El Proyecto, la representación del objeto nunca va  a coincidir con la representación de Yo. Freud decía casi nunca, pero es nunca. Entonces la representación del objeto no coincide con la del yo, perturba. Podríamos decir de alguna forma, se arma una representación real, porque perturba al Yo. Entonces acá no se produce la adaptación a la realidad, porque no es que el Yo desaparece y pasa a regir esta otra representación. Eso sería la adaptación a la realidad. Tampoco es que deshacemos lo nuevo y nos quedamos con el Yo, que sería un idealismo. Lo que Damasio plantea, y lo va a llamar Meta Yo, es que habría un tercer lugar donde habría un circuito neuronal que operaría desde el exterior de estos dos y que formaría imágenes del organismo recibiendo la perturbación y contestando a ella. Con lo cual armaría una representación nueva, una tercera representación. Que de alguna forma sería una producción. Respecto de qué pasa después él no entra mucho en detalle de esto porque son las últimas páginas del libro.

El dice que este meta Yo es subjetividad, dice que este meta Yo, son narraciones, él habla de narraciones no verbales, lo que dice es que no es lenguaje pero habla de narración por lo que nosotros sí podríamos relacionarlo a lalengua. El  dice que no son verbales porque a veces esto existe en los animales y que en los humanos estaría el lenguaje que armaría una subjetividad mucho más fina.

Lo interesante acá es como ante la perturbación de lo real la respuesta no es ni adaptativa ni se impone lo anterior. No ganan ni uno ni el otro sino que se produce algo nuevo, entonces ahí ya hay algo del orden de la destitución subjetiva si se quiere, desamar la subjetividad yoica para producir algo nuevo. Uno podría pensar que el sujeto del inconsciente alguna relación tiene con la hiancia que se produce entre lo que había antes y lo que hay después porque lo que yo supongo o pienso, porque Damasio no lo aclara, es que este meta yo después pasaría a ser el yo, que a su vez volverá a ser perturbado para producir un nuevo meta yo.

1 Ver Lacan, Jacques. Escritos 1. El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma. Allí el autor plantea una articulación entre el instante de ver, el tiempo de comprender y el momento de concluir.

 

 

Autor:

Alejandro del Carril

URL: www.alejandrodelcarrilpsicoanalista.blogspot.com

Psyche Navegante Nº 84 – www.psyche-navegante.com

[1] Kandel, Eric. En busca de la memoria. Katz.

[2] Damasio, Antonio. El error de Descartes. Drakontos.

[3] Freud, Sigmund. Proyecto de psicología para neurólogos. Obras completas. Tomo I. Amorrortu.

[4] Sacks, Oliver. Un antropólogo en marte. Anagrama

[5] Freud, Sigmund. Lo inconciente. Obras completas. Tomo XIV. Amorrortu.

[6] Magistretti, P.; Ansermett, F. A cada cual su cerebro. Katz.

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