- El estrés
- La soledad
- El matrimonio como ejemplo de compañía
- Exploren vivir en lugares que propicien la longevidad
- Okinawa
- Observen el ejemplo de las monjas de Mankato
- Mantén una actitud de optimismo en la vida
- La labor física
- En resumen
- Bibliografía
"Cuando uno lo piensa bien, es más difícil el envejecer con dignidad que el hacerse adinerado…" FEFL en Centenarios y Otros Temas.
"No ha de ser estimado dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida". Epicuro.
En muchas lecciones he hablado del tema de la vejez y muy recientemente describimos la importancia del Proyecto CALERIE para entender la longevidad del ser humano. (Véase mi artículo: La Longevidad y la Nueva Ciencia del Envejecimiento: Una Digresión Gastronómica).
Nuestros lectores tendrán, en esta oportunidad, la posibilidad, de examinar muchas opciones para envejecer mejor, como ya veremos.
Una de las máximas que de antes se consideraban axiomas en este respecto era que para vivir vidas largas, había que escoger buenos padres — considerando exclusivamente el valor de la herencia. Lo que no es totalmente acertado.
No todo está en los genes… Los factores genéticos pueden alterarse, como ya sabemos.
El estrés
No hay que temer el estrés. Es parte de la vida. Hay que vivir naturalmente. Gozar de las oportunidades, el aire libre, el sol, la brisa el ejercicio.
La nueva ciencia de la hormesis, de la que se habla en la susodicha lección, nos demuestra que los factores estresantes extienden la vida a muchos seres vivientes, incluyéndonos a nosotros, estimulando proteínas que reparan el daño celular.
Si alguien dice que el sol perjudica, no hay que tomarlo en exceso. Pero un estudio en Baltimore analizó los efectos de la radiación solar en 28,000 estibadores y encontraron que el índice de mortalidad entre ellos era menor que el de un grupo de control de 35,000 trabajadores de astilleros que no se exponían al sol y, por supuesto, a la radiación actínica.
Otros experimentos demuestran que dando de comer fragmentos de ADN a células humanas envejecidas en platos de cultivo, restauraba la juventud de estas células a un nivel imprevisto, porque las retornaba a períodos muy jóvenes.
CALERIE
Para personas de piel muy pálidas, el secreto es hacerlo pausadamente — no como lo hacen los turistas de países fríos — que viajan a las playas tropicales a calcinarse con el sol.
El ejercicio
El ejercicio forma parte de esta ecuación, ya que es pieza de los factores que reducen la fragilidad ósea — o la osteoporosis — asunto serio en la vejez y, a toda edad, para la mujer. (Véase aquí: Riesgos Asociados con las Dietas Restrictivas: La Osteoporosis entre Ellas en monografías.com).
La soledad
Somos seres sociables y requerimos la compañía de otros. La amistad de vecinos, compañeros de trabajo y aún animales domésticos ayudan, como tantos artículos en la psiquiatría geriátrica documentan.
El matrimonio como ejemplo de compañía
El factor más importante es el matrimonio durable o una relación con otra persona que actúe como equivalente de cónyuge. La primera evidencia la suministró en 1858 William Farr, padre de la ciencia de la demografía, quien reportó que viudos y viudas estaban a un riesgo mayor de morir más jóvenes que sus contemporáneos casados.
Estudios recientes involucrando números de personas mayores, demuestran que el matrimonio añade, en promedio, unos siete años de vida al hombre y dos a la mujer. Lo importante de este hallazgo es que es consistente para todas las causas de muerte, incluyendo toda clase de enfermedades, la muerte auto-inflicta o la accidental.
Aun si las cartas de la vida no te son favorables, el matrimonio más que compensa por lo que uno carece. Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Chicago ha encontrado que un hombre viejo, casado, sufriendo de problemas severos del corazón puede esperar subsistir cuatro años más de vida que un hombre soltero y en perfecto estado de salud. De similar manera, un hombre casado que fuma más de 20 cigarrillos al día, puede esperar vivir más tiempo que un divorciado que no fuma.
Piensen…
Otro estudio sugiere algo desagradable: Personas casadas que viven relaciones estables, mueren dentro de dos años, en promedio, de la muerte del otro — pero hay que recordar, que ya habían vivido vidas considerablemente más largas que sus homólogos. (Véase mi lección: El Amor como Paradigma de los Sentimientos Humanos en monografias.com).
¿Cuál es la explicación? Los mecanismos son variados y complejos. Entre ellos contamos los factores socioeconómicos, la provisión de servicios de salud, la distribución de información, el soporte emocional y otros elementos de índole fisiológicos y demográficos.
Por ejemplo, el contacto social puede estimular la respuesta del sistema inmune que protege el cerebro, conllevando a mayor capacidad de tolerar el estrés, a mejor salud, y a soslayar la depresión involutiva.
Personas que comparten entre sí, toleran mejor el estrés. (Véase: Why Zebras Don"t Get Ulcers por R. Sapolsky).
Un buen cónyuge, hijos y amigos queridos son esenciales para vivir 100.
Exploren vivir en lugares que propicien la longevidad
El mapa del mundo está punteado con lugares donde la longevidad abunda. Sitios donde el número de centenarios excede 10 en 10,000.
Envejecimiento encefálico
Pero, ¿por qué es así? Quizás porque los habitantes están predispuestos a la longevidad. No lo sabemos. Pero si es cierto que centenarios tienden a concentrarse en los mismos lugares.
Estudios en Saint Louis, y en Glasgow, soportan la idea de que vivir en vecindarios pobres acorta la vida por treinta años.
Lo que es mucho…
Aquí se encuentran en contraposición las fuerzas de los genes y del entorno. Pero hay más que aun no se explica científicamente.
Un factor puede estar determinado por un "espejo" demográfico. Personas que viven en proximidad tienden a los mismos hábitos, comidas malas y estilos de vida desfavorables, que acortan la duración de la vida.
Un grupo estudiado por su longevidad es el de los adventistas del Séptimo Día, cuyos locales en California reportan una vida más larga que la de la población en general. Su componente genético es diverso, pero su estilo de vida es muy similar. Lo que favorece, como explicación, la influencia del entorno.
Pero cuando pensamos en esta variable, nos damos cuenta de que es algo relativo.
Okinawa
La isla japonesa de Okinawa es el lugar donde se agrupan la mayoría de los centenarios en todo el mundo. Nosotros hemos hecho un sondeo personal de esta isla, invitados por OSHA, acompañados por una experta en nutrición y ejercicio, quien todo lo resume de esta manera sucinta: "Tenemos que considerar cuatro factores que son esenciales: Dieta, ejercicio, el factor psico-espiritual y el social". (Puede consultarse el libro The Okinawa Program, escrito por B. Willcox. Autor del Okinawa Centenarian Study).
Observen el ejemplo de las monjas de Mankato
Cómanlos con frecuencia y en abundancia
Este aspecto de nuestra lección se cubre en detalle en seis artículos míos que están disponibles en monografías.com
Aquí sólo revisamos los puntos más importantes:
1. Vive una vida tranquila, relajada y balanceada. La parte espiritual no es superflua en lo más mínimo.
2. Una copa de vino al día puede ser beneficiosa.
3. Duerme lo bastante y no hagas vida nocturna. No comas de noche, si puedes evitarlo — la alimentación nocturna es contraria a la estrategia de comer de nuestra especie, a menos que no seas bebé.
4. Observa las enseñanzas del China Study, ya referido en otras lecciones. Y no creas en los "estudios" que la industria chocolatera comisiona para pretender que el chocolate prolonga la vida. Éste último, en Okinawa, es prácticamente desconocido.
5. Goza de la actividad física y no olvides la intelectual. Esta actividad interfiere con la posibilidad de desarrollar la demencia.
Mantén una actitud de optimismo en la vida
Todos los estudios que, hasta ahora se han hecho, concurren en que quienes sonríen ante las adversidades de la vida, en turno tienen la misma respuesta en retorno de la misma vida. (Véase mi artículo: La Sonrisa de Dios, en monografías.com).
La explicación reside dentro del campo de la neurociencia. Todo resta en la interacción en el cerebro de ciertas hormonas y neurotransmisores — el cortisol y la hormona del estrés entre ellos — actuando en ciertas regiones del encéfalo. (Véanse mis artículos al respecto en monografías.com).
La meditación y el yoga, se han demostrado que ejercen efectos palmarios y mesurables que hoy conocemos como la "respuesta a la relajación".
Muchos programas hoy adaptan esta última para tratar una variedad de condiciones incluyendo insomnio, algunas depresiones e hipertensión.
Por supuesto, los niveles de cortisol de quienes son optimistas son más bajos.
Mantén una relación amistosa con tu médico de cabecera y con el dentista
Hay condiciones que son complicaciones "normales" del envejecimiento, incluyendo defectos en la vista y en la audición. También existen pruebas que alertan a ciertos cánceres, como el de la próstata.
No consideres debilidad, sino negligencia, ver al médico para tu chequeo anual.
Y, no olvides, la depresión, que no escapa a la persona mayor.
Finalmente, la anemia megaloblástica o anemia perniciosa puede simular cuadros con cambios severos de la personalidad. (Véanse mis ponencias al respecto en monografías.com).
Aprende a comer
Aquí debemos de hacer hincapié en el hecho de si quieres envejecer de manera saludable no podrás usar la comida como deporte o pasatiempo. (Véase mi ponencia: Comer y Saber Comer en monografías.com).
La lección para aprender es la siguiente: Que nuestra sociedad se ha habituado a comer más de lo esencial para sobrevivir. Y que lo se considera una ingesta modesta, es — en la gran mayoría de los casos — algo en exceso y por encima de lo necesario.
La falacia rancia de las tres comidas al día y el beneficio al niño del desayuno (escolar) — arma favorita de los dietistas y la colación más usada por los políticos de algunos países –– el nuestro entre estos, debe de ser ignorada, luego de ser entendida. (Véanse mis artículos al respecto en monografías.com.).
Analiza la "sabiduría" de quienes poco saben
Brevemente, el vetusto adagio reza: "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo".
En África donde viviéramos hace unos 50,000 años existía un problema de logística para aplicar este aforismo. Porque entonces no existían los dietistas, ni los miembros innecesarios y parasíticos de la nobleza, o los políticos — su equivalente encarnado.
Pero, tratemos de razonar con la Naturaleza
Vivíamos en chozas, no teníamos neveras, electricidad, despensas, o cocinas. La poca comida que usábamos no se llevaba dentro de nuestras casuchas para no invitar las alimañas.
Para el desayuno había que buscar qué comer. A menos que uno no fuera un bebé lactando.
¿Entonces cómo se desayuna como un rey? Se desayuna como un "rey" saliendo, en ayunas, para buscar algo que comer.
Hoy se desayuna con una mezcla de sustancias que hacen imposible para el niño beneficiarse del trabajo escolar. (Véanse al respecto los trabajos míos acerca de los de J. y R. Wurtmann, Dieta Depresión y los Ácidos Omega en monografias.com).
El almuerzo sería nuestra principal comida, la que teníamos que procurar en conjunto y vía el esfuerzo colectivo. Nunca pudiéramos comer si no saliéramos a buscar qué comer — tan sencillo era.
La labor física
En la búsqueda por alimento el trabajo era compartido y todos cooperaban. Para ello era imprescindible evitar la presencia de intérlopes.
Almorzábamos como "príncipes", bayas, frutas semi-podridas, uno que otro cabrito, un conejillo y los cangrejos y otros crustáceos que se toparan con nosotros.
Luego, era hora para el descanso, el chisme y — prepararnos para la noche tranquila — que comenzaba al caer el sol, si no era plenilunio.
¿La cena? ¡Sorpresa! No cenábamos. Porque comer de noche no era nuestro estilo de vida ni nuestra estrategia alimenticia. Era simplemente verboten…
"Comer de noche engorda"… solía decir mi abuela centenaria — quien sabía cómo comer y cómo no comer — y lo que dijera.
Para simplifícalo todo. Comer desproporcionadamente. Cantidades enormes de comidas atiborradas con grasas y azúcares es el camino real a una tumba temprana.
Comer escuetamente prolonga la vida.
Desarrolla algunos intereses, especialmente sociales e intelectuales
No te cuentes entre aquellas personas — como el ex-presidente norteamericano, Lyndon B. Johnson — quien admitiera públicamente nunca haber leído más que un solo libro, olvidando, de paso, el título del libro que leyera.
Hay tantas posibilidades que sería nimio listarlas en este espacio.
En resumen
La vida es un don que tenemos que apreciar y disfrutar. Nuestra existencia puede convertirse en un sendero largo y gozoso, colmado por los nuevos descubrimientos que hacemos durante cada etapa, como Erikson nos enseñara.
Nunca olvidemos las máximas de nuestros abuelos:
"Libras de más, años de menos" y "por la boca muere el pez".
¡Salud!
Fin de la lección.
Juan Ponce de León
Bibliografía
Larocca, FEF: Centenarios y Otros Temas en monografías.com
Larocca, FEF: Salud: Consejos para Vivir Cien Años en mailxmail.com
Larocca, FEF: La Longevidad y la Nueva Ciencia del Envejecimiento: Una Digresión Gastronómica en monografías.com
Larocca, FEF: Riesgos Asociados con las Dietas Restrictivas: La Osteoporosis entre Ellas en monografías.com
Larocca, FEF: El Amor como Paradigma de los Sentimientos Humanos en monografías.com
Larocca, FEF: La Sonrisa de Dios en monografías.com
Larocca, FEF: Comer y Saber Comer en monografías.com
Larocca, FEF: Dieta Depresión y los Ácidos Omega en monografías.com
Para más artículos relevantes a este tema: http://www.edu.red/cgi-bin/search.cgi?query=vejez%20larocca
Nueva Fuente de la Juventud
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca