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Calidad de vida de los estudiantes de posgrados, su impacto al recibir o no beca económica


    INTRODUCCIÓN

    En México, se están realizando esfuerzos para que las personas que deciden continuar con sus estudios a nivel de posgrado puedan realizar su trayectoria académica con más solvencia económica.

    El interés de ofrecer una mejor calidad provoca que los programas de posgrado, realicen un esfuerzo especial, en diversos aspectos, para tratar de obtener el reconocimiento del organismo principal gubernamental denominado Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) , el cual a su vez brinda el reconocimiento del Programa para el Fortalecimiento del Posgrado Nacional (PFPN), y recientemente Programas Nacionales de Posgrados de Calidad (PNPC), el cual se otorga a los programas de posgrados que cubren

    con los requisitos correspondientes. Una vez que se logra el reconocimiento para el programa, se diferencian de otros programas, por que se reconocen como programas reconocidos por ser parte del Padrón Nacional de Posgrado (PNP); uno de sus principales logros es que se otorgan apoyos de manutención mensual a los estudiantes que cubren los requisitos para ser inscritos en ellos. Estos requisitos pretenden seleccionar a los mejores candidatos con la visión de que si tienen buenos antecedentes de aprovechamiento escolar podrá con mayor facilidad concluir los estudios que pretenden. Pero esta posibilidad de concluir los estudios con un aprovechamiento escolar notable, está relacionado a la calidad de vida y al estatus económico en que se desenvuelve la persona desde su nacimiento. Es decir que al niño de condiciones humildes le costará un mayor esfuerzo, manifestarse como alumno regular en un grupo donde tiene compañeros con mejor solvencia económica y estructura familiar.

    Este esfuerzo de sobreponer sus condiciones iniciales de vida entre mexicanos, marcan su personalidad para todas las etapas de su vida, de tal forma, que cuando decide realizar un programa de posgrado, preferentemente buscará aquel programa que le permita una estabilidad económica, pero no necesariamente será la pauta económica, lo que permita que él/ella tengan una mejor o distinta calidad de vida. Ya que si ha sido un niño pudiente desde su nacimiento, los estímulos económicos no harán efecto especial en él, cuando decida la rama de su posgrado. Posiblemente le interesará que el programa de posgrado sea preferentemente de reconocida calidad, pero más importante para él será que lo que aprenda en ese nivel de estudios pueda aplicarlo directamente en la empresa en que labora, ya sea como trabajador o dueño de la misma, por lo que se pueden cumplir las siguientes condiciones que observamos en el siguiente gráfico:

    Gráfico1 .- Condiciones de vida desde el nacimiento de una persona.

    edu.red

    Fuente: Elaboración propia.

    En el Gráfico núm. 1 , observamos que una persona al lograr la edad adulta, tiene una alta posibilidad de realizar un posgrado, ya que superó la exclusión natural de las condiciones de vida con las que se produjo su nacimiento. Es decir de algún modo logró concluir una licenciatura y obtener el título correspondiente.

    Los requisitos para ingresar a un programa de posgrado, según se señala en la Revista Encuentro, la cual es una publicación periódica del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativos (CUCEA), "Como cada ciclo escolar, la Coordinación de Posgrado se prepara para hacer la promoción de sus programas para el ciclo escolar 2007 B, … cada programa, cuenta con un estricto y riguroso proceso de selección, algunos requisitos de ingreso son: estar titulados, un promedio mínimo de 80 en sus estudios precedentes, lecto-compresión del idioma inglés, realizar el examen CENEVAL 2 – EXANI II 3, entrevista con los miembros de la junta académica de cada programa, y los que marque la normativa vigente"

    No cumplir con el requisito del promedio o ser titulado lo deja fuera de la posibilidad de obtener una beca CONACYT así como de aspirar a ingresar en la Universidad de Guadalajara, quien a pesar de ser un organismo público que pretende apoyar a quienes menos tienen, debe de seguir una normativa estructurada buscando competir en calidad con los demás programas regionales y nacionales. Es decir la persona que por condiciones de su nacimiento tuvo una mayor necesidad en sus estudios de licenciatura y no logró un promedio de ochenta, escapa de toda posibilidad de ingresar a un programa de posgrado de la Universidad de Guadalajara.

    La anterior situación coloca a los aspirantes en igualdad de circunstancias, es decir deberá de cubrir el requisito de haber obtenido un promedio mínimo de ochenta y estar titulado de su licenciatura, para poder aspirar a un programa de posgrado que cuente con el apoyo CONACYT, o uno que no lo tiene.

    Sin embargo como observamos en el gráfico núm. 2, los requisitos para obtener un apoyo económico financiado por CONACYT, durante el programa de posgrado que pretenda cursar, presupone principalmente que el alumno haya superado la nota promedio de 80 ochenta en sus calificaciones de licenciatura o maestría, y que haya concluido con una licenciatura en la cual se haya titulado.

    Gráfico 2.- Condiciones de vida desde el nacimiento de una persona y condiciones PNP.

    edu.red

    Fuente: Elaboración propia.

    Como observamos en el gráfico anterior, las becas otorgadas no benefician en la mayoría de veces, a las personas de bajos recursos quienes difícilmente logran competir; con las situaciones preferenciales de unas personas con mayor solvencia económica. Considerando que la posibilidad de ingresar a un posgrado en la vida adulta, no se encuentra relacionado con las condiciones de vida del nacimiento, supondremos entonces que quien ingresa a cursar de posgrado, no está influenciado por la percepción económica que pueda recibir en la realización del mismo, por lo que su calidad de vida y sus condiciones de salud, se mantendrán similar a como ingresó, negando la creencia popula r de que un programa de posgrado, mejora la calidad de vida y más si se garantiza un ingreso fijo de apoyo de manutención.

    Metodología

    Entre los diversos métodos que existen para medir la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), utilizaremos el perfil de calidad de vida en enfermos crónicos (PECVEC), el cual a pesar de contar con un nombre que presupone una enfermedad, ha sido validado para ser utilizado en personas sanas. El contar con un software programa, además del instrumento de medición, nos permite visualizar estadística y gráficamente las variaciones de las mediciones de la calidad de vida, en sus diversas escalas como son: función física, bienestar físico, función psicológica, estado de ánimo positivo, estado de ánimo negativo (la suma de ambos estados es igual al bienestar psicológico), función social y bienestar social.

    Las condiciones económicas se ven reflejadas también en el tipo de salud que percibe un individuo, pero todo esto se encuentra inmerso en el sistema social en que se desenvuelve el individuo, así como lo señala la teoría de sistemas en el ámbito educativo.

    Existen infinidad de autores que referencian la definición de calidad de vida , donde podemos observar que las palabras, bienestar, satisfacción, felicidad, calidad y vida, son utilizados para expresar las circunstancias que dan lugar a la calidad de vida (Bobes, 1994).

    La real academia española, define el término bienestar como "estado del que está bien, sin padecimiento, con salud, energías, etc. Estado pasajero en el que uno se encuentra bien y a gusto". satisfacción es definido como "estado de ánimo experimentado con lo que satisface". El término felicidad se define como "situación del ser para quien las circunstancias de la vida son tales como las desea. Estado de ánimo circunstancial del que consigue algo que contribuye a esa situación". Calidad es definido como "propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie".

    Por último el término vida , es definido en una de sus múltiples acepciones como "modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con las que vive".

    Así como también calidad de vida es ligado al concepto de salud y nivel de salud , incluso al concepto de felicidad. "Salud es aquel estado de la vida basado en un relativo equilibrio psíquico y unas funciones orgánicas intactas que permite a las personas llevar a cabo objetivos propios o ajenos por medio de sus propias acciones"

    (Dubós, 1969). El " nivel de salud de cada persona, es algo tan individual como la vida misma, dependiendo fundamentalmente del potencial genético heredado de los padres, de cómo se ha desarrollado su organismo según su capacidad de adaptación al ambiente, y cuáles han sido los riesgos y peligros con que se ha encontrado en el medio que le ha tocado en suerte vivir. Ahora bien, creemos que la salud no es sólo una mera norma fisiológica, por lo que el estado de salud correspondiente, es también una capacidad del individuo para proyectar su futuro y llevar adelante su programa vital" (Hernández-Mejía, Fernández-López, Rancaño-García, 1999). Señala Bobes (1994), que Bech (1987) considera que el interés por la investigación en calidad de vida fue estimulado por Lyndon B. Jonson quien fue el Presidente de U.S.A. entre los años 1963 a 1969. En un mitin político realizado en el Madison Square Garden el 31 de Octubre de 1964, el presidente señaló "goals cannot be measured in the zise of our bank balance. They can only be masured in the quality of the lives that our people leads" haciendo referencia a que los objetivos políticos no debían ser medidos en términos económicos, sino en términos de calidad de vida o bienestar alcanzados por los ciudadanos. Sin embargo ya Galbraith (1958), había señalado la necesidad de medir los resultados del sistema de salud en términos de calidad de vida.

    La actitud de aprendizaje en el individuo según Erich Fromm (1990), permite alcanzar una conciencia clara de la inagotable necesidad de aprender en la vida. Se aprende de cualquier experiencia que la vida nos coloca, desde la más insignificante hasta la más trascendente. Es el conocimiento del conjunto de datos asimilados por las personas a través de su desarrollo y experiencia. La sabiduría es la capacidad de ser feliz a partir de lo que la vida nos enseña y el aprendizaje significativo ocasiona cambios en las actitudes y conductas de las personas. Los que están preparados para el cambio, tienen la capacidad de vivir y buscar nuevas experiencias, nuevos valores, nuevas actividades y estilos de vida, que sean congruentes con su forma de pensar y posibilidades.

    Para Smith-Palliser (2002), l a calidad de vida es un concepto que va más allá de lo físico ya que implica la aplicación de valores y una nueva forma de pensamiento. Se requiere también de una búsqueda continua en la vida del individuo. Desde épocas anteriores los poetas y filósofos intentaron definir, explicar, analizar lo que verdaderamente hace feliz al hombre. Porque el sentido de la felicidad no solamente se diferencia en cada persona, sino que cambia en cada etapa y momento de la vida de los individuos. Un juguete, viajes, amor, juventud eterna, dinero, son elementos que el hombre ha perseguido a lo largo de la historia. Asimismo, todos contribuyen para alcanzar plenitud que llaman felicidad; sin embargo, ésta es solo un instante fugaz que justifica nuestra propia existencia. La calidad de vida es muy semejante a la felicidad, pero mucho más duradera, cuyo logro depende de cada uno. Algunos autores, entre ellos Marías (1995), señalan que la expectativa o pretensión de felicidad define el nivel al que se plantea la cuestión, desde el punto de vista personal, la tensión que tiene cada vida en ese orden. La felicidad que podemos realmente tener es muy variable y depende de las circunstancias, del azar, de mil cosas; pero cada uno de nosotros tiene un grado de tensión hacia la felicidad. Esto determina la actitud ante la vida y tiene un carácter no solo individual, sino también colectivo. Cada forma de sociedad hace posible en un grado propio de pretensión, y con ello el acceso real a la felicidad. Sobre todo, la posibilidad de intentarlo. Con respecto a la forma de lograrlo algunos escritores como Keyes (1992), nos dan a conocer una serie de actitudes que nos pueden proporcionar una mayor felicidad, en un lenguaje común con la similitud de quien realiza un alimento al alma, para ser feliz se requiere realizar tres recetas: "Receta 1. Pide lo que quieras, pero no lo exijas; Receta 2. Acepta todo lo que te sucede, al menos por ahora; Receta 3. Da rienda suelta a tu amor, incluso si no consigues lo que quieres. Utiliza las tres recetas tanto como sea necesario".

    Sin embargo considera Cano (2002), que l a calidad de vida debe ser un estado positivo, desde varios puntos de vista es lograr estar en plenitud y poder funcionar al cien por ciento. Físicamente, significa encontrarse en las mejores condiciones, sano, fuerte y con la resistencia necesaria para enfrentar las enfermedades y poder sobreponerse rápidamente a ellas. Desde el punto de vista intelectual es poder disfrutar de lo que hace uno, asumiendo las responsabilidades y combatiendo las presiones que generan tensión y estrés. Desde el punto de vista emocional es mantenerse en paz. La persona que mantiene su calidad de vida es un individuo que se siente bien, que esta vigoroso y entusiasmado con la sonrisa de sentirse bien en todas sus dimensiones. El conocimiento de uno mismo se puede comprender como la conciencia que la persona tiene de sus necesidades reales de crecimiento y trascendencia. Por lo tanto mantener un nivel de energía suficiente, buena salud y el adecuado funcionamiento del organismo, garantizan al individuo su integración elemental del desarrollo físico, fisiológico, psicológico y espiritual. Una buena alimentación y un régimen ordenado de vida y trabajo pueden ser el complemento adecuado.

    Como expresan Hernández y Calderón (2004), los sistemas de apreciación de la salud individual o colectiva tienden a considerar a cada persona como un órgano o una entidad independiente y reactiva sólo en sí misma. Todos los sistemas ignoran las influencias de la enfermedad o del tratamiento sobre el desarrollo de las actividades diarias con la familia, los amigos, los compañeros o la comunidad. Sin embargo, mantener o restablecer la normalidad en estos elementos es propósito fundamental de los cuidados médicos. Por ellos, son varias las razones por las cuales la medición de la calidad de vida es una actividad importante tanto en la investigación orientada a la clínica como en la política sanitaria. La evaluación de la calidad de vida nos permite entre otros, ya que se considera un criterio más utilizado por los médicos en la toma de decisiones; como un medio para reforzar el papel del paciente en su propio proceso terapéutico (medicina centrada en el paciente); como un criterio para la evaluación de los servicios sanitarios y como un criterio para la asignación de recursos. Sobre este último criterio, en un nivel más global, la medición de la calidad de vida, permite la identificación de necesidades de cuidados que de otra manera permanecerían sin identificar y articular, en particular de terapias psicosociales y de intervenciones médicas.

    Los siguientes autores: Siegrist (1987); Testa, Anderson, Nackley y Hollenberg (1993) y Fernández-López, Siegrist, Hernández-Mejía, Broer y Cueto-Espinar (1997); indican que la calidad de vida comprende todo aquello que una persona pueda imaginar. A pesar de la relativa indefinición del término, existe un acuerdo entre los investigadores en cuanto a que el concepto ha de comprender, al menos, en lo relativo a los aspectos interrelacionados de la vida humana: físico, emocional y social. Se trata pues, de un constructo latente multidimensional, no observable directamente, que solamente puede deducirse de modo indirecto a través de indicadores.

    Otra serie de autores, Bradburn (1969), Dalkey y Rourke (1973), Andrews y Whitney (1976), Shin y Jhonson (1978), Bestuzhev (1980), Levi y Andresson (1980), Salomón (1980), Salía (1980), Najman y Levine (1981), Viney y Westbrook (1981), Horley (1984), Lawton (1984), Blanco-Abarca (1985), Van Dam (1986), Calman (1987), Jern (1987), McDowell y Newell (1987), Spitzer (1987), Torrance, (1987), Walter y Rosser (1987), Rapp (1988), Birdwood (1988), Chubon (1988), Goodinson y Singleton (1989), Colmes (1989), Baca (1990), Cuervo-Arango (1990), García (1991), Bobes (1991), García-Riaño e Ibáñez, (1992), y Ruiz-Ros (1992), han dado una definición de la calidad de vida, desde distintos puntos de vista. La definición con la cual más identificamos nuestro estudio, es la señalada por Hernández-Mejía R, Fernández-López JA, Rancaño- García I y Cueto-Espinar A (2001), "La calidad de vida está estrechamente relacionada con la sensación de salud y podría definirse como la capacidad de hacer las cosas que uno desea y alcanza y aquello que uno quiere. En otras palabras, sería la capacidad de la persona de desempeñar un papel en la sociedad y de disfrutar plenamente de ese papel como ciudadano, sea cual fuere su situación social".

    Para Frasure, Smith, Lesperance y Talajic (1993), en importantes investigaciones recientes en el campo de la medicina psicosocial y del comportamiento, se han demostrado los efectos adversos de una reducción de la calidad de vida sobre la salud cardiovascular. Especialmente sobre el riesgo de reestenosis después de un bypass coronario, aumentando el riesgo de reinfarto o de muerte cardiaca. No es éste el momento de extendernos más sobre estos extremos, sólo dar, a modo de ejemplo, el hecho de que la depresión sigue al infarto agudo de miocardio. Otros estudios recientes han documentado un incremento del doble al cuádruplo en la mortalidad de los pacientes deprimidos versus no deprimidos después de un infarto al miocardio agudo.

    Instrumentos genéricos para medir CVRS

    Existen diversos instrumentos para medir la calidad de vida relacionada con la salud, como lo señala Bobes (1994), por ejemplo el karnofsky perfomance status (Karnofsky 1949); The general health questionnaire (Goldeberg, 1970); Four single item indicators of Well- Being (Andrews, 1976); The nottinggham health profile (versión española de Alonso y cols, 1990); Listado de calidad de vida (Malm, May y Dencker, 1981); Escala de satisfacción con la vida (Baker e Intagliata, 1982); Cuestionario de calidad de vida (Oregon de Bigelow y cols, 1982); Entrevista de calidad de vida (Lehman, 1988); GHQ subescale for quality of life GHQ-Q/L (Bech, 1991); Cuestionario de calidad de vida (Ruiz y Baca 1991). Para citar algunos trabajos con los distintos cuestionarios para mediciones de calidad de vida sobre SF-36, podemos señalar (Alonso, Regidor, Barrio, Prieto, Rodríguez, De la Fuente, 2006), o un estudio comparativo entre el SF-36, el PLC y el FLZ (Goldbeck y Schmitz, 2001).

    Estudios de Calidad de Vida y Salud en estudiantes Universitarios

    Tres son las ventajas generales de estudiar a este colectivo según lo señala Steptoe y Wardle (1996), en primer lugar son un grupo poblacional accesible y homogéneo que se puede identificar y acceder con facilidad. Los estudiantes universitarios son, en segundo lugar, un grupo relativamente sano y saludable. En tercer lugar, los estudiantes universitarios ocupan una posición significativa en la vida pública y en determinados casos, los estudiantes de las ciencias de la salud, constituyen un grupo ejemplar como modelo saludable desde el punto de vista sanitario.

    Las ventajas de estudiar este colectivo conlleva como contrapartida una serie de limitaciones, siendo dos las principales: (a) Los estudiantes universitarios son un grupo de adultos jóvenes selectivos y privilegiados en cualquier país, por lo que no se debe esperar que constituya una población representativa como un todo. (b) los estudiantes de ciclos de formación superior suelen presentar un perfil más saludable y positivo de comportamiento de salud o de acciones relacionadas con la prevención de la enfermedad frente a otros grupos de adultos jóvenes.

    Extractos tomados de la Investigación La calidad de vida de los estudiantes de posgrado , (Sotomayor, 2002), muestra que el sentido de logro es uno de los motivadores más importantes que canalizan la energía física y emocional del ser humano para la consecución de sus objetivos. Se imprime un sello personal al trabajo y a la vida cuando se convierten en parte de lo elemental para trascender y una manera de ser muy auténtico.

    Un individuo maduro tiene la capacidad de alcanzar cuatro aspectos básicos:

    a) El equilibrio con uno mismo, b) El equilibrio con la familia, c) El equilibrio con el trabajo, d) El equilibrio con el mundo.

    El crecimiento en el ser humano debe ser integral tratando de alcanzar los siguientes espacios:

    a) Físico, b) Espiritual, c) Psicológico d) Influencia e intercambio, e) Conocimientos y Habilidades, f) Aprendizaje.

    Se pueden considerar los aspectos siguientes para mejorar la calidad de vida de las personas:

    a) Desarrollo integral del individuo, b) Valores humanos, c) Identidad Cultural, d) Responsabilidad Social, e) Bienestar Ecológico.

    La calidad de vida personal es una forma de vida que los individuos desean y se proponen, consiste en alcanzar un desarrollo integral de los aspectos físicos, mental, espiritual, económico y social, lo que permitirá un equilibro de la persona con la sociedad.

    Esquivel y Rojas (2004), en su investigación sobre Motivos de estudiantes de nuevo ingreso para estudiar un posgrado en educación señalan que Sánchez y Valdés (2003), mencionan tres grandes factores asociados con el desempeño del estudiante: 1) Los individuales, como el intelecto, los motivos, las emociones y los aspectos sociales; 2) Los factores asociados con la escuela, como el cuerpo docente, los programas etc., y 3) Los factores asociados con la familia, como son la posición socioeconómica, el nivel educativo de los padres, las expectativas de estos respecto de la educación de sus hijos, entre otros.

    De igual manera, Esquivel (2002), en su modelo conceptual de los factores que influyen en el desempeño escolar, se refiere a los factores internos como aquellos atribuidos al mismo estudiante y que lo caracterizan o definen (su capital cultural, sus características físicas, morales, cognitivas, personales, su locus de control, su motivación, sus atribuciones causales, sus hábitos de estudio, etc.) y a los factores externos como los sistemas sociales es decir, la familia (tipo y tamaño, ambiente familiar, características demográficas, nivel educativo, social y económico de los padres y los valores familiares, entre otros), la escuela (tipo de escuela, condiciones físicas y ambientales, profesores, asignaturas, etc.), y otros sistemas sociales como la iglesia, el grupo de coetáneos y los medios de comunicación, que influyen en el comportamiento en la escuela.

    Para Arredondo (2000), con respecto a la motivación de los estudiantes para inscribirse a un posgrado, menciona que su motivación principal es debida a la formación personal, la obtención de un grado académico, las mayores posibilidades de empleo y de mejor remuneración y el prestigio de la institución. Tres de las motivaciones se pueden clasificar como extrínsecas y relacionadas con las necesidades de seguridad, reconocimiento y autorrealización. En ninguno de los casos se menciona la necesidad de conocimiento o de logro intelectual.

    Menciona Soria (2000), que los motivos de la demanda de posgrado son entre otros la certificación, progreso en el escalafón, el aumento salarial (a los que considera como satisfactores humanos básicos), la carrera universitaria (Programa del profesorado de educación superior por sus siglas, PROMEP y el programa especifico de PROMEP; llamado SUPERA), los ascensos en la estructura de poder hacia la administración central, el desarrollo profesional, la oportunidad vocacional tardía, el desarrollo personal y el desempeño.

    En la investigación realizada por Ramos y Esquivel (2002), sobre motivos hacia la carrera de psicología de la universidad de Colima, en México, realizada con mujeres solteras aspirantes a la licenciatura en el ciclo escolar 2000-2001, se encontró que el motivo principal por el cual ingresan las estudiantes en la licenciatura es por autorrealización, es decir, por superación personal, seguido por motivos de seguridad, como obtener un trabajo y tener una mejor calidad de vida. En la investigación realizada por Esquivel y Arjona (2003), con estudiantes de nuevo ingreso en los posgrados, también se encontró que los motivos más importantes expresados por los estudiantes son de carácter intrínseco, tales como la autorrealización y el conocimiento.

    El modo de vida y el nivel de vida son dos áreas que deben estar presentes en la calidad como ser humano.

    Son tres puntos que el individuo debe buscar para alcanzar su destino o lugar en la vida: a) El autoconocimiento, b) El aprendizaje y c) Exigencia y disciplina. El autoconocimiento que se alcanza a través de la experiencia con una gran cantidad de vivencias, estableciendo relaciones interpersonales y grupales. El aprendizaje es la capacidad de experimentar, Interpretando el significado de la experiencia en la realidad de uno mismo, que nos permite enfocar nuevas metas con estrategias del conocimiento. La exigencia y la disciplina están condicionadas en base a los hábitos y las conductas del individuo. El entorno y el tiempo forjan actitudes que caracterizan a cada quien y también lo podemos definir como la libertar que tiene cada individuo para auto dirigir su camino propio.

    El significado de universidad evoluciona y cambia. Desde las primeras definiciones, "comunidad y ayuntamiento de gentes y cosas" (Covarrubias, 1611, citado por Martín de Riquer, 1943), hasta otras más recientes como "institución en que se enseña al estudiante a ser un hombre culto y un buen profesional" (Ortega y Gasset, 1916, Ortega y Gasset, 1930, Ortega y Gasset, 1933).

    Las universidades son, también, instituciones de vida cotidiana en los que las personas trabajan, se divierten, aprenden y viven. Además de satisfacer y cubrir el reto de formar profesionales y ciudadanos cultos capaces de configurar sociedades solidarias y de progreso, las universidades tienen un nuevo reto que afrontar; ser una entidad de vida que propicie comportamiento saludables y que redunde en la calidad de vida, no sólo del colectivo de los que viven y trabajan en la universidad sino de toda la sociedad en general. La idea no es nueva. Las instituciones de enseñanza superior se han comprometido desde hace tiempo en la promoción de la salud y del bienestar de los estudiantes (O´Donnell y Gray, 1993), (Peterken, 1996). Se propone que las universidades desde el modelo de promoción de la salud, pueden contribuir notablemente a la mejora y promoción de la salud y del bienestar de la población, ya que constituyen un marco idóneo de actividad laboral, social y cultural. La salud, desde una orientación salutogénica, también se crea y se vive en los contextos de la vida cotidiana de las personas (Antonovsky, 1996), (Raphael, Steinmetz, Renwick, Rootman, Brown, Sehdev, Phillips y Smith, 1999). El concepto, de universidad promotora de salud no implica sólo sentar los medios que conduzcan a una educación para la salud y a la promoción de la salud de los trabajadores y estudiantes, sino que conlleva también a integrar la salud y el bienestar en la cultura universitaria, en los procesos, y en el sistema universitario (Tsouros, 1998), (Tsouros, 2000).

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