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La Mujer del Coran


Partes: 1, 2

    Las leyes del Corán son para el hombre

    Sura ll – 286 versículos – La vaca

    23. Anuncia a los que creen y practican las buenas obras que tendrán por morada jardines regados por corrientes de agua. Cada vez que tomen algún alimento de los frutos de estos jardines, exclamarán: He aquí los frutos con que nos alimentábamos en otro tiempo; pero sólo tendrán apariencias. Allí hallarán mujeres exentas de toda mancha y allí permanecerán eternamente.

    96. Siguen lo que los demonios habían imaginado sobre el poder de Salomón; pero no fue Salomón el infiel, sino los demonios. Enseñan a los hombres la magia y la ciencia que había descendido de lo alto sobre los dos ángeles de Babel, Harut y Marut . Éstos no instruían a nadie en su arte sin decir: Somos la tentación, cuida de llegar a ser infiel. Los hombres aprendían de ellos los medios de sembrar la discordia entre el hombre y su mujer; pero los ángeles no hacían daño a nadie sin el permiso de Dios; sin embargo, los

    hombres aprendían lo que les era dañoso y no lo que podía serles útil, y sabían que el que había comprado este arte estaba desheredado de toda parte en la villa futura. Vil precio aquel por el cual se entregaron ellos mismos. ¡Ah! ¡si hubiesen sabido!

    173. ¡Oh creyentes! os está prescrita la pena del talión por el asesinato. Un hombre libre por un hombre libre, un esclavo por un esclavo, una mujer por una mujer. 72 Aquel a quien le sea aplazada esta pena (del talión) por su he rmano,73 debe ser tratado con humanidad, y se debe a su vez obrar generosamente respecto de aquel que le haya hecho el aplazamiento.

    183. Os está permitido acercaros a vuestras mujeres en esa noche del ayuno. Ellas son vuestro vestido y vosotros sois el suyo. 78 Dios sabe bien que os engañáis a vosotros mismos. 79 Ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ved a vuestras mujeres en el deseo de recoger los frutos que os están reservados. Os está permitido comer y beber hasta el momento en que podáis distinguir un hilo blanco de un hilo negro. A partir de este momento, observad estrictamente el ayuno hasta la noche. Durante este tiempo, no tengáis comercio alguno con vuestras mujeres; pasadlo más bien en actos de devoción en las mezquitas. Tales son los límites de Dios. 80 No os acerquéis a ellos por temor a trasponerlos. Así es como desenvuelve Dios sus signos 81 ante los hombres, a fin de que le teman.

    193. La peregrinación se hará en los meses que conocéis ya. 87 El que la emprenda debe abstenerse de mujeres, de las transgresiones de los preceptos y de las riñas. El bien que hagáis será conocido por Dios. Tomad provisiones para el viaje. Sin embargo, la mejor provisión es la piedad. Temedme, pues, ¡oh hombres dotados de sentido!

    220. No os caséis con las mujeres idólatras hasta que no hayan creído. Una esclava creyente vale más que una mujer libre idólatra, aun cuando ésta os guste más. No deis vuestras hijas a los idólatras, mientras no hayan creído. Un esclavo creyente vale más que un incrédulo libre, aun cuando os guste más.

    222. Te interrogarán sobre las reglas de las mujeres. Diles: Es un inconveniente. Separaos de vuestras esposas durante este tiempo y no os acerquéis a ellas hasta que estén purificadas. Cuando estén purificadas, vedlas, como Dios os lo ha ordenado. Él ama a los que se arre pienten, ama a los que procuran conservarse puros.

    223. Vuestras mujeres son vuestro campo. Id a vuestro campo cuando queráis; 99 pero haced antes algo en favor de vuestras almas. 100 Temed a Dios y sabed que algún día estaréis en su presencia. ¡Y tú, oh Mahoma!, anuncia a los creyentes felices nuevas.

    226. Los que se abstienen de sus mujeres tendrán un plazo de cuatro meses para reflexionar y no separarse a la ligera de sus mujeres. Si durante este tiempo vuelven a ellas, Dios es indulgente y misericordioso.

    228. Las mujeres repudiadas dejarán transcurrir el tiempo de tres menstruaciones antes de volver a casarse. No deben ocultar lo que Dios ha criado en su seno, si creen en Dios y en el día final. Es más equitativo que los maridos las vuelvan a tomar cuando están en este estado, si desean el bien. Las mujeres respecto de sus maridos y éstos respecto de sus mujeres deben conducirse honestamente. Los maridos son primero que sus mujeres. 102 Dios es poderoso y sabio.

    229. La repudiación puede hacerse dos veces. 103 Guardad vues tra mujer, tratadla honestamente, y si la despedís, despedidla con generosidad. No os está permitido apropiaros de lo que les habéis dado, a no ser que temáis no observar los límites de Dios (vivíendo con ellas). 104 Si teméis no observarlos, no resultará ningún pecado para ninguno de vosotros de todo cuanto haga la mujer para rescatarse. Tales son los límites impuestos por Dios. 105 No los traspongáis, porque el que traspone los límites de Dios es injusto.

    230. Si un marido repudia a su mujer tres veces, no le está permitido tomarla hasta tanto que ella se haya casado con otro marido y éste la haya a su vez repudiado. No resultará ningún pecado para ninguno de los dos, si se reconcilian, creyendo poder observar los limites de Dios. Tales son los límites que Dios pone claramente a los hombres que entienden.

    231. Cuando repudiéis a una mujer y sea llegado el momento de despedirla, guardadla tratándola honradamente, o despedidla con generosidad. No la reteng áis por fuerza para ejercer alguna in justicia con ella; el que obra así, obra contra sí mismo. No os burléis de las enseñanzas de Dios y acordaos de los beneficios de Dios, del Libro y de la sabiduría que ha hecho descender sobre vosotros, por medio de lo cual os hace advertencias.

    Temedle y sabed que lo conoce todo.

    232. Cuando repudiéis a vuestras mujeres y éstas hayan esperado el tiempo fijado, no les impidáis reanudar los lazos del matrimonio con sus maridos, si ambos esposos convienen en lo que cre en honrado. Este consejo se da a aquellos de vosotros que creen en Dios y en el día final: esto es más digno y más decente. 106 Dios lo sabe todo y vosotros no lo sabéis.

    233. Las madres repudiadas amamantarán a sus hijos dos años completos, si el padre quiere que el tiempo sea completo. El padre del niño está obligado a procurar alimento y vestidos a la mujer de una manera decente. Que nadie adquiera más obligacioanes de lo que sus facultades se lo permitan: que la madre no sea lesionada en sus intereses a causa de su hijo, ni el padre tampoco. El heredero del padre está obligado a los mismos deberes.

    Si los esposos quieren destetar al niño (antes del plazo) de voluntario acuerdo y después de mutua consulta, esto no implica ningún pecado. Si preferís poner a vuestros hijos nodriza, no hay ningún mal en ello, con tal que paguéis lo que hayáis prometido. Temed a Dios y sabed que lo ve todo.

    234. Si los que mueren dejan mujeres, éstas deben esperar cuatro meses y diez días.

    Pasado este término, no seréis responsables de la manera con que ellas dispongan honradamente de sí mismas. Dios está instruido de lo que hacéis.

    235. No habrá ningún mal en que hagáis francas proposiciones de matrimonio a esas mujeres, 107 o que tengáis la intención secreta en vuestros corazones. Dios sabe bien que vosotros lo pensaríais; mas no les hagáis promesas en secreto ni les dirijáis más que un lenguaje honesto.

    236. No decidáis lazos matrimoniales hasta que no haya prescrito el tiempo; sabed que Dios conoce lo que hay en vuestros corazones; sabed que es indulgente y misericordioso.

    237. No hay ningún pecado en repudiar a una mujer con la cual no hayáis cohabitado 108 o a la que no hayáis asignado dote. Dadles lo necesario (el hombre acomodado según sus facultades, el hombre pobre según las suyas) de una manera honrada cual conviene a los que practican el bien.

    238. Si repudiáis a una mujer antes de la cohabitación y después de la fijación de la dote, se reservará la mitad, a no ser que la mujer no desista (de su mitad), o bien el que con su mano ató el nudo del matrimonio no desista de todo. Desistir es más propio de la piedad.

    No olvidéis la generosidad en vuestras relaciones enue vosotros. Dios ve lo que hacéis.

    239. Observad con cuidado las horas de las plegarias y la plegaria del medio, 109 y elevaos a la plegaria penetrados de devoción.

    240. Si teméis algún peligro, podéis orar a pie o a caballo. Cuando estáis en toda seguridad, pensad de nuevo en Dios, pues os ha enseñado lo que no sabíais.

    241. Aquellos de vosotros que muráis dejando vuestras mujeres detrás, asignadles a éstas un legado destinado a su sustento durante un año y sin que se vean obligadas a dejar la casa. Si la dejasen ellas mismas, no podría resultar ningún pecado de la manera con que dispongan honradame nte de sí mismas. Dios es poderoso y sabio.

    242. Un pasar decoroso es debido a las mujeres repudiadas; éste es un deber a cargo de los que temen a Dios.

    282. ¡Oh, vosotros los que creéis! Cuando contraigáis una deuda pagadera en una época fija, ponedla por escrito. Que un escribano la ponga fielmente por escrito; que el escribano no se nie gue a escribir, según la ciencia que Dios le ha enseñado; que escriba y que el deudor dicte; que tema a su Señor y no quite la menor cosa de aquello. Si e l deudor no goza de sus facultades, si es de los débiles de este mundo o si no está en estado de dictar por sí mismo, que su patrón (o su amigo ) dicte fielmente por él. Llamad dos tes –

    tigos escogidos entre vosotros; si no halláis dos hombres, llamad a uno sólo y dos mujeres entre las personas hábiles para testimoniar, a fin de que, si una se olvida, pueda la otra recordar el hecho. Los testigos no deben negarse a hacer declaraciones siempre que a ellos sean requeridos. No desdeñéis poner por escrito una deuda, sea pequeña o grande, indicando el plazo del pago. Este procedimiento es más justo ante Dios, más acomodado al testimonio y más pro pio para desvanecer toda clase de dudas, a menos que

    la mercancia no esté allí en vuestra presencia y que no la paséis de mano en mano; entonces no podría haber pecado si no ponéis la transacción por escrito. Llamad testigos en vuestras transacciones y no violentéis ni al escribano ni al testigo; si lo hacéis, cometéis un crimen. Temed a Dios: él es el que os instruye y el que está instruido de todo.

    Sura lll – 200 versículos –la familia de Imran

    12. El amor a los placeres, tales como las mujeres, los niños, los tesoros de montones de oro y plata, los caballos con marcas impresas, 7 los rebaños, los campos, todo esto parece hermoso a los hombres; pero no son más que goces pasajeros de este mundo; el retiro hermoso está junto a Dios.

    13. Di: ¿Puedo anunciar a los que temen algo mejor? En su Señor hallarán jardines regados por corrientes de agua, donde permanecerán eternamente; mujeres exentas de toda marcha, y la satisfacción de Dios. Dios mira a sus servidores.

    32. El Señor hizo la mejor acogida a la mujer de Imrán ; ahora bien, él le había hecho producir una hermosa criatura. 17 Zacarías cuidó al niño; siempre que iba a visitar a María en su celdo, hallaba alimento cerca de ella.18 ¡Oh María! ¿De dónde ós proviene este alimento? -Me proviene de Dios, respondió ella, pues Dios sustenta abundantemente a los que quiere y no les cuenta los bocados.

    35. Señor, ¿de dónde vendrá ese hijo?, preguntó Zacarías; la vejez me ha alcanzado, y mi mujer es estéril. El ángel le respondió: Así es como Dios hace lo que quiere.

    37. Los ángeles dijeron a María: Dios te ha escogido, te ha dejado exenta de toda mancha, te ha elegido entre todas las mujeres del universo.

    54. A los que disputen contigo respecto de este punto, desde que has tenido conocimiento perfecto de él, respóndeles: Venid, llamemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras mujeres y a las vuestras, vengamos nosotros y vosotros, y luego conjuremos al Señor cada uno de nuestra parte y llamemos su maldición sobre los embusteros.

    193. Dios los escucha y les dice: No se perderá nínguna obra de ninguno de vosotros, ni hombre, ni mujer. Las mujeres han salido de los hombres.

    SURA IV

    LAS MUJERES

    175 versículos

    1. ¡Oh hombres! Temed a vuestro Señor que os ha creado a todos de un solo individuo; creó de él a su compañera, y luego, de estos dos seres, hizo salir tantos hombres y mujeres. Temed al Señor, en cuyo nombre os hacéis mutuas demandas, 1 y respetad las entrañas que os han llevado; en verdad, Dios os observa.

    3. Si teméis no ser equitativos respecto de los huérfanos, no os caséis, entre las mujeres que os gusten, más que con dos, tres o cuatro. Si teméis aún ser injustos, no os caséis más que con una sola o con una esclava. 2 Esta conducta os ayudará a no ser injustos. Asignad libremente a vuestras mujeres sus dotes, 3 y, si les place entregaros algo de grado, gozad de ello cómodamente y a vuestro antojo.

    8. Los hombres deben tener una porción de los bienes que dejen sus padres y madres y sus allegados; las mujeres deben tener también una porción de lo que dejen sus padres y madres y sus allegados. Que la herencia sea considerable o de poco valor, débeseles una porción determinada de ella.

    14. Ellas (las mujeres, vuestras esposas) tendrán la cuarta parte de lo que vosotros (sus maridos) dejéis, después de los legados que hayáis hecho y de pagadas las deudas, si no tenéis hijos, y si los tenéis, tendrán el octavo de la herencia , después de los legados hechos y las deudas pagada.

    19. Si vuestras mujeres cometen la acción infame,7 llamad cuatro testigos. Si sus testimonios concurren contra ellas, encerradlas en casa hasta que la muerte las lleve o hasta que Dios les procure algún medio de salvación.

    23. ¡Oh creyentes! No os está permitido constituiros en herederos de vuestras mujeres contra su gusto, ni impedirles que se casen (una vez que las habéis repudiado), a fin de arrebatarles una porción de lo que les habéis dado, a menos que no sean culpables de una manifiesta acción infame. Sed buenos en vuestro proceder respecto de ellas. Si entre vuestras mujeres hay alguna hacia la cual sintáis desafecto, os podría ocurrir que sintieseis desafecto por una cosa en la que Dios haya depositado un bien inmenso.

    24. Si deseáis cambiar una mujer por otra,9 y le habéis dado a alguna de ellas cien dineros, no le quitéis nada. ¿Desearíais arrancárselos cometiendo una injusticia y una iniquidad evidentes?

    25. ¿Y cómo querríais quitárselos, cuando uno y otro habéis estado íntimamente unidos y cuando vuestras mujeres han recibido vuestros juramentos solemnes?

    26. No os caséis con las mujeres que han sido esposas de vuestros padre s; es una indecencia, una abominación y una mala costumbre: de todos modos, dejad subsistir lo que está ya realizado.

    27. Os está prohibido casaros con vuestras madres, con vuestras hijas, con vuestras hermanas, con vuestras tías paternas o maternas, con vuestras sobrinas (hijas de vuestros hermanos o de vuestras hermanas), con vuestras nodrizas,10 con vuestras hermanas de leche, con las madres de vuestras mujeres, con las hijas confiadas a vuestra tutela y descendientes de mujeres con las cuales hayáis cohabitado. Mas si no habéis cohabitado con ellas, no hay ningún crimen en casarse. No os caséis tampoco con las hijas de

    vuestros hijos a quienes habéis engendrado, ni con dos hermanas. Si el hecho está realizado,11 Dios será indulgente y misericordioso.

    vuestras manos como esclavas: es la ley de Dios respecto de vosotros. Por lo demás, os está permitido ir más allá si deseáis emplear en ello vuestros bienes; pero viviendo siempre con reserva y sin entregaros a excesos. Dad a aquella con la cual hayáis cohabitado la dote prometida; esto es obligatorio. No hay ningún crimen en hacer convenciones, además de lo que prescribe la ley. Dios es sabio y prudente.

    29. El que no sea bastante rico para casarse con mujeres honradas 12 y creyentes, tomará esclavas creyentes, Dios conoce vuestra fe.13 Todos venís unos de otros (y de Adán, el padre común). No os caséis con las esclavas, más que con el permiso de sus amos.

    Dotadlas equitativamente. Que sean castas, que eviten los excesos y que no tengan amantes .

    30. Si después del matrimonio cometen adulterio, que se les aplique la mitad de la pena pronunciada contra las mujeres libres.15 Esta ley es establecida en favor del que teme pecar permaneciendo célibe. Mas si os abstenéis, esto sería más meritorio. Dios es indulgente y misericordioso.

    36. No codiciéis los bienes con que Dios os ha elevado los unos por encima de, los otros.

    Los hombres tendrán cada uno la parte que hayan ganado y las mujeres la porción que hayan ganado. A Dios es a quien pediréis sus dones. E1 tiene conocimiento de todo.

    38. Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales Dios ha elevado a éstos por encima de aquéllas, y porque los hombres emplean sus bienes en dotar a las mujeres. Las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas: conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, lo que Dios ha ordenado que se conserve intacto.18 Reprenderéis a aquellas cuya desobediencia temáis; las relegaréis en lechos aparte, las azotaréis; pero, tan pronto como ellas os obedezcan, no les busquéis camorra. Dios es elevado y grande.

    39. Si teméis una escisión entre los dos esposos, llamad a un árbitro de la familia del marido y a otro escogido de la mujer. Si los dos esposos desean la reconciliación, Dios los hará vivir en buena inteligencia, pues es sabio y lo conoce todo.

    40. Adorad a Dios y no le asociéis nada.19 Mostrad bondad a vuestros padres y madres, a vuestros parientes, a los huérfanos, a los pobres, a los clientes que os están unidos por la sangre y a los clientes extranjeros, a vuestro s compañeros, a los viajeros y a vuestros esclavos. Dios no ama al hombre presuntuoso y vanidoso.

    46. ¡Oh creyentes! No oréis cuando estáis ebrios; esperad a que podáis comprender las palabras que pronunciáis. No oréis cuando estáis sucios, esperad a que hayáis hecho vuestras abluciones, a no ser que estéis de viaje. Si estáis enfermos o de viaje, si acabáis de satisfacer vuestras necesidades naturales o si habéis tenido comercio con una mujer, frotaos el rostro y las manos con polvo a falta de agua.20 Dios es indulgente y rnísericordioso.

    60. Los que crean y obren el bien serán introducidos en los jardines regados por corrientes de agua; permanecerán allí eternamente; hallarán allí mujeres exentas de toda mancha y deliciosas sombras.

    77. ¿Y por qué no habéis de combatir en el sendero del Señor, cuando los débiles, las mujeres y los niños exclaman: Señor, sácanos de esta villa de habitantes opresores, envíanos un defensor de tu parte, danos un protector?

    100. Los débiles de entre los hombres, y las mujeres, y los niños, incapaces de imaginar una astucia para sustraerse a la infidelidad, ni de dirigirse en su camino, ésos obtendrán tal vez el perdón de Dios, que es indulgente y misericordioso.

    123. Hombres y mujeres, los que practiquen las buenas obras y sean al mismo tiempo creyentes, entrarán en el paraíso y no serán defraudados en la más pequeña brizna de recompensa

    126. Te consultarán respecto de las mujeres. Diles: Dios os ha instruido respecto a este punto; se os lee en el Libro (el Corán) preceptos relativos a los huérfanos, a quienes no dais lo que se ha prescrito y con quienes os negáis a casaros.42 Os instruye respecto a los niños débiles;43 os prescribe que obréis con toda equidad con los huérfanos. No haréis ninguna buena acción que sea desconocida de Dios.

    127. Si una mujer teme la violencia de su marido o su aversión por ella no hay mal en arreglarse;44 la paz es un gran bien. Las almas de los hombres están entregadas a la avaricia; si sois benévolos, si teméis a Dios, él tendrá noticia de vuestras acciones.

    128. Jamás podréis tratar igualmente a todas vuestras mujeres, aunque lo deseareis ardientemente . Guardaos, pues, de seguir enteramente la pendiente y de dejar a alguna como en suspenso;45 pero si sois generosos y teméis a Dios, es indulgente y misericordioso.

    SURA V

    LA MESA

    9. Purificaos des pués de la cohabitación con vuestras esposas; pero cuando estéis enfermos o de viaje, cuando acabéis de satisfacer vuestras necesidades naturales y cuando hayáis tenido comercio con una mujer, si no halláis agua, frotaos el rostro y las manos con arena fina y pura.14 Dios no quiere imponeros ninguna carga; pero quiere haceros puros y llevar al colmo sus beneficios, a fin de que estéis agradecidos.

    140. Dicen: El más pequeño de tales animales será lícito para nuestros hijos varones; estará prohibido a nuestras mujeres. Pero, si el feto es abortado, están todos en compañía comiéndolo. Dios les recompensará por sus distinciones. Es sabio y prudente.

    SURA VII

    EL ARAF 1

    205 versículos

    79. ¿Ábusaréis de los hombres en lugar de las mujeres para aplacar vuestros apetitos carnales? En verdad, sois un pueblo entregado a los excesos.

    SURA VIII

    EL BOTÍN

    Dado en Medina. – 76 versículos

    En nombre del Dios clemente y misericordioso

    81. Salvamos a Loth y a su familia, excepto a su mujer, que se quedó atrás.

    SURA lX

    LA INMUNIDAD O EL ARREPENTIMIENTO 1

    Dado en Medina. – 130 versículos

    En nombre del Dios clemente y misericordioso

    24. Si vuestros padres y vuestros hijos, vuestros hermanos y vuestras mujeres, vuestros parientes y los bienes que habéis adquirido, y el comercio cuya ruina teméis, y las habitaciones en que os solazáis, os son más queridos que Dios, su apóstol y la guerra santa, esperad a ver que Dios venga en persona a realizar su obra. Dios no dirige a los malvados

    69- Dios amenaza con el fuego de la gehena a los hipócritas, hombres y mujeres, y a los infieles; ellos permanecerán allí eternamente. Es la parte que les está destinada. Dios les ha maldecido y les está reservado un suplicio incesante.

    72. Los creyentes, hombres y mujeres, son amigos unos de otros; se recomiendan mutuamente el bien y se prohíben mutuamente el mal; observan la oración y hacen limosna; obedecen a Dios y a su apóstol. Dios tendrá piedad de ellos, pues Dios es poderoso y prudente.

    73. Dios ha prometido a los creyentes, hombres y mujeres, los jardines regados por corrientes de agua; permanecerán allí eternamente; les ha prometido habitaciones encantadoras en los jardines del edén. La satisfacción de Dios es algo ma yor aún; es una dicha inmensa.

    74. Su mujer (la mujer de Loth) se mantenía allí de pie y se puso a reír.16 Nosotros le anunciamos a Isaac, y después de Isaac a Jacob.

    83. ¡Oh Loth, le dijeron los extranjeros, somos los enviados de tu Señor, ellos no te tocarán. Sal con tu familia esta misma noche, pero que ninguno de vosotros se vuelva para mirar atrás. Sólo nu mujer lo hará; el castigo que les sorprenderá (a los culpables) caerá también sobre ella. Ese de que están amenazados se realizará antes de mañana.

    Mañana no está lejos.

    SURA X

    JONÁS

    109 versículos

    En nombre del Dios clemente y misericordioso

    74. Su mujer (la mujer de Loth) se mantenía allí de pie y se puso a reír.16 Nosotros le anunciamos a Isaac, y después de Isaac a Jacob.

    83. ¡Oh Loth, le dijeron los extranjeros, somos los enviados de tu Señor, ellos no te tocarán. Sal con tu familia esta misma noche, pero que ninguno de vosotros se vuelva para mirar atrás. Sólo nu mujer lo hará; el castigo que les sorprenderá (a los culpables) caerá también sobre ella. Ese de que están amenazados se realizará antes de mañana.

    Mañana no está lejos.

    SURA XI

    HUD 1

    Dado en la Meca. – 123 versículos

    En nombre del Díos clemente y misericordioso

    74. Su mujer (la mujer de Loth) se mantenía allí de pie y se puso a reír.16 Nosotros le anunciamos a Isaac, y después de Isaac a Jacob.anunciamos a Isaac, y después de Isaac a Jacob.

    83. ¡Oh Loth, le dijeron los extranjeros, somos los enviados de tu Señor, ellos no te tocarán. Sal con tu familia esta misma noche, pero que ninguno de vosotros se vuelva para mirar atrás. Sólo nu mujer lo hará; el castigo que les sorprenderá (a los culpables) caerá también sobre ella. Ese de que están amenazados se realizará antes de mañana.

    Mañana no está lejos.

    SURA XII

    JOSÉ

    Dado en la Meca. – 111 versículos

    En nombre del Dios clemente y misericordioso

    21. El que lo compró (fue un egipcio) dijo a su mujer:8 Dí una hospitalidad generosa; puede sernos útil algún día, o bien lo adoptaremos como hijo nuestro. Así es como hemos establecido a José en aquel país; le enseñamos la interpretación de los acontecintientos.

    Dios es poderoso en sus obras; pero la mayor parte de los hombres no lo saben.

    23. La mujer en cuya casa se hallaba, concibió una pasión por él; cerró todas las puertas de la habitación9 y le dijo: Ven aquí. -¡Dios me preserve de tal!, respondió José. Mi amo me ha dado una generosa hospitalidad. Los malvados no prosperan.

    25. Entonces ambos corrieron hacia la puerta, él para huir, ella para retenerle , y la mujer rasgó la túnica de José por detrás. Ambos encuentran en la puerta al amo de ella (a su marido). ¿Qué merece, dijo la mujer, el que ha concebido intenciones culpables respecto de tu mujer, sino la prisión o un castigo terrible?

    26. -Es ella, dijo José, que me ha solicitado para el mal. Entonces un pariente de la mujer dio testimonio contra ella, diciendo: Si tu túnica está rasgada por delante, es la mujer la que dice la verdad y José es un embustero.

    27. Pero si está rasgada por detrás, es la mujer quien ha mentido y José habrá dicho verdad.

    28. El marido examinó la túnica, y vio que estaba rasgada por detrás. -¡He aquí vuestra falsedad!, dijo el marido. Y ¡en verdad, son grandes vuestros engaños!

    29. ¡Oh José! No te preocupes ya de este asunto,10 y tú, ¡mujer!, pide perdón por tu falta, pues has pecado.

    30. Las mujeres de la villa se contaban la aventura, diciendo: La mujer del Aziz11 ha puesto sus miras en un joven, que la ha puesto loca por él. ¡Juzgamos que ésta es una manifiesta falsa vía!

    31. Cuando la mujer del Aziz oyó estas palabras, envió invitaciones a aquellas mujeres, preparó un banquete y le dio a cada cual un cuchillo; luego ordenó a José comparecer.

    Tan pronto como ellas lo vieron, se extasiaron ante él y se cortaban los dedos por ditracción,12 exdamando: ¡Dios nos guarde! No es una criatura humana, es un angel arrebatador.

    32. -He aquí, les dijo la mujer del Aziz, al que ha ocasionado vuestras censuras. He querido hacerle ceder a mis deseos; pero él desea permanecer casto; si en lo venidero no hace lo que yo le ordene, será metido en un calabozo y figurará entre los más miserables.

    33. -¡Señor!, exclamó José, la cárcel es preferible al crimen a que me invitan estas mujeres, y si no alejas de mí sus artificios, cederé a mi inclina ción por ellas y seré del número de los insensatos.

    50. Entonces el rey dijo: Traedme a ese hombre. Cuando el mensajero fue a buscar a José, éste le dijo: Vuelve cerca de tu amo y pregúntale lo que querían hacer aquellas mujeres que se cortaban los dedos. Mi Señor (Dios) conoce perfectamente sus maquinaciones.

    51. Entonces el rey preguntó a aquellas mujeres: ¿Qué significaban aquellás instancias para hacer que José cediese a vuestros deseos? -¡Dios nos guarde!, respondieron ellas; él no se ha hecho culpable de ningún pecado que nosotras sepamos. Y la mujer del Aziz (del gobernador del Egipto) añadió: Ahora está bien establecida la verdad; yo soy la que había solicitado a José para el mal; él ha dicho siempre la verdad.

    SURA XV

    HEDJR 1

    Dado en la Meca. – 99 versículos

    60. Salvo a su mujer, a quien hemos destinado a quedar atrás.

    SURA XVI

    LA ABEJA Dado en la Meca. – 128 versículos

    94. No os parezcáis a aquella mujer que deshizo el hilo que había torcido sólidamente; no hagáis entre vosotros juramentos pérfidos porque veáis que una tropa de entre vosotros parece ser más numerosa que otra.25 Dios procura probaros respecto a este punto; pero en el día de la resurrección os recordará el objeto de vuestras diferencias

    99. Todo el que hace un buena acción y que es al mismo tiempo creyente, que sea hombre o mujer, le concederemos una vida feliz y le concederemos la más hermosa recompensa digna de sus obras

    SURA XXI

    LOS PROFETAS 1

    Dado en la Meca. – 112 versículos

    5. Temo a los míos3 que me sucederán. Mi mujer es estéril; dame un heredero que venga de ti.

    20. ¿Cómo, respondió ella, voy a tener yo un hijo? Ningún hombre se ha acercado a mí, y yo no soy una mujer disoluta.

    29. ¡Oh hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malvado ni tu madre una mujer disoluta

    30. Maria les mostró el niño con el dedo, a fin de que lo interrogasen. ¿Cómo, dijeron, hablaremos a un niño en la cuna?

    90. Le escuchamos y le dimos a Yahia (Juan) e hicimos a su mujer capaz de engendrar.

    Ellos competían en buenas obras, nos invocaban con amor y con temor y se humillaban ante nosotros

    SURA XXII

    LA PEREGRINACIÓN DE LA MECA

    Dado en la Meca. – 78 versículo

    2. El día en que lo veáis, la nodriza dejará caer el níño a quien amamanta y toda mujer embarazada abortará, y verás a los hombres ebrios; pero lo que les aturdirá es el terrible castigo de Dios

    SURA XXIII

    LOS CREYENTES

    Dado en la Meca. – 118 versículos

    6. Y que limitan sus goces a sus mujeres y a las esclavas que les ha procurado su mano diestra;1 en este caso no son de vituperar.

    SURA XXIV

    LA LUZ 1

    Dado en Medina. – 64 versículos

    2. Aplicaréis al hombre o a la mujer adúlteros cien latigazos a cada uno. Que la compasión no os contenga en el cumplimiento de este precepto de Dios, si creéis en Dios y en el día final. Que el suplicio tenga lugar en presencia de un cierto número de creyentes.

    3. Un hombre adúltero no debe casarse más que con una mujér adúltera o con una idólatra, y una mujer adúltera no debe casarse más que con un hombre adúltero o con una idólatra. Estas alianzas están prohibidas a los creyentes.

    4. Los que hacen acusaciones contra mujeres honradas, sin poder presentar cuatro testigos, serán castigados con ochenta latigazos; por lo demás, no admitiréis jamás su testimonio en nada, porque son malvados;

    6. Los que acusen a sus mujeres y no puedan presentar testigos, jurarán cuatro veces ante Dios que dicen la verdad,

    8. No se aplicará ninguna pena a la mujer, si jura cuatro veces ante Dios que no ha mentido,

    23. Los que acusan a las mujeres honradas, a las mujeres creyentes, cuando éstas, tranquila la conciencia, no se preocupan de las apariencias, ésos serán malditos en este mundo y en el otro; sufrirán un castigo terrible

    26. Las mujeres impúdicas son hechas para los hombres impúdicos y los hombres impúdicos son hechos para las mujeres impúdicas; las mujeres virtuosas para los hombres virtuosos y los hombres virtuosos para las mujeres virtuosas. Serán lavados de los dichos calumniosos; la indulgencia de Dios es para ellos, así como magníficos donativos.

    31. Manda a las mujeres que creen que humillen sus miradas y que observen la continencia, que no dejen ver de sus adornos más que lo que está en el exterior,8 que cubran sus senos con un velo, que no dejen ver sus encantos más que a sus maridos o a sus padres o a los padres de sus maridos, a sus hermanos o a los hijos de sus hermanos, a los hijos de sus hermanas o a las mujeres de éstos o a sus esclavos o a los criados varones que no necesitan mujeres o a los niños que no distinguen todavía las partes sexuales de

    una mujer. Que las mujeres no agiten los pies de manera que dejen ver sus encantos ocultos. Volved vuestros corazones hacia Dios, a fin de que seáis felices.

    32. Casad a los que no están aún casados, a vestros criados pro bos con vuestras criadas; si son pobres, Dios los hará ricos con el tesoro de su gracia, pues Dios es inmenso, lo sabe todo.

    33. Que los que no pueden hallar un partido a causa de su pobreza, vivan en la continencia hasta que Dios les haya enriquecido con su favor. Si alguno de vuestros esclavos os pide su libertad por escrito, dádsela si lo juzgáis digno de ella. Dadles algunos de esos bienes que Dios os ha concedido. No obliguéis a vuestras criadas a prostituirse para procuraros bienes pasajeros de este mundo, si desean conservar su pudor.

    Si alguien las forzase, Dios las perdonaría a causa de la violencia; es indulgente y compasivo.

    56. ¿Tendréis por concupiscencia carnal comercio con hombres más bien que con mujeres? Estáis en el extravío.

    58. Salvamos a la familia de Loth, a excepción de su mujer, a quien habíamos destinado para estar entre los que se quedaban detrás.

    SURA XXV

    ALFORKAN 1 O DISTINCION

    Dado en la Meca. – 77 versículos

    SURA XXVI

    LOS POETAS 1

    Dado en la Meca. – 228 versícu

    166. Abandonando a las mujeres que Dios ha creado para vosotros? En verdad, sois un pueblo transgresor

    SURA XXVII

    LA HORMIGA 1

    Dado en la Meca. – 95 versículos

    23. He hallado allí a una mujer que reinaba sobre los hombres; posee toda clase de cosas y tiene un gran trono7

    56. ¿Tendréis por concupiscencia carnal comercio con hombres más bien que con mujeres? Estáis en el extravío.

    58. Salvamos a la familia de Loth, a excepción de su mujer, a quien habíamos destinado para estar entre los que se quedaban detrás

    SURA XXVIII

    LA HISTORIA O LAS AVENTURAS1

    Dado en la Meca. – 88 versículos

    3. Faraón se educó en el país de Egipto y ocasionó la división de su pueblo en diferentes partidos; oprimía a una parte, condenaba a muerte a sus hijos y no perdonaba más que a sus mujeres. Era uno de los malvados.28. La mujer de Faraón le dijo un día: Este niño será nuestro consuelo;6 no le condenéis a muerte; tal vez algún día nos será útil; adoptémosle por hijo nuestro. Ellos no sabían nada.

    23. Y al lado vio dos mujeres que apartaban su rebaño. ¿Qué hacéis aquí?, les preguntó.

    -Nosotras no daremos de beber a nuestras ovejas hasta que hayan partido los pastores.

    Nuestro padre es un anciano respetable

    31. -Loth está entre ellos, dijo Abrahán. -Nosotros sabemos, respondieron, quién está entre ellos. Le salvaremos, así como a su familia, a excepción, sin embargo, de su mujer, que se quedará atrás.

    32. Cuando nuestros enviados fueron a casa de Loth, éste se sintió afligido a causa de ellos, y su brazo fue impotente para protegerlos. Le dijeron: No temas nada y no te aflijas. Te salvaremos, así como a tu familia, a excepción de tu mujer, que se quedará atrás.

    SURA XXXIII

    LOS CONFEDERADOS 1

    Dado en Medina. – 73 versículos

    6. El profeta está más cercano de los creyentes que lo están ellos mis mos;4 sus mujeres son sus madres. Según el libro de Dios, los hombres unidos entre sí por los lazos de la sangre están más próximos los unos de los otros que los otros creyentes y los mohadjers;5 pero el poco bien que hagáis a vuestros amigos será inscrito en el Libro.

    28. ¡Oh profeta!, di a tus mujeres: Si buscáis la vida de aquí abajo con su pompa, venid; os concederé una hermosa parte y un retiro honrado.

    29. Pero si buscáis a Dios y a su apóstol, y la mansión de la vida futura, Dios ha preparado magníficas recompensas a los que practican la virtud.14 30. ¡Oh mujeres del profeta! Si alguna de vosotras se hace culpable de una acción fea15 que sea probada, Dios aumentará la pena en el doble; esto es fácil a Dios.

    32. ¡Oh mujeres del profeta! Vosotras no sois como las otras mujeres; si teméis a Dios, no mostréis demasiada complacencia e vuestras palabras, por temor a que el hombre cuyo corazón está atacado de algún achaque no llegue a formar sobre vosotros deseos culpables. Emplead siempre un lenguaje decente.

    35. Los hombres y las mujeres que se abandonan enteramente a Dios, los hombres y las mujeres que creen, las personas piadosas de ambos sexos, las personas justas de ambos sexos, las personas de ambos sexos que lo soportan todo con paciencia, los humildes de ambos sexos, los hombres y las mujeres que hacen limosna, las personas de ambos sexos que observan el ayuno, las personas castas de ambos sexos, los hombres y las mujeres que se acuerdan de Dios a cada momento, todos obtendrán el perdón de Dios y una recompensa generosa.

    37. ¡Oh Mahoma! Tú has dicho un día a este hombre respecto del cual ha estado lleno de bondad y a quien ha colmado con sus favores: Guarda a tu mujer y teme a Dios, y tú ocultabas en tu corazón lo que Dios iba a exponer muy pronto a la luz del día. Tú has temido a los hombres, y, sin embargo, era más justo temer a Dios. Pero cuando Zeid tomó un partido y resolvió repudiar a su mujer, nosotros le unimos a ti mediante el matrimonio, a fin de que no sea para los creyentes un crimen el casarse con las mujeres de sus hijos adoptivos, después de su repudiación.18 Y la sentencia de Dios se cumplió

    48. ¡Oh creyentes! Si repudiáis a una mujer fiel antes de haber tenido comercio con ella, no la retengáis más allá del término prescrito. Dadle lo que la ley ordena y una despedida honrosa

    49. ¡Oh profeta! Te está permitido casarte con las mujeres que hayas dotado y con las cautivas que Dios haya hecho caer en tus manos; con las hijas de tus tíos y de tus tías paternos y maternos que han emprendido la huida contigo, y con toda mujer fiel que haya dado su alma al profeta, si el profeta quiere casarse con ella. Es ésta una prerrogativa que te concedemos sobre los otros creyentes.

    52. No te está permitido tomar más mujeres en lo sucesivo22 ni cambiarlas por otras, aun cuando su belleza te encantase, a excepción de las esclavas que puedas adquirir. Dios lo observa todo.

    53. ¡Oh creyentes! No entréis sin permiso en las casas del prófeta, excepto cuando se os permita hacer una comida con él, y sin esperarlo. Pero cuando seáis invitados, entrad, y cuando hayáis comido, separaos y no empeñéis familiarmente conversaciones, pues esto le causa pena; al profeta le da vergüenza decíroslo; pero Dios no se avergüenza de la verdad. Si queréis pedir algún objeto a sus mujeres, pedidlo a través de un velo; así es como vuestros corázones y los suyos conservarán la pureza. Evitad causarle pena al enviado de Dios. No os caséis jamás con las mujeres con quienes él haya tenido comercio; esto sería grave a los ojos de Dios.

    55. Vuestras esposas pueden descubrirse ante sus padres, sus hijos, sus sobrinos y sus mujeres y ante sus esclavas. Temed al Señor, que es testigo de todas vuestras acciones.

    58. Los que hacen daño a los creyentes, hombres o mujeres, sin que lo hayan merecido, cometen una mentira y un pecado enorme.

    59. ¡Oh profeta! Prescribe a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que dejen caer su velo hasta abajo; así será más fácil obtener que no sean desconocidas ni calumniadas.24 Dios es indulgente y misericordioso.

    73. Dios castigará a los hipócritas de ambos sexos y a los idólatras de ambos sexos; pero perdonará a los creyentes, hombres y mujeres. Es indulgente y misericordioso

    SURA XXXVIII SAD

    Dado en la Meca. – 88 versículos

    52. Junto a ellos habrá mujeres de mirada modesta a iguales a ellos en edad

    SURA XL

    EL CREYENTE 1

    Dado en la Meca. – 85 versículos

    26. Cuando fue hacia ellos, llevándoles la verdad que provenía de nosotros, exclamaron: Condenad a muerte a los que le siguen, sin perdonar a sus mujeres; pero las estrategias de los incrédulos se extraviaron, y fracasaron.

    Partes: 1, 2
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