La lucha del roll femenino en Colombia es un papel importante para la economía y el pensamiento social en el país. Ya que el sistema económico e industrial de la nación explotaba a las mujeres sin ningún tipo de consideración humana. Por ello fue menester que estas últimas lucharan por sus derechos fundamentales y el reconocimiento político de sus acciones participativas y democráticas, como fuente de inspiración para las nuevas generaciones de colombianas. Motivo por el cual las autoras del libro "Mujeres y trabajo en Antioquia durante el siglo XX. Formas de asociación y participación sindical. Denuncian: (1) "Para hablar de la historia de la mujer trabajadora en Antioquia y de su participación en las organizaciones sindicales, se requiere contextualizar el papel histórico de la mujer en la región y en el mundo laboral. La imagen estereotipada que muestra como en la Colonia, el siglo XIX y parte del siglo XX que las mujeres estaban recluidas tras los muros de sus casas y desempeñando las labores del hogar, no corresponde a la realidad que vivieron la mayor parte de ellas. Desde la Colonia hubo mujeres esclavas e indígenas" Pág. 25.
Lo expuesto en la cita, nos demuestra que a nivel teórico se hacía creer que la mujer recibía los beneficios de su naturaleza como madre, amiga y compañera. Elemento muy contrario a la realidad social de la mujer en Colombia. Puesto que a nivel laboral fue explotada indiscriminadamente, en las esferas académicas era menospreciada y enajenada de su participación intelectual, al interior de la familia ocupaba la posición de sumisión y resignación. Figuras de la realidad social que vivieron las mujeres antes de ser escuchadas e incluidas en el pensamiento político y económico de la nación. Solo que esta posición fue alcanzada a través de la lucha sindical, intelectual y cultural que la mujer se atrevió a llevar a cabo en una nación donde la exigencia al respeto de los derechos humanos se convierte en terrorismo. Históricamente:
(1) "En 1916, el 40% de la población femenina asalariada que habitaba en Medellín procedía de distintas zonas rurales de Antioquia cercanas a la ciudad y fue a estas mujeres solteras y jóvenes a quienes les correspondió asumir la responsabilidad de la industrialización" pág. 34
Prueba fiel y viviente de que la mujer tuvo que soportar la explotación laboral que la industrialización colombiana ejerció sobre los obreros.
Jose Orlando Melo Naranjo.
(1) Ana Catalina Reyes Cárdenas, María Claudia Saavedra Restrepo. 2005. Páginas 25,34) Mujeres y trabajo en Antioquia durante el siglo XX Formas de asociación y participación sindical. Editorial: Escuela Nacional Sindical. Colombia.
Lo interesante del fenómeno social fue que la mujer antioqueña logro reconocerse a sí misma como una parte integral del sistema operario y obrero del país. El cual no sería capaz de funcionar, solo con la mano de obra barata de los hombres. Puesto que el porcentaje de mujeres en Medellín y Colombia ha sido alto. Téngase presente:
(2) "Entre mediados del XIX y 1930, cientos de antioqueñas o de extranjeras establecidas en la región se involucraron en una serie de actividades fuera del ámbito hogareño. Abundan los episodios que ilustran la iniciativa, a veces incluso la osadía y la determinación, con que ellas, a título individual o en forma anónima y colectiva, escogieron roles novedosos en ese tiempo, algunos de los cuales desafiaron convencionalismos vigentes"
Ya para este tiempo la mujer asumió roles muy distintos a los impuestos por la tradición del país, la cual relegaba a la mujer a una condición de obediencia y servilismo ante las instituciones Estatales y privadas de la nación. La escritora Patricia Londoño anota:
(2) "la primera huelga de obreras en el país fue liderada por Betsabé Espinosa en febrero de 1922 en la Fábrica de Hilados y Tejidos de Bello; y la carismática figura de María Cano, joven escritora y dirigente obrera y socialista de los años veinte"
Lo que nos señala una vez más que la resistencia femenina en contra de la explotación laboral, no fue impulsada por los hombres; Ya que estos últimos velaban por sus propios intereses económicos y sociales. Fueron las mismas mujeres las que se atrevieron a sufrir las represarías del despido injustificado, la calumnia y el maltrato de sus esposos, el estigma de la sociedad y otras tantas cosas que este tipo de acciones provocaron en contra de ellas. Sin embargo la sociedad de la época y aun la del presente conocen la forma en la que se puede diseñar el desprestigio en contra del pensamiento y accionar socialista. Algo que tuvieron que afrontar aquellas líderes de la resistencia obrera y sindical. Por otra parte esta clase de manifestaciones y acciones contundentes de la mujer antioqueña permitió que pudieran ingresar al sector educativo y obtuvieran títulos como docentes, odontólogas, escritoras, actrices etc. así fue como la mujer logro abrirse paso en una sociedad dominada por los intereses masculinos.
(2) Patricia Londoño Vega, 2003) La vida de las antioqueñas, 1890-1940 activas, audaces y obstinadas. Editorial: Revista Credencial Historia, edición 163. Colombia.
Las mujeres antioqueñas tuvieron que afrontar el reto de los aspectos geográficos de sus tierras y las formas de pensamiento impuestas a través del tiempo. Puesto que la gran mayoría de habitantes consideraban que la civilización de América del sur, estaba totalmente justificada. Creencia que le servía a la elite de la región que se encargaba de administrar el poder y la educación conductista de los obreros y campesinos. Por lo tanto:
(3) "Lo civilizado está representado en el "nosotros" que ha producido dominio y control efectivos sobre la naturaleza, por la religión y moralidad, la familia, el esfuerzo, el trabajo, y por la prosperidad y el progreso que de allí se derivan. Lo civilizado se asocia con la institucionalización y control del territorio, de los recursos y de las gentes, y se simboliza con la luz y la claridad. El salvajismo y la barbarie los encarnan los otros (indios, negros y mulatos) y lo otro (zonas distantes, inhóspitas y salvajes, selvas y montes, tinieblas, oscuridad y peligro) y todo aquello desconocido e incontrolado por el hombre; en síntesis, todo aquello que hace parte de los dominios de la naturaleza" pág. 53
Desde luego Colombia al igual que América del sur, son territorios geográficos que fueron y han sido altamente enajenados de la concepción naturalista que tenían de la tierra los indígenas. Ya que estos últimos comprendían que la tierra y el sabio aprovechamiento de sus recursos; ofrecía lo suficiente para vivir. Como consecuencia de la imposición cultural del mundo occidental, las fuerzas naturales y los hombres que no se sometieran al control racional de los métodos científicos e industriales representaban una poderosa amenaza. Por lo tanto los indios, negros y mulatos. Eran el símbolo del salvajismo y la barbarie y no la destrucción de nuestras selvas y el vil asesinato de nuestros habitantes que perecieron bajo el yugo y la fuerza extranjera que se hallaba sedienta de riqueza. Por deducción se entiende que la mujer antioqueña y colombiana al no sujetarse a las condiciones del servilismo laboral que impero y aun impera en el país; fueran consideradas como salvajes y barbarás frente a una sociedad aparentemente civilizada. Tal como se observa: "En los escritos de pensadores, políticos y funcionarios de la segunda mitad del siglo XIX, el dominio del hombre antioqueño sobre la naturaleza encontró su mejor demostración en la creación de un entorno económico y productivo calificado como próspero y exitoso; y se difundía una visión optimista acerca de las condiciones de bienestar y progreso que experimentaba Antioquia en aquellos momentos" pag. 54
(3) María Teresa Arcila Estrada. 2006 página 53,54) El elogio de la dificultad como narrativa de la identidad. Editorial: Historia Crítica No. 32. Colombia.
Antioquia dominada por hombres en aquella época consideraba el dominio de la naturaleza como algo novedoso y rentable a nivel económico, consideración que sería cuestionada después de varias décadas; cuando los estragos ambientales se hicieron presentes y el sector económico se encargó de quebrar a los pequeños propietarios que no pudieron hacer frente a los capitales extranjeros que los arrasaron y sumieron en la servidumbre laboral de los obreros colombianos. Fue entonces la mujer colombiana la antorcha que alumbro el camino que permitió denunciar esta clase de injusticias; en un país que aparenta tener un sistema democrático y equitativo. Por esta razón María Cano en su texto "las mujeres trabajadoras de Antioquia en las primeras décadas del siglo XX" expone en el capítulo 5, varios aspectos que son importantes para comprender la lucha de la mujer obrera, intelectual y política en Colombia.
La mano de obra ocupada por la industria textil antioqueña se componía mayoritariamente de mujeres jóvenes que provenían del campo, solteras, analfabetas y pobres.
Denuncia a una industria ventajosa y arbitraria que juega con la inexperiencia de la mujer joven, con aquella que carece de estudio o formación académica por ser pobre. Y donde quedaban las ganancias y la participación de las mujeres en asuntos de dirección y control al interior de estas empresas. Desde luego en los bolsillos de aquellos empresarios que sabían explotar a una mujer antioqueña que un día se cansó y le dio un giro total a su historia en Colombia.
Algunas desempeñaron oficios mal remunerados, defendieron ideas socialistas y comunistas, participaron en sindicatos y huelgas, o cuestionaron la discriminación y las difíciles condiciones de trabajo.
La mujer antioqueña aparte de ser mal paga a nivel laboral, tuvo que luchar contra el sistema impositivo de la época. Por lo cual se formó la figura de una mujer colombiana capaz de hacer respetar sus derechos personales como laborales a través de fuerza y presión. Ejercida mediante la difusión de ideas socialistas y comunistas que les hacía reconocer su posición y el lugar al que habían sido asignadas por considerarse poco fuertes y valientes para enfrentar a un la muerte. Como lo demuestra su participación en sindicatos y huelgas que estremecían a los amos de la producción. No queda más que reconocerles su valor histórico y su compromiso con la sociedad, ya que sin ellas; las mismas estructuras del poder económico y político seguirían dominándolas y relegándolas a la condición menos favorable en la reconstrucción del tejido social colombiano.
(4) María Cano, Paula Andrea Giraldo Restrepo. 2010) las mujeres trabajadoras de Antioquia en las primeras décadas del siglo XX. Editorial: Alcaldía de Medellín. Colombia.
(1) Ana Catalina Reyes Cárdenas, María Claudia Saavedra Restrepo. 2005. Páginas 25,34) Mujeres y trabajo en Antioquia durante el siglo XX Formas de asociación y participación sindical. Editorial: Escuela Nacional Sindical. Colombia.
(2) Patricia Londoño Vega, 2003) La vida de las antioqueñas, 1890-1940 activas, audaces y obstinadas. Editorial: Revista Credencial Historia, edición 163. Colombia.
(3) María Teresa Arcila Estrada. 2006 página 53,54) El elogio de la dificultad como narrativa de la identidad. Editorial: Historia Crítica No. 32. Colombia.
(4) María Cano, Paula Andrea Giraldo Restrepo. 2010) las mujeres trabajadoras de Antioquia en las primeras décadas del siglo XX. Editorial: Alcaldía de Medellín. Colombia.
EDITORIAL: UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA E INDEPENDIENTE DE MEXICO (UNAD) FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA
2010
Autor:
Jose Orlando Melo Naranjo.
Investigador en Estudios Latinoamericanos y Pensamiento Universal.