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Desarrollo a escala humana. Una opción para el futuro. (página 2)


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Apuntan a la satisfacción de una sola necesidad, siendo neutro respecto de la satisfacción de otras necesidades, característicos de los planes y programas de desarrollo, cooperación y asistencia se basa por ser institucionalizados.

SATISFACTORES SINÉRGICOS:

Estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades, revierten racionalidades dominantes tales como las de competencia y coacción.

Cuando hablamos de desarrollo a escala humana se ve reflejado el aumento en la calidad de vida de los individuos de una nación, en la cobertura en salud, educación, seguridad social, entre otros. Por otra parte las necesidades de las personas que aun no han sido satisfechas, como por ejemplo la seguridad, que en este caso su satisfactor de necesidades sería comprar armas para mantener la seguridad pública, convirtiendo así este mismo satisfactor en gestor de violencia y, a consecuencia de esto muchas personas, vivirían con temor obligándolos a desplazarse forzosamente hacia otras zonas, es decir, el satisfactor que en un principio pretendía satisfacer una necesidad, por el contrario la aumentó.

Necesidad no satisfecha

AFECTO

Todo acto o comportamiento de ayuda, protección, cuidado, etc., que contribuye a la supervivencia de otro ser vivo, es la necesidad que tienen todos los organismos sociales de recibir ayuda y colaboración de sus semejantes para poder sobrevivir. El afecto se proporciona mediante la realización de cualquier clase de trabajo no remunerado, en el caso humano en beneficio de la supervivencia de otro individuo y, por tanto, es transferible y limitado. A medida que aumenta la complejidad social de las especies aparecen las señales afectivas, comportamientos estereotipados cuya finalidad es garantizar la unión y la reciprocidad en el intercambio afectivo del grupo.

La economía del afecto, en las relaciones sociales humanas, es enormemente compleja y el conocimiento que hoy día tenemos es muy general y grosero. Además pueden cambiar significativamente las actitudes científicas hacia fenómenos tan fundamentales para la supervivencia humana como lo es el intercambio afectivo.

SISTEMA DE NHF: AFECTO

Necesidad según categoría axiológica

Ser

Tener

Hacer

Estar

Afecto

Autoestima, solidaridad,

Respeto, tolerancia, Generosidad, pasión, Voluntad, humor

Amistades, parejas

Familia, plantas, jardín

Acariciar, expresar emociones, compartir,

Cultivar, apreciar.

Privacidad, intimidad,

Hogar, espacios de encuentro.

Los humanos como especie social

Nos debemos dar cuenta de que para los seres humanos, al igual que para todas las especies llamadas sociales, la ayuda de las otras personas es una necesidad primaria de los individuos de la especie. Sin la ayuda de los demás, ningún ser humano puede sobrevivir, por muy fuerte, inteligente, sano, hábil que sea.

Nuestro éxito como especie nos impide ver con claridad el enorme grado de dependencia que cada uno de nosotros tiene de los demás. En realidad, vistos objetivamente, los individuos humanos tenemos un alto grado de discapacidad para la supervivencia en solitario. Nuestras capacidades individuales están muy disminuidas. Podemos decir, sin equivocarnos, que somos individuos disminuidos y discapacitados para poder sobrevivir en solitario.

Nuestra fuerza, nuestro desarrollo imparable, no proviene ni de la inteligencia individual, ni de la fuerza individual sino de la inteligencia y la fuerza colectivas, de los grupos y de la sociedad.

Tomados de uno en uno, los humanos somos tan indefensos como las hormigas y nos superan una gran mayoría de animales. Realmente cuesta mucho hacerse una idea real de hasta donde llega nuestra debilidad e incapacidad a nivel individual.

Violencia

El fenómeno de la violencia se explica principalmente por la cantidad de muertes y asaltos que suceden a diario reduciendo el problema al fenómeno de la criminalidad que, si bien es cierto puede considerarse una expresión de la profunda desigualdad y conflictividad social, se agota en la exigencia de resolución inmediata de sus efectos en deterioro de la atención que sería necesario prestarle a sus causas estructurales que no son pocas ni sencillas de analizar y transformar.

A lo largo de la historia del país el uso de la violencia con fines de dominación, sumisión y control de la población ha sido una constante que perdura hasta el día de hoy pero que, dadas las características del momento histórico actual, es difícil de identificar pues tanto sus fuentes como sus ejecutores se desdibujan en esta confusa formación social propia del sistema. De allí que, más que simpleza, resulta como opción explicarse la violencia únicamente como producto de la acción delictiva de ciertos individuos que actúan a titulo personal.

Los efectos de la violencia no solo afectan de manera inmediata la integridad física de los grupos y personas sino que actúan de manera prolongada en la subjetividad colectiva e individual a través del miedo. Sin duda, la crueldad, la saña y masividad con que la violencia es ejecutada. El miedo es hoy día es una forma de cristalización de la historia en la subjetividad.

Además se establece como uno de los temas clásicos en el estudio de la conducta y del comportamiento humano y cuando se estudia en profundidad, se evidencia su complejidad. Específicamente, la violencia de género, como patología social, ha alcanzado actualmente un grado de habitualidad y cotidianeidad significativo, llamativo y hasta alarmante. El carácter plural de este tipo de violencia hace que su abordaje deba realizarse desde una perspectiva multidisciplinar, teniendo en cuenta una participación multifactorial. Esto obliga a establecer una estrategia global que integre a los agentes implicados en el posible tratamiento del tema, es decir, agentes judiciales, sanitarios y sociales.

Cómo superar las dificultades que existen para salir de la violencia, una vez que ésta se ha producido, y evitar así la trágica tendencia a su reproducción:

1. PREVENIR LA VIOLENCIA REACTIVA Y LA VIOLENCIA INSTRUMENTAL.

Para comprender por qué la violencia genera violencia y lograr prevenirla conviene diferenciar la que se produce de forma reactiva de la que se utiliza como un medio. La violencia reactiva es como una explosión, que surge cuando se experimenta un nivel de tensión o de dificultad que supera la capacidad de la persona (o del grupo) para afrontarlo de otra manera. Origina más violencia al aumentar a medio plazo la crispación que la provocó; y cuando se refuerza por permitir obtener a corto plazo determinados objetivos, pudiéndose convertir así en violencia instrumental, sobre todo si se justifica y si se carece de alternativas para lograrlos de otra forma.

PRINCIPIOS DE PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA REACTIVA:

  • Desarrollar alternativas en el sistema y en los individuos desarrollando habilidades para expresar la tensión y la dificultad de forma constructiva, sin recurrir a la violencia.

  • Reducir los altos niveles de tensión y dificultad que viven determinados colectivos.

Las personas que utilizan la violencia instrumental, para alcanzar sus objetivos, suelen justificarla, dándole apariencia de legitimidad. Este tipo de violencia tiende a perpetuarse al impedir desarrollar otros procedimientos más complejos para conseguir lo que se pretende y al producir un alto nivel de estremecimiento, provoca una serie de reacciones violentas que contribuyen a legitimarla.

De acuerdo a lo expuesto, para prevenir la violencia reactiva y la violencia expresiva conviene:

a) Disminuir la dificultad y la tensión, mejorando la calidad de la vida de todas las personas.

B) Establecer causas y procedimientos alternativos en el sistema escolar, a través de los cuales de forma normalizada puedan expresarse las tensiones, discrepancias y resolverse los conflictos sin recurrir a la violencia a través de la comunicación, la negociación, la mediación.

  • Desarrollar alternativas en los individuos ya sea alumnos, profesores, equipo de dirección, y habilidades para afrontar y expresar la tensión.

  • Enseñar a condenar la violencia. Para lo cual los adultos deben renunciar a utilizarla entre ellos o con aquellos a los que se supone deben educar. Lo cual es incompatible con la permisividad, con la tendencia a mirar para otro lado cuando surge la violencia en la propia escuela. La educación debe desarrollar procedimientos de disciplina más eficaces que los actuales para combatir y detener la violencia que a veces se produce en la escuela ayudando a que el violento se ponga en lugar de la víctima, y que entienda lo destructiva que es la violencia, se arrepienta de haberla utilizado e intente reparar el daño originado.

  • Desarrollar condiciones que ayuden a romper la reproducción de la violencia

    Los estudios sobre las características de los adultos que viven en familias en las que se produce la violencia reflejan que con frecuencia su propia familia de origen también fue violenta. Existe suficiente evidencia que permite considerar a las experiencias infantiles de maltrato como una condición de riesgo, que aumenta la probabilidad de problemas en las relaciones posteriores, incluyendo en este sentido las que se establecen con los propios hijos y con la pareja. Conviene dejar muy claro, sin embargo, que la transmisión del maltrato no es algo inevitable. La mayoría de las personas que fueron maltratadas en su infancia alrededor del 67% no reproducen dicho problema con sus hijos. Y el maltrato en la vida adulta se produce también en personas que no fueron maltratadas en su infancia.

    Los estudios realizados, en este sentido, indican que los adultos que fueron maltratados en su infancia y que no reproducen el problema con sus hijos difieren de los que sí lo hacen por una serie de características que pueden, por tanto, ser desarrolladas para romper el ciclo de la violencia:

    • El establecimiento de vínculos afectivos no violentos, que proporcionan experiencias positivas acerca de uno mismo y de los demás. Parece tener una especial importancia en este sentido tal como:

    • una relación afectiva segura no violenta con uno de los padres;

    • una relación afectiva estable y satisfactoria durante la edad adulta con una pareja no violenta;

    • y una relación terapéutica eficaz.

    • La conceptualización de las experiencias de maltrato sufridas como tales, reconociendo su inadecuación y expresando a otra(s) personas las emociones que suscitaron. Cuando, por el contrario, dichas experiencias se justifican conceptualizándolas como disciplina el riesgo de reproducirlas aumenta.

      • El compromiso explícito de no reproducir con los propios hijos lo sufrido en la infancia.

      • Y el desarrollo de habilidades que permitan afrontar el estrés con eficacia, resolver los conflictos sociales de forma no violenta y educar adecuadamente a los hijos.

      El riesgo de la transmisión varía también, en función de la interacción que se establece en la familia y entre ésta y el resto de la sociedad

      EL HOGAR Y LA FAMILIA; EN EL AFECTO:

      Hay niños y adolescentes que nacen en el seno de familias con violencia, hecho que influye tremendamente en el posterior comportamiento de muchos de ellos. El problema puede brotar con la carencia de educación afiliativa como la falta de afecto, de respeto y de coherencia por ejemplo en la educación familiar. Quien se ha sentido querido en casa no ha predicado la violencia, ni odiado a un semejante ni participado en actos violentos continuados contra los demás. El niño que recibe afecto y se le enseña a alcanzar objetivos mediante el esfuerzo, se le está educando en la tolerancia a la frustración. Hay necesidades y deseos que deben aprender a satisfacerlos en su momento, no en la dictadura del capricho compulsivo. La disciplina y el afecto conviven perfectamente cuando hay ejemplo.

      Tipos de prevención en la violencia

      Los investigadores en el campo de la prevención de la violencia se inclinan cada vez más por una definición de la prevención de la violencia centrada en el grupo al que va destinada. Las intervenciones de salud pública se clasifican e tres niveles de prevención:

      PREVENCIÓN PRIMARIA:

      Son las intervenciones que van dirigidas a prevenir la violencia antes de que ocurra.

      PREVENCIÓN SECUNDARIA:

      Son las medidas centradas, respuestas inmediatas a la violencia, como la atención pre hospitalarias, los servicios de urgencia o el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual después de una violación.

      PREVENCIÓN TERCIARIA:

      Se fundamenta en la atención a largo plazo, como la rehabilitación y reintegración, e intentos por reducir los traumas o la discapacidad de larga duración asociada con la violencia.

      TIPOS DE INTERVENCIONES

      INTERVENCIONES GENERALES:

      Están dirigidas a ciertos grupos o a cierta población general sin tener en cuenta el riesgo individual; por ejemplo, las enseñanzas de prevención de la violencia impartidas a todos los alumnos de una escuela o a los niños de determinada edad, y las campañas de ámbito comunitario en los medios informativos.

      INTERVENCIONES SELECCIONADAS:

      Dirigidas a las personas que son consideradas como mayor riesgo de padecer o cometer actos de violencia es decir, las que presentan uno o varios factores de riesgo; por ejemplo, la capacitación en materia de crianza de los hijos ofrecida a jefes de hogares.

      INTERVENCIONES INDICADAS:

      Evoca a personas con antecedentes de comportamiento violento, por ejemplo, el tratamiento para los perpetradores de actos de violencia doméstica.

      Niveles preventivos

      NIVEL LOCAL:

      En este nivel, esta dirigido a la asistencia sanitaria, policial, educadores, asistentes sociales, empleadores y funcionarios del gobierno. Es mucho lo que se puede hacer aquí para promover la prevención de la violencia. Uno de ellos son los programas de demostración y proyectos de investigación a pequeña escala. Esto sirve para que diferentes sectores asociados se acostumbren a trabajar juntos. Provocando estructuras tales como grupos de trabajo o de encargos que reúnen

      diferentes sectores y que mantienen contactos tanto formales como informales que son indispensables para que este tipo de colaboración resulte exitosa.

      NIVEL NACIONAL:

      Las asociaciones multisectoriales son sumamente aconsejables a nivel tanto nacional como local. Diversos ministerios del gobierno no solo los que se encargan de velar por el cumplimiento de la ley, los servicios sociales y la salud pueden hacer grandes aportes para prevenir la violencia. Evidentemente, los ministerios de educación son socios que no pueden faltar, dada la importancia de intervenir en las escuelas. Los ministerios de trabajo pueden hacer mucho para reducir la violencia en los lugares de trabajo, especialmente en colaboración con los sindicatos y los empleadores. Los ministerios de defensa pueden influir positivamente en las actitudes hacia la violencia de los numerosos jóvenes que están bajo su control, fomentando la disciplina, promoviendo códigos de honor y creando una clara conciencia de la índole mortífera de las armas. A los líderes y las organizaciones religiosas les compete desempeñar un papel en su trabajo pastoral y ofrecer sus buenos oficios para mediar en problemas concretos.

      NIVEL MUNDIAL

      A nivel mundial trae beneficios considerables, del mismo modo que sucede con las alianzas forjadas en los planos nacional y local. A la Organización Mundial de la Salud le compete claramente desempeñar un papel destacado en este sentido, por tratarse del organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo la salud. Sin embargo, hay otros organismos internacionales que también tienen mucho que ofrecer en sus campos de especialización. Cabe mencionar entre ellos la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer y el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia y el Banco Mundial. Diversos donantes internacionales, programas bilaterales, organizaciones no gubernamentales y organizaciones religiosas ya participan en actividades de prevención de la violencia en todo el mundo.

      Conclusión

      Los seres humanos tenemos muchas necesidades, una de estas es el afecto, la cual es muy importante ya que contribuye a la supervivencia de un ser vivo, todos necesitamos que nos entreguen un poco de afecto. Gracias al amor y la afectividad, ya sea entregando o recibiendo, se podría decir que es cuando más satisfacción los seres humanos sentimos en nuestras vidas. Muchos problemas o dificultades de las personas, tienen generalmente una raíz emocional, debido frecuentemente a carencias, falta o experiencias afectivas o de amor poco significativa. Desde un punto de vista social, actualmente las personas viven una realidad que no favorece las relaciones afectivas o de amor, donde nos vemos envueltos en un trabajar constante, en ir de un lugar a otro, en caer en mayor o menor grado en un consumismo que nos aleja cada vez más, de aquellas relaciones personales, familiares o sociales propias de la vida del ser humano.

      A lo anterior se agrega la realidad de un mundo cada vez más violento, a veces incomprensible entre seres racionales, en que cada día se pierde la capacidad de asombro por situaciones trágicas, ya sea por que se dan en forma tan frecuente, que pasan a ser algo "normal" en nuestra y otras sociedades, o porque estamos egocéntricamente centrados en nosotros mismos, que lo que no nos afecta a nosotros, no suele ser motivo de preocupación. Sin duda, el amor y la afectividad es uno de los factores más determinantes en el desarrollo y equilibrio personal. Ésta es indispensable al momento de enfrentar o resolver un problema psicosocial como lo es la violencia porque al ser satisfecha esta necesidad de afecto, las probabilidades de que una persona tienda a ser violenta con otra persona es más escasa ya que el niño que recibe afecto y se le enseña a alcanzar objetivos mediante el esfuerzo, se le está educando en la tolerancia a la frustración, la cual es la que lleva muchas veces a la violencia. Ésta a de prevenirse y solucionarse a tiempo.

      Desde el seno familiar hasta el Gobierno tienen mucho en lo cual aportar, sobre todo la familia, amigos, etc., los cuales pueden entregar afecto directamente a la persona para que no ocurra una falta de afectividad. Es fundamental el compromiso de padres y educadores, el afianzamiento de vínculos afectivos entre niño, padres, educador, compañeros y entorno social. En el desarrollo está implicada tanto la familia, como los centros educativos y el resto de la sociedad.

       

       

      Autor:

      Karina Berríos Lyehonely González

      Partes: 1, 2
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