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La destrucción de Europa

Enviado por Bruno Capasso


Partes: 1, 2

  1. Rusia
  2. Inglaterra
  3. Europa

La Civilización Occidental es el fruto del devenir histórico de la Cultura Gótica europea (10)

El nacimiento de esta Cultura Gótica marcó el inicio de la Edad Media, el cual se caracterizó por las luchas de las tribus germanas entre sí para afirmarse como Naciones, por la falta de nexos entre sometidos y dominantes, separados por sus lenguas, sus religiones, sus costumbres y su Derecho, y por el eclipse de la Civilización Romana en Occidente.

Los pueblos germanos, jóvenes y valerosos, se repartieron los restos del Imperio de Roma; de un tronco étnico-cultural común, formaron sin embargo diferentes nacionalidades y lucharon sin descanso hasta que solo sobrevivieron los más fuertes. Así, los visigodos se establecieron en Hispania, los francos en las Galias, los ostrogodos en Italia, los anglosajones en Britania (en tanto otras tribus se propagaron hasta los confines mas lejanos del Imperio, como ser los vándalos, que penetraron en África para luego perderse en la historia) La Europa inmediatamente posterior a la caída del Imperio de Roma quedó de este modo constituida por las Naciones surgidas de las tribus germánicas, sus reyes electos y su Derecho. Mas este Derecho Germánico no tardó en colisionar directamente con el Derecho Romano, el cual aun subsistía en el último vestigio viviente de las ruinas de Roma: la Iglesia. Este choque frontal entre Derecho Germano y Derecho Romano se debe a que uno y otro son producto de Cosmovisiones opuestas. El Derecho Germano antepone a la Comunidad por sobre el individuo, en tanto el Derecho Romano antepone al individuo por sobre la Comunidad; el primero se caracteriza por el Bien Común, basado en la justa distribución de la propiedad de la tierra, las herramientas y el trabajo; en cuanto el segundo se caracteriza por el interés individual, basado en la explotación del hombre por el hombre y la apropiación de los bienes y el capital por parte de unos pocos en desmedro de los muchos. El Derecho Germano se corresponde al estadio histórico cultural, la palabra Cultura viene de "cultivar", es decir: responde a una Cosmovisión agraria y productiva, arraigada al suelo; en tanto el Derecho Romano se corresponde a un estadio histórico civilizado, la palabra Civilización viene de "civil", que significa "ciudadano", es decir, responde a una Cosmovisión urbana y comercial, por lo tanto cosmopolita y de rapiña. Estos dos mundos chocaron al caer el Imperio Romano, a tal punto que los germanos no habitaron las ciudades rendidas a sus pies, ya que las despreciaban desde lo anímico. Las ciudades, asoladas, saqueadas, abandonadas, solo quedaron habitadas por el clero. La Iglesia tenía a su vez enorme cantidad de latifundios, sobre los cuales esgrimía sus pretensiones posesorias basándose en la antigua legislación romana. Esto dio inicio al conflicto entre los dos Derechos y la lucha entre el poder eclesiástico y secular.

¿Cómo hizo la Iglesia para poder sobrevivir en un mundo que se había derrumbado? Sin duda por la conversión religiosa de los "bárbaros". Pero esta conversión religiosa, lejos de lo que comúnmente se cree, fue realizada más que nada por la espada.

Los primeros en convertirse fueron los reyes, no por hambre espiritual, sino por ambición personal. Atrás habían quedado los tiempos en que, electos por el "Thing", no eran más que "primus inter pares". Ahora los reyes se abocaban a consolidar el poder de sus Dinastías, por lo que se aliaron a la Iglesia congeniando intereses, coincidiendo en la imposición del Derecho Romano como instrumento de sometimiento. Nace de este modo, de la amalgama de ambas Cosmovisiones, la Europa romano-gótica, es decir, el Medioevo propiamente dicho.

Su figura más descollante, Carlomagno, se encargará de imponer el cristianismo a casi toda Europa mediante la guerra, el terror y el exterminio. Al final de su reinado nace la institución del vasallaje y el feudalismo; y la Iglesia, por su parte, no solo había asegurado su supervivencia, sino también su casi total preponderancia. Se lanza entonces la Iglesia a la conquista absoluta del poder terrenal en Europa, con la ambición de reinstaurar el Imperio romano cristiano, lo cual desata la denominada "guerra de las investiduras", larga y sangrienta, al mismo tiempo que sus dominios son asolados desde el norte por los vikingos y desde Hispania y el mediterráneo por los musulmanes. Vence esta guerra "de las investiduras" momentáneamente la Iglesia y en una movida sumamente hábil, para asegurar su primacía, se deshace de las castas guerreras, sobre todo la más peligrosa de ellas: la caballería franca, enviándolas a las cruzadas. Duraran las cruzadas dos siglos, cuyo resultado final será un fracaso que traerá a la Iglesia un gran desprestigio por el hecho de haber salido de las mismas sumamente enriquecida y poderosa, lo cual lleva al rey francés Felipe IV "el hermoso" a eliminar su dominio, para lo cual suprimió su poder bancario-financiero al destruir la Orden de los Templarios y trasladar la silla pontificia a la ciudad francesa de Aviñón, creando un cisma que pondrá fin a las ambiciones de dominio total secular por parte del poder eclesiástico. Sobre la Orden Templaria es importante destacar que antes de ser esta destruida, logró enviar varias embarcaciones, con gran parte de sus tesoros, a Inglaterra. Fueron los templarios los primeros en constituir una Banca Trasnacional Privada, poderosa y perfectamente organizada, por lo que no es este un hecho menor. Entretanto los godos españoles avanzaban imparables en su reconquista de la península ibérica, los vikingos habían ya fundado Rusia en el siglo IX y conquistado Inglaterra en el siglo XI. Es de este modo que se fijarán los trazos básicos del mapa geopolítico sobre el cual luego confrontará Occidente y, con él, el mundo. Este mapa geopolítico de Occidente hay que graficarlo pasando por alto lo puramente geográfico, ya que desde la geopolítica no se puede bajo ningún punto considerar a Inglaterra parte de Europa; y con respecto a Rusia: se trata de un país tándem, mitad europeo mitad asiático, que puede ser proyección de Asia hacia Europa o de Europa hacia Asia o nexo entre ambos (de la posición que tome dependerá el futuro del mundo, es Rusia el "Heartland", el Pivote Geográfico de la Historia, tema central de la Geopolítica, ya que quien domine este punto, dominará el mundo; sobre este tema me explayaré en los capítulos que siguen.Teniendo estos factores en cuenta, el mapa geopolítico de Occidente (sobre el cual luego se trazará el mapa geopolítico del mundo) quedará definido por los siguientes tres bloques, a saber: Rusia, Inglaterra y la Europa romano-gótica (11)

Rusia:

Los vikingos que penetraron por el Volga hasta el Mar Caspio conformaron la temible "Guardia Varega" del ya decadente Imperio Romano de Oriente (o Imperio Bizantino), logrará Bizancio gracias a ellos sobrevivir por algunos siglos más en el Mediterráneo Oriental. Tomaran de Bizancio estos vikingos su religión, su alfabeto y su estructura gubernamental y, con ellos, amalgamándolos con los pueblos eslavos que dominaban, determinarán los caracteres culturales de Rusia. Establecen su capital en Kiev, desde donde proyectaran sus primeras expediciones de conquista. Serán luego invadidos por los mongoles por dos siglos, tras los cuales logran expulsarlos, estableciéndose en Moscú, tiempo por el cual cae finalmente Constantinopla en manos de los turcos otomanos, por lo que los reyes de Rusia, considerándose legítimos herederos de Bizancio, tomaran el título de Zares ("Zar" es vocablo derivado de "César") y se erigirán en bastión de la cristiandad en Oriente. Seguirá a esto un periodo de consolidación nacional y expansión territorial, tanto al Este como al Oeste. Al Oeste confrontaran duramente con los Caballeros Teutónicos (quienes los frenarán y fundarán Prusia) y los lituanos (a quienes logran someter a vasallaje), en tanto hacia el Este Ivan IV "el terrible" aprovechará la decadencia de los tártaros para conquistar muchos de sus kanatos. Tras un periodo de crisis palaciegas acompañadas de revueltas populares asume la corona la dinastía Romanov, la cual tendrá en el Zar Pedro I "el grande" su más destacada figura, quien occidentalizará en gran parte a Rusia, saneará y hará eficiente su administración, nacionalizará la Iglesia, creará un poderoso Ejército, obtendrá gran cantidad de territorios hacia Occidente y será entronizado "emperador de todas las rusias"; al zar Pedro I seguirán otros Romanov que lograrán conquistar el Asia central y expandirse hasta nada menos que Alaska, la cual será luego vendida a los EE.UU., quedando el límite oriental del Imperio de Rusia fijado en Vladivostok. Para el año 1914 Rusia dominaba Finlandia, Polonia y se extendía su límite occidental hasta Odessa en el Mar Negro, dominaba todo el Cáucaso y todo el Mar Caspio y se extendía hacia el más lejano Oriente hasta el Océano Pacífico, sobre la península coreana, frente a las Islas del Japón. Era sin dudas el Imperio Continental más grande del mundo.

Inglaterra:

Así como los vikingos pusieron en Rusia los cimientos para la conformación del Imperio Continental más extenso de la tierra, lo propio hicieron en lo que se refiere al Imperio Oceánico más grande que haya conocido la historia. Este hecho es paradójico y llamativo: los dos polos geopolíticos más extremos y enfrentados fueron erigidos en sus fundamentos por los hijos de un mismo pueblo de aventureros, guerreros y navegantes, salidos de las mismas misteriosas brumas hiperbóreas. Hasta el año 1066 las Islas Británicas jugaron un papel intrascendente en la geopolítica de Occidente. En épocas del Imperio, hacia el siglo V, los romanos las habían abandonado para defender otras posiciones más importantes, por lo que la población autóctona entró de inmediato en guerra interna. Los habitantes romanizados que allí quedaron pidieron ayuda a los germanos sajones que a dicha isla solían viajar en plan de piratería y comercio, los cuales contestaron al llamado no en son de aliados sino en franca invasión, forzando a quienes los habían convocado a refugiarse en las alturas de Gales. Siete reinos lucharon por la preeminencia hasta que se unifica la corona bajo el reinado sajón de Egberto (primer rey de Inglaterra). Durante el reinado de esta dinastía sajona se cristianiza a la población de las Islas, las cuales son invadidas en 1066 desde Francia por el vikingo (cristianizado) Duque de Normandía Guillermo "el conquistador", que desembarca al mando de 60.000 hombres y se hace nombrar rey tras vencer a los sajones en la batalla de Hastings. Bajo su reinado Inglaterra recibirá un gran impulso, sus más importantes basamentos serán fundados, se someterá y organizará la nobleza, se unificará su lengua, avanzará la cultura y se perfeccionará la administración. Pero lo más importante a destacar es que este rey normando será quien marcará a fuego el inconfundible carácter mercantilista de Inglaterra. El eminente historiador y economista alemán Werner Sombart explicó en sus obras de manera harto documentada el papel sobresaliente e innovador de los vikingos normandos en el nacimiento del capitalismo moderno. Para tener de esto una idea, baste decir que el normando conquistador de Inglaterra, Guillermo I, fue también el inventor del cheque y la contabilidad moderna. Y es que los vikingos además de intrépidos navegantes, temibles guerreros y consumados piratas, fueron también muy hábiles economistas. Esto, sumado a la proyección geopolítica natural de las Islas Británicas mas el devenir de toda una serie de sucesos históricos posteriores, como ser la llegada de los banqueros de la Orden de los Templarios primero y de los judíos después, harán de Inglaterra el país capitalista-imperialista por excelencia. Ya en una fecha tan temprana como 1258, mediante las denominadas "provisiones de Oxford", se da origen a las instituciones liberales que aun están vigentes en las Islas Británicas, la cámara de los lores y la de los comunes quedan definitivamente constituidas en el 1300. Tras esto dará inicio Inglaterra a sus constantes intervenciones en Europa (comenzando por la guerra de los cien años contra Francia); fundará su poderío marítimo; se debatirá en luchas internas por la preeminencia entre la monarquía y los nobles, de las cuales siempre saldrán fortalecidos los últimos (que constituían además estrecha alianza con la naciente burguesía); creará su Iglesia nacional Anglicana; se unirá con Escocia bajo la dinastía de los Estuardo, a quienes luego quitara del trono mediante la dictadura del fundamentalista puritano (y sanguinario) Lord Oliver Cronwell, el cual allanara el terreno para el advenimiento del Poder Mundial anglo-sionista con la creación del Banco de Inglaterra en 1694 y el inmediatamente posterior establecimiento del reinado de la casa de los Hanover (la cual rige hasta hoy), a partir de lo cual Inglaterra destruirá o someterá a todas las demás casas reales de Europa, se adueñará de Irlanda, allí por donde pase generara "revoluciones" y caos para su beneficio, conquistará el Imperio Universal Oceánico mas grande que haya visto la historia, impondrá el capitalismo en el mundo y dominará la economía del orbe mediante la usura y la creación de dinero desde la nada.

Europa:

  • a) La Potencia española:1492 es el año en que España echa a los moros y comienza la conquista de América, dos hitos que cambiaran la historia del mundo. No es raro entonces que se eleve como potencia de Europa, disputando el lugar a Francia. El tercer factor de poder en Europa es la Iglesia Católica; por lo que España se enfrenta con Francia en Italia por el dominio de esta. Vence allí España y su primacía se hace indiscutible. Dada su geografía peninsular, la proyección geopolítica española es doble: continental y marítima. Partiendo de esto, pudo España haber repetido una expansión mediterránea similar a la del Imperio romano, pero quiso el destino que en aquel tiempo el Mar Mediterráneo estuviese fuertemente dominado por los turcos, por lo que España, al buscar otras rutas hacia la India, se lanzó sin quererlo al descubrimiento y la conquista del mundo. En esta heroica empresa, protegida de Francia muy levemente por la cadena de los Pirineos, se vio obligada a realizar también en parte su proyección continentalista. No se limito a las intrigas en el resto de Europa (como los ingleses), sino que fue a dominarla. Lo logró por un siglo bajo el reinado de los Habsburgo Carlos I (Carlos V del I Reich) y su sucesor Felipe II, ambos de una gran competencia, extraordinarios estadistas a la altura de las circunstancias. Durante este periodo España será el Imperio más poderoso del mundo. Domina a Francia y al Imperio Germánico. Domina a la Iglesia. Domina ultramar. Pacifica en gran parte al Mediterráneo tras vencer a los turcos en Lepanto. Realiza las más audaces aventuras en América. Funda Naciones. Circunvala el mundo por primera vez. Se adueña de riquezas nunca vistas. Ante esto Inglaterra intrigará, pondrá en marcha su estrategia de división de Europa mediante el complot, fomentara cruentas revueltas religiosas y lograra levantar Flandes. Se aliara con Francia contra España. Acosara a los navíos españoles con la piratería. Carlos I plantea entonces, por primera vez, la necesidad de la unificación continental europea; adelantado en el tiempo, planifica legar a su heredero las dos coronas, es decir: unidas, la de España y la del Imperio Alemán; pero la tajante oposición de los príncipes, las guerras de religión y las intrigas británicas echan por tierra su visionario proyecto; será este un punto de inflexión. A pesar de todo su sucesor Felipe II logra durante su reinado elevar a España a sus más altas cumbres, casi llevándola al Imperio del Mundo al intentar conquistar Inglaterra con su Armada Invencible, pero era ya demasiado: como si hubiese hablado la mismísima Providencia, a su magnífica Escuadra se la tragó el Mar en furiosa tempestad. La doble proyección que el destino había impuesto a España: continental y oceánica a la vez, era una empresa de imposible realización (no hay en la historia ejemplo de algo semejante). Esta situación terminó por condenarla. Tras la muerte de Felipe II comenzará el largo camino de su decadencia, el poderío español se sostendrá aún durante casi dos siglos únicamente a base del esfuerzo de sus intrépidos Tercios y aguerridos Capitanes, pero su extraordinario valor fue en vano y solo logró prolongar la agonía: la suerte de la Civilización Española ya estaba echada. España cayó, mas su legado fue inmenso.

  • b)  La Potencia francesa:

Más o menos por los mismos años en que España echaba a los musulmanes de su tierra y comenzaba así su camino hacia al poderío; en Francia se daba algo extraordinario en la historia: una doncella, de nombre Juana de Arco, capitaneaba ejércitos y los llevaba a la victoria. Fue así que Francia logró expulsar de sus tierras a los ingleses, consiguiendo de este modo reunificarse tras cien años de cruentas guerras, tanto internas provocadas por el invasor como externas contra el invasor mismo. Así es como se da el caso de que al elevarse España como potencia lo hace también Francia. Esto lleva a que ambos reinos pugnen por la primacía en Europa, luchas de las cuales saldrá victoriosa España. Tras estas primeras e infructuosas conflagraciones, Francia será terriblemente azotada por las guerras de religión surgidas desde el norte europeo, las cuales la sumergirá y desangrará en la anarquía durante más de cincuenta años. Finalizada esta etapa de caos y muerte, sube al trono francés la Casa de Borbón y se restaura la autoridad real, que con Luis XIII y su portentoso ministro Richelieu adquiere carácter de absolutismo, iniciándose así el periodo de engrandecimiento de Francia. En el exterior intervendrá en la última etapa de la guerra de los treinta años y favorecerá las sublevaciones de Cataluña y Portugal en contra de España. Al morir Richelieu, ocupará su lugar el cardenal Mazarino, no menos capaz, que junto a Inglaterra dará el golpe final a la preeminencia española en Europa, al imponer los tratados de los Pirineos y, sobre todo, de la paz de Westfalia; lo cual allanará el terreno para el advenimiento de la era dorada de Francia con el reinado de Luis XIV. Este monarca, denominado "Rey Sol", se rodea de fastuosidad y traslada su corte a Versalles, donde hace construir un magnífico palacio. Controló Luis XIV con mano de hierro tanto la religión como la economía. Expulsó de su tierra a jansenistas y calvinistas. Organizó y disciplinó un numeroso y poderoso ejército, y hacia el exterior inició una serie de anexiones. Frente a esto Inglaterra no tardó en conspirar en su contra formando diversas alianzas para combatirle, tras lo cual impuso el tratado de Riswick, por el que debió restituir casi todos los territorios que había ocupado. Al morir el rey español Carlos II interviene Francia en la guerra de sucesión española, imponiendo en la corona de España la Casa de Borbón, lo cual fue para Francia sin duda una enorme victoria. La corona británica desatará entonces contra los borbones una guerra total, ya que la unión de Francia y España representaba para ellos el mayor de los peligros. Tras varias guerras con los ingleses, perderán los franceses la Isla de Terranova y otras posesiones en Norteamérica. Promoverán los británicos entonces la destrucción completa de los borbones, para lo cual se valdrán de la masonería a su servicio. Será mediante esta sociedad secreta que se subvertirá el orden en Europa, llevándola al caos de la revolución francesa, la cual decapitará literalmente a la corona de Francia, elevará a la burguesía pro-británica y, a la larga, provocara que España pierda sus colonias. Fue así que los ingleses, en magnifica operación conspirativa, se aprestan a someter al continente europeo. Pero he aquí que sucedió lo de siempre, a la acción siguió la reacción y Francia, esta vez ya no como Reino sino como Nación, se elevó aun más poderosa que antes. Sucedió que los nacionalistas jacobinos se impusieron al régimen del terror impuesto por los agentes al servicio de la corona británica (un hecho que no suele citarse es que Robespiere y los suyos fueron guillotinados bajo el cargo de ser antifranceses), y con el 18 brumario se elevó Napoleón Bonaparte. Este genio militar, surgido del nacimiento mismo del Estado-Nación, no tarda en darse cuenta que el peor enemigo de Francia (y, con ella, de Europa) es Inglaterra, por lo que retoma el camino entrevisto por Carlos I de España: la unificación continental. Así, del nacionalismo jacobino y de la necesidad geopolítica de Europa surge el Imperio que, con el liderazgo de Bonaparte, se transforma en pesadilla para Inglaterra. Cambia entonces la corona británica de dirección y forma alianzas con todas las demás coronas reinantes de Europa, el objetivo: destruir al expansionismo francés. Napoleón sabe de esto y, verdadero rayo de la guerra, derrota a los ejércitos coaligados en Austerlitz, en Jena y en Friedland, sometiendo así al Imperio Germánico, al cual disuelve para con sus provincias conformar la Liga del Rin. Fija entonces Gran Bretaña su centro conspirativo en España, mas precisamente en Cádiz, que se transformara en un nido de logias masónicas (de entre las cuales saldrá el futuro libertador de América José de San Martin) desde donde se conspirará contra Francia. Ni lerdo ni perezoso, Napoleón invade entonces España, y justamente frente a las costas de Cádiz jugará la misma carta que más de dos siglos antes jugó Felipe II: destruir el poder naval británico; pero Villeneuve no era en el mar lo que Napoleón era en tierra, y la escuadra franco-española cayó derrotada ante la británica de Nelson en la batalla de Trafalgar. A partir de esto Napoleón queda encerrado, su Imperio bloqueado, al oeste por el poderío naval británico y al este por los rusos, que estaban aliados a Inglaterra. Es por esto que Bonaparte es forzado a invadir Rusia, lo cual realiza en 1812 con resultados desastrosos. Sera a partir de dicha derrota que los aliados avanzaran imparables hasta París, y Napoleón, caída su estrella, será forzado a un exilio del cual volverá un año después para recuperar su Imperio por solo cien días, al ser nuevamente derrotado en Waterloo gracias a la conspiración británica. Abdica entonces Napoleón y se rinde a los ingleses, estos lo extraditan a la Isla de Santa Elena, donde vivirá encerrado por varios años hasta que lo asesinan con veneno. Francia desde entonces quedará sometida al Imperio Mundial anglo-sionista hasta el día de hoy. El único breve interregno que hubo en esta constante dominación de Inglaterra sobre Francia lo constituyó el gobierno de Charles de Gaulle, gobierno sobre el cual el Poder Mundial desató el "mayo francés" (las revueltas progresistas de 1968), provocando así su caída.

  • c) La Potencia alemana:

Con la caída de Napoleón I se disolvió la Liga del Rin y se la sustituyó por otra que incorporaba al Reino de Prusia y el Imperio de Austria bajo en nombre de Confederación Germánica. No tardó en reaparecer la rivalidad entre Austria y Prusia por la preeminencia sobre las naciones alemanas, por lo que nuevamente estalló la guerra, en la cual Prusia se alzó definitivamente con la victoria tras la batalla de Sadowa (1866). Queda entonces la Confederación Germánica bajo la hegemonía de Prusia, la cual le da un impulso notable. Esto provocó el recelo inmediato de la corona británica, que previsoramente acababa de entronizar como "emperador" de Francia a Napoleón III (apodado "el pequeño" por Victor Hugo) para así contrarrestar el exponencial crecimiento del poderío de Alemania y evitar cualquier tentativa suya de unificación. Es importante recalcar este punto, ya que sobre el mismo no suelen hacer referencia los historiadores: la denominada "insurrección proletaria" de 1848 en Francia (exactamente el mismo año en que Marx y Engels largaban desde Londres su "manifiesto comunista") fue en realidad obra de la corona de Inglaterra. Tras el caos provocado por la revuelta y ser (vía golpe de Estado) coronado "emperador" Napoleón III, lo primero que este hace es alinearse con Inglaterra en la guerra de Crimea. Prusia por su parte contaba con un estadista excepcional, el "canciller de hierro" Otto von Bismarck, quien supo sortear con extraordinaria habilidad todas la coaliciones y estratagemas que Inglaterra puso en contra de Prusia. Gran Bretaña entonces presiona a Francia para que acabe de una vez con Prusia, por lo que Napoleón III le declara la guerra en 1870, pero se levanta toda Alemania en su contra y el que termina acabado es él. Prusia se alza con una rápida victoria, ocupa Paris y allí mismo proclama el nacimiento del II Reich (para esto Napoleón III ya se había exiliado a Inglaterra, donde residiría hasta su muerte). La unificación de Alemania ya era un hecho. El rey Guillermo de Prusia es proclamado Kaiser Guillermo II. Durante su mandato Alemania se convirtió en la principal potencia de Europa: poseía un muy bien organizado ejército y una considerable fuerza naval (el Kaiser solía decir, intimidante: "cuando hablo, hablo yo y mis cuarenta ejércitos"); se había convertido Alemania también en una potencia colonial, adquiriendo extensos dominios en África; pero lo que más alteraba a Inglaterra era su geométrico crecimiento industrial y comercial, lo cual amenazaba su primacía en el mundo. Todo este cóctel hizo que Inglaterra aplicara sobre Alemania (y el imperio austrohúngaro) la misma estrategia "de pinzas" que anteriormente había aplicado sobre Carlos V y Napoleón Bonaparte, y desató sobre ella, aliada con Francia y Rusia, la Primera Guerra Mundial. La "chispa" que desató la hecatombe también fue obra británica, ya que el joven serbio que asesinó al Archiduque de Austria pertenecía a la sociedad secreta "mano negra", la cual era manejada desde Londres. La conflagración fue total, entrando en el conflicto todas las potencias más importantes de la época. Fue esta la primera guerra de masas; los frentes, estáticos, hicieron de ella una carnicería. Los muertos se contaron de a millones, se usaron gases venenosos y todo tipo de armamento para el asesinato masivo. El resultado fue la derrota total de las potencias centrales, provocada sobre todo por las constantes huelgas y rebeliones bolcheviques en su retaguardia. Rusia se había echo ya comunista, y sobre Alemania se aplico el tremendo Tratado de Versalles, que la reducía a la esclavitud. Con este tratado Europa quedaba también balcanizada, con el cercenamiento de muchas naciones y la invención de nuevos países, todo esto sin duda según el interés anglo-sionista de dominación. Las imposiciones de Versalles fueron tan desmedidas, antojadizas e injustas que Europa entera entro en caos (Wilson, al referirse al tratado, dijo: "veo por lo menos veinte guerras allí"). Como consecuencia de la anarquía provocada por la debacle, la desocupación y la miseria, varias revueltas bolcheviques declararon el nacimiento de algunas repúblicas comunistas en Alemania. El pueblo endurecido desmovilizado de las trincheras, sintiéndose traicionado, arremetió al volver sin miramientos contra los "emboscados" bolcheviques. Así, muchos grupos paramilitares se formaron para dar cuenta de los rojos. En Italia, a pesar de haber salido "vencedora" de la guerra, también pasaba lo mismo. Los comunistas habían decidido aprovechar el caos de posguerra para apoderarse de Europa. El viejo orden liberal tambaleaba en todo el continente en su carencia de respuestas a la problemática social. Así es como nacen, como reivindicación nacionalista popular y socialista, como tercera fuerza equidistante de izquierdas y derechas, el Fascismo en Italia y el Nacionalsocialismo en Alemania. Tras larga y enconada lucha política, Hitler asume el poder en Alemania democráticamente, por el voto popular. No tarda en asumir plebiscitariamente plenos poderes, con los cuales conforma el III Reich. Realiza de forma más bien pacífica una Revolución total, basándose en el mitema socializador de la raza. El Nacionalsocialismo, profundamente "antisemita", echa a los judíos de todos los cargos gubernamentales, los separa también de la prensa, de la educación, de los juzgados y de las grandes empresas. Nacionaliza la Banca y la emisión monetaria, tras lo cual destina enorme cantidad de créditos para la construcción de obras públicas, viviendas, autopistas, etc., eliminando así la desocupación. Ya con una popularidad completamente avasallante, refrendado plebiscitariamente por prácticamente la totalidad de su Pueblo, realiza el Anschluss (reunificación con Austria), remilitariza la Renania, restablece el Servicio Militar Obligatorio y lleva a cabo un intenso rearme (al igual que hacían todas las otras potencias, ya que desde el fin de la primera guerra mundial no era secreto que habría una segunda), recupera la región de Memel, incorpora los Sudetes (región de población mayoritariamente alemana), desintegrando así Checoslovaquia (creación del Tratado de Versalles), crea el protectorado alemán de Bohemia y Moravia y, finalmente, reclama a Polonia la unión de Danzig (separada tras la PGM) con Alemania. Polonia, habiéndole Inglaterra prometido defenderla si era atacada, se niega de plano. Esto desatará la guerra más catastrófica de la historia del mundo. El III Reich invade Polonia y con su Blitzkrieg la derrota en cuestión de semanas. Inglaterra y Francia declaran la guerra a Alemania pero aun no se mueven. Alemania se adelanta a Inglaterra y ocupa Dinamarca y Noruega, tras lo cual, en guerra relámpago invade a Francia en una operación militar perfecta, venciéndola en muy poco tiempo. Antes de desatarse la guerra Alemania había logrado acordar con la U.R.S.S., con la finalidad de no tener que pelear en dos frentes, un pacto de no agresión. La U.R.S.S., desde la muerte de Lenin, estaba en poder de Stalin, el hombre que arruinó todos los planes que el Poder Mundial tenia con respecto al comunismo y el papel que debía jugar en el mundo. Para 1940 (año de la invasión alemana a Francia) Stalin lograba dar muerte a Trosky, por medio de un sicario, en México. En los "30, Stalin ya había purgado de la nomenclatura soviética a millares de dirigentes, oficiales militares y comisarios políticos ligados al Poder Mundial Sionista. Cayeron así ejecutados, por orden directa de Stalin, los más famosos y poderosos carniceros del régimen: Zinoviev, Kamenev, Radek, Eukharin, Yagoda, Zelensky, Lev Levin, Olberg, etc., además de gran parte de la alta oficialidad de su ejército, el cual quedo así diezmado. Esto Hitler bien lo sabía, ya que fue por orden suya que el servicio secreto alemán al mando de Heydrich había hecho llegar a Stalin las pruebas que comprometían a quienes luego serian eliminados por alta traición. Todo esto hizo que Hitler hiciese un mal cálculo, basándose en el enfrentamiento que había entre la U.R.S.S. (desde la llegada de Stalin al poder) y el Imperio anglo-norteamericano sionista. Esto le hizo pensar que tras sus apabullantes victorias en Europa, podría pactar una paz sustentable con Inglaterra. De hecho Hitler ofreció a Gran Bretaña reiteradas veces un armisticio donde no se le exigía absolutamente nada. Consideraba Hitler que los intereses de Inglaterra en el mundo no tenían por que chocar con los intereses de Alemania en Europa, que podría así establecerse un nuevo "status quo" y, sabiendo que Inglaterra temía a Stalin, pensó que se avendría a aceptar. Ese fue el peor de sus errores. Para cuando hizo Hitler todos estos ofrecimientos tenia al grueso del ejército ingles al alcance de su mano, pero los ingleses le dieron a entender que aceptarían y, para no humillarlos, los dejo ir en Dunkerque. Este error pesaría muy fuerte en su posterior derrota. Pero sucede también que Hitler no tenia muchas alternativas con respecto a Inglaterra, por lo que se dejo engañar a causa de su necesidad de un "sí" como respuesta. Hitler jamás tuvo en realidad los medios necesarios para la invasión de Gran Bretaña, su flota era decididamente inferior. Planificó por un tiempo un desembarco aéreo, pero visto el resultado negativo de la batalla aérea de Inglaterra, desistió. De este modo quedó el también en la misma situación que sus antecesores en Europa: Felipe II de España y Napoleón I de Francia, es decir: encerrado en una guerra de dos frentes. Stalin por su parte contaba con que las potencias occidentales se destruyeran mutuamente en la guerra, mientras afilaba su daga. En la frontera soviético-alemana Stalin realizo la acumulación de ejércitos más enorme de la que haya registro en la historia. A su vez tanto Inglaterra como USA habían girado en redondo con respecto a Stalin y, considerándolo un "mal menor" que Hitler, lo abastecieron de gigantescas cantidades de armamento, aviones, tanques, matricería, químicos y materiales raros para la industria de guerra, dinero, información, etc., (esto es algo que el mismo Churchill declaró luego de la guerra en sus memorias). Hitler sabía que solo era cuestión de tiempo para que Stalin se le echase encima, además en esa situación de encierro estaba completamente ahogado por la falta de suministros (sobre todo petróleo) por lo que terminó repitiendo exactamente lo mismo que Napoleón, y el 22 de junio de 1941 invadió Rusia, desatándose así la batalla más descomunal de la historia humana. Ese año, 1941, entrarían también en la conflagración Japón y los EE.UU., globalizándose así la guerra en forma completa, el planeta ardió en llamas. En Rusia, pelearían también, junto a los alemanes, millones de europeos de todas las nacionalidades, de los cuales más de seiscientos mil formaron parte de las Waffen SS. La guerra en Rusia tuvo el sentido de una cruzada europea contra el comunismo. Si bien estuvieron muy cerca de vencer, el resultado final para Alemania y Europa fue una derrota total y calamitosa; mientras peleaban en el Este, al Oeste sus ciudades fueron salvajemente bombardeadas por ingleses y norteamericanos causando la muerte de millones de civiles, en su mayoría mujeres y niños. En Japón los EE.UU. arrojaron dos bombas atómicas sobre ciudades indefensas, sin necesidad militar alguna, arrasándolas por completo. Tras la guerra, más de cincuenta millones de seres humanos habían dejado de existir, no menos de ocho millones mas se agregaron a la lista de muertos en la inmediata posguerra a causa del hambre y las secuelas. La mitad del continente europeo caería esclava del infierno comunista, en tanto la otra mitad seria avasallada por Imperio anglo-norteamericano sionista. Fue la más catastrófica de todas las conflagraciones que hayan existido.

Como puede verse, el drama de Europa radica en su incapacidad para unirse contra el Imperio Mundial Atlantista.

Inglaterra primero, e Inglaterra y los EE.UU. después, se encargaron siempre de mantenerla dividida. Esto no les costo mucho teniendo en cuenta la diversidad nacional, lingüística y cultural de los Pueblos que conforman a Europa. Esta diversidad parte desde su misma conformación a partir de la caída del Imperio de Roma y el reparto del mismo por parte de las tribus germanas, las cuales por su Cosmovisión eran contrarias a todo centralismo. Es del devenir histórico de estas tribus y sus reyes que surgieron las dinastías y naciones europeas.

Si bien es cierto que la diversidad europea fue la que hizo de su Cultura la más rica, también fue esta diversidad la que condenó a Europa a la lucha fraticida. A esto se debe que todos los intentos de unificación continental fuesen llevados a cabo por la fuerza.

Las marcadas diferencias lingüísticas e históricas de los diversos Pueblos europeos hicieron que sus Naciones luchasen entre sí por la primacía.

Primero fue España, luego fue Francia, por último Alemania, las potencias que mediante la fuerza militar quisieron unificar a Europa; obligadas a pelear en dos frentes de manera simultanea, al Oeste contra el poder oceánico anglosajón y al Este contra el poder continental eslavo, todas fracasaron. Observando un mapa podemos notar que el continente europeo conforma una enorme península; como tal, su proyección geopolítica es doble: marítima y territorial, pero esto no significa que puedan tomarse ambas a la vez. No hay ejemplo en la historia de algo semejante, ni tampoco lo habrá nunca, porque es imposible ser una cosa y otra al mismo tiempo.

Puestas así las cosas, España se proyectó hacia el Océano, y si bien Carlos I fue el primero en avizorar la importancia de una Europa unificada, su política con respecto a ella no pudo pasar del mero "control" de la misma como "patio trasero" (del mismo modo que hace hoy EE.UU. con respecto a América) al que había que mantener en orden para que no lo estorbase en su conquista del mundo, el error que cometió España fue intentar contener a Europa lanzándose sobre ella del mismo modo que se lanzó sobre el océano: esto la agotó en hombres y en medios (lo ingleses, en cambio, para controlar a Europa siempre se valieron de intrigas, haciendo pelear a los europeos entre si antes que meterse ellos directamente). Francia, por su parte, en su historia como principal potencia europea pasó de una proyección oceánica con los Borbones a una continental con Napoleón; con los Borbones Francia no tenia amenazas en el continente (España ya se había derrumbado y Alemania no existía como Estado unificado) por lo que se lanzó al mar, en tanto que con Napoleón, ya habiendo sido la proyección marítima francesa anulada por Inglaterra, se lanzó hacia el continente, logrando dominarlo, hasta que fue hacia el Este para acabar con la ultima amenaza: Rusia, donde Bonaparte cayó derrotado. Alemania en cambio siempre tuvo una proyección continental, y así como Carlos I tenia su "patio trasero" hacia el Este, Alemania lo tenia hacia el Oeste; nunca Alemania osó disputar el océano a Gran Bretaña, de hecho no es su proyección natural, tuvo algunas aventuras coloniales, es cierto, pero estas no más que como linde de su influjo territorial orientado hacia el Este; su guerras occidentales siempre fueron para Alemania guerras "a retaguardia", su vanguardia siempre fue Oriente.

Como podemos ver, desde el siglo XV Europa estuvo "atenazada" entre dos fuerzas convergentes: el Atlántico y Asia. Tras la Segunda Guerra Mundial cayó derrotada ante ambos poderíos y fue dividida, quedando su parte occidental bajo el poderío atlántico y su parte oriental bajo el poderío asiático. Esto duró cuatro décadas, y ahora, tras la caída de la URSS, toda Europa quedo bajo el dominio atlantista.

Partes: 1, 2
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