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Ser gay en México (página 2)


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Comencemos con un primer e ingenioso enunciado que habla por sí solo, publicado por un hombre de treinta años que se describe a sí mismo como nadador, de estatura media, piel blanca, guapo, velludo, profesionista independiente, atlético, dotado sexualmente y masculino, que dice lo siguiente:

"No busco a un príncipe azul que después se convierta en sapo, ni a un sapo para convertirlo en príncipe azul".

En realidad, cabe suponer que muchos buscan inconscientemente a un príncipe azul, a ese ser maravilloso que leyeron en los cuentos de infancia, pero hay un temor interiorizado de que esa persona excepcional se convierta posteriormente en un sapo.

Partiendo de este miedo, todos quieren disfrutar del príncipe de sus sueños, pero justo hasta el momento anterior a que se transforme en un monstruo aterrorizante, porque de todos es sabido que tras de la belleza física, puede esconderse un ser con potencialidad para convertirse en alguien frío, cruel, calculador e indiferente, con otro hombre que piensa, siente y anhela igual que él.

Entonces, antes de que otro hombre le entierre la estocada y lo hiera, hace recurso de todos aquellos retorcidos conceptos aprendidos en en seno de su honorable hogar heterosexual y en ocasiones se convierte en infiel, infeliz, desdichado, mentiroso y promiscuo.

En lugar de que algunos hombres puntualicen sus gustos o preferencias por otros hombres, muchos de ellos enuncian todo aquello que no desean encontrar, haciendo un listado que se antoja obsceno de las cosas que les desagrada, como por ejemplo:

"Busco sólo a hombres varoniles que sepan vestir de acuerdo a su edad, no a Miss Condesa", lo que significa que no desean ser contactados por algunos de los chicos que viven en la Colonia Condesa y que tienen un particular modo de vida al ser estilizados, sofisticados y glamorosos.

"No a los hombres que usan pantalones a la cadera, esos déjaselos a Ninel Conde".

"No me escribas si eres loca, joto, chica caberetito, afeminado, gorda o vejete".

"No busco a personas con problemas mentales o existenciales".

"favor de no contactarme aquellos que describen su perfil en inglés, no mamen, no estamos en Londres".

"Abstenerse de escribir los calienta braguetas".

"No nacos, no prietos, no flacos, no a las moscas que andan sólo sobre la carne".

"No soy beneficencia pública, por lo tanto, no busco chichifos, golfos o vividores que creen que pos su juventud merecen ser mantenidos".

"No musculocas".

"No a los mentirosos que ponen fotos falsas".

"No tengo interés en conocer a personas que publicitan sus viajes internacionales mostrando fotos de Nueva York, Roma, París o Londres"

Más allá del ingenio y la gracia que pueda encontrarse en los perfiles, las palabras evidencian la homofobia internalizada y la discriminación que existe entre los propios gays, producto de la educación "heterosexual" recibida durante su infancia, y reforzada en la adolescencia y la juventud en la escuela y su entorno social.

Ser gay no significa ser amanerado o sentimental, tampoco el que un hombre deba vestirse con ropa femenina, usar boas, tacones, maquillaje o un bolso. Existen tantas formas de ser gay como las hay para los hombres heterosexuales y bisexuales.

Pareciera ser que en contraparte del metrosexual, que se dice se encuentra en la búsqueda de su feminidad perdida, el homosexual está en el rescate, el encuentro y reconciliación de su masculinidad perdida, porque seguramente muchas veces siendo infante, escuchó en el seno familiar que un homosexual significaba ser: loca, marica, afeminado, invertido, quebrado, delicado y joto, etc.

Hoy en día sobresale que un buen número de hombres homosexuales son afectos a los deportes rudos o extremos, otros practican ciclismo, natación, montañismo, box, karate, patinaje, y algunos más asisten al gimnasio para labrar un cuerpo musculoso a base de pesas. No todos se ejercitan propiamente por estética, algunos lo hacen por placer y salud.

En contraparte a tantos "NO" antes descritos, algunos hombres parecen más sensatos consigo mismos y con los demás. Se publicitan anotando un poema o pensamiento propio o de algún reconocido poeta. También están aquellos que se describen como una persona: Sensible, tierna, romántica, honesta, profesionista, independiente y que busca contactar a personas similares en edad, clase social, cultural, económica y corpórea.

La inmensa mayoría se anuncia con foto donde puede sobresalir simplemente una cara, un pecho, un pene, un cuerpo completo, las nalgas, el ano, una tetilla de la que pende una argolla, unos pies, la nuca, una axila, un ojo, o una pareja teniendo sexo entre sí. Otros más se fotografían masturbándose o mostrando una eyaculación.

Algunos aclaran no tener interés en ser contactados por personas que viven en pareja, ya que algunos de ellos que se auto proclaman en "relación abierta", entran a contactar a terceros para sexo.

Muchos de estos diversos hombres que sólo se diferencian entre sí por la edad, la escolaridad, la clase social, el cuerpo, la raza, los une un propósito común, el de contactar a otros hombres.

La mayoría tiene la honestidad de señalar que busca "sexo sin compromiso", "gente sin problemas mentales", "personas cool, nice, cute", porque no podían faltar las palabras en inglés como sinónimo de ser alguien diferente, de mundo. Incluso, para señalar si son activos o pasivos, usan términos como "top", o "Bottom", como si no existieran estos términos en español.

Lo mismo hace para describir si son circuncidados o no lo son, empleando las palabras: "Cut", o "uncut", al igual que en lugar de anotar ser un hombre masculino, así, en llano español, lo expresan como: "straight acting", lo que significa, actitud heterosexual.

A muchos gays, al parecer, les averguenza hablar su idioma natal. Adicionalmente, algunos se proyectan como inalcanzables por el hecho de tener un origen extranjero, ser blancos, velludos, con ojos de color claro, y sobre todo, tener un pene que rebase los estándares latinoamericanos, o sea, mayor a 16 centímetros.

Sin embargo, algunos agregan que aún siendo dotados, prefieren ser penetrados por otro igualmente dotado como ellos.

En este portal de Manhunt, donde a veces coinciden hasta 20 mil personas conectadas de países como: Canadá, Estados Unidos, Brasil, México, Inglaterra y Australia, que es a las naciones a las que está dirigido y cualquiera puede ingresar a las páginas de estos seis países, la competencia entre hombres es hablar de palabras mayores.

Una gran mayoría se describe como: "atlético", ya que este concepto da un: "plus" a las personas, y al observar las fotos, en ocasiones su cuerpo no concuerda con el concepto de atleta o muscular. La apreciación personal que muchos de ellos tienen de sí mismos en particular, lo que también provoca una batalla de palabras de negación y de beneplácito entre los participantes.

Pareciera ser que entre más personas se encuentran conectadas de manera simultánea, menor es el interés de la mayoría de los participantes en concretarse a conversar con una sola persona. Habiendo tanta oferta y demanda, muchos quieren probar de la exquisitez del variado buffet.

Además, habiendo sido educados como máquinas sexuales insaciables y capaces de desear sexo las veinticuatro horas del día de los trescientos sesenta y cinco días del año, y para demostrar que entre más contactos sexuales se tengan, se es más hombre, algo también introyectado en la memoria genética del los varones, pocos pueden sentirse saciados con encontrar a otro hombre, y recurren una y otra vez a la página para contactar a más y más de sus congéneres para su satisfación sexual, y así reafirmarse como hombres.

En un mundo globalizado, donde las diversas ideologías se infiltran con facilidad en países como México, se adoptan las corrientes que vienen del exterior, entre ellas, conductas sexuales de alto riesgo, como el "Bareback", sexo sin condón, el Fisting", introducción de mano y puño en el ano, inhalación de "Poppers", que incrementan el placer sexual, el "II Romano", ser penetrado por dos penes al mismo tiempo, así como tragar semen de una pareja ocasional, sin contemplar que este tipo de prácticas ponen en riesgo la salud para contraer Infecciones de Transmisión Sexual, (ITS), como: Hepatitis C, herpes genital, gonorrea, sífilis, papiloma humano, entre otras infecciones como el VIH/SIDA, prácticas de "moda" en los Estados Unidos, donde tal vez por cuestiones de género masculino socialmente aceptadas, a muchos hombres les excita correr riesgos, jugar a la ruleta rusa, lo que significa una actitud suicida, tal vez producto también de una baja autoestima y pocos deseos de alcanzar una larga vida, si al final de cuentas escuchó tantas veces que terminará solo, viejo y deprimido, y antes de que eso siquiera pueda ocurrir, prefieren vivir intensamente para evitar semejante presagio.

Ingresan al portal hombres predominantemente jóvenes, entre 18 y 35 años de edad, y si consideramos que en el mundo es la población de más alto riesgo para adquirir una ITS, se encuentra entre los 14 y los 24 años de edad, porque es la etapa de la vida donde comienzan a tener sus primeras relaciones sexuales con poca o nula información y sin uso de condón, éste grupo de hombres es altamente vulnerable a infectarse.

Este artículo no pretende satanizar a ningún portal en especial, los servicios están ahí para ser usados, sin embargo, cada persona les da un sentido positivo o negativo, según la intención con la que actúe desde lo individual hacia lo colectivo.

Al parecer, la humanidad del siglo XXI se encuentra inmersa en una crisis de valores y de identidad. Sin embargo, habrá que tocar fondo en esa crisis donde se han debilitado la honestidad, el respeto al tiempo y los efectos de los demás, el compromiso, para volver a ser una sociedad con mayor consideración consigo misma y con los demás.

Nuevamente olvidados de su derecho a la felicidad, al amor y a ser respetados, unos a otros se van contaminando de esa inercia de indiferencia y apatía, discriminación y estigma. Esto lleva a preguntarse, si los hombres gays son capaces de interactuar entre sí de manera tan lastimosa, ¿cómo actuarían los heterosexuales contra la población homosexual si no existieran leyes capaces de contener su agresión?.

México, D. F a 12 de junio de 2006.

 

 

Gerardo Guiza Lemus

*Gerardo Guiza Lemus. (Puruándiro, Michoacán, México. 1957), es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Entre los años 1987 y 1989 y 1992 y 1997 impartió cátedra en dicha facultad en materias de literatura y periodismo, y dirigió diversas tesis de titulación.

Diplomado en Disfrute y Promoción del Erotismo, el Placer y el Bienestar Sexual Masculino, por el Centro de Capacitación y Apoyo Sexológico, CECASH. México 2005.

Diplomado en VIH/SIDA por en Instituto Nacional de Salud Pública.. México. 2004

Ha colaborado con cuento, poesía y entrevistas en numerosos suplementos culturales de la ciudad de México y en el interior de la República.

Es autor de los libros que llevan por título: La Historia No Convenida. (Novela). Fontamara. México, D. F. 2003. Artilugios. (Novela). Fontamara. México, D. F. 1999. Quizás No Entendí. (Novela). Fontamara. México, D. F. 1997. Tus Estelas en mi Espacio. (Poemario). Publicación Independiente, México, D. F. 1993. Como la Flor del Amaranto. (Novela). Dirección de Bibliotecas y Publicaciones del IPN. México, D. F. 1992.

Actualmente desempeña funciones como capacitador y consejero en el Programa de VIH/SIDA de la Ciudad de México, de la Secretaría de Salud del Distrito Federal.

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