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Programa de actividades para el desarrollo de las habilidades motrices básicas en los niños (página 2)


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La implicación directa de la familia como agente educativo, es de hecho un elemento esencial para la efectividad del mismo, ello fundamenta la necesidad de organizar un trabajo encaminado a elevar la cultura pedagógica y psicológica de la familia, con el propósito de ejercer una influencia educativa más científica, sistemática y dirigida a lograr el desarrollo de sus hijos.

Otra particularidad que adopta la organización de las alternativas de atención de este programa en el medio, es la de contar con el apoyo de los diferentes agentes comunitarios y la participación activa de los factores sociales que junto al Ministerio de Educación y bajo su coordinación, estructuran de manera orgánica y coherente sus acciones para la consecuencia de un fin común: La formación y desarrollo de los niños preescolares cubanos, materializándose así el principio de que la educación es tarea de todos. Por tanto continuar el fortalecimiento de la vía no institucional de manera efectiva para lograr la educación de los preescolares de 5-6 años en el sector rural implica:

• Alcanzar una mejor preparación de los ejecutores que atienden dos veces a la semana a familias con niños de 3-5 años a través del Programa: "Educa a tu Hijo".

• Continuar promoviendo la intervención consciente y responsable de la familia en la educación de sus hijos, mediante su asistencia sistemática a las actividades del Programa "Educa a tu Hijo".

• Lograr que la capacitación sea más flexible y ampliada, dirigida a elevar el nivel psicológico y pedagógico de quienes más lo necesitan.

• Mantener y perfeccionar el sistema de seguimiento y evaluación de los resultados del Programa como vía esencial para elevar de manera permanente la calidad del mismo.

• Continuar la elaboración de materiales bibliográficos para la orientación a la familia y la superación de todos los que intervienen en el programa.

• Continuar promoviendo la estimulación especialmente a promotores, ejecutores, a las familias y agentes educativos comunitarios.

• Sistematizar y enriquecer las campañas de divulgación en todos los niveles, utilizando para ello diferentes vías.

• Lograr mayores niveles de coherencia e integración en la participación con carácter intersectorial de los representantes de los grupos coordinadores a cada nivel.

El desarrollo motriz de los niños de 3-5 años

La Educación Física es un proceso pedagógico para la adquisición y desarrollo de habilidades motrices básicas y hábitos en los niños desde edades muy tempranas. El desarrollo motor del niño de 3-5 años sigue siendo rápido y variado.

Para ello hace falta que crezca en un ambiente que le ofrezca la medida adecuada de estímulos sobre movimientos y posibilidades de reacción así como que educadores comprensivos sepan orientar cómo es conveniente el sano afán de movimiento y actividad del niño. En la medida que el niño aprende a andar derecho y a hablar su radio de acción se amplía considerablemente. Con ello aumenta la cantidad de estímulos que influyen sobre el niño al moverse en el mundo material y humano circundante con el que se enfrenta "accionando".

Su actividad de "exploración" se extiende ahora a todo el espacio disponible y a sus objetos.

Las influencias del medio ambiente son precisamente en esta edad de mucha importancia para el desarrollo de las destrezas de movimiento del niño y para su capacidad de reacción motriz.

En condiciones propicias el niño alcanza hacia el final de la edad preescolar un estadío de desarrollo motor muy parecido ya al del adulto.

Dispone de las formas básicas de la dinámica deportiva: manifiesta habilidades motrices básicas como caminar, trepar, correr, saltar, lanzar, alcanzar y domina por lo general estos movimientos con buena coordinación si bien en una forma que necesita ser perfeccionada.

Según observaciones del profesor Kurt Meinel, las formas básicas de movimiento se adquieren en el orden arriba indicado lo que no debe entenderse en el sentido de que una nueva serie de desarrollo comience cuando ya se domina perfectamente una de las formas.

El fuerte afán de movimiento se manifiesta además en el hecho de que los movimientos no se efectúan con brevedad y ahorro, como acostumbra a ocurrir en el adulto. Los movimientos del niño presentan todo un derroche de movimientos de acompañamiento, que parecen superfluos desde el punto de vista de la economía de ejecución. Además de ello, muchos movimientos están dirigidos exactamente a su fin, todavía no se consigue un control funcional de los movimientos el cual habrá que ir adquiriendo paulatinamente.

Se explicará lo dicho antes tomando el ejemplo de un lanzamiento. El niño quiere hacer que un objeto por ejemplo una pelota, vaya a un lugar determinado. Lleva primero la pelota al lugar previsto, realiza diversos movimientos de arranque y al final "tira" la pelota. En la mayoría de los casos no puede hablarse en realidad de un lanzamiento pues la pelota abandona la mano de forma completamente incontrolada a menudo en contra de la dirección prevista y la distancia alcanzada es escasa. Sin embargo, el niño se ejercita con frecuentes repeticiones y llega a alcanzar un determinado grado de destreza en la forma básica "lanzar".

La rapidez de desarrollo motor depende al parecer del número de formas básicas de movimiento que se están adquiriendo. La rapidez del desarrollo en cada una de las formas básicas de movimiento depende también del ejercicio y las posibilidades que se le presentan al afán infantil de acción.

De esta forma se aumentan más rápidamente las formas para las que hay mejores posibilidades de ejercicio.

La sensación de éxito desempeña un papel muy positivo. En medio del gran número de intentos se seleccionan los movimientos realizados con éxito, se repiten por el placer de lograrlo y de esta manera van asegurándose. Por el contrario, los ensayos que fracasan, no se repiten y se olvidan. A lo largo de muchos intentos logrados en el trato con las cosas, el niño va adquiriendo un sentido funcional de la ejecución y desarrolla al mismo tiempo la facultad de acumular experiencias motrices, de la que se forma una "memoria motriz".

El lenguaje y la capacidad de pensar que ello lleva consigo, van regulando progresivamente las acciones motrices del niño. Al principio los movimientos se orientan en especial por los estímulos de los llamados "sentidos de proximidad", particularmente el tacto y el sentido del movimiento (sensación muscular). Con posterioridad asumen la función dirigente los "sentidos a distancia" (vista y oído).

El niño ve los movimientos de otros niños, de los hermanos, de los adultos y, sobre todo, de la madre. La visión llega a producir tanto efecto como los estímulos que parten del contacto directo con las cosas. Los movimientos percibidos sensorialmente incitan a la imitación, sobre todo si al principio van unidos a invitaciones, alientos y promesas; por ejemplo, para trepar:

"Ven, sube; enséñame que puedes hacerlo solo. Ahí arriba está tu pelota de colores, sube a buscarla."

Finalmente el lenguaje puede ir sustituyendo poco a poco muchos estímulos directos de movimiento, que el niño había recibido antes por los sentidos. El lenguaje se convierte en un nuevo estímulo motor de gran trascendencia.

Esto puede explicarse fisiológicamente de la siguiente manera: Se sabe por las investigaciones de Pavlov y su escuela que las células cenestésicas corticales pueden establecer contacto con todas las células de la corteza cerebral, o sea, también con las células excitadas por estímulos hablados. Ello hace posible que el niño pueda relacionar determinadas sensaciones motrices con determinadas palabras. Por ejemplo: agitar la cabeza se relaciona con "no" y extender los brazos hacia delante, con "dame". De tal forma se establecen relaciones condicionadas entre la palabra y las sensaciones. Se crean relaciones firmes entre los estímulos trasmitidos por los sentidos y los trasmitidos por la palabra, es decir, entre el primero y el segundo sistema de señalización la palabra acaba sustituyendo el estímulo directo.

Se toma por ejemplo la palabra "pelota". El concepto de "pelota" se enriquece paulatinamente con numerosos estímulos de movimiento que lo complementan.

La palabra despierta en el jugador experimentado todo un cúmulo de estímulos e imágenes motrices. El niño tiene que adquirir primero experiencias motrices en el trato directo, sensorial y activo con la pelota. Al principio no diferencia una bola de hierro de una pelota e intenta jugar con ella como con una pelota. Sólo después de haber utilizado la bola, de haber experimentado su peso y consistencia, se hace posible una diferenciación. Entonces es cuando la palabra "bola" puede señalizar el objeto con una precisión cada vez mayor.

A través de la experiencia adquirida en el trato con las cosas, el niño va liberándose poco a poco de la dependencia directa de la situación presente. Para sus movimientos ya no necesita tocar realmente las cosas.

Le basta cada vez más la orientación óptica, porque sirviéndose de sus experiencias, ve la situación, y cómo debe reaccionar cinéticamente ante ella basta con una mirada. Lo experimentado anteriormente por mediación del tacto y las sensaciones musculares (las particularidades de las cosas) lo ve ahora con la ayuda de las experiencias acumuladas (el peso, la rigidez de superficie, la manejabilidad, etc.). Este saber le comunica también lo que puede hacer con ellas; a través de los objetos experimenta determinados estímulos de movimiento. Con un bastón intentará dar golpes o hacer rodar un aro.

El lenguaje influye cada vez más sobre la conducta motriz. Cuando está en posesión de los movimientos necesarios, el niño puede reaccionar positivamente al oír determinadas instrucciones, sin necesidad de darle ejemplo con la acción.

En el curso de los 3-5 años de edad (período preescolar) destaca el profesor Kurt Meinel se alcanza, una etapa superior muy importante.

Las reacciones motrices obedecen progresivamente al contenido del lenguaje si ha habido antes un adiestramiento metódico. Los niños reaccionan cada vez según el significado de las palabras. Los movimientos provocados por el carácter sobre el impulso de la exhortación oral son cada vez menos y van limitándose a las señales orales exclusivamente impulsivas como "¡ya!", "¡adelante!", etc. las instrucciones de movimiento dadas oralmente pueden ser ya más complicadas, como "busca un niño y tírale el balón de manera que pueda alcanzarlo". La utilización del lenguaje conduce en mayor medida a una conducta motriz ejecutada de manera, es decir reflexiva, a un actuar pensando.

Se debe tener presente sin embargo que la exhortación y la enseñanza oral en el período preescolar no puede sustituir el aprendizaje motor directo. La enseñanza oral sólo es efectiva cuando se aplica a las experiencias de movimiento que tiene el niño, y éstas sólo puede adquirirlas en el trato con los objetos, en la confrontación activa con su mundo.

En él se puede apreciar, cómo se materializan los principios básicos de la Educación Preescolar, los cuales se realizan en contacto estrecho y en las condiciones del medio circundante, que en el proceso de educación, el adulto desempeñe un papel rector, pero a su vez este solo puede alcanzarse en el propio dinamismo de la actividad del niño, la educación debe realizarse dentro del colectivo y con una estrecha relación entre la educación social y la educación familiar, como elemento determinante. La que se desarrolla y se concibe sobre la base del Programa Educa a tu Hijo en la Educación Preescolar, y el papel que le corresponde desempeñar al promotor en la realización de las misma, caracterizándose el mismo, por ser un programa eminentemente educativo, dirigido al desarrollo integral de los niños desde su nacimiento hasta su ingreso a la escuela, tomándose como célula básica para su realización a la familia, constituyéndose en esta un espacio educativo con excelentes potencialidades y, además, por ser el contexto donde transcurre, en esencia, la formación y el desarrollo del ser humano en todas las etapas de su vida, fundamentalmente en las primeras edades. Estas acciones educativas en el medio familiar se realizan desde el embarazo y permiten elevar su nivel de preparación psicológico y pedagógico.

No es un secreto para nadie que siendo Cuba un país subdesarrollado, con limitaciones económicas ha contado dentro de sus prioridades brindar especial atención desde el punto de vista educativo a las diferentes edades, donde la Educación Preescolar ha ocupado un lugar meritorio, aún así no todos los niños pueden asistir a los círculos infantiles, imponiéndose, decididamente, la creación de nuevas vías que posibiliten la educación de los niños que no asisten al círculo infantil apareciendo como alternativa el Programa "Educa a tu Hijo" con el objetivo de atender la formación de estos niños de 0-5 años mediante el apoyo de los padres, la comunidad, y el círculo infantil, donde las condiciones lo permitan, propiciando un nivel de formación y educación semejante para los niños de estas edades.

Para un buen funcionamiento de la mencionada alternativa, un elemento fundamental, está en el marcado carácter comunitario e intersectorial, al contar con el apoyo y la participación activa de los diferentes factores, agentes sociales quienes junto al sector educacional, bajo su coordinación, estructuran y diseñan de manera orgánica y coherente sus acciones para la consecución de un fin común, la instrumentación de la educación mediante vías no formales en su territorio, lo que permite la formación y desarrollo de los niños que en él residen.

Según datos estadísticos actuales, el país cuenta con seis mil promotores y más de catorce mil ejecutores que en su mayoría con carácter voluntario realizan las labores de capacitación, en las 14 Provincias del país y el Municipio Especial Isla de la Juventud llegando hasta las familias que viven en las comunidades urbanas rurales y de montañas, son la muestra del esfuerzo realizado y la profunda importancia dada a tan humana labor. El quehacer del promotor juega un determinante papel en lo antes explicado, si se tiene en cuenta que es la persona que en las vías no formales de la educación preescolar garantiza la preparación de aquellos que trabajen directamente con los padres y que los niños adquieran los conocimientos y el enfoque de su labor, lo que permite la mejor realización de las actividades y la consecuente formación y desarrollo de los niños, debiendo saber organizar su trabajo, planificarlo en tiempo y ejecutarlo en el orden previsto, es la persona además encargada de establecer buenas relaciones con los niños, los padres y la comunidad, así como con las autoridades locales, dominar los contenidos de lo que pretende capacitar y las formas y medios de llevarlos exitosamente a cabo, poseer un buen nivel crítico, para examinar sus propios errores y aceptar las sugerencias de los demás, sin por ello dejar de ser afectuoso, amable y respetuoso en el trabajo con las personas que capacita, poseer iniciativa para añadir a las orientaciones generales aquello que pueda hacer más efectiva la capacitación. Poseer capacidades comunicativas en correspondencia con los medios orales y escritos que ha de utilizar en su labor, además de conocer técnicas participativas con la comunidad, de modo que fomente las acciones de autogestión de sus integrantes.

Un papel rector en este programa le corresponde al promotor ya que el mismo dentro de sus funciones y responsabilidades, está encargado de promover las vías no formales de la educación preescolar en la comunidad, en la misma medida que sensibiliza los integrantes en la necesidad de proporcionarles a los niños una educación mejor, seleccionar, capacitar y orientar el trabajo de las ejecutoras que laboran directamente con los niños, las prepara mediante un plan de superación que les permite desarrollar exitosamente sus tareas, supervisar y asesorar, evaluando en un primer nivel el resultado del trabajo expresado en el desarrollo alcanzado por los niños.

En otro de los momentos o fases, el ejecutor de conjunto con los niños y la familia realizará la actividad antes explicada teniendo en cuenta la atención a las diferencias propias de la edad.

Después que el ejecutor realiza la actividad unido al profesor de Cultura Física, madres ejecutoras y familia existe otro momento o fase, donde el ejecutor conversa nuevamente con las familias sobre la actividad, valorando, como trabajaron los niños, orienta a los padres cómo continuar desarrollando en la casa estas actividades y explica qué materiales puede utilizar en caso necesario y cómo ser elaborados por los propios padres, brinda orientación individual a quiénes lo requieran o soliciten, también este momento puede aprovecharse para ofrecer a la familia, consejos y mensajes sobre diferentes aspectos a tener en cuenta en la formación y en el desarrollo integral del niño, así como abordar algún tema solicitado por ellos para su formación cultural, estableciéndose para ello coordinaciones previas con el personal capacitado de la comunidad, como médicos, psicólogos, profesores de Cultura Física, logopedas, entre otros, los que apoyan con sus conocimientos la realización exitosa de estos encuentros.

La formación de los niños de 3-5 años se considera una etapa decisiva para el perfeccionamiento de distintos tipos de habilidades, representaciones, sentimientos, normas morales, además de perfilarse los rasgos del carácter.

Para garantizar la educación del niño en estas edades surge el círculo infantil, institución que tiene el encargo social de desarrollar multilateral y armónicamente a los niños y prepararlos para el ingreso a la escuela. La realización de actividades físicas con carácter sistemático correctamente organizadas, partiendo de la actividad conjunta y la doble función que con ella se persigue desde el punto de vista instructivo-educativo, como elemento indisoluble juega en tal sentido un papel determinante para aquellos que no asisten a estas instituciones estatales, sino que reciben la preparación a través de la vías no formales donde se inserta el Programa Educa a tu Hijo.

Se considera importante destacar, el Programa Social de Atención Educativa, utilizando esencialmente la vía no institucional, la que cuenta con todo el apoyo estatal y responde a la política educacional del país para estas edades, dirigida, asesorada y controlada por la Dirección de Educación Preescolar del Ministerio de Educación, permite la consecución de los mismos fines y objetivos de la vía institucional logrando el máximo desarrollo posible de todos los niños cubanos en las comunidades, pues se fundamenta en un programa pedagógico con carácter interdisciplinario elaborado por pedagogos, psicólogos, pediatras, especialistas en crecimiento y desarrollo, en deporte, recreación y cultura, entre otros, formando parte del Programa de Educación Comunitaria "Para la Vida", el que va dirigido a toda la población cubana con el propósito de elevar el nivel de información y preparación para una mejor calidad de vida. En este sentido, el Programa Social de Atención Educativa "Educa a tu Hijo" cumple estos propósitos para las edades de 0-6 años y en este caso se profundizara en el estudio de la edad de 4-5 años por el interés de la investigación propuesta.

Para esto se debe tener una referencia del comportamiento del niño y su evolución en cada edad, significa poseer un instrumento para que tanto educadores como padres, puedan intervenir a tiempo en el desarrollo del pequeño.  Muchos científicos en el mundo se han preocupado por estudiar la conducta del sujeto (motriz, cognitiva, afectiva-social) en los diferentes estudios de su desarrollo, la preocupación del investigador, no se encuentra totalmente ajena a tales intenciones, pues la ventaja de poder contar con una propuesta de actividades físicas, contribuirá a mejorar las habilidades motrices básicas dirigidas a niños de 3-5 años a través del Programa Educa a tu Hijo.

Se debe destacar que un programa bien estructurado desde las primeras edades contribuye al perfeccionamiento de habilidades motrices básicas, en niños, siempre que esté en correspondencia con sus posibilidades, sin pretender acelerarlo y sin el peligro de cometer errores en el proceso de enseñanza, para ello todo educador debe nutrirse de la información necesaria sobre su evolución y desarrollo. Como punto de partida para lograrlo se requiere conocer qué hace el niño en cada edad, en las condiciones reales de su entorno y cuál es la causa de por qué en un grupo de edades se comporta de una forma u otra.

Habilidades motrices del niño de 3-5 años

La etapa preescolar del desarrollo (0-6 años) se caracteriza por grandes cambios en el desarrollo motor. Es la etapa de la adquisición de las habilidades motrices básicas: caminar, correr, saltar, escalar, trepar, cuadrupedia, reptación, lanzar, golpear y rodar.

Precisamente una de las tareas fundamentales de la Educación Física preescolar es la formación en los niños de estas habilidades motrices, ¿qué se entiende por habilidades?

Las habilidades son la acción que ejecuta el sujeto utilizando los conocimientos adquiridos anteriormente, constatando solamente una posibilidad de la ejecución, sin tener en cuenta el nivel cualitativo de las mismas. Esto significa, que a base de la experiencia motriz y de los conocimientos asimilados, considerando igualmente un desarrollo determinado de capacidades motrices, en el niño se crea la necesidad de cumplir una u otra tarea motriz, pero esta posibilidad no puede dejarse a la espontaneidad, en el preescolar se debe dirigir el proceso de aprendizaje para que de esta forma puedan adecuar la experiencia motriz a la exigencia de los movimientos que se requiere que estos ejecuten, en otras palabras, la formación de cualquier habilidad, debe ser guiada a través del proceso de aprendizaje, significando que en todos los casos el niño deberá realizar un trabajo mental de qué está haciendo y cómo debe hacerlo.

Se destaca lo anterior porque precisamente, en los diferentes estadios de la Educación Física preescolar las posibilidades de realización de las acciones motrices están determinadas fundamentalmente por las habilidades.

Las habilidades motrices no solo aparecen por efectos de maduración biológica, sino también de la actividad práctica del niño en el medio que lo rodea. Desde el primer año de vida el niño comienza a orientarse en el entorno, a conocer su cuerpo y a realizar sus primeras acciones motrices. Partiendo de la organización de su propio cuerpo, el niño progresivamente ampliará su espacio, logrando establecer la relación espacio – temporal.

La motricidad del niño refleja todos sus movimientos y determina el comportamiento motor, manifestada por medio de las habilidades motrices básicas señaladas anteriormente.

Algunos autores (R. Rigal; Paoletti y Pottman) plantean que la motricidad no es la simple descripción de conductas motrices y la forma en que los movimientos evolucionan, sino también los procesos que sustentan los cambios que se producen en el desarrollo de la conducta.

Esta consideración debe tenerse en cuenta después que se ha podido lograr, como punto de partida, el conocimiento del niño con el cual se trabaja.

De acuerdo a lo anterior se abordarán primero los procesos más generales que influyen en el desarrollo motor y, posteriormente, el comportamiento de este desarrollo en cada año de vida del niño.

Como es conocido, los primeros movimientos se producen según las leyes céfalo-caudal y próximo distal y la motricidad evoluciona desde respuestas globales a respuestas musculares locales y diferenciadas (R. Rigal). La ley céfalo-caudal indica que la organización de las respuestas motrices se efectúan desde la cabeza hacia la pelvis, lo que hace que los movimientos de la cabeza y el cuello sucedan antes que los movimientos a nivel de abdomen muy relacionados con los lanzamientos donde intervienen músculos de los brazos hombros y espalda.

La ley próxima distal indica que la organización de las respuestas motrices, a nivel de los miembros se efectúa desde la parte más próxima del cuerpo a la parte más alejada: el control del hombro se efectúa antes que el de la mano, de ahí la importancia de los lanzamientos.

Estos procesos de diferenciación dependen, en una amplia medida, de la maduración del sistema nervioso, en el que la mielinización representa un aspecto importante.

Al referirse al desarrollo motor se tratará no solo lo referente a la maduración, sino también a los efectos que el medio social, las condiciones de vida y educación, ejercen en este desarrollo.

Es importante para el trabajo con los niños conocer los logros por cada una de las edades que a continuación se relacionan:

Edad: 3-4 años.

  • Correr con combinaciones.

  • Caminar por planos estrechos a alturas.

  • Lanzar y rodar objetos de diferentes formas.

  • Saltar desde obstáculos a alturas.

Edad: 4-5 años.

  • Caminar, correr y saltar en diferentes direcciones.

  • Lanzar y golpear pelotas de forma combinada.

  • Escalar con coordinación.

  • Trepar por un plano vertical.

Entre los dos y tres años alternan frecuentemente el caminar con la carrera, realizando la misma con mayor fase de vuelo; también caminan por arriba de vigas y muros a pequeña altura, aunque en la mayoría de los casos no lo hacen de forma continua.

Lanzan en diferentes direcciones y ruedan la pelota pequeña con una y dos manos no sólo hacia adelante y hacia arriba, sino también dirigido a los objetos colocados a poca distancia, pero aún sin orientación.

Realizan la cuadrupedia por el piso, en cuatro puntos de apoyo (pies y manos) y ésta se ejecuta en una sola dirección. También gatean por arriba de tablas inclinadas y bancos a pequeña altura. Este desplazamiento lo realizan de forma continua.

Suben la escalera inclinada colocando un pie y la mano del mismo lado, continúan con la colocación del otro pie y la mano correspondiente pero sin continuidad en el movimiento.

Saltan con ambas piernas y con mayor despegue de los pies del piso, incluso saltan por arriba de pequeños objetos colocados en el piso ejecutándolo solamente en una dirección.

Se desplazan reptando con todo el cuerpo "pegado" al piso, cuando se les coloca una tabla a poca altura, que les facilita pasar por debajo de ella llevando los dos brazos al frente. A partir del apoyo de los brazos, empujan su cuerpo hacia delante arrastrándolo por el piso.

Suben y bajan trepando obstáculos a poca altura sin apoyarse con todo el cuerpo sólo con los brazos y las piernas.

En el período de tres a cuatro años ya se desplazan caminando, corriendo y saltando en diferentes direcciones. El desarrollo de la orientación espacial mayormente lo demuestran al lanzar de diferentes formas y hacia diferentes puntos de referencia.

En este grupo ya comienzan a atrapar con las dos manos la pelota que le lanzan rodando y también intentos por capturar la pelota que le lanzan a corta distancia ya que lo realizan con ayuda de todo el pecho.

La acción de rodar la pelota se ejecuta en este grupo con mejor dirección no sólo por el piso, sino también por encima de bancos. Los lanzamientos se realizan con mayor variedad e inician el golpeo de la pelota con un pie.

En este grupo la carrera la realizan combinadamente: corren y caminan, corren y golpean o lanzan objetos; y también cambian la dirección al bordear objetos colocados en el piso, si estos se encuentran separados unos de otros.

Además de subir y bajar la escalera con mejor coordinación y continuidad en los movimientos, comienzan a realizar la trepa a un plano vertical. Esta trepa la ejecutan con el cambio de agarre de las manos sin lograr todavía el desplazamiento de las piernas.

La reptación se realiza por el piso con movimientos alternos de brazos y piernas pero aún sin buena coordinación y también por bancos desde donde se sostienen de sus bordes y con una ligera flexión de los brazos, desplazan todo el cuerpo arrastrándose por el mismo.

Ejecutan la cuadrupedia en cuatro puntos de apoyo (pies y manos) por arriba de bancos y muros pero sin un movimiento continuo, por lo que se ejecuta descoordinadamente. Cuando realizan esta acción por las tablas inclinadas recurren nuevamente al movimiento antecesor de gateo.

Caminan por tablas en el piso no solo hacia adelante sino también hacia atrás y por arriba de bancos y muros; al final de estos saltan hacia abajo.

La mayoría de los niños cuando saltan de esta forma, caen con poca estabilidad y se observan las piernas extendidas en la caída. También saltan del piso a caer sobre un obstáculo a pequeña altura (tapa del cajón sueco infantil) y aunque sin una carrera de impulso, pasan saltando objetos a 25 cm. de altura del piso.

En el grupo etáreo de cuatro a cinco años se manifiesta la carrera con aumento en la fase de vuelo, mejor ritmo y coordinación, manteniéndose la misma una mayor distancia. También pueden lanzar más lejos, o más cerca. Cuando el niño explora con el objeto todo lo que puede hacer, si es necesario, se le puede reforzar con el método verbal, indicándole diferentes posibilidades de acción para lograr mayores descubrimientos.

Lanzar y capturar la pelota en parejas, lanzar y dar palmadas, giros, hacia atrás por arriba, por debajo de las piernas.

Además de bordeando objetos, con cambio en la dirección (al frente, atrás, derecha e izquierda) y combinada con otros movimientos como lanzar y golpear.

Utilizan el espacio y se orientan mejor en el mismo, ejecutando todos los desplazamientos, tanto por el piso, en diferentes direcciones y por arriba de obstáculos. En este caso, se destaca el salto abriendo y cerrando las piernas, lateralmente, pasando cuerdas a pequeñas alturas del piso y saltos desde obstáculos a pequeña altura cayendo con semi-flexión de las piernas.

Trepan por la barra vertical haciendo el desplazamiento de brazos y piernas pero aún este movimiento es descoordinado.

En este grupo de edad hay grandes avances en el escalamiento con relación al grupo anterior pues suben la escalera con movimientos alternos de brazos y piernas en un movimiento continuo con buena coordinación.

Reptan por el piso y también por bancos llevando un brazo al frente y la pierna correspondiente de forma alterna pero sin coordinación ya que el movimiento se realiza con pausas.

La cuadrupedia la ejecutan en cuatro puntos de apoyo por encima de bancos y tablas, con movimientos continuos de forma coordinada. Lanzan y capturan objetos combinadamente pero para la captura precisan de la ayuda de todo el cuerpo cuando le lanzan la pelota de aire. Ruedan la pelota por bancos y lanzan con las dos manos desde el pecho hacia diferentes lugares, libremente, sin dirigirla a un punto de referencia y combinan la acción de lanzar y golpear objetos con la carrera, como ya se comentó al inicio de esta edad.

Caminan por tablas y vigas o muros estrechos no sólo hacia delante sino también lateralmente demostrando mayor estabilidad corporal. También se desplazan hacia atrás cuando caminan por tablas colocadas en el piso, manifestándose en esta acción motriz una mayor orientación espacial.

El desarrollo de las acciones motrices en los niños entre los cinco y seis años se corresponde con la edad anterior, observándose como diferencia fundamental, la ejecución de las acciones con mayor calidad.

En este grupo de edad se manifiesta además una gran explosión en el desarrollo de las capacidades motrices: el niño lanza más lejos, corre más rápido y demuestra mayor coordinación, equilibrio y orientación dentro de otras capacidades coordinativas en la ejecución de los movimientos.

Estas capacidades se manifiestan al saltar con un pie, lateralmente y hacia atrás, mantener el equilibrio al caminar por vigas y muros de diferentes formas, trepar y escalar a mayor distancia y con buena coordinación.

Son capaces de combinar acciones más complejas como lanzar, rebotar y la captura de la pelota que le lanzan. Esta captura la realizan con ambas manos sin requerir la ayuda del pecho como en el grupo anterior. Son capaces de percibir el espacio al saltar una cuerda o lanzar una pelota.

También regulan sus movimientos al lanzar a un objeto y correr para pasar saltando un obstáculo a pequeña altura. Realizan el salto de longitud cayendo con semi-flexión de las piernas y buena estabilidad. Saltan con un pie y con los dos, dan saltillos laterales y hacia atrás. Realizan la reptación con movimientos coordinados de brazos y piernas no solo por el piso sino también por arriba de bancos.

Los movimientos refinados de los dedos de las manos y pies se observan entre los 3 y 5 años.

Según lo explicado a partir de los 4 años las acciones motrices gruesas con participación de la fina (manos, dedos y pies) alcanzan mayor desarrollo (coordinación óculo – mano y óculo – pie) al lanzar, golpear, rodar y conducir la pelota, y más tarde entre los 5 y 6 años en la captura de la pelota.

Como se ha podido apreciar la conducta motriz del niño varía con la edad, siendo cada vez más compleja. La evolución del desarrollo del niño, desde el nacimiento hasta los 5 años, refleja una progresión de las estructuras neuromusculares que hacen posible los movimientos del ser humano.

El conocimiento de cómo ocurren los procesos evolutivos del sujeto constituye, además de lo expresado al inicio, un instrumento necesario para evaluar la conducta humana de una forma efectiva.

La caracterización motriz cuya síntesis fue descrita anteriormente, facilitó conocer los logros motores que alcanzan los niños en cada año de vida. Estos logros constituyen indicadores para valorar el desarrollo del niño cuando finaliza cada grupo de edad.

La actividad motriz. Importancia del juego como vía para su desarrollo

La infancia preescolar es el período de la vida en que ante el niño se abre el mundo de la realidad humana. En su actividad, ante todo en sus juegos ya ha sobrepasado la simple manipulación de objetos y ha aumentado la relación y comunicación con los adultos. Esto le permite descubrir un mundo más amplio y con su actividad lo va asimilando, se va apropiando de los objetos y sus relaciones, de todo lo que lo circunda y es precisamente el juego, la actividad que predomina en este momento y mediante la cual hace suyo ese mundo maravilloso que está empezando a andar.

En la bibliografía pedagógica existen diversas definiciones acerca del juego. L. S. Vigotski, a partir de un enfoque histórico-cultural, aborda los orígenes y función del juego en el desarrollo del niño de edad preescolar. Sitúa el hecho de que en el juego el niño crea una situación ficticia. Plantea además que el juego crea una de zona de desarrollo potencial en el niño, que contiene en sí mismo de forma condensada, todas las tendencias del desarrollo. Según el criterio de este autor el niño en el juego casi intenta saltar por encima del nivel de su comportamiento habitual. En el juego se producen cambios en las aptitudes y en la conciencia de carácter general. El juego es una fuente de desarrollo. Solo en este sentido, puede llamarse al juego actividad determinadora del desarrollo del niño.

Queda suficientemente claro que el juego, como actividad principalísima en la edad preescolar, constituye un medio idóneo para muchos de los objetivos de la formación integral de los niños en estas edades; que la educación no puede desaprovechar las posibilidades que brinda el juego, no solo para satisfacer la necesidad de actividad de los pequeños, para alegrarlos, para entretenerlos y hacerlos que vivan intensamente su infancia, sino, para utilizarlo como una de las vías de influencia educativa en el trabajo de las instituciones y en las modalidades no institucionales.

El juego tiene una especial significación tanto para el desarrollo intelectual como para el desarrollo social y físico. En relación con el desarrollo físico, los niños aprenden control corporal, necesitan correr, saltar, trepar, deslizarse y demás. Los juegos de este tipo promueven el desarrollo de los músculos grandes y pequeños. Proporciona una sensación de poder. A medida que el niño experimenta el éxito por medio del juego, su confianza, su sensación del poder y su iniciativa se fortalecen. Se sostiene que a medida que los niños adquieren buenas destrezas físicas parece mejorar su confianza en sí mismo.

Dentro de las variedades básicas de los juegos, se encuentran los juegos motrices, que tienen un gran significado para la Educación Física. Lo más característico de estos juegos es su riqueza en movimiento y variedad; a partir de su gran cantidad de diversidades son dinámicos y se ejecutan en colectivo, mediante estos se desarrollan las habilidades motrices, lo que permite la posterior formación de hábitos motores, los que van transitando desde las edades tempranas hasta la edad preescolar.

De igual manera esta actividad contribuye a mantener en los niños un estado de ánimo alegre y activo, al realizar las actividades y relacionarse con los adultos y niños que lo rodean, al establecer relaciones espaciales con objetos reales tomando como punto de partida su cuerpo en movimiento y acompañar con movimientos corporales los estímulos musicales.

La organización de los niños en la actividad física, constituye un factor fundamental para cumplir eficazmente los objetivos propuestos para el desarrollo de habilidades motrices básicas y para reafirmar los rasgos positivos del carácter.

Esta actividad da continuidad al desarrollo motriz alcanzado en el primer ciclo con la participación cada vez más activa e independiente del pequeño, que asegura una mayor información motriz, preparándolo para realizar acciones más complejas.

Es por ello que esta división permite articular el juego al objetivo principal de la actividad, debe existir una articulación entre el contenido que se imparte en la actividad programada de Educación Física y la actividad independiente, la explicación del juego tiene gran importancia, el adulto deberá hacerla en forma clara y precisa acompañada de la demostración si es necesario.

Evidentemente el juego como medio de la Educación Física tiene una gran influencia en el mejoramiento y conservación de la salud del niño, activa todas las funciones del organismo, mejora el estado emocional de los niños y contribuye al desarrollo cognoscitivo; al jugar reciben grandes emociones, motivaciones y vivencias, porque relacionan sus acciones con elementos de su realidad. Una cuestión de suma importancia para que los niños disfruten sus juegos es que estos sean accesibles y deben estar en correspondencia con sus posibilidades.

Durante las actividades independientes deben crearse las condiciones para el desarrollo de juegos de movimiento y prestar especial atención al trabajo independiente.

Es fundamental que en la realización de estos ejercicios y juegos conocidos, se introduzcan variantes para que el niño no pierda el interés, en la confección de las variantes de los juegos se mantiene su tipo y se varían algunos aspectos de su contenido y organización, las modificaciones se consideran en las formaciones, en las posiciones iniciales, en las formas de traslado, en las formas de ejecución de la habilidad, en los materiales y en las reglas del juego.

Los juegos de gran movilidad favorecen la descarga de ansiedad en los niños muy activos y otros juegos, donde se presentan situaciones difíciles, contribuyen a lograr la confianza en los niños tímidos cuando estos se orientan y dirigen correctamente por el educador.

Los juegos de movimientos entran en los juegos con reglas, como su nombre lo indica cumple un papel organizativo, con ellas se determina el desarrollo del juego y obligan a subordinarse a su objetivo y contenido, después que saben jugarlo lo pueden realizar independientemente, cuando se realiza, se establece un ambiente de alegría y optimismo por su dinamismo y brindan múltiples posibilidades de movimiento y con ello se satisface la gran movilidad de los niños de estas edades. El movimiento y la alegría son factores esenciales para un desarrollo físico.

Además por medio de los juegos de movimientos se puede influir positivamente en la postura física y fortalecer el organismo infantil. Se fortifica la confianza en sí mismos, en sus fuerzas, se deslizan con resistencia y agilidad y aprenden a reaccionar con rapidez, la educadora propicia que en el juego participen todos los niños.

Son concebidos para la actividad de Educación Física, están regidos por reglas fijas, los juegos se seleccionan teniendo en cuenta las particularidades de las edades de los niños, sus posibilidades en cuanto el cumplimiento de los diferentes movimientos y de observar las reglas del juego.

Cuando se realizan los juegos con reglas, los niños se preparan para conducirlos y atenerse a estas, es decir, aprenden a observar normas de conductas. Aunque en los juegos de movimiento predomina el esfuerzo físico, sus variados contenidos estimulan a los niños para estar activos y se debe aprovechar estas características para hacer que influyan, favorablemente en el desarrollo de la personalidad de los pequeños.

En los juegos de movimiento se ejercitan las acciones motrices aprendidas. Por sus características mantienen la motivación para realizar las actividades físicas a la vez que contribuyen a sentar las bases para el desarrollo de determinadas cualidades de la personalidad; las repeticiones del juego dependerán de su dinamismo, contenidos y la carga física a que sea sometido el niño.

Por otra parte en la teoría del conocimiento de los ejercicios físicos hay que apoyarse en la experiencia sensitiva-motriz de los niños para que estos ejecuten las acciones motrices cada vez más perfeccionadas.

Las acciones motrices pueden ejecutarse sólo si existen habilidades y hábitos, ya que estos constituyen determinadas formas de dirección de los movimientos.

Sin dudas el juego es una actividad fundamental para los niños de edad preescolar que produce cambios cualitativos en su desarrollo psíquico y social. Se reconoce unánimemente la influencia del juego en el desarrollo físico del niño en esta etapa, de forma específica los juegos de movimiento, concebidos como un recurso para la educación física de los pequeños.

Los Programas Recreativos

Los programas recreativos deben partir del conocimiento de las necesidades e intereses recreativos, condicionadas por factores determinantes, entre los que se encuentran el socio económico, demográfico, psicológico, médico, biológico y naturales. En ellos se incluyen otros más específicos como el nivel profesional de la población, la edad, sexo, tradiciones, siendo estas necesidades dialécticas y dinámicas.

En consideración se enfatiza en el contenido de las necesidades recreativas, en estrecha relación con el grado de desarrollo, biosicosocial de cada grupo de edad es la base para elaborar un programa recreativo educativo y eficiente, cuya esencia siempre será la opcionalidad, al ser ejecutado por las personas solo de forma voluntaria y espontánea y no de forma compulsada y obligada.

Los principios dentro de un programa se basan en los hechos que se derivan del estudio del comportamiento humano y de la naturaleza de la sociedad en la cual se vive, incluye las experiencias y las soluciones que los dirigentes han enfrentado y solucionado ante problemas y situaciones diferentes.

La importancia de los mismos en la recreación para su elaboración debe estar basada en las necesidades e intereses de los participantes para poder iniciar la actividad con calidad y tener un buen desarrollo de la misma. Además las actividades seleccionadas deben tener presente objetos específicos para orientar la acción, por lo que las mismas se buscarán por la institución, participantes, dirigentes y profesionales.

Lo más importante dentro del programa recreativo es el participante, que en este caso es el adulto mayor, ya que en él debe estar centrada toda la atención.

La idea del diseño de esta programación es realizarla con los adultos por lo que queda claro que esta propuesta de programación sale de los instrumentos aplicados a partir de los gustos y preferencias de los mismo y así poder llevar de vuelta la misma basado en su participación en la comunidad por ellos mismos, por lo que la programación vuelve a los adultos una vez confeccionada garantizando así una correcta recreación.

Por lo que se asume que una programación debe ser lo más abarcadora posible como para que aborde un campo amplio de opciones para todas las personas no importa la edad ni el sexo ampliando los intereses de los mismos y orientándolos a experiencias positivas que permitan desarrollar su cultura personal.

El programa de recreación es el resultado de la programación y de él se derivan los proyectos y actividades.

Con las actividades seleccionadas, teniendo en cuenta la anterior valoración, y las condiciones objetivas de la infraestructura existente, asumimos para la elaboración de la propuesta los enfoques que da Aldo Pérez (2003) ya que un programa de recreación debe contener estos, para ser considerado equilibrado e integral, no debiéndose emplear un solo enfoque, sino la combinación de ellos:

Se basa en la actividad o conjunto de ellas, que se realizan en el contexto, retomando aquellas actividades o servicios que están de moda, se adoptan las actividades novedosas, donde a través de encuestas o inventarios, se obtienen datos sobre las actividades recreativas que éstos deseen realizar.

Juega un papel importante el programador, la experiencia del especialista y sus opiniones, vertidas en un programa, por lo que un programa de recreación debe contener todas las áreas de expresión de las actividades recreativas, para ser considerado integral, sin embargo, y de acuerdo con los intereses de la población, habrá que seleccionar aquellas áreas y actividades que mejor sean aceptada.

Características fundamentales que sustentan el programa propuesto

Logrando una relación entre las diferentes áreas donde se deben mover estas actividades: música, teatro, deportes, campamentos, que pueden ser formales e informales, participación de adolescentes de diferente sexo, que permita lograr que la programación de las actividades sean acorde a los gustos, necesidades y las habilidades del participante, por lo que al presentar actividades especiales que rompen la rutina y motivan la participación, que tengan en cuenta que respondan a demandas especiales y responder a las necesidades cambiantes de los participantes.

Las actividades deben tener muy claras las diferentes características de los adultos mayores en su desarrollo endogenético.

Las actividades que componen un programa deben ser proyectadas de tal forma que las habilidades adquiridas puedan acompañar a las personas en el transcurso de su vida, sin que esto se constituya en tomar partido por un solo tipo de actividades, sino que debe haber equilibrio entre lo actual y lo futuro.

La programación recreativa, debe tener en cuenta los objetivos a alcanzar en los adultos mayores y a partir de ahí, se planifican las actividades con la utilización de diferentes métodos y procedimientos para lograrla de una manera más efectiva.

La aspiración será la de propiciar la salud, el bienestar físico y mental, el desarrollo multilateral de la personalidad de los individuos en el tiempo libre.

La distribución y utilización del tiempo, es la forma básica en la que el hombre manifiesta sus capacidades, y es el indicador más importante que caracteriza la actividad y desarrollo de su personalidad.

Según este autor la programación se divide en diferentes etapas que son de gran obligatorio tratamiento para realizar un proyecto recreativo en la comunidad.

Los objetivos de un programa pueden definirse como los enunciados de los resultados esperados o como los propósitos que se desean alcanzar dentro de un período determinado a través de la realización de determinadas acciones articuladas (Ander – Eng, 1992).

A menos que los objetivos de un programa o proyecto estén muy claramente definidos, no es posible programar un conjunto de actividades coherentemente estructuradas entre sí. Por esta razón definir y enunciar claramente los objetivos y metas es la condición esencial y básica para la elaboración de programas y proyectos.

Hay que plantear que para programar hay que enunciar claramente los objetivos. Sin embargo, aún teniendo objetivos formulados de una manera concreta e inequívoca, estos pueden quedar en simples enunciados y establecer de una manera concreta y precisa cuanto se quiere hacer o alcanzar los objetivos propuestos.

Puede plantearse también cómo a partir de este análisis que los objetivos son expresión cualitativa de ciertos propósitos, por lo que el objetivo así definido, precisado en tiempo y lugar y con especificaciones, es lo que se denomina meta.

Según Fuente: Ander – Eng, E. (1994) Entre el objetivo general y las metas, suelen darse objetivos específicos. Ahora bien, cada una de las metas debe estar asimilada, articulada al objetivo específico. Y cada uno de los objetivos específicos, el objetivo general, como mostramos gráficamente a continuación.

Al valorar esta etapa se considera que la misma es determinante para llevar a cabo la programación puesto que querer hacer y cómo hacer no bastan, para proponer un objetivo sino que también hay que tener en cuenta cómo lograr que el mismo sea viable que pertinencia y que sea aceptado por lo grupos sociales donde se va a realizar la propuesta.

Por lo que tener concebido los objetivos de la programación, permite seleccionar las actividades recreativas que se ofertarán, considerando las necesidades e intereses.

Un programa de recreación debe contener todas las áreas de expresión de las actividades recreativas, para ser considerado integral, sin embargo, y de acuerdo con los intereses de la población, habrá que seleccionar aquellas áreas y actividades que mejor sean aceptadas.

La instrumentación del programa implica proveerlo de condiciones (espacios donde se desarrollen los programas y recursos necesarios para su ejecución, que es donde se lleva a cabo el programa). Esto se hace por medio del grupo de promotores, profesores, animadores y líderes o activistas, quienes ponen en práctica su capacidad de organización y habilidades para animar y dirigir actividades y los propios participantes. La instrumentación exige una gran dedicación y esfuerzo por parte del grupo de recreación encargado del programa, pudiendo llegar a ser lenta, es una de las fases fundamentales para el proceso de la programación. Implica igualmente la selección de los espacios o sitios donde se desarrollarán las actividades que constituyen el contenido del programa.

La oferta recreativa en el proceso de programación debe ser movilizativa, aceptada, educativa y creativa sobre la base de las demandas sociales.

Evaluación de un Programa ?

Debe buscar la participación activa de todos los responsables de las distintas áreas del programa. Sin control es imposible el desarrollo del proceso y sin evaluación es imposible conocer la efectividad y el cumplimiento de los objetivos propuestos. La evaluación según Momserrat Colomer (citada por Cervantes, 1992) es "un proceso crítico referido a acciones pasadas, con la finalidad de constatar en términos de aprobación o desaprobación, los progresos alcanzados en el programa propuesto y hacer en consecuencia las modificaciones necesarias respecto a las actividades futuras". No se evalúa para justificarse, ni para recibir una buena calificación profesional, sino para conocer mejor el trabajo realizado, la realidad estructural, para descubrir nuevas perspectivas de acción, profundizar en la problemática que nos ocupa y aprovechar al máximo los recursos disponibles.

  • 1. Antes de planificar: pensar qué va a pasar en cada tipo de actividad.

  • 2. En el momento de la aplicación del programa.

  • 3. Con posterioridad a la aplicación del programa y siempre debe ser la más amplia y profunda.

Para hacer una buena evaluación son necesarios unos buenos objetivos, tanto cuantitativos como cualitativos. Debemos reunir la observación directa individual y de grupo.

La evaluación como proceso se desarrolla en tres fases:

1ª: Recolección de la información adecuada (medición).

2ª: Juzgar el valor de la información basada en cierta norma.

3ª: Toma de decisiones basada en la información y cursos alternativos de acción

"La evaluación es un eslabón del proceso que en su desarrollo da la medida de que lo aprendido por el estudiante se acerca al objetivo propuesto". (Álvarez de Zayas, C.M. 1995).

El sistema de evaluación da la respuesta de la medida en que se han logrado los objetivos, ya que estos no se alcanzan de la misma manera por los estudiantes, tanto en su amplitud como en intensidad, por lo que cuando se logran provocan transformaciones en la personalidad de los estudiantes desde el punto de vista intelectual y educativo.

SIGNIFICACIÓN PRÁCTICA

Se ofrece un programa de actividades físicas dirigido al desarrollo de las habilidades motrices básicas en los niños de 3-5 años atendidos por el Programa Educa a tu Hijo del Consejo Popular Buenavista, del municipio San Luís, Pinar del Río, como una herramienta de trabajo útil y novedosa para lograr no solo que los niños adquieran nuevas habilidades, sino también que tendrá una repercusión favorable en el desarrollo físico y la salud de los niños, igualmente contribuirá a las relaciones afectivas y el estado emocional entre niños y adultos.

El programa de actividades por su composición y estructura, es factible de ser aplicado no solo a los niños de 3-5 años atendidos por el Programa Educa a tu Hijo, sino también a los niños de quinto año de vida de los círculos infantiles, a partir de su contextualización.

NOVEDAD CIENTÍFICA

Radica en un programa de actividades físicas atrayentes, estimulantes y apropiadas a la edad, que brinda variabilidad de medios y procedimientos novedosos para favorecer el desarrollo de las habilidades motrices básicas en los niños con un enfoque integrador.

PRESENTACIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITULADO.

La tesis se ha estructurado de la siguiente forma:

Introducción: Donde están los elementos esenciales del diseño teórico y metodológico del proceso de investigación (se enuncia el problema, el objetivo, se plantean las preguntas científicas, las tareas y los métodos, entre otros aspectos de interés).

Capítulo I: Aborda el marco de antecedentes y el marco teórico-conceptual.

 

 

Autor:

Lic. Mirta Yleana Cruz Garcia

Tutor: MSc. Marianela Serrano Colombé.

Consultante: MSc. Edilia Días Quintana.

Tesis en opción al título académico de Máster en Actividad Física en la Comunidad

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte – Facultad de Cultura Física "Nancy Uranga Romagoza"

Pinar Del Río.

Junio 2011, Año 53 de la Revolución

Partes: 1, 2
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