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Santa Fé Acaxóchitl: Reseña a destiempo


    Santa Fé Acaxochitl – Monografias.com

    Santa Fé Acaxochitl[1]

    Símbolos e ideas: una aproximación

    Todo individuo, lugar o cosa tiene una historia y significados; la historia como ciencia social implica para la persona desde su innata naturaleza humana hasta la preparación académica, el indagar, recopilar, seleccionar, sintetizar y comprobar toda clase de información a partir de las fuentes de consulta como los archivos, bibliotecas, museos, etc. hasta las entrevistas orales, también recurre a las diversas ramas sociales como la música, pintura, fotografía, cartografía, la filosofía, literatura, etc. con el fin de asimilar e interpretar su pasado para comprender su presente, o bien, explicar su historia para reorientar, y en el mejor de los casos, prosperar tanto sus necesidades como sus realidades inmediatas y futuras

    La ciudad de México retiene en su seno legendarias colonias que dan cuanta de su historia, muchas de ellas afamadas por su esplendor de antaño prehispanico y colonial, como tal es el caso de Tacuba, San Ángel, Coyoacán, Tacubaya, etc. pero sobre todo el llamado centro histórico; lugares que han sido motivo de interés por sus pobladores e investigadores para incursionar en la historia como una necesidad para edificar su necesaria identidad

    Otras áreas no tan conocidas pero no menos importantes, también es posible encontrarlas en el poniente del Distrito Federal, como tal es el caso de Santa Lucía Xantepec, Santa Rosa Xochiac, San Mateo Tlatenango, Cuajimalpa de Morelos, y por supuesto Santa Fé Acaxochic, lugares que se caracterizan por ser zonas originarias desde previa época de la conquista en América Latina y que en su devenir histórico mantienen ciertas costumbres y tradiciones propias de los pueblos y su cotidiano vivir urbano como colonias populares de enorme y férrea trascendencia

    Al mencionar la palabra Santa Fé nos induce por diversos cauces, la primera evoca una idea actual, de la existencia de un pueblo/colonia popular que se afirma y se pierde en su propio concepto, dentro del gran mosaico cultural y urbano del Distrito Federal, pero al mismo tiempo, dispuesto a reñir y desempolvarse ante los olvidos de su extensión, para compartir su pasado y su presente dentro de si mismo y con aquellas zonas aledañas que lo hermanan en costumbres, tradiciones, etc.

    Una segunda noción, es el rechazo, o cuando menos, la recelosa proximidad en el espacio, por la similitud del nombre adaptado con fines de inversión sustentable, y en su generalidad, por las insalvables diferencias sociales y económicas ante uno de los proyectos más fastuosos en Latinoamérica del siglo XXI, el vecindario con la Zona Especial de Desarrollo Económico Controlado, conocido como city Santa Fé y categorizado como un no lugar o sitio de transacción[2]el cual fue inagurado en 1993

    Una tercera vertiente nos recuerda la necesidad humana y espiritual, de una Fé Divina que no se queda en la abstracción y que es testimoniada por sus eventos, pobladores, documentos, monumentos, para trascender desde la religión junto con la misión católica a traves de tiempos y lugares; esto nos induce a considerar que el pueblo/colonia Santa Fé es un nombre histórico otorgado en 1532 por quienes evangelizaban el oeste de la ciudad de México y que hasta la fecha se ubica en el mismo lugar y mantiene el mismo nombre

    Indudablemente, la noción y existencia de Santa Fé Acaxochitl se inserta históricamente, con aquellos lugares que han configurado el devenir de México y de Latinoamérica, por ejemplo, se encuentra la creación de Santa Fé de Bacatá en Colombia por Gonzálo Jiménez de Quezada mientras transcurre el año de 1538 buscando el llamado Dorado, este lugar adoptó diversos nombres hasta el actual Santa Fé de Bogotá

    También es posible mencionar a Santa Fé de Nuevo México, fundado por el gobernador de la provincia de Nuevo Mexico Pablo de Peralta, entre los años de 1598 a 1610, también Juan de Garay fundó Santa Fé de Veracruz en Argentina por el año 1537 y que después se trasladó dicha provincia a una zona más urbanizada entre los años 1650 y 1660, entre otros lugares que posiblemente comparten el mismo concepto, pero cada uno de ellos con sus características muy particulares

    A grandes rasgos, es viable pensar que la palabra de Santa evoca la existencia de lo Divino; alude a la iglesia instaurada por Cristo donde la acción del Espiritu Santo revela y guia, reúne y comparte; convierte y purifica; también simboliza a María Virgen al considerarla como su completa realización al ser la toda Santa; se interpreta como la adhesión respetuosa de la persona a las revelaciones, doctrinas y leyes de la iglesia católica en armonía con el entorno; además de otros significados. Mientras que la se traduce en creer en un solo Dios en tres personas; es un acto humano de inteligencia y de voluntad propia; es conocer y confiar en Dios; es vivirlo cotidianamente reconociendolo en la unidad humana hecha a su imagen y semejanza revelada en la figura de Jesús; es igualmente, la acción que se expresa mediante signos y sucesos extraordinarios – milagros – que permiten atestiguar la existencia de lo Divino, se considera como la adhesión a las cosas que no se ven, más con la inteligencia de unirse a Cristo, solo por mencionar algunas expresiones

    El término de Santa Fé igualmente nos remite historicamente a las ideas del siglo XVI en que conquistadores y misioneros son portadores de pensamientos y literatura griega, judia, romana, etc. unos se aprovecharon del pensar en la fé divina para someter y esclavizar al Nuevo Mundo, muchos otros para robar y saquear; los menos, para evangelizar y reivindicar En la parte poniente del Distrito Federal, la Fé en lo Divino o Santa Fé se tradujo no solo en la difusión y establecimiento de ideas católicas en sustitución de las idolatrías con sus consiguientes atropellos, sino que se complementó con prácticas de atención humana, de servicio, de evangelización, de reivindicación al oprimido, de educación, de convencimiento pacífico y de conversión

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    Por otra parte, hacia el norte de Santa Fé Acaxochic se localiza un antiguo rio que da cuenta, de la existencia de los cauces prehispánicos provenientes de manantiales y que durante la colonia, parte de su

    trayecto fue convertido en un sistema hidráulico y de arquerias, para dar vida al llamado acueducto de Santa Fe. Existe también una fachada, un pasillo y una escalinata pedregoza que reflejan una cierta noción colonial neoclasica del siglo XVII, ruta de acceso para llegar a una ancestral Ermita que data de los primeros años de los treintas del siglo XVI. Más de quinientos años y este lugar a pesar de las remodelaciones en su historia, aún despierta la tranquilidad que emana al ser rodeada de árboles y vegetación boscosa

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    El simbolo de la Ermita ligado al concepto de Santa Fé Acaxochitl traspasa su propio tiempo de origen y su historia con diversas connotaciones, entre ellas nos remite al periódo y proceso de evangelización española en el oeste del valle de México y de toda Latinoamérica; su ubicación entre barrancas y quebradas nos recuerda esa innata necesidad de las criaturas de vivir cerca de los lugares, donde los manantiales brotaban esplendorosos nutriendo todo a su paso, o bien, al agua como condición de vida estratégica para permanecer, controlar y expandirse

    Resulta imposible separar la idea de la Ermita con la existencia del entonces pueblo – hospital, de la casa de cuna y la Iglesia de la Asunción, así como de personajes como el fundador Vasco de Quiroga y la importancia directa e indirecta, de misioneros como Fray Alonso de Borja y Fray Luis de Fuensalida[3]del entonces Obispo Fray Juan de Zumarraga o del Oidor del consejo de indias Bernal Diaz de Luco, entre otros más, Morada en un bosque donde se planea y se prepara un colegio o escuela basica donde llevar a cabo la labor educativa de enseñar el idioma español, mientras aprenden el de los naturales

    Mediante el inicio de la criollización del idioma, también se perfiló la conversión pacífica con la propagación del evangelio; una vez concluida la conquista en 1521, el bautismo y la salvación espiritual fueron una prioridad que se anteponían, a las ideas despectivas y extremas de la época, por ejemplo Gines de Sepulveda y Fray Bernardo de Mora, entre otros, consideraban a los dominados como seres rústicos y sucios, unos bárbaros incapaces de tener pensamientos, o bien, criaturas primitivas incapaces de comprender la nueva civilización,

    El santuario del entonces pueblo–hospital, es un referente irrefutable de las impresiones recibidas, pòr la condición de los conquistados en la mente y vida de los servidores de Dios, la necesidad espiritual de un espacio pérdido entre la naturaleza para comunicarse con el Omnipresente; la sensatez, entrega y amor al prójimo que se adquiere ante las necesidades humanas que se mitigan y se levantan dignamente con la evangelización[4]

    Este lugar acoge y recuerda las ideas y acciones de los religiosos del siglo XVI, que a ejemplo de los apóstoles trataron de vivir de acuerdo a la Buena Nueva, así como también se proyectó como una posibilidad a seguir para los recién pueblos conquistados de América Latina. No es ninguna casualidad que en San Mateo Tlatenango y en Cuajimalpa de Morelos se venere hasta la fecha en sus iglesias principales – sin menoscabo de las épocas en que fueron edificadas – a San Mateo y a San Pedro respectivamente, testigos y apóstoles de Cristo

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    En Santa Lucía Xantepec y en Santa Rosa Xochiac, el principal reconocimiento se vierte hacia virgenes piadosas y martires canonizadas como Santas que se adhirieron a la Buena Nueva propagada por la iglesia católica. En Tacubaya se recuerda la Purificación de María en la iglesia de la Candelaria, la purificación entendida como la Gracia que se recibe para la redención y la capacidad de las personas de congraciarse con el Creador respetando las Santas Leyes

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    En Santa Fé Acaxochic se le rinde culto, nada menos, que a la Asunción de María, la Asunción vista en una fugaz mirada como el Misterio Divino de la Encarnación de quien es la Madre del Hijo de Dios; tal Misterio representa la suma o totalidad de todo el evangelio, la consolidación de la Santa, Madre, Virgen y Reina es determinante para la labor de los misioneros y evangelizadores del siglo XVI – y actuales –

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    La presencia simbólica de la Madre Santisima se asume desde el Antiguo Testamento, se registra su participación en la vida de Jesús, se asume como verdad revelada desde los comienzos de la iglesia instaurada por Cristo; el misterio de la Encarnación y Asunción espiritual se extiende a toda la humanidad; después de la muerte y resurrección de su Hijo, en torno a ella se reúne la iglesia; los misioneros lo sabían y en el andar difundían y enseñaban la Palabra

    Entre las Ideas religiosas y humanistas de la época colonial, también es posible mencionar que revaloraban al ser humano como centro del universo, sus sentidos, experiencias, intelecto, etc. que se sustentaban tanto en el entendimiento como en la razón, con la finalidad de lograr la conversión de los recién pueblos conquistados, así como la necesidad de que todos se comprendieran como hijos del Creador y de recibir por igualdad la Gracia de los sacramentos, lo cual, los dignificó ante los ojos de los dominantes

    Las imágenes y símbolos católicos como el gesto maternal de la Virgen, su embarazo, el rostro y la mirada piadosa de Cristo, la Sagrada Familia, etc. lejos de asemejarse a las figuras grotescas y frias de los dioses prehispánicos, representó y representa para muchos, la aceptación estética de otra persona como tal, la adoración voluntaria de un solo Dios con forma humana semejante a ellos, aún en la Trinidad y de forma superficial, el Padre evoca a la eternidad, la sabiduría y la bondad, el Hijo la Redención y Salvación, mientras que el Espíritu Santo en forma de paloma nos remite a la Libertad y la Verdad

    Figuras y significados religiosos que acompañan la sordida y precaria presencia de la Ermita, aunado todo ello, al singular proceso de evangelización en esta parte del poniente del valle de México, se convirtió en una esperanza para la mayoría de los dominados, puesto que la ceremonia y el memorial católico junto con la figura del Cordero Inmolado en Exaltación de la Cruz, significó entre otras cuestiones, el terminar con las cruentas e insaciables matanzas humanas de los rituales aztecas, el tiempo de los holocaustos terminó su razón de ser, los motivos para sacrificarse uno o sacrificar a otros, dejaron de existir, en la aceptación de lo que ello significa estaba y se encuentra la Salvación[5]

    La Ermita refleja Indudablemente, el lugar indicado para profundas meditaciones y oraciones que reafirmaban la certeza de los misioneros respecto a la creación y su adhesión al Creador, así como su confianza en el Cordero Inmolado que todo lo hace nuevo, cuestiones que definieron la labor social y pastoral de Vasco de Quiroga en estas regiones; fue una primera y definitiva experiencia que posteriormente lo extendió hacia Michoacán al crear Santa Fé de la Laguna en 1533 y en Guanajuato con Santa Fé del Rio en el año de 1539

    Tiempo después, en la última década del siglo XVI la Ermita es reedificada para ser habitada por otro singular personaje, el religioso Gregorio López que se destacó por su rigido aislamiento; la prudencia de su hablar; su serena presencia solo comparable con su atenta observancia de los sucesos y las cosas, revelaba su plena confianza en la Gracia de Dios, una confianza ciega, más también es con los ojos muy abiertos y los sentidos muy despiertos

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    En el santuario perdido en el bosque de Santa Fé Acaxochitl, también se evoca como escenario del continuo acompañamiento y los dialogos sostenidos entre Gregorio López y Francisco Losa Cura de la Catedral de México; Francisco Hualde; del Virrey de la Nueva España Luis de Velasco; del Rector del hospital y colegio de Santa Fé Pedro Nicolás Martínez, además de otros personajes de rango político, social y religioso que frecuentaban al monje debido a su extraordinaria interpretación de las Escrituras, lo cual, asumió en su propia vida la unión del entendimiento a la verdad revelada por Dios y su completa obediencia a la autoridad de Dios que no puede engañarse ni engañarnos

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    Por otra parte, en un sentido estricto, si se comprende la Ermita como un santuario de oración y descanso junto a un pueblo – hospital, colegio de ensenanza y una casa de cuna, o bien, una casa en el campo con abundante vegatación, alimentada por varios manantiales que diversifican la flora, aun entre lomas, quebradas y barrancas – ambas nociones muy propias de Santa Fé Acaxochic del siglo XVI y XVII – entonces se tiene el lugar más propicio para que Vasco de Quiroga meditara y perfilara sus Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fé de México y de Michoacán en 1538, su experiencia en su labor social y pastoral serian determinantes para establecer su Pensamiento jurídico durante 1535 y su Testamento en 1565[6]

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    La condición ambiental y el entorno de la Ermita se convirtió en la situación más adecuada para que también el monje Gregorio López estudiara y practicara los atributos y la riqueza natural del campo, para meditar y afinar su Tesoro de medicinas a partir de 1589; su estancia en este lugar fue suficiente para manifestar la veracidad y certeza de sus previos escritos, al comentar y explicar acerca del Apocalípsis de San Juan; su Cronología universal y su Calendario histórico, así como la traducción al castellano de las Sagradas Escrituras que realizó alrededor de seis años antes de llegar a Santa Fé Acaxochitl

    Ahora bien, Este monje se ubica en un contexto en que la influencia del rey Felipe II propició toda indagación referente a el Nuevo Mundo, su ambiente, naturaleza, sus idiomas, habitos, etc. por medio de los llamados cuestionarios de indias e investigaciones con el fin de un mayor conocimiento y de dominio de lo inmediato. Gregorio López indaga acerca de la flora, enfermedades y geografía entre otros temas, su Tesoro de medicinas se equipara a la talla de esa generación donde se encuentra Francisco Hernéndez con Materia medicinal de la Nueva España, prominente médico de Felipe II que realizó estudios experimentales de la flora méxicana en los años 1571 y 1577; asimismo Nicolás Monardes al escribir La historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras indias occidentales por los años de 1565 y 1574

    Otros escritos con la misma tendencia, son José de Acosta con su Historia natural y moral de las indias de 1589, aunado a Fray Toribio de Motolinea al elaborar Historia de los indios de la Nueva España, así como Enrico Matínez cuando escribió Historia de la Nueva España en 1606, solo por mencionar algunos que tienden entre otras cuestiones, a destacar las virtudes y riquezas naturales de las tierras conquistadas. Personajes que si bien, no fueron originales del todo, si combinaron los idiomas y en conocimiento de la naturaleza americana, dando al viejo mundo una enorme cantidad de información de elementos naturales y sus beneficios tanto nutritivos como curativos, para sorpresa de esas sociedades – y actuales – por lo que forman parte de la historia colonial de México y de América Latina

    El conocimiento y la información que revela la generación en que se ubica a Gregorio López en el siglo XVI, serí retomada hasta la segunda mitad del siglo XVIII por la generación de los llamados enciclopedistas, como Francisco Javier Clavijeiro con su Historia Antigua de México, 1780, también Juan Ignacio de Molina en Compendio de la historia natural, geográfica y civil del reino de Chile, 1776, entre muchos más latinoamericanos, que configuran la naciente identidad de lo propio a partir de un retomar la importancia de las zonas geográficas, naturales, idiomas, etc. Por ello no es ninguna exageración cuando algunos autores catalogan a Gregorio López como de adelantado enciclopedista

    Ahora bien, el santuario en el bosque a escasa distancia del entonces pueblo hospital, del colegio y de la casa de cuna, no podía ser sino el lugar y espacio propicio para que también Francisco Losa compenetrara la vida, proezas e ideas de su amigo Gregorio López, lo que lo motivó a escribir Vida que el siervo de Dios Gregorio López hizo en algunos lugares de la Nueva España. Principalmente en el pueblo de Santa Fé

    Indudablemente, la Ermita de Santa Fé Acaxochic proyecta una serie de simbolos religiosos que se complementan con su entorno en sordida aceptación pacifica y de armonía; con los personajes que en ella habitaron se tornó sigilosa y expectante, agobiante pero incansable; con los visitantes se presenta precaria pero atractiva; con su contexto mexicano que se extiende al ámbito latinoamericano se trasluce timida pero contundente; en su incompleta historia se permea la acción del Espíritu Santo como hacedor, creativo y viable, disernimiento y difusor de la Palabra Divina que se afirma con autoridad doctrinal, más sin distanciar la ciencia y la veracidad de lo práctico

    La historia de este lugar símbolico no se límita unicamente al siglo XVI, el suministro de agua para la sociedad colonial por medio del Acueducto de Santa Fé le imprime connotaciones diversas, sobre todo a partir del siglo XVII; es innegable que falta mucho por investigar de esta Ermita que sobrevive a través de los tiempos; sus varias modificaciones a lo largo de su existencia la entrelazan con diversos lugares, personajes, sucesos y significados que se insertan en el devenir de las zonas aledañas en el poniente del Distrito Federal, de México y se extiende en ocasiones hacia toda América Latina

    Conviene recordar las palabras del Párroco Salvador López Mora al decir en el año 2009 "…Creo que es posible que a la Ermita se le devuelva su sentido original. Este espacio podría hacernos volver a la raíz histórica de la misión evangelizadora en la ciudad de México; podría, además aportar nuestro testimonio sobre la persona de Don Vasco de Quiroga en su proceso de canonización. La Ermita podría ser un espacio de discernimiento, meditación y oración; para reafirmar el compromiso social con los más necesitados. Incluso creo que podría ser un nuevo lugar de convergencia social, donde pueda acudir todo mundo y todos sean bienvenidos."

    BIBLIOGRAFÍA

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    Ocaranza Fernando Gregorio López: el hombre celestial México. Xochitl. 1944 (serie vidas mexicanas #14)

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    Vasco de Quiroga Información en derecho intr. Carlos Herrejon. México, SEP 1985

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    Páginas electrónicas

    Wikipedia, enciclopedia libre Pueblo de Santa Fe (Distrito Federal) en

    http://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_de_Santa_Fe_(Distrito_Federal); internet; accesado en enero del 20011

    Daniel Gómez Escoto La utopía de Vasco de Quiroga en

    http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/utopia1.html; internet; accesado en enero del 20011

    SIAME – Sistema Informativo Arquidiócesis de México – La Ermita desconocida de Vasco de Quiroga en

    http://www.siame.com.mx/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=4971; internet; accesado en enero del 20011

    Antonio Arriaga Vasco de Quiroga fundador de pueblos en http://www.ejournal.unam.mx/ehn/ehn01/EHN00108.pdf; internet; accesado en febrero del 2011

     

     

    Autor:

    Pedro Rubén Sánchez Acosta

    Agosto/2011

    [1] ACAXOCHITL – “cañaverales en flor” o en su modismo ACAXOCHIC “ en los campos floridos” ambos nos remiten a la existencia de esta zona previo a la conquista americana. La dualidad con el termino de SANTA FÉ es conveniente para diferenciarlo de los recién creados conjuntos coorporativos de city Santa Fé ubicados a un costado del ancestral pueblo/colonia

    [2] Concepto y significados que maneja Margarita Pérez Negrete en su analisis de Santa Fe : Ciudad, espacio y globalización en el año 2006

    [3] Ambos de las primeras oleadas de evangelizadores en América Latina

    [4] Cabe destacar los murales recientes (2009-10) de David Celis y Marcos Piña en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, los cuales, dan cuenta del proceso de conquista y de la labor misionera en el poniente de la ciudad

    [5] En la actualidad solo dentro del proceso de evangelización y de la guía espiritual del sacerdote católico, el ofrendarse uno mismo con fines de conversión, se convierte en un sacrificio agradable a los “ojos de Señor” que trasciende tiempos y espacios, no con la idea de un Dios castigador y tan cruel que no comprende la naturaleza humana, muy propio de los dioses e idólatras, menos aún por los que rechazan la Fé y la conversión, sino por el contrario, con amor de quien lo hace y por voluntad propia, a ejemplo y bajo la autoridad de Cristo Jesús o de la Madre Santisima

    [6] Respecto a estos temas se han escrito muy amplios y diversos estudios