Descargar

Análisis de la novela “Mihai y Veronica” (2016) de Héctor Martínez Sanz

Enviado por Arturo Lher


  1. El autor
  2. Contexto de la obra
  3. Género de la obra y época literaria
  4. Argumento
  5. Estructura
  6. Temas
  7. Narrador
  8. Personajes
  9. Espacio
  10. Tiempo
  11. Lengua y estilo
  12. Comentario crítico
  13. Fuentes

EL AUTOR

Héctor Martínez Sanz (Madrid, España, 1979) es poeta, novelista y ensayista. Se licenció en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y fue diplomado en Literatura española del s. XX por la Sociedad Cervantina de Madrid.

Ejerce como profesor titular de Filosofía, Lengua y Literatura en Madrid (España).

Ha sido galardonado con el Premio ICR"10 por su Ensayo Pentágono; el Premio Niram Art al Manuscrito-2010 dotado con 6000€ por Mihai y Veronica, el Premio Celebridad en la Gala de las Celebridades España-2010. También ha sido reconocido con el Premio MAC a la Divulgación Cultural consecutivamente en 2010, 2011 y 2012.

Sus obras y actividad literaria y académica principal hasta el momento son:

  • Ensayos, crítica y prólogos: Comentarios a Unamuno (2006), Pentágono (2010), La ciencia como modelo de saber (2012), Baruch Elron (2012), Lectura de Tagore (2015) y Las sombras de Cervantes (IV Centenario, 2016).

Es co-autor de obras de crítica como: Viajes al fin de Finisterre (2012), Michel Houllebecq: amor y otros mitos (2012), Tudor: textos sobre su obra (2012) y MIEDHO (2013).

Ha prologado diversas obras como los ensayos: Visiones y Comentarios de Miguel de Unamuno, La condición de amante de Gustavo A. Appignanesi, Gómez de la Serna era trotskista de Diego Vadillo López, Desconstrucción de Fabianni Belemuski. También cuentan con prólogo suyo las novelas El agujero de Stefan Mitroi y Laura de Liana Acero; así como los poemarios Entre nosotros de Eran Eisen y Los ángeles también lloran de Maria Teodora Miclea; y libros de aforismos y humor gráfico como El traje de Adán de Dorel Schor y Constantin Ciosu.

  • Novelas: Misión 109 (2013), El Clan de la Hormiga (2015), Ixión (2015), Mihai y Veronica (2016) y Kepler-62 (2016).

  • Poesía: Por un horizonte de niebla (2006), Antología poética (2014) y Nocturnal (2016).

CONTEXTO DE LA OBRA

Mihai y Veronica se publica en enero de 2016, coincidiendo con el nacimiento del poeta Mihai Eminescu (15 de enero de 1850) y con el 150º Aniversario de su primera publicación (A la tumba de Aron Pumnul, enero de 1866). Sin embargo, su composición es de 2009-2010, año el último en el que se premió el manuscrito.

En 2010 escribe dos artículos sobre Mihai Eminescu: Mihai Eminescu y su Romancero español y El Luceafarul de Eminescu. También colabora en la celebración del poeta romántico en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid, junto al ICR de Madrid y el grupo Arin Dodó donde conferenció acerca de la proximidad de la poesía de Mihai Eminescu y la poesía en español y colaboró en representar una lectura dramatizada del Luceafarul.

Durante estos años, los intereses de Héctor Martínez están centrados en la cultura rumana, como demuestra la otra publicación del momento, Pentágono (2010, premio del Instituto Cultural Rumano), un ensayo que engarza el discurso entre el escultor Brancusi, el dramaturgo Ionesco, el vanguardista Tzara, y las posiciones filosóficas e intelectuales de E.M.Cioran y Mircea Eliade, a quienes ha estudiado en la Universidad con profesores como Fernando Savater y Carlos Díaz.

También en estos años se dan a conocer algunos poemas dedicados a Constantin Brancusi (Piedras y Pájaro en el espacio), que posteriormente se editarán en Antología Poética, cuya portada se basa en Pájaro en el espacio del escultor, y el relato CAP. LXXV. Que trata de cómo Don Quijote venció a la muerte y vivió en la Rumanía (15/06/2009, Revista Ágora, después incluido en Antología Poética), en el que resucita al inmortal caballero andante para situarlo en Targu Jiu, junto a las esculturas de Brancusi y en el epicentro de la revolución rumana de 1989 contra Ceaucescu.

En 2013 el artista plástico multidisciplinar Iván MIEDHO, con quien colabora estrechamente Héctor Martínez durante todo este tiempo, presenta una nueva serie de obras bajo el título Doppeltgänger, entre las que se cuenta Sweet Art: Mihai Eminescu y Veronica.

Dichas obras son comentadas en el volumen MIEDHO (2013) por Héctor Martínez, junto al escritor Diego Vadillo López y el artista Bogdan Ater.

GÉNERO DE LA OBRA Y ÉPOCA LITERARIA

La novela Mihai y Veronica pertenece al género épico-narrativo con pasajes líricos. Se trata de un gran poema alegórico en prosa que tanto narra de forma simbólica la vida como recoge los motivos líricos del poeta Mihai Eminescu.

Escrita entre 2009-2010 y publicada en 2016, la novela pertenece a la literatura española contemporánea, fundamentalmente dentro del género de la novela romántica.

ARGUMENTO

Mihai Eminescu vive su inmortalidad eterna en el mundo que construyó poéticamente, dominado por una naturaleza edénica de lagunas, bosques y plantas. Pero vive apesadumbrado por la falta de su amada Veronica, cuyo destino ignora. Su tristeza se contagia a su universo lírico, cuyo orden y pervivencia se ven amenazados por la pena de su creador. El Anciano Viajero de las Estrellas que guarda el orden universal le propone su ayuda para encontrar y rescatar a Veronica del inframundo y así salvaguardar de su fin al universo poético eminesciano.

ESTRUCTURA

La novela Mihai y Veronica se divide de forma clásica en tres partes bien diferenciadas:

  • Presentación: Se corresponde con el primer capítulo de la novela. En él se nos presenta a Mihai Eminescu abatido en su universo poético y el Anciano Viajero de las Estrellas le propone buscar el espíritu de Veronica. Mihai Eminescu abandona su limbo de inmortalidad, desciende al mundo terrenal y encuentra la tumba de Veronica en el Monasterio de Varatec, que servirá de entrada al inframundo. Se reencuentra con el Anciano Mago de las Estrellas que le presenta al espectro que habrá de acompañarlo por el infierno.

  • Nudo: Comprende la mayor parte de la novela, desde el capítulo 2 hasta el capítulo

7. Durante esta parte de la novela se narra el recorrido por el inframundo del personaje de Mihai y el espectro. Simbólicamente se presentan las artes, letras y ciencias occidentales y la biografía del poeta según pasan de un círculo al siguiente: sus padres, la polémica religiosa, sus amores con Cassandra, su amistad con Creanga, Maiorescu y Revneanu, las acusaciones de Petrino, el supuesto envenenamiento etc. También se presenta el infierno dantesco en todo su esplendor.

  • Desenlace: Abarcaría el último capítulo y clímax de la novela. Mihai Eminescu logra entrar en el séptimo círculo y debe localizar a Veronica en medio de un gran bosque de condenados por suicidio convertidos en árbol. Se ve atacado por las harpías y el espíritu de la amada juega con él mientras le pide que nombre a su amada entre todas las mujeres con quien tuvo relación y que se hayan confundidas en Ella (como amada ideal). Acto seguido, Mihai despierta en octubre de 1871, meses antes de conocer en su vida real a Veronica Micle.

La novela cuenta con una última parte separada de Apéndices, donde se aclaran todas las referencias culturales y espaciales, así como las citas directas de los poemas y textos de Mihai Eminescu y otros autores.

TEMAS

Entre los temas que encontramos en Mihai y Veronica destacan los siguientes:

  • Amor: Es el tema principal de la novela. Se trata de una visión fundamentalmente sensualista en la que están implicadas la pasión amorosa que ciega al enamorado y la necesaria unión física de los amantes. El amor se contempla desde un punto de vista exclusivo y unitivo, enfrentado a formas engañosas de amor como el personaje de Cassandra.

Ahora bien, la amada ha sido idealizada por Mihai Eminescu hasta el punto de no reconocerla en una sola mujer, sino en el amor mismo. El amor habla con las múltiples voces de las mujeres que en algún momento fueron objeto de su pasión y de sus versos y que son siempre Veronica Micle. Por ello el poeta se confunde y parece incapaz de reconocer a la amada en un ser físico y real: « Ana… me llamo… Corina… Ana… Veronica… aunque tú me llamaste por otro nombres… »

  • Existencial: Se plantea desde el inicio de la novela. La soledad del genio y la inmortalidad del poeta se manifiestan como un sufrimiento y restan sentido al mundo poético perfecto de Mihai Eminescu: «Viví solo… prohibí a todos venir… nadie vino a verme… solo con mis alucinaciones… solo con mis pensamientos… perdí la serenidad… perdí el sosiego… me dijeron que la causa fue mi aislamiento… para mí nunca fue así… no amaba la soledad… me imaginaba con ella… mano en mano… del brazo… boca en boca… ella rellenaba el desierto… no sé cómo acallar mis pensamientos… ¿riendo como un loco?… ¿maldiciendo?… ¿llorando?… todo locura… todo nada… tú moriste, ángel mío y aún no sé por qué… y contigo todo sentido… sentidos sin dios…». La existencia carece de sentido en soledad, lo cual enlaza con el tema del amor como forma principal de compañía, tal y como llega a reconocer Mihai ante Ella: «Existe entre tú y yo un lazo inexplicable, como si mi existencia no tuviera sentido sin ti, como si fueras el todo de mis pensamientos. Un lazo entre tu vida y la mía, entre mi vida y todo lo que te concierne, entre yo y tu presencia viva sobre la tierra».

A lo largo del camino por el infierno Mihai Eminescu va perdiendo la conciencia de sí hasta el punto que marca el siguiente pasaje: «Dónde estoy, cómo he llegado hasta aquí, y el interrogante crucial de la existencia: quién soy. Pero las respuestas del danzarín Flegias eran, si cabe, más angustiosas. En ninguna parte, de ningún modo y, peor aún, no eres nadie.»

  • Viaje por el infierno: El tema del viaje por el infierno es evidente al ocupar como eje todo el desarrollo de la novela. Héctor Martínez toma la referencia directamente de La divina comedia de Dante, y sigue la estructura que éste dio al inframundo. El protagonista se constituye en el tópico del homo viator, de modo que el viaje o camino supone una estrategia de autoconocimiento por medio de las sombras del pasado (o incluso del futuro) y una búsqueda del equilibrio vital por medio del amor recuperado.

Como viaje al infierno, consta de sus dos momentos: Catábasis (caída y descenso gradual) y Anábasis (elevación y ascenso gradual).

  • La confusión entre realidad y sueño: Se trata de un tema derivado del tema existencial y propio de la conciencia barroca. El tema se hace patente al final de la novela, cuando Mihai Eminescu despierta en Ipostesti, y todo lo narrado se le manifiesta como un sueño. Sin embargo, es un sueño real, un anuncio profético o destinal de lo que será su vida. Por otro lado, el tema también es reconocible en el hecho de que Mihai Eminescu confunde su amada soñada o idealizada en los versos con la mujer real física: «He recibido el duro golpe de engañarme a mí mismo con el deseo de amar, deseo que acaba por significar un arrodillarse humillado delante de una bella mujer imaginada, mientras que la real nunca quiere saber nada del amor y las esperanzas que en mi alma crecen.»

  • Mito de Pigmalión: Lo anteriormente mencionado nos aproxima a otro tema destacado de la novela, como lo es la reactualización en clave poética del mito de Pigmalión. La creación y enamoramiento de la amada perfecta en los versos, como Pigmalión hiciera con la estatua, y requerir que se le devuelva la vida para acabar con su soledad.

  • Metaliteratura: Por último, mencionemos el tema metaliterario. Héctor Martínez Sanz habitualmente echa mano del recurso del metaliterario, introduciendo elementos, pasajes, reflexiones o personajes de otras obras y autores. Por dar alguna referencia fuera de esta novela, en Misión 109 (2013), entre otros, destacaba la continua referencia a Saint-Exupery, su vida y sus obras. Mihai y Veronica no es diferente. Desde luego que ya el versar sobre la obra y figura de Mihai Eminescu evidencia la metaliteratura de la novela. Pero también lo evidencia el uso constante de versos y descripciones del poeta, que el marco sea La divina comedia, la inclusión como personajes de otros escritores y pensadores, con frases y elementos de sus textos etc. Todos los elementos que se desvelan en el apartado final titulado Apéndice.

NARRADOR

La novela está narrada mayoritariamente desde la perspectiva de 3ª Persona Omnisciente. Sin embargo, Héctor Martínez emplea juegos de narradores que le permiten en varias ocasiones apelar al lector y asumir la 1ª Persona en la experiencia narrativa: «¡Oh, lector!… Me faltan las palabras. Me es imposible hacerlas que describan el atroz alarido que Mihai entonó furioso contra los cielos con los puños cerrados, tensos y en alto mientras restallaba un rayo de innumerables látigos contra las torres de la iglesia de San Juan»; o el pluralis modestiae: « El lector esperará una cruenta batalla con las furias. Sin embargo, esto no ocurrió. No podía ocurrir. Nuestro gran poeta y su compañero, el espectro, no eran rival para los monstruos que se les venían encima».

A través de estos usos, la novela parece interrumpirse (aunque no lo haga) y adquiere ciertas formas de oralidad, como si el relato estuviese en manos de juglares o rapsodas.

PERSONAJES

Los personajes se dividen en principales y secundarios. Entre los personajes principales tenemos:

  • Mihai Eminescu: Es el protagonista de la historia y sobre él recae todo el peso de los acontecimientos. Representa el arquetipo del genio y del espíritu romántico del enamorado, cuyo mundo y ánimo se hunden ante la ausencia de la amada hasta la tragedia y la locura. Es capaz de ir a buscar a su amada hasta el infierno mismo, pero sus sentimientos tan extremos como encontrados le confunden hasta engañarse a sí mismo.

  • Veronica: Como tal no está entre las acciones principales, pero es la causa y se hace presente continuamente en Mihai Eminescu. En la novela es una presencia fantasmagórica, que juega con el poeta, pero que también sufre la desdicha de sus propias decisiones, las mismas que acaban por llevarla al borde la locura y el suicidio al quedarse sola en el mundo. Históricamente es el último y gran amor del poeta, con quien mantiene una turbulenta relación de pasión y celos, desde el momento en que la novela termina, en 1872, cuando ella está aún casada con Stephen Micle y tiene dos descendientes. Se suicidará en el 10º Aniversario de la muerte de su marido y poco tiempo después de la muerte de Mihai Eminescu.

  • Espectro: Es el guía y acompañante de Mihai Eminescu. Al principio su función parece ser más como personaje de apoyo, y una excusa para que junto a Mihai Eminescu puedan estar las personificaciones de Ion Creanga, Titu Maiorescu o Chibici Revneanu. A lo largo de la novela, sin embargo, se nos va desvelando que también posee una historia trágica, que lo retiene en el infierno como guardián de las puertas del inframundo.

  • Ella: Detrás del pronombre personal está la amada idealizada de Mihai Eminescu, la que él busca y persigue, y con la que confunde a Cassandra y a Veronica, entre otras.

  • Cassandra: Es el fantasma de Cassandra Elena Alupuli, el primer amor de Mihai Eminescu, cuyo repentina muerte justo cuando el poeta va a partir a Viena lo hundió. En la novela tiene el papel de femme fatale, que quiere quedarse con Mihai engañándolo, embrujándolo, movida, sobre todo, por los celos que siente de Ella y Veronica. Al final se arrepentirá de sus actos y acabará convertida en Hécate, la sirviente de Perséfone.

  • Mago de las Estrellas: Divinidad demiúrgica que trata de mantener el orden del universo y que para ello trata de aplacar la pena de Mihai Eminescu en su Edén poético. Es el garante de las leyes y el orden del universo, por lo que conminará y ayudará a Mihai Eminescu a localizar la tumba, entrar al inframundo, rescatar y resucitar a Veronica, con el fin de mantener la paz en el universo.

Entre los personajes secundarios destacan: Plutón, Perséfone, Epistemon, Flegias, los centauros Quirón, Folo y Neso, Caronte, el anónimo prisionero de la mazmorra, entre los más importantes.

ESPACIO

El espacio en la novela se muestra de diversa forma:

  • Espacio Físico (real): Respecto del espacio físico, sin duda alguna hay un episodio francamente memorable de la novela: el viaje de de Mihai Eminescu convertido en Lucero a través del universo y su paulatino descenso sobre la Tierra, mientras se describe el espacio geográfico según se reduce gradualmente hasta posarse en el Monasterio de Varatec: «Miles de estrellas guiñaban su brillo en la infinita oscuridad del universo. Los planetas parecían globos inflados por chiquillos que luego escaparon de sus manos deshaciendo el nudo del cordel. Giraban lentos, pesados, interminablemente, sin saber cuántas vueltas llevaban dadas en su historia. Los muchos satélites de Júpiter jugaban al escondite. Detrás danzaban alegres, giro tras giro, los regios y colosales anillos de Saturno. Más cerca, Marte se encendía en el rojo color de sangre y guerra y, al lado, Mercurio exhibía sus poéticos cráteres. Por fin, la Tierra, como una increíble flor azul en medio de aquel jardín galáctico, plena de vida y exuberancia. Estaba anocheciendo y la oscuridad se cernía sobre una parte mientras la luz del sol recorría la otra mitad del planeta humano (…) Tomados de la mano, más próximos que nunca, luna y lucero resbalaron sobre la faz de la tierra Los dos astros, luna y lucero, ocultos al sol, oteaban los límites marinos, elevando los mares como aquél que delicadamente peina los largos cabellos ondulados de la juventud. Después las vastas extensiones de los desiertos o el ínfimo cuerpo de las desperdigadas islas abrazadas por el Mediterráneo. El brillo del lucero aumentaba en intensidad como el latido de un corazón apasionado cuanto más se acercaba al delta del Danubio, hasta que, ya sobre él comenzó a arrojar diamantinas lágrimas de rocío que fue esparciendo por toda su tierra natal. Luna y lucero rodearon por el sur la áurea corona que alrededor de Transilvania formaban los Cárpatos, y en cada pueblo, aldea y ciudad caía una fina lluvia de alegría desprendida de los ojos de Mihai. El puerto de Constanza, la torre inclinada de Targoviste, la alegre Bucarest, Alexandria resurgida como el Fenix de sus cenizas, la inmensidad del parque de Craiova, Târgu Jiu, donde las columnas se levantan hacia el infinito (…) Durante gran parte de la noche, como dos fabulosos faros alumbraban todo el relieve, cada cumbre, ladera y valle, con el argénteo matiz de la escarcha. Mientras se dirigían hacia el noreste, Mihai empezó a sentir en su interior una aguda mezcla de regocijo y de tristeza que iba agrandándose al divisar Moldavia y los abedules de plata y los robledales de bronce que visten las colinas de Varatec. El lucero iba ensombreciéndose con un oscuro manto de luto. Una gruesa línea roja y una franja ámbar anunciaban el azul diurno del cielo. La alegría dio paso a un dolor intenso que ahogaba al corazón celeste de Mihai cuando, bajo él, vio iluminarse con la primera luz del amanecer los blancos muros de un Monasterio.»

Otro espacio físico relevante surge al final de la novela. Cuando Mihai Eminescu despierta, se encuentra en Ipostesti, su tierra natal, a donde ha llegado después de un viaje a Viena.

  • Espacio simbólico: Los espacios simbólicos son espacios aparentemente físicos pero cuya función trasciende su valor de mero entorno. Son espacios simbólicos en esta novela el Edén inicial, el infierno y cada uno de sus círculos, el laberinto que comunica unos círculos con otros, el castillo de Plutón y sus mazmorras, el lago y el bosque, la caverna de Flegias, la ciudad de Dite etc. Su función pura es metaliteraria. Su valor está asociado al valor que tienen en la vida del protagonista o en la tradición literaria, razón por la que aparecen en la novela.

  • Espacio psicológico/social: De los dos, obviamente el espacio psicológico es el de mayor relevancia en esta novela para la descripción de la influencia recíproca entre espíritu y atmósfera. El propio inicio de la novela nos muestra que lo psicológico va a gobernar el relato: el universo poético que es creación del propio espíritu de Eminescu se viene abajo por su pesadumbre; igualmente, los laberintos que comunican los círculos se estrechan y dificultan en consonancia con el estado psicológico del poeta; el rostro y personalidad del espectro que le sirve de guía a Mihai Eminescu varía según su estado anímico le lleve a recordar a unos u otros amigos y conocidos. Todo el entorno es un continuo reflejo de la subjetividad del protagonista dentro del espacio simbólico del infierno.

TIEMPO

Respecto del tiempo, en verdad, sólo podemos establecer un tiempo externo-histórico, octubre de 1871, como se referencia al final de la novela; carecemos de referencias temporales directas para afirmar un tiempo interno global que permita hablar de la duración de los acontecimientos simbólicos narrados, los cuales están siempre circunscritos a la inmortalidad y eternidad (Edén poético e infierno). Obsérvese esto en las siguientes citas: «Acostumbrado a su eternal mundo, había olvidado que en el de los vivos persiste la condena del tiempo. Para él todo era eterno, instante presente expandido en sí mismo.»;

«Aquí abajo, no pocos desearían el retorno del imperio del tiempo para que el tormento cesara.»; «Mihai y el espectro de Titu tenían tiempo, toda la eternidad, y esto era suficiente para ser los espíritus más pacientes de todo el infierno»; «afloraban en él visiones de su muerte que turbaban y le convencían de que la región de las almas en pena era el lugar que le correspondía, mundo del solitario dolor y martirio, mundo sin tiempo».

Incluso lo comprobamos en declaraciones directas e intencionales del propio narrador:

«Para un vivo, salir de aquel laberinto supondría meses, es probable que varios años. En la eternidad, sin embargo, todo se vuelve intemporal. Siempre se tarda lo mismo. Es harto complicado hacerle comprender al lector cuánto, exactamente, estuvieron Mihai y el espectro dentro del laberinto. ¿Más de una eternidad? Esto sigue siendo incomprensible.

¿Más de diez vidas? Depende de la duración de las vidas. Bastará con que se haga una idea aproximada de la expresión temporal mucho tiempo, sin intentar la imposible tarea de introducir la eternidad en el tiempo.»; o escenas en las que directamente constata la imposibilidad de medir el tiempo y se burla a través de uno de los personajes que se encuentra en la mazmorra de Plutón: «¡Vamos hombre! Hace apenas… —se paró a intentar establecer cualquier medida de tiempo—… bueno… un rato… sí, no hace mucho… Tú y yo compartíamos está celda. ¿Cómo es que no me reconoces?».

En un momento dado, se achaca al género de la poesía la ausencia del tiempo interno frente a la narración, para la que es consustancial: «Si el efímero latido de un corazón sensible desea tomar la forma de la poesía, entonces desembocará en un mundo donde el tiempo carece de sentido.».

Sí podemos hablar de un efecto paradójico por el que lo que tendríamos que considerar analepsis (recuerdo retrospectivo de su vida) se convierte en prolepsis (anticipación de lo que está por ocurrir en su vida). Es un sueño profético y trágico, al fin y al cabo, por el que le está siendo revelado su destino fatal e inevitable. Este hecho está magníficamente anunciado al principio de la novela con la metáfora de las estrellas que lucen aun cuando ya han muerto hace tiempo.

También son reseñables los medios de desaceleración del ritmo narrativo por medio de descripciones líricas, funcionales y a través de digresiones reflexivas o apelaciones al lector.

LENGUA Y ESTILO

Mihai y Veronica es una novela con un lenguaje cuidado y elevado, atendiendo a su fuerza evocadora y lírica. La novela en sí misma es una gran alegoría de Mihai Eminescu, su vida y su obra, en la que predominan descripciones vistosas y el estilo directo en los diálogos.

De entre los recursos más usados en el texto llaman la atención:

  • Paralelismos: «Unos parecían sostener paletas y pintaban en el lienzo del aire con etéreos pinceles. Otros silenciosamente dialogaban a solas con incorpóreos oyentes.»; «Tú puedes hacerlo. Tú puedes ser otro. Sabes lo que ellos saben. Nada hay en ti que no haya en ellos».

  • Perífrasis: «Mihai caía serenamente en lo profundo de lo desconocido, del lugar aquel donde no existen los amaneceres».

  • Antítesis: «Porque los muertos no sueñan y los sueños no mueren.»

  • Oxímoron: «sólo cabe entender la región de los muertos mientras haya vida.»

  • Prosopopeya: «Ella no vendrá. Ella no puede venir. Sé feliz en tu mundo — respondían maternalmente el lago, los juncos, los árboles, la verde hierba de los valles, las montañas y, sobre todo, la claridad del rayo de luna que cada noche iluminaba su rostro marchito y triste»; «Allí, en el pedestal, solo, estaba el niño, de piedra como la gran cruz, emitiendo el diabólico chillido.»

  • Metáforas: «la Tierra, como una increíble flor azul en medio de aquel jardín galáctico, plena de vida y exuberancia»; « Aquel hombre que dormía el sueño eterno de los muertos sobre la cama de madera»; «Dos seres de extraordinaria belleza cubiertos por el manto lúgubre de la región de los muertos.».

  • Sinestesias: «Una gruesa línea roja y una franja ámbar anunciaban el azul diurno del cielo.»; «un desenfrenado beso con el sabor del néctar de la eternidad y la dulzura, de la suavidad de la vida, de la inocencia, de la siempre insatisfecha hambre de más besos»; «El olor de la descomposición, de la carne abrasada, de la sangre seca, trepaba por el oscuro despeñadero que despedía los efluvios inmundos y putrefactos propios de la inconcebible ciénaga de la muerte.»; «La fragante belleza que despedía se enroscaba en su memoria como una serpiente invisible y sigilosa, y le hacía pensar en ella, en su ángel dorado, a través de las cuencas rellenas por las penetrantes pupilas de Perséfone.»

COMENTARIO CRÍTICO

Mihai y Veronica es una novela intensa y honda, que cumple a la perfección con el propósito de homenajear al poeta Mihai Eminescu y a Rumanía. Además, posee un alto valor pedagógico-literario al enseñar rasgos propios del Romanticismo a propósito del poeta, y extender su atmósfera y marco al Clasicismo y al mito grecolatino.

Se agradece la expresión fluida y cuidada, musical en ocasiones, con un lenguaje pomposo y enfático, tan semejante al tono romántico. Por momentos, las descripciones nos sumergen en escenarios y personajes sombríos y episodios lúgubres, más cercanos a los estilos del gótico decimonónico.

A veces los momentos líricos se hacen largos y ralentizan demasiado la narración, aunque permiten disfrutar de un cierto esteticismo romántico del lenguaje que hoy se ha perdido en las novelas. No obstante, para el lector no acostumbrado o que no conoce el Romanticismo podría considerarlo excesivo.

El final de la novela recurre al manido "todo fue un sueño", lo cual puede decepcionar al lector en un principio. Sin embargo, también es verdad que este final no significa que todo fue falso o una advertencia, no es la típica salida rápida que invalida todo el relato. Al contrario, al ser biográfica, el sueño tiene un significado trágico e inevitable, elemento fundamental del Romanticismo. Y hay que tener en cuenta que todo lo narrado es el interior de Mihai Eminescu. El sueño, al final, saca al lector hacia el exterior real y la historia verdadera.

FUENTES

  • WEBLOG del autor: www.hmartinezsanz.wordpress.com

  • BOOK BLOG de la novela: www.mihaiyveronica.wordpress.com

  • LIBROS Y ARTÍCULOS:

  • Héctor Martínez Sanz, Mihai y Veronica. España, Madrid, 2016.

  • Héctor Martínez Sanz, Antología Poética. Mundi Book ed. Madrid, 2014.

  • Héctor Martínez Sanz, relato CAP. LXXV. Que trata de cómo Don Quijote venció a la muerte y vivió en la Rumanía. 15/06/2009, Revista Ágora Arte e Cultura.

  • Héctor Martínez Sanz, Pentágono. Ed. Niram Art, Madrid, 2010.

  • David Huertas, Mihai Eminescu. Alegoría de su vida en "Mihai y Veronica". 11/01/2016, Revista High Star Madrid.

  • Miguel Izquerdo, "Mihai y Veronica" la novela sobre Mihai Eminescu. 05/01/2016. Hispavista S.L. Globedia.

  • Luis Asier, La primera novela sobre Mihai Eminescu en español. 14/01/2016. Sunotadeprensa.com

  • Pablo Paz, "Mihai y Veronica", nueva novela de Héctor Martínez Sanz. 14/01/2016. Diario-ABC (Cerotec Estudios).

  • Diego Vadillo López, Héctor Martínez Sanz y "Mihai y Veronica", 08/04/2012, Revista Niram Art nº 5-6, 2012.

edu.red

Título: Mihai y Veronica

Autor Héctor Martínez Sanz

Portada: Francesca da Rimini and Paolo Malatesta (1854) por Ary Scheffer (1795-1858)

/ Hamburger Kunsthalle.

Fecha: enero, 2016 (paperback/KINDLE) Páginas: 258

Tamaño: 12,7×20,32cm ISBN-10: 1523237856

ISBN-13: 978-1523237852

 

 

 

Autor:

Arturo Lher