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Transexualismo


  1. Entendiendo el transexualismo
  2. Una Teoría sobre el origen del Transexualismo
  3. No hay cura, pero hay tratamiento
  4. Notas en relaciones personales
  5. Conclusión

Se llama disfunción sexual a la dificultad durante cualquier etapa del acto sexual (que incluye deseo, excitación, orgasmo y resolución) que evita al individuo o pareja el disfrute de la actividad sexual .Las disfunciones sexuales pueden manifestarse al comienzo la vida sexual de la persona o pueden desarrollarse más adelante. Algunas de ellas puede desarrollarse paulatinamente con el tiempo, y otras pueden aparecer súbitamente como incapacidad total o parcial para participar de una o más etapas del acto sexual. Las causas de las disfunciones sexuales pueden ser físicas, psicológicas o ambas.

"Para mí, es una alteración en cualquiera de las fases de la respuesta sexual, mantenida por un período mayor de tres meses, que provoca molestias no sólo al sujeto que la aporta, sino también a su pareja. Los temores anteriormente referidos hacen que la persona se sienta ansiosa e irritable, y también que presente otros síntomas asociados: desde los psicológicos hasta los psicofisiológicos".

Existe la tendencia a ignorar, subestimar, sensacionalizar a veces, y en la mayoría de las ocasiones no creer en las capacidades, deseos y necesidades que tienen los ancianos en la esfera sexual. Por todo ello, la problemática de la expresión sexual en el anciano se agrava no solo por los estereotipos sociales, sino también porque muchas veces existe la falta de la otra pareja, siendo importante el apoyo de su familia. La sexualidad es un elemento fundamental en la buena calidad de vida de los ancianos, por lo que se hace necesario el conocimiento de algunos factores que permitan poder brindarles una atención óptima e integral

Según estudios, el interés y la actividad sexual en ambos sexos disminuye con la edad, ocurren cambios biológicos que deben conocer el anciano y los médicos para evitar confundir situaciones como la impotencia en el hombre y la interpretación correcta de las molestias y el dolor que durante las relaciones sexuales puede padecer la mujer. La mujer anciana puede compensar los cambios mejor que los hombres, pues por lo general basta con tener una lubricación adecuada para disfrutar la relación. Se debe tener en cuenta también que muchos medicamentos pueden inhibir el funcionamiento sexual como las drogas antihipertensivas, los diuréticos y las benzodiacepinas.

Entendiendo el transexualismo                          

El alto grado de aceptación que la mayoría de las personas tienen de su género es tan central para su auto-imagen que resulta extremadamente difícil el entender como algunas personas que tienen las características físicas de un género pueden creer en realidad que pertenecen al otro. Aquellos individuos que sienten de esta manera son conocidos como Transexuales. Frecuentemente, una explicación de éste fenómeno comienza:"Imagínese que Ud. Se despierta una mañana y se encuentra en el cuerpo del género opuesto". Pero tal como el autor transgénero Kim Elizabeth Stuart ha escrito en: "l dilema no invitado: "No se puede comparar una experiencia con una no-experiencia" Por tanto, mientras es virtualmente imposible para un no-transexual el entender cómo es que esta condición se siente, puede ser posible entender cómo es que esta condición nace y como se puede lidiar mejor con ella.

Desubicado en el teatro de la vida

Los transexuales frecuentemente expresan sus sentimientos a algo parecido al ser ubicado en un rol para el cual no están preparados, por ejemplo, el tratar de ser el héroe cuando en realidad están mejor interpretando a la heroína. Sin embargo. Para ellos es necesario el adaptarse para sobrevivir. Ellos tienen que aprender sus líneas y actuar su parte. Palabras y conductas que están ajenas a su naturaleza les son forzadas en razón a su apariencia física. Eventualmente, como todo actor que mantiene un rol en una actuación de larga trayectoria, ellos aprenden a manejar su papel. Ellos aprenden a recitar las líneas, seguir las direcciones del escenario, y ser hombres o mujeres muy convincentes sin necesidad de tener ni que pensar en ello. El problema está en que cuando ellos dejan el escenario, cuando se quedan solos consigo mismos, y saben que ese papel no es el indicado para sí mismos. Ellos saben quiénes son ellos mismos en realidad. Ellos no desean otra cosa que ser ellos mismos, pero no se pueden quitar los vestuarios y disfraces y llevar una vida normal, ya que los disfraces son en realidad sus propios cuerpos.  

Una Teoría sobre el origen del Transexualismo

El género físico del feto está establecido por el apareamiento de un cromosoma simple de ambos padres al momento de la concepción. XX para mujeres y XY para hombres. Sin embargo, no es sino hasta más adelante que las diferencias físicas basadas en el género cromosómico del feto se desarrollan. Estas diferencias son estimuladas por una infusión de hormonas. Al mismo tiempo, la identidad de género del feto, (el género del cerebro) comienza su desarrollo. Acuerdo a una teoría tan ampliamente aceptada que intenta explicar el origen del transexualismo, si el momento de este influjo hormonal es inadecuado, o la mezcla de hormonas es defectuosa, una disparidad entre el género físico y el género mental puede ocurrir. Es por esta razón que el transexualismo es frecuentemente descrito como un defecto de nacimiento.

Desafortunadamente, para el transexual que trata de ganar la aceptación de los demás, este defecto de nacimiento no tiene efectos visibles. El transexual parece ser un hombre o una mujer perfectamente normal, con características sexuales primarias y secundarias normales. A diferencia de las características faciales que distinguen al Síndrome de Down, o la falta de control muscular causado por la parálisis cerebral, el transexualismo no puede ser detectado visualmente o bajo otros medios. Debido a que los demás no pueden ver nada aparente, llegan a la conclusión de que el transexualismo no es un defecto físico, sino más bien un problema mental/emocional. Es una creencia común a la vez que errónea el que con un poco de auto-disciplina, o con consejería, una persona transexual puede actuar normalmente y aceptar su lugar en la vida.  

No hay cura, pero hay tratamiento

Después de décadas de intentarlo, los psiquiatras han tenido que admitir derrota al solucionar este dilema. En todos los años que la psiquiatría ha tratado de "curar" el transexualismo, no hubo un solo caso que haya respondido positivamente y permanentemente. No fue sino hasta 1950 en que un psiquiatra y endocrinólogo pionero, el Dr. Harry Benjamin decidió aplicar ambas de sus especialidades al tratamiento del transexual. Si la mente no puede ser cambiada para adaptarse el cuerpo, pensó él, entonces habría que cambiar el cuerpo para que conjugue con la mente. Por primera vez, los transexuales pudieron vivir a gusto con sus propios cuerpos. Pero la reasignación de género no es una cura; es simplemente un tratamiento que puede evitar otros problemas mucho más serios, tales como el suicidio o el abuso de substancias.

Los transexuales se someten a una intensa evaluación y consejería psicológica. Este proceso no es para convencer al sujeto de renunciar a su transexualismo, sino para determinar la viabilidad del drástico e irreversible proceso de reasignación de género. Por ejemplo, si la persona no es realmente un transexual, pero en vez de eso esta sufriendo de un cuadro de homosexualidad egodistónica, los efectos del tratamiento pueden ser devastadores. Un travesti mal aconsejado, quien es normalmente feliz viviendo en el rol de su género físico, pero que tiene la compulsión de funcionar ocasionalmente en el rol del otro género, puede ser muy infeliz por una reasignación de sexo permanente. Por lo tanto, un transexual debe de ser evaluado por un consejero psicológico experimentado para estar seguro de que el transexualismo es el tema real.

Una vez que el diagnóstico de transexualismo esta confirmado, es cuando comienza la parte médica del tratamiento. La persona que entra en esta fase del tratamiento es por lo general llamado "transexual pre-operado". El tratamiento hormonal gradualmente va ayudando al transexual a despojarse de su "disfraz", lo que le ayudará a adentrarse en su "rol" y adaptarse a la sociedad en la que ella/él considera ser su lugar correcto. (El género dual utilizado acá es para reconocer la existencia de transexuales tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre, y NO para insinuar una identidad género dual por parte de estos individuos). Después de un tiempo que puede ser desde varios meses a varios años, el transexual públicamente acepta su nuevo rol de género. Los servicios de consejería psicológica continúan durante todo el período de terapia hormonal, para ayudar al transexual a des-aprender el rol que ha tenido por tantos años. Hay muchas situaciones traumáticas comprometidas. El transexual necesita no solo aprender el nuevo rol, sino también el aprender que esta bien el estar en él.

La mayoría de los protocolos de reasignación requieren que el individuo viva y se desenvuelva en su nuevo rol por un mínimo de12 a 18 meses antes que la cirugía de reasignación de género le sea autorizada. Esta fase se denomina "Test de vida real" o RLT (por sus siglas en inglés) Tanto el paciente como el consejero psicológico deben estar convencidos de que la cirugía será de ayuda y no dañina. Es entonces que el terapista primario refiere al paciente a un segundo médico, generalmente un psiquiatra, para otra evaluación para confirmar que la cirugía es apropiada. Solo entonces un cirujano de reputación aceptará al paciente.

La cirugía de reasignación de género es un proceso irreversible. Debe realizarse con extrema precaución. La profesión médica americana ha adoptado una posición conservadora en lo que es tratar al transexualismo con terapia hormonal y cirugía de reasignación de género. Sin una evaluación psicológica y psiquiátrica competente, ningún médico o psiquiatra competente y con ética prescribiría terapia hormonal. Sin ambas mencionadas evaluaciones, ningún médico de prestigio realizaría la cirugía de reasignación de género. Estos rigurosos requerimientos están orientados asegurar que aquellos individuos que cambian su sexo no lo hagan por inestabilidad mental, sino que esta persona haya demostrado totalmente su estabilidad mental en el rol género deseado. 

Notas en relaciones personales

Debido a su extensa experiencia en actuar "normalmente" Por ejemplo: en la manera determinada por su género físico, mucha gente encuentra difícil el creer que la persona que ellos han conocido por tanto tiempo como miembro de cierto género, es en realidad miembro del otro. En casi cada caso, el descubrimiento de esta condición y los cambios físicos que acompañan a este tratamiento vienen como una sorpresa para todos. La reacción común entre familiares y amigos es de desconcierto, al sentir que han sido engañados, y de rechazo. Uno podría preguntarse, ¿Por qué una persona entraría a una relación bajo una fachada falsa, sabiendo que ellos muy probablemente provocaran altos grado de sufrimiento a los demás?

Mientras que la mayoría de los transexuales saben que son diferentes a una edad muy temprana, ellos también sienten una intensa presión para adecuarse a rol que la sociedad dicta como adecuado para hombres y mujeres. Como resultado, el transexual a veces niega que él o ella sea realmente diferente. Este proceso de adaptación y negación frecuentemente involucra la formación de amistades, y tipos más cercanos de relaciones personales. Un eventual asumir de su identidad de género por parte del transexual y su inicio en un tratamiento marca un punto severo en estas relaciones. Al principio, familiares, amigos o cónyuges tratan de que el transexual sea "curado" a través de análisis o terapia debido a que ellos no están dispuestos a aceptar el resultado inevitable. Pero es cuando ellos empiezan a darse cuenta que la cura que ellos ansían no es posible, la relación cae bajo una gran presión. Cuando la relación se basa en otras características aparte del género, la relación puede continuar con los obvios cambios. Por ejemplo, un buen hijo puede ser igual de bueno como hija, un colega varón puede ser tan competente y llevadero como mujer. Es un aspecto triste que muchas de esas relaciones se disuelven, algunas amablemente, pero igualmente triste, mientras que otras se deshacen con recriminaciones. ¿Pero qué pasa con aquellas relaciones que están basadas en el género, matrimonios, por ejemplo? Muchos cirujanos sugieren que el transexual esté divorciado antes de someterse a la cirugía. En muy pocas instancias, cónyuges que son tanto amigos como parejas pueden mantenerse juntos en una relación platónica. En varios casos, las cortes han otorgado custodia o derechos de visita a padres transexuales.

¿Y qué hay con el formar relaciones después de la reasignación de género? La mayoría de los transexuales post-operados no encuentran necesario el informar a nuevas amistades y amantes que ellos antes eran del otro sexo. Esto es particularmente cierto si es que el transexual ha roto definitivamente con su pasado. Sin embargo, después de la cirugía, algunos transexuales vuelven a sus vidas en el punto mismo en donde las dejaron cuando empezaron el cambio. Ellos conservan el mismo apellido, trabajan en el mismo negocio e inclusive mantienen los mismos amigos. Las relaciones sexuales puede ser problemáticas para incluso el más abierto y audaz de los transexuales. Por ejemplo, el saber que esa mujer era antes hombre puede amenazar una relación heterosexual. Pero no todos los transexuales desean una relación heterosexual después de la cirugía. No es raro para un transexual de hombre a mujer post operado el declararse lesbiana, o para un transexual de mujer a hombre el declararse gay. Este tipo de relaciones pueden ser también difíciles para los transexuales debido a que algunas lesbianas y hombres gay abrigan profundos prejuicios contra los transexuales, al igual que lo hacen muchos heterosexuales. Finalmente, muchos transexuales no son sexualmente activos para nada. Esta gama de orientación es posible debido a que la orientación sexual y la libido son diferentes al género de identidad. Mientras que la sexualidad de un individuo es frecuentemente expresada a través de su género, su sexualidad no está determinada por ello. 

Conclusión

Los transexuales a veces expresan sus sentimientos de ser diferentes en términos de "vivir una mentira". Si es que hay un fraude involucrado en el hecho de ser transexual, es el fraude perpetrado por el transexual mismo antes del tratamiento. La persona que completa el tratamiento es en sí el objeto real. Él o ella ha dejado atrás una vida de engaño e infelicidad. A pesar de los grandes obstáculos, él o ella ha florecido como la persona que siempre ha sido. Cuando uno conoce a un transexual, está conociendo a la persona que sabe como amar, sabe como valorarse a sí misma y como resultado, sabe como amar y valorar a otros.¿ Cuantas personas "normales" pueden demostrar esta distinción?

Diferente es el caso del homosexual y del travestido. El primero, se siente atraído por individuos de su mismo sexo, pero no desea modificar su cuerpo. Se siente y vive como hombre, psíquica y físicamente. Goza mediante el pene. Pero le gustan otros hombres (no todos).El travestido (o travesti) se viste y acicala como si fuese del otro sexo (suele ser un hombre disfrazado de mujer).Pero se identifica como hombre. El transexual también se viste con las ropas del otro sexo. Pero, mientras ese disfraz es para el travestido el fin para aquél es sólo un medio (Benjamín). Un travestido puede ser homosexual, pero no es transexual. Los transexuales están convencidos de que la naturaleza ha cometido un error en su caso e intentan rectificarlo (Mason McCall Smith).

El sexo, desde un punto de vista científico, está integrado de seis elementos, que en su conjunto, configuran el sexo de un sujeto. Se precisan así:

a) El dato cromosómico, constituido por el patrimonio celular heredado en el instante de la concepción y que, como es sabido, consiste en 23 pares de cromosomas, 22 de los cuales son comunes a ambos sexos.

b) Los caracteres sexuales gonádicos, condicionados por los cromosómicos, que están representados por los ovarios y los testículos, según el sexo, y que contribuyen a determinar los caracteres sexuales hormonales y genitales.

c) Los caracteres hormonales, condicionados por la actividad endocrina de específicos órganos anatómicos-como la hipófisis, las glándulas corticosubrenales, gonádicas- que presentan efectos prevalecientemente femeninos (estrógenos) o masculinos (testosterona).

d) Los elementos genitales, representados por los caracteres externos que permiten una primera diferenciación sexual que hace posible determinar el sexo del recién nacido para los efectos registrales.

e) Los elementos anatómicos, definidos secundarios, individualizables exteriormente como es el caso, entre otros, del desarrollo pélvico y la distribución de la vellosidad, los mismos que pueden ser modificados a través de específicos productos hormonales.

f) El elemento psicológico, cuya importancia ha sido puesta de manifiesto en tiempos recientes. Este factor, aunque condicionado por factores hormonales y genitales, puede disociarse de los anteriores elementos, en tanto es el resultado de vivencias, de sentimientos profundos que determinan manifestaciones típicas atribuibles tanto a uno como a otro género, como es el caso del instinto maternal, el instinto de agresividad, el interés por los hijos, inclinaciones, gustos y preferencias, dirección de la libido, comportamientos, maneras, modales y hábitos de vida.

El sexo psicológico, contrapuesto al anatómico se adquiriría entre los dos a los cuatro años. Se traduce en un comportamiento en los juegos, amistades, ademanes, gestos, preferencias, modos de moverse y expresarse, todas exteriorizaciones diversas a la apariencia morfológica, en cuyo aspecto no aparecen anomalías y hormonalmente, tiene valores normales dentro del sexo que aparenta y está registrado.

La importancia muy decisiva de la orientación psíquica se muestra en el hecho de que la psiquiatría, el psicoanálisis, la psicología y la psicoterapia, son impotentes para mudar la inclinación mental y adecuarla a los atributos físicos. Ese tratamiento psiquiátrico falla sistemáticamente y, por ende, sólo resta la solución inversa que es adaptar el cuerpo a la mente, instalación psíquica que se avizora hoy como irreversible. O sea que para dar paz y armonía a la disociación, produciendo la identidad sexual de la mujer o el hombre transexual, por ahora el exclusivo método es el quirúrgico-clínico, con el cual se provee a una mente femenina de los atributos femeninos (vagina, mamas y otros caracteres sexuales secundarios) y del otro lado, a la mente masculina los correspondientes atributos (pene, testículos y el resto posible).

Sexualidad es el conjunto de condiciones estructurales (anatómicas), fisiológicas, comportamentales y socioculturales que permiten el ejercicio de la función sexual humana. Abarca nuestros sentimientos, nuestra conducta en general y sexual en particular, la manera de expresarnos y relacionarnos con los demás. En definitiva la forma de vivir como hombres y mujeres.

 

 

Autor:

Jorge Alberto Vilches Sanchez