Modelo de educación holística: una propuesta para la formación del ser humano (página 2)
Enviado por César Agustín Flores
A su vez, Ruiz (2009, p.92) sostiene que el valor que se le otorga al concepto de inteligencia es cultural, puesto que considera el conjunto de atributos indispensables para la vida en comunidad, que no son necesariamente los mismos para todas las culturas. De ahí que Gardner señale que la inteligencia es la aptitud o destreza para solucionar problemas o diseñar productos que son valorados dentro de una o más culturas. Desde esta visión se plantea la existencia de los ocho tipos de inteligencia, determinadas y valoradas de acuerdo con el contexto en el que son aplicadas por las diversas culturas. La tabla 2 muestra la definición de los tipos de inteligencia y nuestra propuesta sobre las posibles avenidas para su desarrollo a través del arte como elemento del MEH.
Tabla 2. Inteligencias Múltiples y posibles avenidas para su desarrollo a través del arte
Tipo de inteligencia | Definición | Áreas artísticas | ||||
Lógico- matemática | Es la sensibilidad y la capacidad para el razonamiento abstracto, la computación numérica, la derivación de evidencias y la resolución de problemas lógicos o numéricos. Implica la capacidad para manejar cadenas extensas de razonamiento. | Danza, Teatro, Música, Artes Visuales, Cine Literatura, Arquitectura | ||||
Lingüística | Sensibilidad y capacidad para la lectoescritura y la comunicación verbal con otras personas, mediante el manejo de sonidos, ritmos y palabras con sus matices de significado. | Teatro, Literatura, Danza, Cine, Música | ||||
Musical | Capacidad para apreciar y producir los ritmos musicales, junto con sus tonos, melodías y sonidos en diferentes espacios. | Danza Música | ||||
Espacial | Capacidad para percibir el mundo espacial visual y realizar transformaciones en las propias percepciones iniciales. Comprende el pensamiento en tres dimensiones y la orientación en el espacio, reconociendo diversos escenarios. | Danza, Teatro, Artes Visuales, Cine, Arquitectura | ||||
Cinética Corporal | Capacidad para controlar los movimientos del cuerpo y manejar objetos con destreza. Comprende la comunicación con el cuerpo, la realización de actividades gimnásticas y la creación de objetos manuales. | Danza, Teatro, Artes Visuales, Cine | ||||
Interpersonal | Capacidad para discernir y responder con propiedad a los modos, temperamentos y motivaciones de otros, mediante la comprensión. | Danza, Teatro, Música, Artes Visuales, Cine, Literatura, Arquitectura, | ||||
Intrapersonal | Capacidad para la introspección y conocimiento de sí mismo. Acceso a los sentimientos propios y capacidad para tenerlos en cuenta en la guía de la conducta. | Danza, Teatro, Música, Artes Visuales, Cine, Literatura, Arquitectura | ||||
Naturalista | Capacidad y sensibilidad para distinguir, discriminar, reconocer y definir las cosas vivas y no vivas. Se expresa en el establecimiento de relaciones entre los diferentes componentes del entorno y el desarrollo de acciones tendientes a su protección. | Danza, Teatro, Música, Artes Visuales, Cine, Literatura, Arquitectura |
Fuente: Gluyas, 2010
Las diversas áreas artísticas brindan un amplio abanico de posibilidades para enriquecer la formación de las personas con una práctica clara y dirigida de las múltiples disciplinas artísticas.
La construcción de las experiencias de aprendizaje que contribuyan al descubrimiento de los ocho tipos de inteligencias múltiples dentro del proceso formativo de las personas es un gran reto para mostrar evidencia científica de la contribución del arte al desarrollo de las inteligencias y al impacto que su práctica dirigida y sistematizada puede llegar a tener en la formación del tipo de personas que requiere la humanidad.
La integración de las inteligencias múltiples al MEH no pretende brindar una fórmula rígida sobre cómo desarrollar las inteligencias múltiples a través del arte, pero sí plantear la necesidad de explorar estas avenidas de desarrollo desde una concepción del proceso formativo que considere otras alternativas para enriquecer la educación que reciben las personas en las instituciones educativas, en este sentido los tipos de inteligencias planteados por Gardner (1995) brindan un suporte a la formación holística del ser humano en su incorporación como parte de la vivencia de las artes en el proceso formativo.
Entre los ocho tipos de inteligencia planteados por Gardner (1995), la intrapersonal e interpersonal se consideran claves para impulsar el escalón de aprendizaje que propone el MEH, ya que éste tiene un gran soporte en las dimensiones tanto personal (aprender a ser persona), como en la interpersonal (aprender a convivir). La inteligencia intrapersonal se orienta al autoconocimiento, es la entrada a la vida emocional a través de la identificación, reflexión, discriminación y evaluación de la infinita gama personal de sentimientos, para interpretar y autodirigir el comportamiento. La inteligencia interpersonal se construye a partir de la capacidad para establecer distinciones entre las personas, distinguir matices en sus estados de ánimo, motivaciones, e intenciones con la finalidad de promover conductas que favorezcan las relaciones, ya que permite comprender y trabajar con los demás; mientras que la inteligencia intrapersonal permite comprenderse y trabajar consigo mismo (Bisquerra, 2006).
A través de la instrumentación del MEH se busca abordar una educación emocional como parte de un proceso de aprendizaje continuo, que debe estar presente a lo largo de todo el currículum a través de la vinculación de la formación académica y cocurricular, considerando la incorporación de la vivencia de las artes dentro de este último, como un elemento clave para potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo.
En el proceso de aprendizaje propuesto a través del MEH, los conocimientos y las habilidades para aceptar, comprender y vivir las emociones permiten capacitar al individuo para afrontar mejor los retos que se plantean en la vida cotidiana, con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social. Este no es un proceso que consideren los modelos educativos como un elemento clave en el diseño de las experiencias de aprendizaje que deben vivir los alumnos. En este sentido el desarrollo de las inteligencias múltiples a través del arte, planteado en el MEH, persigue el desarrollo humano en la esfera personal y social, es decir, las competencias emocionales traducidas en la formación integral de los alumnos.
Nos encontramos en un momento histórico en el que se puede abordar con argumentos científicos el tema de las emociones y su impacto tanto en el desarrollo del individuo, como en el de las organizaciones al contemplar una visión humanista que promueva el aprendizaje intra e interpersonal en los diversos contextos de desarrollo de las persona.
El desarrollo de las inteligencias múltiples en la implementación del MEH ofrece un desafío a quienes consideran que el coeficiente intelectual es más que un factor genético que no puede ser modificado por el aprendizaje experiencial. Abre una ventana para demostrar no solamente que la inteligencia se aprende, sino también el impacto que la enseñanza de las artes puede tener en el desarrollo del aprendizaje bajo el paraguas de las ocho inteligencias propuestas por Gardner. El desarrollo de tales inteligencias es el soporte sobre el cual se habrán de fincar las dimensiones de aprendizaje que dan soporte al MEH, veamos pues, en qué consisten dichas dimensiones.
Dimensiones del Modelo de Educación Holística
El desarrollo de las Inteligencias Múltiples es el detonante de la escalera de aprendizaje propuesto en el MEH, en el cual se plantean tres dimensiones básicas:
Dimensión personal
Dimensión interpersonal
Dimensión ecológica
A continuación se plantea el abordaje de las dimensiones de aprendizaje del modelo fundamentadas en la postura de Educación Holística de Yus (2001), (Ver tabla 3).
Tabla 3. Dimensiones de aprendizaje para la formación holística
La dimensión personal se enfoca en aprender a ser persona a través de una conexión entre mente y cuerpo para activar los aspectos cognitivo, físico y espiritual como parte del proceso formativo para desarrollar al máximo el potencial humano. Aquello que nos diferencia y nos hace únicos sin abandonar los planteamientos sociales y la cooperación para el bien común. Se trata de aprender a ser persona para reaprender lo que significa saber reflexionar a partir del autoconocimiento y la autogestión.
La dimensión interpersonal plantea una educación cívica y social, que promueva la reflexión y la tolerancia sobre diversos planteamientos. Fomenta la educación en valores para aprender a convivir con la base del respeto y la conciencia ciudadana.
La dimensión ecológica propone aprender el carácter de la sustentabilidad a partir de las relaciones entre todos los elementos humanos. Desde un enfoque transdisciplinar trata los derechos de la persona y del planeta, con una conciencia ecológica que va más allá de la educación ambiental para poner de manifiesto las relaciones entre la humanidad y la Tierra.
Se puede centrar en dos aspectos: por una parte, el planeta proporciona el medio en el que la especie humana se desarrolla; y por otra parte, exige una profunda revisión de las formas en que tratamos al planeta y nos relacionamos con el resto de los seres vivos, incluidos los humanos. Dicho de otro modo, una vertiente científica y otra más importante todavía, de tipo social y ética (Mallart mencionado en Medina, 2009).
La dimensión ecológica aborda el concepto de ecoformación como vínculos interactivos con el entorno natural, social, personal y transpersonal para promover el desarrollo humano.
La sustentabilidad se concibe como un rasgo sustantivo de la ecoformación y aborda los conceptos relativos a eco, como ecopedagogía, ecodiseño, ecoevaluación, ecosistemas, con un carácter sistémico que permite comprender la ecoformación como redes y campos de aprendizaje bajo una dinámica transdisciplinaria.
La red de Ecología de Saberes es una ventana al futuro de la sociedad del conocimiento, de una nueva conciencia planetaria, de rescate de los valores humanos y medioambientales "Estos aspectos deben formar parte de la formación de ese ciudadano que queremos para nuestra sociedad." (De la Torre y Moraes, 2008, p. 69).
A partir de la integración de los componentes del MEH, se construyen los elementos que dan pie a un modelo educativo que visualiza la enseñanza de las artes como parte fundamental del proceso formativo del ser humano, independientemente del área de conocimiento en la que se esté preparando para ser actor de cambio en la sociedad.
La incorporación de la enseñanza de las artes como parte fundamental del MEH, conlleva asimilar la desvinculación que ha existido a lo largo del tiempo entre la educación tradicional con un enfoque orientado a la transferencia de conocimientos, y las diversas experiencias de aprendizaje bajo un enfoque extraacadémico, extracurricular o cocurricular, que de una u otra forma se han incorporado al proceso formativo en un intento por cubrir el vacío evidente de una formación que aborde al ser humano en todas sus dimensiones.
En este sentido se vuelve imperante la vinculación de diversos contextos formativos que le brinden a los alumnos experiencias de aprendizaje que sean significativas y que consoliden no solamente la adquisición y comprensión de conocimientos en una dimensión intelectual, sino una formación del carácter que les permita aplicar el conocimiento con un autoliderazgo responsable y consciente del contexto en el que se ejerce para el bienestar personal y común.
Gestión del Modelo de Educación Holística
La enseñanza de las artes como unidad del proceso de formación holística, requiere la profesionalización tanto de la gestión educativa como de los docentes. Al respecto el MEH propone una serie de acciones en pro de la humanización, el estímulo y aplicación de valores que posibiliten la convivencia humana, que impulsen el desarrollo de la sociedad y que eviten la fragmentación de las esferas de la vida humana. Esta no es tarea fácil y por tal motivo se requiere la profesionalización de quienes instrumentan este modelo, de quienes tienen en sus manos la didáctica de las artes y asumen el rol de facilitadores para acompañar a los alumnos en su proceso formativo.
La instrumentación del MEH conlleva la creación de un Modelo de Gestión de la Calidad de la Enseñanza Artística, a través del cual se certifiquen las competencias docentes requeridas para garantizar la calidad en su implementación y poderlo aplicar en las instituciones educativas con la sistematización y el cuidado metodológico requerido para lograr la formación integral de los alumnos.
La fase de formación docente para la enseñanza de las artes está contemplada como la siguiente etapa de nuestra investigación, debido a que consideramos que la contribución del MEH a la formación holística de las personas debe estar cimentada en docentes capacitados y cualificados para implementar, brindar seguimiento y evaluar los resultados obtenidos de la implementación de este modelo.
Bajo nuestro punto de partida, esto es, que el ser humano es una entidad multidimensional, como consecuencia lógica, planteamos que la educación que ha de ser impartida tiene que poseer una visión holística del estudiante. La actualidad mundial requiere de cruces cognitivos, por lo que la formación de las personas debe elevar su potencial en todas sus dimensiones. Cruzar los contenidos académicos con los contenidos cocurriculares es una necesidad, una exigencia de nuestros tiempos. Si bien la formación académica desarrolla nuestra dimensión intelectual, la formación artística tiene el potencial para desarrollar nuestra dimensión sensible sobre la persona y su interacción con el mundo.
En la actualidad, en comparación con otras áreas como las ciencias o la lectoescritura, la enseñanza artística no ocupa un lugar preponderante dentro del currículo formal de los planes de estudio, por lo que la formación debe concebirse a partir de los retos que enfrentamos en la actualidad:
La educación artística no puede continuar visualizándose como un accesorio o complemento de los modelos educativos.
El alumno del siglo XXI debe desarrollar competencias para la vida, independientemente de aquellas que requiera para la carrera en la que finalmente elija desempeñarse en términos profesionales.
Es por lo anterior que el desarrollo de competencias para la vida en los estudiantes requiere no solamente de programas académicos con una visión holística de la persona, sino de un compromiso de las instituciones educativas por garantizar las competencias docentes que le brinden soporte a la calidad de la enseñanza y, por consiguiente, del aprendizaje.
En este sentido, el Modelo de Educación Holística es una aproximación que llena el vacío existente en cuanto a la visualización del ser humano en todas sus dimensiones a lo largo del proceso formativo.
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Revista "Actualidades Investigativas en Educación" Instituto de Investigación en Educación (INIE) Universidad de Costa Rica
Autor:
Rosa Isela Gluyas Fitch1
Rodrigo Esparza Parga2
María del Carmen Romero Sánchez3
Julio Ernesto Rubio Barrios4
1 Directora de Fundación EDUCA México A.C. Profesor-consultor del Tecnológico de Monterrey, México. Doctora en Formación del Profesorado en la Didáctica.
2 Docente-Investigador del Tecnológico de Monterrey, México. Doctor en Estudios Humanísticos con especialidad en Ciencia y Cultura.
3 Coordinadora de Investigación de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey, México. Doctora en Innovación y Tecnología Educativa. Dirección electrónica: maromero[arroba]itesm.mx
4 Director de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades en la Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey, México. Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación.
Ensayo recibido: 14 de octubre, 2014 Enviado a corrección: 17 de marzo, 2015 Aprobado: 6 de julio, 2015
Enviado por: César Agustín Flores
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