El proceso de dirección del trabajo independiente como vía fundamental de evaluación (página 2)

En el proceso docente educativo no solo se evalúa los logros y deficiencias del estudiante en la esfera cognoscitiva, se evalúa también a la familia, los juicios de valor de los padres, intereses, motivaciones así como la comunidad donde se desenvuelve y de donde recibe influencias que contribuyen a determinados modos de actuación, por lo que se evalúa también los cambios que se van efectuando en el estudiante en relación con el aprendizaje académico y laboral así como el nivel de desarrollo de la personalidad.

Desarrollo

En esto momentos a partir del desarrollo de la universalización de la enseñanza universitaria con el nuevo modelo pedagógico es necesario perfeccionar y aplicar el proceso de dirección de trabajo independiente como vía fundamental de evaluación, para formar de manera integral al estudiante a partir del autoaprendizaje lograr que se enfrenten a su propia imagen, saber reconocer lo que le falta y cuanto ha avanzado. Se evalúa la responsabilidad ante las tareas docentes, el compromiso social, la honestidad que manifiestan al autoevaluarse o en la evaluación grupal.

El trabajo independiente debe estructurarse como un sistema que se estructura como tal de manera que el proceso de dirección del mismo contribuya con el desarrollo integral de la personalidad, la formación de habilidades y capacidades de independencia cognoscitiva. En este proceso, se incluye, al profesor-tutor el tutor y al estudiante, los cuales se convierten en determinados momentos en receptores y emisores de información que aprenden a partir de otros y con otros.

El PDTI en las Sedes Universitarias Municipales debe potenciar un egresado integral e independiente mediante su formación desde la concepción del trabajo independiente como método fundamental para condiciones de universalización, promoviendo y formando en ellos, cualidades profesionales dirigidas a:

Adoptar ? transmitir ? aplicar ? crear (a partir del PDTI)

Adoptar: posiciones que permitan solucionar problemáticas desde lo novedoso.

Transmitir: conocimientos, valores, motivaciones y habilidades.

Aplicar: conocimientos, habilidades, técnicas novedosas en el desarrollo productivo de su centro de trabajo.

Crear: producir, investigar, aportar conocimientos y técnicas novedosas a su centro de trabajo desde la esfera científica.

Fundamentando la labor del tutor, en este caso como encargado de ofrecer los niveles de ayudas durante este proceso, partiendo de un diagnóstico en cuanto a las condiciones sociales en concreto familiares y ambientales ya que La situación y los condicionantes familiares hacen más o menos fácil, atractivo, o eficaz el trabajo del estudiantes desde luego, el ambiente en que se desenvuelven los estudiantes les facilita la concentración en el estudio o promueve una vida más o menos disipada, donde el estudio puede quedar relegado a un muy segundo plano y limitado a los días próximos a los exámenes, haciendo de aquel no tanto un medio para el aprendizaje sino para lograr el simple éxito académico, entendido como aprobar las materias.

Otro rasgo característico del modelo propuesto son los momentos de realización del trabajo independiente en dependencia de las necesidades individuales o grupales de los estudiantes y los objetivos trazados por el profesor-tutor.

Un primer momento: trabajo individual (teniendo en cuenta que un mismo grupo puede tener dos o más tutores, se considera trabajo individual al que realiza el alumno por sí sólo, el alumno con ayuda del tutor u otro compañero, el tutor con sus tutorados), este propicia:

-Que el alumno pueda realizar el trabajo independiente según su propio estilo de aprendizaje y sus necesidades específicas.

-Desarrollan hábitos de estudio y entrenan habilidades del pensamiento lo cual favorece la actividad independiente y la independencia cognoscitiva al elevar el autocontrol, la autoevaluación y los intereses cognitivos.

Este tiene como limitantes la imposibilidad del intercambio de opiniones y el enriquecimiento de los conocimientos a partir de la diversidad de criterios por lo que es necesario que el trabajo independiente transite por un segundo momento:

Un segundo momento: La discusión y socialización del trabajo independiente en grupo (grupo entendido por la integración de cada uno de los grupos que desarrollaron el trabajo independiente en un primer momento), si el grupo es pequeño y no tiene más de un tutor también se pasa por este momento ya que este tiene como característica fundamental o función principal:

-la socialización, el debate, la interiorización de cada contenido, el principio de la doble formación.

Dentro de los principales aportes de este momento tenemos:

Estimular el pensamiento divergente: encontrar puntos de vista y soluciones variadas. Establecer el debate, el diálogo, la crítica constructiva. Posibilitar la defensa de juicios propios.

Favorecer al desarrollo de habilidades interactivas y comunicativas como saber escuchar. Propicia el entendimiento, el ponerse de acuerdo, el desarrollo de habilidades de expresión. Permite aportar ideas, comprender. Establecer un ambiente cooperativo donde el estudiante se convierte en portador y receptor de conocimientos; el alumno interactúa con estudiantes que poseen menor dominio del contenido que él y ofrece niveles de ayudas y también con otros que poseen mayor nivel de desarrollo y reciben ayudas para su formación.

El PDTI debe estructurarse como un sistema de manera que el proceso de dirección contribuya al desarrollo integral de la personalidad, la formación de hábitos, habilidades y capacidades de independencia cognoscitiva.

El éxito de la evaluación depende en gran medida del correcto PDTI donde los estudiantes queden claro sobre lo que tienen que hacer para qué y porqué, que conozcan la bibliografía a utilizar y de esta forma tengan claridad para realizar la actividad, en este aspecto es importante que el profesor reconozca los aportes más novedosos de los estudiantes y si es necesario aclarar algunas dudas para reforzar el contenido a su vez sirve de retroalimentación para determinar los puntos que quedaron flojos y le permite al docente tomar decisiones para dirigir y mejorar el proceso de aprendizaje.

Durante el desarrollo del proceso de enseñanza– aprendizaje juegan un papel importante la evaluación diagnóstica y la formativa. La evaluación diagnóstica es un proceso que pretende determinar:

Si los alumnos poseen los requisitos para iniciar el estudio de una unidad o curso. En qué grado los alumnos han alcanzado ya los objetivos que nos proponemos en esa unidad o curso (conocimientos, habilidades, destrezas, etc.) La situación personal: física, emocional y familiar en que se encuentran los alumnos al iniciar el curso o una etapa determinada.

Si analizamos los aspectos que pretenden conocerse a través de la evaluación diagnóstica, caeremos en cuenta que, por su carácter de antecedentes básicos el maestro la necesita tomar como base antes de realizar cualquier actividad, la evaluación diagnóstica por lo que deberá llevarse a cabo al inicio del curso y al inicio también de cada unidad si se considera conveniente.

Ahora pensemos en su trascendencia. Si a través de la evaluación diagnóstica nos demos cuenta de que los alumnos, en su mayoría, poseen los requisitos para abordar el curso, estamos en condiciones de seguir adelante con nuestros objetivos; pero si descubrimos que la mayoría no cuenta con dichos requisitos, tendremos que hacer un reajuste en nuestra planeación. Si la evaluación diagnóstica nos muestra que nuestros alumnos alcanzaron ya varios o muchos de los objetivos que nos proponemos abordar en esa unidad o curso, nuevamente tendremos que hacer los reajustes necesarios a la planeación, pues de lo contrario los alumnos perderán el interés y no desearán repetir actividades encaminadas hacia objetivos que ya alcanzaron.

Algo también de suma importancia serán los datos que a través de la evaluación diagnóstica podamos obtener acerca de las características familiares, físicas y emocionales en nuestros alumnos; mediante este conocimiento podremos orientar nuestra acción pare tratar de responder a las especiales circunstancias de cada uno de ellos.

Existen innumerables técnicas para indagar en la esfera afectiva y volitiva del estudiante como son la técnica de loa diez deseos, completamiento de frases, narraciones, entrevistas estructuradas o abiertas, pero también vinculadas con la asignatura que ilustran acerca de las posibilidades, habilidades y capacidades iniciales del aprendizaje. La evaluación formativa es un proceso que pretende:

Informar tanto al estudiante como al maestro acerca del progreso alcanzado por el primero. Localizar las deficiencias observadas durante un tema o unidad de enseñanza-aprendizaje. Valorar las conductas intermedias del estudiante para descubrir cómo se van alcanzando parcialmente los objetivos propuestos.

Por sus características, la evaluación formativa tendrá lugar al final de un tema, de una unidad o al término de una serie de actividades de cuyo buen logro dependa el éxito de actividades posteriores.

La evaluación formativa tiene también un papel de mucha importancia dentro del proceso enseñanza-aprendizaje, ella se encarga de orientar la actividad a través de sus informes sobre la forma en que se van alcanzando los objetivos. Si la evaluación formativa señala que se van cumpliendo los objetivos, el maestro y los alumnos tendrán un estímulo eficaz pare seguir adelante. Si la evaluación formativa muestra deficiencias o carencias en cuanto a los objetivos que pretenden alcanzarse, será tiempo de hacer las rectificaciones y ajustes necesarios al plan, de motivar nuevamente a los alumnos y de examinar si los objetivos señalados son los más oportunos para colocarse en esa precisa etapa del proceso enseñanza-aprendizaje.

Conclusiones

• Sobre la base de la experiencia profesional unido a la bibliografía consultada podemos decir que la evaluación diagnóstico y la primera parte de la evaluación formativa juegan un papel primordial dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje constituyendo una herramienta de primer orden el diagnóstico fino de cada uno de los estudiantes para en base a esto planificar las actividades docentes. Comprobando su efectividad a través de la evaluación formativa donde se medirá el desarrollo del PDTI mediante la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación, se informa tanto el docente como el estudiante del progreso alcanzado y localiza las deficiencias en temas o unidades actuando a su vez como un diagnostico que permite tomar dediciones dirigidas a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, enfatizando en los contenidos más valiosos. Visto como proceso interactivo de significados compartidos en las situaciones educativas, la evaluación es un elemento de diagnóstico y formación que permite juzgar sobre lo realizado con el objetivo de mejorar el proceso formativo enfatizando en la orientación y control del Trabajo Independiente en condiciones de universalización. En la concepción adoptada se emplean fundamentalmente dos formas de evaluación: la diagnóstica y la formativa, las cuales se complementan entre sí.

• Se hace necesario buscar alternativas de evaluaciones que den protagonismo al estudiante a partir del desarrollo de trabajos independientes estructurando los diferentes niveles de ayudas desde la integración del sistema de influencias educativas.

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-López Frías, Blanca Silva y Elsa María Hinojosa Kleen. Evaluación del aprendizaje, alternativas y nuevos desarrollos. México. Editorial Trillas, 2000.

Autor:

Lic. Eugenio Morales Melian

Categoría docente: Asistente.

Centro de procedencia: Filial de ciencias médicas Manuel Piti Fajardo

MSc. Mallelin Bonachea Rodríguez

Categoría docente: Asistente

Centro de procedencia: Filial de ciencias médicas Manuel Piti Fajardo

MSc. Evelio Orellana Orellana.

Categoría docente: Asistente

Centro de procedencia: Centro Universitario José Martí Pérez.