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Introducción al proceso de evolución decreciente (Involución)

Enviado por Omar Peña


  1. Introducción
  2. Modelo omnicuadrante y omninivel
  3. Cuadrante subjetivo del NOSOTROS
  4. Cerebros y lenguajes
  5. Método verbal (sensorial)
  6. Método transverbal (trans-sensorial)
  7. Método periverbal (perisensorial)
  8. Método de interferencia periverbal-transverbal
  9. Estructura evolutiva del conocimiento
  10. Conclusión
  11. Bibliografía

Introducción

Al término de El ciclo evolutivo, (monografía editada), me encuentro con Modelos de roles y desarrollo humano de Joseph Chilton Pearce, que plantea el proceso de desarrollo evolutivo de la inteligencia planteado por Jean Piaget. Después de releerlo, pienso que el proceso y modelo de evolución de la conciencia, que planteo en el conjunto de mi obra, tocaba de alguna forma, inversamente a este proceso de desarrollo de las personas, lo que podríamos definir como un proceso de involución, como un proceso simultáneo de evolución-involución. Evolución de crecimiento físico y cerebral, y de decrecimiento (involución) paulatino de aptitudes y habilidades mentales, a medida del aumento de edad de las personas.

Si bien se sabe que el conocimiento es un proceso entre los objetos, sujetos y estructuras, de acuerdo al pensamiento constructivista (epistemología genetista de Piaget), cómo es posible que el bebé efectúe actividades que no contemplarían estos elementos pues, se dice, que el infante "no distingue" los objetos, el sujeto y una estructura cerebral primaria.

Así, se pretende presentar la hipótesis de que aunque el mundo de la evolución y complejidad es parte de la naturaleza humana, la ampliación de conciencia se presentaría en sentido contrario al crecimiento físico de las personas. En última instancia, "sería una propuesta de un nuevo paradigma para la evolución humana" en el sentido de ir en camino regresivo en las aptitudes mentales, desde la infancia en adelante. Por ello, sería necesario, para evolucionar un adulto, "volver a nacer", pues en las etapas avanzadas del ser humano estaríamos en un estado de mayor desarrollo físico pero de menor desarrollo mental de la inteligencia que durante la infancia, donde en este último estado se estaría en la etapa de inteligencia virtual, de unidad total con el universo como el dominio de la inteligencia de insight de Bohm o de la matriz perinatal básica I, de Grof[1]

Se requiere de este modelo de aprendizaje, dado que el adulto, a diferencia del niño, no accede fácilmente al conocimiento intuitivo, pues durante gran parte de su vida ha experimentado una inhibición del funcionamiento hemisférico cerebral derecho, orientando todo su accionar en función del hemisferio izquierdo, asiento del intelecto, razón, del análisis descriptivo, de la definición, etc. De ahí, el adulto a fuerza de la costumbre, necesariamente debe primero tener una comprensión intelectual del proceso transpersonal-complejo, a diferencia del niño que puede inmediatamente sumirse en el ámbito transpersonal-complejo, cualidad que van perdiendo a medida que se convierten en pensadores analíticos. De ello, resulta que el adulto necesita de una limpieza mental y disciplina de aprendizaje que lo capacite para acceder al campo transpersonal-complejo. Entonces, el proceso de evolución de la conciencia para un adulto, requiere de una etapa de comprensión intelectual, dada por las exposiciones y referencias del modelo de cambio personal y de una etapa experimental dada en las meditaciones y diálogos, además de una ejercitación del lenguaje interhemisférico cerebral.

El niño, se siente unido al mundo y conversa con las cosas y animales. El adulto, por el peso de su cultura y educación, se ha aislado de la naturaleza transformando así su percepción de la realidad transpersonal-compleja del niño en una percepción personal del adulto.

Ahora, dado que a pesar de ser esta una simplificación del modelo de la complejidad, presentados en Ciclo Evolutivo, he vuelto a tratar los mismos temas, que es necesario incluir en este trabajo. Con esto se persigue darle una integración y enfoque global frente al desafío que ahora se nos impone el de estar preparados para un proceso de evolución. Entonces, volvamos a ver lo que puede significar un cambio de sentido en nuestra evolución.

Recordemos, que en Ciclo Evolutivo se proponía la práctica de cuatro cuadrantes que contemplan los niveles arquetípicos de la conciencia, las diversas visiones de la realidad, los tipos de cerebros-ondas cerebrales empleados y el despliegue de las inteligencias múltiples. Los dos primeros cuadrantes corresponden a procesos internos (subjetivos) y los dos últimos a procesos externos (objetivos-medibles).

Ciclo evolutivo, presenta la visión estructural necesaria para la trascendencia de todos los niveles de la realidad y de los niveles arquetípicos, en correlato con los niveles cerebrales y niveles de inteligencias múltiples (IM).

Para comparar el estado de evolución con el nivel de desarrollo de la persona para cada estado se presenta entre paréntesis el nivel de edad según Piaget.

Modelo omnicuadrante y omninivel

En este trabajo, simplificaremos la presentación del modelo sólo mostrando los cuadrantes subjetivos del Yo y del Nosotros. Para completar el ciclo evolutivo con los cuadrantes objetivos del Ello y Ellos, se puede recurrir al trabajo Ciclo Evolutivo.

Los dos cuadrantes subjetivos son los niveles arquetípicos y niveles de realidad descriptos en el libro Cambio de sentido. Los niveles arquetípicos del YO corresponden a procesos de evolución individuales y los niveles de realidad del NOSOTROS a procesos evolutivos colectivos.

Ahora, cómo vive la persona el proceso de desarrollo de su conciencia, si en verdad el crecimiento y desarrollo físico lo aleja de su conciencia unitaria la que tenía a la mano en su infancia. Para visualizar el proceso de involución mental del crecimiento físico de las personas debemos invertir los niveles de los cuadrantes de la evolución y así veremos cómo las personas a medida que crecen empiezan gradualmente el proceso de involución mental. Esta no es una situación de pesimismo, pues lo importante, es que podemos revertir este proceso involutivo mediante las prácticas del pensamiento complejo.

Cuadrante subjetivo del YO:

Niveles Arquetípicos

Existen ciertos indicios que se presentan en el comportamiento humano, tanto en estado de vigilia y sueños, en crisis y enfermedades, como en estados alterados de conciencia, espontáneos o producidos por técnicas de meditación disipativa, que producen algunos efectos fisiológicos y psicológicos o emocionales de forma estructurada, de tal modo, que es posible agruparlos en siete espacios de comportamiento diferenciados o formas de espacios arquetípicos de conciencia.

El espacio arquetípico de conciencia – en un estado alterado de conciencia – comprende experiencias visionarias que van desde sensaciones de desamparo al ser absorbido por torbellinos de viento, huracanes, frío, atacado por animales y ser despedazado por ellos, encerrados y atormentados, pasando a otras formas de sentir calor y energía que recorre nuestro cuerpo, sensualidad, guerras, erupciones volcánicas, siguiendo con imágenes de aguas contaminadas, malos olores, putrefacción, terminando a veces al completarse el proceso en visiones de ambientes acuático, bellezas artísticas y naturales y en secuencias del cosmos y de unidad con el universo.

Así, podemos agrupar siete tipos de espacios arquetípicos de conciencia. El 7° lugar lo ocupa el espacio arquetípico de las formas de preservación de la vida EAFPV (individuo). El 6° lugar lo ocupa el espacio arquetípico de las formas de conservación de la especie EAFCE (especie). En 5° lugar, tenemos la el espacio arquetípico de las formas volcánicas EAFV (fuego). En 4° lugar el espacio arquetípico de las formas terrestres EAFT (tierra). El 3° lugar lo ocupa el espacio arquetípico de las formas eólicas EAFE (aire). El 2° lugar lo ocupa el espacio arquetípico de las formas acuáticas EAFA (agua). Por último (1°), tenemos el espacio arquetípico de las formas cósmicas EAFC (cosmos).

El proceso termina (7°) tomando conciencia de nuestra naturaleza ancestral, de los orígenes de nuestros antepasados primitivos, cuya vida transcurría en un permanente estado de supervivencia diaria, enfrentada a los rigores de la época de las cavernas. Se continúa (6°), con el proceso de experimentar el instinto de conservación de la especie, a través de sentir por los demás, en una identificación plena con la conciencia grupal de la especie humana. Ambos estados son determinantes de las características de la conciencia del cerebro de reptil. El proceso evolutivo de la conciencia posteriormente se tradujo en un salto hacia la conciencia de emociones, que se asocia al cerebro de mamífero. Esto se consigue en la experimentación de los estados emotivos que contemplan la conciencia arquetípica del fuego, tierra, aire y agua (5° al 2°). La nueva conciencia, obtenida con el desarrollo de los dos cerebros anteriores, permite alcanzar el último estado de la visión interior cósmica, la holovisión (1°).

Cuadrante subjetivo del NOSOTROS

Niveles de Realidad

Es bien sabido que una de las características principales de los mundos es que se viven en forma autónoma, no mezclándose entre ellos. Sin embargo, dentro de un mismo mundo se pueden superponer realidades distintas, como por ejemplo, en el acto de comer una manzana, se complementan la percepción visual de la fruta, sentir al tacto su dureza y forma, saborearla al masticarla, oler el aroma que desprende y oír como cruje al romperle un trozo. Sólo en raras ocasiones se mezclan mundos distintos.

Mundo de la Realidad Sensorial (6°)

El mundo de la realidad sensorial al que todos estamos acostumbrados, está delimitado por el buen funcionamiento de nuestros cinco órganos sensoriales. Siempre se le ha dado jerarquía a los sentidos, otorgándoles mayor importancia a un sentido que a otro. Ahora bien, quien no tuviera ojos, cómo podría saber la sensación que produce una hermosa puesta de sol; quien no tuviera oídos, cómo podría saber la sensación que produce escuchar el concierto de música de la sinfonía de Beethoven; quien no tuviera olfato, cómo podría saber la sensación que produce la gama de perfumes de las rosas en primavera; quien no tuviera sensación táctil, como podría saber la sensación que produce estrechar el cuerpo de una mujer amada; quien no tuviera sensación gustativa, como podría saber la sensación que produce saborear las comidas. Todos los sentidos son muy importantes y se complementan sinérgicamente. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es objetivo e independiente. Cada cosa existe por sí misma.

Mundo de la Realidad Personal (5°)

Nuestra historia biográfica personal es otro mundo. La realidad personal no es del presente, sino que la memoria e imaginación juegan un rol importante en este mundo. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es subjetivo e independiente. Cada persona tiene su propia realidad. El mundo de la realidad personal sugiere que existe una identificación espacial en el tiempo. Así podemos clasificar la realidad personal, según sea la distancia en el tiempo de nuestro recuerdo en al menos cuatro realidades: realidad personal inmediata, cercana, lejana y remota. La realidad inmediata, puede considerarse a los recuerdos de horas y días; la realidad cercana, a recuerdos de semanas y meses; la realidad lejana, a recuerdo de años anteriores; la realidad remota, a recuerdos de nuestra juventud e infancia. En estados profundos de relajación se puede facilitar remontarse al pasado.

Mundo de la Realidad Prepersonal (4°)

Si podemos recordar nuestro nacimiento y etapas contiguas (perinatales) del proceso de formación de la criatura por nacer, accederemos a la realidad prepersonal (anterior a lo personal). Las matrices perinatales básicas de Grof corresponden al mapa de este mundo al que se puede experimentar en estados profundos de relajación y meditación. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es subjetivo y dependiente. Cada persona tiene su propia realidad derivada de su experiencia natal. No haremos más análisis de este punto, dado que existe abundante bibliografía que toca los diversos aspectos de este mundo.

Mundo de la Realidad Arquetípica (3°)

La experiencia en el mundo de las diversas realidades ha demostrado que el mundo de la realidad arquetípica La está estrechamente ligado con todas las realidades. Cuando se presenta una realidad personal, perinatal y transpersonal específica, casi siempre está asociada a algún fenómeno simbólico-arquetípico (cosmos, agua, aire, tierra, fuego, conservación de la vida o especie). Podemos decir que este mundo de la realidad arquetípica es el enlace entre las realidades personal, prepersonal y transpersonal. Puede accederse a este mundo mediante técnicas de meditación. Entre todas ellas, se destaca la técnica del despertar kundalini, proceso mediante el cual se libera la energía dormida en la base de la columna vertebral y comienza la apertura de los centros energéticos (chakras).

Mundo de la Realidad Transpersonal (2°)

La realidad transpersonal, en raras ocasiones se manifiesta en forma espontánea. Lo más adecuado, para acceder conscientemente a este mundo, es involucrarse en un proceso continuo y permanente de meditación profunda en las diversas técnicas existentes tanto en las culturas antiguas como los métodos modernos de alteración de la conciencia. El budismo, chamanismo y yoga pueden, por ejemplo, ser caminos seguros para introducirse a estas realidades. Las técnicas holotrópicas de Grof o el método Cread 90, son estadísticamente alternativas concretas para profundizar este ámbito de la realidad.

Mundo de la Realidad Cuántica (1°)

Parece ser, que para acceder a las realidades transpersonales y arquetípicas, debiéramos atravesar primero un campo de experiencias del nivel cuántico, nivel que nos recuerdan los símbolos grabados en las cavernas primitivas que significarían el proceso que experimentaba el hechicero en el inicio del trance, en la oscuridad de la caverna. De las imágenes grabadas, se ha ofrecido, recientemente, una nueva e interesante interpretación: son los signos que delatan el arte chamanístico, procedentes de una mente en estado de alucinación. En el primer estado, el sujeto ve formas geométricas, tales como retículas, zigzags, puntos, espirales y curvas. Estas imágenes, seis formas en total, son brillantes, incandescentes, vívidas y poderosas. En un estado más profundo, se "está con frecuencia acompañado por la sensación de atravesar un vórtice o un túnel en rotación."

Cerebros y lenguajes

Se nos ha enseñado que tenemos un cerebro con sus funciones específicas. En realidad, poseemos cuatro cerebros y cada uno tiene su propia función. Normalmente estos cerebros se coordinan sinérgicamente para producir una respuesta de conocimiento, comprensión, emoción e intuición. En las experiencias siguientes veremos el ámbito en que se desarrolla en mayor medida cada cerebro. Como señala Paul MacLean:

"computadores biológicos interconectados, cada uno de los cuales posee su peculiar y específica inteligencia, subjetividad y sentido del tiempo y del espacio, así como sus propias funciones de memoria, motrices y de todo tipo".

Sólo el Hemisferio Izquierdo, del neocórtex, corresponde al cerebro verbal. El Hemisferio Derecho del neocórtex, el cerebro de mamífero y el cerebro de reptil son no verbales. Así, cada cerebro, con sus propias ondas cerebrales, funciona de diversas formas y usa su propio lenguaje, comunicación y forma de ver el mundo de la realidad.

Dentro de las características que definen los cuatro cerebros tenemos las siguientes:

La descripción verbal, monótona sin pausas corresponde a las funciones del hemisferio Izquierdo del cerebro (intelectual) y, a mi parecer, correspondería a la categoría expuesta de la energía de D. Bohm[2]Forma parte del módulo verbal del Proceso Autonómico[3]

La música e imágenes corresponden a las funciones del hemisferio derecho del cerebro; deviene acoplado al cerebro de mamífero (emoción) y corresponde, a mi modo de ver, a la categoría envuelta de la energía de D. Bohm. Forma parte del módulo periverbal del Proceso Autonómico.

El aislamiento sensorial, silencio y oscuridad define al cerebro de reptil (intuición, instinto); creo desde mi punto de vista correspondería a la categoría del estado del dominio del potencial puro de D. Bohm. Forma parte del módulo de experiencia transverbal del Proceso Autonómico.

El último estado, del vacío de la forma, surge del proceso de convergencia del módulo periverbal y transverbal, o lo que, de acuerdo al pensamiento de Bohm, diríamos, que en el dominio de la inteligencia de insight (comprensión súbita), emergería en el proceso de interacción de la categoría envuelta de la energía con la categoría del estado de energía puro, llegando al final, a manifestarse en la categoría expuesta de la energía.

El mundo objetivo en su mayor notoriedad se percibe en el sentido de la visión. A medida que vamos interiorizándonos en los cerebros vamos pasando del nivel objetivo al subjetivo hasta llegar a la fusión objeto-sujeto en el cerebro de reptil. Durante casi toda nuestra vida somos dominados por el cerebro sensorial[4](de los cinco sentidos). Es muy difícil escapar a su influjo. La única experiencia habitual en que se adormecen estos sentidos, es cuando dormimos o meditamos. Entonces, se abre un espacio de la mente que trasciende la realidad ordinaria. Es un espacio de la conciencia (mente) que está conectado con un patrón o proceso arquetípico, que tiene su efecto e influencia en la vida personal del sujeto.

Un punto importante, que no hay que dejar pasar, y considerar en el proceso de la meditación (conciencia), es el método que aplicaremos para producir el trance de expansión de la conciencia. Si bien para fines de análisis se presentan separadas, las formas de meditar (ser conscientes) se integran como una estructura disipativa, en el proceso de la meditación (conciencia).

En general existen tres formas de estructurar el proceso de la meditación (conciencia):

  • método verbal (sensorial)

  • método periverbal (perisensorial)

  • método transverbal (trans-sensorial)

  • método de interferencia periverbal transverbal

Método verbal (sensorial)

Son aquellas técnicas que utilizan principalmente la palabra como medio para producir el trance. La hipnosis, PNL, sugestión, visualización dirigida, viaje visionario y todas las técnicas que utilizan la sugestión (verbal) directa y permanentemente durante el proceso, desde su inicio hasta el término de él, serían ejemplos clásicos de este tipo. Fuera de centrar lo verbal en la intencionalidad de la meditación, se agrega una preparación verbal para el sujeto sin experiencias en estas técnicas. Se recomienda utilizar este tipo de método en sus comienzos y, posteriormente, una vez que el sujeto adquiera autonomía en la inducción al trance, emplear el método transverbal que ya no requiere conocer conscientemente la intencionalidad de la meditación (conciencia).

Método transverbal (trans-sensorial)

Más que un método, este proceso es una experiencia. En ella durante todo el proceso no hay participación alguna de la palabra. Incluso la intencionalidad de la experiencia está oculta. Se aproxima esta vivencia a una experiencia de visión interior, mística, psicodélica o espontánea de crisis de transformación, como las descritas anteriormente en el proceso de evolución inconsciente de la conciencia. Como decíamos, "las crisis de transformación pueden ser el resultado de una enfermedad, accidente u operación, del cansancio y falta de sueño, del parto o del aborto, de una experiencia emocional o sexual, cambios en una relación afectiva, pérdida del trabajo o bienes, etc." Experiencias como encuentros con ovnis, experiencias cercanas a la muerte, despertar kundalini, viajes chamánicos y experiencias cumbres, cuya intencionalidad permanece oculta, producen experiencias de transformación y evolución de la conciencia en un proceso transverbal. El hecho de que la intencionalidad permanece oculta se comprueba cuando a través del método periverbal se obtiene los mismos fenómenos conociendo la intencionalidad de la meditación (conciencia) utilizada en este último método.

Método periverbal (perisensorial)

Este método se encuentra entre los dos métodos anteriores (verbal y transverbal). La característica del método periverbal (alrededor de lo verbal) es que utiliza en menor medida la palabra para producir el trance. Por ello, el método periverbal y transverbal se encuentran íntimamente ligados. Se asemeja a la experiencia del genio, que ha estado por mucho tiempo pensando una idea y de pronto le llega de golpe la solución esperada.

Como decíamos, la integración de estos dos métodos corresponde a aquellas técnicas en que la palabra participa en menor medida, sólo al comienzo (para reforzar la intencionalidad del proceso definida en el método verbal) y al final (si fuera necesario) para "despertar" o salir de la meditación. La parte intermedia de este método se reemplaza por un estímulo rítmico (como la música) que ayuda en las fluctuaciones disipativas, además de profundizar y mantener el proceso de la meditación. La meditación del sonido primordial, respiración holotrópica chamanismo, visualización libre y mántrica serían representativas de este método. Como señala S. Grof, "Para investigar las nuevas fronteras de la conciencia es necesario superar los tradicionales métodos verbales que recogen los datos importantes. Muchas experiencias que se originan en los dominios más remotos de la psiquis, tales como los estados místicos, no se prestan a las descripciones verbales. Por ende es evidente que uno debe emplear procedimientos que permitan a la gente acceder a niveles más profundos de su psiquis, sin depender del lenguaje."

Las tres categorías de métodos de acceso a la realidad no ordinaria descritas anteriormente (verbal, periverbal y transverbal) pueden asimilarse a las categorías de energía de Bohm.

El método verbal, de menor nivel, asimilable a la categoría expuesta de la energía, es también una expresión o manifestación de la realidad material. La categoría envuelta de la energía se asocia al método periverbal en que se anticipa la intención de lo que vendrá y se manifestará como expresión de la realidad física y de acceso a todas las realidades o universos físicos. Por último, el método o más bien experiencia transverbal, se aproxima a la categoría del dominio del potencial puro, en la que no existe o se encuentra oculta la intencionalidad, que se manifiesta o expresa en los otros dos métodos señalados. El dominio de la inteligencia de insight (comprensión súbita) de Bohm, se manifiesta en la interacción de las categorías envueltas y del dominio del potencial puro, como se expresa en el método de interferencia peri-transverbal.

Método de interferencia periverbal-transverbal

Este proceso genera interferencias de impulsos nerviosos visuales y acústicos que en el proceso circular de la energía nerviosa provocan una interferencia vibratoria de ondas, produciendo con ello un holograma de interferencias, que al ser interpretado, se despliega en una imagen virtual con participación de todos los canales sensoriales (vista, oído, tacto, olfato y gusto). Si se mantiene la coherencia de los impulsos neurológicos a través de la estimulación acústica, cada imagen virtual que aparece, retroalimenta una nueva percepción de imágenes y una descripción por el intérprete, transformándose así, en una historia virtual reconstruida.

La integración de estos cuatro métodos permite que la palabra participa cada vez en menor medida, solo al comienzo (para reforzar la intencionalidad del proceso, definida en el método verbal) y al final (si fuera necesario) para "despertar" o salir de la meditación.

Estructura evolutiva del conocimiento

De acuerdo a lo planteado por Joseph Chilton Pearce, en su Modelos de roles y desarrollo humano, las etapas del desarrollo piagetiano dependen del modelado que se le entregue al niño y podría especificarse de la siguiente forma:

En el séptimo mes uterino, el niño comienza a moverse cada vez que su madre habla.

Etapa pre-lógica (nacimiento hasta 7 años). (hasta los 2 años) El recién nacido mueve un músculo específico en respuesta a cada parte del habla que se utiliza a su alrededor (actividad sensorio-motriz), ve el mundo de los objetos como extensiones de sí mismo; mundo fluctuante sin estabilidad; lenguaje muscular y balbuceos frente a sonidos audibles; cerca del año percibe la invariabilidad de los objetos; (de 2 a 7 años) después distingue su relación sujeto-objeto; pone nombre a los objetos. Utilización del lenguaje concreto; el mundo entero es consciente; habla con las flores, los árboles y rocas están vivos y relación sobrenatural con los animales; desarrollo de comunicación entre los distintos cerebros (reptil, mamífero y neo-corteza).

Etapa operacional-lógica (de 7 a 11 años). Disminución gradual del pensamiento egocéntrico; Pensamiento concreto y clasificatorio; habilidad de ideación e imaginación; facilidad para crear realidades; proceso de autonomía.

Lógica de la reversibilidad (desde 11 años en adelante). Modelo científico del mundo abstracto; Volverse uno con el origen rastreando o revertiendo el pensamiento a su origen; conciencia del Yo; especialización del hemisferio izquierdo y de la objetividad; apego al cuerpo físico;

Conclusión

Los apóstoles del nuevo pensamiento advierten que en este momento el hombre debe hacer algo en su conciencia y decidirse con urgencia a modificar su forma de percibir, de pensar y de actuar en todas las actividades de la sociedad humana, dado que existen suficientes pruebas del deterioro progresivo (entropía), en que está involucrándose la humanidad, con un alto riesgo de destrucción de sí misma. De acuerdo al crecimiento y desarrollo evolutivo de la conciencia y/o inteligencia, la visión y los aportes de Piaget, Bohm, MacLean, Grof, Wilber y otros autores, podemos concluir que para dar un giro al proceso de involución, que afecta a nuestras vidas, necesitamos efectuar prácticas integrales, que incentiven la ampliación de conciencia, que nos permita eliminar, reducir, o al menos atenuar la tendencia entrópica.

Bibliografía

Cornwell, J. (1997). La imaginación de la naturaleza. Santiago de Chile: Ed. Universitaria.

Grof, S. (1993). Sabiduría antigua y ciencia moderna. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.

  • (1985). Psicología transpersonal. Barcelona: Kairós.

Hernández, G. & Rodríguez, L.M. (2003). Filosofía de la experiencia y ciencia experimental. México: Fondo de Cultura Económica.

Peña, O. (2004). El Universo en un instante de conciencia. Stgo. de Chile: Lom Ediciones Ltda.

  • (2006). Cambio de sentido. Santiago de Chile: Mago Editores.

Wilber, K. (2003). Una teoría de todo. Barcelona: Kairós.

 

 

Autor:

Omar Peña

 

[1] Las matrices perinatales básicas de Grof corresponden a cuatro etapas del proceso de nacer: MPB I del “Universo amniótico” en el seno materno; MPB II de “Inmersión cósmica sin salida” momento de las contracciones; MPB III de la “Muerte y la lucha del renacimiento” del avance por el conducto vaginal; MPB IV de la “Muerte y resurrección” de la separación del cuerpo materno.

[2] David Bohm define cuatro categorías de energía. Desde la categoría de energía más débil de la materia (expuesta), continúa con la categoría de mayor energía (envuelta) y que vendría de una poderosa energía (potencial puro). Un último estado de la energía sería el dominio (de la inteligencia) de comprensión súbita de donde todo emerge.

[3] El proceso autonómico, consiste en “ver” emerger la sensación de una realidad autónoma mediante el “hacer” un proceso de interacción de elementos verbales y no verbales en el tiempo de excitación requerido.

[4] Gerald Edelman distingue la conciencia primaria de la conciencia superior. La conciencia primaria es el estado de ser mentalmente consciente de los objeto en el mundo, de tener imágenes mentales en el presente. Carece de un yo personal, y no tiene la habilidad para modelar el pasado y futuro. La conciencia primaria se requiere para la evolución de la conciencia superior que hace uso del lenguaje. Del capítulo Una nueva visión de la mente de Oliver Sacks. La imaginación de la naturaleza. John Cornwell (editor).