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Exposición a dosis bajas de radiación ionizante en el Hospital Universitario del Valle, Cali, 1980-1992 (página 2)


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MATERIALES Y METODOS

La medida seleccionada como indicador del impacto de la exposición a dosis bajas, fue la "tasa de incapacidad" con IC 95%, concebida como la suma del "número de días perdidos" por incapacidad laboral, debidamente expedida por el Servicio Médico del HUV, sobre la sumatoria del tiempo que en realidad trabaja cada uno de los participantes. Este tiempo realmente laborado resulta de restar las semanas de licencias (remuneradas o no), sanciones, vacaciones y permisos, del tiempo de trabajo, como se registra en las hojas de vida. Los partos y las cesáreas no se contabilizaron como incapacidades.

Para la comparación entre las cohortes se usó la razón entre tasas (RT) con IC 95%. Luego se agruparon las entidades en 5 áreas:

  • Ginecoobstétricas: Histerectomías, ligadura de trompas, amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro, problemas de gestación, plastias perineales, EPI y dismenorreas.
  • Infecciosas: Infecciones virales, bacterianas, micóticas y parasitarias, que afectan cualquier órgano o sistema.
  • Quirúrgicas: Biopsias, cirugías grandes y pequeñas, con exclusión de las ginecoobstétricas.
  • Otros diagnósticos: Dolores o fiebre en estudio. Curva de glicemia, cefaleas, dermatitis, glaucoma, túnel carpiano, síndrome miofacial, tendinitis, urolitiasis, lumbagos, tromboflebitis, várices, asma, alergias, nevus, fisura anal, gastritis y todos los de difícil clasificación.
  • Trauma: Accidentes dentro y fuera del trabajo.

Para la selección de las muestras, se usó el listado de auxiliares de enfermería de todo el HUV, además de las hojas de vida individuales, de la sección de Recursos Humanos. Los expuestos fueron 100% de la población de técnicos de rayos X, que han venido laborando durante el tiempo señalado, por contrato a término indefinido, en las áreas de rayos X y radioterapia. Se descartaron los auxiliares de imagenología, mensajeros, secretarias, auxiliares de enfermería, personal médico y todos los que trabajan por contrato a término definido.

El tamaño de la cohorte no expuesta se eligió al tener en cuenta la muestra de técnicos de rayos X, así como la proporción entre sexos y su estado socioeconómico, para lograr un número adecuado, que permitiera descubrir diferencias significativas entre ambos grupos. El personal femenino de esta segunda cohorte se seleccionó por muestreo aleatorio simple, mientras que el masculino se tomó en su totalidad.

RESULTADOS

El grupo de expuestos consta de 19 trabajadores, 8 hombres y 11 mujeres, con una edad promedio de ingreso al estudio de 26.7 años (26.7 para los hombres y 26.7 para las mujeres).

No hubo personal en los grupos de edades de 26-33 años en los hombres, ni mujeres entre 33-41 y 42-49 años. No hubo diferencias significativas al estratificar este grupo por edad al ingreso y sexo.

Los no expuestos fueron 26 personas, 11 hombres y 15 mujeres con una edad promedio al ingreso de 26.1 años (27.6 para los hombres y 25.1 para las mujeres). No hubo personal masculino en el intervalo 42-49 años, ni femenino entre 33-41 y 42-49 años.

El análisis crudo por años del grupo expuesto, muestra una tendencia al aumento en las incapacidades de 1988 en adelante, mientras que en los no expuestos lo es a partir de 1987, ambos con tasas e intervalos de confianza similares y sin indicio de estacionalidad (Figura 1). Entre ambos grupos se aprecia una tendencia más baja en las tasas de incapacidad de los técnicos de rayos X. La razón de tasas por sexos (RT = 1.92 IC 95% 1.04-3.53) muestra un mayor riesgo para los hombres expuestos en comparación con los no expuestos.

Figura 1. Tasa de incapacidad por años. Expuestos y no expuestos. HUV, 1980-1992.

Entre las mujeres hay un mayor riesgo (RT de 2.94 IC 95% 2.27-3.82), entre las mujeres no expuestas comparadas con las expuestas (4 de los participantes de este grupo aportaron una gran proporción de las incapacidades). Sin embargo, entre ambos grupos hay un factor protector del grupo expuesto frente a los no expuestos (RT = 0.44 IC 95% 0.34-0.55).

Las diferencias entre los grupos se evidenciaron en los diagnósticos quirúrgicos (sobre todo cirugía plástica, ortopédica, oftalmológica y biopsias) con un promedio significativamente mayor entre los expuestos, mientras que las cirugías abdominales fueron mayores en los no expuestos. La segunda diferencia se encontró entre los diagnósticos llamados "otros" (osteomusculares, vasculares periféricas, gastrointestinales, urinarias y alergias del tracto respiratorio superior), mayores significativamente entre los no expuestos.

DISCUSION

La tasa de incapacidad encontrada en los expuestos fue muy baja (1.08 por 100, contra 2.48 por 100 en los no expuestos). Llama la atención entre los técnicos de rayos X, la mayor proporción de biopsias, así como entre los no expuestos las causas osteomusculares y vasculares periféricas. Esto último podría significar tal vez un puesto de trabajo con mayores exigencias ergonómicas de riesgo entre la cohorte no expuesta.

Es bien sabido que los auxiliares de enfermería llegan a copar su tiempo libre tanto en el día como en la noche, con jornadas superiores a las 12 horas17, situación que no se da entre los técnicos de rayos X, y se genera agotamiento e incapacidad como un mecanismo de desahogo ante las exigencias laborales. Por otro lado, los diagnósticos de difícil clasificación y otros, posiblemente ocultan situaciones de estrés e inconformismo en el trabajo del grupo no expuesto, agravado aún más, por la responsabilidad que deben asumir los compañeros al suplir tales ausencias18.

Además, se debe tener en cuenta la gran cantidad de "consultas e incapacidades de corredor" (subregistros), especialmente en los primeros años de este estudio.

Se podría deducir, que no hay evidencia que apoye de modo definitivo este "efecto protector," sino causas imputables a fenómenos sociales o culturales o a características adicionales no evaluadas de los puestos de trabajo del grupo no expuesto. Por otra parte, en el manejo hospitalario, se aumenta el riesgo de tener "contactos accidentales" del personal auxiliar de enfermería, con líquidos corporales de pacientes críticos o agudos17, mientras que el enviado a rayos X o radioterapia es mucho menor. Este, por lo general está "compensado" en su aspecto físico y el contacto con ellos, no es tan estrecho, sin embargo, las causas "infecciosas" en ambos grupos no es diferente, lo que pone en duda el planteamiento de la "radiación hormesis."

Existe la posibilidad de que si al estratificar por diagnósticos más finamente, pudiesen aparecer diferencias significativas en ambos grupos. Este "efecto protector" desde la mira estadística, encontrado en los técnicos en rayos X del HUV, plantea la pregunta de si están los técnicos realmente en un ambiente más favorable, o por el contrario, el personal no expuesto tiene una situación laboral más crítica, menos evaluada, y por tanto un riesgo mayor.

El aumento del número de incapacidades desde 1986 en el grupo expuesto y desde 1987 en el no expuesto, pero sin modificaciones en las tasas respectivas podría obedecer a un mejor registro y organización administrativa, más que a un aumento real de las entidades patológicas presentadas.

Con respecto a la distribución de las incapacidades en el tiempo, no se encontró ninguna estacionalidad ni epidemias en ningún mes (p > 0.05), lo que descarta en la práctica la tendencia a "buscar incapacitarse" en los meses que corresponden a fiestas nacionales, navidad, año nuevo, semana santa, etc.

Al hacer las comparaciones entre ambas cohortes, se observa un buen comportamiento de ellas como grupo, cosa que no ocurre cuando se estratificó, lo que hace pensar que existe un "confundidor" que obra, seguramente en la composición por edades.

La falta de dosimetrías completas dentro de la población expuesta a bajas dosis de radiación, obligó a trabajar con el supuesto de que "tal población está sometida a dosis bajas," que si bien es muy probable, no se puede saber con exactitud.

En la cohorte no expuesta, existe también algún grado de exposición a radiaciones ionizantes por las rotaciones normales, que si bien, podría ser mucho menor que en el otro grupo, esto tampoco es cuantificable.

Estas dosimetrías hubiesen permitido hacer el estudio de cohortes, comparar el grupo expuesto en su interior, y diferenciar las tasas de incapacidad entre las diversas exposiciones. Otro detalle importante es la falta de una historia individual que relate antecedentes tanto personales (hábitos, peso, talla) como laborales y por supuesto ambientales20.

Tratar de reconstruir con "retroactividad" estos datos, podría resultar inexacto, por cuanto entraría a operar un sesgo de memoria importante. También, intentar remontarse en el pasado dejaría registros de una menor calidad.

Para finalizar, se encontró que la metodología empleada es muy útil, pues permite el análisis de cualquier población trabajadora sometida a riesgos para definir indicadores sobre los cuales se puedan evaluar las intervenciones.

REFERENCIAS

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Rafael Caicedo, M.D., M.S.O.1, Gloria Argüelles, Enf., M.S.O.1, Alberto Alzate, M.D., DPH2

1. Asesores en Salud Ocupacional, Cali, Colombia. 2. Profesor Titular, Departamento de Microbiología, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali, Colombia.

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