Felicidad, placer, amor y responsabilidad en adolescentes retrasados mentales (página 2)

Pero, ¿qué significa ser responsable?

Ser responsable es tomar las riendas de nuestra vida de las manchas de la misma, de su sentido o su sin sentido, sus logros o sus fallos. Esta decisión nos confiere independencia personal, pero no alejamiento altanero respeto a los valores.

Del mismo modo que debo responsabilizarme de mi alimentación, ya que ella influye en mi salud o de mis estudios, por cuanto de ello depende mi preparación intelectual, debo asumir una actitud responsable frente a mi sexualidad, lo cual implica:

• Valorar mi condición de ser sexuado: Soy mujer o soy varón, esa es mi condición de ser sexuado. Actuamos responsablemente cuando sobrevaloramos o infravaloramos a uno de los sexos o cuando despreciamos la sexualidad como algo malo.
• Conocer las estructuras orgánicas y el funcionamiento de la genitalidad: de este modo sabré como se desarrollan en mi los órganos sexuales, qué función cumplen en la vida, qué energía despiertan entre la atracción del otro sexo, qué efectos o consecuencias produce la actividad sexual, cómo es posible orientar mi energía sexual para disfrutarla y orientarla evitando las consecuencias no deseadas.
• Vivir una sexualidad personalizada: la persona ordena su actitud y el desarrollo de sus potencialidades a partir del sentido que confiere a todos los elementos integrantes de su ser y su vivir. Sentido es el por qué y el para qué de algo.
• Cuidar la salud de los órganos genitales. Así tendrán un desarrollo normal y un funcionamiento saludable y gratificante durante toda la vida.
• Prever y evitar el embarazo si este no es deseado.

A todo esto debemos sumarle el hecho de que para algunos jóvenes la adolescencia es una etapa difícil porque se sienten confundidos, observados y vigilados, otros piensan que es el momento de la vida porque pueden hacer lo que quieran y no tienen la responsabilidad de los adultos. Para los jóvenes de ambos sexos la adolescencia marca también un tiempo lleno de cambios y elecciones. Las decisiones complejas que tienen que tomar y los problemas por resolver son los retos del crecer.

En los adolescentes retrasados mentales leves no dejan de cumplirse estas características, en mayor o menor grado, lo cual hace que su personalidad se refleje en matices específicos mediante la expresión de la misma: el carácter. Las condiciones que ejercen influencia desfavorable en el mismo aparecen principalmente en la familia (tanto sobreprotección en unos, como abandono en otros)

Las personas con retraso mental constituyen una parte muy sensible de la población mundial, cuyas características son diversas, así como las causas que lo provocan. Desde el punto de vista constitutivo se puede calificar como una categoría unitaria y heterogénea que ha dado lugar a una extraordinaria variedad de perspectivas en lo referente a la determinación de las peculiaridades de las personas que han sido diagnosticadas de esta manera, es esta la razón que propicia la realización de algunas consideraciones a tener en cuenta en este complejo proceso.

También las condiciones del medio social y cultural donde se desarrolla el niño influye en su desarrollo posterior, agravando o no la situación del menor.

Hay diferentes grados de afectación en el retraso mental que complejizan la determinación de necesidades y potencialidades, de acuerdo a un mayor o menor nivel de incidencias, lo que implica que las necesidades educativas especiales de los sujetos con diagnóstico de retraso mental no tienen que ver solo con lo biológico, se forman en el contacto con las demás personas y son el resultado de ese individuo en la interacción de su biología con el medio social y cultural.

Esta manera de abordar el retraso mental se corresponde con la concepción histórico – cultural del desarrollo humano, ya que, permite asumir un enfoque diferenciado e individualizado con respecto al mayor o menor grado de compromiso cognitivo y funcional, así como, a la complejidad de las necesidades educativas especiales que presentan los sujetos con retraso mental, también incorpora las características especiales del desarrollo como un conjunto de particularidades de carácter biológico, psicológico y pedagógico útiles para la identificación de la variabilidad en las particularidades del desarrollo ontogenético de un individuo, que afecta la calidad de la respuesta en relación con las demandas del desarrollo esperado en diferentes órdenes (cognoscitivo, afectivo ,sensorial )

El máximo representante de la Escuela Histórico-Cultural, el genial psicólogo ruso L.S.Vigotsky (1898-1934) calificó de imprecisa y difícil la definición del término retraso mental. Los criterios de este enfoque han sido sistematizados por diversos autores extranjeros y cubanos. Dentro de los especialistas cubanos que han abordado esta compleja definición se encuentran, Marta Torres González, Eddy Abreu Guerra, Arturo Gayle Morejón, Rafael Bell Rodríguez y Ramón López Machín, entre otros; se comparte una de las más interesantes y novedosas formulaciones en este campo que es la realizada por Martha Torres González en la cual considera al retraso mental como:

"Una característica especial del desarrollo donde se presenta una insuficiencia general en la formación y desarrollo de las funciones psíquicas superiores, comprometiendo de manera significativa la actividad cognoscitiva y provocado por una afectación importante del sistema nervioso central en los periodos pre-peri y postnatal,por factores genéticos ,biológicos adquiridos e infraestimulación socio – ambiental intensa en las primeras etapas evolutivas que se caracteriza por la variabilidad y diferencias en el grado del compromiso funcional".

Pero consideramos que para sugerir una fructífera propuesta que influya en el desarrollo de una conducta sexual responsable es necesario conocer las características tanto generales como particulares de la categoría a la cual pertenecen.

Es necesario analizar la importancia que tiene para el retrasado mental la influencia que tiene su medio circundante, las condiciones de vida en que se forma y educa.

No debemos considerar las limitaciones orgánicas como una funesta condición biológica que le impide su desarrollo, sino más bien como estímulo que lo lleva a buscar la compensación de su defecto.

En el estudio y diagnóstico del niño con deficiencia mental, debemos tener en cuenta no sólo el grado de profundidad del defecto orgánico, sino también sus posibilidades de compensación del defecto.

Para estudiar la personalidad del retrasado mental debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

• La diferencia entre el defecto primario, considerado por Vigotski como las características nucleares del retrasado mental, las deficiencias secundarias y terciarias.
• El conocimiento de las posibilidades de corrección del defecto y de las vías que pueden utilizar para corregir y compensar el desarrollo de la personalidad.
• La reacción del niño retrasado mental ante las condiciones del medio circundante.
• Las patologías o alteraciones que pueden agravar las deficiencias de su propio trastorno.
• La influencia del medio, de sus condiciones de vida y educación en la formación de su personalidad.

El análisis de estos aspectos nos permite realizar un trabajo más efectivo para lograr la corrección y compensación de sus deficiencias, atendiendo a sus potencialidades.

Las deficiencias que se observan en su esfera motivacional están condicionadas por:

• Las limitaciones que presentan estos niños en su relación con el medio, poco interés en comunicarse con los adultos y sus coetáneos.
• La superficialidad en el reflejo de la realidad que se manifiesta en la percepción del medio, sus insuficiencias en el análisis y valoración de las situaciones que se le presenten y la limitación para llegar a conclusiones.
• Se dificulta la planificación de las acciones intelectuales, la regulación de la actividad.
• Inhabilidad para asimilar sus experiencias y transferirlas a nuevas situaciones.

Lo antes expuesto corrobora la necesidad de abordar el tema ya que en ninguno de los casos se aporta una propuesta de actividades para desarrollar una conducta sexual responsable en los adolescentes retrasados mentales leves.

En nuestro territorio, en la escuela Marcelino Ocampo se realiza un estudio constatativo a partir de la aplicación de diferentes instrumentos ( Observación de clases, de recesos, actividades extradocentes, entrevista con estudiantes y personal docente), precisándose así las siguientes regularidades:

• Se desarrolla un programa integral para la educación de los niños discapacitados.
• Se consideran de manera general todos aquellos aspectos, que encierra esta educación, aunque esto conlleva a que no se incluya dentro de las acciones educativas un programa de educación sexual.
• Existen dificultades en el desarrollo de una conducta sexual responsable en los adolescentes retrasados mentales leves que en este centro estudian evidenciándose en el comportamiento ante situaciones concretas, falta de madurez y pobre conocimiento de las normas sociales.

Se concede gran importancia al trabajo pues pretende educar al alumno con afectación en la esfera cognoscitiva de tipo estable para estar preparado para la vida.

Además aspiramos a integrar la problemática de la sexualidad al análisis de las dificultades para alcanzar autonomía y construir proyectos responsables que impliquen evitar recurrir al aborto, entender la sexualidad como fuente de salud, placer, afectividad y comunicación asumiendo que las funciones de la sexualidad son amplias y enriquecedoras, reflexionando críticamente sobre los métodos anticonceptivos y desarrollar una actitud positiva ante su uso para evitar embarazos no deseados.

El objetivo es favorecer una conducta sexual positiva, ajustada, libre y responsable, en consecuencia, no se puede negar a los deficientes mentales el derecho que tienen a recibir una educación sexual de calidad que les permita ir conociendo, asumiendo y desplegando esa potencialidad que llevan dentro. La actitud correcta será aquella que permita el que estas personas lleven una existencia humana digna de este nombre, lo cual pasa por educar la dimensión afectivo- sexual del sujeto, cualquiera que sean sus limitaciones o incapacidades. Por tanto la educación sexual de dichas personas es un derecho básico y el juicio contrario supone infravalorar la condición personal del deficiente mental.

A modo de conclusión

Se hace necesario favorecer una conducta sexual positiva, ajustada, libre y responsable, en consecuencia, no se puede negar a los deficientes mentales el derecho que tienen a recibir una educación sexual de calidad que les permita ir conociendo, asumiendo y desplegando esa potencialidad que lleva dentro. La actitud correcta será aquella que permita el que estas personas lleven una existencia humana digna de este nombre, lo que pasa por educar la dimensión afectivo-sexual del sujeto, cualquiera que sean estas limitaciones o incapacidades. Por tanto, la educación sexual de dichas personas es un derecho básico y el juicio contrario supone infravalorar la condición personal del deficiente mental.

Bibliografía

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AUTORAS:

Lic. Marielí Chávez Luque

Lic. Isary Surí Cabrera