La marginalidad: un reto para el trabajador social en Cuba (página 2)
Enviado por Mar�a Eugenia P�rez P�rez
Se comparte el criterio de la profesora Jiménez Hernández cuando plantea que la pobreza y la indigencia no son sinónimos de marginalidad, porque una persona puede ser pobre por falta de ingresos o por falta de capacidades para asumir sus realidades pero no necesariamente tiene que ser un marginado, del mismo modo a la indigencia se llega por diferentes causas como la demencia senil, el alcoholismo, la religión, las migraciones, etc. y no es condicionante ser marginado para ser indigente.
Lo anterior lleva a reflexionar que la marginalidad como fenómeno antropológico, se debe estudiar la actuación de los hombres y mujeres no solamente en lo externo, sino estudiar el origen del comportamiento humano, adentrarse en la persona e indagar las causas de su forma de actuar, interpretando la realidad desde el punto de vista del otro.
De acuerdo a los estudios realizados por el Doctor en Psiquitría De Vries, las tres características que cumplen los marginales son las siguientes:
1.- Externalidad: consiste en creer que los cambios en la vida de una persona están fuera de su campo de acción, por lo que dependen de otro, sea Dios, el destino, el Presidente, o la suerte.
2.- Inmediatez: es la incapacidad de posponer esfuerzos, es decir, querer resultados a corto plazo. En el fondo esta inmediatez se traduce en inseguridad e insatisfacción por no lograr los objetivos propuestos en breve tiempo.
3.- Aislamiento comunicacional: o incapacidad para agruparse y transmitir información.
De acuerdo a sus estudios considera que también existen marginales complejos que no necesariamente cumplen con las tres características antes mencionadas, por ejemplo la personalidad de un marginal complejo puede tener un gran proceso de internalidad, es capaz de posponer sus esfuerzos y no puede comunicarse adecuadamente e integrarse.
Haciendo una reflexión sobre lo estudiado acerca de la personalidad de los marginales es evidente que su conducta está marcada por su estatus, pues de forma general el medio socioeconómico-cultural en que se desarrolla el marginal propicia el arraigo de costumbres, vicios, que pueden proliferar porque el ambiente favorece su desarrollo, mientras que de forma opuesta es difícil lograr en condiciones de marginalidad hábitos educativos adecuados.
La marginalidad como un importante problema mundial en la sociedad actual. Sociólogos, psicólogos, líderes políticos coinciden que existen múltiples causas a las que se les atribuyen el desarrollo de la marginalidad.
El enfoque multidisciplinario del tema es una necesidad de las ciencias sociales especialmente para América Latina por el empobrecimiento material y espiritual que padece. Los economistas clásicos del siglo XIX expresaban que la prosperidad de las naciones dependía de la disposición para perseguir y ahorrar riquezas y que los pobres son los responsables de su situación sin analizar las verdaderas causas. A la luz del marxismo la pobreza es un problema social-estructural cuya esencia está en el modo de producción capitalista y que exige respuestas adaptativas a las condiciones de privación por tanto la pobreza, no es causa de la marginalidad.
La Antropología como ciencia ha estudiado el surgimiento y desarrollo humano y se ha demostrado que los rasgos exteriores del hombre se deben a condiciones adaptativas al medio. El rastreo del genoma humano del ADN no demuestra signos diferenciales de raza. Los prejuicios culturales dominantes han favorecido el desarrollo del racismo pero la raza, no es causa de la marginalidad.
El desarrollo del capitalismo en todas las esferas de la vida, trajo altos niveles de delincuencia, pobreza, miseria que exigía conocer causas y elaborar recomendaciones.
Diferentes concepciones han sido defendidas por los filósofos y sociólogos entre los que se pueden mencionar a Herber Spencer filósofo evolucionista que consideraba los pueblos atrasados están formados por hombres no desarrollados moral ni intelectualmente.
Lombroso, estudioso de la Antropología y el Derecho como ciencias era del criterio que la conducta del hombre estaba estrechamente relacionada a sus rasgos físicos, por tanto así los clasificaba.
En Alemania los filósofos consideraban la enajenación producto de los problemas militares.
Todas estas tendencias no conllevan al problema medular que sufre el hombre dentro de una sociedad determinada que lo hace colocarse al margen de un sistema de valores materiales y espirituales y convertirse en un marginal.
¿Existe marginalidad en Cuba?
Nuestra sociedad no es perfecta, pese a los esfuerzos que se realizan por el Estado para que exista una igualdad de posibilidades para todas las personas, así como igualdad en el acceso a todos los servicios y políticas sociales existentes, sin tener en cuenta raza, procedencia social, sexo, creencias religiosas, etc, no obstante en sectores minoritarios de la población existen patrones negativos que en muchos casos son producto de paradigmas negativos, poco protagonismo en los cambios que se llevan a cabo en el país, falta de orientación familiar, desvinculación laboral o estudiantil, etc.
Lo anterior constituye un reto para las nuevas generaciones donde todos tenemos que mancomunar esfuerzos por integrar a los jóvenes de forma tal que ninguno se sienta excluido y de esta forma reducir al mínimo las formas en que se pueda manifestar la marginalidad. Hoy se han dado pasos sólidos a partir de la creación del trabajador social de nuevo tipo, donde se le presta atención individualizada a cada persona que lo necesite, este sensible trabajo que se desarrolla en todas las comunidades por un ejército de jóvenes, favorece que no proliferen conductas marginales es la sociedad.
Entre las principales tareas que le corresponden asumir al trabajador social, están el seguimiento a los jóvenes desvinculados, a las madres solteras, a los reclusos, a los exreclusos, a las familias con bajos ingresos, ancianos que viven solos, alcohólicos, etc, precisamente con el objetivo de evitar que caigan en una situación de exclusión y puedan sentirse marginados en nuestro contexto social.
Los trabajadores sociales además de ser los médicos del alma, son los que materializan a diario la frase de nuestro comandante en jefe que está Revolución se hizo con los humildes, por los humildes y para los humildes. Por lo que constituye un desafío para los jóvenes trabajadores sociales, trabajar en cada una de las dimensiones que se manifiesta la marginalidad con la seguridad que se está construyendo una sociedad mejor, donde todos tienen las mismas posibilidades, de acuerdo al esfuerzo que realicen por integrarse a la sociedad, demostrando que la condición de marginal puede cambiarse.
Cuba por el sistema socialista imperante existen políticas sociales, promulgadas por el estado y materializadas por los diferentes organismos y organizaciones de masas, así como el trabajo abnegado de los trabajadores sociales, que permiten garantizar que ni un solo ciudadano tenga que vivir en un status de marginal.
La autora, arribó a las siguientes ideas conclusivas sobre la temática abordada.
La marginalidad es un fenómeno inherente a toda sociedad, donde un grupo se coloca o es colocado al margen de determinado sistema de valores materiales y espirituales en un contexto social concreto.
La marginalidad no puede analizarse solo desde el punto de vista económico, esta problemática exige atención de otras ciencias como son la Sociología, la Antropología, la Psicología, la Filosofía.
No hay una marginalidad universal. Esta se manifiesta en cada sociedad según el carácter de los grupos sociales en su conjunto y la orientación que tengan esos grupos de individuos.
En Cuba existen manifestaciones de marginalidad, aún cuando el Estado Revolucionario ha logrado llegar con sus políticas sociales a toda la población y ha puesto un sin número de recursos a favor del bienestar social. Por tanto constituye un reto para los trabajadores sociales en nuestro país.
Bibliografía
Bohannan Paul y Mark Glazer: Antropología Lecturas. Segunda Edición. Editorial Félix Varela. La Habana, 2005.
De Vries: Artículo. Doctor en Psiquitría. Soporte digital.
Espina Prieto, Mayra: Artículo. Revista Catauro No. 13, 2006.
Jiménez Hernández, Juana María:¨Otredades antrológicas de la marginalidad¨. La Habana, 2004.
Autora:
MsC. Marta Molina León
Cargo: Coordinadora de la Escuela Municipal de Trabajadores de Trabajadores Sociales.
Centro de Trabajo: Universidad Agraria de la Habana. Sede San Antonio de los Baños.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |