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Análisis sobre la inclusión de la violencia en la política colombiana (página 3)


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La inserción de la violencia en la política colombiana, como se ha demostrado aquí se ha dado desde tiempos memorables y aun hoy este fenómeno persiste en el país. Todavía se efectúa por los diferentes organismos políticos como el Estado y los grupos armados que no están legítimamente reconocidos pero sus ideales son políticos.

Todo este fenómeno se concentró no solo en la historia socio-política del país, sino que se lleva en la memoria de las generaciones de cada colombiano. Si este engendro de la violencia política se inició y se afianzó por medio de la razón natural a la que apelan todos estos fenómenos, éste, debe ser erradicado por medio de métodos racionales que busquen controlar las flagelaciones y que además ayuden a fortalecer nuestro Estado Social de Derecho. Pero la idea de hacer política con sangre continua estando presente y vigente en el accionar del sujeto político colombiano, hecho que aún no se ha erradicado del todo.

El legado que nos dejaron nuestros compatriotas del pasado, el de hacer política con sangre, continúa presente en las filas de algunas organizaciones políticamente legales o ilegales del país. Todas sus ideologías son revividas por cada grupo de colombiano quienes anhelan beneficiarse del poder político. El mandar a matar al otro, al contrario, al enemigo político, fue y sigue estando vigente en nuestra historia política del país.

La política, desde su génesis en la antigüedad se le ha considerado como un instrumento que nos sirve para organizarnos en un Estado, para solucionar problemas y así poder vivir en orden. Ésta debe ser utilizada para lo que fue constituida más no para terminar y exterminar al otro. La política colombiana debe ser utilizada para organizar al país, más no para terminar con él, pues esto es lo que están haciendo las distintas empresas políticas con la nación, acabando con ella. Más si el objetivo de la política debe ser el orden, la estabilidad del Estado, en resumidas cuentas el bien social, el objetivo de ésta en Colombia ha sido todo lo contrario, pues las empresas políticas adjudicadas al Estado más las insertadas ilegalmente a él la han empleado para perpetrar el mal a través de ésta generando un desequilibrio social y estatal.

Con la degeneración de la violencia política en el país la población natalicia colombiana no le queda más remedio que subsistir como pueda, es decir, tratar de arreglárselas para sobrevivir, de perdurar un poco más en el tiempo.

A causa de todas estas flagelaciones sociales la mortalidad de la población colombiana se ha visto afectada en todo tiempo. Históricamente lo hemos visto detallado aquí en esta investigación. La mortalidad del colombiano ya no solo depende de los preceptos divinos, sino de aquellas políticas asesinas que han venido matando a los hombres afiliados a la ideología contraria.

La idea de justificar los medios violentos que se han perpetrado en el país a nombre de la política no es una idea éticamente correcta. Sean cual sean los fines que se deseen, los medio por los cuales se pretendan obtener no deberían ser aquellos que atenten contra la dignidad y la humanidad de los hombres. Más sin embargo hemos justificado la violencia como el medio más viable y por medio de tal hemos querido conseguir o conquistar el poder político.

El poder político en Colombia lo han dado más las armas que las ideas, eso está demostrado en la historia misma del país. Las armas han jugado un papel fundamental en la historia de Colombia, política con armas, educación con armas, letras con armas, y es por medio de la vía armada que se continúa pretendiendo el poder político en el país. Con este apoyo mutuo de las armas las distintas organizaciones políticas se han extendido en el tiempo y en el espacio, la degeneración de la muerte y del terror ha ocupado espacios temporales y geopolíticos en Colombia y todo se ha dado por la búsqueda de controlar el poder.

En Colombia el poder político ha sido tan codiciables que los hombres queriéndose hacer a este han llegado a cometer los errores más fatídicos que se puedan realizar. Esta política violenta y fraudulenta ha hecho de la vida, de la dignidad y de la humanidad de nosotros los colombianos algo que vale poco, algo que en realidad no tiene ningún sentido y valor.

Analizando filosóficamente a la política, podemos deducir que esta es una rama de la moral, la cual se encarga de la toma de decisiones para con la polis, la sociedad. Como lo vimos anteriormente, la política, ese gran invento griego, desde su invención, su ideal era establecer una sociedad de hombres ordenados viviendo en cierta libertad dentro de la polis (sociedad de hombres). Con la política se buscó siempre el ordenamiento de los hombres en sociedades donde cada sujeto fuera libre, democrático. Buscaba el bien común para todos dentro de esa misma sociedad de hombres libres y en ciertas maneras iguales.

Para nuestro caso, esto parece haber quedado en el papel, aunque vivimos en un Estado llamado social de derecho donde cada sujeto es libre no se ha respetado el orden de la unidad social a la que llamamos República de Colombia. Estado social de derecho suena bonito y conmovedor pero, en la realidad política no ha sido siempre así.

Los colombianos tenemos que replantearnos lo que es la política, lo que ésta implica, el para qué fue concebida. La idea de política en el país ha sido una idea sobrevalorada, los cánones que ésta representa y ha apostado no son los mismos con los que ésta se creó, pues el sentido de la política no debería ser el auto aniquilamiento de la especie humana, como usualmente suele pasar en Colombia, debe ser todo lo contrario a esto, el principal umbral de la política debe ser la buena fe.

En nuestro país la política es esa herramienta con la que algunos agentes (agrupaciones sociales, políticas, ilegales, etc.) se sirven del resto de la sociedad haciéndole creer que en realidad se les está sirviendo a ésta pero no es así. En Colombia la violencia se la ha injertado a la política para alcanzar unos fines específicos, el caso es que la violencia generada por la política se ha estado haciendo e implementado con sangre sabiendo que el sentido de la política no es el destruir a la los hombres sino de organizarlos en sociedades libres.

Hoy, la idea de política entre nosotros ha sido equivoca, hecho que tenemos que cambiar. Si seguimos así llegará el día en que todos vamos a desaparecer por el hecho de no estar de acuerdo los unos con los otros. Si ha de percibirse en este trabajo más que violencia política en toda la historia nacional también divisamos un desequilibrio racional en cada una de las organizaciones políticas que han pasado por la historia del Estado, que no ha permitido la consolidación de una política de la buena fe, con valores y principios que converjan a la unidad social del país.

La política que se ha manejado en Colombia desde un principio ha sido la política de la no unidad social, la política del odio, de la destrucción, del aniquilamiento de la sociedad. Nunca ha sido una política consolidada en el interés del bien común para el país, pues ha sido todo lo contrario.

La política no es para experimentar, ésta debe estar sujeta a la razón y a la orden de la justicia, de actuar a favor de la sociedad puesto que ésta fue concebida en la sociedad y para el bien de la sociedad. La misión de ésta debe ser la unidad de la diversidad en una sola colectividad, la totalidad de todos. Mientras esto sea así no habría problemas en el país, si así se ideara a la política, pero no. La política pasó de ser la institución para el bien social a ser el verdugo de la sociedad.

En este trabajo, donde todavía nos quedamos corto en cuanto a narrar y a reflexionar sobre el fenómeno político colombiano que si bien, éste nos ha afectado a todos, se halla detallada una realidad social pero sobre todo una realidad política, la de del país. De la política en nuestra patria sabemos que se ha hecho un monstro aniquilador que al servicio de algunos agentes ha estado lapidando a la sociedad desde hace mucho tiempo. Verdaderamente la inserción de la violencia en la política colombiana ha sido un mal experimento. El resultado ha sido muerte, angustias y dolores. Todo ello ha sido concebido gracias al mal fin con el que se ha empleado el aparato político colombiano.

En fin, he aquí en estos renglones que no son suficientes para detallar todo en cuanto a una historia, a una cruel realidad que tal vez a mucho nos duele. Una realidad que repercute en cada generación de colombianos y que siempre estará aquí en nuestro país sino cambiamos esas concepciones que tenemos sobre la política, y sobre todo, de manipularla a nuestros antojos.

Gracias.

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Anexos

Artista: Mario Antonio Jácome Cheyne (Barranquilla).

MAP (Minas Anti Personas), Técnica: Instalación, Tamaños: 2.40m x 120m x 2.00m.

edu.red

edu.red

edu.redExposición artística de los artefactos explosivos del conflicto armado colombiano (Estado e Insurgencias armadas), Universidad del Atlántico, Mayo 7 y 8 de 2015.

Fotografías: Numar González Alvarado ©.

A mis padres y a mis hermanos por apoyarme en todas mis proyecciones. A los profesores Numas A. Gil y Luis E. Ribón, quienes me iniciaron a filosofar sobre el quehacer político. También dedico esta obra a los que un día me desearon e hicieron el mal.

 

 

 

Autor:

Numhar Abraham González Alvarado

edu.red

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS PROGRAMA DE FILOSOFÍA BARRANQUILLA

2016

Trabajo de grado presentado en cumplimiento parcial de los requisitos para optar al título de Filósofo

Numas Gil Olivera Asesor

Partes: 1, 2, 3
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