- Causas más comunes de lesiones
- Lesiones deportivas agudas más frecuentes
- Lesiones deportivas más frecuentes en zonas específicas
- Tratamiento general de las lesiones deportivas
- Prevención de las lesiones deportivas
- Bibliografía
Las lesiones deportivas" son lesiones que ocurren durante la práctica de un deporte o durante el ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente. Otras pueden ser el resultado de malas prácticas de entrenamiento o del uso inadecuado del equipo de entrenamiento. Algunas personas se lastiman cuando no están en buena condición física. En ciertos casos, las lesiones se deben a la falta o escasez de ejercicios de calentamiento o estiramiento antes de jugar o hacer ejercicio. Las lesiones deportivas más comunes son:
Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones
Lesiones en la rodilla
Hinchazón muscular
Lesiones en el tendón de Aquiles
Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)
Fracturas
Dislocaciones.
Causas más comunes de lesiones
Calentamiento previo insuficiente.
Calentamiento posterior insuficiente.
No hacer estiramientos antes y después del ejercicio.
Sobre entrenamiento.
Falta de reposo.
Calzado incorrecto.
?Equipo inadecuado.
TIPOS
Existen dos tipos de lesiones deportivas: agudas y crónicas.
1. Las lesiones agudas: ocurren repentinamente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Hay un hecho traumático, ya sea un objeto o el mismo cuerpo humano que hace de objeto por la velocidad que desarrolla, chocando con otro cuerpo, con el suelo o con otro objeto. Esa es la llamada lesión aguda, accidental, donde la colisión o el choque vence la resistencia de los tejidos. A pesar de que los tejidos estén adaptados a ese esfuerzo, la lesión es mucho mayor por la velocidad desarrollada hasta el impacto. Las lesiones agudas más frecuentes incluyen esguinces de tobillo, distensiones en la espalda y fracturas en las manos.
Los síntomas de una lesión aguda incluyen:
Un dolor grave repentino
Hinchazón
No poder apoyarse en una pierna, rodilla, tobillo o pié
Un brazo, codo, muñeca, mano o dedo que está muy adolorido
Dificultades en el movimiento normal de una articulación
Extrema debilidad en una pierna o un brazo
Un hueso o una articulación que están visiblemente fuera de su sitio.
2. Las lesiones crónicas: ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por un largo tiempo. Es la que tiene lugar por la repetición de actividad deportiva que, sumada en el tiempo, va produciendo en un organismo un micro traumatismo, que llega a vencer la resistencia del tejido como si fuera el gran impacto del choque de la lesión aguda. La correcta denominación de este daño es "lesión por sobrecarga", porque la carga de trabajo fue mayor a la que es capaz de soportar un tejido determinado, llámese tendón, ligamento o músculo, componentes todos ellos del aparato locomotor. Los síntomas de una lesión crónica incluyen:
Dolor mientras está jugando
Dolor mientras está haciendo ejercicio
Dolor leve incluso en reposo
Hinchazón.
Las diferencias entre estas dos categorías de lesiones deportivas son importantes. En la lesión deportiva aguda, se produce una rotura instantánea porque la fuerza es grande. En cambio, en la lesión crónica el dolor aparece de repente y sin haber hecho aparentemente nada fuera de lugar. Siempre es el exceso de fuerza sobre el tejido lo que produce la lesión. Cualquier tipo de lesión para el deportista es importante, porque no le permite desarrollar su rendimiento máximo, para lo cual trabajó un determinado tiempo. En muchas ocasiones las lesiones se manifiestan por factores pre disponentes de su estructura corporal o por factores externos, como superficies de juego o elementos deportivos inadecuados, o esfuerzos superiores a las capacidades del individuo
Lesiones deportivas agudas más frecuentes
HERIDAS
Es la lesión de origen traumático, en la que existe pérdida de la continuidad de uno o más tejidos.
Clasificación:
1. Abrasivas: Causadas por fricción o frotamiento con una superficie áspera, también llamadas excoriaciones o raspones. Por lo general, sólo dañan tejido cutáneo y subcutáneo, se producen en terrenos irregulares o de superficies duras o ásperas.
2. Cortantes: Se caracterizan por presentar bordes regulares y afrontan perfectamente; se pueden producir por implementos deportivos, vidrios, láminas, etc.
3. Punzantes: Heridas provocadas por objetos que presentan punta, como: clavos, varillas, artículos deportivos, etc.
4. Contundente s: Provocadas por objetos romos en traumatismo directo; se pueden provocar por piedras, postes, gradas y las diversas áreas anatómicas de contacto permitidas en deportes de combate.
La gravedad de la lesión dependerá de la región afectada, por lo que el tratamiento puede variar posterior a la valoración del tipo de herida, gravedad y complicaciones que se presenten, se deberá proceder a la aplicación de los primeros auxilios, teniendo como base las siguientes acciones:
a) Lavado de la zona afectada con agua limpia, jabón y gasas estériles, limpiando en un solo sentido, de arriba hacia abajo, abriendo la herida y limpiando de adentro hacia fuera.
b) Aplicación de un antiséptico local como isodine o benzal.
c) Aislamiento de la herida del medio ambiente por medio de gasas y un vendaje.
CONTUSIÓN
Patología traumática-inflamatoria más frecuente en las actividades deportivas. Las consecuencias de la contusión dependerán del sitio donde se recibió y la intensidad del traumatismo. Su manifestación es a través de dolor, rubor, calor y/o tumor, todos estos datos del proceso inflamatorio. El tratamiento inicial, siempre y cuando no haya complicaciones, el tratamiento inicial consiste en el uso de métodos terapéuticos dirigidos esencialmente a impedir o limitar la aparición de hemorragia y/o edema, así como disminuir el dolor mediante la aplicación local de frío: en forma sólida (hielo triturado o paquetes fríos), líquida (agua fría) o gaseosa (cloruro de etilo). Se deberá considerar si es necesario retirar al jugador del terreno de juego, para valoración completa y así determinar complicaciones y severidad de la lesión. Posteriormente iniciar el método HICER, el cual se mencionará más adelante.
DISTENSIÓN
Es la lesión microscópica del músculo, que se produce al sobrepasar los límites normales de la elasticidad, produciéndose un estiramiento de las fibras sin que exista un daño anatómico ni ruptura de las mismas, por examen clínico no es demostrable una solución de continuidad del músculo. Su manifestación clínica se caracteriza por dolor intenso y súbito, el sujeto es capaz de tolerar la molestia y puede continuar su actividad. La evolución de este tipo de lesión es rápida y favorable a la mejoría en pocos días. El tratamiento es a través del método HICER.
CONTRACTURA
Son contracciones musculares dolorosas, de corta duración e involuntarias, causadas por isquemia (irrigación insuficiente del músculo), contusión, desequilibrio hidro-electrolítico, sobrecarga de trabajo muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de vendajes muy ajustados.
Sus manifestaciones clínicas son: dolor intenso y contracción del músculo afectado. El tratamiento consiste en estirar el músculo y al controlar la contracción dar un ligero masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo sanguíneo.
DESGARRO
Ruptura macroscópica y parcial de un músculo, en el cual si se muestra solución de continuidad, se considera como lesión grave, ya que puede haber ruptura extensa de fibras musculares.
Su manifestación clínica es dolor intenso y la incapacidad funcional, se presenta frecuentemente un hematoma postraumático cuya magnitud puede palparse como un abultamiento.
Tratamiento.- El método HICER debe utilizarse de acuerdo al tipo, región, severidad y complicaciones que presente el desgarro. Se encuentra absolutamente contraindicado el uso de masoterapia durante la primera semana de evolución.
ESGUINCE
Es una torcedura o distensión de una articulación sin luxación que puede llegar a la rotura de algún ligamento o fibras musculares próximas.
Se produce por un mecanismo agudo e indirecto (no hay traumatismo directo sobre la articulación) que provoca la distensión ligamentosa sobrepasando los limites funcionales.
Puede llegar a afectar a otras estructuras que se encuentren cerca de la articulación afecta, como a los tendones, huesos, nervios o vasos, dependiendo de la gravedad del mismo.
Factores favorecedores para la aparición de esguinces:
Actividad física.
El bajo tono muscular.
Alteraciones anatómicas.
El tipo de calzado (tacón alto de aguja).
Clasificación de los esguinces:
1º grado: Se produce una discreta distensión que provoca microtraumatismos en el ligamento y donde la estabilidad articular se mantiene prácticamente íntegra.2º grado: Se produce un mayor estiramiento de las fibras que produce rotura parcial del ligamento. Al permanecer indemnes algunas fibras persiste cierto grado de estabilidad.3º grado: Hay rotura total del ligamento con presencia de desgarro capsular. Se produce una inestabilidad articular total.
Síntomas generales del esguince:
Inflamación.
Dolor tanto a la palpación como al moverlo.
Inestabilidad articular en el esguince de 2º y 3º grado.
Hematoma cuando está acompañado de rotura de vasos sanguíneos.
Impotencia funcional (tener limitados algunos movimientos).
Contracturas debido al dolor.
Localización más frecuente:
Se puede dar prácticamente en cualquier articulación, aunque las más usuales son:
Articulación del tobillo.
Articulación de los dedos de la mano.
La columna cervical.
Articulación de la rodilla.
Tratamiento:
Crioterapia inmediata: colocar hielo en la zona para disminuir la inflamación. El hielo debe ir envuelto en una bolsa o trapo para que no este en contacto directo con la piel. Se pondrá durante 20 minutos cada 3-6 horas.
Vendaje de contención flexible pero no elástico para contener el edema.
Instalación en posición de declive (45º por encima de la horizontal).
Reposo: prohibido el apoyo.
Independientemente de lo que hagamos es indispensable acudir a un centro médico para que a través de un examen radiológico y clínico determinar la gravedad y el tratamiento adecuado.
Tratamiento medico general del esguince: Analgésicos y antiinflamatorios. Tratamiento fisioterápico en fase aguda:
Crioterapia: aplicación de frío durante 20 minutos dos o tres veces al día.
Posición de declive con elevación de 45º sobre la horizontal.
Inmovilización con un vendaje funcional.
Para disminuir el edema: aplicación de un vendaje compresivo y drenaje linfático manual.
Según disminuye el edema y el dolor se pueden ir haciendo ejercicios activos.
Reeducación propioceptiva para evitar posibles recidivas.
Tratamiento fisioterápico en la fase subaguda y crónica:
Masaje evacuatorio.
Técnica Cyriax.
Vendajes funcionales.
Reeducación propioceptiva.
Movimientos activos y pasivos.
Hidrocinesiterapia.
Masaje subacuático.
Electroterapia: corrientes analgésicas.
Aplicación de ultrasonidos y láser.
En un esguince de 3º grado, al existir rotura ligamentosa requiere otro tipo de tratamiento, que puede ser:
Tratamiento ortopédico: consiste en una inmovilización con yeso durante 6 semenas.
Tratamiento quirúrgico: consiste en una reparación capsuloligamentosa seguida de una inmovilización de 4 semanas con una férula.
Secuelas de un esguince mal curado
En general las secuelas pueden ser:
Inestabilidad crónica con esguinces repetidos.
Lesiones asociadas.
Hiperlaxitud.
Rigidez articular.
Edema.
Dolor crónico.
Según la articulación las secuelas pueden ser:
Tobillo: secuelas que condiciones y modifiquen la marcha.
Rodilla: puede provocar problemas en la sedestación (sentarse) y en la bipedestación (estar de pie).
Hombro: puede provocar elevación permanente del hombro.
Columna cervical: condiciona alteraciones en el equilibrio.
Dedos: condiciona la prensión.
Todos los esguinces, cualquiera que sea su gravedad, puede dar lugar a secuelas si no se cura correctamente por lo que es necesario un balance lesional preciso para poder aplicar el tratamiento más adecuado, acortar el periodo de impotencia funcional y devolver a la articulación el movimiento normal lo antes posible.
LUXACION
Una articulación está luxada cuando existe la pérdida de la relación normal de las caras articulares, es decir, existe desplazamiento de los huesos fuera de la articulación.
CAUSAS: Las dislocaciones generalmente son causadas por un impacto súbito a la articulación y con frecuencia se presentan después de un golpe, una caída u otro trauma.
Distinguimos otros varios mecanismos:
Por traumatismos: Que actúan directamente separando los fragmentos, o indirectamente sobre el hueso, el cual a su vez actúa como una palanca sobre la articulación, separándola.
Por tracción muscular: Consecuencia de movimientos inadecuados o bruscos, violentos e involuntarios (como ocurre en las crisis epilépticas y en la electrocución).
De forma espontánea: Debido a la debilidad articular y ósea consecuencia de enfermedades debilitantes, como un cáncer o la tuberculosis.
De causa congénita: Producidas en la época fetal o por alteración desde el nacimiento de la elasticidad articular, que es excesiva (síndrome de hiperlaxitud articular), lo que conlleva luxaciones habituales, que se producen y reducen con facilidad, incluso por el propio individuo.
Luxación recidivante: Cuando por mala curación persiste la ruptura ligamentosa y la luxación aparece con cualquier traumatismo. Requiere intervención quirúrgica para su definitiva estabilización.
Las manifestaciones clínicas son:
Dolor agudo.: Es un dolor muy vivo al producirse la lesión, que calma posteriormente, y que se acentúa con cualquier intento de movilizar el miembro luxado.
Impotencia funcional inmediata y absoluta: Al principio existe una imposibilidad total de realizar movimientos, aunque luego se permiten movimientos muy limitados.
Aumento de volumen.
Deformidad.
Tras la reducción se puede producir un daño a nivel neurovascular (compromiso del nervio axilar).
Si no hay rotura cápsulo-ligamentosa aparece un hemartrosis (sangre dentro de la cavidad articular).
Deformidad: El miembro luxado pierde su relieve y situación normales, desplazándose y localizándose en otros sitios. En las luxaciones atípicas, con desgarro cápsuloligamentoso, existe también un acortamiento acentuado.
El 10% de las luxaciones se acompaña de fracturas, con lo que se añaden a los síntomas de la luxación los propios de la fractura.
PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE LUXACIÓN
Inmovilizar la articulación afectada.
Aplicar hielo sobre la zona de la lesión para producir analgesia.
Reposo absoluto de la zona (no hacer masajes).
Cuando una persona presenta una luxación, no se debe tratar de colocar el miembro afectado en su lugar bajo ningún concepto, ni tampoco se debe administrar ningún medicamento ni pomada (excepto si un médico lo prescribe).
Trasladar a un centro hospitalario para las correspondientes pruebas, donde si es necesario se pondrá una férula.
ARTICULACIONES MÁS COMPROMETIDAS
Hombro: un 95% luxación anterior y un 5% luxación posterior
Cadera: generalmente se produce una luxación posterior (secundaria a traumas de alta energía, como por ejemplo, el golpe que sufre el copiloto de un accidente automovilístico al golpearse la rodilla en contra del tablero), en donde la clínica muestra una pierna en rotación interna, adducción y pierna flectada.
Rodilla
Tobillo: una de las luxaciones más comunes, ya que a diferencia de otras, no necesita de golpes especialmente fuertes: las malas posturas, la falta de ejercicio y el sobrepeso son causas que predisponen especialmente a esta clase de lesión.
TRATAMIENTO GENERAL DE LA LUXACION
Acudir a un médico ya que debe ser un especialista quien reduzca la luxación encajando nuestros huesos en su lugar de origen. Normalmente se recomienda que transcurra menos de 24 horas desde la lesión para evitar secuelas posteriores. La maniobra para reducir la luxación consiste en devolver el hueso a su posición natural recreando el mismo recorrido que hizo para dislocarse pero a la inversa. Salvo en casos excepcionales se recomienda el uso de anestesia para que los músculos estén relajados por completo y el estudio de posibles roturas mediante radiografías de la zona. Después de la reducción de la luxación deberá inmovilizarse la parte afectada hasta que cicatricen los ligamentos lesionados. Pasado el tiempo de cicatrización y de reparación de los tejidos blandos que rodean las articulaciones, que dependerá del tipo de luxación y la articulación, se retirará la inmovilización. Para recuperar el movimiento completo de la articulación lesionada, suele recomendarse la fisioterapia.
El tratamiento debe iniciarse tan pronto sea posible, con el fin de evitar que se agrave. El método HICER como tratamiento primario es importante. Existen casos en donde es necesario el traslado a un hospital para valoración radiológica para descartar fractura y realizar la reducción, evitando de esta manera complicaciones neurovasculares por una mal reducción realizada en campo.
FRACTURA
Es la pérdida de la continuidad ósea, y se distinguen dos tipos principales de fracturas:
1. Fractura cerrada, es aquella en la cual la piel permanece intacta, si este tipo de fractura se maneja de forma inadecuada puede agravarse peligrosamente transformándose en abierta o
complicada.
2. Fractura abierta, en esta lesión una herida en la piel pone en comunicación el foco de la fractura con el exterior. Este tipo de fractura es grave por el riesgo de infección, exigiendo cuidados especiales.
3. Se habla de una fractura complicada cuando los fragmentos cortantes del hueso roto han dañado algún órgano (vasos sanguíneos, nervios, pulmones, médula espinal). Esta clase de
fractura puede darse tanto en uno como en otro de los dos casos citados.
LAS MANIFESTACIONES SON:
Extremidad o articulación visiblemente fuera de lugar o deformada
Hinchazón, hematoma o sangrado
Dolor intenso
Entumecimiento y hormigueo
Ruptura de la piel con el hueso que protruye
Movimiento limitado o incapacidad para mover una extremidad
QUE HACER DURANTE UNA FRACTURA
Las fracturas son generalmente lesiones graves. Si piensa que una persona tiene una fractura debe llevarla inmediatamente al médico traumatólogo quien se va a encargar del diagnóstico y el tratamiento. Sin embargo hay algunas recomendaciones que se pueden dar como primeros auxilios:
TRATAMIENTO
El tratamiento variara mucho dependiendo del tipo de fractura, localización, y en ocasiones estado general así como la edad del paciente que nos permitirá realizar tratamientos mas o menos agresivos. En términos generales el tratamiento consiste en restablecer la forma del hueso y en inmovilizarlo durante un periodo determinado que dependerá de varios factores. No se puede establecer una pauta de tratamiento estricta para ninguna fractura aunque si existen una serie de consideraciones que los profesionales teneos en cuanta para afrontar las diferentes situaciones.
El tratamiento es con inmovilización inmediata, férulas, tablas o cabestrillos, o situación necesaria con el mismo cuerpo del paciente. En caso de presentar herida y/o hemorragia cubrir y contener el sangrado. Traslado al hospital más cercano. Importante: no se debe realizar la movilización o traslado del paciente sin haber inmovilizado la fractura. No trate de corregir la deformidad producida por la fractura. Estas maniobras pueden causar más daño y sólo la deben realizar los especialistas. Puede inmovilizar la extremidad lesionada con un periódico, tabla o cartón enrollado.
Si piensa que el paciente tiene una lesión en la columna cervical no mueva el paciente hasta que llegue personal paramédico especializado para trasladarlo a un centro médico.
No le de alimentos ni bebidas al paciente hasta que lo vea el médico, si hace falta una cirugía es necesario un período de ayuno. No de masajes sobre la zona afectada, sólo puede agravar más la inflamación.
Lesiones deportivas más frecuentes en zonas específicas
FRACTURA DEL METATARSIANO POR SOBRECARGA
Los corredores se elevan sobre los dedos (despegue), ejerciendo una presión excesiva sobre la cabeza de los metatarsianos, especialmente los dos primeros. El segundo, tercero y cuarto son susceptibles a la fractura porque sus diáfisis son muy delgadas. Los factores de riesgo son el pie cavo, los zapatos que absorben mal los impactos y la osteoporosis. Presenta dolor en el antepié, tras un esfuerzo intenso o prolongado, que desaparece a los pocos segundos de dejar el ejercicio. Al volver al ejercicio el inicio del dolor es cada vez más temprano, y puede llegar a ser tan intenso que impide el ejercicio y persiste incluso después de que el paciente esté en reposo en cama. La palpación del área tumefacta produce dolor. El tratamiento es dejar de hacer ejercicios, utilizar zapatos adecuados y en algunos casos uso de inmovilización total.
TENDINITIS AQUÍLEA
La tendinitis del tendón de Aquiles se produce por fuerzas repetitivas que causan inflamación del tendón. Durante la carrera en descenso de pendientes el antepié apoya contra el suelo con más fuerza que en terreno llano porque cae más y tiene más distancia para acelerar. Durante la carrera en pendiente ascendente el talón está mucho más bajo que el antepié, por lo que los músculos de la pantorrilla ejercen más fuerza para elevar el talón antes de la fase de despegue.
Síntomas y signos
El dolor inicial de la tendinitis del tendón de Aquiles está producido por afectación del paratendón más que del propio tendón. El dolor es más intenso cuando el Paciente se levanta por la mañana y suele mejorar con la deambulación continuada, ya que el tendón se desplaza con más libertad dentro del paratendón. De forma similar el dolor aumenta al iniciar el ejercicio y suele mejorar al progresar éste. El tendón de Aquiles es doloroso cuando se comprime entre los dedos.
Tratamiento
El deportista debe dejar de correr. Se puede reducir la tensión sobre el tendón colocando una cuña elevadora en el calzado, el uso de calzado con suela flexible que se doble con facilidad. El tendón de Aquiles se puede fortalecer realizando elevaciones sobre los dedos si esta maniobra no produce dolor. El Paciente debe evitar la carrera rápida con ascenso y descenso de pendientes hasta que el tendón haya curado.
DISTENSIÓN EN LA MUSCULATURA FEMORAL POSTERIOR
El músculo cuádriceps flexiona la cadera y extiende la rodilla durante la carrera y el salto. La contracción simultánea del cuádriceps y los isquiotibiales puede producir una distensión muscular femoral posterior si los isquiotibiales tienen una potencia menor del 60% de la del cuádriceps. La distensión muscular femoral posterior suele presentarse como un dolor agudo en la cara posterior del muslo cuando los músculos se contraen de manera brusca y violenta (p. ej., cuando un velocista despega de los tacos de salida o un saltador de altura despega de la pista). Cuando se comprimen los músculos de la región posterior del muslo, el Paciente presenta dolor que no se extiende por debajo de la rodilla. El dolor ciático no suele producir sensibilidad localizada y suele irradiarse por debajo de la rodilla. El dolor femoral posterior profundo puede estar producido por fracturas por sobrecarga del fémur.
Tratamiento
Se recomienda reposo, hielo, compresión y elevación durante la fase aguda. También puede ser útil la reafirmación, evitar la carrera y el salto y el fortalecer los músculos isquiotibiales.
ESGUINCE LUMBAR
Cualquier fuerza de intensidad suficiente puede producir un desgarro en los músculos y tendones de la zona lumbar. Esto se produce con frecuencia en los deportes que requieren empujar o traccionar contra resistencia elevada (p. ej., levantamiento de pesas, fútbol americano) o un giro brusco de la espalda (p. ej., baloncesto, béisbol, golf).
EPICONDILITIS LATERAL (Codo de tenista)
Este síndrome por sobrecarga está producido por una tensión mantenida sobre los músculos de la presión (extensor radial del carpo corto y largo) y los músculos supinadores (supinador largo y corto) del antebrazo, que se originan en el epicóndilo lateral del húmero. El dolor comienza en los tendones extensores cuando se extiende la muñeca contra resistencia (p. ej., al usar un destornillador). Si el esfuerzo se mantiene, los músculos y tendones duelen incluso en reposo, y se produce una hemorragia, periostitis, calcificación y formación de osteofitos en el epicóndilo lateral.
Tratamiento
El tratamiento consiste en reposo, hielo, estiramiento, fortalecimiento y reducción de la intensidad del deporte para permitir un cambio adaptativo. Se debe evitar cualquier actividad que produzca dolor al extender o pronar la muñeca. Al iniciarse la curación se pueden realizar ejercicios para fortalecer los extensores de la muñeca.
EPICONDILITIS MEDIAL (Codo de jugador de golf, codo de jugador de baloncesto, codo de portador de maletas).
La flexión y pronación forzada de la muñeca puede lesionar los tendones que se insertan en el epicóndilo medial. Este tipo de fuerza se produce durante el servicio de tenis con mucho efecto (con raqueta pesada, bolas pesadas, empuñadura infradimensionada o servicio con efecto o mucha tensión del cordaje, junto con debilidad de los músculos de hombro y mano), lanzamiento en béisbol, lanzamiento de jabalina o al llevar una maleta muy pesada. Si el Paciente continúa forzando los flexores de la muñeca, el tendón se puede separar del hueso, produciendo una hemorragia subperióstica, periostitis, formación de osteofitos y desgarro del ligamento colateral medial.
TENDINITIS DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES (Hombro de nadador, hombro de tenista, hombro de lanzador, síndrome de pinzamiento subacromial)
El manguito de los rotadores (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor) mantiene la cabeza humeral en la fosa glenoidea de la escápula. La rotura e inflamación de estos tendones suele producirse en los deportes que requieren movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza (p. ej., béisbol, natación a estilo libre, espalda y mariposa, levantamiento de pesas y deportes de raqueta). La elevación hacia adelante hace que la cabeza humeral, con el hombro en flexión anterógrada, choque contra el acromión y el ligamento coracoacromial, que rozan contra el tendón del supraespinoso.
La irritación crónica puede producir bursitis subacromial, inflamación y erosiones de los tendones. Una fuerza excesiva aguda puede producir una rotura en el manguito rotador. Si se continúa con el ejercicio a pesar del dolor, la lesión progresa a una periostitis y a la avulsión de los tendones de sus inser ciones en las tuberosidades del húmero.
Tratamiento general de las lesiones deportivas
En primer lugar se recomienda el tratamiento agudo de la lesión mediante control del dolor y reposo de la parte lesionada (p.ej., uso de férula).
RHCE. El tratamiento inicial para la mayoría de las lesiones deportivas es RHCE (reposo, hielo, compresión y elevación). El reposo debe comenzar inmediatamente para reducir al mínimo la hemorragia, la lesión y la tumefacción. El hielo limita la inflamación y reduce el dolor. La compresión y la elevación reducen el edema.
La parte lesionada debe estar elevada. Sobre la parte lesionada se debe colocar una bolsa de frío o llena de hielo picado (que se adapta mejor) o en cubitos envuelta en una toalla. Se aplica un vendaje elástico sobre la bolsa de frío y alrededor de la parte lesionada sin comprometer el flujo sanguíneo. Después de 10 min se retira la bolsa y el vendaje, pero se mantiene elevada la zona lesionada. Se alternan 10 min con frío y sin éste durante 60 a 90 min, varias veces al día durante las primeras 24 h.
Inyecciones locales de corticoides. Las inyecciones de corticoides periarticulares o intraarticulares pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación y son un complemento útil a los analgésicos y el reposo. Sin embargo, también inhiben la función de los fibroblastos y el depósito de colágeno, por lo que pueden retrasar la cicatrización. Las inyecciones de corticoides reducen de forma significativa la vascularización del tendón, que puede producir necrosis, aumentando el riesgo de rotura. La inyección se debe hacer en la proximidad pero no en el espesor del tendón. Los tendones de carga que han sido infiltrados son más débiles que los no infiltrados durante unos 15 meses. Las inyecciones intraarticulares repetidas pueden hacer que el cartílago pierda su aspecto hialino y se vuelva blando y con fibrilación. Las inyecciones esporádicas pueden evitarlo.
Prevención de las lesiones deportivas
Los siguientes consejos pueden ayudarle a evitar las lesiones deportivas:
Cuando se agache, no doble las rodillas más allá del punto medio
No tuerza las rodillas al estirarse. Mantenga los pies planos en la superficie lo más que pueda
Cuando brinque, doble las rodillas al aterrizar
Los ejercicios de calentamiento son imprescindibles antes de practicar cualquier deporte
Haga ejercicios de estiramiento antes de practicar deportes o hacer ejercicio
No se esfuerce demasiado
Haga ejercicios de enfriamiento después de practicar deportes o hacer ejercicio
Use calzado de talla apropiada, que provea estabilidad y que absorba el impacto
Use superficies que sean lo más blandas posibles para hacer ejercicio; no corra en el asfalto o el cemento
Corra en superficies planas.
Para adultos:
No sea un "guerrero de fin de semana". No trate de hacer en uno o dos días la actividad física que corresponde a una semana
Aprenda correctamente el deporte que practica. Esto le ayudará a reducir el riesgo de lesiones por "uso excesivo"
Use equipo protector
Conozca los límites de su cuerpo
Aumente el nivel de ejercicio gradualmente
Esfuércese por hacer ejercicios para todo el cuerpo, incluyendo ejercicios cardiovasculares, de fortalecimiento y de flexibilidad.
Para padres y entrenadores:
Agrupe a los niños según el nivel de sus habilidades y el tamaño del cuerpo, no por la edad, especialmente cuando se trata de deportes de contacto
Paree al niño con el deporte. No obligue al niño a jugar un deporte que no le gusta o que no esté capacitado para hacer
Busque programas deportivos que tengan entrenadores atléticos certificados
Asegúrese de que todos los niños reciban un examen físico antes de jugar
No permita jugar a un niño lesionado
Lleve al niño a ver a un médico, si es necesario
Para niños:
Desarrolle una buena condición física para poder practicar deportes
Vaya al médico para un examen físico antes de empezar a practicar deportes
Siga las reglas del juego
Use equipo protector, de talla apropiada y que sea adecuado para el deporte
Aprenda a usar el equipo atlético
No juegue cuando esté muy cansado o con dolor
Haga siempre ejercicios de calentamiento antes de jugar
Haga siempre ejercicios de enfriamiento después de jugar.
Bibliografía
http://www.niams.nih.gov/portal_en_espanol/informacion_de_salud/Lesiones_deportivas/
http://www.uaemex.mx/universiada2005/notas/Lesiones_mas_comunes_en_los_deportistas290405.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Luxaci%C3%B3n#Primeros_auxilios_en_caso_de_luxaci.C3.B3n
http://www.tutraumatologo.com/fractura.html
Vademécum de Kinesioterapia y de reeducación funcional.Yves Xhardez.
Editorial el Ateneo.2000.
Medicina del deporte. Elisabeth Brunet- Guedj, Bernard Moyen, Jean Genéty.Editorial Masson.·3º edición1997
Diccionario médico. 4º edición 1998. Editorial Masson.
Autor:
Alva Mantilla Katherine
Arana Garate Evita
Arias Vigilio Joe
Astuye Fernandez Sara
Valencia Verano Violeta
U N I V E R S I D A D A L A S P E R U A N A S
FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD
LIMA – PERÚ
2011