Resumen
El presente trabajo tiene por finalidad dar a conocer un posible tratamiento alternativo para la atención a pacientes quemados. La elaboración de esta pomada con fines curativos data de más de 70 años y su aplicación de forma empírica ha beneficiado a personas afectadas por quemaduras de diferentes grados, tipos y en disímiles partes del cuerpo. Para su uso se establece un protocolo que incluye una descripción general -al paciente y sus familiares- del proceso a seguir, los requisitos para la aplicación y se conviene con el/la paciente la posibilidad de documentar el caso con imágenes. La posibilidad de aliviar en breve tiempo el dolor, disponer de una medicina de fácil elaboración y aplicación que brinde la opción de eliminar las huellas en la piel, así como deliberarse de lo que se ha identificado como "un proceso curativo terrible", son los argumentos que conducen a los pacientes hacia esta alternativa de tratamiento.
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Abstract
This research is aimed at let readers know, an alternative treatment for burned patients. The preparation of this ointment cream with healing purposes has been used for more than 70 years and its usage of an empirical way has benefit many patients suffering form different types and degree of burnings in different parts of the body. To apply the ointment cream it is established an etiquette which includes a general description to the patients and their family about the process, the requirements and it is stated the possibility to take pictures of the patient during the treatment. The possibility to ease the pain in a short time and having use of a medication of an easy preparation and application that gives the possibility to remove the marks out of the skin , and get ride of a ¨painful process ¨, these are the elements which leads towards this alternative treatment.
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Introducción
El tratamiento de pacientes que sufren quemaduras graves es un proceso sumamente exigente y costoso en todo el mundo, con el fin de hacer que las fases previas y posteriores de la operación (cuidado intensivo, tratamiento, rehabilitación y reintegración completa del paciente) sean lo más placenteras y enérgicas posible en todo su proceso. En tal sentido Arjo Huntleigh (www.arjoHuntleigh.com), ha desarrollado varios equipos que facilitan el tratamiento de pacientes con quemaduras en el agua, con todos los beneficios para sus cuidadores. En el agua, las quemaduras pueden limpiarse de manera más eficiente y confortable y con menos dolores.
Equipamientos como este,por poner un ejemplo, de alta tecnología disminuyen el sufrimiento de los pacientes quemados en todas sus etapas de recuperación, pero no siempre el desarrollo de la ciencia y la técnicaestán al alcance de todos los países y las personas que sufren quemaduras en su cuerpo.
Desdelos tiempos remotos, practicantes de la ciencia médica como Hipócrates (430 AC), Pablo Egina (siglo VII AC), Razés y Avicena (en el mundo árabe en los siglos IX y X), dejaron documentos que reflejaban la preocupación por este tipo de lesión. Los adelantos científicos en la actualidad encaminados alos tratamientos de estos pacientes no descarta la preocupación que históricamente ha estado presente por buscar alternativas que disminuyan el sufrimiento, el dolor, el tiempo de recuperación, la eliminación de las secuelas físicas, los trastornos funcionales y, ante todo, la preservación de la vida.
En este trabajo no profundizaremos en elementos epistémicos que se refieran a los diferentes tipos de quemaduras, de las afectaciones biológicas o psicológicas que sufren las personas que vivencianproceso tan duro.
Nuestro objetivo es dar a conocer aspectos relacionados con el surgimiento, la aplicación y resultadosobtenidos con la aplicación de este medicamento. Al mismo tiempo estaremossolicitando apoyo, dentro y fuera de nuestro país, de cualquier persona (especialista o no) interesado/a en apoyar un proceso de validación científica que constate los beneficios curativos de la pomada, así como su impacto económico, psicológico y social para el paciente, la familia y el sistema de salud.
Esta pomada fue creada hace más de setenta años y el procedimiento para su elaboración fue transmitido de una generación a otra, bajo criterios de selectividad por parte de los portadores de la receta. El requisito fundamental al hacer depositario de la misma a los integrantes de la familia fue ante todo la responsabilidad de mantener el equilibrio entre sus componentes a fin de preservar su calidad y efectividad, para garantizar la recuperación del quemado/a.
Hace alrededor de quince años mi madre decidió enseñarme su preparación, atendiendo a mi especialización (rehabilitación) y por mi sentido de la responsabilidad. A su criterio podía aprovechar mi proceso doctoral (realizado con pacientes mastectomizadas) para adquirir habilidades científicas y darle un fundamento acreditado a la pomada y que ésta pudiera estar al servicio de las personas en el mundo, en un futuro no muy lejano.
Del total de quemados asistidos hasta el momento de elaboración de este informe, contamos fundamentalmente con testimonios, por cuanto no disponíamos de tecnología para garantizar una secuencia de imágenes que documentara el proceso de recuperación.
No obstante a ello aparecen a continuación las referencias generales dedos casos,que acompañamos de imágenes de su evolución. Ambos fueron atendidos en sus casas y la recuperación fue completa. Este mismo protocolo se seguirá en lo adelante con las personas quemadas que accedan al uso de la pomada y a su exploración.
En tal sentido se han realizado los primeros acercamientos al grupo de médicos especialista que atienden quemados en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes de la provincia de Granma, Cuba, con el objetivo de mostrarles los resultados de la aplicación de la pomada en pacientes y motivarlos a participar en este proyecto que beneficiaría a miles de personas si logramos implementar, fundamentar y validar con todos los requisitos médicos en las salas de quemados, este tratamiento.
Si bien la reacción inmediata de los especialistas ha sido reconocer la rápida recuperación de los pacientes sin tener que someterse a curas, vendajes, hospitalización y sin secuelas en la piel, ha prevalecido en ellos el escepticismo (ante la posibilidad de experimentar un nuevo tratamiento que no forma parte del procedimientoestablecido por el sistema de salud) y la resistencia a asumir un compromiso investigativo quecompruebe la efectividad de la pomada prescindiendo de cualquier otro medicamento empleado hasta el momento.
Desarrollo
Los resultados que damos a conocer corresponden a los dos casos más recientes curados con esta combinación, teniendo como objetivo comprobar la efectividad terapéutica y curativa de la pomada, el masaje y los ejercicios físicos.
No se cuenta en este momento con un número mayor de casos documentados por no disponer de una cámara digital y otra tecnología que nos permitieranarchivarlas memorias del número y tipos de quemaduras de las personas que se han curado con la pomada.
El primer casoque presentamos en esta investigación es una paciente de 37 años de edad, la cual se lesionó elaborando una cantidad considerable de almíbar en su cocina. La sustancia, a una alta temperatura fue vertida accidentalmente en una de sus extremidades inferiores, provocando una quemadura de segundo grado, diagnosticada por el facultativoque la atendió en el hospital provincial "Carlos Manuel de Céspedes" de Bayamo, Granma.
En su primera consulta fue curada por los especialistas y vendada como requiere el protocolo de atención en estos casos. Al tercer día del accidente fuimos convocados y acudimos a visitar la pacientea solicitud de sus familiares. Como práctica siempre explicamos a la afectada el procedimiento a seguir para conocer su criterio al respecto y aceptación del mismo.
A continuación desglosamos el procedimiento realizado al inicio de aplicar la pomada y las indicaciones que se brindan a las personas afectadas y sus familiares (las indicaciones para la aplicación aparecen al final de la descripción de los casos):
Procedimosa quitar el vendaje de toda la extremidad afectada y para ello le dimos la posibilidad a lapaciente de hacerlo hasta donde le fue posible, la venda estaba adherida a la piel dañada, por lo tanto la retiramos poco a poco aplicando la pomada.
Este procedimiento se realiza porque la pomada contiene aceite y permite que la venda ceda sin provocar grandes dolores, solo ardor y molestias, sensaciones que se corresponden con la envergadura de la lesión. La pomada se aplicó por todos los bordes del vendaje hasta eliminarlo por completo y una vez retirado por completo se aplicó en el resto de las partes afectadas. Durante este mismo proceso se lesmostró a la paciente y sus familiares la forma de aplicación y se explicó detalladamente todos los aspectos a tener en cuenta para garantizar la continuidad del mismo.
Como parte de las orientaciones se les llamó la atención sobre la posibilidad de las posibles críticas y advertencias que podían surgir de la vecindad u otros miembros de la familia que visitaran a la paciente. Estos elementos han sido comunes en casos anteriores debido a la cultura y el imaginario que se ha creado alrededor de este tipo de lesión.
El testimonio posterior de la paciente lo confirma: "muchas personas me atormentaron y a mis familiares, diciendo que teníamos la responsabilidad de mi cuidado, además que teníamos en la familia a médicos y enfermeras", nos comentó Misleydis. Los comentarios y preguntas más frecuentes fueron: "¿Estás loca?"; "¿Ustedes saben lo que están haciendo?";"¡Es una locura, se le infectará la pierna, se la cortarán, los médicos son los que saben!".
Con frecuencia estas escenas y comentarios se reiteran en los primero días, en la vida de los/as pacientes y sus familiares; no obstante el alivio del dolor y la desaparición del ardor casi al instante de aplicar la pomada son aspectos que motivan a los protagonistas de las historias a continuar con el tratamiento.
Nuestra práctica con la generalidad de los casos atendidos, incluye visitas sistemáticas a los pacientes en intervalos de tres, siete, catorce y veinte días de aplicado el tratamiento, haciéndolos coincidir con los momentos en los que se producen los cambios significativos del tratamiento. Esta secuencia no se cumple cuando los/as personas quemados/as se encuentran fuera de nuestra localidad.
A continuación aparecen imágenes del seguimiento a esta paciente en particular.
La imagen corresponde a los siete días del tratamiento. En este momento se observa en los bordes y en el interior de la quemadura zonas enrojecidas, las que corresponden al tejido que se va recuperando o lo que le decimos a los pacientes empíricamente (estás recuperando la carne). En este momento es donde se incorporan los ejercicios de las articulaciones comprometidas para recuperar la movilidad, la elasticidad de la piel y tendones comprometidos.
Se explicó a la paciente la necesidad de realizarlos movimientos con una cadencia moderada, sin provocar ningún tipo de molestias o dolor y se orientó realizar entre dos o tres tandas (de cinco a ocho repeticiones), tres veces al día. Es necesario que progresivamente los/as pacientes aumenten el ángulo de amplitud articular en dependencia de sus posibilidades en el proceso de recuperación.
La imagen correspondiente a los 14 días no fue posible tomarla porque la paciente se había trasladado a su residencia en un área rural atendiendo a que caminaba sin problemas, no sentía ninguna molestia y la piel se había recuperado. Por lo tanto la próxima imagen corresponde a los veinte días, momento en el que Misleydis ya estaba completamente recuperada y había retomado sus actividades habituales. En la zona afectada por la quemadura solo se notan diferencias en la textura de la piel y pequeñas áreas con coloraciones diferentes.
En este intercambio con la paciente se le brindaron las orientaciones para aplicar algunas manipulaciones del masaje (fricción y frotación), que le permitirán intensificar los procesos enzimáticos, fundamentalmente los plásticos, que producen los siguientes beneficios: el surgimiento de una nueva estructura de la piel; el mejoramiento de la circulación en los tejidosprovocando un aumento del flujo sanguíneo arterial hacia las zonas masajeadas y vecinas; mejoramientode la respiración cutánea y secreción glandular en la piel; eliminación acelerada de células muertas de la epidermis, de histaminas y acetilcolina mejorando la actividad muscular al aumentar la velocidad de trasmisión de la excitación nerviosa y la incidencia en la piel para que se haga más elástica, lisa y suave.
En la actualidad la paciente está incorporada a su vida social sin secuelas físicas, aspecto que favorece ante todo su estado psicológico. Tanto ella como su familia (en la cual hay enfermeras y médicos) están en disposición de brindar testimonio de toda su recuperación con la aplicación de la pomada, asumiendo la metodología empleada.
El segundo caso es un paciente de 48 años de edad, afectado por una quemadura de segundo grado, diagnosticada por el facultativo. La lesión fue provocada por el vertimiento de aceite hirviendo en su brazo derecho.
A los siete días de quemado acudió a nuestro encuentro y seguimos el mismo protocolo que en el caso anterior. Con el consentimiento del paciente procedimos a retirar el vendaje y le orientamos la necesidad de dejar la quemadura sin éste. No obstante recomendamos que de tres a siete días no expusiera la extremidad dañada al sol y evitara ambientes contaminados con sustancias y/o agentes perjudiciales (polvo, gérmenes, etc.).
Al concluir este primer paso entregamos un recipiente con la pomada para que la aplicara regularmente en su casa. Sugerimos que el seguimiento debíamos realizarlo cada tres días para evaluar su evolución, cuestión que fue aceptada por el paciente. En este momento nos refirió que a pesar de la pequeña magnitud de la quemadura, el procedimiento de las curas le provocaba fuertes dolores, ardor y estas molestias eran mantenidas durante el día y la noche.
La imagen de la derecha corresponde a los siete días del tratamiento, momento en el que el paciente experimentaba otro estado anímico al estar totalmente aliviado. Nos refirió que al día siguiente de la aplicación de la pomada decidió incorporarse a su trabajo, debido a la desaparición de los malestares (ardor, dolor) y continuar la aplicación de la pomada en su centro laboral.
No obstante a los resultados obtenidos en este caso, a partir del propio testimonio del paciente, no cumplió con la sistematicidad en la aplicación de la pomada como se había orientado.
La siguiente imagen corresponde a los nueve días de la aplicación de la pomada. En el diálogo sostenido el paciente refirió, con marcada satisfacción, sentirse casi recuperado por completo. En este momento se aplicaba la pomada solo una vez al día, de forma irregular. Se le sugirió incorporar las manipulaciones de masaje, tal como se explicó en el caso anterior.
Con frecuencia una vez que las personas afectadas perciben la mejoría y visualizan su piel como la imagen anterior, disminuyen la frecuencia o la aplicación de la pomada. Sin embargo la experiencia empírica con casos anteriores nos ha demostrado la necesidad de mantener la sistematicidad del tratamiento hasta que la piel recupere toda su estructura y color normal.
En el seguimiento de los dos casos se utilizó como método fundamental la observación para la evaluación y control de la recuperación de los pacientes. Para ello asumimos de forma empírica algunos criterios que pudieran indicarnos alguna complicación: inflamación, enrojecimiento de otras partes, edemas, infección, dolor, fiebre. Para evaluar el proceso de recuperación tomamos en cuenta como indicadores: pérdida del ardor, dolor, inflamación, formación de tejidos, de la piel, mejora en los ángulos de movilidadarticular, y estados emocionales (ansiedad, depresión, autoestima).
No obstante a éstos y otros resultados obtenidos anteriormente, que no han sido documentados, es de nuestro interés someter este experimento a un seguimiento y validación en los centros especializados para poder realizar un control médico acorde con los métodos establecidos para este tipo de caso.
La combinación terapéutica está integrada por la triada de la pomada los ejercicios y el masaje, procediendo de la misma forma que se ha explicado en los casos anteriores.
Para brindar una breve descripción de la pomada decidimos compartir que la misma está elaborada con agua de cal (el gramaje de la cal a lavar depende del tipo y grado de quemadura), después que esta última es sometida a un proceso de lavado por un tiempo (y) entre cada uno. Una vez concluido este paso es necesario dejarla en reposo por un tiempo (y) para después añadirla a una (x) cantidad de aceite vegetal. Se deben usar para la unión del agua y el aceite envases de losa o cristal y su almacenamiento debe ser en recipientes de cristal completamente esterilizados y secos.
Esta preparación siempre ha estado en personas de la familia que presentan valores espirituales, asociados fundamentalmente a la fe y el amor por ayudar a los demás.
Indicaciones para la aplicación:
El paciente solo necesita la primera cura en el hospital para eliminar de la quemadura los restos de piel y/o sustancias adquiridas durante la lesión. Esta orientación es porque las curas, a nuestro juicio, laceran mucho los tejidos de la piel y las fibras musculares y en este sentido la pomada agiliza y restablece de adentro hacia afuera los tejidos dañados.
Se recomienda retirar el vendaje inicial aplicando la pomada para que no sea muy doloroso el momento.
Se debe mantener la quemadura sin vendaje. La pomada en su fórmula contiene un ingrediente que evita contraer microbios. Además extrae el calor corporal que se concentra en los tejidos afectados y detiene el avance de la misma.
Se debe lavar la quemadura una vez al día con agua hervida y con jabón de lavar preferentemente, nunca con jabones de tocador, tomando en cuenta la cantidad de componentes químicos y colorantes que contienen.
Se debe aplicar la pomada cada vez que la zona dañada la absorba y la piel se reseque. Este protocolo debe repetirse las veces que sean necesarias en el día, porque la quemadura debe permanecer con la pomada.
Se recomienda desinfectar una pluma de gallina, preferentemente del ala para aplicar la pomada. En correspondencia con el momento en que surge esta pomada, su contexto (rural) y su empleo empírico se ha utilizado este método alternativo. En lo adelante se pudiera crear un aplicador en forma de brocha con fibras muy suaves para su aplicación. El fundamento del uso de la pluma de gallina es por la necesidad de combinar la aplicación con la posibilidad de eliminar las adherencias que se puedan mantener en la quemadura. Además frecuentemente al aplicar la pomada se crea en la zona dañada una especie de secreción que se torna un poco amarilla y que se retira con suavidad cuando se emplea la pluma, sin levantar postillas y mucho menos raspar la piel dañada.. Por la apariencia de esta secreción se puede asumir que es algún signo de infección, sin embargo es la forma en que evoluciona la pomada.
No se debe aplicar la pomada con algodón, con gasas ni otro material que pueda dejar partículas de su textura adheridas a la piel dañada.
El paciente debe mantener la higiene de su cuerpo y la de su entorno.
No se recomienda exponerse al sol ni espacios externos hasta que tenga los catorce días de tratamiento, en caso de quemaduras de primer y segundo grado, ya en otros casos hay que valorar la evolución de su recuperación.
La conservación de la pomada no requiere necesariamente refrigeración aunque al mantenerla en temperaturas bajas su uso es más refrescante.
Conclusiones
Los pacientes beneficiados con la combinación terapéutica propuesta lograron en un tiempo relativamente corto restablecerse de las quemaduras a partir de la disminución de las sensaciones de dolor, ardor y otras molestias asociadas a la lesión.
La aplicación de la pomada no provocó ninguna reacción negativa, ni la aparición de infecciones en las quemaduras u otra alteración, por lo tanto los pacientes no tuvieron que someterse a curas en el hospital, lo que disminuyó las afectaciones en los tejidos y los estados psicológicos desfavorables.
La combinación terapéutica no dejó secuelas en las zonas dañadas por la quemadura en los pacientes.
La validación de este tratamiento alternativo en las áreas de salud, con la participación de los especialistas, puede disminuir significativamente los costos de los procedimientos que actualmente se emplean en la atención a pacientes quemados.
Bibliografía
1. Arjo Huntleigh latinamerica inc. Miembro del Grupo GeTinGe. www.arjoHuntleigh.com.
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7. Ramírez Rivero, Carlos E (2010). Manejo de Quemados. Guías de práctica clínica basadas en la evidencia. Bogotá, Colombia: Editorial Asociación Colombiana de Facultades de Medicina.
Autor:
DrC. Alexis Rafael Macías Chávez
MSc. Yordenis Monge Rodríguez