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Nicolás Maquiavelo. Obras y aportes al pensamiento Filosófico?Político europeo de la época (página 2)


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El Absolutismo moderno

En los años iniciales del siglo XVI la monarquía absoluta había llegado a ser el tipo predominante del gobierno de la Europa occidental. Por todas partes se registraba un enorme fracaso de las instituciones medievales que la monarquía absoluta había logrado con sangre y fuego basándose en la fuerza.

A finales del siglo XV todos los cambios económicos producidos durante muchos años resultaron en una acumulación de efectos que equivalía a una remodelación de las instituciones medievales.

Todos estos cambios produjeron como cosa natural cambios paralelos en la teoría política. Y en los años iniciales del siglo XVI ese cambio se resume en la difícil figura de Nicolás Maquiavelo Nelly que nació el 3 de mayo de 1469 en Florencia y vivió con gran claridad la dirección que estaba tomando en toda Europa la evolución política, comprendiendo el arcaísmo de las instituciones que estaban siendo desplazadas.

Político y diplomático, habilísimo como organizador militar, competente, audaz pensador, literato con profunda visión e su época y poeta notable. Patriota exaltado, fue mas castigado por la adversidad que favorecido por la suerte. Siempre se le confirieron misiones importantes mas como espía distinguido que como embajador fastuoso.

Todo el sistema político de Maquiavelo esta expuesto en tres de sus obras:

Discurso sobre la primera década de Tito Livio.

– El Príncipe.

– El arte de la guerra.

En las tres domina la misma idea fundamental y bajo este concepto podría formar una sola, la expresión mas completa de sus ideas acerca de la organización de los estados basada en la libertad, en la igualdad ante la ley y en la participación de todas las clases en el gobierno, como formar una monarquía nueva, absoluta para lograr con ella unidad e independencia de la patria, como debe ser armado el pueblo para defender su unidad e independencia.

Sus ideas y pensamientos discurren teóricamente en términos generales, pero siempre con la mira de aplicar sus doctrinas a los intereses especiales de Italia, influenciado por la situación de Italia al terminar la edad media y la transformación que en ella y en Europa ocasiona el renacimiento en las postrimerías del siglo XV y XVI. Durante la edad media la política en Italia se limita a la lucha de preponderancia entre el pontificado y el imperio. Güelfos y Gibelinos pelean porque el emperador se someta al papa o porque el poder temporal del sacro imperio romano quede emancipado del espiritual del pontífice.

Maquiavelo entiende que para la gran obra de la unidad nacional el soberano necesita una suma de poder que solo cabe en un monarca absoluto. "?Para el buen éxito del intento de unir, armar y libertar a la patria, ha de ser y debe ser un tirano y un tirano hecho a imagen de los grandes legisladores." Armando el pueblo y expulsados los extranjeros, dará buenas leyes y procurara la duración y seguridad de su obra, confiando la defensa al pueblo.

Cuando habla de virtud se refiere a virtudes publicas, jamás a las privadas. No juzga nunca el valor de los actos individuales, sino su efecto real como actos políticos.

El pueblo debe estar armado y formar una milicia nacional capaz de convertirse en un ejército activo cuando las necesidades de la patria lo exija. El nervio de todo ejército debe ser la infantería a cuya organización hay que atender con preferencia. La verdadera fuerza militar de un estado ha de fundarse en el pueblo armado constituyendo el ejército nacional.

Le cabe la gloria de escribir un tratado de la táctica de su tiempo explicando como podría mejorarse y en lo que es fundamental y permanente en el arte de la guerra, tiene tanto valor sus máximas que se le ha llamado el primer clásico moderno en asuntos militares.

Dio gran valor a la unidad nacional, supo comprender con gran claridad la corrupción moral y política, demostró gran nostalgia por una vida social mas sana, tal como representaba a su juicio la antigua Roma.

Sin embargo aunque escribió en víspera de la reforma protestante casi no se da cuenta del papel de la iglesia y la religión en la política en los dos siglos siguientes, no obstante su visión política fue clara y amplia.

Consideró que la iglesia era especialmente responsable del estado e las cosas en Italia y dijo "?demasiado débil para unir a

Italia era el Papa, sin embargo suficientemente fuerte para impedir que ningún otro gobernante la uniera"

La sociedad y la política italiana son un ejemplo peculiar de un estado de decadencia institucional. Era una sociedad intelectual brillante y artísticamente creadora con un espíritu fríamente racional y empírico y sin embargo era presa de la peor corrupción política y la más baja degradación moral. La crueldad y el asesinato se habían convertido en procedimientos normales del gobierno, la buena fe y la lealtad habían languidecido, la fuerza y la astucia eran las claves del éxito, periodo llamado por Maquiavelo como de bastardos y aventureros que se le aplicaba muy bien el postulado Aristotélico de "?cuando el hombre se aparta de la ley y la justicia es el peor de los animales."

Maquiavelo es de modo muy acusado el teórico político del "hombre sin amo" de una sociedad en la que el individuo se encuentra solo, sin mas motivos ni intereses que los proporcionados por su propio egoísmo.

Se le conoce especialmente por sus cualidades de indiferencia por el uso de los medios inmorales para fines políticos y la creencia en que el gobierno se basa en gran parte en la fuerza y en la astucia. Sentía gran entusiasmo por el gobierno popular del tipo de la republica romana.

Sus escritos políticos pertenecen más bien a la literatura diplomática.

Caracterizo las situaciones políticas con juicio claro y frío, los recursos y la posición del adversario, el sentido común de la previsión de la lógica de los acontecimientos, la mecánica de los gobiernos, los medios para fortalecer el estado, las políticas susceptibles de aumentar su poder y los errores que llevan a la decadencia o ruina. Las medidas político ? militares son gran objeto de su interés y las separa de toda consideración moral, social o religiosa.

La finalidad de la política es concebir y aumentar el poder político y el patrón para juzgarla es su éxito en la consecución de ese propósito.

Que las políticas sean crueles, desleales o injustas le es cosa indiferente aunque se da cuenta de que pueden influir en su éxito.

Trató con frecuencia las ventajas que la inmoralidad hábilmente utilizada pueden proporcionar a los fines de un gobernante, siendo esto lo que le ha causado la mala reputación al florentino.

La mayor parte de su obra no es tanto inmoral cuanto amoral. Se limito a abstraer la política de toda consideración y escribió acerca de ella como si fuera un fin en sí "?un ejército lucha tanto con la moral como con los cañones, y el gobernante prudente se preocupara por que ambas cosas sean las mejores posibles."

Representó un ejemplo extremo de la doctrina de un doble patrón de moralidad: "?es distinta la moral para el gobernante y para el ciudadano privado. Se juzga el primero por el éxito conseguido en el mantenimiento y aumento de su poder, el segundo por el vigor que su conducta da al grupo social."

"?La naturaleza humana es siempre y en todas partes la misma."

Su método es la observación guiada por la astucia y el sentido común.

No desarrollo sus teorías políticas de modo sistemático, sino en forma de observaciones de situaciones determinadas.

Egoísmo universal

Tras casi todo lo que dijo Maquiavelo de política práctica estaba el supuesto de que la naturaleza humana es esencialmente egoísta y los motivos reales en que tiene que apoyarse un estadista, tales como el deseo de seguridad de las masas y el deseo de poder de los gobernantes son de ese carácter. El gobierno se funda en la realidad en la debilidad e insuficiencia del individuo que es incapaz de protegerse contra la agresión de otros individuos a menos que tenga el apoyo del poder del estado. La naturaleza humana es profundamente agresiva y ambiciosa, los hombres aspiran a conservar lo que tienen y a adquirir más.

Ni en el poder, ni en las posesiones hay limite normal para los deseos humanos, pero tanto el poder como las posesiones están siempre limitadas, en la realidad por la escasez natural. En consecuencia los hombres se encuentran siempre en situaciones de lucha y competencia que amenaza con degenerar en anarquía abierta a menos que los limite la fuerza que hay tras el derecho, en tanto que el poder del gobernante se basa en la misma inminencia o la anarquía y en el hecho de que la seguridad solo es posible cuando el gobierno es fuerte. Maquiavelo da siempre por comprobada esa concepción del gobierno aunque no la desarrolla hasta hacer de ella una teoría psicológica general de la conducta. Hace observar a menudo que los hombres son por lo general, malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto.

Insiste en que el gobierno que quiera tener éxito debe aspirar ante todo a la seguridad de la propiedad y la vida, ya que estos son los deseos más universales que hay en la naturaleza humana, de ahí su única observación de que "?un hombre olvida con más facilidad el asesinato de su padre, que la confiscación de su patrimonio." "?El gobernante prudente puede matar pero no debe saquear".

Era a la vez un admirador entusiasta de la república romana y un defensor del despotismo pues su problema fundamental fue fundar un estado en una sociedad corrompida (Italia).

Para él, corrupción en general es aquella decadencia de la virtud privada y la devoción que hace imposible el gobierno popular. Todas las formas de licencia y violencia, grandes desigualdades de riquezas y poder, la destrucción de la paz y la justicia, el desarrollo de la ambición desordenada, la desunión, la ilegalidad, la deshonestidad y el desprecio por la religión.

"?Cuando han decaído las virtudes necesarias, no hay posibilidad de restaurarlas, ni de tener un gobierno ordenado, salvo mediante el poder despótico."

Sin embargo aparte de la corrupción moral y la agresividad natural de la naturaleza humana, hace de la lucha y la competencia rasgos normales de toda sociedad. Esto explica, por una parte la derrota que ronda los pasos de todo gobierno: "?los hombres cometen siempre el error de no saber poner límites a sus esperanzas." pero también explica la estabilidad de una sociedad sana en la que los intereses contrapuestos se mantienen en equilibrio.

Consideraba la rivalidad entre patricios y plebeyos en Roma como el secreto del vigor humano, de ella nació la independencia y la fortaleza de carácter que apoyo la grandeza de Roma cuando la dirigieron gobernantes prudentes que tenían mucha autoridad pero sometida a la ley, la rivalidad que hacía posible las turbulencias se convirtió en una de las razones principales que hicieron de los romanos un pueblo guerrero y conquistador, que lo motivó a exponer la teoría de la forma mixta o equilibrada de gobierno (equilibrio no político sino social y económico), equilibrio de intereses contrapuestos, enfrenados por un soberano poderoso.

Legislador Omnipotente

"Un estado afortunado tiene que ser fundado por un solo hombre y las leyes y el gobierno por él creados determina el carácter nacional de su pueblo. La virtud moral y cívica surge de la ley y cuando una sociedad se ha corrompido no puede nunca reformarse por si misma, sino que tiene que tomarla en sus manos un legislador que pueda restaurarla a los sanos principios establecidos por su fundador."

"Es preciso establecer como regla general que nunca o rara vez ocurre que una república o reino sea bien organizado en su origen o completamente reformada en su constitución, sino por una sola persona, siendo indispensable que de uno solo dependa el plan de organización y la forma de realizarla."

No pensaba únicamente en la organización política, sino también en la constitución moral y social de un pueblo, que derivaba de la ley y de la sabiduría y previsión del legislador. Prácticamente no hay límites a lo que un estadista pueda hacer, siempre que comprenda las reglas de su arte.

Puede rasgar de arriba abajo los viejos estados y construir otros nuevos, cambiar las formas de gobierno, transplantar las poblaciones y edificar nuevas virtudes en las almas de sus súbditos. "Si un gobernante carece de soldados, no debe culpar a nadie sino a sí mismo ya que debería haber adoptado medidas para corregir la cobardía y el afeminamiento de su pueblo." "El legislador es el arquitecto, no solo del estado, sino también de la sociedad con todas sus instituciones morales, religiosas y económicas."

Esta noción enajenada de lo que puede hacer un gobernante y un estado se debía a varias causas. En parte reproducía el antiguo mito del legislador que Maquiavelo había leído de escritores como Cicerón y Polibio.

Reflejaba su comprensión del problema que se le planteaba a un gobernante en medio de la corrupción de la Italia del siglo XVI. Un gobernante que quisiera triunfar tenía que crear, con puro genio político un poder militar suficientemente fuerte para superar a las desordenadas ciudades y pequeños principados y producir finalmente un nuevo espíritu público y una nueva deidad cívica.

A demás de estas circunstancias históricas, la lógica de su propia filosofía política apuntaba a esa dirección: "?los individuos humanos son por naturaleza radicalmente egoístas, el estado y la fuerza que hay tras el derecho tienen que ser el único poder que mantenga unida a la sociedad, las obligaciones morales tienen que derivar en último término de la ley y del gobierno."

Se evidencia el doble patrón de conducta para el estadista y para el ciudadano privado, que constituye la nota principal de lo que se denomina maquiavelismo.

El gobernante como creador del estado, no solo esta fuera de la ley, esta también fuera de la moralidad. No hay otro patrón para juzgar sus actos sino el éxito de sus expedientes políticos para ampliar y perpetuar el poder de su estado.

Sancionó abiertamente el uso de la crueldad, la perfidia y el asesinato, con tal de que fueran utilizados con suficiente inteligencia y secreto para poder alcanzar sus fines.

"?pero conviene al fundador que, cuando el hecho lo acuse, el resultado lo excuse, y si este es bueno, siempre se le absolverá. Digna de censura es la violencia que destruye, no la violencia que reconstruye."

"El príncipe" de Maquiavelo es una encarnación perfecta de la astucia y el egoísmo, que aprovecha a su favor igualmente los vicios y las virtudes, es un cuadro idealizado del tirano italiano del siglo XVI. Es una pintura, exagerada del tipo de hombre que la edad de los déspotas puso en el primer plano de la vida política.

Maquiavelo admiraba por temperamento al tipo de gobernante lleno de recursos, aunque fuera falto de escrúpulos, tenia una profunda desconfianza por las medias tintas en política creyendo eran debidas con mas frecuencia a la debilidad que a los escrúpulos morales.

Su juicio estaba influido por dos admiraciones (hacia el déspota lleno de recursos y la admiración hacia el pueblo libre que se gobierna a si mismo) siendo estas incompatibles. Las empalmo en forma bastante precaria, como teorías de la fundación de un estado y de su conservación una vez fundado.

En términos modernos: una teoría de las revoluciones y otra del gobierno.

Recomendando el despotismo únicamente en dos casos un tanto especiales:

  • la creación de un estado nuevo.
  • La reformación de uno corrompido.

"Una vez fundado, un estado solo puede ser permanente si se admite una corta participación del pueblo en el gobierno".

"La violencia despótica es una fuerte medicina política, necesaria en los estados corrompidos y en circunstancias especiales, pero es un veneno que se precisa emplear con la máxima precaución".

Republicanismo y Nacionalismo

La conservación del estado a diferencia de su fundación depende de la excelencia de sus leyes, ya que estas son la fuente de todas las virtudes cívicas de sus ciudadanos.

Subraya la necesidad de que haya remedios legales para impedir la violencia ilegal y señala los peligros políticos de la conducta ilegal de los gobernantes y la locura de embarcarse en políticas vejatorias y encaminadas a causar molestias a los súbditos.

El gobernante prudente deberá abstenerse de tocar a la propiedad y a las mujeres de sus súbditos, ya que estas son las cuestiones que impulsan con mayor facilidad a la resistencia.

Favorecía un gobierno benévolo, y el empleo de la severidad cuando fuese necesaria, con moderación.

Un gobierno es mas estable cuando participa la mayoría, prefería la elección a la herencia como método de escoger gobernantes.

Se pronuncio a favor de una libertad general de proponer medidas encaminadas al bien público y de la libertad de discusión, para poder oír en todas las cuestiones a ambas partes antes de adoptar decisiones.

Desarrollo juicios bajos sobre la nobleza, alegando que sus intereses son antagónicos a los de la monarquía y de la clase media, y que el gobierno ordenado hacia necesaria su extirpación o supresión.

"Estos caballeros que viven en la ociosidad, manteniéndose con el producto de sus riquezas y sin prestar ningún servicio útil, son perniciosos en cualquier republica o estado".

Sentía gran repugnancia por los mercenarios causantes muy importantes del desorden que reinaba en Italia, no eran fieles a nadie, y con frecuencia resultaban mas peligrosos para quien los empleaba que para sus enemigos.

Percibía con gran claridad la ventaja que había conseguido Francia con la reorganización de su ejército y en consecuencia no se cansaba de insistir en que la preparación y equipo de un ejército de ciudadanos es la primera necesidad de un estado.

"Los mercenarios agotan el tesoro y abandonan en momentos de mayor necesidad".

Todo gobernante debe aspirar a poseer una poderosa fuerza integrada por sus súbditos, bien equipada y armada y disciplinada y unida a sus intereses por lazos de lealtad al estado.

Sin ella es presa de la lucha intestina y de la ambición de los príncipes vecinos.

Desarrolló un fuerte sentimiento de patriotismo nacional y de deseo de unificación de Italia librándola de desordenes internos y de los invasores extranjeros.

"El deber para con la patria supera a todos los demás deberes y a todos los escrúpulos porque cuando hay que resolver a cerca de su salvación, no cabe de tenerse por consideraciones de justicia o de injusticia, de humanidad o de crueldad, de gloria o de ignominia. Ante todo y sobre todo, lo indispensable es salvar su existencia y su libertad".

Conclusiones

Era un verdadero empirista, resultado de una amplísima observación política de una lectura de historia política todavía mayor. Su carácter fue complejo.

En la práctica pura y simple fue, de todos sus contemporáneos, el que tuvo mayor amplitud de visión y la penetración más clara de lo que era la tendencia general de la evolución europea.

Viviendo en una época en la que se estaba derrumbando el viejo orden político europeo y en la que estaban surgiendo con deslumbradora rapidez nuevos problemas, tanto en el estado, como en la sociedad, trato de interpretar el significado de los acontecimientos, de prever los resultados inevitables y de descubrir y formular las reglas que destinadas a dominar desde entonces la acción política estaban moldeándose o modelándose en medio de las condiciones que se estaban formando de la vida nacional.

Más que ningún otro pensador político fue Maquiavelo el creador del significado que se ha atribuido al estado en el pensamiento político moderno. Aun la palabra ESTADO empleada para designar al campo político soberano, parece haberse difundido en los idiomas modernos en gran parte debido a sus escritos.

El estado como fuerza organizada, suprema en su propio territorio, que persigue una política conciente de engrandecimiento en sus relaciones con otros estados, se convirtió no solo en la típica institución política moderna, sino en la institución cada vez más poderosa de la sociedad moderna. Sobre el estado recayeron en grado cada vez mayor el derecho y la obligación de regular y controlar a todas las demás instituciones sociales y de dirigirlas siguiendo líneas trazadas en interés del propio estado. El papel que el estado así concebido ha desempeñado en la política moderna es un índice de la claridad con que percibió Maquiavelo la tendencia de la evolución política.

Es común afirmar que antes de Maquiavelo no hubo ciencia política y que la obra de éste representa una verdadera novedad histórica. Bloch afirma que su "extraña doctrina de la técnica del gobierno . . . es cínica", y que el autor del El Príncipe concibe la política como una ejecución "sobre el teclado de la fuerza bruta", que produce, a pesar de éste, "un bello fragmento". En una frase, para Bloch, Maquiavelo es el hombre para quien el fin justifica los medios y su teoría expresa un desprecio total del hombre.

Una filosofía que atribuye principalmente los éxitos y fracasos de la política a la astucia o la ineptitud de los estadistas tiene que ser forzosamente superficial.

Maquiavelo concebía los factores morales, religiosos y económicos de la sociedad como fuerzas que un político puede utilizar inteligentemente en provecho del estado o incluso crear en interés del estado, y ello no solo invierte por completo un orden moral de valores, sino que invierte también el orden usual de eficacia causal.

El maquiavelismo es una ciencia,, sirve tanto a los reaccionarios como a los democráticos, como arte de esgrima sirve a los señores y a lo bandidos, para defenderse como para asesinar.

Croce.

Bibliografía

  1. Maquiavelo Nicolás, Obras políticas. Editorial de Ciencias Sociales, Instituto cubano del libro, La Habana 1971.
  2. Abaggnano tomo II, pág. 32
  3. http://teoriadelestado.blogspot.com
  4. www.monografias.com

Anexo 1

Niccolo Machiavelli El Príncipe (fragmento) " Cuando se trata, pues, de juzgar el interior de los hombres, y principalmente el de los príncipes, como no se puede recurrir a los tribunales, es preciso atenerse a los resultados: así lo que importa es allanar todas las dificultades para mantener su autoridad; y los medios, sean los que fueren, parecerán siempre honrosos y no faltará quien los alabe. Este mundo se compone de vulgo, el cual se lleva de la apariencia, y sólo atiende al éxito: el corto número de los que tienen un ingenio perspicaz no declara lo que percibe. (?) El príncipe que no sepa ser amigo o enemigo decidido, se granjeará con mucha dificultad la estimación de sus súbditos. Si están en guerra dos potencias vecinas, debe declararse por una de ellas, so pena de hacerse presa del vencedor, sin ningún recurso, y alegrándose el mismo vencido de su ruina; porque el vencedor no podrá mirar con buenos ojos a un enemigo incierto, que le abandonaría al primer revés de la fortuna, y el vencido nunca le perdonará que se haya mantenido tranquilo espectador de sus derrotas. "

Anexo 2

Niccolo Machiavelli Discurso sobre Tito Livio (fragmento) " Aunque por la naturaleza envidiosa de los hombres el encontrar modos y órdenes nuevos ha sido siempre tan peligroso como el buscar mares y tierras desconocidos, por estar ellos más dispuestos a censurar que a alabar las acciones de los demás, sin embargo ?llevado por ese deseo natural que siempre hubo en mí de realizar sin ninguna otra consideración aquellas cosas que yo creo aportan un beneficio común para todos los hombres-, he decidido entrar por una vía que, no habiendo sido todavía hollada por nadie, aunque pueda acarrearme fastidio y dificultades, podría también procurarme alguna recompensa por medio de aquellos que consideren humanamente el fin de estas fatigas mías. Y si la pobreza de mi ingenio, la poca experiencia de las cosas presentes y el escaso conocimiento de las antiguas harán este intento mío deficiente y de no mucha utilidad, al menos abrirán la vía a algún otro que, con más capacidad, más rigor de análisis y más juicio, podrá dar satisfacción a mi propósito, lo cual, si no me procurará alabanza, no debería acarrearme censura.

Considerando, pues, cuánto honor se atribuye a la Antigüedad y cómo muchas veces ?dejando a un lado otros muchos ejemplos- se ha comprado a gran precio un fragmento de una estatua antigua para tenerlo junto a sí, honrar la propia casa y poder hacer que lo imiten aquellos que se deleitan en tal arte, y cómo éstos después se esfuerzan con toda su habilidad por representarlo en todas sus obras; viendo por otra parte cómo las virtuosísimas realizaciones que las historias nos muestran ?llevadas a cabo por reinos y repúblicas antiguas, por reyes, capitanes, ciudadanos, legisladores y otros hombres que se esforzaron por su patria- son más bien admiradas que imitadas, incluso hasta tal punto evitadas por todos en el más mínimo de los detalles que de aquella antigua virtud no nos ha quedado señal alguna, no puedo evitar el sentir a un mismo tiempo admiración y dolor. Y esto tanto más cuando veo que en las disputas civiles que surgen entre los ciudadanos, o en las enfermedades en que caen los seres humanos, siempre se recurre a las sentencias o a los remedios dados o establecidos por los antiguos, porque las leyes civiles no son otra cosa que sentencias dadas por los antiguos jurisconsultos, las cuales -dispuestas de una forma ordenada- enseñan a juzgar a nuestros actuales jurisconsultos. Tampoco la medicina es otra cosa que experiencias llevadas a cabo por los médicos antiguos, sobre las cuales basan sus juicios los médicos actuales. No obstante, a la hora de ordenar las repúblicas, a la hora de conservar los Estados, gobernar los reinos, ordenar el ejército y hacer la guerra, a la hora de tratar a los súbditos y ampliar el Estado, no hay príncipe ni república que recurra a los ejemplos de los antiguos. Creo que esto no nace tanto de la debilidad a que la actual religión ha conducido al mundo o de ese mal causado a muchos países y ciudades cristianas por un ocio unido a la ambición, como del carecer de un verdadero conocimiento de las historias, por no extraer al leerlas el sentido ni gustar en ellas el sabor que contienen. De ahí nace que los muchos que las leen se deleitan oyendo la variedad de los acontecimientos que ellas contienen, sin pensar por lo demás en imitarlas, estimando que la imitación no sólo es difícil, sino imposible; como si el cielo, el sol, los elementos, los hombres, hubieran cambiado de movimiento, de orden y de poder con respecto a lo que eran en la Antigüedad. Queriendo, por tanto, sacar a los hombres de este error, he juzgado necesario escribir sobre todos aquellos libros de Tito Livio que la malignidad de los tiempos no nos ha interrumpido, lo que yo estime necesario, en función del conocimiento de las cosas antiguas y modernas, para la mejor inteligencia de ellos, con el fin de que quienes lean estas aclaraciones mías puedan extraer de ello más fácilmente aquella utilidad por la que se debe perseguir el conocimiento de las historias. Y aunque esta empresa es difícil, sin embargo ?ayudado por aquellos que me han exhortado a asumir esta carga-, creo que podré llevarla adelante de manera que a otro sólo le quede un breve trecho para conducirla hasta el lugar destinado. "

Anexo 3

  1. "Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres."
  2. "Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad."
  3. "Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado."
  4. "Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen."
  5. "Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser o extremadamente buenos o extremadamente malos."
  6. "Vale mas hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse."
  7. "El efecto más común de las revoluciones que padecen los imperios es hacer pasar a éstos del orden al desorden, para inmediatamente después devolverlos al orden"."
  8. "Son tan útiles las acusaciones en las repúblicas, como perjudiciales las calumnias."
  9. "El medio mas seguro y menos ruidoso para contener la ambición de cualquier hombre influyente en una republica, es adelantársele en el camino que conduce al poder."
  10. "No se debe amenazar, sin tener los medios de cumplir la amenaza."

 

 

 

Autor:

Yaumara Esquivel Rodríguez.

Luís Raúl Montoto Gutiérrez.

Asignatura: Historia del Pensamiento Político.

Escuela: Felipe Poey Aloy.

Alumnos de 3er año de Comunicación Social.

Partes: 1, 2
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