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Durkheim (página 2)


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El Hecho social como objeto de estudio

Los hechos sociales son maneras de pensar, obrar y sentir que existen con independencia de las manifestaciones individuales, o sea, son exteriores al individuo y generales de la sociedad, y además están dotados de una fuerza imperativa y coercitiva por sobre los sujetos.

Estos fenómenos nacen en el seno de la sociedad y residen en esta, y son de otra naturaleza que los hechos referidos a las conciencias individuales. En "Las reglas del método sociológico", Durkheim establece las diferencias entre los hechos que pertenecen al ámbito de estudio de la psicología y son internos del hombre, y los que son estudiados por la sociología, que son exteriores a él y estan facultados para ejercer una fuerza coercitiva sobre los individuos: "…Los hechos sociales y los psíquicos, no difieren solamente en calidad, sino que tienen otro sustrato, no evolucionan en el mismo medio, no dependen de las mismas condiciones…"(2).

Están impuestos por medio de normas que provienen de la conciencia pública y de las reglas del derecho, es decir, están tanto en la costumbre como plasmadas por escrito. Funcionan como reguladores de la conducta dentro de los límites de la conciencia moral, que es la que legitima estas reglas.

A su vez, los hechos sociales afirman a las instituciones, que Durkheim define como "…todas las creencias y (…) todas las formas de conducta instituidas por la colectividad…"(3) Estas existen con anterioridad al individuo y conforman a la sociedad, ya que surgen de la combinación de las acciones de un determinado grupo.

Decimos que existen con independencia de las conciencias individuales ya que las normas son impuestas al sujeto tanto por la educación escolar, como por el hábito colectivo, y al existir desde antes de su nacimiento, el individuo las considera naturales. Incluso no nota que son hechos de índole cultural, y que no provienen de él mismo. Las instituciones, en un principio, son creadas por los individuos, pero con el correr del tiempo, éstas se consolidan y se vuelven autónomas. Así, se conforma la conscience collective, que ejerce su poder de coerción sobre los sujetos. "…la conciencia colectiva, que no está constituida por la suma de las conciencias individuales, sino que es algo exterior a cada individuo y resume el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de una sociedad…"(4)

Esta fuerza reside en el hecho de que las normas estén instauradas en la sociedad; tanto en el ámbito legal (tal es el caso de las reglas del derecho, en el cual si las rompemos recibimos un castigo), como en la conciencia pública (los convencionalismos sociales: el idioma y las costumbres). En este caso, el castigo moral, o coacción indirecta, es tanto o más duro que el legal, ya que las actitudes de rechazo (burlas y aislamiento social) derivan en la soledad del individuo y que producen los mismos efectos de la pena legal. Sabemos que esta fuerza imperativa se encuentra siempre presente, ya que aunque aparezca únicamente cuando tratamos de resistirla, esto nos da la pauta de que también existe cuando nos amoldamos a ella. Ésta es la coacción social, la presión que ejerce la conciencia colectiva sobre las conciencias individuales. Se funda en el prestigio que tienen las instituciones y representaciones sociales. El individuo aprende a respetarlas y a no realizar cuestionamientos, mediante la educación que recibe a temprana edad: "…toda educación consiste en un esfuerzo continuo para imponer a los niños maneras de ver, de sentir y de obrar a las cuales no habrían llegado espontáneamente…"(5). Al pasar el tiempo, la coerción que ejerce la escuela sobre las acciones y formas de pensar de los individuos, se transforma en costumbres que este considera propias. "…Si con el tiempo dejan de sentir esta coacción, es que de a poco origina hábitos y tendencias internas que la hacen inútil, pero que sólo la reemplazan porque derivan de ella…"(6). De esta manera, toma este orden como natural y promueve la continuidad del mismo.

Las formas en que los hechos sociales pueden aparecer son tanto formas de hacer como formas de ser. Las primeras incluyen los condicionamientos sociales, como el idioma, las costumbres, el sistema monetario, las formas de producción, entre otros; y las reglas del derecho, que castigan los actos que puedan afectar a los demás individuos de la sociedad.

Las segundas son formas de hacer consolidadas en la morfología de los espacios culturales, como los ámbitos urbanos y rurales, la conformación de los mismos y la distribución de la población en estos. Algunos ejemplos de formas de ser son la locación de las viviendas en las ciudades y la forma y ubicación de las habitaciones dentro de las mismas, las señales de transito, las vías de comunicación que a su vez rigen al comercio, etc. Decimos que son la consolidación de las formas de hacer antes mencionadas porque, al igual que estas, regulan permanentemente el desenvolvimiento y la comunicación de los individuos dentro de la sociedad. "…Los hechos que nos han servido de base son todos maneras de hacer; son de orden fisiológico. Ahora bien: existen también maneras de ser colectivas; es decir hechos sociales de orden anatómico y morfológico (…) [que] no parecen (…) poder reducirse a maneras de obrar, o de sentir, o de pensar."(7).

En el siguiente apartado, profundizaremos en el método del estudio de la sociología de Durkheim, y detallaremos las corrientes de pensamiento que influyeron en su manera de ver lo social.

El método sociológico

Durkheim sostiene que los hechos sociales deben ser tratados como cosas, ya que tanto estos como los objetos materiales tienen un grado de existencia exterior al hombre y a su interpretación personal sobre los mismos. "…Todo objeto de ciencia es una cosa, con excepción (…) de los objetos matemáticos…"(8). Toma a estos hechos como una realidad objetiva, para poder analizarlos del mismo modo que las ciencias naturales, realizando observaciones cada vez mas profundas sobre ellos, para llegar a retratarlos de la manera mas objetiva posible. Al respecto afirma que estos hechos no pueden ser conocidos mediante una mera introspección o análisis mental, porque son ajenos a nosotros y, por lo tanto, incógnitas. "…tratar a los hechos de un cierto orden como cosas (…) es abordar su estudio, partiendo del principio de que se ignora absolutamente lo que son, y que sus propiedades características, al igual que las causas desconocidas de que dependen, no pueden ser descubiertas ni siquiera por la introspección más atenta…"(9). La forma en la que se los debe estudiar es, entonces, la observación empírica, en la cual cobra mucha importancia la objetividad del investigador.

Los hechos sociales son objetivos, por su condición de existir con independencia de los individuos, pero son interpretados en forma subjetiva por cada particular. En el caso del investigador, es necesario que suprima sus juicios personales, para no llegar en la conclusión a las concepciones que tenía previamente sobre el objeto de estudio.

Para esto, Durkheim busca la existencia de características de lo social que permitan reconocer a estos hechos, independientemente de la forma en que se presenten.

A continuación, repasaremos las corrientes epistemológicas que influyeron en el pensamiento del autor, para visualizar como operan en su forma de ver lo social. La principal es el positivismo científico, cuya metodología esta basada en las ciencias duras. Homologa los objetos de estudio de lo natural y de lo social, estableciendo un paralelismo entre fenómenos. De esta manera, le da legitimidad a las ciencias sociales al equipararlas con las naturales, que ya estaban consolidadas y eran tomadas como un parámetro para la investigación en las otras ciencias. "…El objeto de la sociología es el estudio de los hechos sociales; el método para estudiarlos es considerarlos como cosas. Solo a partir de esto la sociología puede legítimamente ser considerada –según Durkheim- como una ciencia similar al resto de las ramas del conocimiento empírico…"(10).

La forma de conocer lo social en el positivismo es mediante la observación empírica, que implica realizar un retrato fiel de la realidad basándose en los hechos que la componen. Para eso es necesario que el investigador conserve la neutralidad, y así llegar a lo conclusión de la forma mas objetiva posible.

Otra característica de esta corriente es la utilización del pensamiento nomotético-deductivo, que intenta dar una explicación causal a los fenómenos, es decir, busca regularidades en los factores anteriores que inciden en el objeto a estudiar, leyes que rijan lo social. De esta forma, si se modifican estos factores, habrá a su vez una transformación de los hechos resultantes.

Dentro del positivismo, Durkheim retoma el aporte de Herbert Spencer, quien aplica la teoría de la evolución de Charles Darwin para el estudio de la sociedad. "…Para Spencer no existían diferencias metodológicas en el estudio de la naturaleza y de la sociedad. El principio que unificaba ambos campos era el de la evolución(…) las teorías de Darwin…"(11). Afirma que las sociedades pasan por diferentes etapas en las cuales se van complejizando y heterogeneizando progresivamente.

También fue influenciado por la ideología tradicionalista de Louis de Bonald, Joseph de Maistre y Edmund Burke, quienes planteaban la "filosofía de la restauración", estableciendo que la armonía dentro de la sociedad solo podría lograrse mediante el retorno al orden medieval, a sus instituciones y estructura fundamentales."…Surge así la reacción antiiluminista, la nostalgia por el orden perdido, la filosofía de la restauración. (…) [Una] reivindicación del orden medieval, de su unidad, de su armonía."(12). Esto se relaciona con las ideas políticas de Durkheim.

El suicidio como hecho social

En este apartado daremos cuenta brevemente del análisis que realizó Durkheim sobre el suicidio tomado como un hecho social.

En el capítulo introductorio de "El Suicidio", lo define como "…todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado…"(13). Puede ser resultado de una acción, como de una omisión. Se considera un suicidio el dejar de comer, como provocarse la muerte con un arma de fuego, siempre que el individuo conozca la consecuencia necesaria de tal acto.

El suicidio es un hecho social porque las causas que lo condicionan no son de índole orgánica ni psicológica. No son orgánicas porque no forma parte de la naturaleza del ser humano. En éste existe un instinto de conservación de la vida. Tampoco son de origen psicológico, porque según Durkheim, "…no hay desgracias en la vida que determinen necesariamente al hombre a matarse si no está inclinado a hacerlo por otra causa…"(14). Por esto queremos decir que en el suicidio no sólo se puede reconocer la intención o de matarse, también hay casos en los que no haya una voluntad de hacerlo: "…El soldado que corre a una muerte cierta, por salvar a su regimiento, no quiere morir y no es el autor de su propia muerte…"(15).

Encontró que existe una relación entre integración social y suicidio, que se mantiene constante, prescindiendo del sector institucional de la sociedad que se analiza. Estableció la siguiente proposición: el suicidio varía en razón inversa del grado de integración de los grupos sociales de que forma parte el individuo.

Durkheim lo clasifica en tres tipos. Son el suicidio egoísta, el suicidio altruista, y el suicidio anómico.

El suicidio egoísta es el que se da en los individuos que tienen muy poca relación con la sociedad, están aislados de ella. Estableció la siguiente proposición: el suicidio varía en razón inversa del grado de integración de los grupos sociales de que forma parte el individuo. "…Así este tipo de suicidio (…) es consecuencia de un estado de cosas donde el yo individual se afirma con exceso frente al yo social y a expensas de este último…"(16).

Por otro lado, existe otro tipo de suicidio, el altruista. Aparece en individuos demasiado integrados con la sociedad. Esta integración hace que éste sea capaz de dar la vida para preservar los lazos de solidaridad dentro de su grupo. Se puede observar aquí la existencia de una fuerte conciencia colectiva que domina los actos de los integrantes de una sociedad, que los conduce a sacrificar su vida con miras al mantenimiento de un valor colectivo.

Por último, está el suicidio anómico que procede de la falta de reglamentación moral. El individuo no acepta las normas de la sociedad en la que está inmerso y es la misma sociedad quien pone límites a las ambiciones de los hombres con respecto a su vida, cuando el sujeto no las considera válidas, pretende más de lo que podrá conseguir, y cae en la frustración.

Conclusión

En nuestro trabajo pudimos analizar la forma de ver lo social de Durkheim y dar cuenta de los aportes que hizo a la sociología, en sus obras "Las Reglas del Método Sociológico" y "El Suicidio".

Partimos de la definición del hecho social, al que Durkheim toma como objeto de estudio. Luego explicamos los aspectos de éste. Se caracteriza por ser exterior al individuo, ya que es preexistente a éste , y tener un poder coercitivo que actúa sobre las conciencias individuales. A continuación, planteamos el método de estudio de lo social, el cual consiste en tratar a los hechos sociales como cosas. De esta manera, Durkheim reivindica para ellos un grado de realidad al mismo nivel que los objetos materiales. Asimismo, equipara el método de las ciencias sociales con el de las naturales, con el objetivo de legitimizar el estudio de los social como ciencia positiva. Para comprender mejor este método, profundizamos en las corrientes epistemológicas que influyeron en el pensamiento del autor, y en su forma de ver lo social. Estas son principalmente el positivismo, y de modo más específico, la idea de evolucionismo planteada por Spencer, y el conservadurismo, de Louis de Bonald, Joseph de Maistre y Edmond Burke.

Por último observamos la aplicación de estos conceptos en su obra "El Suicidio", identificando así porqué Durkheim dice que es un hecho social, y las categorías en que lo clasifica. Parte del supuesto de que las causas del suicidio no siempre implican la voluntad individual de quitarse la vida, porque existe una fuerza colectiva que impulsa a los hombres a matarse. Y logra así clasificar los suicidios en tres tipos: egoísta, altruista y anómico.

Bibliografía

Durkheim, E. El Suicidio. Ed. Akal Universitaria. Madrid. 1985

Giddens, A: El capitalismo y la moderna teoría social. Ed. Colección Idea Universitaria. Barcelona. 1998

Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990.

Sell, C. E. Sociología Clásica: Durkheim – Weber – Mark. Ed. EDIFUR. Brasil. 2001. Material de circulación interna. Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano.

Notas

1- Este apartado fue elaborado a partir de: Sell, C. E. Sociología Clásica: Durkheim – Weber – Mark. Ed. EDIFUR. Brasil. 2001. Material de circulación interna. Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano.

2- Durkheim, E. Las Reglas del Método Sociológico en Portantiero, J. C. La Sociología Clásica. Durkheim, y Weber. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1990. Pág. 39

3- Durkheim, E. Las Reglas del Método Sociológico en Portantiero, J. C. La Sociología Clásica. Durkheim, y Weber. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1990. Pág. 44

4- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 14

5- Durkheim, E. Las Reglas del Método Sociológico en Portantiero, J. C. La Sociología Clásica. Durkheim, y Weber. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1990. Pág. 49

6- Durkheim, E. Las Reglas del Método Sociológico en Portantiero, J. C. La Sociología Clásica. Durkheim, y Weber. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1990. Pág 49

7- Durkheim, E. Las Reglas del Método Sociológico en Portantiero, J. C. La Sociología Clásica. Durkheim, y Weber. Centro editor de América Latina. Bueno Aires. 1990. Pág. 53

8- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 35

9- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 35

10- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 15.

11- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 10.

12- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 10.

13- Durkheim, E. El Suicidio. Ed. Akal Universitaria. Madrid. 1985. Pág 16

14- Portantiero, J,C.:La Sociología clásica. Durkheim y Weber. Centro editor de América latina. Buenos Aires, 1990. Pág 60

15- Durkheim, E. El Suicidio. Ed. Akal Universitaria. Madrid. 1985. Pág 15

16- Durkheim. El Suicidio en Anthony Giddens. El capitalismo y la moderna teoría social. Ed. Colección Idea Universitaria. Barcelona. 1998. Pág 154

 

Carolina Alarcón

Sofía Piuzzi

Datos de las autoras

Las autoras de la presente monografía son Carolina Alarcón y Sofía Piuzzi. Nacieron en Córdoba, Argentina. Son estudiantes de séptimo año de la orientación en Humanidades y Ciencias Sociales de la Escuela Superior de Comercio "Manuel Belgrano".

Córdoba, Argentina

Junio 2007

Partes: 1, 2
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