INTRODUCCIÓN
El mantenimiento del cuerpo humano en buen estado, tanto estético como de funcionamiento, ha sido una preocupación muy antigua. Las primeras noticias concretas, sin embargo, provienen de la Grecia clásica, en donde la belleza anatómica llegó a constituir un objetivo central, a generar interés y despertar una afición, siempre en la perspectiva de buscar un equilibrio con el desarrollo de la mente. También la vieja Grecia nos ha legado la conversión de la educación física en deporte competitivo y, por lo tanto, en espectáculo, aunque todo ello contemplado desde una óptica en la que primaron combinados la salud y el ocio.
Con el desarrollo de la sociedad industrial y urbana del siglo XIX, aquel viejo legado, que apenas había hallado continuidad, fue recuperado y transformado en diversos sentidos. Por una parte, especialmente en el siglo XX y después de la Segunda Guerra Mundial, el deporte como espectáculo ha sufrido un proceso profundo de comercialización, resultado del cual ha sido la profesionalización del practicante y, en muchas ocasiones, la politización de las prácticas deportivas y de la competitividad extremada, disolviéndose muchas veces aquel viejo "espíritu olímpico" que imperaba en el Mediterráneo.
Sin embargo, es necesario reconocer que esa transformación ha operado también en otros planos muy positivos. Por ejemplo, la educación física ha sido introducida en las escuelas como parte de la enseñanza, buscando combinar la salud mental con la física, elementos básicos de una ciudadanía estable y dinámica. Y, por otra parte, al margen del gran espectáculo, los medios de comunicación han contribuido a difundir entre los ciudadanos la necesidad de una práctica física como complemento de las demás actividades.
En un plano distinto, el carácter colectivo de la mayoría de los deportes ha contribuido a reforzar la fraternidad entre las personas y, a pesar de las dificultades, la fraternidad entre los pueblos a partir de los encuentros internacionales, cuya culminación son los Juegos Olímpicos que se celebran cada cuatro años.
Si la historia fuese una sumatoria de fechas y cuadros sinópticos, podríamos buscar el dato que nos indique el día en el que por primera vez en estas tierras, tan alejadas de los centros civilizados, se disputó una competencia de algo más serio y menos trágico que una batalla militar.
Afortunadamente, una vez comprobamos que el deporte, su historia, su nivel competitivo y su lugar se convierten en un síntoma de lo que pasa, de cómo se vive en esa sociedad. Argentina tiene casi 180 años, pero su organización institucional es mucho más reciente. A fines del siglo pasado comienza a institucionalizarse la actividad deportiva.
Cuando hablamos de deporte, indudablemente pensamos en el fútbol. La disciplina que congrega a la mayor masa de personas, sin distinción de sexo, edad, clase social . . .
Es por eso que en este trabajo trataremos de sintetizar posiblemente los 60 años más importantes de la adicción más sana que poseemos los argentinos: 1920 – 1980.
uestro más popular deporte llegó a Buenos Aires hacia 1840, practicado por los tripulantes de barcos ingleses, que entretenían sus ratos de ocio en los terrenos próximos al puerto.
Desde esa época datan los encuentros entre los miembros de la colectividad británica, actividad que culminó en 1867, cuando los hermanos Hoggs y otros connacionales fundaron el Buenos Aires Football, entidad que a los pocos días, y ante la curiosa mirada de los criollos, organizó el primer certamen entre "gorras blancas" y "gorras coloradas".
Con todo, la actividad futbolística adquirió un repentino desarrollo a partir de 1880, con la llegada del profesor Watson Hutton. Este, dedicado a la docencia y a la actividad deportiva, impuso en los colegios particulares en los que actuaba la práctica intensiva y racional de la cultura física. Gracias a su iniciativa, el fútbol adquirió un creciente desarrollo, aunque todavía y por varios años más continuó siendo practicado sólo por los equipos de los colegios ingleses, los empleados del Ferrocarril y otras empresas extranjeras.
Entre tanto, en la masa popular se había despertado un increíble entusiasmo por este deporte, que se concretó en los primeros años del siglo actual con la fundación de varios clubes que llegarían a ser los actuales pilares del fútbol nacional, como River Plate, Boca Junior`s, Ferrocarril Oeste, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Rosario Central.
Desde ese entonces, los periódicos anuncian obligadamente los partidos y comentan los resultados, certificando que el fútbol, practicado en todos los rincones y por todas las clases sociales, era indiscutiblemente el "deporte argentino".
En los primeros tiempos, los uruguayos, también grandes cultores de este deporte, fueron casi siempre nuestros más tenaces rivales y con ellos ha estado en permanente discusión la supremacía del fútbol rioplatense. Andando los años, nuevos rivales se sumaron a esta puja, que incluyó en forma destacada a Brasil con Pelé y otros ases de fama mundial.
Entre todas las competencias futbolísticas se destacan los Campeonatos Mundiales, que cada cuatro años se realizan en distintos países y que llegan a convertirse en sucesos de interés planetario, especialmente con el advenimiento de la televisión, que permite la transmisión instantánea de los partidos a todos los continentes. En varias de estas magnas competencias, nuestros seleccionados nacionales tuvieron brillante desempeño
Uruguay se quedó con el primer Mundial.
A las dos de la tarde del miércoles 30 de julio de 1930 la confraternidad rioplatense se tomó un respiro. Once argentinos y otros tantos uruguayos concluían la final del primer campeonato mundial de fútbol. Escenario del acontecimiento que seguían 70 mil hinchas – sólo 7 mil entradas se habían vendido en Argentina. Responsables de lucir los colores argentinos: Botasso, Della Torre, Paternoster, Juan Evaristo, Monti, Arico Suárez, Peucelle, Varallo, Stábile, Ferreyra y Mario Evaristo; resultado: 4 a 2 a favor del local; goles albicelestes de Peucelle y Stábile, goles charrúas de Dorado, Cea, Iriarte y el "manco" Castro; desilusiones varias y también excusas para la derrota.
Claro que entonces parecían tener fundamentos; tanto que Augusto Rouquet, presidente de la Asociación Argentina anunciaba esa misma noche la ruptura de relaciones con los dirigentes uruguayos. Las palabras que utilizó en la ocasión fueron algo dramáticas: " . . . el triunfo – dijo – hubiera costado la vida a más de un jugador". Opinión coincidente con una respuesta de Monti a Varallo: "Pibe, si ganamos, hoy no salimos vivos".
Vivos salieron, pero abundaron las contusiones y magullones, y la custodia policial para retirarse del estadio. Luego vendrían los premios, magros para los perdedores, de inusitada generosidad para los uruguayos, nada menos que 25 mil pesos oro.
Profesionalismo
Al pasar los años surgieron discusiones sobre un tema muy importante para el futuro del fútbol: su profesionalismo. Ya iniciada la guerra entre los adherentes a la idea del fútbol amateur, y aquéllos que se mostraban proclives a instaurar el profesionalismo se finalizó con la creación de la Liga Argentina de Fútbol, el 18 de mayo de 1931. Esta institución que marcó el triunfo de la segunda tesis, precedido por huelgas de jugadores y marchas de protesta, y hasta con una reunión con el Presidente de la Nación.
Boca Junior`s logró repetir la performance del último campeonato amateur y se consagró primer campeón profesional.
No faltaron en el transcurso de la serie altercados e incidentes que ,como en el caso del partido Boca Junior`s – River Plate, motivaron la interrupción del cotejo ante la agresión que recibiera el juez por parte de los jugadores riverplatenses.
River se quedó con el segundo campeonato
El segundo campeonato profesional de fútbol dio ventaja a River Plate. Las adquisiciones obtenidas por este club a elevado costo le ganaron un mote popular: los millonarios. Ya entonces los encuentros entre Boca y River eran considerados "clásicos"
Para la hinchada de San Lorenzo no fue difícil encontrarle un mote que lo identificara entre todos los demás equipos que lucharon por el campeonato profesional. El "ciclón" pareció entonces un adecuado bautismo para un cuadro que arrasó con todos sus adversarios.
El recién bautizado ciclón venció en el último encuentro a Chacarita y se consagró campeón en el torneo profesional del 1933
También en este año nació otro apodo, esta vez para Gimnasia y Esgrima de La Plata: el "expreso", calificativo acuñado por el periodismo cuando soportó según las crónicas una oposición desleal cuando le tocó defender los dos puntos en la Capital Federal.
Durante esos años se construyeron estadios apropiados a la magnitud del entusiasmo general. Independiente inicia el movimiento, construyendo el suyo; de cemento, en 1928. Diez años después se levanta el Estadio Monumental de River, mientras Boca construye su "bombonera" en el `40; Huracán lo hizo en el `49; Racing en el `50 y Vélez Sarfield en el `52.
El II Campeonato Mundial: fútbol politizado.
Pocas veces un campeonato mundial sirvió tanto a motivaciones políticas como la copa de 1934, el segundo en la serie de este tipo de torneos. Italia, en pleno apogeo fascista, consiguió el beneplácito de la FIFA, a la sazón presidida por Jules Rimet.
Los representantes del "duce" materializaron la organización con 32 equipos, entre los que se notaba la ausencia del anterior ganador: Uruguay, que devolvió de esta forma el abstencionismo practicado por Italia 4 años atrás. Mientras tanto, los subcampeones de aquel evento, la Argentina, enviaba un equipo aficionado. No eran, seguramente, aficionados los jugadores argentinos que alinearon en su escuadra los peninsulares, ya que Monti, Orsi, Guaita y De María vistieron la camiseta "azzurra" en virtud de un pretexto ventajoso: la doble nacionalidad.
Como no era difícil de prever, el representante albiceleste quedó eliminado en los octavos de final; eliminado también Brasil, la disputa se circunscribió a los europeos.
En el último partido el elenco del país sede se midió con Checoslovaquia, equipo que se puso en ventaja pero no resistió el asedio de los itálicos, quienes luego de empatar, lograron en el alargue el gol del triunfo.
Sin embargo, la prueba de fuego para los flamantes campeones había sido el enfrentamiento con los españoles, a quienes doblegaron luego de dos batallados encuentros, el primero de los cuales tuvo una tensa prórroga, que no logró cambiar el empate en un tanto por bando.
Pero los aspectos extradeportivos monopolizaron la atención de la opinión pública. La presencia de Mussolini, quien vio bautizado con su nombre el estadio de Turín, presenció la final junto a la totalidad de los funcionarios de su partido y ofreció a sus connacionales triunfantes la Copa del Duce, que forzosamente mantuvo con su mano izquierda, el capital Combi. Antes los había saludado desde el palco con el brazo extendido.
El éxito de los italianos también se manifestó en el plano económico, ya que el torneo significó un rédito de casi 1.500.000 liras, suma que se repartió entre los equipos participantes y la federación responsable.
Argentina suma copas
El decimocuarto torneo de fútbol por la copa América tuvo como escenario el campo de San Lorenzo, en 1938. En un partido final plagado de interrupciones (se alargó hasta las tres de la mañana), el representativo nacional se quedó con la victoria tras vencer a sus eternos enemigos, los brasileños, por 2 a 0.
Los goles convertidos por el juvenil Vicente de la Mata y por Francisco Varallo quien había ingresado en el tiempo suplementario, hicieron estallar las tribunas, que despidieron con copiosos aplausos a las delegaciones.
Más equipos en el campeonato profesional
La inclusión solicitada por los conjuntos de Rosario Central y Newell`s All Boys se resuelve positivamente en 1939. De todos modos, el ganador del certamen, Independiente, superó a aquellos recién llegados y a todos los demás competidores, relegando a River Plate por 6 puntos.
Precisamente el subcampeón debió, ya sobre el cierre del torneo, soportar una huelga de solidaridad del plantel planteada frente a la suspención del jugador José Manuel Moreno por dos fechas.
En el `41 le tocó a River.
Doble halago cosechó River Plate sobre el final del campeonato. Primero ganar el título y luego, en el anteúltimo encuentro del torneo, apabullar a su tradicional rival Boca Junior`s en el Monumental. Lo venció 5 a 1 el domingo 19 de octubre. Subcampeón fue San Lorenzo, responsable de una meritoria campaña, que le alcanzó para ubicarse a 4 puntos del campeón.
La despedida del equipo millonario se verificó frente a Estudiantes de La Plata, equipo que no pudo impedir la continuación de la serie de triunfos del equipo riverplatense que lo venció 3 a 1.
Al campeonato de 1942 también se lo llevaron los millonarios
Todo a un tiempo: ritmo, contundencia ofensiva y juego brillante. Atributos que lucía River Plate y que eran aplaudidos desde los cuatros costados de la cancha, le permitieron llevarse otro campeonato profesional.
Descollaban como auténticos astros, y en un pie de igualdad, Pedernera, Moreno, Labruna y Loustau, en otro tanto, otros un poco más sacrificados cimentaban la defensa estructural del equipo millonario: Rodolfi, Ramos, Yácono y Cadilla.
Poseedores del toque corto, asumían una prestancia de equipo difícil de igualar. Subcampeón del torneo resultó San Lorenzo, digno escolta que se ubicó a 6 puntos del triunfador.
En tanto el campeonato de primera división B se define a favor de Rosario Central, que aventaja por 8 puntos a su más inmediato perseguidor: excursionistas.
Boca vuelve en el `43
El equipo de Boca logró, luego de un comienzo de torneo algo vacilante, el título de campeón. Lo mismo, la incorporación de otra estrella en el clásico escudo no resultó el único premio para la afición adicta, ya que postergó a River (subcampeón) y sumó 23 partidos sin conocer la derrota.
Como en años anteriores lució a Ernesto Lazzati, quien era el preferido en las tribunas.
El goleador del campeonato, Arrieta, no perteneció a ninguno de los equipos clasificados en primer término (Boca, River y San Lorenzo), sino al que ocupó el décimo lugar: Lanus.
La copa del campeonato del `44 se la ganó Boca.
No poco mérito cosechó Boca Junior`s al imponerse en el torneo oficial y simultáneamente convertirse en el equipo con mayor números de goles, nada menos que 82 a lo largo del torneo.
Como siempre las actuaciones de los Xeneises lograron la adhesión de su ya clásica tribuna.
Detrás en la tabla, a tan sólo dos puntos quedó River Plate, su eterno rival.
El sudamericano del `45 es para Argentina
Con un espectacular gol de Obdulio Varela la representación argentina se impuso en la final del sudamericano, llevada a cabo en Chile, frente a los tradicionales oponentes de la Banda Oriental.
El conjunto nacional se formó con un grupo importante de famosos, Loustau, Pescia, Oscar Sastre y René Pontoni. Todos bajo la conducción de Guillermo Stábile.
Campeonato de primera división de 1945 para River
En este campeonato River Plate cosechaba los frutos del funcionamiento de su equipo al obtener el trofeo. En esa temporada, el equipo contó con la personalidad de Néstor "Pipo" Rossi, quien infundió en el equipo una táctica novedosa: no perder el balón hasta el momento de definir. El que más éxito tuvo en las definicones fue Ángel Labruna, goleador del torneo con 25 llegadas al arco.
River superó en esa oportunidad a Boca, subcampeón cuatro puntos más abajo.
Evolución en el fútbol: San Lorenzo campeón en 1946
Si bien todo el equipo "santo" rindió en parejo nivel durante todo el campeonato, vale nombrar por su calidad y alto promedio de goles al terceto central, integrado por Farro, Pontoni y Martino.
A través de los treinta partidos del nacional, San Lorenzo puso en manifiesto un juego alegre, producto de la orientación del técnico del conjunto: Pedro Omar.
Lo siguieron en la tabla de posiciones Boca y River en el segundo y tercer puesto respectivamente.
En el `47 el sudamericano se queda en casa
En noche de gloria para el fútbol rioplatense, Argentina retuvo la Copa América. El país conquistó en Ecuador el Campeonato Sudamericano de Fútbol.
El equipo ofreció las exhibiciones técnicas de mayor calidad y demostró una gran eficacia y capacidad de realización.
Racing, en 1949, por primera vez campeón
Llevaba Racing 24 años de actuación en los torneos oficiales cuando logra imponerse a los demás participantes y adjudicarse el campeonato. La diferencia de puntos que lo separó de sus inmediatos perseguidores, a 6 puntos quedaron Platense y River, marcó la supremacía del equipo.
Racing repite su performance al año siguiente dejando varios puntos atrás a Boca e Independiente.
En 1951 obtuvo por tercera vez consecutiva el torneo de la división mayor.
En 1953 les ganamos a los ingleses
Con el marco de una multitud que colmaba el estadio de River Plate, el 14 de mayo se produce la primera caída de una representación inglesa frente a su par argentino.
En la ocasión se lleva las palmas Ernesto Grillo. Completa el tanteador del seleccionado nacional Rodolfo Micheli.
No sería, el único triunfo resonante de esta selección argentina ya que, el 5 de julio superó al representativo español por la mínima diferencia.
Vélez Sarfield subcampeón en el `53
Como en el año anterior, el once de River Plate se alza con el campeonato, superando por cuatro puntos a Vélez Sarfield, que logra así su mejor performance hasta entonces.
Argentina campeón sudamericano del `55
Ante un público de 60.000 personal el representativo nacional venció al conjunto chileno que jugaba de local en Santiago de Chile, por la mínima diferencia, logrando el triunfo gracias a un gol de Micheli a los 14 minutos del segundo tiempo.
El de 1955 lo ganó River.
Con una desudada diferencia a favor de siete puntos sobre el equipo inmediato, River Plate se consagró campeón del torneo profesional.
Se apreció el surgimiento de dos figuras que serían pivote de los millonarios: Sivori y Menéndez
Otra vez River.
En una campaña signada por 17 partidos ganados, 9 empates, y tal sólo 4 derrotas, River logró un nuevo campeonato profesional de fútbol (1956).
Sin embargo, fue un cuadro de los llamados "chicos" el verdadero protagonista del torneo. Lanús a tan sólo dos puntos del ganador logró en memorable campaña el subcampeonato.
Sudamericano de 1957 para los albicelestes.
Con un conjunto casi improvisado sobre el primer partido, el seleccionado nacional obtuvo el Campeonato Sudamericano.
Ese mismo año el equipo nacional clasificó en las eliminatorias para el mundial de Suecia.
River tricampeón: el logro de una hazaña.
Como antes lo había conseguido el equipo de Racing, el conjunto millonario conquista, junto al campeonato de ese año (1957), el honor de coronarse tres veces consecutivas ganador del torneo profesional.
Con una luz de ocho puntos, prueba de su exitosa campaña, y con la delantera más goleadora, 75 tantos a favor, el once de Núñez alcanzó su decimotercer primer puesto en la etapa profesional. También ese año llegó el halago para el puntero izquierdo del campeón, Roberto Zárate, que logró encaramarse al frente de la tabla de goleadores con 22 tantos.
En el otro extremo de la tabla, la suerte marcó el descenso de Ferrocarril Oeste.
La revancha en el Sudamericano de 1959.
Si bien los ecos de la aplastante derrota sufrida en Suecia por la selección argentina perduraban todavía, el representativo nacional tuvo una buena oportunidad para rehabilitarse en el vigésimo Campeonato Sudamericano.
A tan sólo nueve meses del triste papel en el mundial el once local se tomaba su revancha, al ganar el sudamericano con 19 goles a favor y 5 en contra; además, por supuesto, del honroso invicto que logró.
No por casualidad sin embargo, al único que no pueden vencer los argentinos es al flamante campeón del mundo, con su máxima estrella: Pelé. El partido finaliza empatado en un tanto por bando.
1959: San Lorenzo campeón.
Con siete puntos de diferencia con respecto al equipo que le sigue San Lorenzo de Almagro logra el campeonato profesional de primera división. Fue el año en que Sanfilipo se encontró en la cima de la tabla de goleadores con 31 tantos, sobre los 75 que había logrado su equipo.
El subcampeonato fue para Racing que poseía la delantera más goleadora.
La "Academia" campeón.
Consagratoria actuación cumplió Racing al obtener el campeonato profesional de primera división en 1961. Sólo dos derrotas perturbaron su marcha triunfal.
Para José Sanfilipo, "abitué" de la tabla de goleadores llega a una consagración más. Se encuentra al tope de los jugadores que obtuvieron mayor número de tantos, en la ocasión 29 goles.
Durante 1961,con la vista en el mundial de Chile.
Provisorio debut tuvo el seleccionado argentino en la serie de partidos amistosos considerados preparatorios a su participación en el mundial de Chile del año siguiente.
Precisamente el balance final de estos partidos mueve al director técnico, Victorio Spinetto, a incorporar otras figuras al plantel original: Andrada, Saínz, Ratín, entre otros.
Argentina eliminada en Chile `62.
El 18 de enero el seleccionado argentino no conocía los rivales que le tocaría enfrentar en los octavos de final del Campeonato Mundial que se llevaría a cabo en Chile.
La performance de los argentinos no alcanzó a conformar a nadie en su corta participación. Venció a los búlgaros en el primer encuentro por 1 a 0, para caer luego 3 a 1 ante los ingleses y empatar con los húngaros 0 a 0.
1962: Halago para Boca después de seis años.
Una larga espera se vio coronada por el éxito. Boca Junior`s atesoró otra estrella luego de seis años de ausencia en el primer puesto en el campeonato profesional de primera división.
Segundo queda River Plate, equipo que tiene el mérito de nuclear a la delantera más efectiva, en la que se destaca su máximo goleador Luis Artime, con 25 tantos.
Independiente campeón en 1963
El conjunto de los diablos de Avellaneda posterga nuevamente las aspiraciones de River, y logra el campeonato por dos puntos sobre este equipo.
Vale computar, por inusual, la victoria del campeón frente a San Lorenzo, equipo a quien venció en la última fecha por 9 a 1.
Luis Artime, por su parte, rompe la racha de Sanfilipo y se consagra con 23 goles, goleador indiscutido del torneo.
Argentina en la Copa de las Naciones de 1964
Bajo una tenue llovizna que obligó a jugar sobre terreno resbaladizo, los seleccionados de Inglaterra y Argentina se enfrentaron en el último partido por la Copa de las Naciones en Río de Janeiro.
Era visible que los jugadores argentinos actuaban con mayor serenidad, mientras que sus oponentes no lograron la coordinación necesaria. Hubo un único gol durante el encuentro, suficiente como para conseguir el trofeo.
Un año para Boca
En 1964 Boca logró por fin encabezar las posiciones del torneo profesional, nada menos que con una ventaja de 6 puntos sobre el segundo: Independiente.
Como muchas veces antes la mayor recaudación del fútbol profesional en nuestro país de ese año fue la del partido Boca – River, de la 29na. fecha
Argentina en el Mundial de Inglaterra `66
Con la dirección de Juan Carlos Lorenzo, el seleccionado argentino logró después de 36 años la mejor clasificación en el mundial de Inglaterra al ser eliminado en los cuartos de final.
El encuentro por los cuartos de final se presentó difícil aún antes de iniciarse. Nada menos que enfrentar al local en el estadio de Wembley. El partido era parejo hasta los 35 minutos del primer tiempo, momento en el cual el árbitro expulsó sin motivo, al capital del seleccionado y a uno de los mejores jugadores.
Los resultados que se iban obteniendo se esfumaron cuando los ingleses logran un gol. Los minutos finales mostraron singular rudeza entre los seleccionados, a tal punto que la FIFA amonestó al equipo argentino amenazándolo prohibir su participación en el próximo mundial.
Racing campeón del mundo en 1967
Un equipo argentino campeón mundial.
El once de Pizutti logró aventajar al equipo escocés Celtic por la mínima diferencia, si bien es cierto que la calidad futbolística brilló por su ausencia.
Un título para recordar, pero una actuación de los 22 jugadores para el archivo de las irregularidades.
Estudiantes también campeón del mundo, en 1968
Estudiantes de La Plata pudo inscribir su nombre junto a otros grandes del mundo.
El triunfo llevado a cabo a través de 16 partidos, tuvo su coronación en el estadio de Old Trafford.
Un sólo gol determinó la consagración del equipo argentino, que llegó al final del partido conservando un irreprochable estilo de juego.
En 1971, los lauros para Independiente y Rosario.
Con una performance que involucra la menor cantidad de partidos perdidos, el rojo logra el campeonato metropolitano, postergando a Vélez Sarfield por un punto. Precesamente uno de los jugadores de este equipo – Carlos Bianchi – consiguió mantenerse al tope de la tabla de goleadores, con 36 tantos.
Mayor sorpresa causó el triunfo de Rosario Central en el campeonato profesional. En el último partido vence a San Lorenzo por 2 a 1.
El Mundial de Alemania `74
El décimo campeonato mundial de fútbol se llevó a cabo en Alemania.
Este campeonato tenía además un protagonista excluyente: la televisión, que llevaría las imágenes a todo el mundo.
La copa se llevó a cabo bajo rigurosas medidas de seguridad, ante el recuerdo de la matanza de atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972.
El equipo argentino decepcionó desde su primer partido, que perdiera 3 a 2 con Polonia. Luego empató 1 a 1 con Italia y venció 4 a 1 a Haití. Muy poco para un equipo que contaba con grandes jugadores.
Argentina, no obstante, se clasificó para la segunda ronda, en donde perdió 2 a 1 con Brasil y 4 a 0 con Holanda. Estas derrotas dejaron fuera de competencia al seleccionado nacional.
El título del mundo fue ganado por el equipo local.
Argentina '78: XI Campeonato Mundial de Fútbol. El nuestro.
Magníficos estadios, clubes prestigiosos de talla internacional y una experta afición cobijada bajo el lema "25 millones de argentinos jugaremos el Mundial", prepararon un extraordinario terreno para que rodara con alegría y toque gaucho el redondo "tango".
Fue necesario reacondicionar diversos estadios, tanto de la Capital como del interior y levantar otros nuevos para recibir a las multitudes que entonces se hicieron presentes, como por ejemplo el Chateau Carreras, en Córdoba.
En la actualidad, esas monumentales construcciones, conocidas como "Estadios Mundialistas" continúan prestando toda la comodidad de sus instalaciones para la práctica deportiva. Si los campeonatos internos son importantes, las competencias internacionales se convierten en acontecimientos de interés nacional.
A pesar de las turbulencias militares y la cruenta dictadura, el presidente José Rafael Videla declaró oficialmente inaugurado el Campeonato Mundial de Fútbol el 1 de junio, incitando a "La paz entre todos los hombres".
Para la disputa de la primera parte de esta fase final con sede argentina, continuó el mismo sistema presentado cuatro años antes en Alemania: los dieciséis equipos participantes quedaron distribuidos en cuatro grupos con cuatro selecciones cada uno. Por el sistema de liga a una sola vuelta, cada uno de los cuatro grupos definió los dos primeros equipos clasificados, eliminándose el tercero y cuarto. Por ello, culminada la primera ronda en base a este esquema, del primer grupo siguen en la pelea la selecci6n de casa y la muy cercana Italia; en el segundo, dicen presente dos equipos europeos: Polonia y Alemania Federal, campeona hasta ese momento; en el tercero, Austria y la flamante selección brasileña, cerrando el cuarto contingente los equipos de Perú y Holanda.
Con estas ocho selecciones se conforman dos grupos integrados por cuatro equipos, cada uno. En el primero hay supremacía europea: Holanda, Italia, Alemania y Austria; en el segundo, predomina la garra latinoamericana: Argentina, Brasil, Polonia y Perú. Se iniciaba la primera parte de la recta final: de nuevo, todos se verían las caras en el terreno de juego y ante un balón, con la diferencia de que ya algunas fuerzas estaban mermadas y las lesiones y presiones psicológicas, tarde o temprano, iban a apaciguar el empuje de los jugadores.
Holanda, en el primer grupo, siempre se destac6. Venía de un subcampeonato en Alemania, hacía cuatro años, y no podía dejar escapar la valiosísima oportunidad de coronarse en tierras americanas. La ya conocida "Naranja Mecánica", aplast6 a la selecci6n austríaca con cinco goles, venci6 a una inspirada Italia dos tantos a uno y, de a1guna manera, veng6 la derrota de la pasada edición mundialista al empatar a dos goles, con la República Federal Alemana.
En el segundo grupo toda la expectativa se centraba en los dos colosos suramericanos: Brasil y Argentina; aunque no había que subestimar a las otras dos selecciones integrantes del mismo: Polonia, que venía de obtener un meritorio tercer lugar en Alemania, pero sus veteranos Lato, Deyna, Tomaszewski, Gorgon, Kasperczak y Szarmach ya no tenían la fuerza y el empuje de cuatro años atrás, a pesar de que en la primera fase resaltaron por la buena técnica individual y la fortaleza del sistema defensivo; y Perú, con las características futbolísticas de estas tierras y hombres destacados como Chumpitaz, Cubillas, Oblitas, pero quienes vieron derrumbarse su sana ambición de aspirar a más, posiblemente por el desconcierto y falta de atino de uno de sus protagonistas: el portero peruano argentino Quiroga.
Fue la selección peruana el ojo del huracán en esta segunda ronda, ya que permitió que le fueran encajados seis tantos por el equipo gaucho, el inspirado dueño de casa, para vencer a Brasil por gol "de ventaja" y de esta manera acceder la selección argentina a la fase final, a pesar de que ambos equipos, brasileños y argentinos, habían culminado sus acciones cero a cero en su encuentro respectivo. Ambos conjuntos desarrollaron un fútbol espectacular con jugadas artísticas cargadas de emoción. En este grupo, Argentina y Brasil culminaron sus acciones con dos juegos ganados, un empate, cero perdidos, para un total de cinco puntos; la diferencia la marcó aquella selección que acribillara con más tantos a la selección peruana; y Argentina accedió a ese honor, con el permiso del portero peruano Quiroga.
La denominada "pequeña final", el encuentro que definía la tercera y cuarta plazas de este Mundial, fue protagonizada por brasileños e italianos; ambos compartían idéntica desmoralización, ya que albergaban la esperanza de encontrarse, pero para más altos honores.
La selección "canarhiña" se despidió de esta fiesta futbolística sin haber conocido la derrota y con la pincelada genial de Rivelino, quien contribuyó decisivamente a la destacada figuración de su equipo.
El 25 de junio, en el estadio Monumental de Rivera Plate, se congregó multitudinariamente el pueblo argentino, dejando a un lado insatisfacciones políticas, dolor, y censura, para aupar como una sola voz: a su selección. El italiano Sergio Gonella está al frente de las decisiones arbitrales, algo cuestionadas ya que permitió la dureza en medio del espectáculo.
La defensa y ataque argentinas estaban muy bien representados, y con el máximo de efectividad: destacada actuación del "Pato" Fillol bajo los tres palos y Mario Alberto Kempes, mortal atacante, quien concretó con goles, el triunfo de los de casa. A pesar de estos dos bastiones la lucha no resultó fácil.
Después del tiempo reglamentario, con el empate a uno en el marcador, se procede a la prórroga de quince minutos. Sorprendentemente, a pesar del cansancio, Argentina pasó a imponerse claramente, en estos tensos espacios de tiempo, y tuvo en "el matador" Kempes el hombre que deshizo el empate; de nuevo Kempes combina con su compañero Bertoni, penetrando con furia en el área holandesa, marcando este último a puerta vacía.
El máximo anotador fue el jugador argentino Mario Alberto Kempes con 6 goles, seguido por cinco goles de Teófilo Cubillas (Perú).
El plantel argentino estaba conformada por Fillol, Kempes, Passarella, Ardiles, Bertoni, Ortíz, entre otros. D.T. César Luis Menotti.
Campeonato Mundial Juvenil en 1979
El buen momento que estaba pasando el fútbol en nuestro país, se vio reafirmado con la obtención de un nuevo campeonato mundial. Esta vez los triunfadores eran los juveniles, entre los que se destacaba Diego Armando Maradona.
El director técnico, César Menotti, había logrado formar un conjunto equilibrado y con gran poder ofensivo.
En su marcha hacia el título en Tokio, Argentina había vencido a Indonesia, Yugoslavia, Polonia, Argelia, Uruguay, y en la final a la URSS por 3 a 1.
El goleador del torneo habíasido Ramón Ángel Díaz, con 8 goles. El joven jugador de River se había convertido en otra de las esperanzas del fútbol local.
CONCLUSIÓN
Si el deporte es un ingrediente indispensable de la cultura de un pueblo, cabe reconocer que la pasión del fútbol en nuestro país, así como en otros empaña con demasiada frecuencia sus resultados. En nuestros días, una sostenida campaña de educación masiva, a cargo de los propios clubes, apoyados por los medios de comunicación, tratan de erradicar la violencia de los estadios, con el propósito de devolver a nuestro más popular deporte su tradicional carácter de fiesta y motivo de sano esparcimiento.
Es nuestra responsabilidad comportarnos de manera adecuada, civilizadamente, controlando las pasiones y emociones, provocadas por un fanatismo muchas veces exagerado.
Las familias reunidas en la cancha deben volver a ser parte del espectáculo del fútbol.
Seamos protagonistas, no meros espectadores de este cambio.
BIBLIOGRAFÍA
- Enciclopedia Temática Océano. Grupo Editorial Océano (1990).
- Historia Argentina. Ediciones Corcel (1989).
- Crónica Integral de la Argentina y el Mundo. O. R. Sánchez Teruelo S.A. Editor.
- Internet.
- Enciclopedia Microsoft Encarta.
INTEGRANTES
……………………………………… ………………………………………
Sabina Chicco Alfredo Balla
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 1
DESARROLLO 3
Uruguay se quedó con el primer Mundial 4
Profesionalismo 4
River se quedó con el segundo campeonato 4
El segundo Campeonato Mundial: fútbol politizado 5
Argentina suma copas 6
Más equipos en el campeonato profesional 6
En el `41 el tocó a River 6
Al campeonato de 1942 también se lo llevaron los millonarios 6
Boca vuelve en el `43 7
La copa del campeonato del `44 se la ganó Boca 7
El sudamericano del `45 es para Argentina 7
Campeonato de Primera División de 1945 para River 7
Evolución en el fútbol: San Lorenzo en 1946 7
En el `47 el sudamericano se queda en casa 8
Racing, en 1949, por primera vez campeón 8
En 1953 les ganamos a los ingleses 8
Vélez Sarfield subcampeón en el `53 8
Argentina subcampeón sudamericano del `55 8
El de 1955 lo ganó River 9
Otra vez River 9
Sudamericano de 1957 para los albicelestes 9
River tricampeón: el logro de una hazaña 9
La revancha en el sudamericano de 1959 9
1959: San Lorenzo campeón 10
La "Academia" campeón 10
Durante 1961, con la vista en el Mundial de Chile 10
Argentina eliminada en Chile `62 10
1962: halago para Boca después de seis años 10
Independiente campeón en 1963 11
Argentina en la Copa de las Naciones de 1964 11
Un año para Boca 11
Argentina en el Mundial de Inglaterra `66 11
Racing campeón del mundo en 1967 11
Estudiantes también campeón del mundo en 1968 12
En 1971, los lauros para Independiente y Rosario 12
El Mundial de Alemania `74 12
Argentina `78: XI Campeonato Mundial de Fútbol. El nuestro 13
Campeonato Mundial Juvenil en 1979 15
CLONCLUSIÓN 16
BIBLIOGRAFÍA – INTEGRANTES 17
Autor:
Jose Balla
jbala[arroba]cspp.dataco34.com.ar