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Análisis del papel que juega la tecnología en la gestión del conocimiento (página 2)

Enviado por Ever Uzcátegui


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A su vez, la gestión tecnológica podría definirse como: "La actividad organizacional mediante la cual se define e implanta la tecnología necesaria para lograr los objetivos y metas del negocio en términos de calidad, efectividad, adición de valor y competitividad".

Cuando se habla de tecnología, existen varios términos asociados a ella que le imprimen diferentes connotaciones, dependiendo de su origen, su importancia relativa o la forma en la que se encuentra representada.

Puede hablarse, por ejemplo de:

  • Tecnología dura: la que se considera incorporada a máquinas, equipos, plantas de proceso, etc.

  • Tecnología blanda: la que se refiere a metodologías, procedimientos, estilos de administración, etc.

  • Tecnología incorporada: la que se encuentra haciendo parte de un equipo o máquina.

  • Tecnología desincorporada: la que se encuentra descrita en documentos tales como planos, manuales, patentes, etc.

  • Tecnología medular: la que se considera central, indispensable o crítica para un negocio en particular.

  • Tecnología complementaria: la que no se considera medular, pero que se requiere para lograr los objetivos de un negocio específico.

No siempre es fácil saber qué de lo que posee una empresa es tecnología, y aún más difícil clasificarla dentro de uno de los grupos descritos anteriormente. Puede existir la tendencia a confundir la tecnología que una empresa utiliza con el producto que comercializa o la función que desempeña. No obstante, partiendo de la definición de Philip, es claro que la tecnología es el conocimiento que la empresa tiene sobre cierta área de la ciencia o ingeniería y que le permite obtener productos o servicios y comercializarlos

El impacto que conlleva el nuevo marco globalizado del mundo actual y sus omnipresentes, imprescindibles y poderosas herramientas TIC, está induciendo una profunda revolución en todos los ámbitos sociales que afecta también, Estamos ante una nueva cultura que supone nuevas formas de ver y entender el mundo que nos rodea, que ofrece nuevos sistemas de comunicación interpersonal de alcance universal e informa de "todo", que proporciona medios para viajar con rapidez a cualquier lugar e instrumentos tecnificados para realizar nuestros trabajos, y   que presenta nuevos valores y normas de comportamiento.

Sobre este mismo marco, se aprecian las perspectivas de las mencionadas herramientas Tecnológicas, que para la formación vienen motivadas tanto por los avances de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, como por las transformaciones que en el campo de la gerencia del conocimiento se van dando por efecto de integración y/o adaptación de dichas tecnologías.. Y en la corriente de esta evolución tecnológica, y su utilización ofrecen un amplio abanico de posibilidades constituyendo un reto para las organizaciones de la actualidad.

Los retos que para la gerencia de las organizaciones, ofrecen dichas implicaciones, dependerán en gran medida del escenario de aprendizaje (el hogar, el puesto de trabajo o el centro de recursos de aprendizaje), es decir el marco espacio-temporal en el que el usuario desarrolla actividades de aprendizaje. El apoyo y la orientación que recibirá en cada situación, así como la diferente disponibilidad tecnológica son elementos cruciales en la explotación de la tecnología para la gestión del conocimiento.

Todo ello permite, y requiere al mismo tiempo, que la gerencia de las empresas planifique establecer, por ejemplo, plataformas tecnológicas, a las que los trabajadores pueden acceder desde la misma región, o de distintos países. Estas organizaciones virtuales pueden proporcionar casi todos los servicios que se ofrecen en las organizaciones tradicionales. Al mismo tiempo las organizaciones y los entornos virtuales de aprendizaje son más flexibles en su naturaleza que las tradicionales.

Lo verdaderamente importante es la utilización de una variedad de tecnología para proporcionar la flexibilidad necesaria para cubrir necesidades individuales y sociales, lograr entornos de aprendizaje efectivos, y para lograr la interacción entre los miembros de la organización.

A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo…) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito.

Las Tecnologías se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa donde casi siempre tendrán una triple función: como instrumento facilitador de los procesos de aprendizaje (fuente de información, canal de comunicación entre los miembros de la organización, como herramienta para el proceso de la información y como contenido implícito de aprendizaje (los trabajadores al utilizar las Tecnologías aprenden sobre ellas, aumentando sus competencias digitales). Así, hoy en día los trabajadores necesitan utilizar la Tecnología en muchas de sus actividades profesionales habituales.

Bajo este mismo orden de ideas, nos encontramos apoyados en Graells (2004). La Tecnología está ahí, y forma parte de la cultura tecnológica que nos rodea y con la que debemos convivir. Por otra parte las TIC son los medios de comunicación de todo tipo: los medios de comunicación social y los medios de comunicación interpersonales tradicionales con soporte tecnológico como el teléfono, fax…, cambiantes, siguiendo el ritmo de los continuos avances científicos y en un marco de globalización económica y cultural, contribuyen a la rápida obsolescencia de los conocimientos y a la emergencia de nuevos valores, provocando continuas transformaciones en nuestras estructuras económicas, sociales y culturales, e incidiendo en casi todos los aspectos de nuestra vida: el acceso al mercado de trabajo, la sanidad, la gestión burocrática, la gestión económica, el diseño industrial y artístico, el ocio, la comunicación, la información, la manera de percibir la realidad y de pensar, la organización de las empresas e instituciones, sus métodos y actividades, la forma de comunicación interpersonal, la calidad de vida, la educación… Su gran impacto en todos los ámbitos de nuestra vida hace cada vez más difícil que podamos actuar eficientemente prescindiendo de ellas.

Sus principales aportaciones a las actividades humanas se concretan en una serie de funciones que nos facilitan la realización de nuestros trabajos porque, sean éstos los que sean, siempre requieren una cierta información para realizarlo, un determinado proceso de datos y a menudo también la comunicación con otras personas; y esto es precisamente lo que nos ofrecen la tecnología. Fácil acceso a todo tipo de información, sobre cualquier tema y en cualquier formato (textual, icónico, sonoro), especialmente a través de la televisión e Internet pero también mediante el acceso a las numerosas colecciones de discos en soporte CD-ROM y DVD: sobre turismo, temas legales, datos económicos,   enciclopedias generales y temáticas de todo tipo, películas y vídeos digitales (se están digitalizando en soporte DVD toda la producción audiovisual), bases de datos fotográficas…

La Tecnología, fruto del desarrollo científico, influyen a su vez en su evolución, contribuyendo al desarrollo socioeconómico y modificando el sistema de valores vigente. Aunque, como dice Sáez Vacas (1995), "la tecnología cambia rápidamente hasta la forma como vivimos, pero en cambio nuestras propias concepciones del mundo se modifican con pereza".

Por otra parte, aún queda camino por recorrer hasta que la Tecnología constituyan un instrumento "convivencial" en el sentido que lo enuncia Ivan Illich: "instrumento que se puede manipular sin dificultad, no constituye el monopolio de una única clase de profesionales, respeta la autonomía personal y no degrada el entorno físico".

Hecht (2002) señala que, "muchas de las ganancias en productividad, está ligado al uso efectivo de la información y cambios organizacionales asociados, aun en periodos recesivos". El autor referido también señala que, "el futuro de Internet es brillante, cuando destaca en cuanto a usuarios de Internet, la cifra alcanzó cerca de los 500 millones para el 2001, con el grato resultado de que, dado el avance económico de la Europa Occidental ésta alcanzó a los Estados Unidos y excedió al Japón en numero de usuarios, lo cual evidencia la alta tasa de adopción de Internet en el mundo, en la medida que los países se desarrollan. El pronóstico es halagador para el 2005 de 940 millones de usuarios."

Ahora bien, si el conocimiento generado en las organizaciones implica un valor agregado en las ventajas comparativas, es de considerar igualmente un valor económico del mismo, en virtud de que la dinámica de la globalización es eminentemente económica, en estas circunstancias el mercado internacional constituye el eje articulador de la movilidad del conocimiento. Los procesos de globalización, en consecuencia, se caracterizan por un mayor énfasis en lo económico.

En este sentido el proceso de gestión del conocimiento, dada sus características, dinamismo y evolución, debe utilizar la tecnología para su desarrollo y utilización, con la finalidad de presentarse en este contexto como medio para la toma de decisiones y para las soluciones de problemas de una manera versátil, ágil y acorde con los aspectos temporales y espaciales predominantes en el mundo actual. De acuerdo a lo antes expuesto, y con base en lo planteado por Cisneros, García y Lozano (2000), un administrador del conocimiento es un profesional con altos conocimientos, habilidades y destrezas en el manejo de las tecnologías además con suficiente preparación en cuanto al discernimiento de la información y capacidad para capturar, clasificar, conservar y distribuir la información, y transformarla en conocimiento.

Por lo tanto, un administrador del conocimiento debe tener claro que una gran cantidad de información almacenada no es conocimiento; para ello habrá que procesarla para que se convierta efectivamente en el producto deseado, es decir, en conocimiento.

Consideraciones Finales

En el ámbito organizacional, cada vez con más énfasis, se reconoce que es el conocimiento es el que permite hacer la diferencia en los productos, los servicios y la imagen; es decir, tal como apuntan algunos especialistas (Drucker, 1993; Black y Synan, 1997, Serradel y Pérez, 2003), las organizaciones del futuro sólo podrán adquirir y mantener ventajas competitivas mediante el uso adecuado de la información y del conocimiento.

Otro de los aspectos a destacar es la importancia dada a la tecnología en el sentido de que, ésta puede, hasta reemplazar las habilidades y destrezas de las personas. Un elemento también muy importante a considerar en la relación entre conocimiento y tecnología; es indudablemente que los desarrollos en la tecnología se convierten en aliados poderosos en el progreso y en la gerencia del conocimiento, ya que la tecnología a facilitado la captación, almacenamiento y la distribución rápida y eficiente del conocimiento estructurado. Sin embargo, el potencial de esta tecnología para aumentar el conocimiento solo puede aprovecharse mediante una mayor comprensión de cómo, realmente éste, se desarrolla y se comparte en la organización.

Es fundamental crear una cultura que estimule la generación, intercambio y utilización del conocimiento. La nueva tecnología es sin duda alguna un poderoso medio, pero, cuidado, no basta con instalar, aun la más avanzada y sofisticada red de informática, se le debe dar el uso apropiado, aunado a crear una cultura del conocimiento. No es suficiente con propiciar el adiestramiento en el uso de las tecnologías, es necesario crear las condiciones para que, a dicha tecnología se le de el uso apropiado.

Finalmente, y con base en lo anterior, podría afirmarse que dada la responsabilidad crucial de las empresas en la sociedad del conocimiento, es una prioridad caminar hacia su total transformación, y para ese propósito, los cambios deben estar orientados hacia los siguientes grandes campos: pertinencia, calidad, gestión del conocimiento y nuevas tecnologías de la información y de las demás ciencias en general.

Referencias

  • Barceló y Fernández (2001) "Estudio sobre la situación actual y las perspectivas de la gestión del conocimiento y el capital intelectual" Disponible en: www.gestiondelconocimiento.com

.         Bracho, J. (2003). Educación Superior en América Latina: Principales desafíos ante la herencia del siglo XX Revista del Decanato de Investigación, Extensión y Postgrado de la Universidad Bicentenaria de Aragua Año 2 No. 1 Maracay, Venezuela

.         Dixon, Nancy (2000), El Conocimiento Común, Cómo prosperan las compañías que comparten lo que saben, Texas, Estado Unidos.

.         Garcia C. (1996) Conocimiento, Educación Superior y Sociedad en América Latina, Caracas, Nueva Sociedad.

.         Garcia, E.R., (2004) Tecnología de Información y Transferencia de Conocimiento, Artículo, Caracas

.         Graells, Pere (2004). "Las Tic Y Sus Aportaciones A La Sociedad". Departamento de Pedagogía Aplicada, facultad de Educación, UAB. 28/08/2004

.         Goleman, D. (1999). La inteligencia emocional en la empresa. Argentina: Vergara.

.         Hecht, Alejandro. (2002). Reflexiones gerenciales para la economía digital…¿Nuevos espacios para competir?. Editorial Melvin.

.         Sáez, Fernando (1997). "Innovación tecnológica y reingeniería en los procesos educativos". En ALONSO, C. (coord.). La Tecnología Educativa a finales del s.XX: concepciones, conexiones y límites con otras asignaturas. Barcelona: Eumo-Grafic.

.        Valle S. Ricardo (2005) Nuevas tecnologías y formación profesorado universitario. Director del Gabinete para la Aplicación de las Tecnologías a la Educación (GATE) Universidad Politécnica de Madrid

 

 

 

Autor:

Ever Uzcátegui

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