- Contexto
- Empresas de Trabajo Temporario
- Empresas Usuarias
- Asociaciones sindicales
- El trabajador temporario como miembro de un colectivo de trabajadores
- Conclusión
- Bibliografía
El impacto en la individualización de las relaciones laborales de la Industria Nacional
1- Introducción
El presente es un trabajo de investigación realizado por alumnos de la Carrera Relaciones del Trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires para la asignatura Teoría Comparada de la Negociación Colectiva y el Conflicto Laboral a cargo del Profesor Raúl Bisio.
En este trabajo nos propusimos demostrar en que medida las Empresas de Personal Temporario (ETT) se comportan como una herramienta de las Empresas Usuarias para disgregar la acción colectiva de los trabajadores e individualizar las relaciones laborales.
La teoría que encuadrará nuestra investigación es la Pluralista. La misma considera que el sistema está compuesto por grupos en competencia en disputa constante, reconociendo a las asociaciones sindicales como interlocutor social legítimo que representa los intereses de la clase trabajadora. El conflicto será normal, positivo y permanente. La negociación entre los actores aparecerá como canalizadora de los intereses de las partes; reestableciendo el orden perdido como consecuencia de las disputas existente entre los grupos en competencia.
A través del desarrollo del trabajo daremos cuenta de los objetivos específicos planteados como podrán ser: describir las condiciones que condujeron al auge de las ETT, desarrollar las causas que impulsan a las Empresas Usuarias a contratar los servicios de una ETT, interpretar la visión de las Asociaciones Sindicales acerca de la modalidad de contratación temporaria a través de ETT y comprender el accionar de un trabajador temporario en el colectivo de trabadores. De esta manera tendremos un análisis acabado de las posturas de los diferentes actores en disputa y de la conflictividad existente.
Para poder cumplir con nuestro objetivo, además de la lectura de bibliografía propuesta por la cátedra y el análisis de fuentes documentales, utilizamos diversas técnicas cuantitativas y cualitativas, con el objeto de realizar una triangulación que permita aumentar la confiabilidad y validez de los datos:
- Entrevistamos sociólogos especializados en el ámbito laboral, quienes nos describieron las transformaciones sufridas en el mercado de trabajo de nuestro país en las últimas décadas.
- Entrevistamos a dos representantes de Empresas de Trabajo Temporario, para profundizar acerca del surgimiento y el auge de las ETT a partir de la década del 90.
- Realizamos encuestas a abogados laboralistas para profundizar, con la visión de un profesional, el marco legal que regula la modalidad de contratación eventual a través de agencias.
- Encuestamos a Empresas Usuarias del sector manufacturero con el objetivo de descubrir los motivos que impulsan a las organizaciones a contratar los servicios de las ETTs.
- Realizamos entrevistas telefónicas a sindicatos que se agrupan bajo las dos centrales de trabajadores existentes en la Argentina (CGT y CTA), para conocer la visión que tienen los gremios sobre el trabajo eventual.
Finalmente, no queremos omitir aclarar los límites existentes en este trabajo, dejando claramente expuesto que el mismo solo intentará ser un comienzo de aproximación a la problemática estudiada, intentando limitarse describir y analizar la relación existente entre las Empresas de Trabajo Temporario y la acción colectiva de los trabajadores, dejando las puertas abiertas para una posible y futura profundización del tema.
2-Contexto
La economía Argentina ha sufrido importantes cambios estructurales en las últimas dos décadas, particularmente en el sector industrial. La etapa actual difiere sustancialmente de lo que era el modelo basado en la sustitución de importaciones, que rigió en el país desde la década del 30´ hasta fines de los 70´.
Desde la década del treinta hasta mediados de los setenta la industria jugó un papel relevante en la demanda de trabajo, tanto de manera directa como indirecta, a favor de una dinámica de expansión que abarcaba numerosas actividades eslabonadas con el sector.
Este modelo se caracterizó, entre otros aspectos, por un fuerte intervensionismo del Estado en la economía, asumiendo un rol decisivo como productor de bienes y servicios. Simultáneamente, el Estado adquirió significativas responsabilidades sobre el sistema productivo y fundamentalmente ocupó áreas consideradas estratégicas, como ser el sector de telecomunicaciones, energía, gas, petróleo. De esta forma aseguraba desde su rol un papel decisivo como regulador del empleo, teniendo a su cargo un papel distributivo y generador de beneficios sociales.
En el mismo sentido, el crecimiento urbano multiplicó la demanda de empleo en los servicios públicos y privados, generando la conformación de amplias capas sociales de trabajadores independientes, de pequeños empresarios y microenprendimientos urbanos que consolidaron el equilibrio del mercado de trabajo.
El sistema de relaciones laborales estuvo basado en un alto grado de intervención y regulación estatal, en un fortalecimiento del poder institucional del sindicato con personería gremial, en el predominio de determinadas categorías profesionales y en la fijación de salarios basados en la negociación colectiva.
A mediados de los 70´ comienza a resquebrajarse el modelo productivo. En su lugar comienza a desarrollarse un nuevo modelo de desarrollo económico que conlleva la transformación de las antiguas regulaciones sobre las cuales reposaba el anterior sistema. Sucesos como la apertura de los mercados a los capitales translaciones y el predominio del capital financiero por sobre el industrial comienzan a vislumbrarse en esta época. Los mismos son acompañados por gobiernos de facto, provocando un cambio sustancial en la estructura económica y social argentina.
La apertura de la economía en la década del noventa se intensifica por la aplicación de políticas que provocaron la privatización de las grandes empresas estatales y de servicios públicos.
La apertura comercial y las reformas de mercado indujeron una profunda crisis del mercado de trabajo, que se manifestó como un crecimiento inédito de la desocupación, de la precarización laboral y de la pobreza; comandado por las exigencias tecnológico-económicas de la evolución del capitalismo moderno.
Además de la concentración y la ampliación de la brecha en la distribución del ingreso, esta crisis afectó directamente la fuerza social y política de los sindicatos.
El último cuarto de siglo nuestro país transitó un modelo que difiere totalmente del modelo "sustitutivo de importaciones". Los cambios económicos y políticos, modificaron profundamente la composición de la base social de las representaciones sindicales y empresarias y afectaron sus vínculos tradicionales con el Estado y el sistema político.
La flexibilidad cuestiona la estructura misma de la relación salarial y con ello se producen cambios en el mercado de trabajo, en las estrategias empresariales, en el movimiento sindical y en la relación del Estado con los actores sociales.
A medida que se diversifica el sistema productivo, surgen múltiples formas de empleo y nuevas necesidades. El derecho del trabajo fue desarrollado con el objetivo de proteger al trabajador, sin embargo, en el último tiempo, aumentaron las presiones por modificar el derecho en función de las transformaciones que ha sufrido la empresa.
El código del trabajo está destinado a corregir la asimetría de poder y desigualdad en que se encuentran los actores. También la acción colectiva es un mecanismo de protección de los trabajadores. Actualmente las nuevas formas de organización del trabajo están debilitando el sustrato colectivo. Las principales causas son: la caída del empleo industrial, el crecimiento del empleo en los servicios y del empleo femenino (sectores de baja organización colectiva), la externalización de tareas, el aumento de la subcontratación y el aumento de la desocupación.
Bajo la presión ideológica neoliberal se ha propuesto la llamada desregulación como forma de instaurar la flexibilidad y abaratar los costos de las empresas en busca de una mayor autonomía patronal. La flexibilidad apunta fundamentalmente a debilitar aquellas medidas basadas en contratos de duración indeterminada, es decir la precarización del vínculo trabajador – empleador, adaptando el volumen de trabajo a las necesidades de las empresas ante modificaciones estructurales y evoluciones tecnológicas. Los instrumentos son variados: trabajo eventual, trabajo por temporada, pasantías. Algunos autores la vinculan con la facilidad de entrada y salida de las empresas, lo que implica el debilitamiento de las obligaciones legales de los empresarios respecto del contrato de trabajo.
Lo que se ha producido es una devaluación del derecho del trabajo y la proliferación de formas variadas de prestación de servicios que se aproximan al derecho civil y comercial vulnerando las bases de la organización colectiva y la formación de la identidad laboral
Bajo estas circunstancias las formas tradicionales de organización sindical se ven debilitadas. Será fundamental, para preservar la representación de sus trabajadores, el replanteo de las estrategias a adoptar.
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