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El informe para el desarrollo humano de la ONU, una evaluación contemporánea


    El presente trabajo tiene como objetivo el dar a conocer la opinión muy particular de los autores a través de a conocer los aspectos más importantes que se tratan en el informe para el desarrollo Social emitido por la ONU en el presente año, así como acontecimientos que hacen notar que a pesar de los enormes esfuerzos que se realizan por hacer del mundo un mejor lugar, los países aún insisten en conservar el poder y hacer uso de él en forma desmedida y tomar los mayores beneficios, tal como se explicará en el caso de Estados Unidos frente a la Corte Penal Internacional. A lo largo de la historia de la humanidad, han existido múltiples problemas que se han tenido que enfrentar y hasta la fecha el hombre no ha logrado resolverlos del todo, de hecho muchos de ellos se han agravado aún más en ciertas zonas del planeta, como lo es por ejemplo, la pobreza, la educación, el hambre, las enfermedades, entre otros. Muchas han sido las acciones que gobiernos y organizaciones han realizado con el fin de dar solución a los males que aquejan a la sociedad mundial, sin embargo éstas acciones no han logrado erradicar los principales problemas y una de las causas más importantes es la concentración de la riqueza en sólo unos sectores de la población mundial, lo que provoca que solamente pocas personas sean muy ricas, mientras que la mayor parte de la población es pobre o extremadamente pobre. Consciente de la grave problemática que existe en los países subdesarrollados y en desarrollo, la ONU ha realizado foros con todos sus miembros para proponer acciones que de verdad logren mejorar la calidad de vida, la principal es lograr que los países desarrollados aporten recursos para ayudar a los países pobres. A partir de la realización de estos foros, se llegó a la conformación de un Informe sobre Desarrollo Humano centrado en 8 objetivos básicos llamados los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos objetivos: van desde reducir a la mitad la pobreza extrema, hasta detener la propagación del VIH/SIDA, o matricular en enseñanza primaria a los niños y niñas de todo el mundo, todo ello para el año 2015.

    Objetivos de Desarrollo del Milenio: Capacidades fundamentales Objetivos de Desarrollo del Milenio para el desarrollo humano correspondientes Un nivel de vida apropiado Objetivo 1:reducir la pobreza y el hambre Educación Objetivos 2 y 3:lograr la enseñanza primaria universal y la autonomía de la mujer mediante la igualdad entre los géneros en la educación Equidad, especialmente equidad Objetivo 3:promover la equidad de género de género y la autonomía de la mujer de género Una vida larga y saludable Objetivos 4,5 y 6:reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna y combatir las principales enfermedades Sostenibilidad ambiental Objetivo 7:velar por la sostenibilidad ambiental Permitir un entorno económico global Objetivo 8:reforzar las asociaciones entre los países ricos y pobres De acuerdo con Mark Malloch Brown, quien es el administrador del programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, la implementación de dichos objetivos se está retrasando. Durante la década pasada, más de 50 países se han empobrecido y ahora ven cómo sus tasas de esperanza de vida caen drásticamente a causa del VIH/SIDA. En algunos de los más retrasados se reducen de forma importante las tasas de matriculación y el acceso a la atención sanitaria básica. Por otra parte, el medio ambiente se está deteriorando en casi todo el mundo. A pesar de todos los problemas existentes, en los países más pobres, sigue existiendo la esperanza de alcanzar los Objetivos establecidos. También se ha propuesto un Pacto de Desarrollo del Milenio, inspirado en el compromiso que los líderes mundiales adquirieron en 2002 en la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Monterrey, con el fin de crear una alianza entre los países desarrollados y en desarrollo; establece un marco amplio para determinar cómo adecuar y adaptar las estrategias de desarrollo nacionales y el apoyo internacional de los donantes, los organismos internacionales y otros. Además, el Pacto responsabiliza directamente a ambas partes, ya que exige reformas audaces a los países pobres y obliga a los países donantes a dar un paso adelante y respaldar esos esfuerzos. Lo que pretende el Pacto es poner de relieve las áreas clave de intervención (gobernabilidad democrática, estabilidad económica, compromisos en materia de salud y educación) que deberían ser el motor tanto de los esfuerzos nacionales como del apoyo internacional hacia el logro de los Objetivos. En los países de medianos ingresos, éstos deberían incorporarse al proceso habitual de planificación presupuestaria y a las estrategias de desarrollo a más largo plazo.

    Lo último que se busca es imponer más responsabilidades a gobiernos que ya están saturados, sino más bien de ofrecer ideas concretas sobre la manera de garantizar que las intenciones de la Declaración del Milenio, que sitúan a la pobreza como máxima prioridad en el mundo, se correspondan con auténticos planes de acción bajo responsabilidad nacional que las conviertan en realidad. Cabe mencionar que el verdadero poder de los Objetivos es político. Representan la primera visión de desarrollo global que combina el respaldo político mundial con un enfoque claro sobre los pobres del mundo y los medios de comprometerse directamente con ellos. A los pobres les preocupa lo que ocurre con su nivel de ingresos, si sus hijos pueden o no ir al colegio, si sus hijas son discriminadas a la hora de acceder a la educación, las pandemias y las enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA, que actualmente están asolando las comunidades de toda África, les preocupa sobremanera el medio ambiente que les rodea y el hecho de no tener acceso a agua potable y saneamiento. En un sentido muy real, los Objetivos constituyen un manifiesto de desarrollo destinado a los ciudadanos de todo el mundo, en el que se plantean cuestiones con un plazo determinado, medibles y sencillas, que pueden entender inmediatamente y, lo que es más importante, se presentan unos datos adecuados que pueden aprovechar para hacer que sus gobiernos y la comunidad internacional en general se responsabilicen de la consecución de los Objetivos. Probablemente el éxito o el fracaso general de la nueva alianza global que se está tratando de crear en el mundo dependerá de la consecución del octavo Objetivo: el que establece los compromisos que han de contraer los países ricos para ayudar a los pobres, que están emprendiendo de buena fe reformas económicas, políticas y sociales. Una de las principales conclusiones del Informe de Desarrollo Humano de 2003, presentado por la ONU es que, aunque medidas como la reasignación y mayor movilización de los recursos nacionales para alcanzar los fines relacionados con los Objetivos, el fortalecimiento de la gobernabilidad y de las instituciones y la adopción de políticas sociales y económicas sólidas son todas necesarias para lograr los Objetivos, éstas no son suficientes. El informe presenta multitud de ejemplos de países que, todavía no han logrado alcanzar un fuerte crecimiento, debido a su aislamiento geográfico, la hostilidad del entorno u otros obstáculos. Esto significa que un apoyo externo sostenido de nivel muy superior al actual es fundamental para avanzar en su desarrollo. También se establece que las iniciativas a largo plazo para reducir el hambre y la pobreza a la mitad fracasarán de no producirse una reestructuración fundamental del sistema de comercio mundial, especialmente en el sector agrícola, en el que las subvenciones de los países ricos se supriman, los aranceles se rebajen y se establezcan unas condiciones iguales para todos.

    La batalla contra el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades se perderá si no se produce un suministro eficiente de medicamentos esenciales y asequibles a los países pobres. Para algunos de los países más pobres, resulta imposible realizar una planificación fiscal estable a largo plazo sin un alivio de la deuda sostenido y más sistemático. Por último, aunque en ningún modo menos importante, es fundamental recordar que la estimación de ampliar en $50.000 millones anuales la asistencia para el desarrollo con el fin de alcanzar los Objetivos, es el mínimo imprescindible y presupone que habrá una reasignación a gran escala y una mejora del acceso a los recursos nacionales y a otras fuentes de financiación. Es por ello que será necesario realmente concientizar a todos los países que puedan ayudar y a lo que necesitan recibir ayuda para que aporten cada un o su parte y de esta forma se pueda lograr los ocho objetivos dentro de los próximos 12 años y tratar de que ninguno de los países que requieren ayuda aumenten aún más los problemas más graves que enfrentan. Para lograr consolidar la idea de lo que se propone en el informe de las Naciones Unidas, es necesario presentar las cifras que se han recabado hasta el año de 2000, para realizar el análisis pertinente de la situación mundial.

    • Ingresos: número de personas que sobreviven con menos de 1dólar al día (millones) de un total mundial de 1.241 millones

    • Hambre: desnutridos de la población total de 827.5 millones. Cifras estimadas entre 1998-2000 (millones)

    • Educación Primaria: tasa neta de matriculación en primaria, de un total de 114 millones para el 2000.Número de niños no matriculados para el 2000 (millones)

    • Mortalidad infantil: tasa de mortalidad de menores de 5 años (por 1000 nacidos vivos)

    • Agua: personas sin acceso a fuentes de agua mejoradas de un total de 1.160 millones en el 200

    Los rezagos mostrados en los cuadros presentados por la ONU ponen de manifiesto la necesidad que existe de realizar trabajos urgentes sobre todo en los países de tercer mundo con el fin de disminuir los graves problemas a los que se enfrentan. La ONU hace un  gran esfuerzo por implementar programas de ayuda, sin embargo es necesario que se cuente con el apoyo de los países que se encuentran en mucho mejores condiciones para impulsar dichos programas. El problema que se enfrenta con ello es que algunos de esos países desarrollados condicionan su ayuda como lo explica el caso que se describirá en éste mismo texto.

    Aún existe mucho por hacer por lo que es necesario que a las propuestas de Naciones Unidas se les haga un análisis de factibilidad tomando en cuenta todos aquellos rubros de los cuales se pueden sacar recursos. Por otro lado no es bueno que las comunidades necesitadas crean que todo se les proveerá, sino que se debe tratar de enseñar a los habitantes diferentes formas de trabajo de las cuales pueden obtener recursos para satisfacer sus propias necesidades.

    Con los acontecimientos actuales alrededor del mundo de, no es difícil pensar que la ONU no cuenta con la suficiente fuerza como para lograr que los estados no cometan atentados contra los derechos de los seres humanos alrededor del mundo, en específico podemos ver que el País sede del organismo, es el que ha presionado tanto a la ONU como a los países aliados para lograr satisfacer sus propios intereses, como lo expresa Kenneth Roth. "El gobierno de Bush está presionando para que las fuerzas de paz de la ONU queden fuera de la competencia de la Corte Penal Internacional. Esta excepción, que socava la universalidad de la Corte, dañaría gravemente su credibilidad". Esta propuesta es la última manifestación de la visión de Washington de que la justicia internacional es sólo para los demás, no para los americanos. En el trasfondo de esta enorme arrogancia está el intento del gobierno estadounidense de determinar hasta qué punto puede presionar a sus aliados. La Unión Europea ha adoptado una posición común con fuerza legal en defensa de la letra y el espíritu del tratado de la Corte. Pero tiene la esperanza de que las amenazas obliguen a los gobiernos europeos a cambiar su postura.

    Es necesario que establecer límites, pues si Europa renunciara a una cuestión de principios, sólo conseguirá fortalecer la opinión de la derecha radical americana que en pocas palabras pone a Estados Unidos por encima del derecho internacional, por lo que las demandas de esta facción se intensificarían.

    La CPI (Corte Penal Internacional), un tribunal permanente que podría tener competencia global, está facultado para procesar a todo aquel que cometa actos de genocidio, crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad. Dicho tratado ha sido ratificado por 74 gobiernos, entre ellos todos los miembros de la Unión Europea.

    "Estados Unidos lleva tiempo temiendo que sus ciudadanos se enfrenten a procesos infundados o por motivos políticos. En respuesta a esta preocupación, se incluyeron muchas salvaguardias en el tratado de la Corte. Es más, cualquier gobierno puede impedir que la Corte se haga cargo de un caso si investiga y, cuando sea pertinente, procesa a los presuntos criminales de guerra de su país. En definitiva, existen reglas para el funcionamiento imparcial del tribunal. La tarea estriba ahora en garantizar que se apliquen a conciencia. Esto dependerá de la calidad de los jueces y el fiscal, y de la cultura de la Corte. Europa tendrá un papel clave como garante de que la Corte mantiene los máximos niveles de justicia.

    Este podría haber sido también el caso de Estados Unidos. Aunque no hubiera ratificado el tratado de la Corte, Washington podría haber ofrecido asesoramiento sobre reglas, personal, procedimientos y procesamientos. Pero el gobierno de Bush ha decidido no contribuir. Y ahora que la Corte se ha puesto en marcha, ha aumentado su resistencia."

    Estados Unidos también ha amenazado con retirar su participación en las misiones de paz de la ONU a menos que el Consejo de Seguridad de la ONU decida dejar fuera de la competencia de la Corte a todas las fuerzas de pacificación; sin embargo las posibles consecuencias de esta amenaza no serían tan graves pues las misiones estadounidenses tienen apenas una reducida participación.

    Una prueba de ello es que para el 30 de abril de 2002, Estados Unidos sólo contaba con 35 soldados y 677 policías bajo bandera de la ONU. Por ello, a pesar de que Washington retirara su contribución del 27% al presupuesto de las misiones de pacificación, a Europa le convendría más conseguir los fondos que sacrificar la promesa de justicia internacional. En contraste, la contribución de Washington a la misión de la ONU en Bosnia, por ejemplo, es sólo de 38 millones de euros.

    Washington afirmaba que nunca desplegaría sus tropas donde pudiesen verse sometidas a la competencia de un tribunal internacional. Pero durante los últimos siete años aproximadamente, las tropas estadounidenses en Bosnia y Kosovo han estado bajo la jurisdicción del tribunal de crímenes de guerra de la antigua Yugoslavia. El caso de los bombarderos de Estados Unidos desplegados en Bosnia en 1995 y en Serbia y Kosovo en 1999 fue también el mismo. Por lo que es evidente que la crisis por el establecimiento de la Corte Penal Internacional es una fabricación.

    El gobierno estadounidense también ha criticado la hipocresía de los gobiernos europeos por adoptar acuerdos para la misión de pacificación en Afganistán con respecto a los soldados acusados de actos criminales. El acuerdo exige a Afganistán que envíe a estos soldados a sus países de origen para juzgarlos allí, y no ante un tribunal internacional. Éste requisito es compatible con la preferencia de la CPI por los juicios nacionales y no niega la autoridad de la Corte para supervisar los procesamientos nacionales y hacerse cargo de ellos. Lo que realmente es más inquietante son las verdaderas razones que impulsan el chantaje de Washington: Una facción cada vez más influyente del gobierno de Bush considera que el poder económico y militar de Estados Unidos es tan dominante que ya no le sirve el derecho internacional. Se afirman que es mejor negociar los asuntos caso por caso desde una postura de fuerza, que someterse al derecho internacional en situaciones que puedan resultar incómodas. Esta actitud puede observarse en el rechazo estadounidense no sólo de la CPI sino también de tratados que abarcan desde el control del clima hasta las armas pequeñas. Ningún sistema mundial efectivo puede depender exclusivamente de la coacción. El orden mundial depende de que la mayoría de los gobiernos acaten voluntariamente unas normas compartidas. El hecho de que América se exima de respetar el Estado de Derecho debilita estas normas y hace del mundo un lugar más violento e inhumano. Europa tiene que plantar cara a cara esta locura de superpotencia.

    Referencias:

    • http://www.un.org
    • http://www.hrw.org/spanish/opiniones/2002/cpi.html
    • http://www.droitshumains.org/uni/Formation/02Charte_e.htm
    • http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/_ciddh.htm#Antecedentes
    • http://www.undp.org/hdr2001/spanish/
    • http://www.chile-hoy.de/internacional/130701_desarrollo.htm
    • http://www.senacyt.gob.pa/documentos/HDR03_Spanish_cover.pdf
    • http://www.rnw.nl/informarn/html/soc030709_desarollohumano.html
    • http://www.metabase.net/docs/las-dignas/00653.html
    • http://lnweb18.worldbank.org/ext/language.nsf/0/BCAE336810E6011485256DA90063BD99?OpenDocument
    • http://info.pue.udlap.mx/ipd/espanol/descProy/PNUD.pdf
    • http://www.ahorausa.com/EyFNU2003.htm
    • http://www.sica.gov.ec/agronegocios/Biblioteca/Ing%20Rizzo/agricultura/informe_desarrollo_humano.htm
    • http://www.rolandocordera.org.mx/esta_nac/e_info.htm
    • http://www.pnudguatemala.org/informesdesarrollohumano/index.asp

     

     

    Autor:

    Alma Carvajal, Irving Trujillo y Dr. Asael Mercado