Heinz Kohut, nos enseñaba que Freud anticipaba, si decidiera publicarlo; en su famoso "Proyecto para una Psicología Científica", cambios básicos que sus discípulos y adherentes nunca podrían asimilar.
No los podrían asimilar porque en el mismo, Freud combina conceptos de la biología — hoy hubiese dicho de las "neurociencias" —, conceptos físicos, histológicos y, adelante de su tiempo, cibernéticos.
Freud, tenía reservaciones — algo que a muy pocos demostrara. Lo que lo motivara a escribir una extensa carta en 1895, dirigida a su confidant Wilhelm Fliess, preguntando sus ideas acerca de su nueva tesis, dejando que el último entreviera sus ansiedades y aprensiones.
Él temía que este giro en su filosofía sería malentendido y repudiado por quienes habían secuestrado el psicoanálisis de la medicina y la neurología, asunto al que él nunca objetara abiertamente.
En muy pocos días, tal vez amedrentado, y temiendo críticas adversas, Freud repudió sus ideas en otra correspondencia a Fliess. Relegando el "Proyecto" al polvo del olvido.
Años después cuando se tropezara con el documento de nuevo, pidió que éste fuera destruido.
"Fue nuestra buena fortuna que nunca se hiciera", nos repetía Kohut, que, como Freud, fuera primero neurólogo, luego psiquiatra y eventualmente psicoanalista y que, como Freud, padecería durante su vida ansiedades y angustias acerca de su judaísmo.
Kohut sabía, que muchos de sus colegas consideraban el "Proyecto" como un acto de deslealtad por parte del Maestro.
Muchos así todavía lo piensan…
La personalidad mimética
Una paciente de diecinueve años, residente de la Capital, vuelve acompañada de su madre. Retorna porque debido a la distancia y a la presión de sus labores universitarias impuestas por los viajes a esta región, trató vanamente de ver varios profesionales, en el lugar donde reside, para seguir su terapia.
Todos entendemos que el tratamiento de las disorexias es muy complicado, ya que involucra factores de índoles complejos, variados y multifacéticos.
Algo que muy pocos realizan.
Personalidad limítrofe. Autor desconocido
Dejemos que sean la paciente y su madre quienes se expresen en esta coyuntura
La paciente
"Yo no quería ver a otro psiquiatra, comenzar de nuevo. Pero, estaba muy triste, me sentía muy sola. Los síntomas de mi eating disorder empezaron a repetirse — muy pocas veces, pero ahí estaban.
"Comía y escupía, hacía más ejercicios de lo recomendado y no dormía bien.
"Mami me dijo que su mejor amiga le habló de este nuevo doctor, con entrenamiento en los Estados Unidos, que sabía mucho… que lo viéramos y que le diéramos un chance.
"Lo vimos y empezó a tratarme con píldoras, sin conocerme mucho, y a meterme ideas de que lo que a mí me pasaba era que tenía que ajustarme a mi nueva vida universitaria.
"Yo le dije que no era eso. Que me sentía sola y abandonada y como perdida.
"¡Oh! entonces me aconsejó que buscara novio.
"Lo dejé de ver. Parece ser que no sabía cómo ayudarme…"
La mamá
"Lo que más nos molestó a ambas, fue lo de la medicina, sin explicar por qué, para qué era y por qué era tan necesaria. ¿Por qué no nos había preguntado a ambas, si estábamos de acuerdo con eso?
"Entonces me dijo que el diagnóstico verdadero de mi hija era Personalidad Limítrofe. ¿Estará loco ese señor? Usted nunca nos indicó que eso fuera parte del problema. Usted nos habló de lo que llamara la Personalidad Mimética, algo que usted publicara…
"No le creímos, y no pudimos seguir con alguien así, porque cuando uno tiene la experiencia de haber sido paciente aquí — Haber tenido la oportunidad de trabajar juntos — Uno termina sabiendo más que muchos doctores, porque aquí no sólo se trata la paciente sino que se la enseña a crecer y se la educa…
"Por eso hemos vuelto…"
Una distorsión en la estructura del tiempo
Es julio del 1979. El verano es tórrido en la capital irlandesa de Dublín. En esa ocasión se celebra el X Congreso de la Asociación Internacional de Psiquiatría para Niños y Adolescentes. Visitamos, entonces, el país de los antepasados de mi esposa haciendo, a la vez, una presentación por invitación que fuese recibida con mucho favor, la llamé: "Anorexia Nervosa: El Rol de la Educación de la Paciente y de sus Familiares, como Terapia, para un Resultado Exitoso".
La esencia del trabajo era nuestra descripción confirmada de la importancia del apoyo mutuo y la educación en el tratamiento de las disorexias — algo que actualmente, se investiga, del modo por nosotros propuesto — como modalidad terapéutica imprescindible — en centros de enseñanza canadienses y alemanes.
Desde ahí se inició una trayectoria lineal que consagramos a la educación y la difusión de los conocimientos de nuestra ciencia, dirigida a profesionales y al público en general. Nuestros seminarios en Saint Louis se convierten en conferencias internacionales y las reuniones de nuestras clínicas abiertas al público, se transforman en sesiones de terapia para cientos y, con los años, miles de personas.
En abril 18 del 1981, inauguramos el Self-Help como método de terapia, publicando después, una serie de artículos acerca de la metodología del grupo de apoyo mutuo en las disorexias y su tratamiento. En 1983 y 1989 publicamos los primeros y únicos dos manuales de entrenamiento para facilitadores, traducidos últimamente al español, en España y al alemán, en Berlín.
La importancia del Proyecto para una Psicología Científica
En el año 1895 Freud escribió un trabajo monumental en el cual planteó las fundaciones neurobiológicas para la ciencia naciente del psicoanálisis. En esta obra Freud, en su genio, se esfuerza en describir los sistemas neurales que hipotéticamente operan logrando hacer de la mente una función derivada de la actividad del cerebro. Lo que no pudiera alcanzar, entonces, sería documentar sus ideas por la carencia que, en aquel tiempo existiera, de instrumentos adecuados.
La historia es repetición del dilema que Darwin antes contemplara, ya que de haber tenido acceso a los trabajos del monje Gregor J. Mendel pudo haber sustentado su Teoría de la Evolución.
Freud y Darwin, como tantos genios intuitivos, operaron muy por delante de su época. En el caso de Freud, como expresáramos, careciendo, en aquel momento, de los instrumentos necesarios para diferenciar los lugares del cerebro donde se localizaban las funciones por él planteadas como hipótesis, su "proyecto" se descartó como una curiosidad especulativa y el psicoanálisis como casi toda forma de terapia, se transformó en una actividad filosófica; mientras que sus proponentes dejarían de ser científicos para convertirse en "profesionales del comportamiento" (algo tan vago como impreciso e incierto).
La neurociencia: deux ex machina
La neurociencia en su estructura y desarrollo, de acuerdo a muchos, entre ellos el ganador del Premio Nobel Eric Kandel, ha optado, en su complejidad, por adoptar el lenguaje impenetrable que caracterizara al psicoanálisis. De esta manera logra la paradoja equívoca de oscurecer conceptos básicos y amedrenta a quienes deben desear entenderla y no lo alcanzan porque no saben cómo hacerlo.
Pero, sea como sea, lo que no debe de sorprendernos es el hecho de que el lenguaje que describe el cerebro sea complejo, ya que el cerebro mismo es el órgano, o sistema, más complicado que en el universo existe.
Veamos
Hay miles de billones de neuronas en un solo cerebro humano, y aproximadamente diez veces más células y redes que se interconectan funcionalmente entre ellas; la mayoría de las cuales funcionan formando ramas extensivas conocidas como axones y dendritas que terminan en conexiones microscópicas llamadas sinapsis. Esto significa que cada una de nuestros cien billones de neuronas posee de una a diez mil conexiones sinápticas con otras neuronas. El significado de estos cálculos es que en teoría el número de conexiones posibles en un cerebro aislado es de aproximadamente 40, 000, 000, 000, 000, 000 o cuarenta cuatrillones.
Pero, aunque se haya especulado que el cerebro es un modelo computacional cibernético, hoy se piensa y se considera que, como instrumento, este órgano parece ser un ecosistema con todos sus componentes compitiendo entre ellos en busca de adaptaciones, algo que harán por la duración de nuestras vidas. Proceso este que el ganador del Premio Nóbel Gerald Edelman ha llamado "Darvinismo Neural".
No es todo
Otras disciplinas deben sumarse a nuestros esfuerzos en descifrar el cerebro. La genética es importante, pero lo es, sin ser determinante por sí sola.
También es preciso, entender el impacto de todas nuestras actividades vitales: lo qué comemos, cómo dormimos, la manera en que se estila nuestra vida o cómo manejamos el estrés — todo lo que nos afecta desde un punto de vista biológico, aun nuestras actividades sexuales y estéticas. Todo cuenta, para entendernos mejor.
Es así, porque el cerebro es dinámico y siempre está siendo modificado por el impacto del aprendizaje de experiencias nuevas.
Paradójica e irónicamente, el encéfalo humano puede algún día convertirse en el órgano catalizador de un proceso multidisciplinario de investigación que involucraría para comprenderlo, los campos de la psicología, la antropología, la lingüística, la genética, la filosofía, la astrofísica y el resto de las ciencias conocidas. Es que todo aquello en lo que, como disciplina de estudio podemos pensar, puede incluirse en nuestras investigaciones. Porque el cerebro, reiteramos, es el único órgano que puede reflexionar sobre si mismo. Entendámoslo, ya que todo lo estudia, lo percibe y asimismo lo trata de catalogar o controlar.
Prosigamos
"Todo reside en el área del determinismo biológico", como diría Stephen Jay Gould en su libro The Mismeasure of Man. Este siendo el tema que hoy se escucha a medida que las neurociencias hacen su irrupción inesperada y, sobre-debida, en el campo de todos los comportamientos humanos.
¡Pobre aquéllos estudiantes que hoy entran a los campos de la psicología y de la psiquiatría armados con las simplezas que en algunas universidades enseñan! Pobres, porque están destinados a una ambliopía o a una amaurosis tanto personal como profesional… Otra comparación triste relacionada a la del famoso relojero ciego, al que Paley y Dawkins aluden en sus posiciones especulativas amén de contradictorias.
Pacientes como preceptores
Nuestros pacientes, como dijo la señora susodicha en los párrafos anteriores, son discípulos formales que participan en una experiencia riquísima de conocimientos extensivos y de enseñanza minuciosa. Este aspecto forma el centro de gravedad del tratamiento.
El proceso didáctico se transmite por medio de la provisión de cientos de artículos aplicables a sus condiciones y a la terapia de las mismas.
Nosotros usamos esta modalidad como componente de la Prevención Terciara en la que asimismo basamos nuestra metodología.
La importancia de lo que comemos: de cómo nutrimos el cerebro
Muchas personas, por nosotros conocidas se sorprenden y se sienten asimismo estupefactas por haber tenido la experiencia repetitiva de que cuando fueron al psiquiatra sufriendo depresiones u otros problemas, incluyendo eating disorders, nadie les preguntara nada acerca de sus hábitos de comer. Una falta de interés que resulta perjudicial para el proceso curativo, ya que quienes lo hacen, ignoran los trabajos de Richard y Judith Wurtman y de otros neurocientíficos que nos han abierto ventanas de oportunidad para el entendimiento del papel esencial de los micro y macro nutrientes, de las vitaminas, del azúcar y de las grasas en las dietas de quienes sufren de trastornos emocionales, y no sólo del comer — por ejemplo, de la locura megaloblástica.
El relojero ciego
¿Por qué son estas consideraciones importantes? Simplemente, porque ya se reconoce que muchas de las sustancias que ingerimos se comportan como neurotransmisoras en su metabolismo y que, actuando como tales, afectan nuestros circuitos cerebrales a menudo de manera adversa; i.e. el azúcar.
Por eso la dieta es de importancia esencial en todo tratamiento médico/psiquiátrico.
En resumen
Nuestro cerebro es el órgano responsable por las pinturas de los clásicos, por la música que nos pacifica — o estimula, por la creación del concepto de la democracia, por el diseño de las armas atómicas, por la producción de una psicosis, o de la memoria placentera de nuestro primer amor.
¿Cómo es posible que un solo órgano sea capaz de tanta complejidad?
Ya que vimos un resumen de su estructura, veamos ahora cómo funciona.
El cerebro no es un sistema organizado de un modo perfectamente ordenado. Por su organización se lo compara con una jungla de malezas con 100 billones de células nerviosas, o neuronas, las que a su vez desarrollan procesos llamados axones y dendritas. La dendritas son la ruta principal por medio de las cuales las neuronas reciben información (aprenden); mientras que los axones son la vía principal que las neuronas utilizan para pasar información (enseñan) a otras células.
Es por medio de los complejos mecanismos bioquímicos de aprendizaje, transmisión de información y de memorias que funcionan como sistemas reverberantes fuera del alcance de nuestro control volitivo que esos mecanismos se organizan para gobernar todas nuestras actividades neuronales, como especulara Freud genialmente, cuando introdujo la función del sistema inconsciente.
Vale aquí repetir que los mecanismos básicos que contribuyen al desarrollo de nuestros cerebros son iguales en todas las especies. Podemos estudiar gusanos, peces, y aun moscas para entender los procesos activos en el cerebro del ser humano, ya que son idénticos.
Eric Kandel, recibió el Premio Nobel estudiando los mecanismos de la memoria en el humilde molusco Aplysia californica.
Finalmente
Para comprender nuestras mentes, para comprender nuestros pacientes, para conocernos a nosotros mismos, para aprender a vivir, y para hacerlo felizmente nos queda un solo camino: aprender de la neurociencia y de lo que nuestros pacientes nos ilustran como asimismo lo hacen los genios multidisciplinarios del Espíritu de Santa Fe.
Bibliografía
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Larocca, F. E. F: (2007) El Principio de la Entropía y sus Aplicaciones al Entendimiento de Nuestros Conflictos
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca