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Dolor físico y dolor emocional: el holograma de los sentidos (página 2)

Enviado por Felix Larocca


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Continuemos

Ahora revisaremos, en breve, uno de los trabajos de Jean B. J. Fourier y de su relevancia a esta tesis

Jean Fourier fue un matemático francés que vivió en el siglo XVIII. En sus labores científicas, el investigador desarrolló un método riguroso que le permitió convertir cualquier patrón sensorial, independiente de su complejidad, en un lenguaje de ondas simples.

Este modelo encuentra aplicación para ayudarnos a entender las funciones del cerebro, órgano que convierte ondas neurales en percepciones tangibles. 

Analizador de frecuencias

En otras palabras, así como una cámara de televisión cambia una imagen en frecuencias electromagnéticas y el aparato de televisión que las recibe transforma esas frecuencias de nuevo en la imagen inicial, igualmente se comporta el cerebro. Esta noción, desarrollada por Fourier, hoy se conoce como La Transformada de Fourier, definida por Wikipedia Español de la manera siguiente:

"En matemática, la transformada de Fourier es una aplicación que hace corresponder a una función f con valores reales o  complejos y definida en la recta, otra función g definida de la manera siguiente: Donde f es , o sea f tiene que ser una función integrable en el sentido de la integral de Lebesgue. El factor, que acompaña la integral en definición facilita el enunciado de algunos de los teoremas referentes a la transformada de Fourier. Aunque esta forma de normalizar la transformada de Fourier es la más comúnmente adoptada, no es universal.

"La transformada de Fourier, tiene una multitud de aplicaciones en muchas áreas de la ciencia e ingeniería: la física, la teoría de los números, la combinatoria, el procesamiento de señales, la teoría de la probabilidad, la estadística, la óptica, la propagación de ondas y otras áreas. En procesamiento de señales la transformada de Fourier suele considerarse como la decomposición [sic] de una señal en componentes de frecuencias diferentes, es decir, g corresponde al espectro de frecuencias de la señal f.

"La rama de la matemática que estudia la transformada de Fourier y sus generalizaciones es denominada análisis armónico".

Como expresáramos en otros artículos, los "genios" de Wikipedia poseen un talento extraordinario para embrollar los conceptos más simples que intentan detallar.

Pero, no importa mucho ya que lo que deseamos describir no depende de manera crítica en los hallazgos del ilustre Fourier.

El holograma

En los sistemas holográficos, esa transformación de frecuencias electromagnéticas es la base para formar imágenes virtuales. La impresión borrosa de los patrones de energía que reciben las placas fotográficas, en el holograma, por medio de los rayos de láser se reconstituyen en la imagen final, situada en un medio aéreo.

Por su parte en el cerebro, qué sucede cuando una imagen, resultado de ondas y actividades neurales, lo incide. Se razona que, ya que la frecuencia es una medida de las oscilaciones que una onda experimenta por segundo, las impresiones que el cerebro recibe, pueden transformarse, para ser entendidas, de manera holográfica.

Cerebro holográfico

La ratificación de la última noción recibió su validación como resultado de los trabajos de los neurofisiólogos de  Berkeley, Russell y Karen DeValois.

Se entiende por ejemplo, que cada célula cerebral en la corteza visual está ensamblada para responder a patrones luminosos de diferentes pulsaciones. Algunas se activan cuando los ojos perciben una línea horizontal mientras que otras lo hacen cuando perciben una vertical, y así sucesivamente.

Esta facultad se conoce como un detector de características o frecuencias. Término derivado de la computación cibernética.

Muchos investigadores han establecido que la función del oído y la del olfato se comportan asimismo como si fueran analizadores de frecuencias.

Podemos, entonces, aducir que esa masa de neuronas que contenemos en nuestros cráneos y cuyas funciones permanecen, en su mayoría misteriosas, opera por medio de una interconexión de impulsos químicos, hormonales y eléctricos para producir el milagro de la consciencia — eso es, si es que uno goza de la vida.

Prosigamos entonces, hablando del dolor y de los mecanismos de su percepción que nos son más familiares.                                    

Existen dos tipos de representaciones dolorosas: las que resultan de traumas emocionales y las que derivan de injurias físicas.

La percepción del dolor físico se origina en receptores localizados por todo el cuerpo de algunos seres vivientes. Unos de estos receptores residen profundamente dentro del organismo, informándonos de que algunos músculos duelen, que el intestino se irrita, que un tendón se estira en exceso, que las piernas están llenas del fluido de edema, que las articulaciones están hinchadas.

Comunicándonos de que tenemos que limitar nuestras actividades para confinar el daño posible a las regiones afectadas.

Otras están localizadas en su mayoría en la periferia del cuerpo, dispersadas por toda nuestra piel, notificándonos de algo que nos quema, de que un insecto nos pica o de que un cuchillo nos ha cortado, para que tomemos acción defensiva.

The headache por George Cruishank

Mientras que otras, confinadas al órgano intracraneal, nos informan que estamos disminuidos en nuestra autoestima o que hemos perdido prestigio y posición social, o que alguien o algo nos amenazan.

¿Cómo funcionan estos mecanismos?

La sensación de dolor en sí, es un patrón complejo que no está totalmente aclarado. Por ejemplo, si se pisa una tachuela con el pie descalzo, una parte de la corteza cerebral recibe información de que algo molesto ha ocurrido; mientras que otro segmento localiza la región que ha sido afectada. Pero, mientras que las dos áreas del encéfalo están ocupadas comunicándose entre sí, otro mecanismo mucho más veloz efectúa el repliegue reflejo del pie.

Esta porción automática, reside en la médula espinal en lugar de en el cerebro, lo que permite que la reacción defensiva sea inmediata para evitar más dolor y molestia.

Mientras que esto transcurre, otras regiones de la masa encefálica se ocupan activando el sistema nervioso autonómico, acelerando el corazón; mientras que entretanto otras regiones activan al hipotálamo para que éste comience a secretar la hormona liberadora de corticotropina (CRH) la que últimamente precipita la secreción de los glucocorticoides — activos durante el estrés — por la glándula suprarrenal.

El dolor, como sensación especial

Un aspecto que parece ser único a la sensación del dolor es que éste puede ser modulado por muchos factores dispares.

Marc Chagall

El dolor físico, cuando ocurre, no viaja ni a la misma velocidad, dependiendo en su origen, ni se comporta de igual manera en cada caso, ya que nuestra consciencia lo percibe y también lo modifica.

Por ejemplo, el dolor puede ser afectado por elementos sucedáneos, como acontece con el dolor del parto, o por la oportunidad de poder tener una medida de control sobre la sensación dolorosa misma, como cuando el dentista informa al paciente que lo que va a hacer le causará molestia, pero que el paciente puede controlarlo, por la simple indicación de que duele.

Podemos decir, entonces, que el dolor puede ser controlado en todas sus medidas por nuestra voluntad o por nuestras actividades mentales y corticales especializadas.

Pero hay más

Para mejor entender el mecanismo del dolor (o algesia) en sus aspectos más amplios, debemos explorar, aunque brevemente, los componentes de la analgesia inducida por el estrés, ya que ésta constituye una situación especial dentro de la cual el dolor no sigue sus derroteros habituales.

Mind over matter

Pensemos en la analgesia o la insensibilidad al dolor

La analgesia, especialmente, la analgesia inducida por el estrés (AIE) es fenómeno muy común y bien documentado.

Este tipo de abolición temporal del sentido del dolor es asunto de amplio reconocimiento anecdótico en personas que, estando altamente excitadas, en medio de una batalla o confrontando un gran peligro no experimentan dolor alguno.

Uno de los pioneros en el estudio de este tipo de fenómeno fue el anestesiólogo Henry Beecher de la Universidad de Harvard, quien en la II Guerra Mundial, tuvo la oportunidad de examinar muchos individuos, que siendo heridos en el campo de batalla, necesitaban analgésicos. A su vez, Beecher comparó este grupo de individuos con miem­bros de poblaciones civiles, quienes también necesitaban analgésicos para mitigar el sufrimiento.

Este investigador descubrió que un 80 por ciento de los civiles pedían que se les administrara la morfina para reducir el malestar, mientras que solamente una tercera parte de los soldados la solicitaban.

Beecher, en su síntesis interpretativa de este fenómeno citó al distinguido médico francés Guillaume Dupuytren quien había descrito la misma situación en soldados, un siglo antes,  y quien trataría de explicarla como un fenómeno de inducción psicológica de analgesia a la visión de la presencia del médico, como si el soldado pensara: "El doctor está a mi lado, todo será mejor".

Pero el estrés no solo afecta nuestras percepciones del dolor en el campo de batalla sino que asimismo las afecta en la vida cotidiana.

Tomemos el ejemplo de aquellas personas que están acostumbradas a los ejercicios estrenuos como son los corredores habituales u "obligatorios". Invariablemente, el corredor de maratones sufre una agonía al comenzar la carrera, pero una media hora más adelante, el malestar se esfuma y una sensación de euforia creciente aparece, haciendo que la incomodidad se transforme en una impresión de embriaguez resultado de la actividad de las endorfinas. Indicándonos que el padecimiento físico puede transformare en una sensación de deleite.

También conocemos el caso de la caquexia extrema característica de las pacientes con anorexia nervosa, quienes aparecen jubilosas cuando no comen. (Véanse mis artículos relacionados en psikis.cl y en monografías.com).

No, no es todo psicosomático, como parece ser, sino que es en verdad lo que conocemos como "la mente sobre el cuerpo" (mind over matter), donde se corrobora que la analgesia del estrés es un fenómeno muy tangible y que su acción es mediada a través de las actividades de los lóbulos prefrontales.

Veamos qué sucede con otros animales en este respecto. Por supuesto, que los animales de que hablamos no están preocupados con la economía mundial ni la banca, o con la pérdida de un objeto sentimental, como estilamos nosotros, sino se ocupan de sobrevivir simplemente.

Cuando un animal de laboratorio es sujeto al estrés experimental. Se ha demostrado que éste posee una capacidad extraordinaria para tolerar abuso y sufrimiento, como lo hiciera Filípides, durante la batalla de Maratón, cuya proeza fuera la cuna de las competencias de hoy.

La analgesia que en estas situaciones sobreviene es tan intrínseca a las funciones del cerebro como lo es nuestra capacidad de distinguir la luz de las sombras.

Evidencia confirmando la existencia de la analgesia inducida por el estrés (AIE) nos llega de muchas fuentes, incluyendo de los resultados de experimentos aludidos conducidos en el laboratorio.

Sin embargo, se cree que la mejor evidencia para soportar la idea de que este tipo de anestesia, en apariencias paradójica, existe, proviene de la bioquímica.

A principios de los años 1970s tres grupos diferentes de investigadores neuroquímicos demostraron casi simultáneamente que las drogas opiáceas se ligan a receptores específicos para ellas, que ocurren naturalmente en el cerebro. Igualmente se descubrió que esos receptores tendían a estar localizados en las mismas partes del encéfalo que procesan la percepción del dolor.

Las drogas analgésicas, por su parte, actúan embotando la sensibilidad de las neuronas envueltas, reduciendo o eliminando completamente la percepción dolorosa. (Véanse mis artículos acerca de las endorfinas y de la serendipia en monografías.com y en psikis.cl).

Entonces, los investigadores despertaron al siguiente enigma: ¿Por qué razón produce el cuerpo receptores para una clase de compuestos sintetizados por la planta de la adormidera — productora del opio? La respuesta fue que el cerebro los sintetiza para recibir una forma propia de morfina natural, endógena, que en nosotros existe. (Véase mi artículo, Psicoterapia para las adicciones en monografías.com).

En los años subsiguientes se demostró que así fuera, mientras que asimismo se descubrieron tres clases diferentes de compuestos opiáceos cerebrales: las encefalinas, las dinorfinas y las más famosas de todas, las endorfinas (una contracción de endógenas-morfinas).

La descarga de esas endorfinas, ya sabemos que regulan las actividades de las hormonas sexuales y asimismo explican los mecanismos de acción de la acupuntura. (Véanse mis artículos al respecto).

La acupuntura, por su parte, estimula la descarga de gran cantidades de opiáceos endógenos, por razones todavía poco entendidas. La mejor confirmación de esta teoría proviene de lo que se conoce como un "experimento de substracción".

Usemos la naloxona una droga sintética que bloquea los receptores opiáceos, cancelando la actividad de todos los narcóticos endógenos o endorfinas que existen en el cerebro. Cuando ese bloqueador de receptores se activa, la acupuntura deja de ser efectiva.

Todos estos conocimientos fueron preludio al descubrimiento de que el estrés estimula la descarga de opiáceos. Este último hallazgo fue hecho en 1977 por Roger Guillemin, quien demostró que el estrés provoca la producción de una clase de endorfina (la beta-endorfina) por la glándula pituitaria.

La respuesta de estrés fue descrita por la vez primera por el investigador Hans Selye (1907-1982), cuando este último se percatara de de que el malestar crónico causaba enfermedades. él razonó que las dolencias sobrevenían porque el organismo agotaba todos los elementos necesarios para responder al ataque, quedando indefenso frente al embate producido por los factores estresantes.

Lo que, hoy sabemos, que sucede es que la enfermedad que resulta del estrés continuo proviene de los daños que el mismo estrés produce por todo el organismo.

Pero, ¿qué sucede con la analgesia inducida por el estrés? La analgesia inducida por el estrés no continúa para siempre, ya que la secreción de las endorfinas cesa paulatinamente a medida que el tiempo transcurre, haciendo que éstos resulten ineficaces en el control del dolor y del estrés asociado al mismo.

Pero, ¿qué sucede con el dolor cuando éste es de origen emocional?

De acuerdo a investigaciones recientes, se ha determinado que el dolor que resulta de la agonía emocional, se siente de manera más aguda y dura más que el causado por injurias físicas.

Investigadores descubrieron que, si bien, ambos tipos de dolor causan mucha molestia cuando ocurren, pero, el dolor social posee la habilidad de retornar persistente e incesantemente, mientras que la memoria del dolor físico, muy a menudo, desaparece cuando el dolor cesa. Lo que hace del padecimiento emocional una tortura sin fin.

Buena postura

Filomena y los dolores de su cuello, o espasmo cervical estrés-inducido

Dolor cervical o del cuello: You are a pain in the neck! Vociferan los americanos, cuando algo los molesta.

El dolor cervical puede empezar en cualquiera de las estructuras del cuello, incluyendo músculos y nervios, al igual que vértebras de la columna y los discos amortiguadores entre ellas. También puede provenir de otras áreas del cuerpo cercanas a la nuca, como son los hombros, la mandíbula, la cabeza y la parte superior de los brazos.

Cuando el cuello presenta dolor, es posible que la persona tenga dificultad para moverlo, especialmente hacia un lado, lo cual es descrito por muchas personas como cuello rígido y como tortícolis por las ciencias médicas.

Causas frecuentes   

El dolor cervical común se debe, casi siempre, a tensión o distensión muscular y usualmente las actividades diarias son las responsables. Tales actividades son, entre otras: encorvarse sobre un escritorio por muchas horas, tener una mala postura para ver televisión o leer, colocar el monitor de la computadora demasiado alto o demasiado bajo, dormir en una posición incómoda o torcer y girar el cuello con sacudones cuando se hace ejercicio.

Pero su causa mayor es la tensión emocional.

Rabia + impotencia = Estrés

El dolor de nuca de Filomena

El dolor de Filomena comenzó cuando se enteró, durante un almuerzo organizado por su supervisora, de que habían eliminado su posición sin ninguna anticipación o preámbulo. Simplemente, la gerente le dijo que la compañía había adoptado un plan de austeridad empezando de inmediato y que eso era todo. Que ella estaba despedida, efectivo en ese instante.

Complicando su situación al momento era que el esposo había sido igualmente terminado en la misma corporación por razones idénticas.

Ambos compañeros quedarían desmoralizados, ya que debían mucho a las tarjetas de crédito por gastos innecesarios o superfluos. Además de que Filomena sospechaba que la pérdida de sus últimos períodos fuera debido a un embarazo temprano — lo que evitó comunicar a su esposo para no preocuparlo más.

Ambos consortes habían sido tratados exitosamente por obesidad moderada usando una combinación de un plan de estrategia de comer ajustado a sus vidas y del uso de la psicoterapia introspectiva. (Véanse mis artículos a este respecto en pskis.cl y en monografías.com).

Muy pronto, como resultado del estrés imprevisto, las libras empezarían a retornar de manera progresiva, mientras que la joven mujer comenzó a quejarse de dolor de cuello tan intenso que le impedía mover la cabeza aun ligeramente.

Analgésicos comunes para esta condición y aplicaciones de compresas medicinales al área afectada produjeron pocos resultados.

Retornando a la terapia, durante una de las sesiones, Filomena comenzó a reportar de manera vívida, la rabia que sintiera hacia la compañía que la despidiera con cajas destempladas y sin mostrar ningún agradecimiento por sus labores, por todos consideradas excelentes. Cuando pausó en medio de su verbalización de afectos, se dio cuenta, de modo súbito que el dolor que, hasta entonces, la incapacitaba había cesado abruptamente, resultado de su abreacción o catarsis emocional.

La terapia culminó en la cesación del espasmo muscular.

Explicación

Los científicos actualmente están confirmando la noción tan popularmente aceptada, de que el sufrimiento emocional realmente puede traducirse y ser expresado como dolor físico.

Investigaciones recientes revelan que la misma parte del cerebro que procesa el dolor físico también procesa el dolor emocional.

Lo que explica que, de la misma forma cómo una lesión física puede causar malestar crónico, lo mismo sucede con el malestar psíquico, ya que muchas personas nunca se recuperan de un golpe emocional.

El dolor psicológico, por su parte, puede adquirir muchas configuraciones y tener muchos orígenes. Por ejemplo, puede resultar de la terminación de una relación amorosa, de la exclusión social, o de la pérdida de un ser querido, entre muchas causas más.

Numerosas personas que han experimentado este tipo de sufrimiento emocional en lo extremo, a menudo hablan de "sufrir un dolor en el pecho", de "una tensión muscular", o de pensar que están volviéndose locas de tanto pensar sin poder suprimirlo.

Los neurocientíficos creen que el dolor emocional actúa por medio de las actividades de la corteza cingular anterior del cerebro.       

Ciertos científicos creen que el dolor físico y el dolor emocional están conectados de esta forma porque las relaciones sociales son cruciales para la supervivencia de nuestro género.

Desde el paleolítico superior reconocemos que ante una situación de peligro, una sola persona tiene menos posibilidades de sobrevivir que si se acompaña por un grupo amistoso de seres humanos.

El dolor físico es una advertencia que nuestro organismo nos hace para que evitemos hacer algo que nos puede hace daño, por ejemplo, caminar con un tobillo o pierna rota.

El dolor emocional, también puede ser una advertencia, por ejemplo, para no volvernos a acercar a cierto tipo de persona o situación que nos puede lastimar o herir psicológicamente.

De la misma forma como el dolor físico puede volverse crónico, lo mismo sucede con el dolor emocional.

En resumen

En esta tesis introducimos en breve algunos de los trabajos que soportan la teoría de que la mente y el cerebro funcionan como hologramas y que sus actividades básicas pueden explicarse adoptando estos conceptos.

Los trabajos del físico David Bohm y del neurólogo Karl Pribram han abierto para todos un campo de especulación científica hasta ahora desconocido. (Aquí el libro recomendado es: The Holographic Universe por M. Talbot. Harper-Perennial).

El modelo holográfico es de mucha importancia, porque nos proporciona — por medio de explicaciones convincentes, aunque todavía permanezcan poco convencionales — evidencias de que nuestros cerebros organizan todas nuestras percepciones de una manera que crean hologramas virtuales donde se proyectan imágenes procedentes de su actividades más íntimas que pueden ser modificadas por nuestras habilidades de entenderlas y de alterarlas usando nuestro raciocinio.

Este tipo de entendimiento hoy se aplica al diagnóstico y al tratamiento de muchas condiciones médicas, especialmente algunas de naturalezas neurológicas y otras de origen psicosomático.

Aquí presentamos una tesis basada en las mismas premisas y como preámbulo a otras ponencias relacionadas al tema.

Referencias   

·         Larocca, F. E. F: (2008) El Universo Holográfico (en proceso de publicación)

·         Larocca, F. E. F: (2008) El cerebro y el holograma de la Mente (en proceso de publicación)

·         Briggs, J: (1984) Looking glass universe Simon & Schuster NY

·         DeValois, K: (1979) Responses of Striate Cortex Cells to Grating and Checkerboard Patterns, Journal of Physiology, vol 291, 483-505, 1979.

·         DeValois, R: (1980) Spatial vision, Ann. Rev. Psychol, 31, 309-41

·         Pietsch, P: (1981) Shufflebrain: The Quest for the Hologramic Mind, Houghton-Mifflin

·         Pribram, K: (1987) The Implicate Brain Quantum Implications: Essays in Honour of David Bohm, Routledge,

 

 

 

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

República Dominicana

Partes: 1, 2
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