- Decisión de inversión
- Financiación y crédito
- Empresas de coparticipación
- Incentivos para el desarrollo de la acuicultura
- Seguros
- Bibliografía
Como ya se ha indicado en las secciones anteriores el desarrollo de la acuicultura necesita inversiones apreciables para los varios servicios básicos de respaldo, incluidos investigación, entrenamiento, divulgación e información, junto con incentivos adecuados para la atracción del capital necesario. Este tipo de inversión procede más a menudo del gobierno que del sector privado. La decisión del gobierno de invertir en la creación de la infraestructura para la acuicultura debe orientarse por los beneficios sociales y económicos que pueden derivarse para el país. Algunos de los beneficios más importantes que el gobierno debe tener en cuenta para tomar decisiones sobre inversiones serán: la contribución que puede dar la acuicultura a la producción de alimentos y a que el país alcance el nivel de producción de proteína animal que necesita, ya sea en conjunto o en áreas aisladas; el progreso económico general (incluyendo las comunicaciones y amenidades sociales) de las áreas elegidas para la acuicultura; creación de oportunidades de empleo y su efecto sobre la emigración de las poblaciones rurales a las áreas urbanas; y el ahorro de divisas al sustituir importaciones o mediante entrada de moneda extranjera gracias a la exportación de productos de la acuicultura
Las decisiones de inversiones en relación con las empresas individuales se deben basar principalmente en las utilidades posibles de la inversión. Aunque puede haber notables diferencias en la tasa de utilidad requerida para justificar la inversión, en las empresas a pequeña o gran escala, el aspecto financiero es de importancia primordial para ambas categorías de inversionistas. Para tomar decisiones al respecto será necesario hacer un análisis detallado del proyecto, incluida una evaluación técnica y financiera de las operaciones propuestas. Influirán notablemente los procedimientos a adoptar los casos en que vaya a emplearse una acreditada tecnología del cultivo o el uso de una técnica nueva, no tradicional, en el proceso de desarrollo del mismo. En este ultimo caso será necesario incrementar los fondos previstos para factores imprevistos y considerar un periodo largo durante el cual se vayan realizando la necesaria adaptación de las técnicas y la capacitación del personal. En el caso de técnicas bien conocidas los análisis de las inversiones serán relativamente fáciles ya que se dispone de los datos básicos esenciales. Sin embargo muchas técnicas son relativamente nuevas, e incluso se hallan a menudo en desarrollo, en cuyo caso es casi imposible hacer una evaluación precisa de la inversión y el empresario tendrá que prevenirse para el mayor riesgo del periodo de rodaje. Además, es importante hacer notar que la fase de producción en la industria es relativamente más arriesgada y el inversionista buscara naturalmente los incentivos ofrecidos por los gobiernos y la posibilidad de tener una póliza de seguro a un costo razonable. Si una empresa se concentra solo en la elaboración y mercadeo, el análisis de la operación será mucho más fácil de hacer, con tal de que este asegurado, naturalmente, el suministro de materia prima.
Inclusive en el caso de alguno de los sistemas tradicionales de cultivos, los datos económicos necesarios no están siempre disponibles. En tales casos, y ciertamente en el caso de nuevas técnicas, será deseable disponer de una unidad piloto en la que puedan experimentarse los supuestos que se hayan hecho en una evaluación de la inversión, lo que dará los datos necesarios para mejorar el análisis básico de la inversión y modificar los procedimientos operativos según convenga, antes de que se hagan los desembolsos financieros más importantes. En base a los resultados de la operación piloto se pueden tomar decisiones finales sobre el valor e importancia definitiva de la inversión. Este "ensayo" u operación piloto no solo es útil en el sector de la producción sino también en los de elaboración y mercadeo. Si la inversión ha de hacerse en el desarrollo del producto, operaciones piloto sobre elaboración y mercadeo pueden servir para facilitar algunos de los datos esenciales para planificar operaciones en escala comercial y para dar la confianza necesaria, antes de la inversión, en sus posibilidades económicas.
Un proyecto o análisis de una inversión tratara de planear en detalle las diferentes etapas de las operaciones y preparara cálculos completos de los costos de inversión y costos de operación, tanto para la unidad piloto, si se ha decidido tenerla, como para la fase comercial. Como los procedimientos de la acuicultura son tan diversos y dependen de las especies en cultivo y los sistemas que se emplean, es difícil sugerir un modelo simplificado de análisis del proyecto, pero las etapas que comprende pueden ordenarse apropiadamente como sigue:
(i) Elección del criterio de inversión (comercial, social o combinación de ambas (véanse pagina 2).
(ii) Estimación de los costos de inversión (capital, servicios necesarios para organizar los medios de trabajo – terreno – ingeniería y proyectos – construcción de estanques y otras instalaciones – viveros, vehículos – almacén de alimentos-almacén de combustible – instrumentos – generador de energía eléctrica – equipo para la cosecha – planta de elaboración – capital de operación para hacer frente a los costos de operación antes de que se reciban ingresos en efectivo).
(iii) Estimación de los costos de operación sobre base anual (semilla, si no se produce internamente – stock de cría, si la semilla se produce internamente – operaciones de desove y cría – precio del agua – alimento – fertilizantes – productos químicos – manutención – energía – seguros y revisión de cuentas – servicios técnicos – administración – mano de obra –
? transporte y almacén – viajes – comunicaciones – mercadeo y corretajes – seguros – contingencias).
(iv) Hacer una previsión del movimiento anual de caja (disponibilidad para emergencias – calculo de los ingresos de la granja basados en la previsión de ventas y luego de deducir los costos de operación. El movimiento anual de las operaciones de caja podrá indicar como puede financiarse la empresa a corto, medio y largo plazo).
(v) Calcular los beneficios financieros expresados comúnamente como rédito financiero interno (RFI) que es la tasa a la cual el valor corriente del superávit futuro de la explotación iguala el costo de la inversión. Esto implica el uso de tipos de descuento adecuados, en el supuesto de que los beneficios que se harán hoy son de mayor valor que los que se harán en ocasiones futuras. En un proyecto que tiene un RFI del 20 por ciento, la capacidad promedio de beneficio del capital empleado a lo largo del proyecto es del 20 por ciento o, de otra forma, el proyecto debe poder pagar un 20 por ciento de interés al capital, si se tomase prestado todo el capital.
(vi) Calculo del impacto de las empresas de acuicultura en la economía nacional. La técnica del descuento en el movimiento de ingresos en metálico, utilizada para calcular el RFI puede utilizarse para estimar el rendimiento para la economía nacional de un proyecto, expresado como rédito económico interno (REI). Mientras que los cálculos financieros se basan en los precios de mercancías y servicios en el mercado libre, los cálculos económicos se basan en los costos de las oportunidades sociales, o el valor del empleo de los mejores medios alternativos para el empleo del recurso. En muchas economías desarrolladas los precios de mercado pueden ser casi equivalentes a los costos de la oportunidad social. En otros, los precios del mercado pueden estar influenciados en gran parte por los controles de precios, las restricciones de importación, las leyes de salarios, subsidios, etc. En tales casos los economistas usan "precios sombra" o sea los precios que habrían existido para tales evaluaciones bajo una situación de perfecta competencia. El impacto en otros objetivos nacionales, como la producción de proteína animal, ganancias en el cambio exterior, creación de empleos y distribución del ingreso, puede calcularse separadamente como un complemento del REI. A menos de que los beneficios sociales y otros tengan un papel importante, el análisis económico y financiero debe servir de guía para tomar decisiones. Sin embargo, vale la pena subrayar que muchas empresas de producción de alimentos están apoyadas con importantes subsidios por los gobiernos por razones sociales, políticas y otras, y que este apoyo puede influir considerablemente en las decisiones sobre la inversión incluso cuando las utilidades sobre la inversión financiera no sea adecuada.
La financiación de los programas de acuicultura dependerá en gran parte de los objectivos y el modelo de desarrollo elegidos. Como ya se ha dicho, el gobierno financia en la mayoría de los casos gran parte de la infraestructura, influyendo en la investigación, el entrenamiento y el apoyo de los servicios de divulgación, pero en el caso de la financiación de empresas individuales, sean estas grandes o pequeñas se necesitaran instituciones de crédito especializadas. En muchos países será posible reunir todos o gran parte de los fondos necesarios acudiendo a fuentes internas. Un empresario que inicie una empresa en gran escala puede ser capaz normalmente de obtener los capitales necesarios por medio de los servicios de los bancos nacionales, complementados, si es necesario, con la venta de acciones privadamente o por subscripción publica. Pero siendo la acuicultura una industria relativamente nueva y en muchas áreas no muy bien establecida y orientada comercialmente, será muy ventajoso disponer de instituciones de crédito especializadas, particularmente para los pequeños empresarios y granjeros. Tales instituciones, muy similares a los bancos de agricultura, pueden ofrecer mejores servicios a aquellos que están en condiciones de usar el crédito productivamente que los prestamistas privados, y también mejor que los bancos comerciales o de desarrollo general. Las agencias de crédito para la acuicultura pueden estar en condiciones de aceptar una tasa de interés algo inferior y de permitir al granjero libertad para negociar el precio al que compra lo que necesita o al que vende su producto. Otra razón más que explica la necesidad de tales instituciones de crédito es la de proporcionar canales para el financiamiento exterior, a menudo "sometido a la condición de que debe existir una institución domestica competente responsable de los prestamos en segundo grado.
La experiencia en la facilitación del crédito agrícola puede ser de mucha utilidad para organizar los servicios de crédito para la acuicultura pues tienen mucho en común las necesidades de los granjeros agrícolas y de los acuicultores. Los bancos especiales para el desarrollo, o de inversión, pueden ser los más adecuados para los financiamientos en gran escala, para la fundación de nuevas empresas de producción, elaboración y mercadeo; por su propio carácter no estaran en condiciones de tratar con un gran numero de pequeños granjeros. El financiamiento de los bancos comerciales suele estar disponible para el mercadeo y especialmente la exportación de cosechas, pero rara vez estas instituciones pueden encargarse de satisfacer las necesidades de producción de los pequeños granjeros, principalmente por los riesgos y costos que implican. Por ello parece que bancos especiales de agricultura o de pesca sean los medios más adecuados para llevar el crédito a las empresas de acuicultura. Cuando la acuicultura se organiza en base cooperativa, puede ser posible establecer un sistema de crédito cooperativo por medio del cual los fondos de un banco cooperativo pueden ser encauzados a los granjeros a través de las uniones de distrito y las sociedades locales. Otro método podría ser encauzar el crédito necesario para cultivar un producto particular de la acuicultura, a través de las empresas oficiales u organismos públicos que lo transforman y mercadean. Esto vale especialmente para las necesidades de los granjeros que crían especies para su venta en mercados distantes (por ejemplo, camarones, ostras, etc.) o para su elaboración en pocas fabricas especializadas (por ejemplo, bagre, mejillones, etc.) ya que esta garantizada la pronta recuperación de los prestamos, pues las deducciones necesarias pueden hacerse antes de remitir al granjero las ganancias de la venta, pero no es conveniente para el gran numero de granjeros que crían especies para el consumo domestico.
Cualesquiera que sea el arreglo institucional elegido para la facilitación del crédito, resulta de gran importancia integrarlo con servicios de asistencia. Los granjeros deben ser informados convenientemente sobre los fines del crédito y como utilizarlo ventajosamente. Un abastecimiento organizado de artículos necesarios y un mercadeo eficiente del producto son servicios de asistencia esenciales. El crédito, cuando esta enlazado adecuadamente con los servicios de divulgación, puede servir para ampliar y facilitar el mejor uso de las tecnologías una vez que los productores hayan sido convencidos de su valor (véase pagina 6). La experiencia de la agricultura hace ver claramente que los aumentos importantes en producción total pueden provenir de la disponibilidad del crédito en conjunción con servicios de asistencia adecuados. También se ha demostrado que un crédito puede malgastarse fácilmente si se concede aislado de otros servicios de asistencia, sin asegurarse de que los prerequisitos esenciales están cumplidos, lo que causa invariablemente devoluciones inferiores.
Otros criterios importantes para el éxito de un programa de financiación son la facultad de movilizar fondos suficientes para satisfacer las necesidades de los solicitantes de crédito, la capacidad de mantener agencias de crédito al alcance de los granjeros que pueden beneficiarse de sus servicios y la aptitud para facilitar prestamos rápidamente con un mínimo de formalidades burocráticas. Los bancos de desarrollo agrícola, generalmente patrocinados por el estado y las corporaciones financieras, pueden obtener los fondos necesarios de fuentes publicas, domesticas, o internacionales. Sin embargo, no siempre tienen la red de unidades y el personal requerido para servir a un gran numero de granjeros. Cuando los costos de redes semejantes son demasiado altos debe tomarse en consideración la posibilidad de que una empresa cooperativa o de mercadeo tome a su cargo las responsabilidades de la supervisión del préstamo.
Una red de cooperativas ligada a un banco cooperativo central puede resultar un medio eficaz para servir a un gran numero de granjeros a bajo costo. La responsibilidad para determinar la necesidad del crédito y asegurar su reembolso puede ser asumida por los comités, de los que formaran parte los propios granjeros. Tales redes de cooperativas necesitaran fuentes de financiamiento exteriores, como el gobierno, pues en otro caso su capacidad de préstamo será pequeña. La experiencia de los sectores agrícola y pesquero ha demostrado muchas veces la superior importancia de la pericia administrativa en la operación de las instituciones de crédito y las cooperativas. Sin embargo, por muy justamente concebido que sea el programa, el granjero se hará su propia opinión a base de los servicios que reciba del personal con quien trata. Se deben encontrar, pues, los medios para zanjar la diferencia entre los niveles sociales de instrucción del granjero y los del personal del banco o la cooperativa. A tal fin será muy conveniente organizar cursillos para orientar al personal de los bancos agrícolas o pesqueros, los agentes de divulgación, los jefes de cooperativas y los administradores, sobre como conducir las operaciones de crédito al servicio de los pequeños granjeros, pues algunos de los inconvenientes en el funcionamiento de las instituciones de crédito y cooperativas pueden ser causados por intereses creados, incluidos los de los grandes granjeros y las interferencias políticas. Para reducir estas constricciones es necesario adoptar sistemas objetivos de concesión de créditos, apoyados por el gobierno, las organizaciones de los granjeros y otros organismos responsables.
Sobre la base de la administración del crédito agrícola, se ha observado que el interés bajo no garantiza el uso adecuado del crédito; en la practica el resultado puede ser el opuesto. El bajo interés puede favorecer en cierto modo al granjero importante que recibe créditos de mayor entidad, mientras que el granjero modesto tendrá dificultades ya que el interés reducido no permite que la institución de crédito tenga ingresos suficientes, lo que le impide mantener la necesaria red de sucursales y el personal fiscalizador. Otro de los inconvenientes del crédito a bajo costo es que los granjeros no sienten la necesidad de utilizarlo cuidadosamente, lo que conduce a menudo al empleo intensivo prematuro del capital. En tales circunstancias la institución de crédito puede prestar muy rápidamente todo su capital y no serán muy brillantes las perspectivas para recuperar de nuevo sus fondos. Los granjeros, por el contrario, pueden desear pagar intereses más elevados a cambio de la rapidez en el servicio y favorables condiciones de pago. De hecho estos son los factores que atraen todavía hacia los prestamistas tradicionales a granjeros y pescadores de muchas partes del mundo.
Las países que necesitan capital extranjero o experiencia externa empresarial, y conocimiento técnico pueden acelerar el desarrollo de la acuicultura por medio de la institución de empresas de coparticipación adecuadas. Existe un interés creciente entre los empresarios de los países avanzados industrialmente para establecer la acuicultura en los países tropicales en desarrollo, por una serie de razones de las que las más importantes son:
(i) las buenas condiciones ecológicas que permiten el crecimiento de organismos en cultivo a lo largo de todo el ano;
(ii) el bajo costo de los terrenos, y
(iii) mano de obra relativamente barata.
Las oportunidades para la exportación de especies cultivadas de alto valor comercial, al mercado del país de origen del empresario o a un tercer país, es una consideración importante para organizar empresas de coparticipación. En realidad se ha observado que las posibilidades de una cooperación fructuosa con una firma extranjera son mucho mayores cuando el objectivo principal es la explotación de un mercado de exportación prometedor. Aunque en principio podría ser factible, la participación extranjera es relativamente difícil de conseguir cuando el principal objetivo es aumentar el consumo en un mercado domestico con limitado poder adquisitivo. Es esencial en cierto interés complementario entre los socios para el buen funcionamiento de empresas de coparticipación, incluso si se acepta que una armonía completa de intereses se consigue muy rara vez. La mayor preocupación de una firma extranjera es obtener beneficios de su inversión mientras que el país receptor buscara obtener beneficios sociales, económicos y políticos. En muchos casos será posible, sin embargo, negociar condiciones de asociación que acomoden los diversos intereses será sensato reconocer al comienzo de las negociaciones las diferencias de intereses encontrados para desarrollar medios y arbitrios para resolverlas.
Los requisitos principales de las empresas de coparticipación de pesca han sido descritos en algunos trabajos recientes (Hamlisch, 1974) y no pensamos entrar en detalles en esta sección. Mucho de lo descrito sobre las empresas de coparticipación de pesca puede aplicarse también a las empresas de acuicultura. Sin embargo puede convenir subrayar algunos de los factores de especial importancia en el desarrollo de la acuicultura.
En algunos países la participación de una firma extranjera puede ser solicitada solamente para emprender estudios piloto, a fin de determinar si pueden desarrollarse las actividades en escala industrial. En estos casos sería más adecuado hacerlo por medio de contratos, con una disposición que indique que se harán negociaciones para establecer una empresa de propiedad conjunta dentro de un tiempo determinado si los estudios piloto tuvieran éxito. Cuando existe una gran necesidad de capital extranjero es muy posible que los asociados extranjeros se apoderen de la mayoría de los intereses. El país huésped puede, por lo tanto, considerar necesario introducir las cláusulas de garantía necesarias para asegurarse el grado de control necesario. Una compañía multinacional puede preferir a menudo emprender las operaciones de acuicultura en un país extranjero por medio de una compañía subsidiaria, cuya propiedad le pertenece, si piensa que la asociación local puede generar conflictos sobre las políticas a seguir o si debe proteger secretos tecnológicos. Pero la asociación con empresas del sector publico o privado en el país huésped puede permitir el uso de conocimientos locales preciosos, de informaciones sobre mercados y tener contactos de negocios, todo lo cual facilita el desarrollo de una estructura vertical integrada. La política de la mayoría de los gobiernos de países con posibilidades para realizar empresas de coparticipación parece orientada a estimular la participación local y en algunos casos los socios extranjeros tienen incluso que financiar la compra de acciones por los socios locales.
Para que las operaciones de las empresas de coparticipación tengan éxito son factores de importancia primordial la elección de los socios y la conclusión de contratos detallados que prevean todos los conflictos y diferencias en políticas y procedimientos que puedan surgir en el curso de las operaciones. La selección de los socios extranjeros es fácil cuando se trata de una sociedad multinacional o de una firma con historia y reputación bien conocidas, en otro caso la información necesaria sobre antecedentes puede obtenerse o comprobarse por medio de las cámaras de comercio y fuentes similares.
El socio extranjero tendrá que hacer análisis detallados del ambiente para inversiones que existe en el país huésped, incluidas la estabilidad económica y política, las medidas que afectan a las inversiones extranjeras y las instituciones establecidas para hacerlas cumplir, la política de la administración de la pesca y de la producción de alimentos y la eficiencia administrativa general. Tales consideraciones, además de los factores técnicos y ecológicos, serán de importancia para dirigir con éxito operaciones de acuicultura en un país. Cuando la asociación se lleva a cabo con un empresario privado deberán examinarse atentamente sus antecedentes financieros y su capacidad de gestión. Es un país donde no existan empresas privadas, el socio será el propio gobierno o una cooperativa gubernamental; en los que existen economías planificadas centralizadamente, se podrá entrar en colaboración directa con las empresas financiadas y controladas por el estado. Hay casos en los que pueden agruparse más de dos socios, pero la responsabilidad directiva estará en manos de uno solo. Tales arreglos pueden contribuir a robustecer la competencia de la sociedad y la provisión de capacidades y servicios especializados. La tendencia general en la distribución del capital suele ser una distribución a partes iguales, pero a menudo el país huésped posee la mayoría de las acciones.
Aunque exista un amplio margen de libertad para la importación de equipos y para el empleo de personal extranjero, será necesario insistir en la utilización del personal local y su progresivo aumento dentro de un determinado límite de tiempo, por medio de adecuados convenios para su capacitación; igualmente se ha de determinar la racionalización del envío de los beneficios al extranjero. También debe acordarse el mercadeo de una parte del producto, por lo menos, en el país huésped, en vista de los beneficios sociales derivados, aunque puede plantear la necesidad de arreglos especiales en el rendimiento económico. Si bien la mayoría de los gobiernos suelen ser muy prudentes en conceder derechos monopolísticos a las empresas de coparticipación, se justifica, en cambio, una protección especial para una industria que comienza. La salvaguardia de secretos industriales puede tener solo una aplicación limitada en las empresas de acuicultura, pero si hay que hacer una cláusula sobre esto, posiblemente surgirán grandes dificultades para llegar a un acuerdo.
Incentivos para el desarrollo de la acuicultura
A fin de atraer el capital interior o externo y promover inversiones en acuicultura, el gobierno y otras agencias de fomento tendrán que proporcionar toda clase de incentivos, particularmente por tratarse de una industria naciente en la mayoría de los países. La naturaleza de los incentivos requeridos dependerá en gran parte del nivel y tipo de desarrollo. Por ejemplo, los incentivos necesarios para inducir a los pequeños granjeros a desarrollar la acuicultura dentro de las operaciones rurales a pequeña escala, serán diferentes de los que necesitaran los grandes empresarios para desarrollar industrias de acuicultura integradas verticalmente.
Existe un cierto numero de problemas legales que debe abordar un inversionista en acuicultura y a los que nos referiremos en la sección 9.1. Además de resolverlos, para facilitar las inversiones en la industria, los gobiernos deben considerar la creación de un "clima" general favorable al desarrollo de empresas mayores o menores, lo que resulta especialmente necesario cuando no ha sido demostrada la naturaleza competitiva de esta industria en relación a los beneficios y los inversionistas se encuantran frente a posibles alternativas que quizás ofrezcan ganancias mayores. Los gobiernos podrán atraer inversiones para la acuicultura, con preferencia a otros comparables, por medio de la facilitación de incentivos y de medidas de apoyo, sean estas financieras, administrativas o legales.
Ya hemos hablado de la necesidad del respaldo gubernativo en relación con los servicios de investigación, demostración, entrenamiento e información. En el sector agrícola muchos gobiernos han reconocido la necesidad de conceder subsidios para proteger a los campesinos contra las fluctuaciones mundiales de los precios de fertilizantes y otros artículos. La ampliación de un apoyo similar a la industria de la acuicultura por medio de organizaciones apropiadas, como las cooperativas, es muy deseable, así como el apoyo del gobierno en las campanas de fomento, popularizando las especies y productos de acuicultura, a bajo precio, y consiguiendo así la reducción de las importaciones o la sustitución de artículos de costo elevado. Otro tipo de apoyo que el gobierno puede proporcionar a la industria es crear confianza en el consumidor por medio de la demostración de las características detalladas del producto. También creara un clima favorable para inversiones en este sector la preparación de algunos requisitos de infraestructura, como carreteras, edificios, comunicaciones, escuelas, asistencia medica, y otros servicios sociales en las áreas donde se va a desarrollar la acuicultura.
Nos hemos referido también a la necesidad de medidas fiscales, como la oportuna facilitación de crédito a un interés razonable: una exención tributaria para el período de operaciones piloto y de "rodaje", es un incentivo que se otorga normalmente a todas las industrias. Cuando se trata de empresas de coparticipación, con socios extranjeros, la importación libre de equipo, la contratación de expertos extranjeros, la repatriación de su parte en los beneficios durante el periodo del contrato, son incentivos normales que se espera conceda el gobierno. La anulación de impuestos discriminatorios y la revisión del porcentaje de reserva que las compañías extranjeras están autorizadas a retener, pueden actuar a veces como incentivos para la participación extranjera. Una revisión de los estatutos y las reglamentaciones relativos a las inversiones extranjeras, a los acuerdos de asociación, procedimientos generales administrativos y asuntos de pertinencia del desarrollo de la acuicultura, puede ser de gran utilidad para identificar factores que se oponen al desarrollo y para inducir revisiones y mejorías que facilitaran la marcha de la industria.
También se pueden considerar incentivos, la promoción de industrias auxiliares como la manufactura de alimentos, de jaulas, distribuidores de pienso, tanques de viveros, etc., y la ayuda del gobierno en esta dirección puede considerarse deseable y necesaria.
Ya se ha señalado que la mayoría de las formas de la acuicultura, en el estado actual de desarrollo, deben ser clasificadas como actividades de gran riesgo, a causa de muchos peligros, algunos de los cuales fuera del control de los operadores pues son el resultado de cambios ambientales como condiciones adversas del tiempo, cambios en el suministro del agua, calamidades naturales como tifones, inundaciones, etc., y otras como epidemias de mortalidad por enfermedades, polución por descargas domesticas, agrícolas o industriales, están solo en parte bajo su control. Además de facilitar ayuda para reducir las perdidas causadas por los desastres, los gobiernos proporcionan o menudo asistencia financiera y material a los granjeros y los empresarios para reconstruir sus instalaciones y sus stocks de cultivo. Esto puede ser una carga importante para los gobiernos y un sistema alternativo para mitigar tales perdidas puede obtenerse por medio de seguros contraídos con aseguradores comerciales.
En el período actual de la industria existen problemas importantes para concertar pólizas de seguro desde el punto de vista del asegurador que debe proporcionar la cobertura necesaria y del acuicultor, que necesita la protección. En primer lugar, hasta hace muy poco tiempo ha sido muy difícil hallar un agente de seguros dispuesto a cubrir los riesgos de la acuicultura a una tarifa razonable. La carencia general de conocimientos de parte de las compañías aseguradoras sobre las características comerciales e industriales de la acuicultura y de la naturaleza de los riesgos que debían asegurar, ha sido la mayor desventaja. La cobertura de un seguro se basa en el principio de repartir el costo del riesgo entre los asegurados, cargando primas que en su total excedan las perdidas que deben compensarse. El doble problema que se presenta ante los seguros para la acuicultura es la falta de datos entre los aseguradores para calcular los riesgos y la escasez de empresas dispuestas a participar en programas de seguros. Los aseguradores tienen que contratar los servicios de expertos técnicos y científicos para que les ayuden en el calculo de los riesgos y les aconsejen sobre la prevención y la reducción de las perdidas. Un medio de seguro que se dedica únicamente a proveer las necesidades de la industria de la acuicultura, disponible por medio de los agentes de seguros normales, se esta desarrollando ahora, y cuando se haya extendido convenientemente podrá contribuir con eficacia a que haya inversiones mayores en acuicultura. En todo caso será necesario un cierto grado de standardización y mejoría de las practicas de la acuicultura, para determinar niveles razonables de primas sobre los stocks, lo que es un prerequisito esencial para que existan programas de seguros satisfactorios. Aunque los aseguradores podrán estar dispuestos a aceptar algunas fluctaciones de las primas en relación con las perdidas, cuando estas sean muy elevadas de forma continua el mercado de los seguros se arruinara a largo plazo. Los impresos de propuesta del seguro plantean cuestiones que pueden parecer demasiado detalladas, pero esto es probablemente inevitable en el estado actual de los negocios y según los peritajes de que disponen los aseguradores. La industria tiene que aprender los principios y las practicas necesarios para dominar los riesgos a fin de minimizar las perdidas. Esto asegurara a la larga un sistema satisfactorio de seguros para el beneficio de la industria en su conjunto. Aunque no parezca muy significativo por ahora, la expansión de la industria creara eventualmente los problemas de riesgo del producto (especialmente cuando estos son bien diferenciados y conocidos en el mercado por sus cualidades distintivas) lo que formara parte también de los medios de seguros de la acuicultura.
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www.goglee.com
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Autor:
Brito, Kennia
Rondón, Rodolfo
Ruíz, Emily
Salazar, Gabriela
Profesor:
Ing. Andrés Blanco
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"
VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL
INGENIERÍA FINANCIERA
SECCIÓN: T1
PUERTO ORDAZ, MAYO DE 2009