Truman Capote
Soy alcohólico, Soy drogadicto, Soy homosexual, Soy un genio.
Truman Capote
Truman Persons nació en Nueva Orleands, el 30 de septiembre de 1924. Por una pelea de sus padres pasó gran parte de su infancia en Alabama, acompañado de 4 ancianos.
Allí nacería su pasión por la literatura y los chismes.
Lo que él posteriormente llamaría "un estilo de ver y oír" que hallaría su gran desenlace de su novela "Plegarias Atendidas".
Empezó a escribir cuando tenía 8 años: de improviso, sin inspirarse en ejemplo alguno.
No conocía a nadie que escribiese y a poca gente que leyese.
Pero a él sólo le interesaban cuatro cosas: leer libros, ir al cine, bailar y hacer dibujos.
Luego de cambiar su apellido por el de Capote (el apellido del nuevo esposo de su madre), comenzó a publicar a los 17 años sus cuentos en las llamadas revistas "de calidad" y al poco tiempo, entra a trabajar al The New Yorker en Nueva York.
Su primer titulo, "Otras voces, otros ámbitos", es un libro iniciativo, donde Capote volcaría muchas de las experiencias de su niñez, mezclando la ficción y la realidad hasta hacerlas inseparables, una constante de toda su obra que caracterizaría su estilo.
La novela, aparecida en 1948, con gran éxito de público y crítica, lanzó a Capote a la popularidad pero también a los enfrentamientos con sectores que se negaban a aceptarlo.
La novela titulada "A Sangre Fría", fue un éxito y llevó a Capote al centro de atención de todos los medios de prensa del país, apareciendo en las portadas de las revistas más importantes mientras recibía invitaciones a ilustres casas de campo y paseos en yate junto a celebridades. Sin embargo para él el libro había sido una experiencia traumatizante que marcaría su vida desde ese entonces.
CÓMO SE ESCRIBIÓ "A SANGRE FRÍA"
En 1959, en un pequeño pueblo de Kansas llamado Holcomb, la familia Clutter apareció muerta: habían sido atados y acribillados por personas desconocidas sin ningún móvil aparente.
Esto diseminó una paranoia en el lugar y atrajo a todos los medios del país.
Capote fue enviado allí por The New Yorker, fue entonces cuando se dio cuenta de que había encontrado lo que necesitaba para su esperada gran obra.
Lo que más le despertó curiosidad no fue el asesinato en sí, sino los efectos que provocaba en el pueblo aquel terrible acontecimiento.
Se trasladó a Kansas (luego de obtener la aprobación de su editor) para comenzar las investigaciones.
Pasó seis años siguiendo de cerca la investigación y hablando con los habitantes del pueblo, los cuales no lo veían con buenos ojos por su extravagancia, su manera de ser y su homosexualidad; aun así logro averiguar lo suficiente para preparar el armazón de su novela, donde se mezclan opiniones de los personajes del pueblo, entrevistas a policías encargados del caso y amigos íntimos de la familia.
Pero Capote no se quedó allí: cuando atraparon a los asesinos fue a entrevistarlos a la cárcel y entabló amistad con ellos.
La obra tardó seis años en ser publicada, ya que al final de esta se requería que terminará con la ejecución de los asesinos.
Esto le causo depresión y ansiedad a su autor ya que se le planteaba un dilema moral: quería desesperadamente publicar su libro, pero esto conllevaría la desdichada muerte de dos hombres que le consideraban su amigo y benefactor.
Su vida había girado durante los últimos años alrededor de esa obra y según él "Escribir el libro no me resultó tan difícil como tener que vivir con él".
"A Sangre Fría" es una novela imagen del periodismo de investigación, es el relato de unos crímenes con suspenso y escrito con desbordante vitalidad.
Utilizando las técnicas que había aprendido como guionista cinematográfico, el autor presenta a los principales protagonistas con breves y dinámicas escenas.
Con sus conocimientos literarios y periodísticos, fue el primero en demostrar que se podía realizar una obra entre el reportaje y la narración.
Esta narración es la creación de un nuevo género literario: la novela real. Es decir, que está escrita como si fuera novela, pero en lugar de sacar los personajes y las situaciones de su imaginación, los había tomado de la vida real.
Narra la novela como historias paralelas, narrando la vida de las victimas por un lado y la de los asesinos por otro.
El narrador que podemos encontrar es omnisciente, es decir que está en todas partes pero que no se hace visible en ninguna, ni siquiera en las escenas que se suceden en las que el propio autor se encuentra presente.
La obra comienza con la descripción del pueblo en el que se va a cometer un crimen. El autor reconstruye desde el día anterior al trágico suceso, las vidas de las cuatro personas que fueron asesinadas. Ellos eran una familia de granjeros muy respetable en el pueblo: trabajadores, amables, siempre dispuestos a ayudar a todo el mundo, muy religiosos..
Todo el pueblo quedó conmocionado tras la noticia, no existía móvil aparente para este terrible crimen que acabó con la vida de cuatro personas (Hurbert, Bonnie, Nancy y Kenyon Clutter).
Todo el país conoció lo sucedido, cientos de reporteros, periodistas… invadieron el pueblo rompiendo esa tranquilidad que siempre les había rodeado.
La policía de Kansas y también de otros estados se dedicó a la investigación de este caso que por sus características parecía todo un misterio, no tanto por la falta de pruebas como por lo inesperado y absurdo de la masacre.
Paralelamente Capote va relatando la vida de los asesinos, como van realizando esos preparativos para ir a Holcomb en busca de una caja fuerte, que ni siquiera habían comprobado que existía.
El crimen hubiera sido casi perfecto sino fuera por un preso, que había sido compañero de la penitenciaría de Dick (el cerebro de todo). Este preso es el que le había contado que existía una familia de granjeros muy ricos en Kansas para los que había estado trabajando.
A partir de ahí, Dick comenzó a interesarse por como era la casa en detalle, la distribución de las habitaciones, si tenían caja fuerte, cometiendo el error de relatar al otro preso que cuando saliera iba ir a dar un golpe a la granja de los Clutter, llevándose con él a otro preso que había conocido, Perry, por si se daba el caso de que hubieran testigos, eliminarlos. Este preso fue la clave para que la policía pudiera seguirla pista de estos dos personajes, que ya casi con toda seguridad habían sido los autores del crimen.
La policía siguió investigando y realizando averiguaciones con la información que ya tenían del preso, de la familia de Dick, de la hermana de Perry, y en colaboración con la policía de otros estados (ya que los asesinos habían estado viajando de un sitio a otro tras el crimen) consiguieron arrestarlos en Las Vegas.
Los dos asesinos habían confesado su delito, contando paso a paso como lo habían planeado todo, donde habían escondido algunas pruebas, y como lo habían llevado a cabo: cuando llegaron a la casa, como no habían encontrado la caja fuerte y como después habían ido atando a cada víctima en una habitación y les habían dado un tiro en la cabeza.
Los presos son condenados a la pena capital (entonces en Kansas era la horca) y transcurridos varios años con las consiguientes apelaciones por parte de los presos, alegando que no tuvieron un juicio justo, que los testigos que eran del pueblo e incluso el juez habían sido amigos o habían conocido a la familia, fueron ejecutados.
Esta obra es una perfecta y magnifica combinación del uso de las técnicas periodísticas con las literarias.
A Sangre Fría lleva al lector a los lugares más recónditos de la personalidad, mostrando los límites o abismos que llevan a un individuo a olvidar su condición humana y transformarse en una bestia.
En algún punto, el autor trata de justificar esas actitudes, pues se dedica a contar lo triste que ha sido la vida de los asesinos ya que muestra su dura infancia, los complejos, su falta de sentido de los valores… que incluso se llega a familiarizar con ellos, causando que las personas sientan lastima de esos dos "infelices", "victimas de una sociedad injusta".
Lo que más se destaca en esta obra es cómo a partir de un hecho policial y periodístico, Capote logra una novela que muestra la radiografía de una sociedad completa.
Deyanira Romero