El aislamiento de esta región y el poblamiento tardío de sus parejas le permitió conservar roble majagua ébano y pinos de diferentes denominaciones, lo que le permitió usar la madera como material para sus construcciones.
Una vez comenzada la conquista de las Tierras Americanas disminuye el interés por la región, esta situación, unido al descontrol colonial de la zona, trae consigo que el desarrollo de la arquitectura y la urbanización fuera un fenómeno que se desarrollara a partir del siglo XIX. La existencia de un potencial importante de recursos maderables en Vueltabajo, posibilita que lleguen a consolación un sinnúmero de especialistas en dicha materia los que se encargaría de realizar obras que hasta hoy se conservan por la calidad de sus piezas de madera, muchas de ellas trabajadas con instrumentos rudimentarios. De los exponentes constructivos de la etapa colonial que aún conservamos en el territorio, podemos encontrar la iglesia y alguna de las residencias aledañas al parque consolareño, muchas de estas han sufrido modificaciones de la tipología que inicialmente tuvieron.
Se había desarrollado una de la estructuras arquitectónicas de los primeros años del siglo XIX correspondiente a una arquitectura de marcado carácter popular que respondía a los patrones típicos de la arquitectura colonial cubana, nos referimos a la llamada planta L, la cual presenta una estructura de patio interior con portal al frente que vincula el interior y el exterior con doble propósito funcional y espacial, contando con elementos decorativos en madera, yeso y piedra. Las columnas de madera que presenta esta estructura terminan en un sencillo capitel, soportando una pieza que ampliaba el área de apoyo de las mismas por las que corría una viga de madera llamada solera, para soportar el sistema de viguetas, y distribuir de esta manera las cargas uniformes sobre las columnas. Encontramos además techos con pendientes inclinadas donde la cubierta estaba confeccionada con las llamadas tejas de canal, las paredes de tabla se colocaban fijas a una estructura de piezas interiores, las paredes se hacían utilizando tablones de madera de pino (Tea), las puertas y ventanas se enmarcaban con una jambar o moldura de grandes dimensiones, las barandas y rejas de los portones estaban resueltas con barras de hierro lisas y circulares unidas a un bastidor de madera, el piso comenzó siendo de madera, pero después evolucionó colocándose piezas más resistentes de cerámica de barro.
También tipifica en esta etapa las construcciones consolareñas, la estructura arquitectónica llamada planta C, estructuralmente esta es muy parecida a la anterior, con la única variante de que el patio interior se limita en el fondo de la casa por un ramal trasversal a la galería lateral ocupado generalmente por la cocina y el comedor, estas construcciones por lo general eran privativas de las familias más solventes de la villa los que engalanaban sus casas con hermosas columnas que decoraban el interior y el corredor de la casa, sus pisos y paredes con finísimas losas formando cenefas y adornos característicos de estas construcciones.
Nos hemos podido percatar que los elementos urbanizadores y civilizadores en la villa comienzan a tomar una fuerza sin límites, lo cual imponía cambios en la estructura inicial del poblado, se trasladó el cementerio del centro del pueblo, esto tuvo relación con la construcción de una nueva obra social, nos referimos al hecho de construir una plaza de armas, o plaza pública, en nuestra localidad, algo muy a tono con las nuevas costumbres morales que imperan en el mundo en esta etapa. No tenemos elementos descriptivos oficiales de esta obra, la que determinó una nueva etapa en el entorno urbano consolareño, solo los apuntes del doctor Alcides Ferrero Obeso. Esta plaza estaba ubicada en el lugar que ocupa el parque Ferrer, sus contornos cercados por una verja de hierro, cuyas barras tenían terminación en forma de lanzas en su extremo superior, la entrada a la plaza era a través de portones de hierro, ubicados uno al oeste frente a la actual calle 64 y el otro al este frente a la iglesia parroquial, entre ambos portones se extendía una calle ancha que atravesaba la plaza, transversal a esta existía otra calle formando un centro o plazuela, donde concurrían por la noche los soldados españoles para divertirse a su manera. Estas dos calles de la plaza estaban recubiertas de ladrillos de barro, en las orillas de estas calles y en la plazuela central existían bancos de mampostería separados unos de otros por pequeños tramos, esta presentaba también jardines la plaza quedaba separa de la iglesia por una calle.
Era evidente que para finales del siglo XIX las construcciones en la localidad habían tomado un alto vuelo, ya gran cantidad de familias echaban raíces en estas tierras que motivados por las garantías que le daba el cultivo de la planta de tabaco y el comercio urbano comienza un boom constructivo en Consolación del Sur lo que motivó la demanda de gran cantidad de materiales de construcción que hasta este momento eran traídos de zonas muy distantes, un gran proyecto obligaba a los locales a poner en funcionamiento producir materiales de construcción, este era precisamente la remodelación de la iglesia parroquial para ello era necesario pone en funcionamiento de un tejar, varios hornos de cal y otros insumos que permitirían acometer el proyecto constructivo.
Estas pequeñas manufacturas se veían motivadas por el descubrimiento en la zona norte del poblado consolareño de un enorme yacimiento de barro, de gran calidad para la elaboración de tejas y ladrillos, el primero de estos tejares se construyó en el lado norte de este poblado, en el barrio conocido hoy como El Tanque, esta fábrica aún existe y es una de las industrias más antiguas del territorio algunas de sus naves para almacenaje y producción datan del siglo XIX. Otro de los yacimientos de barro que abastecía a la localidad se encuentra en El Palenque, Puerta de Golpe, estos yacimientos eran destinados a suplir el auge constructivo en Consolación del Sur.
Ya en el siglo XIX se había introducido un nuevo elemento aglutinador el cemento Porland desconocido hasta este momento, caracterizando la obtención de construcciones de calidad en el período en cuestión. Aprovechando este descubrimiento se utiliza este recurso para la construcción de la más colosal de las obras en el territorio la que fue el catalizador más importante que motivó el incremento de los insumos en la región.
Esta obra queda terminada en 1875,el resultado de este proyecto fue un edificio ecléctico con una fuerte inspiración neoclásica que se deja ver en el revestimiento exterior de sus muros y el frontón triangular de su fachada .En el interior grandes columnas que engalanan el interior del edificio mostrando estilos clásicos de griegos y romanos elementos de una cultura que había inspirado muchas construcciones religiosas en la etapa colonial dejando ver las arcadas como elemento distintivo .La terminación de esta majestuosa obra estimuló sin dudas el desarrollo constructivo de la villa, nunca antes se habían utilizado técnicas tan avanzadas para la construcción en esta localidad , lo que contribuyó la construcción de otras obras en este territorio ejemplo de ello tenemos El Hotel Mantecón ubicada donde hoy encontramos el tele correos de la localidad obra que seguía los cánones del eclecticismo de finales del siglo XIX, también la casa de la familia Valdés tenia las características antes mencionadas.
La arquitectura colonial cubana del siglo XIX tuvo en la localidad un fiel reflejo de exponentes que aun perduran como muestra del interés constructivo que tomaba el territorio de Vueltabajo, cuando España abandona la posición colonial cubana deja en consolación del sur una muestra de la tradición peninsular con toda la influencia que su arquitectura trae aparejada .La fundación había quedado conformada en lo fundamental con una estructura geométrica de sus calles(sin pavimentación),lo que denota que a pesar del mejoramiento y estilización de la villa el entorno vial padecía de las mismas calamidades de cualquier aldea española.
El siglo XX para los cubanos trajo nuevos aires de independencia y nacionalismo, sin embargo no pudo librarse este pueblo del tutelaje de las doctrinas extrañas que dicho sea de paso trajeron consigo algunas de sus costumbres más notables, a veces tangibles otras veces a niveles concientes. Ya en este periodo aparece en el territorio una persona que posteriormente se convertiría en una celebridad consolareña y avivó el pensamiento para demoler aquella plaza que traía viejos recuerdos de la colonización española en el territorio y se decidió construir lo que hoy tenemos como parque en esta localidad a pesar de que las arcas del tesoro estaban a tope ,su terminación 1902-1903 fue la primera obra construida bajo la influencia de las nuevas concepciones arquitectónicas llegadas a Cuba .Otra obra que muestra lo anteriormente expuesto es la fachada del cementerio aquí podemos ver tres puertas en forma de arcos de mampostería, la puerta principal es más amplia que las que se levantan a su lado , todo este conjunto es el fiel recreo de las construcciones clásicas de la antigüedad ,muestra además el gusto y la cultura de los locales de aquellos tiempos .
La carretera central penetró en la villa por los mismos caminos en que tradicionalmente se había hecho por los que hasta ese momento era la artería fundamental en este pueblo a ambos lados de la carretera un perímetro para convertirlo en aceras .
Existe una obra en la villa que constituye una muestra del neoclasicismo dentro de la corriente ecléctica del siglo XX cubano: La logia Roberto S. Reinart esta obra es uno de los intentos de perpetuar el neoclasicismo en las construcciones locales se trata de una casa de mampostería y placa en cuyo frente se hace alusión a menor escala a los trabajos de la arquitectura clásica greco-romana.
La influencia de la arquitectura norteamericana tuvo también influencia en este territorio ejemplo de ello es una casa ubicada en el actual barrio llamado número uno la que se encuentra en muy buen estado actualmente acentuando la arquitectura en madera, también la valla de gallos y la estación de ferrocarril, también existen muestra de esta arquitectura pero no en el perímetro urbano nos referimos a las casas de recreo en las fincas de algunos propietarios acaudalados.
Hemos demostrado como el patrimonio consolareño ha tenido una historia preciosa la que debemos rescatar y poner al servicio de todos.
CONCLUSIONES.
Resulta significativo tener en cuenta las particularidades regionales, para trazar la política de transformación y rescate de nuestro patrimonio cultural tangible e intangible, portadores de los valores que construyeron y reafirman nuestra nacionalidad, como substrato de nuestra cultura. Proceso del cual ha dicho Fidel, que resulta escudo y espada de la nación. .
Al mismo tiempo, el crecimiento de las necesidades espirituales del cubano y el incremento del turismo, plantea un nuevo reto: formar profesionales que en su territorio tengan como centro el trabajo comunitario. Lo cual garantiza a partir del conocimiento de su realidad cultural, una actividad basada en el sentido de pertinencia e identificación con el lugar de trabajo, respondiendo de esta forma a la aspiración planteada por el Primer Secretario del PCC, compañero Fidel en repetidos espacios.
La presente investigación se inserta al proceso de rescate del patrimonio cultural consolareño, lo cual constituye un problema investigativo adicional en el municipio
precisamente porque los habitantes de este territorio necesitan conocer y convivir con todo aquello que ayudó a formar y desarrollar a nuestra antigua localidad a la que le debemos hoy todo aquello que con paciencia y tiempo ella nos legó en algún momento , de aquella pequeña y consoladora casa construida de yagua, guano y que tenía hasta el piso de tierra la cual servía de consolación a los viajeros y que le debemos nuestro nombre actual , de ahí hasta la fundación o conversión de una gran villa y hasta la actualidad ; todo este pasado histórico es vital para el franco conocimiento de la historia de nuestra localidad . Esta investigación se inscribe dentro del necesario desarrollo del estudio de la historia local, como parte sustancial de la historia del país y como fundamento de la labor de educación patriótico y desarrollo de la cultura, vinculadas a las particularidades, costumbres y tradiciones de cada lugar.
BIBLIOGRAFÍA.
Benévolo, Leonardo, Historia de la arquitectura moderna, t.1.2; Ediciones
Revolucionarias, 1972.
Carpentier, Alejo, La cuidad de las columnas; Editorial Letras Cubanas; 1982.
Joaquín, Weiss, La arquitectura colonial cubana, Editorial Pueblo y Educación ,1982.
_____________, Techos coloniales cubanos; Editorial Arte y Literatura, 1979.
Chuate, Criss, Arquitectural Presentation; Ediciones Revolucionarias, 1972.
Muñoz, Nelson, Museo Colonial; Editorial Oriente, 1988.
Le Riverend, Julio, Historia de Cuba, Editorial Pueblo y Educación, 1978.
Romero, Fermín, La noche Habana; Editorial Pablo de la Torriente Brau, 1992.
Autor:
Anamarys Rojas Murillo
Institución: Sede Universitaria Municipal de Consolación del Sur.
2006
- Año de la Revolución energética en Cuba
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |