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El Dengue (página 2)


Partes: 1, 2

El genoma está compuesto por una sola molécula de ARN (ácido ribonucleico) de cadena sencilla lineal, de sentido positivo y de alta variabilidad genómica.

Existen cuatro tipos del virus del dengue, estrechamente relacionados (DENV-1, DENV-2, DENV-3 ó DENV-4). Los cuatro serotipos son capaces de producir infección asintomática, enfermedad febril y cuadros severos que pueden conducir a la muerte. Algunas variantes genéticas dentro de cada serotipos parecen ser más virulentas o tener mayor potencial epidémico que otras.

La enfermedad del dengue se presenta de dos formas (serán ampliadas más adelante):

  • Fiebre del dengue (o dengue clásico): enfermedad de tipo gripal, rara vez causal de muerte.

  • Fiebre hemorrágica del dengue (o dengue hemorrágico): enfermedad más grave que produce hemorragias y puede ocasionar hasta la muerte.

Sus manifestaciones clínicas van desde una infección sin enfermedad manifiesta (conversión serológica), síndrome febril inespecífico, dengue clásico, hasta el dengue hemorrágico o shock dengue.

Su historia

El dengue fue identificado como una enfermedad con características muy particulares desde hace unos doscientos años. Las primeras epidemias informadas de fiebre del dengue ocurrieron en 1779 – 1780 en Asia, África y América del Norte. La ocurrencia simultánea de erupciones en tres continentes indica que estos virus y su vector han tenido una distribución mundial en los trópicos.

El mosquito Aëdes Aegypti fue introducido en América desde África por el comercio marítimo, especialmente de esclavos. Los esclavos provenientes de África identificaron a esta entidad patológica como dinga o dyenga, homónimo del swahii "Ki denga pepo", que significa "ataque repentino" (calambre o estremecimiento) provocado por un "espíritu malo".

Las primeras epidemias de dengue en América se extendieron por el Caribe, Centro América y norte de América del Sur, registrándose en la década del 80, epidemias en Nicaragua, Aruba, Puerto Rico, Colombia y Brasil.

En 1954 se detectó en Filipinas una forma más seria del dengue ordinaria del Sureste Asiático denominada Fiebre Hemorrágica del Dengue. Esta modalidad de la enfermedad resultó ser, en una elevada porción de casos, mortal, afectando a niños, principalmente, entre los 11 y 13 años.

Una pandemia global de dengue comenzó en el Sudeste de Asia después de la Segunda Guerra Mundial. Hasta la década del 1960, casi todos los brotes de la enfermedad fueron a intervalos de uno o más decenios y posteriormente se acortaron.

La primera epidemia de dengue clásico de las Américas fue con el serotipo 3 y afectó a la cuenca del Caribe y a Venezuela en 1963-1964. Anteriormente sólo se había aislado el virus de dengue 2 en 1953-1954, en una situación no epidémica.

En la década de 1970, Colombia se vio afectada por brotes de los serotipos 2 y 3, que se hicieron endémicos en el Caribe.

Hasta 1977 y 1978 se desconocía la enfermedad en las Américas en su forma hemorrágica, donde se manifestaron los primeros casos en Puerto Rico, y posteriormente, en 1981 ocurre un brote en Cuba donde se registraron 350.000 casos de los que se hospitalizaron 116.000 y 158 fallecimientos. El 42% de sus 10 millones de habitantes se infectaron de dengue.

Desde el punto de vista epidemiológico, los países de América Latina se encuentran en la misma situación en que estaban hace dos ó tres décadas varios países asiáticos: con epidemias a repetición cada 3-5 años y con un progresivo aumento del número de casos, particularmente en América Central.

En Venezuela, durante el período noviembre-febrero de 1989 y 1990, se presentaron 9.392 casos de dengue clásico y 2.634 de dengue hemorrágico.

En el siglo pasado ocurrieron grandes epidemias, coincidiendo con la intensificación del transporte comercial entre los puertos de la región del Caribe y el Sur de los Estados Unidos con el resto del mundo.

En América Latina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registró en el 2001 alrededor de 610.625 casos de dengue en 20 territorios nacionales. Los países con mayor número de infecciones fueron Brasil (390.701 casos), Venezuela con 83.180 casos (6.563 hemorrágicos), y Perú con 23.304.

En el sureste de Asia, en el 2001, ocurrieron 119.707 casos de dengue/dengue hemorrágico y 452 fallecimientos por esta causa.

¿Cómo se cría el dengue?

El Aedes Aegypti tiene dos etapas bien diferenciadas en su ciclo de vida: fase acuática con tres formas evolutivas diferentes (huevo, larva y pupa) y fase aérea o adulto o Imago.

Fase Acuática

Cada hembra deposita un reducido número de huevos en distintos recipientes y debe alimentarse de sangre para que maduren los huevos. Los huevos se adhieren a las paredes internas de los recipientes a la altura de la interfase aireagua e inicialmente de color blanco, se vuelven negros con el desarrollo del embrión. Para que pasen a la fase larval necesitan de dos a tres días con mucha humedad, pero si durante ese período los huevos se quedan secos, se debilitan y los embriones mueren. Una vez completado el desarrollo embrionario, los huevos son capaces de resistir a la desecación y a las temperaturas extremas. Esta capacidad de resistencia es uno de los mayores obstáculos para la erradicación del Aëdes Aegypti, ya que se esta manera pueden ser trasladados a grandes distancias en recipientes que no contienen líquido.

El período de larva comprende cuatro grados evolutivos. El tiempo aproximado para pasar de un grado a otro es de 48 horas. La mayor parte de esta etapa se alimentan del fitoplancton de los recipientes, completando su progreso en condiciones favorables de nutrición y temperatura, ya que las larvas no resisten temperaturas inferiores a los 10ºC pero tampoco mayores a 46ºC.

El estado de pupa corresponde a la última etapa de maduración de la fase acuática. La pupa no se alimenta, sólo respira y completa su desarrollo con temperaturas de 25 a 29ºC en 1 a 3 días. Dentro de este período se produce la metamorfosis, para luego convertirse en mosquito adulto.

El ciclo completo de huevo a mosquito adulto se completa en condiciones óptimas de alimentación y temperatura en 10 a 15 días. Luego el mosquito adulto emerge del agua.

 

Fase Aérea

Una vez que los mosquitos han emergido del agua, se alimentan por primera vez entre las 20 y 72 horas posteriores.

Las hembras de estos vectores son hematófagos, es decir, absorben sangre y es en ese momento cuando transmiten los virus causantes de la enfermedad. Las proteínas contenidas en la sangre le son indispensables para la maduración de los huevos. Los machos se alimentan de héctaros de plantas que se encuentran a su alrededor (frecuentemente están cercanos a las fuentes de alimentación de la hembra para realizar el apareamiento).

Generalmente el apareamiento se realiza cuando las hembras buscan alimentarse. Éstos se aparean a las 24-48 horas de emerger como adultos.

Una vez copulada e inseminada la hembra, el esperma que lleva es suficiente para fecundar todos los huevos que produce la hembra en su existencia, no aceptando otra inseminación adicional.

El horario de actividad de picadura de los mosquitos es en las horas de baja intensidad de la luz solar. En general se inicia al amanecer y antes de anochecer. Los machos raras veces se posan sobre la piel y nunca intentan picar.

El Aëdes Aegypti vive un promedio de entre 15 y 30 días y su ciclo para poner huevos es de aproximadamente, cada tres días.

Durante las épocas de lluvia, las densidades del mosquito se incrementan como consecuencia de la disponibilidad de un número mayor de criaderos, además otro problema que propicia la reproducción de este vector es el almacenamiento de agua, sea por circunstancias naturales, por deficiencia en la red de suministro de agua, etc. Esto favorece en incremento del número de mosquitos y al desarrollo de epidemias.

¿A quién afecta y cómo?

El mosquito del dengue afecta a personas de cualquier edad, siendo que las malas condiciones de higiene, la nutrición deficiente ayudan al dengue a ser una enfermedad vinculada a la pobreza. Las condiciones de la vivienda y el ámbito que la rodea, así como las formas de provisión de agua (aunque no sea potable) y la falta de eliminación de residuos, son factores clave en su reproducción.

Los mosquitos no diferencian entre mujeres y hombres. Sin embargo en las mujeres, siendo las más vulnerables, son las que más tiempo están expuestas en el ámbito de la vivienda y sus alrededores, porque están más horas en el hogar y es allí donde suelen trabajar. Por tanto, son más frecuentemente picadas.

Modo de transmisión

 

La enfermedad se transmite por la picadura del mosquito hembra infectado. Las hembras se infectan cuando se alimentan de sangre contaminada, cuyas proteínas requieren para el desarrollo de los huevos.

Se trata de una cadena sin fin, ya que el mosquito queda infectado por el resto de su vida.

No existe forma alguna de saber si un mosquito transporta o no el virus del dengue, ya que la transmisión del dengue no se produce por el contacto directo con una persona enferma o sus secreciones, sino que es necesaria la presencia de un vector. Es por eso que se debe evitar todo tipo de picaduras y de otras enfermedades transmitidas por insectos.

Período de transmisibilidad

El tiempo intrínseco de transmisibilidad corresponde al de la viremia de la persona infectada. Comienza un día antes del inicio de la fiebre y se extiende hasta el 6° u 8° día de la enfermedad.

El virus se multiplica en el epitelio intestinal del mosquito hembra infectado, ganglios nerviosos, cuerpo graso y glándulas salivales, el que permanece infectado y asintomático toda su vida, que puede ser de semanas o meses en condiciones de hibernación.

Luego de 7 a 14 días ("tiempo de incubación extrínseco") puede infectar al hombre por nueva picadura.

¿Cuáles son los síntomas?

El dengue tiene dos formas de presentarse que se han mencionado anteriormente. Éstas se diferencian por los síntomas que poseen y según el rango de gravedad:

– Dengue clásico.

– Dengue hemorrágico.

Dengue clásico:

También llamado fiebre por dengue. Es el más frecuente en la mayoría de los casos. El período de incubación es de 3 a 14 días, con un promedio de 7 días, que corresponde al período de incubación intrínseco, en el enfermo; el período de incubación en el mosquito (extrínseco) es de 8 días.

La viremia se inicia dos a tres días después de la picadura, dura aproximadamente una semana y será detectable 6 a 18 horas antes del inicio de los síntomas. Se acaba cuando se deja de presenciar la fiebre. El estado dura una semana y la convalecencia puede durar días a semanas.

El dengue clásico también puede tener manifestaciones hemorrágicas y no se considera dengue hemorrágico; hasta 20% de los pacientes pueden tener manifestaciones de este tipo.

Con frecuencia, los enfermos presentan síntomas mínimos o ninguna manifestación hemorrágica.

El examen físico no es específico; puede haber exantema, fiebre, bradicardia relativa, eritema faríngeo, adenopatías generalizadas y hepatomegalia.

Este tipo de dengue se caracteriza por un comienzo súbito de un cuadro febril agudo, el cual es más de 38º, de duración limitada (de 2 a 7 días). Hay un intenso malestar general acompañado de erupción cutánea. A lo largo de toda la enfermedad se presentar los siguientes signos o síntomas:

  • Fiebre alta

  • Dolor de cabeza frontal

  • Dolor detrás de las órbitas de los ojos, al moverlos

  • Dolor muscular

  • Dolor articular

  • Molestia al mirar la luz

  • Conjuntivitis

  • Diarrea

  • Alteraciones del gusto

  • Insomnio

  • Pérdida del apetito

  • Hinchazón en las manos y pies

  • Escalofríos

  • Mialgias

  • Artralgias

  • Náusea

  • Vómitos

  • Erupción en la piel de tipo sarampionosa.

El enfermo prefiere no caminar o cuando lo hace adopta una postura rígida. La fiebre aumenta hasta 40º. Con frecuencia se produce el enrojecimiento de las palmas de las manos y de las plantas de los pies.

La mortalidad es nula en el dengue clásico. El paciente mejora completamente al cabo de una semana, aproximadamente, o dos.

Dengue Hemorrágico:

Se presenta con una facies típica, con edema facial, eritema, edema palpebral, labios hinchados y enrojecidos. Esta es la manifestación más grave del dengue y lo que lo diferencia del dengue clásico es la alteración de la permeabilidad vascular que ocurre entre el tercer y séptimo día post inicio de los síntomas y se ha visto que la incidencia es mayor en los niños menores de 15 años. Se puede presentar de una manera similar al dengue clásico, con fiebre, mialgias, pero cuando cae la fiebre, van a aparecer las manifestaciones hemorrágicas, que van a ser más frecuentes, o más intensas. Pueden predominar los síntomas gastrointestinales, como el dolor abdominal.

El dengue hemorrágico también se ha etapificado desde el punto de vista de la gravedad. Existen las definiciones de la OMS, del grado 1 al grado 4. El grado 3 y el 4 son las formas más graves y corresponden al shock asociado al dengue, con hipotensión, hipo perfusión e insuficiencia circulatoria importante. El grado 4 es prácticamente la muerte. El grado 1 y el 2 son los menos graves.

El principal factor de riesgo para la aparición de este tipo de dengue es haber tenido una infección previa por otro serotipos de dengue. Aunque también influye el lugar de incubación en el huésped y su susceptibilidad.

Durante la enfermedad, el paciente puede sufrir una brusca bajada de la presión arterial y tener un colapso generalizado que puede llegar a ser fatal en un 6 a 30% de quienes lo sufren. Esto es más frecuente en los pacientes más jóvenes, la mayoría en menores de 1 año. Los síntomas generales del dengue hemorrágico son:

  • Fiebre súbitamente alta que dura de 2 a 7 días.

  • Hemorragias en la piel (petequias o cardenales)

  • Dificultad para respirar

  • mito o diarrea

  • Alteraciones en la presión

  • Sangrado de encías

  • Falta de apetito

  • Intranquilidad, letargo

  • Señales de fallo circulatorio

  • Trombocitopenia

  • Palidez

  • Sudoración

  • Sueño

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¿El dengue hemorrágico deja secuelas?

Toda persona que está en shock puede tener algunas complicaciones que puedan dejarle alguna secuela, por ejemplo, insuficiencia renal aguda. Otra complicación que se puede dar, pero que no es frecuente, es una hemorragia intercerebral, que aparte de provocar un déficit motor en un brazo o en una pierna, puede causar la muerte.

¿Cómo se presenta el shock hipobulémico o síndrome de choque de dengue?

El síndrome de dengue se da cuando la persona tiene un dengue hemorrágico, pierde sangre y líquido porque sale de las arterias, la presión arterial baja y entonces el paciente tiene trastornos en la conciencia, se pone fría, sudorosa, tiene taquicardias y orina poco. En este caso en inminente el peligro de muerte en pocas horas.

Es común la hepatomegalia, lo mismo que la bronconeumonía, eventualmente con derrames pleurales bilaterales. Puede haber mocarditis.

El estado del enfermo se va deteriorando progresivamente, hay tendencias hemorrágicas, generalmente en forma de púrpura, petequias o equimosis en los puntos de inyección.

Se produce el choque a los 2 a 6 días de enfermedad, con colapso súbito o postrción, requiriendo tratamiento hospitalario, ya que el sistema circulatorio del paciente se ve muy comprometido y pone en riesgo su vida.

¿Existe tratamiento para el dengue?

No hay medicamento específico para tratar la infección del dengue. Las personas que crean que tienen dengue deben evitar los analgésicos con aspirinas. Deben, también, descansar, tomar líquidos y consultar un médico.

No hay vacuna para prevenir el dengue. Pero es importante saber manejar esta enfermedad a tiempo, para evitar complicaciones.

 

¿Como prevenir el dengue?

La mejor medida de prevención para residentes que viven en áreas infestadas con el Aedes Aegypti es eliminar los lugares donde el mosquito pone sus huevos, principalmente los envases en desuso que acumulan agua. También, los bebederos de animales y floreros deberán ser vaciados y estregados diariamente. Esto eliminará los huevos y larvas del mosquito y reducirá el número de insectos en el hogar.

El uso de acondicionadores de aires y tela metálica en puertas y ventanas reduce el riesgo de ser picado por mosquitos en interiores.

La aplicación adecuada de repelente de mosquitos que contenga DEET (repelentes para insectos) como ingrediente activo en la piel expuesta y la ropa, reducirá el riesgo de ser picado por los mosquitos.

El dengue se trata de un mosquito que vive preferentemente cerca de los asentamientos humanos y ha desarrollado hábitos domésticos. Ciertas condiciones domiciliarias hacen posible su ciclo vital, proporcionándole un hábitat adecuado.

Macetas, latas, botellas, neumáticos abandonados, floreros a los cuales no se les renueva el agua, etc., son ideales para su reproducción. Los expertos aseguran que su radio de influencia es muy pequeño, manteniéndose muy cerca de su lugar de nacimiento. Es imprescindible erradicar estos pequeños criaderos de mosquitos vaciando los recipientes, eliminando envases vacíos, o renovando diariamente su agua.

Otra forma de prevención es evitar la picadura del mosquito. A diferencia de otras especies, el Aëdes Aegypti pica principalmente durante el día, especialmente a la mañana y en las últimas horas de la tarde. Su vuelo es bajo, por lo cual pica generalmente los pies y las pantorrillas. Podemos prevenirnos de la picadura usando repelentes para insectos. Instalar protectores mosquiteros en las cunas de los bebés y las camas de los niños es una buena forma de evitar que los piquen mientras duermen. La medida puede extenderse hacia las personas adultas.

Por último, compartir esta información con otras personas es la manera más directa de ayudar en el control del dengue.

¿Afecta a las mujeres embarazadas?

Fundamentalmente, si es con manifestaciones hemorrágicas, puede aumentar el porcentaje de abortos.

Probablemente un dengue clásico, lo sufre como cualquier persona y el tratamiento es el mismo y no afecta al niño.

Los síntomas que se presentan en la mujer embarazada que contrae dengue son similares a los del resto de la población:

Aparición de fiebre acompañada de cefalea de predominio frontal, dolor retroocular más dolor en las articulaciones y en los músculos (artromialgias), malestar general y erupción cutánea. Algunos pacientes también se quejan de náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Por otra parte, una mujer encinta puede que tenga más facilidad de contagiarse la enfermedad y que las consecuencias del dengue sobre el embarazo y el feto no presentan aún resultados confirmables, ya que fueron poco estudiadas o en algunos casos los resultados son contradictorios.

 

¿Cómo afecta el dengue en el mundo?

La presencia o ausencia de la enfermedad depende de la existencia del mosquito transmisor, el virus y población susceptible en el mismo lugar. Esto nos puede dar una idea de la distribución a nivel mundial de la enfermedad ya que es casi seguro que donde coexisten estos tres elementos hay dengue.

Por las condiciones climáticas y geográficas para la sobrevivencia del vector, las regiones tropicales y subtropicales son las áreas de más alto riesgo para el contacto con el virus del dengue.

La prevalencia a nivel mundial del dengue se ha incrementado drásticamente en las últimas décadas. La enfermedad es endémica en más de 100 ciudades en África, América, el Mediterráneo y Sureste de Asia.

Se estima que anualmente existen 50 millones de casos de Dengue en el mundo.

Los continentes más afectados para la presencia de las epidemias de dengue hemorrágico han sido el asiático y el africano, donde se ha observado un drástico incremento desde 1995.

En la actualidad continúa siendo un problema de salud importante, manteniendo elevada incidencia de dengue hemorrágico en niños, quienes son su población más susceptible.

La incidencia del dengue ha aumentado extraordinariamente en todo el mundo en los últimos decenios. Unos 2,5 mil millones de personas (dos quintos de la población mundial) corren el riesgo de contraer la enfermedad. 

Sólo en 2007 se notificaron más de 890 000 casos en las Américas, de los cuales 26 000 de dengue hemorrágico.

Antes de 1970 sólo nueve países habían sufrido epidemias de DH, cifra que en 1995 se había multiplicado por más de cuatro.

A medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, no sólo aumenta el número de casos, sino que se están produciendo brotes explosivos. En 2007, en Venezuela se notificaron más de 80 000 casos, entre ellos más de 6 000 de DH.

Durante las epidemias de dengue, las tasas de infección de las personas que no han estado expuestas anteriormente al virus suelen ser del 40% a 50%, pero pueden llegar al 80% a 90%.

Se calcula que cada año se producen unas 500 000 hospitalizaciones por DH, y una gran proporción de esos pacientes son niños. Aproximadamente un 2,5% de los afectados mueren.

Sin tratamiento adecuado, las tasas de letalidad del DH pueden superar el 20%. La ampliación del acceso a atención médica prestada por profesionales con conocimientos sobre el DH (médicos y enfermeros que conocen sus síntomas y saben cómo tratar sus efectos) puede reducir la tasa de mortalidad a menos del 1%.

La propagación del dengue se atribuye a la expansión de la distribución geográfica de los cuatro virus del dengue y sus mosquitos vectores, el más importante de los cuales es Aedes Aegypti, una especie predominantemente urbana. El aumento rápido de las poblaciones urbanas de mosquitos está incrementando el número de personas en contacto con este vector, especialmente en zonas favorables a la reproducción de los mosquitos, como aquellas en las que es frecuente el almacenamiento doméstico de agua y no disponen de servicios adecuados de eliminación de residuos sólidos.

En Asia y las Américas, Aedes Aegypti se reproduce principalmente en envases producidos por el hombre, tales como vasijas de barro, bidones metálicos y cisternas de hormigón utilizadas para el almacenamiento doméstico de agua, así como en envases alimentarios de plástico desechados, neumáticos de automóvil usados y otros objetos que acumulen agua de lluvia.

En África el mosquito también se reproduce ampliamente en hábitats naturales como los agujeros de los árboles o las hojas.

En los últimos años, Aedes albopictus, un vector secundario del dengue en Asia, se ha establecido en los Estados Unidos de América, varios países de América Latina y el Caribe, y algunas zonas de Europa y África. La rápida propagación geográfica de esta especie se atribuye en gran parte al comercio internacional de neumáticos usados, que son un lugar de cría.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el incremento de viajes aéreos, las condiciones climáticas, la urbanización no planificada, las dificultades de abastecimiento de agua, sumados al deterioro de los programas de control del mosquito Aëdes Aegypti, la carencia de insecticidas con un buen costo y efectividad, y la falta de educación sanitaria, son algunos de los factores relevantes relacionados a la diseminación del Aëdes Aegypti y al incremento en la circulación de los cuatro serotipos del virus.

Factores de riesgo en la aparición, distribución y transmisión del dengue.

Los factores de riesgo en la aparición, distribución y determinantes de la transmisión del dengue se dividen en:

Macrofactores:

Son los factores de riesgos ambientales y sociales. Es decir, la temperatura, la densidad de la población de moderada a alta, viviendas con tejidos de alambre inadecuados, desagües obstruidos con desechos, agua almacenada por más de 7 días, ausencia de abastecimiento de agua corriente individual, disponibilidad intermitente y uso de depósitos destapados. También incluye la recolección de desechos sólidos, el estado socioeconómico, los períodos inactivos en la casa durante el día y las creencias y conocimientos sobre el dengue.

Microfactores:

Son aquellos factores de riesgo del huésped, el agente y el vector, las cuales incluyen el grado de inmunidad del huésped, la edad, las condiciones de salud y la ocupación del mismo; las cepas y el nivel de viremia del agente; y la abundancia y focos de proliferación del mosquito, es decir, el vector; la densidad y edad de las hembras, y la frecuencia de alimentación.

Métodos de control

Medidas preventivas:

  • 1) Educar a la población respecto a medidas personales, tales como la destrucción o eliminación del hábitat de larvas, y protección contra la picadura de mosquitos en actividad diurna, incluso el empleo de mosquiteros, ropas protectoras y repelentes.

  • 2) Precisar la densidad de la población de mosquitos vectores, identificar el hábitat de larvas (comúnmente se depositan en recipientes artificiales o naturales contenidos de agua, cerca de viviendas, llantas viejas, floreros, etc.), para así eliminar los criaderos. Para esto debe haber una detección rápida y temprana de un brote de dengue.

Control del paciente, de los contactos, y del ambiente inmediato:

  • 1. Notificación a la autoridad local de salud, si es que hay peligro de un brote de dengue.

  • 2. Aislamiento de los pacientes afectados, evitando el acceso de los mosquitos al mismo: precauciones pertinentes para la sangre.

  • 3. Desinfección concurrente.

  • 4. Cuarentena.

  • 5. Inmunización de contactos.

  • 6. Investigación de los contactos y de la fuente de infección.

Medidas en caso de epidemias:

  • I.  Buscar y destruir especies de mosquitos Aëdes Agyoti en las viviendas y eliminar los criaderos, o aplicar larvicidas en todos los hábitat.

  • II.  Las personas expuestas a las picaduras, deberán usar repelente.

  • III. La dispersión aérea de insecticidas pueden evitar epidemias.

Medidas Internacionales:

Otra de las formas de prevenir la propagación del dengue o una posible epidemia, en cada país o zona en peligro, es con el cumplimiento de los acuerdos internacionales destinados a evitar la propagación de Aëdes Aegypti, por medio de los diferentes medios de transporte, provenientes de zonas infectadas como: barcos, aviones, medios terrestres, etc. Estos acuerdos están regulados por Centros Colaboradores de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

El control y la prevención del mosquito requiere del apoyo y acción, tanto de las comunidades como de las autoridades.

Las autoridades de cada zona pueden ayudar a combatir la enfermedad del dengue, mediante:

  • Abastecimientos de agua potable

  • Sistemas eficaces de recolección de residuos

  • Visitas regulares a zonas específicas para eliminar posibles criaderos

  • Campañas de educación sanitaria

  • Publicidad

Conclusión

Al finalizar nuestro trabajo nos hemos dado cuenta que hasta el momento ningún país ha logrado la erradicación total del vector del dengue, pero creemos que el control de las epidemias puede lograrse, controlando los vectores mediante campañas de fumigación, campañas de educación de la población y también de saneamiento del medio ambiente. Mientras no exista una vacuna que proteja contra la infección de cualquiera de los 4 serotipos del virus, estas medidas son fundamentales para controlar al mosquito y prevenir su propagación.

Sin embargo, sabemos que los gobiernos de los países afectados tienen en su mayoría problemas en la distribución de recursos de salud, y no le dan importancia a las actividades básicas de prevención como las que se necesitan para controlar el dengue.

Si esto continúa así, es probable que la enfermedad afecte cada vez a más personas y se extienda aún más.

 

 

 

Autor:

Maria Florencia Rodríguez

Año: 2009

Partes: 1, 2
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