La formación de valores en las escuelas de conducta

Este trabajo nos permitirá realizar una labor encaminada a formar valores como: el colectivismo, la honestidad, laboriosidad, responsabilidad entre otros y contribuirá en gran medida, a la adecuada formación de la personalidad y por consiguiente a la formación integral de los jóvenes acordes a nuestros principios éticos.

Los pedagogos olvidan con frecuencia el postulado fundamental de la pedagogía: PARA EDUCAR HAY QUE CONOCER MUY BIEN A LOS NIÑOS , NIÑAS Y JOVENES CON QUIENES TRABAJAMOS DE FORMA INTEGRAL. Sin este conocimiento no se puede organizar como se debe el trabajo educativo ni el instructivo.

El habito de trabajo con valores es necesario crearlo porque ello implica conocerlos, aplicar su contenido y utilizarlos para analizar los resultados de la actividad del comportamiento y hacer ver donde esta presente este desempeño. En la Cuba de hoy donde la actividad fundamental está encaminada a preservar las conquistas de la Revolución en esta época de complejidades en que vivimos producto a la unipolaridad, el fortalecimiento de valores en los educandos resulta ser una tarea que no se encuentra en la periferia de la labor educativa.

Se hace necesario el tratamiento del tema de los valores especialmente por dos razones:

• Debemos partir en considerar como un principio ético acerca de la educación, lo que sabiamente expresara nuestro Apóstol Nacional José Martí: 䴬a educación empieza con la vida y no acaba sino con la muerte.䴠

• La educación de valores no escapa a las exigencias del progreso tecnológico, al bienestar y al desarrollo ético de los alumnos, por la constante elevación de la calidad de vida realmente humana.

El valor moral como apunta la Dra. Nancy Chacón Arteaga, expresa la significación social positiva de un fenómeno ó hecho, acto de conducta, en forma de principio, norma o presentación del bien lo justo, el deber, con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia que regula y orienta la actitud del individuo hacia la reafirmación del progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano.

De ahí que el trabajo en la formación de valores sobre todo en las escuelas de conducta, debe ir encaminado a reforzar la regulación de la actitud de esos niños y niñas hacia la reafirmación del perfeccionamiento de sus conductas, una vez reincorporados a la sociedad. El fenómeno de la delincuencia y el fenómeno de las conductas desajustadas en los menores de edad desde la colonia han sido tratados de diferentes formas, en esa primera etapa se centraban a factores patológicos y hereditarios, viéndose ajenos a la esencia del sistema socio económico donde predominaba la explotación, la miseria, el desamparo y el abuso.

Nuestro Partido y el Estado ha puesto especial énfasis en todos los momentos en que se brinde una atención diferenciada a esos niños y jóvenes, facilitando todos los recursos humanos y materiales para lograr su educación y como dijera nuestro apóstol: 䴮o hay nada más importante que un niño䴮 䴌os niños son la esperanza del mundo. 䴠

Es la tarea de de los centros docentes del país fortalecer el trabajo de formación de valores en todos los niveles y tipos de enseñanza, sobre todo en las escuelas de conducta, donde se recepcionan niños, niñas y jóvenes que producto de las influencias negativas que reciben de sus hogares y de la sociedad en su conjunto, adoptan aptitudes no acordes con los principios de la sociedad cubana y deben pasar un tiempo en estos centros para reeducarse y poder reincorporarse de nuevo al sistema nacional de educación, pudiendo optar la mayoría de los casos por carreras universitarias que los formen como futuros trabajadores e intelectuales del país.

El currículo de asignaturas con que se trabaja en estos centros facilita esa labor y entre ella es la educación física una de las mas dinámicas en ejercer esta acción pues constituye una vía para trabajar y fortalecer la salud del ser humano para que se desarrolle y se perfeccione físicamente, ejercer la influencia positiva sustancial en el mundo espiritual del individuo en sus emociones, gusto estético y abre amplias posibilidades para la formación de la conciencia y de una conducta altamente moral.

Con la educación física pretendemos: desarrollar actitudes de compañerismo, no violencia en sus juegos y deportes dentro y fuera del centro, adquirir hábitos de tolerancia ante cualquier opinión, aceptar las normas propuestas por el grupo desarrollando actitudes de respeto y cooperación, alorar la importancia de la convivencia pacifica entre personas de diferentes culturas, razas, sexo y edades y además la aceptación del dialogo para solución de situaciones conflictivas que puedan propiciarse derivadas de la actividad lúdica que se desarrolle.