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Relación Sociedad Medio Ambiente (página 2)

Enviado por Doris D.


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PREOCUPACIÓN ECOLÓGICA

La Ecología como tal es una ciencia nueva, pero más reciente aún es su trascendencia social. Hasta la década de los años setenta la ecología fue una preocupación casi exclusiva de los biólogos, pero a finales de esa década, la ecología ganó la calle y se transformó. Se organizaron entonces movimientos de opinión en torno a los peligros del deterioro del medio ambiente que amenazan la existencia del hombre. Así, la ecología va a nutrirse del entorno social y, por tanto, a transformarse en una ciencia multidisciplinaria. Es así como la ecología se ha transformado en una ciencia de notables implicaciones económicas, sociales y políticas. Ha dejado de ser una actividad exclusiva del biólogo naturista. Desde este punto de vista el medio abarca aspectos biológicos, fisiológicos, económicos y culturales, todos ellos combinados en la misma trama de una dinámica ecológica en transformación permanente.

El problema fundamental de esa década era la contaminación del aire sobre todo en Europa. En este sentido, se divulga el conocimiento sobre las consecuencias perniciosas de la contaminación, pero poco se dice de sus verdaderos orígenes. Así, la realidad del problema no puede ser vista sólo por los signos evidentes de la enfermedad sino que es necesario ver sus causas, aparece entonces como relevante el binomio medio ambientedesarrollo el cual empieza a cobrar fuerza como categoría analítica de la problemática ambiental. Pero lo más grave es que las amenazas que pesan sobre el planeta las compartimos todos, sin embargo, queda claro que, si bien todos estamos amenazados, ni la responsabilidad sobre las causas ni las consecuencias inmediatas son compartidas equitativamente.

Peor aún, en una relación inversamente proporcional, los países que más provocan la degradación ambiental son quienes, en términos inmediatos, menos la sufren y menos dispuestos están a cambiar el sistema o modelo de desarrollo que la provocan.

La problemática del deterioro ambiental pone de relieve ciertas cuestiones impostergables. Entre ellas:

  1. Es que se trata de un asunto global que merece soluciones inmediatas ante un inminente peligro.
  2. El despilfarro de los recursos naturales ha sido y es obra de un estilo de desarrollo extendido en todo el mundo, donde se ha privilegiado éste sobre el medio ambiente. Además, que los costos de este deterioro deben ser asumidos por los que más contaminan y que son los que han dado pie al subdesarrollo.
  3. es el Estado el que gesta las políticas ambientales, la sociedad civil tiene el derecho y el deber de participar de manera activa en las decisiones que se tomen.

Los nuevos movimientos sociales son nuevos porque hoy inundan la esfera política, no porque tengan que ver con una cuestión temporal. La preocupación por la problemática ecológica en América Latina y el Caribe se puede situar desde 1916 con algunas movilizaciones y protestas al respecto. Sin embargo, es a partir de la década de los ochenta cuando hay una preocupación más cercana por estos asuntos, los cuales adquieren relevancia para la sociedad civil.

Así, si bien es cierto que la preocupación ha existido, es desde la década pasada que ésta inunda la esfera política, convirtiéndose en un problema público, con unos crecimientos importantes de las organizaciones no gubernamentales (ONG) preocupados de esta materia. Han existido a nivel mundial detectamos tres sucesos que dan pie a la participación de la sociedad en materia ecológica (el crecimiento de la población, el uso inadecuado de los recursos y la problemática nuclear)

De esta manera, aunque la preocupación ecológica es relativamente nueva en América latina respecto a Europa, se empieza a modificar la tendencia a creer que el único actor que debe y puede solucionar estos problemas es el Estado. Cabe señalar que no obstante las organizaciones establecidas han formado numerosos círculos, estos son tan pequeños y tienen poco contacto y comunicación entre sí, lo que ha impedido la generación de un movimiento sociopolítico integral.

Entrando en detalle, se tienen registradas 3 mil ONG en América Latina y el Caribe; cabe aclarar que estas nuevas ONG establecen relaciones que rompen con su carácter tradicional (relación frente al Estado y fines lucrativos) dando pie a híbridos que reciben fondos y asesoría, y trabajan en conjunto con el Estado o venden sus servicios para poder sostenerse.

Las principales problemáticas abordadas por estos grupos se encuentran en tres rubros: el primero, es la conservación de especies en extinción; el segundo, es la posibilidad de desarrollo comunitario sostenible sobre todo en zonas rurales y pequeñas comunidades, y el tercero, la lucha por una mejor legislación ambiental.

EL MEDIO AMBIENTE MITO Y REALIDAD

 

La protección ambiental y el desarrollo de la tierra no son objetivos necesariamente incompatibles. Es más, al desarrollar la tierra con cuidado, los recursos naturales pueden ser mejorados y la presión del desarrollo sobre otros recursos más sensibles puede ser reducida.

El desarrollo o re-desarrollo de predios baldíos o contaminados para convertirlos en nuevos y excitantes lugares urbanos es un ejemplo del desarrollo que puede mejorar el medio ambiente. Los desarrollos sostenibles son otro tipo de desarrollo que protege y mejora el medio ambiente. Estos involucran una combinación de prácticas de avanzada en el uso del suelotécnicas innovador en la administración del drenaje pluvial, protección de los espacios abiertos y de los bosques, y hasta la restauración de otros hábitats—para mejorar los sistemas naturales del terreno, proteger la calidad de sus recursos hídricos y mejorar el hábitat para la vida silvestre. La construcción verde—el uso de materiales y técnicas de construcción de edificios compatibles con la ecología que reducen su impacto en el medio ambiente—ha crecido hasta convertirse en una industria seria. Los materiales utilizados reducen el consumo de recursos naturales escasos. El agua pluvial aumenta el flujo del agua que sirve al edificio para usos no potables y los inodoros alimentan un sistema biodegradable que permite que no estén conectados al sistema de tratamiento de drenaje sanitario. El consumo de energía del edificio se reduce con el uso de una bomba de calor que intercambia energía térmica con el subsuelo y con un calentador solar de agua.

El diseño de comunidades bajo un plan maestro, por ejemplo, establece de entrada una infraestructura verde preserva las mejores características naturales del terreno—como un marco para la organización de todo el desarrollo a través del tiempo. En contraposición, los proyectos de relleno urbano en las ciudades contribuyen de otra manera a la calidad ambiental. Por un lado, brindan una alternativa al desarrollo de la periferia de la ciudad y en la medida en que lo reducen, ayudan a proteger los espacios abiertos.

Por otro lado, como quedan cercanos a otros puntos de destino a los que la gente viaja, usualmente ofrecen más opciones de transporte. De esta manera generan menos kilometraje y reducen la contaminación ambiental más que los proyectos aislados. Los proyectos que son innovadores en la forma de abordar su diseño usualmente se topan con obstáculos importantes. Es más, muchos desarrolladores descubren que los proyectos ambientalmente sensibles son el tipo de proyecto que presenta el mayor desafío. La zonificación del uso del suelo y otros reglamentos y políticas pueden llegar a hacerlos imposibles de llevar a cabo.

Las instituciones financieras con frecuencia son rehacías a financiar innovaciones para las que no cuentan con parámetros de comparación. Los vecinos a veces resultan difíciles de persuadir. En términos de fondos y de tiempo, sortear estas numerosas barreras resulta muy costoso. A menos que los obstáculos al desarrollo ambientalmente sensible sean eliminados, las posibilidades de que lleguen a darse grandes cambios en los tipos y formas de desarrollo son bajas—Y ello a pesar de que los mercados para los proyectos verdes se han fortalecido.

El valor que los consumidores, los desarrolladores y las instituciones financieras dan a los proyectos ambientalmente sensibles se ha elevado en años recientes, lo que ha hecho crecer el mercado para este tipo de producto. La dinámica de este mercado está cambiando la demografía, ha aumentado la conciencia ambiental y ha asegurado el éxito mercadológico de los proyectos que han incorporado características ambientales. La gente está dispuesta a pagar una prima por características y atractivos ambientales.

La demanda por proyectos ambientalmente sensibles es tan fuerte que parece haber superado a la oferta. En una encuesta realizada casi el 70% de los desarrolladores indican que la oferta de desarrollos alternativos—por ejemplo, comunidades orientadas a la conservación, desarrollos de alta densidad, desarrollos de usos mixtos, y desarrollos orientados a los peatones y al transporte público—es inadecuada. Estos desarrolladores creen que entre el 10% y el 25% de los hogares en sus mercados estarían interesados en vivir en desarrollos alternativos. Los empresarios creen que en algunas regiones del país el mercado por este tipo de proyectos supera el 50%. Por razones de mercado, un creciente número de desarrolladores está construyendo proyectos que acomodan al crecimiento y protegen simultáneamente los recursos ambientales.

Muchos estudios han demostrado que los proyectos que protegen las características ambientales de la tierra pueden alcanzar primas en su desarrollo. Según varios estudios, los terrenos aledaños a las áreas verdes, por ejemplo, registran precios más altos. Las casas próximas a los espacios abiertos, senderos y caminamientos se venden más rápido que en otras ubicaciones, según se asegura.

El mercado para proyectos de relleno urbano y desarrollos orientados al transporte masivo también están en aumento. Estas también son formas de desarrollo ambientalmente sensible, aunque rara vez se les reconoce como tal. La manera en que estos tipos de proyectos protegen la calidad ambiental ha sido demostrada en algunos estudios recientes. Una simulación, por ejemplo, comparó idénticos programas de desarrollo a ser construidos en predios urbanos de relleno o en predios no desarrollados antes. La conclusión fue que los primeros utilizarían mucho menos espacio abierto y producirían menos contaminación del aire (incluyendo emanaciones de monóxido de carbono y óxido nitroso) que los segundos.

Conforme más modelos exitosos de desarrollos sean construidos, y conforme los desarrolladores, instituciones financieras y funcionarios públicos adquieran confianza, el mercado por proyectos ambientalmente sensibles continuará su expansión.

Muchos planificadores urbanos y desarrolladores creen que es una pérdida de tiempo y de esfuerzo presentar proyectos ambientalmente sensibles a consideración de las autoridades cuando no están enmarcados en las regulaciones y disposiciones vigentes, muchas adoptadas hace décadas. En muchos casos, esas regulaciones son la antítesis de la buena administración y cuidado ambiental pues requieren calles anchas y lotes grandes, con grandes retiros de alineación para las casas; también requieren técnicas de manejo de drenajes pluviales fuera de actualidad; y hasta prohíben la mezcla de usos del suelo. También pueden surgir problemas específicos que afectan cada proyecto ambientalmente innovador. Los vecinos pueden oponerse a la idea de construir conjuntos de viviendas de mayor densidad en una parte del terreno, aun cuando eso permitiera preservar otra buena parte como área verde. El departamento de bomberos podría oponerse a reducir el ancho de las calles—lo que aumenta el caudal del drenaje pluvial—aduciendo dificultades para el paso de las motobombas durante una emergencia. El departamento de salubridad podría mostrarse escéptico sobre la eficacia de nuevos sistemas de tratamiento de drenajes sanitarios para la protección de la salud y la calidad del agua, y retrasar el proyecto. Un renovado esfuerzo para enfrentar los problemas del crecimiento y del desarrollo podría movilizar a las comunidades a que modifiquen sus regulaciones sobre el uso del suelo y adopten criterios más flexibles de diseño. Ello facilitaría la protección de los recursos naturales y permitiría a los desarrolladores dar una respuesta efectiva a la demanda del mercado por proyectos ambientalmente sensibles. Algunas comunidades, por ejemplo, ya han adoptado políticas para sus centros urbanos que promueven el uso mixto del suelo, una orientación peatonal, menores anchos de calles y mayores densidades relativas. Otras comunidades permiten diseños orientados a la conservación, que son proyectos que tienen conjuntos densos de viviendas en una parte del terreno para dejar como área verde permanente la otra parte.

Alcanzar objetivos ambientales y resultados económicos va a requerir la revisión de las regulaciones anticuadas y la creación de incentivos para estimular el desarrollo de proyectos consistentes con los principios de un crecimiento inteligente. Las políticas municipales que limitan drásticamente el crecimiento son el ejemplo extremo. Estas hacen caso omiso de la inevitabilidad del crecimiento y de sus beneficios. Expresado llanamente, el desarrollo es necesario para acomodar el crecimiento de la población. El crecimiento que se impide en un lugar invariablemente se ubica en otro lugar, con frecuencia más lejano de la infraestructura existente y de los centros de trabajo.

La gente que vive en comunidades densamente pobladas y utiliza formas alternativas de transporte público, conduce considerablemente menos que la gente que vive en áreas de baja densidad. Los primeros manejan un promedio diario de 3.7 kilómetros mientras que los segundos promedian 33 kilómetros por día, la cantidad de viajes diarios de los dos grupos es la misma, pero mientras que los primeros utilizan una variedad de modalidades de transporte—automóvil, autobús, tren, caminar, bicicleta y taxi—para satisfacer sus necesidades de movilizarse, los de zonas de baja densidad utilizan casi exclusivamente el auto. Las personas que viven en donde el desarrollo es más concentrado tienden a hacer menos viajes y éstos son más cortos. En áreas tan densamente pobladas como Caracas comparadas otras ciudades que tienen la mitad de densidad poblacional, el kilometraje per cápita disminuyen entre 25% y 30%. La densidad de las zonas o centros de negocios.

Los desarrollos dispersos inducen a manejar más y hacen poco factibles o poco atractivas las opciones de transporte colectivo. En la mayoría de las regiones metropolitanas del país, la expansión de la periferia continúa aumentando las distancias de los hogares a otros destinos—lugares de trabajo, recreo y compras. Esta tendencia de crecimiento fragmentado no genera una buena oportunidad para el desarrollo eficiente del transporte público. En los desarrollos dispersos resulta más conveniente viajar por automóvil. Como resultado, el kilometraje y la congestión del tránsito van en aumento por todo el país. El factor más importante que incide en el aumento de kilometraje es el aumento en la duración de cada viaje.

En la mayoría de las regiones metropolitanas, el fracaso en la coordinación entre el desarrollo del uso del suelo y la planificación del transporte, así como la ausencia de opciones de transporte, han exacerbado los problemas del tránsito. Una medida importante para mejorar la calidad del aire ambiental es la disminución del kilometraje diariamente.

El crecimiento concentrado, que se caracteriza por una mezcla complementaria de usos del suelo, que apoya las actividades peatonales con su mezcla y diseño y que ofrece opciones de transporte, puede reducir el kilometraje de automóviles y la contaminación que el tráfico genera. Esto es cierto, tanto en los suburbios como en el corazón de las ciudades.

Aunque todavía hay diferencias de opinión entre desarrolladores y ambientalistas se encuentran colaborando en proyectos y programas. Muchas nuevas iniciativas impulsadas en colaboración muestran la clara voluntad de ambas partes por encontrar la manera de acomodar al crecimiento y proteger los recursos ambientales importantes. La colaboración está creando situaciones ganadoras. Los desarrolladores han descubierto que las prácticas ambientalmente sensibles y los atractivos ambientales pueden mejorar el valor de los proyectos, ocasionalmente reducir los costos de construcción, reducir los costos operativos y mejorar el mercadeo. Los ambientalistas también han descubierto que colaborar con los desarrolladores puede contribuir a su esfuerzo por proteger los recursos naturales.

Algunas organizaciones ambientalistas trabajan directamente con los empresarios en el desarrollo de proyectos. De esa manera los ayudan a identificar y proteger las características y atractivos ambientales de la tierra; incorporan también técnicas innovadoras para el manejo de los recursos y del hábitat; y pueden alcanzar al mismo tiempo sus propios objetivos ambientales. Los casos en que organizaciones ambientalistas, oficinas de gobierno, grupos cívicos y desarrolladores están trabajando en conjunto para alcanzar simultáneamente objetivos económicos y ambientales están volviéndose cosa común.

Varias organizaciones que representan a la industrias de la construcción y de bienes raíces están trabajando estrechamente con instituciones ambientales públicas y grupos ambientalistas para eliminar las barreras que impiden aplicar las prácticas de desarrollo que protegen el medio ambiente. Las tendencias del aumento poblacional y de la formación de hogares señalan que en la década próxima las presiones del crecimiento solamente pueden ir en aumento. Esto significa que la colaboración entre desarrolladores y ambientalistas aumentará en importancia conforme las regiones en crecimiento—buscando las formas para acomodar al crecimiento preservando el espacio abierto y los recursos naturales. El crecimiento poblacional implica demanda de nueva vivienda. Mientras que el tamaño medio de las viviendas nuevas se espera que continúe creciendo, la demanda por soluciones de más alta densidad, incluidas las casas individuales construidas en lotes pequeños y los condominios, también irá en aumento. La demografía cambiante

Está ayudando a acelerar la demanda por formas más urbanas de desarrollo. Durante la década próxima, las parejas sin hijos serán el segmento de mercado de mayor crecimiento, y los hogares de personas solteras casi igualarán al número de hogares de parejas casadas con niños.

Varios importantes esfuerzos de colaboración entre desarrolladores y ambientalistas están concentrando sus energías en diversificar la variedad y mejorar la forma del nuevo crecimiento. Algunos programas importantes ya están en marcha con ese propósito.

DELIMITACIONES CONCEPTUALES.

DESARROLLO SUSTENTABLE O SOSTENIBLE

La humanidad ha estado preocupada por el desarrollo siempre,  aunque de forma más explícita debemos remontarnos a la década de los 70 para identificar una toma de conciencia sobre los problemas medioambientales. Fue a partir de la Cumbre del Milenio, celebrada en Johannesburgo en 2002, donde se puso en relieve la evolución del desarrollo sostenible, la brecha entre los países ricos y pobres y el deterioro de los recursos naturales. Una vida sostenible implica la coordinación de tres pilares básicos: crecimiento económico, conservación medioambiental y logro de una justicia social. Guerras, efecto invernadero, hambre o destrucción de recursos naturales se alejan mucho de este ideal de desarrollo.

Para analizar el desarrollo sostenible nos podemos fijar en una serie de factores. El primero de ellos es la salud, pivote de la actividad humana. Más de 2.000 millones de personas no disponen de servicios sanitarios adecuados, lo que tiene unas secuelas dramáticas. Solo un ejemplo: la mortalidad infantil en países en vías de desarrollo es del 15 por ciento. A este dato hay que añadir que un tercio de la humanidad vive con una renta inferior a seis dólares al día. Con ellos, es imposible acceder al agua, a los alimentos o a servicios sanitarios.

La energía es otro factor importante. Más de 1.600 millones de personas carecen de servicios adecuados de energía. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se tardarían tres décadas en lograr unos objetivos de abastecimiento mínimos. El agua es la gran asignatura pendiente para lograr un desarrollo sostenible. En el año 2000 había más de 1.000 millones de personas que no tenía acceso al agua potable. En el terreno medioambiental disminuye la variedad de formas de vida, vegetal y animal, al tiempo que aumentan otros problemas como la deforestación, los incendios, el agotamiento de los bancos de pesca.  La agricultura, base de la alimentación humana, junto con la tecnología aplicada en ella, aumenta la brecha entre ricos y pobres.

Lograr el desarrollo sostenible implica  pragmatismo en la acciones a llevar a cabo, así como tratar de huir de las críticas destructivas y de la euforia excesiva. Tal vez una aproximación más eficaz es la programación en etapas, distinguiendo entre lo deseable y lo factible. En las últimas décadas se han desarrollado encuentros internacionales con acuerdos formales entre los gobiernos y una supuesta voluntad de abordar los distintos temas. Sin embargo, los problemas surgen cuando hay que establecer planes de trabajo con puntos concretos, donde se han de fijar sacrificios y transferencias de los más a los menos favorecidos. Debemos considerar cuáles han sido los nuevos factores que han aparecido en el horizonte del desarrollo, cuál ha sido la experiencia adquirida, qué estrategias deben adoptarse y, por consiguiente, dónde concentrar nuestros esfuerzos. Ello nos llevaría a redefinir los papeles de las instituciones oficiales, de las ONG y de todos los agentes involucrados en el desarrollo.

No es fácil hacer reflexiones concretas sobre el desarrollo sostenible en este escenario de cambio, con ingredientes tan dispersos y profundos como la pobreza, la injusticia social y la escasez en servicios básicos sanitarios, el abastecimiento de agua y energía o el deterioro en el medio ambiente. El éxito debe nacer del compromiso conjunto por un mundo mejor, conseguido a través de ajustes y "revoluciones parciales". Tenemos ejemplos para la esperanza. Hace años se produjo la llamada Revolución Verde, que con sus luces y sombras tuvo un impacto notable. Hoy, la Revolución Azul es la protagonista y tiene como fin llevar a cabo una gestión eficiente del agua y la revolución energética. Además, las nuevas tecnologías de información y comunicación, aunque pueden aumentar la brecha entre ricos y pobres, suponen también un salto gigante para zonas subdesarrolladas. Es sólo cuestión de voluntad y decisión el avanzar en el cambio de la cooperación y el desarrollo que el mundo necesita.

BASES PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE

Con la creciente conciencia luego de la Cumbre Mundial de 1992 y de la Declaración y el Plan de Acción de Santa Cruz de la Sierra de 1996 los líderes en la Tercera Cumbre de las Américas expresaron su firme apoyo a la protección ambiental y al desarrollo sostenible igualmente. Se renovó el llamado a la aplicación de las disposiciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático mediante la adopción y aplicación de leyes, reglamentos, normas y políticas nacionales que establezcan altos niveles de protección ambiental. Los líderes respaldaron la búsqueda de caminos que revigoricen el compromiso mundial de lograr un desarrollo sostenible, a través de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002. En el documento de la Cumbre de Quebec se reiteró la importancia de los recursos hídricos y de la energía en el vínculo renovable, e instó a los organismos multilaterales a brindar asistencia concentrando su atención. En el vínculo entre salud pública y calidad ambiental. Los Jefes de Estado y de Gobierno reconocieron la importancia de la energía como una de las bases fundamentales para el desarrollo económico, la prosperidad de la región y una mejor calidad de vida. Se comprometieron a llevar adelante iniciativas de energía renovable, promover la integración energética y reforzar los marcos regulatorios.

En el área de derecho ambiental, reglamentación y política, se han realizado alianzas de cooperación a nivel hemisférico y regional para fortalecer los regímenes económicos, sociales y ambientales, asegurando que éstos se complementen entre sí y que contribuyan al desarrollo sostenible. Se ha prestado especial atención a la sostenibilidad ambiental en la liberalización comercial, a los instrumentos económicos, a la producción más limpia y a la eficiencia energética.

En la esfera de la energía, los países han avanzado hacia una mayor integración de la energía y una mayor utilización de tecnologías de energía renovable. En muchos países como Brasil, Jamaica, México, Costa Rica y Estados Unidos, se han elaborado proyectos innovadores de energía eólica. Análogamente, la mayor utilización de energía geotérmica, electricidad generada a partir de biomasa, energía solar y generación hidroeléctrica es evidente en toda la región. Los vínculos entre los mercados de gas natural establecidos entre Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela y Argentina son ejemplos de la creciente dependencia intrarregional en materia de combustibles. América Latina y el Caribe han asumido importantes compromisos tendientes a incrementar la proporción de fuentes renovables de energía para satisfacer sus necesidades en la materia. En este contexto, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS) de 2002 se presentó un compromiso regional conjunto referente al 10% del total de la oferta de energía a más tardar en 2010.

DESAFÍOS

  1. Establecer mecanismos participatorios e inclusivos de gestión de los recursos hídricos.
  2. mantener la Biodiversidad evitando las extinciones de la fauna y la flora.
  3. Las regiones deben dotarse de mayor capacidad de predicción a fin de pronosticar y prever los peligros relacionados con el clima y el potencial impacto del cambio climático, hacer preparativos a ese respecto y adoptar mecanismos de respuesta.
  4. Mejorar la información para la toma de decisiones ambientales
  5. Buscar la conservación de la Energía renovable.

ENCUESTAS QUE AYUDAN A VER LA REALIDAD AMBIENTAL.

¿Quién es más Culpable de los Desastres Ambientales?

Los politicos

29%

Los empresarios

10%

Los científicos

4%

Toda la población

57%

Votos Totales: 391

¿Cuál es el Mayor Problema Ambiental?

Derrames de petróleo.

12%

Contaminación global.

30%

Agujero de Ozono.

14%

Consumismo.

21%

Superpoblación.

23%

Votos Totales: 561

¿Apoyarías una recesión del crecimiento económico de tu país para frenar la contaminación mundial?

Sí, por necesidad.

75%

Sí, por altruismo.

11%

No, no es necesario.

6%

No, trae problemas.

8%

Votos Totales: 531

¿Están la población y los gobiernos conscientes del grave problema ambiental de la SUPERPOBLACIÓN?

Sí, pero no actúan.

68%

Sí, hacen lo posible.

4%

No, en absoluto.

28%

Votos Totales: 524

BIBLIOGRAFÍA

 

 

 

Autor:

Contreras U. Sonia C,

Díaz A. Doris del C,

Roa P. Liseth D,

San Cristóbal, Noviembre del 2007

Partes: 1, 2
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