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Mitos y verdades del renacimiento


Partes: 1, 2

    1. El oportunismo europeo
    2. Los Papas, el Arte y la Dependencia de Oriente
    3. La oscuridad Renacentista
    4. La doble moral
    5. La esclavitud
    6. Los Humanistas
    7. La Adopción de la Ideología Eurocentrista y sus consecuencias
    8. Conclusiones
    9. Notas- Bibliografía

    El nacimiento de la civilización occidental, se ubica en un periodo que va desde el 1400 al 1600 y se lo conoce con el nombre de Renacimiento, por lo que se hace necesario que estudiemos qué era Europa antes del siglo XV, por cuales cuestiones se caracteriza esa época como Renacimiento, cual fue la influencia de oriente, pero fundamentalmente qué fue realmente el Renacimiento y qué la ideología Humanista que lo caracterizó.

    Finalmente todos los brillos y todas las sombras, que luego dieron inicio a la era Moderna, la revolución industrial, el predominio del capitalismo y como todos estos hechos se han visto reflejados en la cultura.

    La sola mención de la palabra Renacimiento, implica en quien la escucha un sentimiento de admiración y reconocimiento hacia lo que se consideran valores éticos y morales profundos, la mención del término Humanismo, nos hace a la idea del nacimiento de conceptos sobre valores universales que en lo social, lo político y el desarrollo intelectual, produjeron un cambio de lo salvaje, bárbaro y primitivo, a la civilización y el eterno progreso.

    Como se explica entonces este mundo de hoy, con un 80% de la población excluida no solo de los conocimientos básicos de la era tecno-científica, sino aún de las condiciones mínimas de subsistencia, con cientos de millones de personas que no tienen acceso a un bien abundante y libre como el agua.

    Con la hegemonía técnica y bélica de una superpotencia, tan cruel e inhumana, como lo fueron en la antigüedad los estados esclavistas.

    Con enfermedades desconocidas y muy probable fruto de manipulaciones biológicas con el objetivo de lograr armas químicas, o reducir el número de habitantes de las naciones del tercer mundo, como lo es el SIDA.

    Si el Renacimiento y el humanismo fueron las fuentes de las cuales bebió occidente todo su bagaje cultural, tendremos que indagar que fue lo que ocurrió en esa Europa humanista y renacentista donde para escarnio de la Modernidad existen campos de concentración y exterminio, como Museos que documentan un pasado reciente.

    Y es en esa Europa donde nacen las ideologías más bestiales del siglo xx, como lo son el Fascismo y el Nazismo, y de cuya vigencia tenemos noticias diariamente.

    Y debemos hacerlo, porqué equivocamos siempre nuestras miradas, buscando la verdad donde no estaba, la inspiración artística e intelectual en donde solo se dio a medias y con hombres excepcionales que no fueron de ninguna manera representantes del pensamiento de la época en que vivieron y que además debieron siempre subordinar sus ideas a los poderosos de turno o correr el riesgo de ser incinerados por herejes.

    Creer que Europa lo es todo fue un gran error, peor aún sentirnos como parte de todo lo en ella ocurre.

    Los conflictos bélicos que asolaron gran parte de la tierra son conocidos como primera o segunda guerra mundial, pero en realidad solo podemos mencionar sobre las mismas, la declaración de guerra de Argentina en el 45, cuando Alemania ya estaba rendida, y por lo tanto ni se enviaron tropas, ni se participó en ninguna batalla, sino que obedeció a un movimiento estratégico de carácter comercial a los efectos de acercarse a las potencias aliadas que saldrían vencedoras del conflicto , por lo que nuestra participación fue nula.

    Ocurre como expresara García Márquez al recibir el Nóbel de literatura, que nuestra América, incluso aquella bañada por el Pacífico, mira en una sola dirección: Europa.

    Así fuimos educados, en el convencimiento que el centro de la civilización y la cultura se irradia desde el "viejo continente". Es la imposición del eurocentrismo.

    Cómo nació esta ideología y por qué se hizo hegemónica en gran parte del mundo, es lo que ahora trataremos de explicar.

    Antes de la invasión al continente americano, Europa estaba muy lejos de ser el centro de la civilización mundial.

    El oscurantismo reinaba junto con los dogmas religiosos, los reyes analfabetos y sucios, sus castillos medievales, verdaderos estercoleros donde la intriga, la suciedad, la superstición y sus iletrados nobles convivían y digitaban la sociedad poblada de campesinos hambrientos, desarrapados, habitando pocilgas , con la cruz y la espada como amos.

    Esas condiciones de vida estuvieron a punto de borrar a Europa de la faz de la tierra, cuando en 1.348 la peste negra diezmó a sus pobladores. Una peste producto de las pésimas condiciones de higiene, la falta de proteínas, el hacinamiento de gallinas, perros y todo tipos de animales, compartiendo el mismo techo, con los siervos de la gleba, que trabajaban una tierra que tenía un solo dueño: el Señor Feudal, con quien no solo tenían el deber de compartir el producto de su trabajo, sino incluso entregarles antes del casamiento su propia mujer, para que el todopoderoso compartiera su cama, mientras el marido aguardaba paciente y resignado que satisficiera sus deseos.

    Por entonces los conocimientos científicos chinos y su cultura, los del imperio Otomano, la sabiduría árabe, y desde este lado del mundo, el Tawantinsuyo, único estado donde no existían los pobres, reconocido este hecho recién ahora, por los mismos occidentales que estudiaron todas las civilizaciones que se desarrollaran a lo largo de la historia, estaban cultural y económicamente muy por delante de Europa, con un enorme continente como el Americano, sin hambre y sin enfermedades ni pestes derivadas de las falta de aseo y con una variedad de alimentos, que después aprovecharía Europa para mitigar su escasez.

    EL OPORTUNISMO EUROPEO

    Para el gran científico Bacón, que vivió en pleno Renacimiento, entre los años1.561 y 1.626, existieron tres inventos que cambiaron a Europa: la brújula, la imprenta y la pólvora.

    Pero ninguno de estos inventos es en realidad de origen Europeo.

    Que chino, árabe o habitante del imperio otomano podía tan solo imaginar que Europa era el centro de la cultura, las artes, el comercio o la riqueza, cuando hasta su saqueo de América era una de las regiones más marginales del mundo.

    Un territorio donde los señores feudales soberbios y embrutecidos hacían lo posible por mantener sus privilegios y los estados y naciones no existían.

    Pero los europeos tuvieron una oportunidad y la aprovecharon, en su oportunismo reside su mayor virtud y también su mayor defecto.

    Pasaron de la miseria a la opulencia, pero no todos y eso dio lugar a guerras feroces y devastadoras.

    De cualquier forma, aún los más miserables se convencieron de ser los mejores y salieron a la conquista del planeta.

    De China no solo trajeron la pólvora, el modelo para luego fabricar la imprenta, también los relojes tan importantes para la Modernidad que vendrá.

    Aprendieron cosas tan simples como el uso de la carretilla empleada en la construcción y el empleo de la totalidad de la fuerza del caballo, porque los europeos lo hacían trabajar de forma tal, que el esfuerzo lo hacia el animal, con el cuello, con lo que desperdiciaban casi toda su fuerza, y resultaban ineficientes para el acarreo de materiales pesados.

    Sin los árabes, jamás podrían haber desarrollado el comercio, porque los conocimientos en matemáticas y geometría fueron desarrollados por estos, por ellos conocieron no solo los números, pues hasta entonces, solo utilizaban los romanos, poco prácticos para operaciones del comercio moderno, sino que aprendieron la utilización de los decimales y los signos de sumar, restar y multiplicar.

    Y esto tiene que ver con toda la creación artística del Renacimiento. Las magnificas residencias, las monumentales iglesias, lujosas villas, columnatas y cuando se acordaban, algún hospital o convento donde mandar a las jóvenes sin dotes impedidas por este detalle de casarse fueron construidas por el dinero de los grandes comerciantes, como los Medeci, de Florencia, la ciudad emblema del Renacimiento italiano. Es que el intercambio con Oriente permitió, primero a las ciudades estados de Italia, que aprovecharon su situación geográfica cercana, desarrollar un poderío económico basado en el tráfico comercial, en el cual y como prueba contundente de su dependencia y atraso, era Europa quien proporcionaba las materias primas a oriente, e importaba artículos suntuarios y todas las especias que le permitieron mejorar la hasta entonces muy pobre cocina europea.

    Hasta finales del sigloXV, Europa empleaba para el transporte embarcaciones a remo, las que primero fueron reemplazadas por pesados veleros hanseáticos, de quilla redonda y luego la carabela de tres mástiles, basada en planos árabes. Sin esta innovación América no hubiese existido para Europa.

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