- Introducción
- Marco Teórico
- Términos legales
- Las consecuencias y la concientización en la sociedad y la adolescencia
- Conclusión final
- Bibliografía consultada
- Anexos
Introducción
OBJETIVOS
1- Conocer las causas que llevaron a la tragedia de Cromañón el 30/12/2004.
2- Conocer a los verdaderos culpables del hecho.
3- Conocer y analizar los acontecimientos generados en la sociedad y la juventud
PREGUNTAS PROBLEMA
1- ¿Qué hechos llevaron al incendio del boliche "Republica de Cromañón"?
2- ¿Quiénes fueron los actores sociales involucrados?
3- ¿Qué movimientos sociales surgieron a partir de este hecho?
4- ¿Cuáles fueron las consecuencias para los afectados y para la sociedad?
HIPOTESIS
"Los hechos de Cromañón tuvieron como consecuencia la concientización en la juventud sobre la responsabilidad en los recitales de Rock."
FUNDAMENTACION
Nos parece importante investigar el tema debido a que este hecho marco a nuestra generación; los recitales (ya sean de Rock, Cumbia, etc.) no se ven con los mismos ojos, tampoco los boliches, discotecas o cualquier lugar cerrado.
Creemos que sería un gran aporte para nosotros, nuestros compañeros o para cualquier persona afectada al trabajo, ya que es un estudio útil que tiene como objetivo demostrar cómo fueron los hechos y cuáles fueron sus secuelas, en los sobrevivientes y que cambio produjo en la sociedad, sobre todo para los jóvenes y adolescentes siendo ellos los más afectados de manera directa y también con el sector más vulnerable de la sociedad.
Marco Teórico
1. El Local
República Cromañón —también conocida como República Cromagnon o simplemente como Cromañón— fue una discoteca ubicada en la zona de Once en la ciudad de Buenos Aires. El boliche se hizo trágicamente conocido a raíz de un incendio que comenzó la noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda de rock Callejeros. Este incendio provocó una de las mayores tragedias no naturales en Argentina, causando la muerte de 194 personas y al menos 1432 heridos.
El lugar era administrado por Omar Chabán, y había sido inaugurado el 12 de abril de 2004. La propiedad donde se encontraba República Cromañón no pertenecía a Chabán, sino a una empresa llamada Nueva Zarelux SA, radicada en la ciudad uruguaya de Montevideo.[1]
En una encuesta realizada para ayudar al trabajo se preguntó a los encuestados en qué medida conocen el tema.
Casi tres cuertos del total de encuestados dice conocer sobre el tema. Sólo un quinto del total no lo hace en profundidad y el resto (mínimo porcentaje) no conoce del tema. Fuente: elaboración propia en función de datos analizados.
Términos legales
Para que esté permitido el funcionamiento de este tipo de lugares, estos deben seguir una serie de normas impuestas por el gobierno Nacional, llamadas "Códigos de habilitaciones y verificaciones".
Algunos puntos a destacar de este Código:
– Prevención contra Incendios
Capítulo 10.2 Locales de Baile
10.2.3 Estos locales se ajustarán a los siguientes requisitos especiales:
a) No podrán funcionar hasta contar con el certificado de habilitación respectivo; en caso de no cumplir esta condición la repartición competente procederá a la inmediata clausura de los establecimientos en infracción
Ordenanza 50.250
Art. 1 Modificase el artículo 10.2.3 inciso a) del Código de Habilitaciones y Verificaciones que quedará redactado de la siguiente manera:
10.2.3 Estos locales se ajustarán a los siguientes requisitos especiales:
a) No podrán funcionar hasta contar con el certificado de habilitación respectivo. Para el otorgamiento del mismo, se requerirá una certificación de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal, para la verificación del completo cumplimiento de la normativa de la Ley 19.587. La certificación deberá ser renovada anualmente, y ante refacciones o cambios en el local, que puedan afectar las condiciones de seguridad aprobada por la certificación de la Repartición habilitada para ello. Ante la falta de cumplimiento de estas condiciones, se determinará la inmediata clausura del local en infracción, por medio del organismo de competencia.
En una entrevista con un grupo de dirigentes del Bloque Frente Compromiso para el Cambio, el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Aníbal Ibarra dijo que "Si ustedes me preguntaran si debía haber ido un inspector el día 25 de noviembre a verificar este certificado les digo, sin ningún tipo de dudas, que sí; que debía haber ido y que debía haber clausurado el 25 de noviembre si no tenía -como no lo tenía- el certificado de bomberos. Ahora, aquí hay una grave falencia; me hago cargo de esa grave falencia, como Jefe de Gobierno: nunca hubo, en esta Ciudad de Buenos Aires, inspecciones sorpresivas, coordinadas entre bomberos y el gobierno de la ciudad, como para que si alguien tenía la irresponsabilidad de modificar las condiciones de seguridad, sufriera una clausura inmediata"
– Periodicidad en los Controles
Ordenanza 51.229
Modificatoria de la Ordenanza 24.654 referida a Locales de Baile, Música, Canto y Variedades; que se describen como: lugares de diversión pública donde:
a) se ejecuta música y/o canto, en carácter de actividad principal, con o sin intervención del público concurrente,
b) se realizan o no números de variedades hasta un máximo de 9 artistas por turno, con o sin transformación,
c) se expenden bebidas,
d) se sirven o no comidas.
Esta nueva Ordenanza 51.229 modifica a la 24.654 incorporando el artículo siguiente:
El Poder Ejecutivo deberá verificar con periodicidad no mayor de 120 días y en horario de funcionamiento el cumplimiento de las normas vigentes. Elaborará un informe, que se incorporará al expediente de habilitación y que contendrá necesariamente con carácter no excluyente dictamen sobre el estado de:
los medios de egreso y salida de emergencia
iluminación de emergencia
condición de prevención contra incendio
ventilación mecánica
coeficiente de ruidos y vibraciones
Aquí, el Jefe de Gobierno alude (de manera confusa y disparatada) a que Cromañón era un local de clase "C" (una subcategoría dentro de los locales bailables) y que estas medidas no se pueden aplicar a este tipo de boliches.
En una encuesta realizada por el grupo investigador, se preguntó a los encuestados si encontraba al gobierno de Bs. As. Responsable de lo ocurrido. El 51% respondió de manera afirmativa. A este porcentaje se les preguntó en qué medida era el gobierno responsable de los hechos, estos son los resultados:
Menos del 15% de los encuestados cree que el Gobierno de Buenos Aires es totalente responsable de los hechos. Mas de tres cuartos de ello, opinan que la responsabilidad esta dividida entre el Gobierno y otros actores involucrados en el hecho como la banda y/o el representante, por ejemplo. Fuente: elaboración propia en función de datos analizados.
– Acceso de menores en locales de diversión pública
Capítulo 10.3, 10.3.4 Prohíbese la concurrencia de menores de dieciocho años que no vayan acompañados por sus padres o tutores, a los espectáculos que se realicen entre las veintitrés y seis horas.
Al no inspeccionar el lugar en los momentos en los que se encontraba en funcionamiento, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no se ocupaba tampoco de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que debe proteger y garantizar.
En este caso, la negligencia se agrava porque hay una advertencia de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad en su Resolución 1844/2001 de agosto 2001 que,
alertaba sobre el tema en cuestión y exhortaba al Gobierno a actuar en consecuencia.
– Pirotecnia
Cap. 11.14 Solo se autoriza el uso de pirotecnia en lugares al aire libre
Aquí otra vez queda en vista la negligencia del Gobierno de la Ciudad, ya que la falta de controles in situ permitieron este y otros accidentes ocurridos en el local antes de su clausura (el boliche ya tenia antecedentes en el área de los "accidentes").[2]
Como queda claramente demostrado, República Cromañón no cumplía con la mayoría de estas normas, lo que fue un hecho determinante a la hora de analizar lo sucedido en la noche del 30 de diciembre de 2004.
Esto se debe a la negligencia del gobierno, quien no pudo controlar el estado del boliche y tampoco determinar su clausura. Como quedo demostrado en el primer gráfico, el gobierno de Bs. As. Es realmente culpable. LA incógnita es si esto se debe a pura negligencia e incapacidad por parte de los trabajadores del Estado o si hay un caso de corrupción entre medio (pago de coimas para mantener el local abierto) En la encuesta se preguntó si se creía posible esto exista en Mendoza.
Mas de la mitad de los encuestados opina que en Mendoza si existe la corrupción, un cuarto de ellos opina lo contrario y el resto admite no conocer sobre el tema. Fuente: elaboración propia en función de datos analizados.
Teniendo en cuenta que un 75% de los encuestados son adolescentes de entre 15 a 21 años, decimos que sólo un quinto de ellos se preocupa por las normas de seguridad cuando asisten a eventos. El resto se divide entre preocuparse solo un poco y el resto (en mayor medida) admite que no se preocupa por su seguridad.Fuente: elaboración propia en funcion de datos analizados.
Las consecuencias y la concientización en la sociedad y la adolescencia
Los perjuicios en los sobrevivientes
Lo sucedido aquella noche dejó secuelas de por vida en la vida de todos los presentes en el boliche, secuelas tanto físicas como psicológicas y psiquiátricas.
En cuanto a lo físico y clínico, el doctor Gabriel Schraier, psiquiatra del equipo de Factores Humanos del SAME y del servicio de urgencias del Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear asegura que "la (secuela) más grave, pero no tan frecuente, es el cáncer",. Desde tumores malignos en el tracto gastrointestinal o respiratorio, en el colón, páncreas, riñón o vejiga a enfermedades autoinmunes como colitis ulcerosa, colon irritable (la más frecuente y de más fácil pronóstico), psoriasis y hasta casos de asma. Aunque aún no hay certezas, explicó el especialista, permanentemente se está investigando la prevalencia de las enfermedades relacionadas con el estrés postraumático. "Se puede decir que hay una relación directa", concluye el doctor Schraier. Y agrega: "Todo está relacionado con cómo la persona está viviendo lo que le sucedió y cómo puede procesarlo. [3]
La mayoría de los sobrevivientes reciben asistencia médica, psiquiátrica y psicológica. Algunos deben tratarse por problemas en la piel y hasta incluso realizarse cirugías para borrarse marcas en la piel. Hay quienes realizan rehabilitación pulmonar.[4]
Por el lado psicológico, se determinó que el 33% de los afectados sufre trastorno por estrés postraumático y el 20%, depresión y/o ansiedad. Otras consecuencias: cuadros de agresión y violencia, y el uso indebido de alcohol y estupefacientes. El trauma psíquico y el estrés traumático, conocido también como síndrome de estrés postraumático, es un cuadro psicopatológico que pueden sufrir aquellos que están expuestos a situaciones críticas como desastres, guerras, actos de violencia individual o colectiva y accidentes. Entre los síntomas, se pueden encontrar trastornos de ansiedad como estar hiperalerta (sensación de peligro inminente), padecer de insomnio, irritabilidad y dificultades de concentración.
Entre las secuelas que más se repiten está el evitar lugares, personas o situaciones que remitan a la tragedia. Muchos sobrevivientes de Cromañón tienen dificultades para estar en lugares cerrados u oscuros o con demasiada gente. Muchas veces surgen "imágenes de lo ocurrido", que pueden aparecer en cualquier momento y a la llamada "culpa del sobreviviente" como síntomas muy comunes. Quienes lo sufren se cuestionan un sinfín de situaciones: "¿Porqué me salvé y ellos no?", "¿Merezco estar vivo cuando tantos otros no lo están?", "¿Cómo puedo disfrutar de mi vida y seguir adelante recordando todo el tiempo a los que murieron?"[5]
El doctor Schraier, asegura que con una atención inmediata se pueden prevenir otras patologías asociadas al estrés postraumático. Entre ellas, explicó, están las psicológicas y las clínicas. Dentro de las primeras, la más frecuente es la depresión que de no tratarse adecuadamente "puede presentar síntomas doblemente graves que pueden llevar, incluso, al suicidio". También son posibles las descompensaciones psicóticas, el trastorno bipolar o de ansiedad, en aquellas personas predispuestas genéticamente.
Según cifras oficiales publicadas en el diario La Nación, hay 565 sobrevivientes bajo tratamiento estable ya sea médico, psicológico, psiquiátrico, de rehabilitación pulmonar o cirugías para borrarse marcas en la piel que son atendidos por hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, según señala el matutino, los sobrevivientes con atención podrían ser aún mayor. Hay muchos de los sobrevivientes a la tragedia que cuentan con cobertura médica privada o se atienden en clínicas privadas.[6]
Consecuencias y concientización en los jóvenes
Ante lo sucedido, algunos investigadores consideran que hay un desamparo general entre los adolescentes luego de Cromañón, y el incendio, más que transmitir un mensaje de conciencia o un mensaje, ha transmitido miedo, especialmente a los jóvenes.
Frente a esto, las investigadoras Violeta Rosemberg y Cecilia Flachsland[7]creen que hay un autocuidado de los jóvenes parecido al que existió aquella noche, donde el 60% de los muertos fueron chicos que entraron a salvar a otros. Como motivo de una investigación, han recorrido escuelas secundarias rastreando "el comportamiento de los jóvenes a partir de conocer los riesgos eventuales que corren", y se encontraron con que "(en las escuelas) Había cierta solidaridad que hay que tener en cuenta".
Además, según Rosemberg, "las condiciones, quizás no en la ciudad de Buenos Aires pero sí en otras zonas, están dadas para que Cromañón vuelva a pasar en cualquier lado, en cualquier momento. Aunque, sin dudas, hay sectores más proclives".
Por otro lado, en la sociedad se ha producido un efecto de negación sobre lo ocurrido (algo común frente a catástrofes semejantes). Es decir, la sociedad se ciega o prefiere no mirar. Para Rosemberg, "nadie se quiere apropiar de lo que pasó", y el fenómeno "quedó muy aislado y no pudo hacer alianza con nadie".
Esto trae como consecuencia que Cromañón aparezca sólo como un hecho judicial, y eso quedó demostrado cuando el movimiento Cromañón convocó a una marcha: sólo participan los sobrevivientes, los familiares y los amigos.
En cuanto a los recitales de rock, se ve que "los pibes siguen yendo y entendieron que no pueden llevar más bengalas", lo que genera un marco de diversión más cuidado. (Aunque, aclaran, "no todos lo entendieron").
Otro problema que surge unido al incendio del boliche es el de los conjuntos en surgimiento o "bandas de garage", porque las nuevas bandas no tienen dónde tocar, el fenómeno "rock chabón" bajó su popularidad, y eso, unido al aumento de los consumos tecnológicos, hace que sea difícil encontrar lugares donde los jóvenes se junten y puedan sentirse cómodos. "Muchas veces, ellos, y sus padres, prefieren la seguridad hogareña", aseguran las investigadoras.
"Cromañón está muy mal leído por la sociedad, porque no quiere ver lo que sucedió y prefiere no hacerse cargo de las muertes de los jóvenes", aseguran las investigadoras que se dedicaron al tema porque percibían que "no había nada escrito" que buscara una reflexión sobre Cromañón y lo viera "como una problemática social y no como un mero accidente o una tragedia de la cual las ciencias sociales no deberían ocuparse", en la que el lugar de los adolescentes quedaba pegado a la vulnerabilidad. Y a eso le sumaron su diagnóstico, que dice que los teóricos no pudieron explicar lo que pasó desde la caída de De la Rúa a hoy.
"Cromañón llega con tres años de demora al 2001 -asegura Rosemberg- y puede ser leído de esa forma, porque muestra las consecuencias de un Estado que no se hace cargo ni de una generación ni de las condiciones necesarias para que los jóvenes se junten y salgan a divertirse. Llega tarde al 2001 y, de hecho, Ibarra, que era el único político que había zafado, con Cromañón tiene que retirarse. Es un quiebre absoluto en el que se ve el desamparo de los sectores populares como consecuencia de las políticas neoliberales de los 90".
El caso Cromañón y la comunicación en la era de la precariedad.Tras el dolor causado por estas muertes, sobrevino la perplejidad: esta vez los jóvenes no habían caído en manos de las fuerzas represivas del Estado directamente sino que quedaron atrapados en lo que consideraban su propia fiesta.
Tanto el grupo musical, cultor de un género conocido como "rock barrial", como el dueño del boliche, pertenecían a una escena artística que intentaba buscar alternativas -precarias, y por ende en más de un caso fuera de la ley- en una ciudad trazada por la vocación privatista y por una marcada ausencia de políticas de Estado que incluyan a los jóvenes de sectores populares. El 60% de las víctimas provenía del Gran Buenos Aires, el cordón que bordea a la ciudad capital en el que viven sectores humildes de la población.
En esa misma ciudad que los expulsa es donde los familiares y amigos de los jóvenes muertos y los sobrevivientes han establecido su lucha por la justicia y por la memoria. Las luchas derivadas de Cromañón tienen lugar en diferentes frentes: el judicial, el político y el comunicacional.
El rock, en tanto práctica comunicacional que se mueve entre la conspiración cultural y el diseño mercantil, es uno de los lenguajes con los que habla la mercancía, y por ende una superficie posible para pensar las tensiones entre culturas mas mediáticas, populares y subalternas, y las formas en que los jóvenes negocian y expresan dichas tensiones.
En la Argentina especialmente, porque el rock nacional ha sido tematizado como un espacio de resistencia a los disciplinamientos impuestos a los jóvenes durante el período del terrorismo de Estado.[8]
Además de los cambios mencionados, se decidió averiguar si habían cambiado los cambios en las políticas de seguridad de los boliches luego de lo sucedido, preguntando a los encuestados, estos son los resultados:
La mitad de los encuestados dice no haber observado las políticas de seguridad de los lugares a los que asiste. Con respecto a la otra mitad, las respuestas varían entre el Si y el No análogamente. Fuente: Elaboración propia en función de datos analizados.
Movimientos sociales como respuesta
Los nuevos movimientos sociales en la Argentina reflejan los esfuerzos de reconstrucción de los lazos sociales a través de nuevas formas de organización.[9]
Un movimiento social es una forma de acción colectiva, y la existencia de una acción colectiva implica la preexistencia de un conflicto, de una tensión que trata de resolver -haciéndolo visible, dándole dimensiones- esa acción colectiva. Pero -importante llamada de atención- no cualquier conflicto desemboca en una acción colectiva que toma la forma de un movimiento social.
Estos movimientos surgen porque otras formas preexistentes –organizaciones– de solucionar ese conflicto no pueden llegar a él, no saben llegar a él o no quieren llegar a él. Surge, pues, porque existen carencias organizativas.
Estas corrientes de participación social surge además porque a la gente -a determinada gente- no le gusta cómo se vive (cómo viven ellos) en general y cómo se vive la resolución de esa injusticia, de esa negación de intereses colectivos (pero muy cercanos) en particular.
Cromañón también alude a un movimiento social. Con ello nos referimos a las formas que fue adoptando el reclamo de los familiares y sobrevivientes, a partir de las sucesivas marchas y protestas. Esas marchas, al principio grandes movilizaciones, fueron desembocando en la formación de colectivos, voceros y acciones, que si bien conmovieron en un principio a la sociedad, luego fueron produciendo reacciones ambivalentes y rechazos.[10]
Conclusión final
En cuanto a los objetivos, podemos decir que se cumplieron todos, y quedaron explicados en el marco teórico:
Sobre el primer objetivo: El hecho en sí es el incendio del boliche Cromañón, donde perecieron 194 personas y casi 1500 resultaron heridas quienes concurrían a un concierto de la banda de rock Callejeros. El incendio fue producido por una bengala que esparció el fuego resultando así una gran cantidad de personas quemadas y asfixiadas por el humo.
Sobre el segundo objetivo: Los verdaderos culpables son Omar Chabán, quien era dueño del boliche y poseía la concesión del local, el cual claramente no era apto para el evento, ya que había mucha más gente de la que el lugar podía albergar, lo que resulto luego en el hacinamiento de las víctimas y además tenía una de las salidas de emergencia clausuradas, imposibilitando la salida de aquellos que estaban en el interior. El otro gran culpable es el Gobierno de la Ciudad de Bs. As., quien no controló ni accionó debidamente, ya que no se puede permitir la apertura de boliches que no cumplen con las normas necesarias (ver apartado n° 2).
Respecto al tercer objetivo: Una de las principales consecuencias en la sociedad fue que se impulsó la formación de movimientos sociales como ONGs que buscan justicia y luchan por que no ocurra otro Cromañón.
Por otro lado, tuvo efecto devastador en la juventud, la cual no lo recibió como un mensaje de concientización sino como un símbolo de desamparo y miedo ante la negación común en la sociedad, aunque también exista entre los jóvenes en la actualidad, como en la noche de Cromañón, un común de auto cuidado entre ellos mismos.
Con respecto a la hipótesis, decimos que esta fue comprobada parcialmente, ya que la idea de que la juventud actual se haya concientizado y responsabilizado a la hora de asistir a un recital no queda completamente demostrada.
Teniendo en cuenta que en las encuestas realizadas el 80% fueron adolescentes, al realizarlas se preguntó si se preocupaban por las normas establecidas con respecto a la seguridad de los locales y de hacerlo por cuáles y en qué nivel; de las primeras respuestas el 60% del total dice tenerlas en cuenta y por las medidas que más se preocupan son salidas de emergencia, matafuegos y artilugios contra incendios. A su vez, existe entre los adolescentes una acción de mutuo cuidado que podría haberse afianzado con base en Cromañón, donde también fue notado.
Por otro lado, es preocupante que del total, un 40% haya admitido no preocuparse por las normas de seguridad establecidas. A este punto se suma la negación social existente con respecto a los hechos y la acción de "mirar para otro lado" que en la juventud se refleja como un sentimiento de desamparo.
Bibliografía consultada
Libros:
Pensar Cromañon. Debates a la orilla de la muerte joven: rock, política y derechos humanos. Svampa, M. & otros (2008).
Internet:
Diario Infobae on line: El entramado societario detrás del visible Chabán (2007). Recuperado el 3 de agosto de 2011 de http://www.infobae.com/general/356815-100796-0-El-entramado-societario-detr%E1s-del-visible-Chab%E1n (sin especificación de autor).
Michetti, G. CROMAÑON: Sobre las responsabilidades políticas e institucionales del Gobierno de la Ciudad (2005). Recuperado el 8 de Agosto de 2011 de www.aersys.com.ar/infored/pol/b2004/Docu/infcromdipfcpc.doc
Clarín on line. "Las pesadillas que dejó Cromañón" (2005, 22 de junio). Niesbe, M. Extraído el 24 de octubre del 2011 de http://edant.clarin.com/diario/2005/06/22/conexiones/t-1000422.htm
Infobae on line. "Las consecuencias de Cromañón aún viven en los sobrevivientes" (2006, 29 de mayo). Extraído el 24 de octubre del 2011 de http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=252252&IdxSeccion=0 . Sin especificación de autor.
Sin especificación de autor. "Jóvenes desamparados y con miedo" (2008). Extraído el 24 de octubre del 2011 de
http://www.captel.com.ar/downloads/1909041526_culturaadolescente.pdf
Palomino, H. (2004). La Argentina hoy – Los movimientos sociales. Recuperado el 10 de Agosto de 2011 de http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-27/la-argentina-hoy-los-movimientos-sociales.
Anexos
Resultados encuestas:
Mas de la mitad de los encuestados son adolescentes, con un mínimo porcentaje de personas mayores a 21 años, lo que nos dará una visión general del pensamiento de la juventud respecto al tema.
De los encuestados, un poco mas de la mitad es de sexo femenino.
Casi tres cuertos del total de encuestados dice conocer sobre el tema. Sólo un quinto del total no lo hace en profundidad y el resto (mínimo porcentaje) no conoce del tema.
Proporcionalmente, los encuestados opinan que el Gobierno de Bs As no es resposable, y solo un 1% más opina que sí lo es.
Menos del 15% de los encuestados cree que el Gobierno de Buenos Aires es totalente responsable de los hechos. Mas de tres cuartos de ello, opinan que la responsabilidad esta dividida entre el Gobierno y otros actores involucrados en el hecho como la banda y/o el representante, por ejemplo.
Teniendo en cuenta que casi el total de encuestados son adolescentes de entre 15 a 21 años, decimos que sólo un quinto de ellos se preocupa por las normas de seguridad cuando asisten a eventos. El resto se divide entre preocuparse solo un poco y el resto (en mayor medida) admite que no se preocupa por su seguridad.
Mas de la mitad de los encuestados opina que en Mendoza si existe la corrupción, un cuarto de ellos opina lo contrario y el resto admite no conocer sobre el tema
La mitad de los encuestados dice no haber observado las políticas de seguridad de los lugares a los que asiste. Con respecto a la otra mitad, las respuestas varían entre el Si y el No análogamente.
Autor:
Salinas Anahí
Salomón, Julieta
Tello, Manuel
Trubiano, Diego
Profesor: Lombardo
Universidad Nacional de Cuyo
Escuela del Magisterio
PICS: Actores, organización y comunidad
[1] Sin especificación de autor. (2001, 31 de noviembre). El entramado societario detrás del visible Chabán. Infobae. Recuperado el 3 de agosto de 2011 de http://www.infobae.com/general/356815-100796-0-El-entramado-societario-detr%E1s-del-visible-Chab%E1n
[2] Michetti, G. (2005). CROMAÑON: Sobre las responsabilidades políticas e institucionales del Gobierno de la Ciudad. Recuperado el 8 de Agosto de 2011 de www.aersys.com.ar/infored/pol/b2004/Docu/infcromdipfcpc.doc
[3] Niesbe, M. “Las pesadillas que dejó Cromañón” (2005, 22 de junio). Clarín. Extraído el 24 de octubre del 2011 de http://edant.clarin.com/diario/2005/06/22/conexiones/t-1000422.htm
[4] Sin especificación de autor (2006, 39 de mayo). “Las consecuencias de Cromañón aún viven en los sobrevivientes”. Infobae. Extraído el 24 de octubre del 2011 de http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=252252&IdxSeccion=0 .
[5] Daniel Mosca, psiquiatra del Hospital Alvear y presidente de la Sociedad Argentina de Psicotrauma.
[6] Op. Cit en pág. 11
[7] Violeta Rosemberg y Cecilia Flachsland investigan hace dos años el caso Cromañón desde las ciencias sociales. Rosemberg es politóloga y Flachsland es licenciada en Ciencias de la Comunicación, ambas de la UBA. Entrevistaron a padres, sobrevivientes y especialistas, fueron a recitales de Callejeros, estudiaron con detenimiento el santuario intentando responder por qué Cromañón quedó como un hecho aislado en la sociedad argentina y bajo la premisa de que las 194 muertes se dieron en el marco de un Estado que se retiró en la década del 90.
[8] Sin especificación de autor. “Jóvenes desamparados y con miedo” (2008). Extraído el 24 de octubre del 2011 de http://www.captel.com.ar/downloads/1909041526_culturaadolescente.pdf
[9] Palomino, H. (2004). La Argentina hoy – Los movimientos sociales. Recuperado el 10 de Agosto de 2011 de http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-27/la-argentina-hoy-los-movimientos-sociales.
[10] Svampa, M. (2008). Pensar Cromañón. En Svampa M., Mafia D. & otros Pensar Cromañon. Debates a la orilla de la muerte joven: rock, política y derechos humanos.