Nace una leyenda
"La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que éste sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente". Esta hermosa y concluyente frase provino del pensamiento de Róza Luksemburg, más conocida como Rosa Luxemburgo.
Esta decidida mujer nació el 5 de marzo de 1871 en Polonia, fue una teórica marxista de origen judío. En 1880 Rosa aparece ya como miembro del partido polaco izquierdista "Proletariat", fundado en 1882, Rosa inició su lucha política con la organización de una huelga general, tras la cual el partido fue disuelto, algunos de sus miembros consiguieron reagruparse en secreto, uniéndose Rosa a uno de estos grupos.
En 1887 Rosa terminó la educación secundaria, pero tuvo que huir a Suiza en 1889 para evitar su detención. Allí asistió a la Universidad de Zurich, estudiando filosofía, historia, política, economía y matemáticas.
Sus áreas de especialización fueron la Teoría del Estado, la Edad Media y las crisis económicas. Militó activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), hasta que en 1914 se opuso radicalmente a la participación de su partido en la I Guerra Mundial, según su criterio era un enfrentamiento entre imperialistas.
En 1916, se unió a la Liga Espartaquista, grupo marxista revolucionario que sería el origen del Partido Comunista de Alemania (KPD). Al fin de la guerra fundo el periódico "La Bandera Roja". Tomó parte en la frustrada revolución de 1919 en Berlín, aun cuando estuvo en desacuerdo con este levantamiento. La revuelta fue sofocada brutalmente, cientos de personas, entre ellas Rosa Luxemburgo, fueron encarceladas, torturadas y asesinadas.
En 1890, un legalizado Partido Socialdemócrata de Alemania conseguía escaños en el Reichstag, y después de un virulento y critico discurso revolucionario, los miembros del parlamento centraron su labor en obtener ventajas parlamentarias y en su enriquecimiento personal. Rosa permaneció fiel a sus principios marxistas. Rosa Luxemburgo creía que una Polonia independiente sólo podía surgir tras una revolución en Alemania, Austria y Rusia, mantenía que la lucha debía centrarse en contra del capitalismo, y no en la consecución de una Polonia independiente, negando por lo tanto el derecho de autodeterminación de las naciones bajo el socialismo, esta posición causo un posterior enfrentamiento con Lenin.
A pesar de vivir durante la mayoría de su vida adulta en Alemania, Rosa Luxemburgo era la principal teórica de la socialdemocracia polaca, liderando el partido junto a Jogiches, su principal organizador. En 1898, Rosa Luxemburgo se hizo alemana al casarse con Gustav Lübeck, y se mudó a Berlín. Allí participó con el ala más izquierdista del Partido Socialdemócrata Alemán, manteniendo claramente una frontera entre su fracción y la teoría revisionista de Eduard Bernstein, atacándole en 1899 en un folleto titulado "¿Reforma Social o Revolución?".
La habilidad retórica de Rosa pronto la convirtió en una poderosa líder de su partido. Rosa insistió en que la crítica diferencia entre capital y trabajo sólo podía ser contrarrestada si el proletariado tomaba el poder y se producía un cambio revolucionario en todo el contexto de los medios de producción.
Desde 1900, Rosa Luxemburgo expresó sus opiniones sobre los problemas económicos y sociales en varios artículos en periódicos de toda Europa. Sus ataques al militarismo alemán y al imperialismo se volvieron incisivos al vislumbrarse la posibilidad de la guerra, Rosa Luxemburgo quería organizar una huelga general que uniera solidariamente a todos los trabajadores y evitar la guerra, pero el líder del partido se opuso, lo que provocó su ruptura con Kautsky en 1910.
Entre 1904 y 1906 su trabajo se vio interrumpido a causa de tres encarcelamientos por motivos políticos. Sin embargo, Rosa Luxemburgo mantuvo su actividad política; en 1907 tomó parte en el V Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en Londres, donde se entrevistó con Lenin. En el Segundo Congreso Socialista Internacional en Stuttgart, presentó la resolución de que todos los partidos obreros europeos debían unirse para evitar la guerra.
El año de 1912, fue decisivo en la vida de Rosa Luxemburgo, su cargo de representante del SPD la llevó a los congresos socialistas europeos. Había vientos de guerra, ella y el socialista francés Jean Jaurès propusieron que, en caso de haberla, los partidos obreros de Europa debían declarar la huelga general.
El asesinato en Sarajevo el 28 de junio de 1914, del archiduque Francisco Fernando, determinó el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Rosa organizó varias manifestaciones, llamando a no acudir al servicio militar y a no obedecer las órdenes. Fue acusada de "incitar a la desobediencia contra la ley y el orden de las autoridades" y sentenciada a un año de prisión.
El 28 de julio comenzó la Primera Guerra Mundial al declarar el imperio Austrohúngaro la guerra a Serbia. El 3 de agosto de 1914 el Imperio Alemán declaró la guerra a Rusia. Para Rosa Luxemburgo, esto fue una catástrofe personal que incluso la llevó a considerar la posibilidad del suicidio, el revisionismo, al cual se había opuesto desde 1899, había triunfado y la guerra estaba en marcha. Rosa escribió gran cantidad de panfletos ilegales firmados como "Espartaco".
Como consecuencia de ello, el 28 de junio de 1916 Rosa Luxemburgo fueron sentenciados a dos años y medio de prisión.
Durante este tiempo escribió varios artículos entre ellos se incluía el titulado "La Revolución Rusa", en el cual criticaba duramente a los bolcheviques y anticipaba del peligro de una dictadura si se seguía el criterio bolchevique, fue en este contexto en el que escribió su famosa frase: "Freiheit ist immer die Freiheit des Andersdenkenden" "La libertad siempre ha sido y es la libertad para aquellos que piensen diferente"
Rosa Luxemburgo salió de la cárcel de Wroclaw el 8 de noviembre de 1918; junto a Liebknecht crearon el periódico "La Bandera Roja". El 1 de enero de 1919 la Liga Espartaquista junto a otros grupos socialistas y comunistas (incluyendo la Internacional Comunista Alemana, IKD) crearon el Partido Comunista de Alemania (KPD), principalmente gracias a la iniciativa de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo; esta última apoyó que el KPD se involucrara en la asamblea constitucional nacional.
En enero una segunda ola revolucionaria sacudió Alemania, la cual algunos de los líderes del KPD incluida Rosa Luxemburgo, no deseaban promover, previendo que iba a acabar mal, en respuesta al levantamiento, Friedrich Ebert utilizó a la milicia nacionalista, los "Cuerpos Libres" para sofocarlo. Tanto Rosa Luxemburgo como Liebknecht fueron capturados en Berlín el 15 de enero de 1919, siendo asesinados ese mismo día. Rosa Luxemburgo fue golpeada a culatazos hasta morir, y su cuerpo fue arrojado a un río cercano, Liebknecht recibió un tiro en la nuca, y su cuerpo fue enterrado en una fosa común. Otros cientos de miembros del KPD fueron asesinados, y los comités suprimidos.
La muerte de Rosa Luxemburgo apago una de las luces más claras de la crítica contra las desviaciones del bolchevismo.
Su aguda crítica a la Revolución de Octubre y a los bolcheviques disminuyó en la medida en que ella explicó los errores de la revolución y de los bolcheviques como "un completo fracaso del proletariado internacional" esto lo menciona en su libro: "Sobre la Revolución Rusa" A pesar de toda su carga crítica, dejó claro como credencial de los bolcheviques que al menos ellos se habían atrevido a hacer la revolución. La característica central de su pensamiento fue la dialéctica y la organización, de acuerdo con esta dialéctica, la espontaneidad y la organización no son dos cosas separadas o separables, sino diferentes momentos del mismo proceso, de forma que uno no puede existir sin el otro. Esta visión teórica surge de la lucha de clases elemental y espontánea; y gracias a estas perspectivas es como la lucha de clases se desarrolla hacia un nivel superior.
El triste final de Rosa Luxemburgo, es una respuesta trágica de los factores del poder. Cual fue el pecado de esta talentosa mujer, paradigma de una revolución en ciernes que después de parecer una esperanza para el mundo de los oprimidos se transformó en una pesadilla.
Esa utopía, ese sueño de un mundo mejor bajo ls banderas del socialismo. Tesis política que esta heroica mujer se atrevió a criticar y a desafiar. Por lo cual, recibió como respuesta, la violencia, los asesinos demostraron con su asesinato de que no tenían razón, que la verdad acompañaba esa noche a Rosa Luxemburgo, y que esa verdad persiste a hasta nuestros días, cualquier revolución hecha sin probidad, y sin talento, está destinado al fracaso más absoluto.
Y en mi amado Pais Venezuela no será distinto, este mal llamado socialismo del siglo XXI, tendrá el mismo fin, igual que: Rusia, Georgia, Armenia, Arzebaijan, Bielorrusia, Latvia, Lituania, Ucrania, Estonia, Uzbekistán, Tajikistan, Kazakstan, Kyrgyz, Moldavia, Turkmenistán, Checoslovaquia (hoy en día dividida en República Checa y Eslovakia), Yugoslavia (hoy en día dividida en Serbia, Croacia, Kosovo, Monte Negro, Macedonia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina), Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumania, Alemania Oriental, Yemen del Sur, Angola, Nicaragua, Granada.
Y los que aún sobreviven: Korea del Norte, que no puede ni alimentar a su gente, hoy una dictadura feroz e inhumana del sátrapa Kim Jong-un.
Cuba, solamente sobrepasado en pobreza por Haití, y hoy sumergida en las vicisitudes de un cambio que no se vislumbra en el corto plazo, ya que esta entre lo que dejo Obama y lo que decida el comerciante Donald Trump. Hoy 60 años después con la muerte del dictador que lo fue, el Dr. Fidel Castro Rus, solo es incertidumbre en lo por venir.
Recordemos un momento en el tiempo, la noche de 15 de enero de 1919, en Berlín. Esa fatídica noche fue detenida Rosa Luxemburgo, en el Hotel Edén, la llevaron a empujones, la multitud se ensaño con ella, Ella, con orgullo retador se enfrento a la multitud. Y aquellos hombres, soldados de las nuevas tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada altiva y desafiante de Rosa Luxemburgo "la Rosa roja", "la judía". Odiaban lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea de un socialismo justo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918.
Estos mismos soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín, ahora ellos eran los amos, Rosa les había desafiado en su último artículo:
"¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!». Estos nuevos "héroes de la revolución"
Golpearon sin piedad a Rosa, afuera esperaba un carro lleno de soldados, la conducían a prisión, uno de ellos se abalanzo hacia ella y le propino un culatazo, ella cayo, otro soldado le golpeo de nuevo en la sien, este revolucionario se llamaba Runge. Del rostro de Rosa Luxemburgo manaba sangre, Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo, poco antes se había ensañado con Karl Liebknecht, él también había sido vejado en el vestíbulo del Hotel Edén.
Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás, a poco de arrancar el coche le dispararon un tiro a quemarropa, el disparo se pudo escuchar en el hotel. Esa misma noche arrojaron su cadáver desde un puente al canal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta.
Pocos meses después, el 31 de mayo de 1919, se encontró el cuerpo de una mujer. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio. Rosa simplemente entrego su cuota, pago su diezmo, vertió su sangre por una revolución infame.
Autor:
Domingo Chacón.-