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Nuestros barrios, nuestras luchas (página 2)

Enviado por carmen andreu


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El Parke Alcosa, barrio dormitorio a ocho km de Valencia (sur) y a dos de Alfafar, se creó en los años sesenta y ha tenido los problemas propios de los barrios periféricos: falta de empleo, pocos servicios y fractura social entre quienes no pasan el mes y quienes no notan tanto las dificultades.

El trabajo comunitario se hizo sin planteamientos previos, conforme iba surgiendo la necesidad y a través, inicialmente, de los llamados "grupos naturales" (familias, amigos, compañeros…) unidos por las relaciones humanas, no desde una relación asociativa, y buscando espacios de encuentro, de comunicación, algunos de ellos existentes con anterioridad y aprovechados para el trabajo social.

La resistencia de dicho movimiento que hoy tiene forma de organización, durante más de 20 años, se explica desde estos comienzos y destacando los elementos afectivos, relacionales, como base de dicha organización, relaciones que existían previamente a empezar a trabajar en el año 1985.

Ello determinó el llamado trasiego de valores, es decir, contrastar los valores de los demás como medio de supervivencia, nacido de experiencias prácticas, poniendo en común los recursos particulares para sobrevivir que tiene cada uno, buscando una vida más digna. Valoración que le diferencia de otras experiencias sociales, al proceder de una práctica y una reflexión de valores distintos.

Se trataba de ir poniendo en práctica poco a poco valores distintos a los que son dominantes en nuestra sociedad y en nuestro barrio; y ello fue posible, precisamente, por partir de grupos naturales y no de organizaciones superestructuradas.

Lo que llamamos "sirla al estado" es nuestra respuesta a las relaciones con la administración; se trata de la necesidad de recuperar recursos y sobre todo la capacidad de decisión sobre los mismos, lo que sólo es posible mediante un proceso de planificación y participación que defina los recursos, la necesidad de los mismos, y la capacidad de decisión en cada momento de los ciudadanos afectados, lo que exige procesos reivindicativos diversos.

La experiencia del Parke define lo comunitario como algo más que lo local o territorial, tiene en cuenta los valores y prácticas que se llevan a cabo; del parke son todos aquellos que entienden las relaciones humanas y sociales de otra manera, que entienden la economía como un medio para la existencia y no al revés, los que hacen de la fiesta un momento de encuentro para la lucha.

La Casa: creando espacios para la transformación social desde el barrio de Villa Arriba (La Orotava, Canarias)

(JOSÉ RAMÓN HERNÁNDEZ, JOSÉ MIGUEL MARTÍN, ZEBENSUI LÓPEZ, miembros del Espacio Sociocultural La Casa)

El barrio de Villa Arriba está ubicado en el municipio de La Orotava (Tenerife) y se ha caracterizado por estar ocupado por las clases populares o intermedias, mientras que el barrio de Villa Abajo, estaba ocupado por las clases privilegiadas o dominantes.

Era necesario abordar desde el barrio iniciativas de transformación social, partiendo del asamblearismo, la construcción y la propiedad colectiva de los espacios.

Tras lanzarse a la calle un grupo de vecinos, exigiendo soluciones a las carencias del extracasco en noviembre de 1978, se producen las primeras elecciones municipales en La Orotava, en abril de 1979, naciendo con ellas las asociaciones de vecinos, con un gran poder reivindicativo, asumiendo los barrios el protagonismo que históricamente les pertenecía.

Este resurgir del movimiento social, con "Iniciativa por la Orotava" y la organización juvenil "Azarug" genera tal crispación con el gobierno local que poco a poco se cierran espacios públicos para la realización de actividades contrarias a la política del alcalde.

Ello hace necesaria la búsqueda de nuevos espacios y así surge La Casa, como proyecto que apoya y se ofrece a los movimientos sociales y a las personas que trabajan por un cambio radical de las injustas relaciones que impone el capitalismo. Entendida finalmente como espacio abierto, a pesar de los debates internos entre los que entendían que debía ser así y los que entendían que debía ser una sede social del partido y del resto de grupos fundadores.

Uno de los instrumentos más importantes de la Casa para su autogestión, era la tasca, pequeño bar que pretende la independencia económica y la permanencia en el tiempo, siendo gestionada por compañeras-vecina; posteriormente se transformó en biblioteca popular, primera y única del barrio de Villa Arriba.

Surge en la Casa, una emisora por y para la vecindad y movimientos sociales, llamada Radio Pimienta; también en este caso se enfrentan las posturas entre los que pretendían una radio para los fundadores y los que defendían un espacio abierto, libre, que recogiera la voz de organizaciones y personas que no tienen cabida en otros medios. Finalmente la Radio se ha convertido en un medio de comunicación social, comunitario y libre que nace, crece y pertenece al Espacio Sociocultural La Casa, con sus proyecto y sus gentes, como herramientas que se suman para regenerar el concepto y la práctica de lo comunitario, en nuestra sociedad, desde nuestra realidad más cercana, nuestro barrio.

También surge una editorial alternativa "Libreando Ediciones" con la finalidad de dar salida a las publicaciones de compromiso y transformación social.

El reto, hoy, es que la Casa consolidada como motor de un grupo humano que persigue objetivos comunes, sea asumida como pertenencia colectiva del barrio, desde la que construir el futuro.

El negocio de la pobreza en La Palma-Palmilla

(NATALIA DAIMIEL, ARACELI FONTCUBERTA y RUTH LÓPEZ, construir un barrio "en la nada" y "de la nada")

Las remodelaciones crecientes de las ciudades en busca de espacios de mercado que atraigan el capital nacional y extranjero, hizo que la población de Málaga viera abocado su empleo al sector servicios, como principal actividad económica de la ciudad y de la costa; de esta forma su ciudadanía se convirtió en sirviente de la clase adinerada, cambiando "la casa del señorito" por nuevas empresas capitalistas que emergieron en el sector servicios.

En ese marco nació la barriada Palma-Palmilla, situada al norte de la ciudad de Málaga, que en principio acogió a migrantes que procedían del campo y posteriormente se convirtió en el contenedor de las víctimas de remodelaciones urbanísticas y de catástrofes ocurridas en otros barrios; mal comunicada con la ciudad, poco a poco se sumergió en la marginalidad y la exclusión, cayendo sus gentes en la droga, la cárcel…

Aparecieron asociaciones vecinales en la última etapa del franquismo que suponían una esperanza de transformación, exigiendo igualdad y justicia social, así como servicios y espacios públicos inexistentes en la barriada, pero los partidos políticos pronto generaron dependencia y desconfianza de los vecinos hacia quienes les representaban, acabando con las mismas.

La población de esta barriada surge tras quedar fuera del sistema productivo, del sistema educativo, desarraigada de los lugares de procedencia, por lo que la lucha en este tipo de barrios no puede tener nada que ver con los procesos relacionales y de desarrollo social y económico, que tienen lugar en otros barrios.

En esta lucha destacan un grupo de mujeres que hacen su lucha en la calle, que se reúnen para denunciar la miseria, situaciones de exclusión, de carencia y de injusticia social, tomando como modelo una asociación de hombres en situación de desempleo "AVV LOS PARAOS", así como "LOS MOVÃOS" que surge de los hijos dependientes de las primeras para que estas se reúnan y para prepararse ellos, por lo que se le dota de autonomía e independencia respecto de la anterior.

La lucha se hace en la calle, día a día, reclamando justicia social y denunciando situaciones de exclusión y de injusticia.

La barriada precisa de intervención, por lo que las gentes de Zambra y Baladre, lo hacen, imbricándose en sus reuniones y su problemática, de forma que van tejiendo el tejido relacional, pretendiendo la transformación de la sociedad posterior a través de La Oficina de Información y de Derechos, que luego es "EnConTrasTe.Tu Punto de Información y Denuncia Social en la Palma-Palmilla, que se ocupa de informar y denunciar problemas puntuales y concretos en cada momento de su historia y necesidad.

¿Enredando y desenredando en nuestro barrio?

(CRISTINA BRAVO Y DÉBORA ÁVILA, integrantes de la Cooperativa de vivienda social "La chimenea" (San Cristóbal)

En Villaverde, un joven de diecisiete años muere en el año 2005, en manos de un dominicano de diecinueve.

La respuesta es de persecución y caza del extranjero, por jóvenes de la localidad.

La Asociación de Vecinos de San Cristóbal de los Ángeles "La Unidad" convoca una marcha por la convivencia.

Los vecinos y vecinas del barrio de San Cristóbal, uno de los barrios más meridionales de la capital, situado en el distrito de Villaverde, ante el paralelismo que se efectuó con revueltas de algunos barrios en Francia y la estigmatización efectuada a través de los medios de comunicación, se indignaron y además de efectuar marchas que permitieran ofrecer su versión de los hechos, decidieron hablar por sí mismos a través de un corto que se llamó "Entre trenes", con una canción que a ritmo de rap definía el barrio, de forma que se sintieron reflejados.

San Cristóbal se caracteriza por unos límites espaciales percibidos por los vecinos, como una isla, un pueblo, que favorece la vida en la calle y el movimiento comunitario y reivindicativo, cargado de historia.

Las primeras movilizaciones se dieron en los años cincuenta, debido a la gran identidad vecinal, lo que se mantiene a pesar de los cambios que se han ido produciendo con los años.

Pasó de ser un barrio olvidado y marginado, con el menor nivel de renta y de estudios de los de la capital, pero en el que todos los vecinos se conocían, a tener un gran envejecimiento de la población, la llegada de múltiples inmigrantes transnacionales, que provocó la aparición del miedo, y a ser el más intervenido para hacer frente a las dificultades de la vivienda.

Hoy no es lo que fue en cuanto a movilización social, ya que el fuerte movimiento asociativo y el componente de lucha vecinal, constituían uno de los pilares fundamentales del barrio, pero aún se mueve, no como motor del cambio, ya que los vecinos han sido sustituidos por planes, proyectos… y trabajadores de lo social, llamados tercer sector.

Los vecinos hoy no tienen división alguna entre incluidos y excluidos, se sienten incluidos, tienen medios y recursos, pero están "diferencialmente" incluidos, debido a la intervención que generó su exclusión

De barrios en lucha a barrios a combatir: breve repaso a algunas cuestiones a tener en cuenta sobre barrios periféricos

(DAVID MUÑOZ, miembro de Baladre y de Punt d"informació sobre Drets Socials la Canyota)

Pretende abrir el debate sobre las distintas formas de intervención en barrios periféricos, en el siglo XXI, con la intención de colaborar en mejorar las condiciones de los mismos y de la sociedad, sin fórmulas mágicas, ya que no las hay, y ni siquiera los protagonistas de las luchas descritas podrían haber previsto el resultado con meses de antelación, dado que intervienen factores de todo tipo, incluido el azar.

A/ Decorados de una sociedad cada vez más fragmentada

La llamada sociedad civil no incluye sino a una considerable distancia a los excluidos, los que aparentemente son su objetivo, sólo se permite el acceso a los excluidos por una vía diferenciada de la normal, debido a las "incapacidades" que se les atribuye..

Las reivindicaciones surgen por y para la clase media, sin que se entrecrucen los esfuerzos entre incluidos y excluidos.

Ha desaparecido el incluir la acción política en la vida, convertir el vivir en un proceso de búsqueda y emancipación.

B/ Entre lo distante y lo fragmentado

La separación entre intervención social (profesional) y política tiene relación con la separación entre personas incluidas (entre las que se encontrarían los profesionales de la intervención, que sufren una especie de indiferencia selectiva que les lleva a situarse fuera, en términos de pertenencia, de los contextos en los que operan durante los procesos de intervención) y excluidas.

C/ Emergencia y Pervivencia de los barrios periféricos: Algunos apuntes.

Aunque la emergencia de una mayor desigualdad se suele relacionar con periodos de crisis económica, la realidad es que la desigualdad no se reduce de modo significativo con la recuperación económica.

La pervivencia tiene que ver con el empeoramiento de las condiciones del trabajo asalariado (con mayor repercusión en zonas periféricas), con la intervención del Estado (ya que aunque el Estado suela tener un papel de apoyo en procesos de inclusión, es un gran motor de estratificación), con la agudización del paro y la introducción de la heroína, así como la confusión entre consumo masivo de esta última y procesos de modernización.

E/ De barrios en lucha a barrios a combatir

Se ha ido sucediendo una percepción de los barrios periféricos como barrios en lucha y reivindicaciones, a otra que los percibe con rasgos negativos, incluso sus propios habitantes, lo que produce un viraje en el objeto de la lucha, ya no se lucha desde y por los barrios sino contra ellos.

Las periferias empobrecidas de las ciudades son el enemigo a abatir.

Conclusiones

De la lectura y resumen del libro se evidencian distintas realidades y modos de intervención, consecuencia de las mismas.

En el primer supuesto, la acción social se efectuó desde la búsqueda de la horizontalidad (entre iguales), basada en los intereses del conjunto de la población y apostando por la desprofesionalización del trabajo social.

En el segundo, el Parke, el trabajo comunitario se hizo sin planteamientos previos, conforme iba surgiendo la necesidad y a través, inicialmente, de los llamados "grupos naturales" (familias, amigos, compañeros…) unidos por las relaciones humanas, no desde una relación asociativa, y buscando espacios de encuentro y de comunicación.

En el tercero, la Casa, era necesario abordar desde el barrio iniciativas de transformación social, partiendo del asamblearismo, la construcción y la propiedad colectiva de los espacios.

En el cuarto, el negocio de la pobreza en Palma-Palmilla, la población de esta barriada surge tras quedar fuera del sistema productivo, del sistema educativo, desarraigada de los lugares de procedencia, por lo que la lucha no tuvo nada que ver con los procesos relacionales y de desarrollo social y económico, que tuvieron lugar en otros barrios.

En el sexto, San Cristóbal de los Ángeles, barrio meridional de Villaverde, el fuerte movimiento asociativo y el componente de lucha vecinal, constituían uno de los pilares fundamentales del barrio, como motor del cambio, hasta que fueron sustituidos por la intervención a través de proyectos, programas, etc…

En el último apartado, se destaca un giro hacia combatir los barrios, en lugar de los barrios en lucha.

En definitiva se trata de un desplazamiento de los agentes movilizadores de los barrios por la búsqueda de la justicia y mejores condiciones de vida, por una intervención en los mismos, de agentes especializados en lo social, que no siempre pertenecen al barrio, y en consecuencia, establecen una distancia, en ocasiones difícil de salvar; una sustitución de los grupos vecinales que actúan en plano de igualdad por profesionales; destacando el reto de conseguir el sentimiento de pertenencia como elemento de transformación social.

 

 

 

 

 

Autor:

Carmen Andréu Arnalte

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