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Con sed nueva de cantar; Historia de la décima improvisada en el municipio de Holguín, Cuba (1959-2000) (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Como el interés mayor era cantar, no se grabaron muchas de estas intervenciones radiales y muchos menos fueron transcritas. En la prensa periódica hubo años enteros en que no se hizo alusión al quehacer de los poetas improvisadores.

En la etapa comprendida en el estudio sobresalen Rafael Félix Obregón Peña, Eugenio Escobar (Escobarito y "El príncipe de la voz de plata"), Narciso Cuéllar ("El sinsonte de García"), José Naranjo (Naranjito), estos dos últimos nacidos en Las Villas, Manolo Garcés, Senovio Rafael García Rodríguez (más conocido como Felo García) y Ramón Acosta García ("El bardo de la llanura"), aunque se incluyen los nombres de otros poetas que se dieron a conocer durante el período posterior al 59.

La creación de concursos provinciales y nacionales de repentismo permitió a los poetas relacionarse con figuras como el Indio Naborí, Omar Mirabal, Francisco Pereira, entre otros. Los concursos provinciales de repentismo se desarrollaban en plazas públicas de ciudades holguineras. La aparición de estos certámenes propiciaron la creación decimística en la década del 60 del siglo XX e, incluso, la incorporación de mujeres como Amelia Rosa Rivero que cantaba décimas por esa época.

Entre los temas fundamentales que se cantaban en los años sesenta y que hasta la década del noventa prevalecen, por ser tópicos universales: el amor, la muerte, la existencia del hombre, la patria, la ciudad y, fundamentalmente, la vida de los campesinos cubanos y holguineros. Las fuentes orales y algunas grabaciones que conservan los propios poetas entrevistados fueron las vías para poder completar la investigación.

En las décadas del sesenta y del setenta fue muy importante el intercambio de los poetas con el prestigioso Teatro Lírico de Holguín, el Conjunto Sierra Maestra, entre otras agrupaciones musicales y espectáculos culturales que pasaron por Holguín.

En los años sesenta surgió una pareja de singular importancia: Escobarito y Felo García, los cuales fueron llamados "los poetas de la Revolución"; los escenarios donde aparecieron fueron disímiles y en ellos lo mismo cantaban sus temas favoritos que aludían a acontecimientos y fechas relevantes de la historia patria y a los logros del proceso revolucionario.

Los poetas improvisadores de Holguín se sometieron a exámenes para valorar la calidad de sus décimas y ser reconocidos. Por ejemplo, una evaluación fue hecha en el año 1963 y la realizaron Adolfo Alfonso y Ramón Huerta, figuras relevantes de la improvisación en Cuba.

A los concursos nacionales asistieron los repentistas holguineros, destacándose Felo García y Escobarito, al lado del Indio Naborí y Ángel Valiente. Otros escenarios para la promoción de espinelas improvisadas fueron los festivales regionales de aficionados, centros de recreación, instituciones, fábricas, centrales azucareros, etc.

Una característica negativa del trabajo de los repentistas holguineros durante estos años ha sido la impuesta por los medios de difusión: el hecho de que los poetas escriben sus textos antes de cantarlos. Rasgo que posee el repentismo impuro y que ha dañado la salud del verdadero arte de improvisar. Además, el desconocimiento por parte de muchos poetas improvisadores holguineros de las tonadas que emplean para concretar el acto público y puro del repentismo sumándose al empleo invariable de las mismas tonadas, ha afectado sensiblemente la calidad del acto de improvisar o "performance repentista" como la llama Alexis Díaz Pimienta.

Las tonadas de mayor uso entre los poetas improvisadores de Holguín son la matancera, la camagüeyana, la vueltabajera y la española, empleándose el punto libre que cada poeta adecua a sus capacidades vocales y expresivas.

Lo más usual entre los repentistas holguineros es el canto de décimas sueltas, consecutivas, la realización de diálogos poéticos (como le llaman al encuentro entre los poetas cuando no se adentran en el antagonismo de la controversia) y, precisamente otra característica holguinera es el escaso interés de los poetas por la controversia.

Según la Dra. María Teresa Linares, en Cuba existen más de doscientas tonadas y apenas se cantan unas pocas, rasgo subrayado en el oriente del país y, sobre todo, en Holguín donde no existen verdaderos tonadistas.

La mayor cantidad de improvisadores de la provincia se encuentra localizada en el municipio Holguín y en sitios próximos a la ciudad. Sólo hasta enero del 2001 teníamos noticias de la existencia de 43 improvisadores en el municipio cabecera y más de cuarenta en el resto de los territorios, en su mayoría personas que rebasan los cuarenta años de edad, con escasa instrucción y muy poco conocimiento del arte de la improvisación.

Llama la atención que los improvisadores más significativos de la provincia en su mayoría no son oriundos del municipio Holguín sino de otros municipios o de otros territorios como son los casos de Narciso Cuéllar (El sinsonte de García), José Naranjo (Las Villas) y Amelia Rosa Rivero (Las Villas).

Por otra parte, sobresale la ausencia de improvisadores jóvenes que garanticen la necesaria continuidad de esta auténtica tradición. Solamente tres jóvenes cultivan el repentismo con menores o mayores aciertos, lo cual hace necesaria la insistencia de las instituciones culturales holguineros para preservarlo.

La historia de la décima improvisada en la provincia Holguín posterior a 1959 recoge la presencia de legítimos poetas que han hecho del repentismo un modo de vida y una auténtica manera de apresar la realidad a través de la música y de las regiones inasibles del viento.

La mayoría de los cuarenta y tres poetas – improvisadores que integran este estudio pertenecen al municipio Holguín. Unos nacieron en la zona urbana y otros la rural. Los sitios que muestran la existencia de decimistas como Purnio, Holguín, San Andrés, Sao Arriba, Asiento Molido, el Purial, Tasajera-La mula propiciaron, mediante la herencia familiar y el círculo de amistades fundamentalmente, el desarrollo y la permanencia de la tradición octosilábica. Entre los espacios y motivaciones para cantar se pueden mencionar las reuniones familiares, los programas de radio, las cooperativas agropecuarias, las fiestas populares, las peñas de la décima, los concursos de repentismo, entre otros.

Pero veamos algunas particularidades conceptuales de los artífices de esta clásica estrofa. Se menciona que en el país, y en el caso particular de Holguín, en lugar de décimas se cantan espinelas, debido al legado del rondeño Don Vicente Espinel, que en sus composiciones fundió dos redondillas, unidas por un puente (versos 5 y 6) colocó la pausa en el cuarto verso y ejercitó con maestría la distribución de rimas abbaaccddc que, incluso por el ritmo de la métrica empleada, resultó la más efectiva para cantar. Como es sabido la décima se erige -como su nombre lo indica- en estrofa de diez versos con cualquier metro y la particularidad de la estrofa cantada radica, como he señalado, en la distribución espineliana de rimas y métrica.

A la hora de cantar el Punto cubano que precisamente tiene su origen en nuestro país y es conocido en Islas Canarias donde también se utiliza, solo existieron en Holguín algunos poetas como es el caso de Rafael Félix Obregón Peña (25 de febrero de 1925), que improvisaba e interpretaba sus espinelas a través del punto fijo, el punto cruzado y el punto libre sin estribillo, siendo este último el más cómodo para el resto de los poetas que actualmente cantan en la provincia. Félix Obregón también utilizaba varias tonadas como la española, la vueltabajera, la espirituana, la camagüeyana, etc. De este excelente improvisador no se conserva casi nada de su obra octosilábica, sabemos que fue holguinero, que acarreó una vida de gran bohemio que pudo acompañar en cierto momento por sus hijos; sin embargo, el noble y querido poeta murió (el 14 de noviembre de 1984), rodeado por los demonios fruitivos del alcohol y sumido en una honda soledad desgarradora, pero dejó para la memoria histórica de la improvisación huellas de uno de sus mejores cultores. Leamos al menos este ejemplo de su creación decimística e imaginemos que es el poeta quien nos la susurra al oído, desde su amada canturía intemporal:

De noche sueño contigo

y tengo que despertar

porque me duele soñar

que tú no sueñas conmigo.

Imponme cualquier castigo,

te lo pido, por favor;

si besar tu boca en flor

acaso cuesta morir,

dame un beso y manda a abrir

la sepultura, mi amor.

La formación de los poetas improvisadores en Holguín está sustentada en lecturas de la obra de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), de Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí). La mayoría de ellos se consideran deudores de estas figuras en Cuba y el resto de grandes poetas de Iberoamérica. Sin embargo hemos notado que no todos conocen las obras de los dos bardos, pues la mayor parte de los poetas holguineros tienen una experiencia autodidacta.

Tomemos al repentista holguinero más significativo del para mostrar particularidades de su creación y su personalidad: Zenobio Rafael García Rodríguez, conocido por nuestro pueblo como Felo García.

El poeta nació el 29 de octubre de 1938, en La Gegira, municipio Gibara y desde su niñez analfabeta comenzó a cantar décimas.

Felo ha tenido una amplia vida artística, complementándola con su senti-do de la amistad y su labor cultural junto a Eugenio Escobar, Rafael Obre-gón, Mariano Hernández, Amelia Rosa Rivero, José Naranjo, El chino velas-queño, Norge Paz, Ramón Acosta, entre otros.

La radio fue una de sus principales vías promocionales pero la que tal vez definió un mayor conocimiento de su obra como repentista fue el encuentro entre poetas. Felo asistió al programa campesino de la radio "Tribuna guajira", en la década del 40 del siglo XX, a "Rumores de la campiña" del telecentro holguinero Tele Cristal, el estelar "Palmas y cañas" de la televisión nacional.

Felo tuvo la oportunidad de compartir, en el año 1961, con el decimista mayor del siglo xx cubano en un homenaje al cosmonauta de la ex Unión Soviética Yuri Gagarin, en el cual se encontraban numerosos repentistas del país y el respetable músico cubano Eduardo Saborí.

Aunque la idea de realizar en la emisora Radio Holguín un espacio para la improvisación no partió del poeta, la "Parranda de Felo" es notable la incidencia de este espacio en la población holguinera. El programa salió al aire por primera vez el día 14 de marzo de 1997, brindando la posibilidad de cantar a todos los improvisadores, donde asisten los menos conocidos junto a los consagrados a este arte en Holguín.

El poeta rememora sus inicios octosilábicos en 1952, en reuniones familiares o encuentros informales; con admiración recuerda a José Naranjo (Naranjito), aquel improvisador que, desde Las Villas, trajo su peculiar estilo, enseñándole a nuestro decimista "trampas de la creación" – como dice él refiriéndose a lo que en realidad son técnicas, estudiadas por Alexis Díaz Pimienta -. Desde 1957 comenzó a cantar en CMKO Radio Angulo, fue administrador del prestigioso conjunto Cacoyuguín y después se consagró a su carrera poética. Ya en décadas próximas a la del 90 del siglo XX, recuerda con sano orgullo las rondas poéticas realizadas junto a Norge Paz, poeta residente en Floro Pérez, Orestes Durán del municipio Sagua de Tánamo, Manuel Perea, Luis Ramos Caballero "El sinsonte guasimero", estos dos últimos de Mayarí, y a "El príncipe de la voz de plata " Eugenio Escobar (Escobarito) con quien formó el dúo llamado "Los poetas de la Revolución".

El autor de las espinelas "Al mirador de Mayabe" canta con varias tonadas de las que se conocen en el país y varias de ellas las ha interpretado en jornadas cucalambeanas de aficionados en la ciudad de Las Tunas entre los años de 1966 a 1970, excepto en 1967. Por esos años, asegura el poeta, las competencias de improvisación eran tan reñidas como ahora, pero nuestro improvisador logró alcanzar varias menciones en los concursos de Pie forzado que consiste en la interpretación de cada repentista ante un jurado que al final decide cuál resuelve mejor su espinela, dejando el pie forzado como verso conclusivo. Inicialmente los organizadores del concurso le acercan a cada participante un sombrero de guano, donde se colocan delgadas tiras de papel donde se ha escrito un verso octosílabo. Estas tiras han de ser escogidas al azar por los poetas que deben hacer notar su maestría en el arte de la improvisación.

La figura de Felo García ha brillado en numerosos certámenes. Por ejemplo, en 1970 fue ganador en el concurso territorial de la ANAP y los CDR de la antigua provincia de Oriente. En septiembre de ese mismo año espinelas suyas tituladas "La revolución de octubre" aparecieron publicadas en la revista ANAP, mientras en el periódico AHORA! de la provincia Holguín: se promovieron sus octosílabos dedicados al movimiento cooperativista, al insigne Camilo Cienfuegos y a la mujer cubana. En 1976 la revista Verde Olivo edita espinelas donde recoge su experiencia internacionalista en la República Popular de Angola.

Felo aún conserva un cuaderno escrito en la estrofa clásica en el que refiere temas como el descubrimiento de Cuba por Cristóbal Colón, el Mirador de Mayabe, el paisaje cubano, elementos de las personalidades de Faustino Oramas "El guayabero", Eugenio Escobar, Félix Obregón, y el Indio Naborí.

Su relación con intérpretes de la música campesina ha sido significativa. Por ejemplo, la cantante holguinera Adolfinita Sánchez ha estado junto a él en filmaciones del programa nacional "Palmas y cañas" en la localidad de Velasco, localidad considerada desde años anteriores a 1959 "el granero de Cuba" por sus extensas cosechas de frijol. En ese territorio se exhibe una de las más bellas obras arquitectónicas de América Latina: la Casa de Cultura de Velasco, proyectada por Walter Betancourt, sitio en el que tiene lugar cada año en el mes de octubre la "Fiesta campesina", certamen al cual Felo ha sido invitado permanente.

El poeta, en su largo camino como repentista se hace acompañar por el inseparable tres y ha purificado el espíritu de la décima holguinera a través de la creación, ha compartido el escenario con poetas nacionales, el teatro lírico de Holguín, la cantante lírica Náyade Proenza, Romárico Leyva, María Luisa Clark, entre otros.

Aunque la idea de realizar en la emisora Radio Holguín un espacio para la improvisación no partió del poeta, la "Parranda de Felo" es notable la incidencia de este espacio en la población holguinera. El programa salió al aire por primera vez el día 14 de marzo de 1997, brindando la posibilidad de cantar a todos los improvisadores, donde asisten los menos conocidos junto a los consagrados a este arte en Holguín.

La principal virtud de Felo tal vez radica en su espíritu solidario y su extrema sensibilidad que le ha permitido guardar la mayor parte de las reliquias del octosílabo escrito y cantado en Holguín, para convertirse en la fuente principal e inagotable de este investigación. Se debe sentir absoluta pasión por la estrofa de diez versos octosílabos y convertirla en el centro de la vida para poder cultivarla como lo ha hecho él, durante tantos años, en la provincia Holguín.

Felo García ha recibido varios homenajes como el que se le ofreció en el espacio radial que salió al aire el 10 de septiembre del 2000, dedicado a la décima iberoamericana: "Viajera peninsular" cuyo título pertenece a una de las espinelas más conocidas del Indio Naborí y que es escrito por el decimista holguinero Ronel González. En el año 2000 fue reconocido por la Asamblea Provincial del Poder Popular con la réplica del escudo de la provincia Holguín.

Ramón Acosta García (Florida, Camagüey, 1945) es otro importante poeta vivo con reconocida trayectoria en la improvisación. Desde joven se instaló en Holguín y, en enero de 1960, comenzó a cantar espinelas junto a los repentistas holguineros Felo García, Jorge Tamayo, Manolo Garcés, Naranjito, Félix Obregón, Carlos Manuel Izquierdo, e inició su promoción en programas radiales el 19 de mayo de 1969, participando en "Fiesta en el campo". En las visitas que realizaba a su ciudad natal frecuentaba emisoras camagüeyanas como Radio Florida y Radio Cadena Agramonte; en la ciudad Monumento cantó en Radio Bayamo, en Santiago de Cuba participó en programas de Radio Baraguá y Palma Soriano y en la provincia holguinera frecuenta Radio Holguín la Nueva y Radio Angulo. Otras apariciones esporádicas ha hecho en Radio Rebelde en los programas "Vivimos en campo alegre" y "Aficionados campesinos". Hizo, durante tres años consecutivos, el programa "Rumores de la campiña" en Tele Cristal, y en el espacio nacional "Palmas y cañas" se le han podido escuchar sus tonadas.

"El bardo de la llanura" – como se hace llamar- es un cantor muy afinado; así lo demuestra en cada presentación y en algunas evaluaciones a las que se ha sometido, varios especialistas en el género le han otorgado las calificaciones de segundo y primer nivel.

Los sitios que generalmente Ramón ha frecuentado para improvisar han sido disímiles; sobre todo aquellos donde se puede repentizar en público: plazas, cooperativas, comunidades, campamentos cañeros, centros de trabajo, etc.

En 1973 se le otorgó en la tierra de El Cucalambé el primer premio en décima mural. Tuvo una excelente participación en la Jornada Nacional Cucalambeana y, específicamente, en el concurso de pies forzados. En aquella oportunidad por lograr la creación instantánea que se exigía obtuvo menciones y, en el año 1985, recibió el primer premio. Es decir, el poeta ha representado a Holguín desde el comienzo de su vida artística en los medios de difusión y en diversos certámenes de la provincia y el país.

Parte de las espinelas de su amplia cosecha aparecieron en la revista nacional Verde Olivo y ha tenido el reconocimiento de su trayectoria poética con premios, condecoraciones, etc. Entre los temas que interpreta, el que desarrolla con impresionante facilidad -según Digna García Santiesteban, escritora del programa campesino- es el del amor. Veamos una de sus creaciones:

Tus labios gruesos y rojos

yo no me canso de amarlos

y cuando quiero besarlos

pido permiso a tus ojos.

Ya saciados mis antojos

de verte a mi alrededor

como el mejor bebedor

que busca bebida fina

me voy hasta tu cantina

y me emborracho de amor.

La espinela transcrita ha sido cantada muchas veces por "El bardo de la llanura" y es una de sus preferidas.

Con Ramón sucede como con otros poetas: escribe sus espinelas antes de cantarlas o las improvisa, inspirado en su ascendencia campesina como en este caso:

Yo soy guajiro y nací

en un rústico bohío

y hambre, desnudez y frío

en carne propia sufrí.

El bohío es para mí

mescolanza de dolor,

piso de tierra, clamor

que demostrara lo cierto

y duro de un tiempo muerto

horrible y desgarrador.

Otra espinela, pero esta vez halagüeña, canta a figuras trascendentales de la Revolución Cubana:

Fidel Castro del Moncada,

del yate Granma y la Sierra

continuador de una guerra

justa y bien organizada.

Con un sol en la mirada

escalonaste el Turquino

y cuando contigo vino

la libertad en enero

vino un Camilo habanero

y un Che Guevara argentino.

Desde 1997, año de la creación de "La Parranda de Felo", Ramón asiste para cantar junto a los veteranos y otros repentistas que la visitan, viajando desde sus municipios y zonas rurales.

Durante su carrera artística a "El bardo de la llanura" lo han acompañado en sus interpretaciones conjuntos musicales campesinos y entre ellos se destaca "Campiña Alegre", hoy Conjunto "Cacoyuguín", nombre adoptado por la existencia de un río homónimo.

A lo largo de esta investigación se ha mencionado a un poeta con el seudónimo "Escobarito", sin hacer aclaraciones pertinentes, sin embargo, ahora se le dedicará el espacio que merece en la historia de la improvisación holguinera. Eugenio Escobar está considerado como uno de los mejores repentistas del país. Por su talento infinito al improvisar se le llamó "El príncipe de la voz de plata". Siempre iba acompañado del laúd, el cual aprendió a tocar muy bien – este instrumento se encuentra expuesto en el museo La Periquera- otras veces se acompañaba con el tres y así lo han referido fuentes orales y fotografías.

Para gloria de la cultura holguinera Eugenio Escobar Suárez nació el 11 de marzo de 1921, en el barrio de Damián en Holguín. Rodeado de un ambiente bucólico aprendió el arte de improvisar espinelas desde su adolescencia y más tarde llegó a interpretarlas muy bien durante la Campaña de Alfabetización, en la época de la llamada Crisis de Octubre en sucesivos albergues cañeros, en eventos importantes donde compartió con artistas de reconocido prestigio como Ramón Veloz, Celina González, Adolfo Alfonso, entre otros.

Como hemos referido anteriormente "Escobarito" y Felo García formaron un interesante dúo y se hicieron llamar "Los poetas de la Revolución". Por el prestigio que habían alcanzado estos poetas integraron jurados de concursos de improvisación y la obra del primero se dio a conocer a través de medios de difusión como la radio y la televisión. Escobarito participó en los espacios campesinos de las emisoras holguineras, de la antigua provincia de Oriente y del resto del país. Otras provincias donde se le reconoció fueron Matanzas (Radio Cárdenas), Camagüey (Radio Agramonte), Ciudad de la Habana (Radio Rebelde, Radio Progreso y Radio Libertad) y en la televisión cubana en los programas "Meridiano campesino", "Palmas y cañas", "Rumores de la campiña" en Holguín, etc.

En 1955 "El príncipe…" asistió a concursos nacionales de poetas improvisadores junto al Indio Naborí y, en uno de esos encuentros Naborí lo despidió de esta manera:

Te vas, Eugenio Escobar,

y en tu última canción

a los pies del malecón

se ha puesto a llorar el mar.

Y yo que lo vi llorar,

con pañuelo azul de playa,

también grité no te vayas,

pero respondió otro grito:

vuelve, vuelve Escobarito

a tus verdes guardarrayas.

El poeta sostuvo profunda amistad con Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí), quien lo admiraba por el don de la poesía; también fueron compañeros suyos Ángel Valiente, Rigoberto Rizo, Rafael Rubiera, El Jilguero de Cienfuegos – de quien conservamos una fotografía con él- Pepe Ramírez, y prácticamente todos los holguineros que improvisan en la actualidad.

Se conserva su imagen como alto exponente de la música campesina porque, además de su talento, ningún tema le resultaba difícil para improvisar. He aquí una muestra de algunas de sus estrofas cantadas:

José Antonio Echeverría

como Julio Antonio Mella

cayeron por la más bella

causa de la patria mía.

Guiteras sirvió de guía

contra los americanos

y unido a nuestros hermanos

fue su lucha esplendorosa

un éxito por la hermosa

causa de los veteranos.

En la lucha redentora

se extendió el grito de Yara

y el sol con su luz más clara

el verde campo colora.

Cuando se llegó la hora

en la voz de aquel valiente,

se extendió por todo Oriente

como luz del infinito

aquel enérgico grito:

¡Viva Cuba independiente!

Lamentablemente el poeta padecía de asma bronquial y a la edad de cuarenta y siete años, murió el de 17 de octubre de 1968. Dejó a sus innumerables amigos y familiares su presencia en la memoria, como río de interminable curso.

El próximo improvisador del que me ocuparé en este trabajo es el conocido como "El poeta de la Guira", cuyo nombre es Héctor A. Torres Batista.

Nacido en La zona de la Guira, barrio del actual municipio Cueto, el 9 de junio de 1930, se trasladó a Holguín desde hace muchos años, logrando entrenarse en los menesteres del repentismo con improvisadores de más experiencia como Felo García, Carlos Manuel Izquierdo y otros, aunque él recuerda cantar espine-las desde los diecisiete años, por la ya remota fecha de 1947. Cuando se estableció en Holguín se presentó en programas campesinos de Radio Angulo como "Fiesta en el campo", en Radio Holguín, "La Parranda de Felo" y en numerosos actos públicos, concursos provinciales, peñas de la décima en la Casa de la Trova, parques, etc. Su actividad al servicio de la Revolución ha sido muy amplia pues se retiró con los grados de Coronel de las FAR. Ese mismo espíritu de lucha lo imprimió en las espinelas que cantó cuando realizaban actividades culturales en el Segundo Frente "Frank País", dirigido por el General de División Abelardo Colomé Ibarra. Para celebrar el 20 aniversario de la columna militar a la que pertenecía participó en una canturía con los poetas Adolfo Alfonso, Justo Vega, El Jilguero de Cienfuegos, Orlando de la Guardia y Pedro Fuentes. Ha sostenido, desde entonces, diálogos poéticos con los reconocidos improvisadores, Jesús Rodríguez y Omar Mirabal en Radio Progreso.

En Lawton, La Habana, asistió a una Peña de la décima e intervino en una controversia en la que se enfrentó nuevamente a Jesús Rodríguez.

Este poeta es seguidor y admirador de la obra de El Cucalambé, Angel Valiente y el Indio Naborí, porque la cubanía reflejada en los temas de sus textos, han constituido motivos de inspiración y material de consulta para Héctor Torres.

Como improvisador, aunque siempre escribe sus espinelas o las lleva aprendidas, le ha cantado a la vida, a la patria, a sus amigos, a fechas significativas para Cuba y el mundo, a triunfos del proceso revolucionario en la sociedad cubana, etc.

Aunque el timbre de Héctor no es uno de los más apropiados para el canto octosilábico en Holguín si posee una característica muy peculiar: su solidaridad, rasgo que lo hace muy popular entre los demás poetas.

Un suceso triste para la improvisación holguinera fue la muerte repentina de Carlos Manuel Izquierdo. "El decano de la décima", como también solía llamarse, era uno de los más admirados poetas de la localidad y, por esa razón, su fallecimiento conmovió profundamente a todos los cultivadores de la música campesina y del repentismo.

En mi caso, aunque lo conocí en el último período de su vida, lo admiré desde que pude escucharlo cantar sus décimas. Era mi primera entrevista a los poetas holguineros y el encuentro se produjo un mediodía en la casa de su hijo en la calle Luz Caballero. Me pidió que no me marchara sin escuchar antes unas controversias grabadas de él y la joven y destacada y cantante holguinera Lucrecia Marín, otras entre Obregón y Felo y de otros poetas. Tuve la suerte de entrevistarlo y de oír lo que me pidió, pues fue la primera y última vez que estuve a su lado.

Carlos Manuel Izquierdo, "El decano de la décima", nació el 31 de mayo de 1930 y murió el 15 de abril de 1999. Tuvo el honor de conocer a Narciso Cuéllar, quien le ayudó a dar los primeros pasos en la improvisación. Otros poetas como Manolo Garcés y Eugenio Escobar influyeron en su formación.

Izquierdo participó en varios concursos. Prueba de ello es que, en una nota de prensa del periódico Ahora!, del sábado 3 de septiembre de 1966, apareció su nombre entre las menciones de un encuentro de improvisación. A continuación mostramos la espinela con pie forzado que le valió el reconocimiento:

Por tantos libertadores

que da nuestra hermosa Sierra

no quedan en esta tierra

bandidos ni explotadores.

Cuba no debe favores

al régimen de otro suelo

y firmes en el anhelo

de progresar sin querella,

luchamos en Cuba bella

"sin más cobija que el cielo".

Con este último verso creció como improvisador ante el público presente en el Teatro del pueblo, junto al Hospital Lenin. El jurado estaba integrado por Rafael Félix Obregón, Felo García y el entonces asesor literario Francisco García Benítez; ellos debían evaluar de la siguiente manera: contenido (40 puntos), versos (20 puntos), estructura (15 puntos), entonación y música (20 puntos), gestos y mímicas (5 puntos), para un total de 100 puntos. En el concurso se le otorgó el premio a Camilo Carbonell, las menciones correspondieron a Jorge Tamayo, Adelkis Tamayo (padre del reconocido joven poeta Dimitri Tamayo), y a una mujer, Amelia Rosa Rivero.

En sus últimos tiempos, Carlos Manuel Izquierdo, con sus canas bien peinadas, sus ojos tiernos de humilde bebedor y su hondo sentido de la solidaridad ya era una entrañable criatura de la cultura holguinera. Era muy conversador y dominaba ostensiblemente la estrofa octosilábica atribuida a Vicente Espinel. Tuve tiempo para enterarme con él de la mágica voz de Escobarito, a quien admiraba, y de su rapidez para cantar.

Comenzó a componer versos octosílabos a los diecisiete años y ya en 1947; cantaba el punto libre, probando a acompañarse con el Tres, pero esto no fue por mucho tiempo, pues prefería concentrarse en la espinela, para cantarla con mayor elegancia. Dos de sus temas preferidos eran el amor y la amistad, pues consideraba estos dos sentimientos imprescindibles para vivir; quizás por eso tenía tantos amigos, muchos de los cuales le cantaron cuando falleció e inscribieron la fecha en uno de los árboles de "los mangos", sitio donde se reúnen los poetas para precisar los detalles del programa "Fiesta en el campo".

En uno de los numerosos encuentros que sostuve con los poetas improvisadores conocí a Enrique Ramón Oliva Zaldívar, poeta que tiene sesenta y nueve años, pero que no consigue olvidar el pasado que lo convirtió en cantor de espinelas. Su voz ya no lo acompaña, sin embargo improvisa, aunque según Felo García era buen repentista. Su seudónimo era "El ruiseñor mañanero" y lo empleó cada vez que cantaba y durante sus visitas al programa radial "Fiesta en el campo", conducido por Valero, popular animador de programas campesinos holguineros.

El poeta nació el 22 de diciembre de 1931 en el barrio El Rabón, La Luna, Fray Benito. Desde joven residió en Holguín y, a los dieciséis años de edad, colaboró con Eduardo Pupo Sauco desde 1947 en CMKF, en el programa de los pies forzados que salía al aire en el horario de 6:30 a 7:00 AM. En esa misma emisora compartió el espacio "Estampas guajiras" con Escobarito y también trabajó junto a Amelia Rosa Rivero y su esposo Hipólito Hernández, trecero fiel a las canturías. El instrumentista lo acompañó en la improvisación en varios programas "Por las campiñas cubanas" , que salía al aire entre las 10:30 y las 11:00 AM. Este poeta conocía e interpretaba varias tonadas y es uno de los pocos que puede referir con seguridad el nombre de las que utilizaba. Dominaba el punto cruzado, la tonada española, Colorín y otras sin nombre o que lo adoptan según el lugar donde se hayan cantado y son patrimonio cultural del verso improvisado en Cuba, como las mencionadas al principio de este trabajo: la pinareña, la matancera, la espirituana, la camagüeyana, la vueltabajera, etc.

"El ruiseñor mañanero" tuvo diferentes oficios y actuó en programas campesinos de la radio. En CMKO compartió su trabajo junto a Reinerio Almaguer Paz en "Tribuna guajira", que hoy lleva por título "Fiesta en el campo". En su copioso anecdotario sobresalen los diálogos poéticos que sostuvo con Escobarito y con otros improvisadores campesinos que confluían en las emisoras financiadas por firmas norteamericanas. Oliva cantó en otro programa radial dedicado al octosílabo: "Noche campesina", conducido por el locutor Camilo José. Este espacio se escuchaba a las 8:30 de la noche. En la CMKO improvisó espinelas junto al reconocido repentista Rafael Félix Obregón, en un programa dominical cuyo título era "Rincón campesino". El poeta recuerda que, cuando asesinaron a Manuel Angulo Farrán, la administración de CMKO pasó a ser propiedad de Blanca Angulo, hermana del propietario. El poeta laboró con ella atendiendo el cobro de recibos de propaganda de la emisora. Luego la misma Blanca lo trasladó a las oficinas de correo como cartero rural en 1959, y allí en ese oficio se jubiló.

A través de sus espinelas, Enrique Ramón ha defendido con devoción a la Revolución Cubana y el reconocimiento al espíritu de sacrificio de los mártires de la lucha clandestina como Manuel Angulo y Reinerio Almaguer de quienes era un admirador. Recreó con fervor el tema de la ciudad y un ejemplo es esta décima que pude rescatar:

Holguín mi bella ciudad

tus parques, tus miradores

tus hijos libertadores

hablan de tu dignidad.

Comenta la humanidad

de tu Calixto García,

quien por Cuba murió un día.

El valiente General

para la historia inmortal

Está vivo todavía.

Los concursos siempre fueron inevitables retos para él, obligándolo a prepararse para ofrecer todo el brillo en sus espinelas. Participó en varios de ellos, tanto en La Habana como en Holguín. En el año 1956 obtuvo el Tercer premio de improvisa-ción en el concurso "El poeta Facute", realizado en una fábrica cuyo dueño te-nía el nombre de la competencia.

Narciso Cuéllar, "EL sinsonte de García", sostuvo controversias con él y aún recuerda cómo disfrutaba de esas "rencillas poéticas", porque después de acalorarse terminaban con elogios y fuertes abrazos.

Otro repentista holguinero es Raciel Córdova Bermúdez, de quien se conserva una autobiografía que aportó muchos datos de interés. Actualmente reside en Pedernales pero su trayectoria como improvisador data de 1968, cuando comenzó a cantar en el barrio de Güirabo. En sus búsquedas poéticas, conoció a los repentistas de Holguín y aprendió la métrica de la estrofa nacional con Ramón Acosta García, Felo García, José Naranjo Castellanos, Rafael Félix Obregón, Carlos Manuel Izquierdo, entre otros. El poeta no sólo canta sino que escribe espinelas y varias han sido conocidas en fechas conmemorativas, como el 26 de julio, el 16 de abril, el 10 y el 28 de octubre y el 13 de agosto. También en el libro A la zafra del 73, se publicaron estrofas suyas. Conjuntamente con su labor poética aprendió a tocar el tres y éste le sirvió para acompañar sus tonadas.

Entre sus encuentros con improvisadores cubanos se pueden citar sus diálogos poéticos con Jesús Rodríguez, Omar Mirabal, Rigoberto Rizo, Rafael Rubiera, Francisco Pereira, Efraín Riverón con el acompañamiento musical del grupo del programa de televisión "Palmas y Cañas". Otras agrupaciones de la provincia conocieron sus ejercicios octosilábicos y son mencionadas "Cacoyuguín" y "Los Mambises", única agrupación portadora de la tradición del son, que como aficionados, han mantenido una trayectoria ininterrumpida.

Según Ramón Acosta "El bardo de la llanura", Raciel Córdoba es uno poeta amistoso y cordial con el que posee estrechos lazos. Ambos recuerdan momentos en el programa de la televisión provincial "Rumores de la campiña". También asistieron juntos a varios encuentros y festivales en Santiago de Cuba en 1974, en el Festival del Tabaco del año 1979 en Pinar del Río, obteniendo resultados destacados en los concursos y en el intercambio personal.

La próxima voz de la improvisación que se realiza en Holguín es la de Efraín Fornaris Cruz, quien reside actualmente en el reparto: Alcides Pino, del municipio cabecera. Fornaris siente una enorme satisfacción espiritual cuando puede cantar sus espinelas y, aunque su vida artística no ha sido extensa, se incluye en este estudio por ser uno de los pocos poetas holguineros que puede improvisar de acuerdo con los requerimientos de este arte.

A pesar de haber sido, durante casi toda su vida laboral, dirigente campesino, su infancia en el campo y su infatigable andar por zonas agrícolas le despertó su sensibilidad creadora. Fornaris nació el 25 de septiembre de 1944 en La Palmita, poblado del actual municipio Rafael Freyre, pero desde muy joven reside en Holguín. Su formación como poeta es autodidacta pues, escuchando cantar décimas, aprendió la rima y a los dieciocho años comenzó a cantar junto a familiares, amigos y vecinos, en ocasión de recordarse alguna fecha importante o en fiestas informales. Ha cantado innumerables espinelas a temáticas como la amistad, el amor, la naturaleza y, sobre todo, a la vida. Veamos algunas de sus composiciones repentizadas:

Yo soy Fornaris quien canta

siempre a la naturaleza;

su inconfundible belleza

a mil lenguajes encanta.

Que, cuando el sol se levanta

para el campo retratar,

y como puede alumbrar

las bellezas de este suelo

veo como el azul del cielo

se confunde con el mar.

Otra de sus estrofas improvisadas es la siguiente:

Quiero en la noche soñada

cuando hace guardia la luna

ver mi décima montuna

paseando por la enramada.

Y quiero, en la madrugada

de temperatura fría,

escuchar la poesía

cuando el sinsonte despierta

que viene y toca a mi puerta

para hacerme compañía.

Mereció el primer premio con "Décimas al Che" en un concurso celebrado en La Habana en el año 1969, en el que fungió como presidente del jurado el Indio Naborí.

El próximo improvisador incluido en este estudio es Ignacio Peláez Feria, más conocido por Perdomo, quien nació en Corralito, Sao Arriba, zona rural de Holguín, el 31 de julio de 1922.

Quien se hace llamar "El guajiro repentista" es un poeta que, a pesar de sus años, improvisa cuando asiste a "La Parranda de Felo"; conserva un cuaderno de espinelas inédito y una novela en décimas dedicada a la pérdida de una hija.

Desde el año 1944 se trasladó a Holguín y aprovechó su nueva residencia para asistir a la radio, donde se dio a la publicidad como poeta improvisador en el programa de CMKO "Tribuna guajira", además cantó en Radio Norte, CMKF, entre otras emisoras radiales.

Perdomo aprendió a tocar el tres y, en algunas ocasiones, se acompañó con él en las canturías; de esa forma hizo algunas presentaciones importantes, como una citada junto al "chino velasqueño", quien hoy reside en Puerto Padre, Las Tunas. Perdomo sostuvo una fiel amistad con Luis Ramos Caballero, más conocido como "El sinsonte guasimero", poeta de Mayarí. Conoce también a Enrique Oliva, improvisador a quien oyó cantar en algunas oportunidades. Varias rondas poéticas en que ha participado han sido junto a figuras como Felo García, Ramón Acosta, Arnel Perdomo, Héctor Torres, etc. No le es posible precisar el año, pero recuerda haber participado en un encuentro de poetas en la provincia de Matanzas donde improvisó con villaclareños y representantes del territorio sede del evento.

A continuación relaciono un fragmento entre varias espinelas suyas tituladas "Recordando a Corralito":

Quiero, para Corralito,

barrio de mi nacimiento

Levantar un monumento

sobre placas de granito.

Hasta el azul infinito

Llevar su reputación.

Si allí las mujeres son

lindas, honradas, decentes

y los hombres eminentes

ejemplos de educación.

Perdomo, a sus setenta y nueve años, aún tiene muchos deseos de seguir abonando las tierras de la improvisación.

De la única mujer improvisadora Amelia Rosa Rivero, apenas tenemos datos, sin embargo existen en Holguín muchas personas que la recuerdan: Vilma Pérez de Aguiar, Amalia Rabel Montoya, Ramón Acosta Almaguer, Felo García, entre otros. Fue precisamente Felo quien donó valiosas espinelas pertenecientes a ella. Su esposo, Hipólito Hernández, solía acompañarla en sus canturías y cuentan que conocía el punto guajiro y cantaba varias tonadas.

En la prensa local aparecieron publicados los resultados de un concurso de repentismo en el cual obtuvo mención y se da crédito de que de un promedio de 100 puntos, obtuvo 80, con una espinela que cito a continuación:

Pongo mi mente al nivel

abriendo mi corazón

para la Revolución

y el compañero Fidel.

Llevando mi lira fiel,

lira si de amor te bañas,

te inspiras y no te extrañas,

hablando con interés,

sí, si Fidel Castro es

"el héroe de las montañas".

Partes: 1, 2, 3
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