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Contraculturas, identidad y mass media. Acercamiento desde una perspectiva psicológica (página 2)


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Las subculturas surgen como una búsqueda de identidad y una respuesta de grupos excluidos o marginados de la colectividad industrial de la modernidad.

Partiendo de que la psicología social centra su interés en aquellos fenómenos basados en la existencia de una continua y mutua influencia y relación entre individuo y sociedad, la existencia de las contraculturas puede analizarse a partir de los presupuestos fundamentales de esta interdependencia.

Para una contracultura determinada, digamos las minorías étnicas de Estados Unidos, la interacción con el medio se da en una estructura social capitalista que los discrimina por el color de la piel, pero que a la vez influye sobre los grupos marginados para que consuma en forma masiva los propios símbolos contraculturales con un significado invertido por el sistema, nexo que los doblega ante la dominación del centro de poder y termina por borrar la definición grupal común que los unió en la protesta cultural.

Este fenómeno se da a partir de procesos psico-sociales generados por el hecho de que el marginal vive en el mismo medio que lo rechaza, por lo que no puede ejercer la exclusión con igual efectividad que la estructura social de la cual diverge. La existencia contradictoria del marginal la define Stonequist en una peculiar caracterología:

"La ambición se opone al sentimiento de autorrespeto. Él desea el reconocimiento del grupo dominante, y al mismo tiempo ofende su arrogancia. Orgullo y vergüenza, amor y odio y otros sentimientos contradictorios se mezclan tumultuosamente en la naturaleza de la personalidad marginal. Las dos culturas producen una pauta dual de identificación y una lealtad dividida, y el esfuerzo por mantener el autorrespeto convierte esos sentimientos en una actitud ambivalente. El individuo entra y sale de cada situación grupal varias veces en el día: por ello su atención se centra repetidas veces en cada actitud grupal y en su relación con ella."

Estos rasgos son afines a todas las contraculturas, que se diferencian en cuanto a los grupos o sectores sociales que las integran (sector juvenil, mujeres, minorías raciales, homosexuales, cultos religiosos, hippies) y los mensajes que demandan, pero que comparten con la misma estructura social (sociedad capitalista industrial) los nexos psicológicos que definen su interacción. Las contraculturas se pueden enmarcar como macrogrupos sociales de formación natural, informales e inestables y con fines particulares que dependen de los intereses de la clase a la que pertenecen o de la cual son marginados.

No resulta casual que los movimientos contraculturales surjan en un momento donde la psicología social, según el investigador Ignacio Martín Baró, que divide su evolución teórica en tres etapas, se encuentra en un período de americanización.

"La pregunta que se intenta responder es "¿Qué nos integra al orden establecido?" Asumiendo que el sistema social es el representante de un orden social incuestionable. Este período se caracteriza por el énfasis en lo psicológico y en el individuo como unidad de análisis y por la visión de la disciplina desde el poder. Es el individuo el que debe adaptarse a la estructura social, militar o industrial, no la estructura la que debe cambiar."

Ante la respuesta de los grupos marginados que atentan contra este postulado, el sistema industrial alienado también diseñó mecanismos centrados en la defensa de una cultura del provecho, conformada por investigaciones de mercado y difundida por la propaganda de los medios de comunicación. Interfiere en las subculturas para anularlas y con ello privar de conciencia de identidad a los subgrupos marginales.

Para lograrlo, primeramente se origina una apropiación de los símbolos contraculturales, comercializándolos, produciéndolos en masa y universalizándolos, por lo que el vínculo de identidad de un grupo específico pierde su valor distintivo y se invierte su significado, pues al separarse del sector marginado que lo creó, el símbolo niega su contenido.

En segundo lugar, el sistema industrial le fabrica al marginado "subculturas de consumo", que se reducen a la ostentación de símbolos definitorios de status, elaborados en masa luego de ingeniosos estudios de mercado y carentes de cualquier significado de identidad.

EL EFECTO DE LOS MEDIOS

Los medios de comunicación masiva, fundamentalmente la televisión, constituyen el poder principal del sistema para difundir la nueva ideología de mercado, que anula la personalidad individual y reduce la capacidad creativa a meras fórmulas de conformismo ideológico y homogeneidad de contenido, preconcebidas en laboratorio para el consumo pasivo de la llamada sociedad de masas.

Como plantea Adorno en los postulados de la teoría crítica, todo lo que la industria cultural comunica ha sido organizado por ella misma con el fin de seducir a los espectadores simultáneamente a varios niveles psicológicos.

El mensaje oculto, en efecto, puede ser más importante que el evidente, ya que este mensaje oculto escapará a los controles de la conciencia, no será evitado por las resistencias psicológicas en los consumos, y probablemente penetrará en el cerebro de los espectadores.

McLuhan sostiene que el poderío de los medios lleva a un aniquilamiento total de la conciencia, al generar un esfuerzo violento del individuo por eliminar la imagen personal y fundirse en una nueva identidad tribal, por lo tanto, el efecto de los medios sobre las interacciones sociales sería triple: conformar una manera de experimentar el universo; ponernos en contacto simultáneo y total con este, y borrar nuestra identidad.

La industria cultural entendida como forma de dominación de las sociedades altamente desarrolladas, genera la manipulación del público desde los mass media a través de efectos que se realizan en los niveles latentes de los mensajes. Estos aparentan decir una cosa y en cambio dicen otra, ratifican el estado de sujeción por encima de la conciencia del público. El espectador, a través del material que observa, se halla constantemente en situación inconsciente de asimilar órdenes, prescripciones, proscripciones.

A MODO DE EPÍLOGO

Ante este conflicto, que pretende aniquilar al sujeto desde su personalidad, la psicología social se adentra en una tercera etapa donde la pregunta es qué nos libera del desorden establecido y cómo el hombre construye y es construido por la sociedad. Es una etapa donde también la psicología reconoce la dicotomía modernidad/postmodernidad y se parte para el análisis de la propuesta metateórica del construccionismo:

Se reconoce la naturaleza simbólica de la realidad social, donde el adjetivo social no puede ser desvinculado del lenguaje y de la cultura ni de la interacción personal, además del reconocimiento de la naturaleza histórica de la realidad social: lo que las prácticas sociales son en un momento dado es indisociable de la historia de su producción, por otra parte, la propia historicidad de la realidad le asigna un carácter procesual por lo que no se puede separar proceso y producto.

El conflicto entre individuo y sociedad no ha cesado a pesar de los esfuerzos del sistema imperialista por anularlo. Fue acallado el asalto contracultural de mitad del siglo XX, que representó la verdadera postmodernidad, pero a las puertas de un regreso a mensajes impersonales en un universo social sometido a las leyes del mercado, otros grupos sociales de disímiles estructuras avanzan hacia la insurgencia contra regímenes opresores y por la conservación de la identidad.

BIBLIOGRAFÍA

Britto, Luis: El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2005.

Wolf, Mauro: La investigación de la comunicación de masas. Editorial Félix Varela, La Habana, 2005.

Manual de Psicología Social.doc, en /danteBibliografiaPsicologiaPreGradoPSICOLOGIA APLICADASOCIALPsicología SocialManual de Psic Social

Psicología de los grupos.doc, en /danteBibliografiaPsicologiaPreGradoPSICOLOGIA APLICADASOCIALPsicología del Grupo Psicología de los grupos.rar

 

Autora:

Lianet Leandro Lopez

Tutor:

Lic. Danny Echerry

Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas

Facultad de Humanidades

Periodismo Tercer año

2007-2008

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