- Introducción
- Enfoque integral para la labor educativa en las universidades
- Trabajo Metodológico
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Sin cultura no es posible la libertad. La universidad cubana actual está inmersa en este empeño. Su misión es preservar, desarrollar y promover, a través de sus procesos sustantivos y en estrecho vínculo con la sociedad, la cultura de la humanidad. Es la institución social que más integralmente puede hacerlo. Garantiza la transferencia del acervo cultural a la humanidad de una generación a otra.
La universidad del siglo XXI tiene la función de desarrollar la cultura del modo más integral a través de la investigación científica. Le corresponde además promover la cultura en su entorno, llevarla a toda la sociedad. La extensión universitaria aparece como el tercer eslabón de la tríada preservación-desarrollo-promoción, llevando la cultura a través de proyectos comunitarios y utilizando la promoción como método esencial a toda la sociedad. No debe estar insertada en un contexto caracterizado por la ignorancia, el analfabetismo y la falta de cultura.
Sus rasgos fundamentales son:
La universidad científica, tecnológica y humanística.
Formación sobre la base del amplio perfil con dos ideas rectoras principales: unidad entre la educación y la instrucción y vinculación del estudio con el trabajo.
Amplia cobertura de las necesidades de la educación de postgrado.
Investigación e innovación tecnológica como elementos consustanciales de todo el quehacer universitario.
Plena integración con la sociedad.
Presente en todo el territorio nacional.
Este proceso de universalización del conocimiento significa crear las facilidades para el estudio de todos los individuos, durante toda la vida, propiciando el disfrute personal y la utilización culta del tiempo libre.
La nueva universidad cubana tiene como objetivo supremo el pleno acceso a los estudios superiores de todos los ciudadanos que tengan el nivel requerido y así lo deseen.
En correspondencia con los conceptos actuales de equidad y justicia social, forjados por la sociedad cubana en los últimos años, esta nueva universidad se estructura sobre la base de nuevas ideas: asegurar una real igualdad de oportunidades y posibilidades, salir de los muros universitarios, poner en función de la nueva universidad todos los recursos humanos y materiales disponibles en el territorio, avanzar hacia el pleno acceso igualando de abajo hacia arriba, comenzando por los más necesitados.
En nuestro país se ha producido una profunda reconceptualización del vínculo entre los procesos de enseñanza, aprendizaje y desarrollo, enfatizando en el carácter socializador, formativo y desarrollador del proceso de enseñanza aprendizaje.
Para atender la educación del pueblo, invierte recursos materiales, humanos y financieros en una obra de información de las nuevas generaciones dispuestas a servir al desarrollo económico y social del país. Se inició este proceso con la campaña de alfabetización, primer paso en la universalización de los conocimientos y punto de partida de las sucesivas transformaciones.
La universalización de la educación superior es un proceso continuo de transformaciones, iniciado con el triunfo de la Revolución en el año 1959, dirigido a ampliar las posibilidades y oportunidades de acceso a la universidad, y a multiplicar y extender los conocimientos para contribuir a la formación de una cultura general integral de la población, con un incremento sostenido de la equidad y la justicia social.
Aquí está la presencia de Juan Amos Comenius, reconocido como el Padre de la Pedagogía, quien destacó el papel del maestro en la formación de los educandos.
Se enfatiza, pues, la importancia de la Pedagogía que tiene como objeto de estudio el proceso formativo, en el cual el individuo adquiere su plenitud, desde el punto de vista educativo, instructivo y desarrollador, para preparar integralmente al estudiante.
El término formación, en la educación superior cubana, se emplea para caracterizar el proceso sustantivo desarrollado en las universidades, con el objetivo de preparar integralmente al estudiante en una determinada carrera universitaria y abarca tanto los estudios de pregrado como los de postgrado.
La formación supone no solo brindar los conocimientos necesarios para el desempeño profesional, sino también tener en cuenta otros aspectos de igual relevancia, por lo que se requiere analizar el concepto desde diferentes ángulos o perspectivas de observación. Para ello se identifican tres dimensiones esenciales que en su integración garantizan el objetivo planteado de asegurar una formación integral del estudiante.
El concepto de dimensión se incorpora a la educación superior para garantizar el modo en que un proceso puede ser estudiado, analizado desde diferentes posiciones, enfoques, en correspondencia con un propósito particular en cada caso. Expresa la perspectiva desde la cual se analiza un determinad proceso en circunstancia específicas.
La dimensión instructiva. Sin instrucción no hay formación posible. Ello supone dotar a los estudiantes de los conocimientos y habilidades esenciales de su profesión, prepararlos para emplearlas al desempeñarse como tales, en un determinado puesto de trabajo.
La dimensión desarrolladora. Su esencia es el vínculo entre el estudio y el trabajo. Se cumple un principio básico de la formación: el vínculo entre el estudio y el trabajo, una de las ideas rectoras en las que se sustenta el modelo de formación de la educación superior cubana. De no establecerse ese vínculo deviene falta de motivación con su formación profesional e impide que el estudiante se convierta en un agente activo y consciente de ese aprendizaje. Además de instruir se requiere desarrollar en el estudiante las competencias profesionales para asegurar su desempeño laboral exitoso.
La dimensión educativa. Como ser social, la universidad tiene la obligación de formar al joven para vivir en la sociedad, para ser un hombre útil socialmente, comprometido con esa realidad y apto para actuar sobre ella, transformarla, hacerla más humana.
Si eso falta, los conocimientos adquiridos no tienen ningún valor social e incluso pueden ser utilizados con el fin de hacer daño. Si el hombre no es portador de valores, dirigido a lograr un desempeño justo, honrado, ético, moral, entonces no será posible que ponga sus conocimientos al servicio de la sociedad y en beneficio de ella. Tal formación no puede ser asumida solo por la universidad.
La formación de la personalidad de un hombre, y dentro de ella sus valores, es resultado de la influencia ejercida por la sociedad, la escuela y la familia. La labor educativa debe ser asumida por todos los docentes desde el contenido mismo de cada una de las disciplinas y abarcar todo el sistema de influencias que sobre el joven se ejerce hasta su graduación.
La educación superior cubana ha hecho suya la idea de que la formación de la personalidad de los jóvenes, en lo particular lo referido a aquellos valores que caracterizan su actuación profesional, ha de constituir la idea rectora principal y la estrategia más importante del proceso de formación.
Dada la importancia esencial de la labor educativa se requiere que estos aspectos sean incorporados explícitamente, a lograr en cada una de las carreras y se concreten en los contenidos de cada una de las asignaturas.
DESARROLLO
Enfoque integral para la labor educativa en las universidades
El objetivo de la Universidad Cubana actual es transformar la personalidad del estudiante para alcanzar con ello niveles cualitativamente superiores en su desempeño profesional integral. Significa disponer de una sólida preparación científica y técnica, requiere de una amplia formación humanística. El quehacer profesional moderno demanda un amplio desarrollo de su pensamiento filosófico.
La filosofía constituye un instrumento metodológico de primer orden en el quehacer de un profesional, sin el cual tampoco es posible actuar, un alto nivel de compromiso social, que los hace estar dispuestos a poner sus conocimientos en función del desarrollo social y económico del país, por encima de sus intereses personales.
La universalización de la educación superior es un proceso continuo de transformaciones, dirigido a ampliar las posibilidades y oportunidades de acceso a la universidad, y a multiplicar y extender los conocimientos para contribuir a la formación de una cultura general integral de la población, con un incremento sostenido de la equidad y la justicia social.
La etapa actual de universalización ocurre en las sedes universitarias municipales, ocurriendo un redimensionamiento de la vida social y cultural de los municipios. Este resultado se evidencia en el plano social general y también a nivel individual y familiar, abriendo nuevas perspectivas al desarrollo ciudadano y al mismo tiempo crea las condiciones para la transformación de la vida social y material de cada territorio.
Se ha propiciado una interacción de los recursos humanos que favorece una interacción entre todos los pobladores, desde los de mayor cultura hasta las personas más sencillas.
El municipio tiene la autonomía de gestionar los recursos humanos altamente calificados y dirige la formación hacia las carreras con mayores demandas de acuerdo a nuestro desarrollo económico y social.
Trabajo Metodológico
El contenido del trabajo metodológico está dado en primer lugar por los objetivos y el contenido, interrelacionados con las formas organizativas, los métodos, los medios y la evaluación del aprendizaje. Se concreta, fundamentalmente, en el desarrollo con calidad del PDE, logrando una adecuada integración de las clases con la actividad investigativa y laboral, así como con las tareas de alto impacto social y demás tareas de carácter extracurricular que cumplen las dos funciones.
Las funciones principales del trabajo metodológico son: la planificación, la organización, la regulación y el control del PDE. El adecuado desempeño de esas funciones, que tienen como sustento esencial lo didáctico, garantiza el eficiente desarrollo del PDE.
Esta sede universitaria cuenta con docentes calificados técnicamente y que demuestran dominio de los contenidos que imparten, pero no en todos los casos poseen la adecuada preparación pedagógica para orientar, controlar y evaluar a los estudiantes y contribuir a su formación integral. Es, entonces, primordial la preparación de profesores y tutores, a través del trabajo metodológico que se realiza tanto de forma individual como colectiva.
El profesor es el responsable fundamental de que la asignatura que imparte posea la calidad requerida, desarrollando una labor educativa desde la instrucción; para ello debe poseer una adecuada preparación pedagógica.
El trabajo metodológico individual es la labor de autopreparación que realiza el profesor en los aspectos científico-técnico, didáctico, filosófico, político-ideológico e informático, requeridos para el desarrollo de su labor docente. Esta preparación es premisa fundamental para que resulte efectivo el trabajo metodológico que realiza el profesor de forma colectiva.
En los centros de educación superior, el Trabajo Metodológica que se realiza de forma colectiva tendrá como rasgo esencial el enfoque en sistema y se llevará a cabo en cada uno de los niveles organizativos del proceso docente educativo (PDE) como vía para el perfeccionamiento en cada nivel: colectivo de carrera, de año, de disciplina e interdisciplinarios, en los casos necesarios, colectivo se asignaturas.
Es importante enfatizar en el desarrollo de las clases metodológicas (CM). Estos docentes que no son pedagogos necesitan con mayor urgencia recibir este tipo de clases, tanto instructivas como demostrativas.
La CM es el tipo de trabajo docente-metodológico, que mediante la demostración, la argumentación y el análisis orienta a los profesores sobre algunos aspectos de carácter metodológico que contribuyan a su preparación para la ejecución del PDE. La clase puede tener carácter demostrativo o instructivo, y responderá a los objetivos metodológicos formulados en los colectivos de asignatura y de disciplina. Se llevarán a cabo por los jefes de cada nivel de dirección o colectivo metodológico, así como por profesores de vasta experiencia y elevada maestría pedagógica.
Es insuficiente en muchos de los casos la orientación y control de la autopreparación en todas las formas organizativas del PDE, lo que no propicia fomentar el desarrollo gradual de la independencia cognoscitiva de los estudiantes, así como sus hábitos de autocontrol.
En la modalidad semipresencial esta forma organizativa del PDE constituye una de las vías fundamentales para que el estudiante aprenda los contenidos que se orientan en las diferentes actividades presenciales.
No se usan los métodos adecuados y son insuficientes los medios de enseñanza, tradicionales o no, que garanticen la participación activa de los estudiantes, asegurando que se estructuren de forma coherente con el fin de alcanzar los objetivos propuestos. Las tecnologías de la información y las comunicaciones deberán tener una utilización importante en el desarrollo del trabajo docente.
El método es el modo de desarrollar el proceso, el orden, la organización interna del PDE, para lograr el objetivo, la consecutividad de las actividades que ejecuta el estudiante para aprender y el profesor para enseñar.
No se ha logrado una comunicación suficiente a través del método. Para lograr un hombre instruido, desarrollado y educado se requiere de un PDE
al menos a un nivel de asimilación productivo, pero además motivado, afectivo, emotivo, que estimule a los estudiantes y los incorpore conscientemente a su propio desarrollo.
Por ello el método de enseñanza y aprendizaje debe poseer determinadas características: la motivación que es la forma con que en la personalidad del estudiante se concreta su necesidad; la comunicación que es el proceso mediante el cual se establecen las relaciones profesor-estudiante y estudiante-estudiante y la actividad que es el proceso que relaciona al estudiante con el aprendizaje, o sea con su objeto de estudio.
El profesor, en el PDE, actúa sobre el contenido mostrando, mediante la comunicación, los conocimientos y las habilidades que el estudiante debe dominar; y este a su vez, por medio de la actividad sujeto-objeto se relaciona con el contenido y se apropia de él, para lograr su dominio.
El PDE eficiente es aquel que transforma la necesidad social en motivo para el estudiante. La carga emocional que implica el método de aprendizaje es la mayor satisfacción del estudiante. Dicha carga está dada no solo en lo inmediato, sino que lo proyecta para su actuación futura.
Es necesario enfatizar que el uso exclusivo de la palabra del profesor para explicar un contenido, resulta insuficiente. Todo profesor debe tener presente la alta calidad que se logra en la enseñanza mediante el uso correcto de los medios, esto es solo cuando están presentados en el momento y condiciones oportunas, combinados adecuadamente y cuando están en función del cumplimiento de los objetivos.
Los profesores universitarios utilizan la evaluación para indagar sobre el grado de aprendizaje que poseen los estudiantes para aplicar los contenidos en la resolución de problemas de la profesión pero en muchos casos se está utilizando la evaluación tradicional, identificada como medición, para dar una calificación, o sea, que se ha estado considerado solo como resultado.
Pero la evaluación es un proceso mucho más profundo y abarcador. Hay que reflexionar cuando en un grupo desaprueba el 50 % de los estudiantes, el 90% o el 100%. El profesor está implicado e esos resultados, que demuestran la no efectividad de los componentes del PDE.
La evaluación del aprendizaje es un proceso consustancial al desarrollo del PDE. Tiene como propósito comprobar el grado de cumplimiento de los objetivos formulados en los planes y programas de estudio de la educación superior, mediante la valoración de los conocimientos y habilidades que los estudiantes van adquiriendo y desarrollando; así como por la conducta que manifiestan en el PDE; constituye a su vez una vía para la retroalimentación y la regulación de dicho proceso.
Esta le permite al profesor indagar sobre el grado de aprendizaje y desarrollo de los estudiantes en su proceso de formación, así como sobre la capacidad que poseen para aplicar los contenidos en la resolución de problemas de la profesión.
La evaluación del aprendizaje, en su acción instructiva, ayuda a los estudiantes a crear hábitos de estudio adecuados y favorece el incremento de su actividad cognoscitiva. En su acción educativa contribuye, entre otros aspectos, a desarrollar en los estudiantes la responsabilidad por el estudio, la laboriosidad, honestidad, solidaridad, espíritu crítico y autocrítico, a formarse el plano volitivo y afectivo, así como a desarrollar su capacidad de autoevaluación, sobre sus logros y dificultades en el proceso de aprendizaje.
La evaluación del aprendizaje en la educación superior tiene un carácter continuo, cualitativo e integrador. Se debe desarrollar de manera dinámica, donde no solo evalúe el profesor, sino que se propicie la participación de los estudiantes mediante la evaluación grupal y la autoevaluación, logrando un ambiente comunicativo en este proceso.
La evaluación frecuente, al apoyarse en el desempeño del estudiante durante la actividad docente resulta la de mayor significación en el proceso de aprendizaje.
Es necesario enriquecer el trabajo científico-metodológico en el campo de la didáctica con el fin de perfeccionar el PDE, desarrollando investigaciones o utilizando los resultados de investigaciones realizadas que tributen a la formación integral de los futuros profesionales. Los resultados del trabajo científico-metodológico constituyen una de las fuentes principales que le permiten al profesor el mejor desarrollo del trabajo docente-metodológico.
Estas insuficiencias han repercutido en las inasistencias de los estudiantes y el abandono de los estudios. En una universidad presidida por conceptos democráticos verdaderos, el discurso de la inclusión social del pleno acceso debe ir acompañado de un trabajo sostenible dirigido a asegurar la permanencia y el egreso de los que acceden. El carácter profundamente humanista de la universidad debe manifestarse a plenitud ante este problema.
Conclusiones
Sistema de acciones educativas.
Objetivo: Fortalecer la preparación de los profesores universitarios en la dirección del proceso de formación integral de los estudiantes.
No | Acciones | Ejecuta | Responsable | |||||||||
1 | Desarrollo de Clases Metodolo- lógicas: instructivas y demostrativas que den tratamiento a los diferentes componentes del PDE. | Jefe de cada nivel de dirección. | Subdirector Docente. | |||||||||
2 | Talleres en el colectivo de la asignatura para la formulación de objetivos y selección de métodos. | Colectivos de asignaturas. | Jefe de colectivo metodológico. | |||||||||
3 | Realización del Diagnóstico Integral de los estudiantes y su seguimiento. | Colectivo de año. | Jefe de colectivo t metodológico. | |||||||||
4 | Análisis sistemático de los re- sultados docentes que alcanzaron los estudiantes y proyección de acciones para mejorarlos, elevando la calidad del PDE. | Colectivo de asignatura. | Jefe de la asignatura. | |||||||||
5 | Talleres de actualización del contenido. | Colectivo de asignatura | Jefe de la asignatura. | |||||||||
6 | Talleres de actualización político- ideológica y fortalecimiento de valores. | Colectivo de carrera, de año y de disciplina. | Subdirector. | |||||||||
7 | Talleres sobre el uso de los medios de enseñanza y derivación de clases abiertas. | Colectivo de asignatura. | Jefe de asignatura. |
Bibliografía
De Landaluce Gutiérrez, Olga: Pedagogía. Editorial Ciencias Médicas. Ciudad
de La Habana, 2006. P. 82
Hurruitiner Silva, Pedro: La Universidad Cubana: el modelo de formación.
Editorial Félix Varela. La Habana, 2008. P. 249
Reglamento Trabajo Docente y Metodológico, Resolución No 210/ 2007.
Ministerio de Educación Superior. P. 74
Autora:
Lic. Bertha García Moreno
Profesor: Lic. Felipe Pérez Meléndez
II Edición
Asignatura: Introducción al estudio de la
nueva Universidad Cubana.