¨Las lenguas –dice el señor León rey- se hallan sometidas al desgaste y a la transformación por el uso de los hablantes. Y así como los organismos vivos han reemplazado sus células seniles por otras nuevas, los idiomas no se hallan exentos de sufrir esas modificaciones, pues deben soportar la mudanza de algunos elementos ya envejecidos para suplirlos por otros que muestren vitalidad y esplendor¨.
¨…La comparación, formulada desde Horacio, de asimilar la vida del idioma a la de los árboles, resulta verdadera y muy expresiva: las hojas caducas se van amarilleando hasta morir, y en reemplazo llegan los retoños…Pero a veces los vientos llevan hacia las ramas gérmenes extraños que, al encontrar condiciones propicias, prosperan y se desarrollan: son los parásitos y musgos, que crecidos y multiplicados en demasía, invaden el ramaje, impiden el nacimiento de los brotes del
árbol, le chupan los jugos nutricios y le determinan la muerte al imposibilitarle el ejercicio de las funciones vitales¨. ¨Los barbarismos y solecismos, así como los vicios de construcción, ejercen sobre las lenguas, cuando se multiplican incontenidamente, el mismo papel exhaustivo que las criptógamas adheridas a los árboles¨.
¨Los idiomas se aprenden por la imitación. La influencia del hogar en esta función tan esencial para la vida colectiva es irremplazable…Hoy el niño, aun antes de aprender a leer y escribir, experimenta otra nueva influencia, ayer inexistente, cual es la radio, , cuyo poder de adoctrinamiento es incalculable, y en materia de lenguaje desempeña un papel trascendental. Después, el cine la televisión, el video, y la Internet (para aquellos que cuenta con tal privilegio), el cartel, el periódico, el folleto, el libro, reclaman un puesto de vida individual, impresionan los sentidos¨.
Las razones aducidas –y las que damos al tratar de las voces técnicas– valen para todos, para el escritor profesional y para el ocasional. Pero, fundamentalmente, han de ser tenidas en cuenta por los escritores que se sirven de esas cuatro poderosas palancas de difusión del mundo moderno: prensa, radio, televisión Internet.
A este respecto nos atreveríamos a decir que el idioma, hoy, no se forja ni en el gabinete del estudioso, ni en la mesa de trabajo del gran escritor, ni en las reuniones de los académicos de la Lengua, ni tampoco es el pueblo –¨la vox populi¨- el principal motor de nuevos vocablos.[1] El pueblo, hoy, se limita a aceptar o rechazar lo que se le ofrece. Y son el periódico diario, la revista de gran tirada, la radiodifusión, la televisión y más que todos ellos la misma Internet las principales forjas del idioma en nuestro tiempo actual. Ellos son los que dan vida al ¨robot¨, al ¨suspense¨ o a las ¨cocinas a gas¨. Ante la continua presión del neologismo, del barbarismo y, sobre todo, del solecismo, ácido éste corrosivo de la sintaxis –como si dijéramos de la filosofía de la lengua- y que es donde reside el verdadero peligro de deformación de nuestro idioma, ¨maestros, locutores, periodistas, escritores, oradores y todos los que por su posición poseen ascendiente sobre el público, deberían estudiar a conciencia la lengua porque su puesto social les impone la responsabilidad de su ejemplo¨, apostilla don José Antonio León Rey en la ponencia que reseñamos.
Definiciones previas
Neologismo, en general, es toda palabra nueva y también una acepción o un giro nuevo que se introducen en una lengua.
Barbarismo es un vicio contra la propiedad del lenguaje que consiste en la acepción de palabras extrañas al idioma propio. Los barbarismos se dividen en varias clases, según el país de procedencia del vocablo extraño (¨bárbaros¨, en griego significa extranjero; en latín, ¨barbarus¨). Así tenemos los galicismos –del francés-, los anglicismos –del inglés-, los italianismos –del italianos-, los germanismos –del alemán-, los americanismos –de los países hispanoamericanos-, etcétera.
El solecismo, propiamente, es también un error cometido contra la exactitud o pureza del idioma; es un vicio de construcción, sintáctico.
Ejemplos:
Neologismos: ¨ antibiótico¨, ¨radar¨, ¨prospección¨.
Barbarismos: ¨amateur¨, ¨camping¨, ¨caravaning¨, ¨marketing¨, ¨leitmotiv¨.
Solecismos: ¨me se olvidó¨, ¨cocinas a gas¨, ¨reloj en oro¨.
A estos tipos clásicos de vicio contra la propiedad y la exactitud o pureza del lenguaje, añadimos –según consta el título de esta lección- los telecismos, de los que nos ocupamos más adelante, y que son una subespecie de solecismos muy abundantes en los diálogos de los ¨filmes, novelas, programas nocturnos, y musicales¨ transmitidos por la televisión.
Ejemplos de telecismos: ¨qué tanto que tardaste¨, por ¨cuánto tardaste¨; ¨¿qué tan grave es?¨, en vez de ¨¿es muy grave?¨; ¨se los voy a decir¨, por ¨se lo voy a decir a ellos¨
En este problema -tan discutido- de los neologismos y los barbarismos, suelen darse dos posturas opuestas; la de los puristas y la de los innovadores a ultranza.
El purista –o casticista- estima que solo deben emplearse aquellos vocablos y giros que cuenten con el beneplácito de la Academia. Todo lo que no haya recibido la aprobación oficial –lo que no figure en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua-, debe rechazarse como inaceptable.
Los que tal dicen suelen olvidar que el diccionario no es un ente creador de palabras, sino recolector de las que tienen vigencia en un momento dado. Es más: el Diccionario va detrás de la lengua; es un espejo donde se refleja ¨el decir de la gente¨. No crea, ni inventa: recolecta y define. El diccionario suele recoger lo que estima aceptable y le da el espaldarazo de su reconocimiento oficial. Pero la vida sigue y surgen palabras y voces nuevas, tan legítimas como las aprobadas por la ¨docta corporación¨. La prueba está en que, pasado un cierto tiempo, el diccionario de la Academia se remoza y recoge todas aquellas voces vivas y vigentes que no estaban incluidas en la edición anterior.
Los innovadores a ultranza no hacen distingos. Para ellos todo lo nuevo es bueno y válido. Lo cual tampoco es verdad siempre. Si así fuera, habría que considerar como parte integrante de un idioma toda una serie de vocablos y locuciones propios de un reducido círculo social, en un corto momento histórico.[2]
En esencia, creemos que debe aceptarse el neologismo –e incluso en ocasiones barbarismos-, cuando no tengamos en nuestra lengua una palabra para indicar aquello, aquél fenómeno recién nacido que no tenemos más remedio que nombrar, llamándolo de algún modo. Tal cosa ha sucedido con la voces ¨antibiótico¨, ¨radar¨, ¨termonuclear¨, etcétera.
El idioma es un organismo vivo y, como tal, se remoza continuamente. Defender el purismo conservador equivaldría a aceptar la concepción estática del idioma: equivaldría a defender –en última o en primera instancia- el latín vulgar, base de nuestra lengua. Pero tampoco conviene aceptar todo lo nuevo por el solo hecho de serlo. Conviene antes comprobar su legitimidad y su necesidad. Es preciso que lo nuevo sea bueno y conveniente.
Muestras de palabras
Solo como una muestra de lo que será la posible edición del Diccionario académico, damos a continuación una lista de palabras incorporadas con cierto tiempo en uso. Hay en esta lista neologismos, tecnicismos, enmiendas y nuevas acepciones de palabras ya admitidas. Advertimos que, en esta lista, anteponemos (*) a aquellas palabras cuya admisión o aclimatación consideramos discutible. Damos una ligera indicación explicativa de aquellos vocablos que, a nuestro juicio, la necesitan.
Algunos barbarismos innecesarios, con su equivalencia española3
A pesar del amplio criterio actual de la Real Academia Española, no obstante, nos parece oportuno dar una lista de aquellos barbarismos, cuyo empleo consideramos innecesario, dado que, para sustituirlos, disponemos de vocablos en uso de análoga significación.
Affair………………………………………… asunto, negocio, suceso, etc.
Amateur…………………………………….. aficionado
Argot………………………………………… jerga propia de un oficio o profesión
Basket-ball…………………………………. baloncesto
Boy-scout………………………………. Explorador (muchacho explorador)
Browning…………………………………… pistola automática
Club……………………………………… círculo, tertulia
Confort4…………………………………. ¨comodidad¨
Cow-boy5……………………………….. vaquero ( muchacho de las vacas)
Dancing…………………………………….. sala de baile
Dandy……………………………………….. gomoso, pisaverde, lechuguino
Dribling……………………………………… regateo (de fútbol)
Élite………………………………………….. lo selecto, lo escogido, la espuma, la flor y nata de algo
Entrefilet…………………………………. Suelto periodístico
Epatant………………………………………. Asombroso, pasmoso, admirable
Express………………………………………. expreso
Foie-grass……………………………….. hígado de pato
Fair-play………………………………………. Juego limpio
Globe-trotter…………………………………. trotamundos
Garden party…………………………………. Reunión (merienda) en un jardín
Leitmotiv………………………………………. Motivo fundamental
Lunch…………………………………………. Colación, refrigerio
Menú………………………………………….. minuta, lista de manjares
Magazine……………………………………… revista
Manager…………………………………… administrador, apoderado
Match………………………………………….. partida, combate, lucha, vinculación
Picnic…………………………………………. jira, comida campestre
Raid…………………………………………… expedición, viaje
Ring…………………………………………… anillo –donde de boxear-. Mejor: ¨cuadrilátero¨ porque no es circular, sino cuadrado
Soirée…………………………………………. velada, sarao, fiesta nocturna
Sándwich……………………………………. bocadillo, emparedado
Sex-appeal…………………………………… atractivo sexual
Shocking……………………………………… incorrecto, grosero, ofensivo, desagradable
Snob………………………………………. novelero, persona con pretensiones sociales o el que siente admiración por la moda o novedad
Speaker………………………………………… locutor
Stand………………………………………… instalación o caseta (en las exposiciones, mercados)
Standard………………………………… patrón, norma, regla establecida. En series.
Stock…………………………………………surtido, existencias. Depósito de mercancías almacenadas
Toilette………………………………………. tocado, arreglo, adorno
Tournée………………………………………gira, excursión
Trousseau……………………………………ajuar, equipo de novia
Trust………………………………………….reunión de compañías mercantiles; monopolio
Vedette………………………………………estrella de teatro o de cine; primear figura femenina en revistas teatrales. Persona que descuella en algo
Week-end……………………………………fin de semana
Conclusiones
De acuerdo con Brunot y Bureau, en su Gramática Histórica6, que la lengua francesa está amenazada en su estabilidad y pureza porque las fuerzas conservadoras no están ya en equilibrio con las fuerzas perturbadoras y porque la autoridad, en lo que al idioma se refiere, prácticamente, ha muerto.
En Francia, según los autores citados, la enseñanza primaria termina muy pronto, y los niños no aprenden más que el aspecto externo de la lengua. En los liceos y colegios franceses –dicen los autores citados- no se estudia a fondo el idioma materno. En todo caso se estudia el francés muerto –clásico-, olvidando lo que decía M. Bréal. Que una lengua es tanto más perfecta cuando más se ha alejado de sus orígenes.
Algo análogo podríamos afirmar refriéndonos a nuestro país. Más aún: podríamos decir –siguiendo a Brunot y a Brunueau- que los libros, las obras de teatro, etc.…, han dejado de ser modelos de lenguaje; que los periódicos están llenos de barbarismos ¨incontrolados¨; que nos invade la jerga de grupo, es decir, que la palabra del especialista tiende a extenderse torrencialmente por todos sitios, y que se abusa, por influencias de la técnica publicitaria, de los adjetivos exagerados.
Todo esto quiere decir que el idioma está perdiendo elegancia y pureza, por falta de precisión, y que cada día se habla y se escribe peor. Se escribe –signos de los tiempos- apresuradamente, sin esforzarse, sin preocuparse del léxico o de la sintaxis.
Es tiempo ya de evitar lo evitable para que por medio de un lenguaje incorrecto no se siga contaminando el comportamiento humano.
Obras de consulta
La lista que sigue no es, ni pretende ser, un índice bibliográfico. Citamos solamente las obras que pueden servir al lector para completar alguna de la información brindada para, profundizar en el estudio de algún problema o, simplemente, para satisfacer la curiosidad del estudioso en cuestiones gramaticales, lingüísticas o estilísticas, más o menos relacionadas con el mejoramiento del lenguaje oral y escrito.
CURSO DE REDACCIÓN, por Gonzalo Martín Vivaldi (Del Pensamiento a la Palabra). Teoría y Práctica de la Composición y del Estilo. Editorial Pueblo y Educación. Habana 1975
DICCIONARIO DE INCORRECCIONES DE LENGUAJE, por A. Santamaría. Editorial Paraninfo. Madrid 2000.
DICCIONARIO IDEOLÓGICO DE LA LENGUA CASTELLANA, por Julio Casares. Editorial Gustavo Pili. Barcelona 1999.
DICCIONARIODE DUDAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA, por Manuel Seco. Aguilar. Madrid 2000
GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Real Academia Española. Espasa Calpe. Madrid 2009
Autor:
Profesor Ernesto Armelio Izquierdo Junquera
Profesor instructor e investigador de la Universidad de Camagüey.
Profesora Karín Escobar Escobar
Profesora asistente de la Universidad de Ciencias Médica ¨ Carlos J. Finlay¨
Profesora Ofelia María Junquera Mesa
Profesora asistente de la Universidad de Camagüey.
Profesora Marina Alexandrovna Escobar
Profesora auxiliar de la Universidad de Camagüey.
[1] ¨En algún tiempo se creyó (dice Jespersen €“citado por Castagnio-) que las grandes lenguas nacionales habrían sido creadas por algún gran escritor… Investigaciones posteriores han demostrado que estos hombres no ejercieron la influencia que se les había atribuido. Todos ellos usaron una lengua que, en sus rasgos esenciales, ya estaba formada cuando la tomaron… La importancia real de los escritores consiste en que imprimen cierto ímpetu a lo que estaba en movimiento.¨ (Otto Jespersen: Humanidad, nación, individuo, desde el punto de vista lingüístico. Buenos Aires,1947.Páginas 68-69)
[2] Ejemplo de lo que decimos, pudieran ser los modismos o idiotismos que suelen surgir en ciertos sectores de ciertas clases sociales, posiblemente por un afán ¨snob¨ de distinguirse de la masa, del común de las gentes. Tales círculos sociales adoptan modos expresivos de muy restringida vigencia y de muy reducido alcance social.
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