Introducción
El contacto entre culturas lleva hoy a un mayor desarrollo de lo intercultural. El ser humano tiene prioridades relacionadas con tendencias básicas de su propia naturaleza. La primera de esas prioridades es salvaguardar la vida. La lucha contra las enfermedades y el interés por la salud que son características fundamentales del ser desde el origen de los tiempos.
La Interculturalidad en Salud, es el conjunto de acciones, estrategias y políticas que buscan incorporar la cultura del usuario en el proceso de atención de salud.
Supone el respeto y la valoración mutua entre las diferentes culturas. Implica diálogo e intercambio de conocimientos y prácticas beneficiosas de salud entre el sistema biomédico y las comunidades a las que sirve. En este sentido involucra la participación de la comunidad para dar forma a los servicios de salud. Contar con servicios culturalmente adecuados es un derecho de los usuarios de los servicios de salud.
Desarrollo del Tema:
Interculturalidad:
Definición:
La interculturalidad se refiere a la interacción entre culturas, de una forma respetuosa, donde se concibe que ningún grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre culturas. En las relaciones interculturales se establece una relación basada en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo no es un proceso exento de conflictos, estos se resuelven mediante el respeto, el diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia. Es importante aclarar que la interculturalidad no se ocupa tan solo de la interacción que ocurre, por ejemplo, entre un chino y un boliviano, sino además la que sucede entre un hombre y una mujer, un niño y un anciano, un rico y un pobre, un marxista y un liberal, etc.
Por supuesto, la interculturalidad está sujeta a variables como: diversidad, definición del concepto de cultura, obstáculos comunicativos como la lengua, políticas poco integradoras de los Estados, jerarquizaciones sociales marcadas, sistemas económicos exclusionistas, etc. Es decir que la interculturalidad se ha utilizado para la investigación en problemas comunicativos entre personas de diferentes culturas y en la discriminación de etnias, principalmente. Otros ámbitos de los estudios interculturales son aplicados en el ámbito de la educación, los estudios de mercado y su aplicación en el diseño de políticas en Salud. Según Almaguer, Vargas y García (2007), la interculturalidad del siglo XXI tiene referentes precisos en los modelos de comunicación de masas en los Estados Unidos en la década de los 50´s, los modelos de comunicación intercultural y migración en España y la integración Europea, cuyo principal teórico es Miquel Rodrigo Alsina, investigador de la comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona. Otro elemento presente en los modelos y los procesos de gestión intercultural, son los desarrollados por los pueblos indígenas en Nicaragua de la Costa Atlántica, la lucha de los pueblos Mapuches en Chile y las poblaciones indígenas en Bolivia, que bajo un enfoque intercultural autonómico han sido planteados por estudiosas como Myrna Cunninham y Alta Hooker. Según el sociólogo y antropólogo Tomás R. Austin Millán "La interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se produce entre dos o más grupos humanos de diferente cultura. Si a uno o varios de los grupos en interacción mutua se les va a llamar etnias, sociedades, culturas o comunidades es más bien materia de preferencias de escuelas de ciencias sociales y en ningún caso se trata de diferencias epistemológicas".
Otras variables a las que se expone son: inserción e integración, en la primera se asume la presencia física de las personas a un determinados espacio donde prevalece la cultura dominante o mayoritaria, en el segundo caso, no solo se acepta sino que entra en juego la disposición a interactuar de manera intelectual, psicológica, y cultural al no solo dar por aceptada a la nueva cultura, además disponerse a conocerla, respetarla y aprender de ella en interacción mutua entre las mayorías y minorías culturales, dando como resultado un proceso intercultural (entre culturas).
Una de las posiciones sobre la interculturalidad es planteada desde el seno de las teorías críticas, y es ver a la interculturalidad como movimiento social. Gunter Dietz plantea que los movimientos que inicialmente se llamaron multiculturales pretendían reivindicar derechos, se puede mencionar entre ellos a las movilizaciones de los años 60 de los grupos de chicanos, afroamericanos, gays y feministas de Estados Unidos.
Objetivos:
Razón por la cual la interculturalidad es hoy más importante que nunca, se debe a que nos ayuda a enriquecernos, para crecer, para unirnos cooperativamente, para ser más flexibles, tolerantes y eficaces en nuestra comunicación y por nuestra cultura.
Citas:
Fragmentos de texto extraídos del artículo "La comunicación intercultural" de Miquel Rodrigo Alsina:
Toda cultura es básicamente pluricultural. Es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. Evidentemente los intercambios culturales no tendrán todas las mismas características y efectos. Pero es a partir de estos contactos que se produce el mestizaje cultural, la hibridación cultural.
Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas. Pero los contactos entre culturas pueden tener características muy diversas. En la actualidad se apuesta por la interculturalidad que supone una relación respetuosa entre culturas.
Mientras que el concepto "pluricultural" sirve para caracterizar una situación, la interculturalidad describe una relación entre culturas. Aunque, de hecho, hablar de relación intercultural es una redundancia, quizás necesaria, porque la interculturalidad implica, por definición, interacción.
No hay culturas mejores y ni peores. Evidentemente cada cultura puede tener formas de pensar, sentir y actuar en las que determinados grupos se encuentren en una situación de discriminación. Pero si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético que considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de respeto. Esto significa, también, que la única forma de comprender correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con sus propios criterios culturales. Aunque esto no debe suponer eliminar nuestro juicio crítico, pero sí que supone inicialmente dejarlo en suspenso hasta que no hayamos entendido la complejidad simbólica de muchas de las prácticas culturales. Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo que lleva a interpretar las prácticas culturales ajenas a partir de los criterios de la cultura del -la persona– intérprete.
Actitudes:
La interculturalidad se consigue a través de tres actitudes:
Visión dinámica de las culturas.
Considerando que las relaciones cotidianas se producen a través de la comunicación.
Construcción de una amplia ciudadanía, sólo aceptada con la igualdad de derechos como ciudadanos.
Etapas:
El enfoque intercultural tiene tres etapas:
Negociación: es la simbiosis. Compresiones y avenencias necesarias para evitar la confrontación
Penetración: salirse del lugar de uno, para tomar el punto de vista del otro.
Descentralización: perspectiva en la que nos alejamos de uno mismo, a través de una reflexión de sí mismo.
La Interculturalidad en la Salud:
Definición:
Muy probablemente hemos escuchado en alguna ocasión que "El hombre es un ser Biopsico-Social"; menos probable es haber oído que este concepto de interrelación dinámica puede tornarse asimétrico, cuando el aspecto social logra avasallar a una esfera psicológica e incluso biológica, perceptualmente menesterosa. Una manera de graficar lo antes expresado es a través de la asunción que se puede alcanzar la calidad social, sin antes haber buscado, encontrado y desarrollado la calidad interior individual.
Así en una sociedad como la nuestra, el egoísmo y la intolerancia se han constituido en una especie de prácticas Darwinianas obligatorias en caso uno quiera mantener su posición profesional, académica e incluso al interior de la pareja; lo que ha traído consigo que entre otros, el campo de la salud ineludiblemente se vea infectado también con estos agentes.
A continuación se intentará ofrecer una visión interdisciplinaria de la Salud Intercultural, partiendo de sus conceptos previos generales y desarrollando someramente los aspectos que fundamentan lo necesario de su aplicación.
Consideraciones Generales:
La medicina alopática por esotérico que suene el término es una locución cuñada a mediados del siglo XIX por Hahnemann para designar a la práctica de la medicina que ejercemos, aquélla de tipo científico, académico o convencional. Fue llamada así en oposición a la medicina homeopática, que usa pequeñas dosis de varias sustancias para estimular procesos autocuratorios.
Para fines del presente artículo, se entenderá cultura a partir de una de sus definiciones antropológicas, como "El complejo y dinámico conjunto de creencias, conocimientos, valores y conductas aprendidas y transmitidas entre las personas a través del lenguaje y de su vida en sociedad", y no como sinónimo de desarrollo o cualidad intelectual cultivada mediante la educación. Esta acepción implica que la cultura no está restringida a determinados campos del conocimiento, sino que abarca todos los modos de comportamiento derivados de la esfera total de la actividad humana.
Salud Intercultural o Interculturalidad en Salud se puede entender como una serie de acciones que implican en primer término tomar conciencia de la cultura del paciente, para poder asimilarla y luego incorporarla en el proceso de atención de salud; es un conjunto de acciones o políticas mucho más necesarias y trascendentes en un país multicultural y pluriétnico como el nuestro, circunstancia que genera diferentes expectativas y percepciones del proceso salud-enfermedad entre proveedor-usuario y que suele provocar dificultades y desavenencias en la relación médico-paciente. Estas discrepancias se deben primordialmente a que -evocando la sentencia que inicia el artículo- solemos ver solamente a través del "cristal" de nuestra cultura; ésta se convierte así en un dispositivo para percibir el mundo, la lente a través de la cual miramos la realidad; a esto se debe que todas las sociedades tengan la sensación de que sus modos de convivencia son superiores a todos los demás.
Para entender de manera práctica el fundamento de los desencuentros proveedor-usuario, imagínese que como paciente lo pretendan obligar a recibir un esquema terapéutico que Usted no comparte en absoluto, basándose en el argumento exclusivo que este tratamiento es el "socialmente predominante" y sin brindarle ninguna otra explicación adicional. Existe además un factor que suele exacerbar esta actitud por parte del profesional de la salud: la cultura, como sistema históricamente derivado de específicos modelos de vida, es algo más que un fenómeno biológico, no se transmite genéticamente, no se explica mediante los preceptos que hemos recibido en nuestra formación académica interinstitucional; por lo tanto, es previsible que el proveedor de atención de la salud no suela tomar en cuenta la cultura del usuario en su práctica diaria.
Esta problemática ha generado el interés de diferentes estudios; encontrándose la existencia de muy pocos programas educacionales para estudiantes de medicina sobre diversidad cultural, particularmente en diversidad étnica y racial, y se ha evidenciado la concepción por parte de los mismos que el aprendizaje de asuntos culturales y sociales no marca diferencia alguna cuando hacen sus rotaciones clínicas.
Por otro lado, se dice en el mundo empresarial que el directivo debe estar sujeto a una realidad en constante cambio; el panorama del campo de la salud no es diferente: enfermedades más complejas, acortamiento de estancias hospitalarias, tecnología más complicada, etc. La atención o cuidado de la salud está pues en constante crisis, lo que no es del todo malo, por lo que debemos centrarnos en aquello que nos repetían desde pregrado, pero que pareciera, sólo oíamos mas no escuchábamos: "El paciente es lo más importante".
A partir de la expresión anterior, cabe preguntarse a que se debe la insistencia de una férrea aplicación prácticamente excluyente de la medicina alopática en absolutamente todos los grupos culturales, porqué se persiste en despersonalizar al paciente, si lo que estamos ocasionando con esta práctica es justamente no responder a las necesidades particulares de la población.
El concepto de Interculturalidad en Salud no es nuevo en Latinoamérica, ya que en países como Chile por ejemplo, se está dando mucha importancia a las variables étnicas culturales y el respeto a la diversidad en la implementación de políticas de salud, con el objetivo de crear modelos de salud que respondan a las expectativas culturales y sociales del usuario.
Interculturalidad y Género:
La relación desigual en las sociedades, produce una sobrevaloración de las ideas de los grupos humanos mejor posicionados, que se imponen por encima de otras formas de pensar, avasallando las percepciones de grupos con menores oportunidades de desarrollo.
A estos grupos humanos se les hace sentir devaluados, se menoscaba su autoestima limitando de esta manera ejercer de manera digna sus derechos sociales. Desde la visión intercultural, se pretende ubicar la importancia del reconocimiento de la diversidad en la necesidad de interacción entre las personas que conviven en espacios compartidos; en este sentido, se aplican sus principios cuando se pretende establecer una relación específica con respecto a los grupos indígenas y campesinos, las mujeres, ancianos, niños, personas con orientaciones sexuales diferentes, migrantes, pacientes con VIH–Sida, con enfermedades mentales, ya que los diferentes grupos sociales constituyen identidades y necesidades diferenciada no sólo en relación a los servicios de salud, sino en la cotidiana interacción con las personas.
Lo común es que a éstos grupos de personas les sean negados sus derechos ciudadanos, se ejerzan prejuicios y descalificativos producto de una cultura machista y discriminatoria que utiliza estereotipos para aprovechar la vulnerabilidad de diferentes grupos de población para generar o perpetuar privilegios, condiciones de despojo, explotación, o violación de sus derechos humanos o ciudadanos, con mayor gravedad cuando estas condiciones puedan generarse desde las propias instituciones de salud.
Interculturalidad y Atención a la Salud con Enfoque Bioético:
Considerando entonces que la interculturalidad es un proceso de relación y comunicación entre grupos culturales y personas con diferentes percepciones de su realidad y sin embargo, con similares capacidades para el ejercicio de sus derechos, en la relación entre los usuarios con los profesionales de la salud, con diferentes niveles y contenidos de elementos de carácter ético. El criterio ético fundamental que regula esta disciplina es el respeto al ser humano, a sus derechos inalienables, a su bien verdadero e integral: la dignidad de la persona.
En 1979, los Bioeticistas Beauchamp, T.L y Childress, J.F, definieron cuatro los principios de la Bioética, disciplina que involucran las acciones y relaciones que se dan en el proceso de salud: autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia.
El Principio de autonomía, impone la obligación de asegurar las condiciones necesarias para que actúen las personas de forma autónoma.
El Principio de beneficencia, obliga a actuar en beneficio de otros, promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo perjuicios.
Principio de no maleficencia: Abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros.
Principio de justicia: Tratar a cada uno como corresponda, con la finalidad de disminuir las situaciones de desigualdad (biológica, social, cultural, económica).
Conclusiones:
La cultura de una sociedad se va alimentando no sólo con lo que se le aporta desde instancias oficiales (mundo de la política gubernamental, regional, comarcal, provincial, local, barrio) sino con lo que la propia sociedad importa o adopta desde otros ámbitos y por diversas razones, una de ellas, muy importante, la validez. En algunas ocasiones, la política de un país, influenciada por motivos economicistas y/o por grupos de presión con intereses mercantilistas, tiende a desvalorar tendencias o elementos válidos para el pueblo o para sectores de ciencia no convencionales, utilizando aquélla la dialéctica difamatoria y un tipo concreto de discurso lingüístico de descrédito en los poderosos medios de comunicación. En algunos casos esa política consigue su objetivo. Pero en la mayoría de ellos, lo que la población estima como válido, pervive y se convierte en parte del tesoro de la tradición cultural de esa sociedad.
Por lo mencionado, podemos decir que la interculturalidad promueve estrategias y acciones que permiten establecer habilidades y actitudes de los profesionales de la salud que permitan y fomenten la equidad en la relación entre hombres y mujeres, el respeto a sus derechos y la garantía del cuidado a la persona como estrategia social, generando y promoviendo la aplicación de principios éticos en la relación de igualdad entre hombres y mujeres, sumando a esto a los principios universales de los derechos humanos y articulando los contenidos y criterios de la bioética como elemento humanístico para el desarrollo de éstas necesidades para fortalecer los servicios de salud como elemento de calidad en la atención.
Referencias:
Aparicio Mena, A.J. 2003. "Salud y Multiculturalidad". Rev. NATURAL, nº 48 (126-127). Madrid.
Aparicio Mena, A.J. 1994. "El Bonsái: un poco de poesía natural". Ed: A.J.A.M. Santander.
Homeopathy. Ann Intern Med. 2003; 138: 393-9.
Höffe Otfried, Derecho intercultural, Barcelona, Gedisa, ISBN 978-84-9784-330-0.
Alcina Miquel, La comunicación intercultural Edit. Antropos. 2003, Barcelona, España.
Salvador Hernández, Pedro Pablo, Módulo de interculturalidad.
Jonas W, Kaptchuk T, Linde K. A Critical Overview of
Alarcón A, Vidal A, Neira J. Salud intercultural: elementos para la construcción de sus bases conceptuales. Rev Med Chile. 2003; 131:1061-5.
London R, Anderson P, Cill P, Greenfield S. Educating Medical Students for Work in Culturally Diverse Societies. JAMA. 1999; 282:875-80.
Autor:
Mg. Christian Paolo Martel Carranza
Maestría en Salud Pública y Docencia Universitaria
Universidad de Huánuco
Mayo 12, 2011