El imperio árabe tenía como referencia la fe en el dios único de Alá y su Profeta Mahoma donde sus leyes no solo son regla de fe sino también de vida y convivencia entre los pueblos que conquistaba al igual que a los imperios europeos los unía el cristianismo. Todos estos imperios se mantuvieron hasta que sus fronteras fueron traspasadas por fuerzas diferentes a las que el ideal mantuvo la unidad interna de sus súbditos.
El humanismo vino a entregar nuevas visiones que repudiaban ante los súbditos el poder absoluto de los reinos que gobernaban a las masas en el nombre de Dios con injusticia, explotación y muerte lo que produjo no solo la variedad de doctrinas e ideologías para enfrentar mediante la discordia el desarrollo humano lo que trajo consigo las revoluciones y el desmembramiento de los imperios y el surgimiento de las naciones que se consolidaron en Europa a partir de la Reforma religiosa. Ante la relatividad de las teorías humanas y la falta de una referencia o guía, las muchas formas de gobernar los pueblos trajeron guerra y caos en el mundo entero.
Los nuevos imperios nacidos con el descubrimiento de nuevas tierras y como consecuencia de los inventos y la revolución industrial entregaban solución a los problemas sociales solo por ciertos periodos durante los cuales los países que iban a la vanguardia del progreso aumentaban sus territorios mediante conquistas y sometimiento ajeno a lo que el ideal humano universal aspira, contradicciones que no tardaron en producir la independencia de las distintas naciones sometidas, proceso que recién termina durante la segunda mita del siglo XX.
La tan anhelada independencia de las naciones ha llegado a su fin y no ha solucionado la problemática social del ser humano manifestada en el mantenimiento de las desigualdades donde la riqueza nunca ha sido compartida sino que fue concentrada cada día más en las cúpulas nacionales dueñas del capital controlado por empresas especialistas en satisfacer necesidades humanas universales, que al no alcanzar para todos mantiene el descontento social en una tierra cada día mas poblada, de mayores expectativas y necesidades aparentes o superfluas para el ciudadano muchos de los cuales reclaman una oportunidad que las mayorías nunca han tenido.
En este contexto en que las ciencias, la técnica y el humanismo han llegado a universalizar la educación, la medicina, la producción, las comunicaciones y las ciencias sociales que han abierto los ojos hambrientos de los desplazados de siempre, en una tierra cada día más poblada en núcleos urbanos mas concentrados, de información disponible en forma simultánea, una superficie terrestre cada día más depredada, con menos espacio útil y atmósfera más contaminada en que las mayorías desposeídas exigen una oportunidad de la que creen tener derechos por ser parte del planeta.
En este mundo de necesidades de todo tipo y sin los valores que entrega la revelación divina donde por falta de fe en los preceptos del Creador los frutos cosechados están lejos de las promesas que "la madre tierra" debiera entregar a sus hijos y que los lideres que luchan por la conquista del poder político y sus granjerías usan y abusan a favor de intereses particulares exaltando los errores e inconsecuencias de la conducta de los gobernantes, legitiman el desorden y el caos en los pueblos.
Es en este mundo caótico en lo social, de violencia y relativismo moral y a consecuencia de la depredación y contaminación planetaria están ocurriendo fenómenos que avalan la materialización de profecías que subyacen en el subconsciente de las criaturas humanas referidas a lo espiritual, a lo social y moral, tanto en lo terrenal como en lo cósmico que a pesar de lo racional y materialista de la cultura, las redes sociales de comunicación se hacen eco y contaminan de mitos o de falsas doctrinas a las masas creando desconcierto y temor entre las gentes, temor que tarde o temprano se manifiesta en destrucción y caos contra el orden establecido necesario para la subsistencia del sistema y de la paz mundial.
¿De nuevo las dictaduras?
Del caos social resultante de las últimas catástrofes naturales se aprecia la pérdida instantánea de los frenos de la ley y orden establecido, de la educación y el conocimiento, apareciendo el hombre natural y salvaje que llevamos dentro procurando salvar sus propias vidas, hombre que en épocas criticas de la historia ha debido comerse hasta sus propios hijos, o como hace pocos años, sometía a las mayorías con dictadura, torturas y muerte. Para la restauración del orden perdido, el actual "hombre culto y racional" exigía la fuerza de los ejércitos y las armas que un día despreciaron. Tales hechos y conductas son posibles en caso de la alteración del sistema de convivencia mundial donde todos dependemos de todos, donde todos compartimos la misma atmósfera, los mismos mares, la misma tecnología o la misma tierra.
El sistema mundial vive la paz del vientre a media tripa sujeto a la estabilidad económica de las grandes empresas fundadas en el capital ajeno de múltiples y anónimos accionistas que ante cualquier factor desestabilizante entra en pánico arrastrando a la economía de las naciones, donde de seguro pierden los países mas débiles que se hacen cada día mas pobres y mas dependientes. El desencanto, la escasez y el hambre son temores históricos y cíclicos que asoman cada vez más seguidos abarcando incluso países desarrollados porque muchos son factores planetarios y extra planetarios que no dependen de la técnica o capacidad humana para solucionarlos. Ad portas tenemos cual espada de Damocles el cambio climático y los movimientos telúricos pronosticados desde milenios como un castigo para la sociedad y por tanto en la conciencia del ser humano que no quiere reconocer que la tierra, sus riquezas y sus frutos son limitados y nos pertenecen a todos.
De acuerdo a la teoría racionalista de la evolución sobrevive el más apto, por lo que en un planeta árido y contaminado sobrevivirá el que menos recursos necesita y el que sea capaz de soportar en mejor forma los cambios que se vislumbran en el planeta. Difícil será para los que dependen de otros y que nunca le han trabajado un día a nadie. El dinero, sus riquezas y sus estudios de nada servirán. Los hombres necesitan ser machos, sudar y procrear si quieren "heredar la tierra". Hoy quieren unirse especimenes del mismo sexo contradiciendo esta teoría fundamental del racionalismo y de los científicos. De seguro que esta especie no existiría si todos hubiesen tenido que trabajar o soportar miles de años aislados por una glaciación. Por lo visto sólo pudo subsistir durante los milenios debido al carácter parasitario de sus genes que se conservaron en el hombre pecador genéricamente creado como Macho y Hembra desde un principio.
De los síntomas presentes en nuestro Chile queda claro que lo mismo está ocurriendo en el planeta en forma simultánea a las catástrofes naturales independiente del estado de desarrollo de los países, por cuanto la necesidad causante de todo proceso es la que actúa cambiando la mentalidad y las decisiones de los pueblos.
El mas claro de los ejemplos es la última tragedia ocurrida en un país como Noruega, de los mas desarrollados del mundo, debido a la reacción de un nacional opuesto a la política de inmigración del país que necesita mano de obra barata para desarrollar ciertos trabajos que los noruegos no realizan por tener baja remuneración o "poco dignos", trabajos que realizan inmigrantes de países del tercer mundo que a su vez se multiplican en mayor proporción que los nacionales. Estos extranjeros, sujetos de explotación, que hace pocos siglos eran traídos como esclavos, no pueden aún ser sustituidos por robots como son las metas y promesas de la tecnología.
Estas mismas políticas de inmigración que por necesidad se aplicaron un día, están causando cambios en Estados Unidos que hace menos de cincuenta años eran impensadas en ese país, como tener un presidente negro desde 2009. Así "la naturaleza humana", formando parte del único planeta donde se encuentra e inconsciente de sus creencias o raza está impulsando su propio camino: Aquellos que fueron obligados a salir de sus países por la fuerza como esclavos están dirigiendo los destinos del más grande de los países de los últimos tiempos.
Así, queda en claro que el destino de los países está en manos de las mayorías creadoras de riquezas, verdad que ni Marx soñaba que algún día esta realidad estaría en la conciencia de los pueblos considerada cada vez mas como un derecho irrenunciable de los hombres. Ya lo había dicho el Apóstol Santiago en su epístola del Evangelio Santo:
"He aquí clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos…" (Santiago Cap. 5)
Estas mayorías, con la fuerza que significa reclamar al cielo donde irán para ser parte fundamental del universo, son las que en nuestros días están exigiendo por fuera de los causes legales satisfacer necesidades básicas, como agua y aire puros, que el sistema imperante no les permite obtener. Teóricos como Marx saben que el orden impuesto por los hombres dura hasta lograr ciertas necesidades fundamentales que después de ser satisfechas pasan a segundo plano exigiendo reivindicaciones sobre otras necesidades que vienen aparejadas. Si satisfacemos la necesidad de salud como una reivindicación popular, aumentará la población y por ello la mayor demanda de productos en menos terrenos productivos, consecuentemente una mayor contaminación y nuevas necesidades.
Eva y Adán tuvieron que usar vestidos de cuero como una nueva necesidad humana para reemplazar aquellos más frágiles confeccionados de hojas en una tierra mas fría por efecto de alejarse del sol de acuerdo a la teoría de la expansión del universo. Desde ya implicó sacrificar los primeros animales, los cuales quizás, hasta ese momento no se usaban como comida o materia prima en una tierra fértil donde el alimento natural en la cadena alimenticia del hombre es el reino vegetal. Este cambio de clima y nueva vida trajo en poco tiempo mas influencia en la vivienda que como necesidad trajo consigo el construir ciudades después de inventar el ladrillo y el asfalto, seguramente por la necesidad de abandonar las cavernas o las tiendas de una tierra cada vez más poblada (Génesis 11), que los líderes atribuían y entendían, en ese entonces, como la necesidad de llegar al cielo.
Claramente tras el relato santo se infiere una inquietud humana instintiva frente al orden establecido de una humanidad destinada a formar parte del universo inmaterial que un día nos albergará en otra dimensión donde el tiempo definido en el sistema solar no existirá.
En esta misma escala del tiempo terrenal llegamos a la Edad Media donde los navegantes tenían que surcar los mares bordeando la costa de los continentes. Cuando ya pudieron adentrarse en los océanos ayudados por inventos como el timón y la brújula, descubrieron otros continentes que ayudaron a solucionar temporalmente la problemática social de aquel momento y materializar la orden incumplida de "llenad la tierra" (Gen 1: 28). Tanto el ladrillo y el asfalto como el timón o la brújula son "producto de la astucia humana" para poblar la tierra como un designio del Creador, quizás como una necesidad del universo, pero no como una obra humana para engrandecerse por sobre la palabra espiritual y santa de Hacedor de todo.
En este mismo tiempo de historia humana hasta nuestros días, cuando la exaltación del hombre ha llegado a tal punto que las leyes que rigen la sociedad apoyada en las teorías, las ciencias y descubrimientos de todo tipo han prescindido de la fe, del amor y de la ayuda del Creador; cuando se proclama a los cuatro vientos que estamos viviendo una nueva era, cuando a pesar del desarrollo de la cultura todo se relativiza incluida la moral, cuando en un sistema político que rige a la mas grande de las naciones de nuestros días por la ayuda del Cristianismo se demanda al Estado para borrar de la constitución la enseñanza en las escuelas de la doctrina santa que le sirvió y le sirve de fundamento, y siendo Estados Unidos un país de referencia al que todos aspiran llegar; desconociendo que para alcanzar ese estado de desarrollo la única forma de lograrlo es con orden, trabajo, esfuerzo, disciplina y porqué desconocerlo, también mucha inteligencia, atributos que tienen que asumir tanto los gobernantes como los gobernados.
En el mundo de hoy, cuando se avizoran señales y tiempos diferentes, donde todos hemos llegado a depender de todos, cuando algún miembro de la comunidad de naciones del planeta ve alterada su situación interna o externa, se ha visto que ni por muy pequeña que sea una nación se altera la convivencia social internacional y por ende la economía de todas las naciones y por tanto la vida de todos los habitantes de una tierra ya llena. Ejemplos recientes a citar tenemos desde Servia en Europa, los países árabes, India, Méjico, Argentina, Grecia, Italia, España.
La última mitad del siglo XX, post guerras mundiales, muchos problemas nacionales se solucionaron transitoriamente con dictaduras políticas que por necesidad eran inducidas desde países que de alguna u otra manera podían presionar para poner orden donde fuera necesario. Toda reivindicación masiva de tipo social podía ser acallada con gran sufrimiento y muerte a través de estas dictaduras políticas.
Estas muertes del hermano, como dice la Biblia, claman al Creador desde la tierra. (Génesis: Capítulo 4). Por estas muertes cualquiera sea el nombre que se le haya dado, sea revolución o guerra, nuestro planeta desde el punto de vista espiritual está maldito y la paz tan anhelada jamás llegará porque la tierra está contaminada y no volverá a tener la fuerza original aunque se recurra a la astucia del hombre con los pesticidas, con los abonos o los transgénicos: el hambre, el síntoma primero de una crisis política y económica se manifiesta al momento: hoy será en África; pero mañana en cualquier país del mundo. Nadie está libre porque la naturaleza está siendo sobrepasada, las leyes divinas contempladas en la religión están olvidadas y subyugadas al conocimiento humano adquirido y artificial.
Por cuanto todas las ideologías y políticas son comunes al hombre sobre la tierra, donde el contrato social basado en la existencia de naciones ya no funciona, cuando la problemática social y su satisfacción apuntan a una sociedad universal con una dependencia global; y si la convivencia de la raza humana en paz y orden llega a ser una variable imprescindible, en caso de ser alterada traerá consigo un gobierno mundial que hoy tímidamente se da en organismos multinacionales como la Organización de las Naciones Unidas la cual no cuenta con el poder necesario para ser un Gobierno Mundial, pero es suficiente que unas cuantas potencias mundiales, poderes o bestias acuerden dar poder o potenciar a la ONU para acallar cualquier intento de subvertir el orden establecido consistente en que las mayorías produzcan para las minorías como lo ha sido históricamente. (Apocalipsis capitulo 13). Lo contrario es una utopía, por cuanto los recursos de la tierra no alcanzarán jamás para vivir al nivel que los hombres esperan.
Una señal de la política mundial para nuestros días es La Marca de la Bestia.
Dicha marca es admirable por cuanto está anunciada para el control de los seres humanos en todo orden de cosas, control que no se conocía ni se vislumbraba en tiempos del Profeta de Patmos, marca que en Chile la tenemos todos, sin la cual nadie es Chileno, nadie puede vivir, nadie puede trabajar, nadie puede estudiar, nadie puede viajar, ni nadie se puede morir; es el RUT o RUN.
Este documento de identidad nacional lleva todos nuestros datos, nuestra frente y nuestra mano derecha, es decir, lleva nuestra fotografía del rostro y la impresión digital de nuestra mano derecha. Nadie se escapa de esta marca y donde quiera que vayamos debemos ser portadores de ella.
Imposible e increíble que un ser tan poderoso como Satanás nos marque a todos con el mismo número 666 por tanto solo es la representación de algo que tiene las características indicadas en la Profecía Santa.
La huella digital es la que acusaba en Chile a cualquiera que quisiera sobrepasar los controles de la dictadura sobre las personas. Trabajo o libertad había solo para aquellos que tenían antecedentes de lealtad al sistema. El sistema que se anuncia es mucho más peligroso, es la renuncia de las personas a las creencias en el Creador de todo para poder vivir y sabido es que el que tiene hambre puede vender el alma por sus hijos que es lo que aspira el ANTICRISTO anunciado.
El sistema económico social mundial se ha amarrado a sus propias leyes a consecuencia de lo cual la población aumenta descontroladamente y la tierra puede no ser capaz de alimentarla. Quizás sea necesario alimentarlos en comederos como a los animales como ha ocurrido en muchos países, hasta completar el número necesario para el universo pasar a otro nivel.
La experiencia ya está en el mundo donde cualquiera no entra a otro país y en China donde se puede tener un solo hijo por exceso de población; lo contrario en libertad es escasez y hambre. Quizá ya no sean necesarios los hombres ni las mujeres que procreen, para ello se puede elegir a una "clase procreadora fuerte y sana". El resto pueden casarse entre ellos para disfrutar su sexualidad garantizada y protegida por el Estado de los males que trae consigo la promiscuidad.
Así tenemos que para el sistema mundial del hombre de hoy el control es una necesidad, Siete o diez mil millones de habitantes del mundo con sus datos cabrán en un solo disco duro al alcance de todas la multitiendas, de los supermercados, de los Bancos y de la Policía…Y de cualquiera que pueda comprarla.
Para esto no será el hombre que nos controle, la tecnología vendrá en su ayuda. Será una máquina y esta no tiene Espíritu ni sentimientos, es un anticristo; no ve caras ni corazones y si el sistema no acepta una persona simplemente no existe, habrá que eliminarla o separarla porque bocas sobran y el alimento escaseará. Será un NN. SERÁ UN 666.
Para lo demás, a preparase.
Autor:
Rodemil Espinoza Reyes
666-S.A. Ch-4978659-k/ 8R
NOTA: S.A.= Sur América
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